You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
COLABORACIÓN<br />
sagrada, y el mito la palabra sagrada que<br />
sigue a la acción, que la dota de contenido<br />
y la explica. Son muchos los antropólogos –<br />
recordemos a Malinowski y Lévy-Bruhl- que<br />
insisten en la correlación o correspondencia<br />
entre rito y mito, en cuanto dos realidades<br />
que, de manera ideal, se complementan recíprocamente.<br />
Pero sucede, a veces, y así<br />
lo constata el profesor Geo Widengren (uno<br />
de los mayores fenomenólogos religiosos de<br />
nuestra era) que los ritos o rituales pueden<br />
separarse de los mitos –<strong>del</strong> contenido religioso-<br />
y pueden superponerse en su significación<br />
social,<br />
hasta el punto<br />
de que<br />
pueden pasar<br />
de una<br />
religión a<br />
otra sin cambiar<br />
de forma.<br />
Por decirlo<br />
de otras<br />
p a l a b r a s ,<br />
que pueden<br />
terminar pesando<br />
más<br />
los ritos o rituales<br />
que el<br />
contenido al<br />
que vienen<br />
a servir –el<br />
c o n t e n i d o<br />
<strong>del</strong> mito o explicación sagrada de la realidad-.<br />
Más claramente aún: que probablemente<br />
los rituales de las procesiones y el<br />
culto a las Imágenes se han superpuesto a<br />
la religión cristiana, pero que existieron en<br />
un mundo pagano anterior. Historiadores y<br />
antropólogos culturales refuerzan esas tesis.<br />
Vamos, que en Andalucía se procesionaba<br />
a la diosa fenicia Astarté o a la romana Minerva<br />
siglos antes que procesionáramos a<br />
la Santísima Virgen María, como si lleváramos<br />
el verbo “procesionar” (tan de la casa)<br />
en la “genética cultural”. En definitiva, que<br />
corremos el riesgo de conservar y perpetuar<br />
rituales de manera espléndida, pero olvidando<br />
el sentido trascendente al que sirven. A<br />
ello contribuye desde luego, acentuándose<br />
entre los más jóvenes, el neopaganismo imperante<br />
en el mundo occidental y en España<br />
el particular anticlericalismo radical que nos<br />
asola.<br />
Quisiera dejar las citas científicas para tomar<br />
tierra. A veces nuestros propios ojos críticos<br />
descubren esplendentes rituales cofradieros<br />
que son perfectamente compartidos<br />
por los que no comparten la fe, por los que<br />
se acercan a<br />
la tradición,<br />
a la cultura<br />
popular, a<br />
la antropología<br />
en definitiva,<br />
soslayando<br />
la<br />
cuestión religiosa.<br />
Vaya<br />
por <strong>del</strong>ante<br />
que para<br />
ello nacieron<br />
también<br />
nuestras cofradías:<br />
para<br />
dar testimonio<br />
-a los<br />
que creen y<br />
a los que no<br />
creen- de la Pasión, Muerte y Resurrección<br />
<strong>del</strong> Señor; para dar testimonio de fe a Nuestra<br />
Señora; para adorar al Dios Vivo de la<br />
Eucaristía por nuestras calles. Salimos para<br />
dar testimonio de fe. Otra cuestión será si logramos<br />
convencer a los miles de agnósticos,<br />
descreídos o tibios en la fe, que se acercan a<br />
contemplar nuestras salidas procesionales.<br />
Pero los cofrades debemos nutrir permanentemente<br />
esos rituales con la fe. Y me<br />
preocupa descubrir rituales cofradieros en<br />
los que cada vez es más difícil defender la<br />
presencia real de una manifestación de fe.<br />
Nº 71 39