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RetoRno a Hansala - Cornerhouse

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Retorno a <strong>Hansala</strong><br />

STUDY GUIDE: LEVEL A2<br />

En casa de Said (Chus Gutiérrez)<br />

A principios de Diciembre del 2006 fui por primera vez a <strong>Hansala</strong>. Estaba terminando el guión<br />

de mi última película: Retorno a <strong>Hansala</strong>, y durante cuatro días compartí la vida de su gente y en<br />

especial de la familia de Said que nos acogió en su casa con una naturalidad olvidada y su cálida<br />

hospitalidad.<br />

En el pueblo no tienen nada de lo que a nosotros nos parece imprescindible para vivir. Sin<br />

embargo, en casa de Said hay muchas mantas y mucho suelo donde tirarse a dormir. En <strong>Hansala</strong><br />

son pobres pero la comida que hay se comparte, como el tiempo, como la curiosidad de<br />

conocerse, de comunicarse a través de gestos, de miradas, de sonrisas. En casa de Said nadie<br />

tiene espacio propio porque no existe un rincón tuyo o mío. Los espacios son colectivos, diáfanos,<br />

habitaciones vacías con el suelo cubierto de alfombras para sentarse, donde todo se transforma<br />

según la necesidad del momento.<br />

Una pequeña mesa aparece y desaparece a la hora de comer. Los cojines apilados se reparten<br />

para dormir, como las mantas, montañas de mantas que hablan de la hospitalidad: una persona,<br />

una manta. En casa de Said nunca se sabe quién va a llegar. La puerta está abierta y siempre<br />

hay un té caliente que te recibe y un trozo de tiempo que regalar al que aparece. Con mi mente<br />

occidental y consumista, observar todo esto me produce un caudal interminable de preguntas y<br />

contradicciones.<br />

Preguntas sobre el verdadero sentido de la vida, sobre la utilización del tiempo, sobre la<br />

necesidad de soledad en estas vidas comunitarias. Y, como no, mi cerebro de pensamiento único<br />

tiene un montón de ideas de como organizar la vida de toda esta gente, de como mejorar lo<br />

que veo... Y como El Americano Impasible, en la novela de Graham Greene, mi prepotencia<br />

me traiciona. ¿Quién ha dicho que el profundo sentido de la felicidad, de la dignidad, de la<br />

humanidad del ser sean patrimonio de ninguna cultura, de ninguna forma de vida concreta? Tras<br />

este viaje descubrí que trasmitir lo más sencillo, el peso de la vida en <strong>Hansala</strong>, iba a ser mi mayor<br />

reto creativo.<br />

Fuente: http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2007/600/1177797601.html<br />

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