Sevilla (castellano) - GR-48: Sendero de Sierra Morena
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Detalles <strong>de</strong> los muros que flanquean el carril<br />
42 en su mayoría <strong>de</strong> las la<strong>de</strong>ras que se cubren <strong>de</strong> alcornoques, conocidas<br />
como “Risco <strong>de</strong>l Gallo”.<br />
<strong>GR</strong>-<strong>48</strong><strong>Sevilla</strong><br />
El camino sigue <strong>de</strong>scendiendo y cruza por productivos pastos para el<br />
ganado, que se transforman en abiertas <strong>de</strong>hesas a un lado y en tupido alcornocal<br />
al otro. Un <strong>de</strong>nso pinar <strong>de</strong> repoblación contrasta sobre el ver<strong>de</strong><br />
claro <strong>de</strong>l alcornocal con un tono más oscuro. Es <strong>de</strong> vital importancia la<br />
función <strong>de</strong> retención <strong>de</strong> suelo <strong>de</strong> todos los bosques. Las importantes pendientes<br />
<strong>de</strong> estas la<strong>de</strong>ras sin vegetación generarían una erosión que empobrecería<br />
aún más el sustrato, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> colmatar arroyos y embalses.<br />
Los muros <strong>de</strong> piedra y adobe, aunque intermitentes, resisten los combates<br />
<strong>de</strong>l viento y la lluvia, como queriendo proteger a las <strong>de</strong>licadas <strong>de</strong>hesas.<br />
Algunas construcciones con vocación gana<strong>de</strong>ra aparecen junto<br />
al camino; y sin pérdida ninguna se ha <strong>de</strong> continuar al frente, <strong>de</strong>jando<br />
a la <strong>de</strong>recha a<strong>de</strong>lfas, chopos, higueras y tamujos que conforman la orla<br />
arbustiva <strong>de</strong>l mismo arroyo.<br />
Dejando a la izquierda la entrada <strong>de</strong> la finca “La Trinidad”, el carril comienza<br />
a girar a la <strong>de</strong>recha en una amplia curva. Encaramos ahora un<br />
paso natural, labrado en la roca por la persistencia <strong>de</strong>l agua <strong>de</strong>l arroyo,<br />
que corta en dos la sierra. Aprovechándonos <strong>de</strong> esta natural obra <strong>de</strong> ingeniería,<br />
el camino da paso a La Polana, un precioso valle que con sus<br />
regajos sigue alimentando al Arroyo <strong>de</strong> la Calzadilla. Enclaves como este<br />
albergan un bosque típico mediterráneo muy diverso, compuesto por<br />
una arboleda mixta <strong>de</strong> encinas, alcornoques y pinos. El aprovechamiento<br />
<strong>de</strong> todos estos recursos <strong>de</strong>bió justificar la ocupación <strong>de</strong> las construcciones<br />
que aquí se encuentran, como la “Casa <strong>de</strong> la Polana”, que quedará