Parte IV - El País

que ya se denomina “industria del ocio”.
Antes de la aparición de las cadenas privadas
se habían producido ejemplos notables
de las ventajas que suponían el maridaje
de la televisión y, por ejemplo, la literatura.
Series como Los gozos y las sombras o
Yo, Claudio dispararon la popularidad de
Torrente Ballester y Robert Graves, y, naturalmente,
las ventas de sus obras. La
competencia de las televisiones privadas
estimuló la oferta cultural, potenció la demanda
y, en definitiva, alteró lo establecido:
ya casi nada existe sin el apoyo audiovisual,
o al menos casi nada que aspire al
éxito multitudinario e inmediato.
JULIO DE 1982
Rayos y truenos saludan a los Rolling
El 7 de julio actuaron en el estadio Vicente Calderón, en Madrid, los Rolling Stones.
Más de 70.000 personas soportaron un calor asfixiante hasta que minutos antes de la
actuación se desencadenó una gran tormenta. Nadie se movió de su sitio, lo que decidió
al grupo a comenzar el concierto. Una noche que entró en la leyenda urbana. ●
FOTOGRAFÍA: EFE
España sigue siendo un país que edita
más de 70.000 libros al año, entre primeras
ediciones, reediciones y fascículos.
La tirada media de cada uno de ellos sigue
siendo pequeña, entre 3.500 y 4.000 ejemplares
por título. Salvo muy escasas excepciones,
el autor español o extranjero es
minifundista, si aplicamos términos de
política agraria. Otro factor importante en
el éxito literario es la concesión de un premio
de renombre. Para no resultar excesivamente
prolijos, citemos los cuatro premios
Nobel que se han concedido en estos
últimos 30 años a autores en lengua española:
Vicente Aleixandre, en 1977; Gabriel
García Márquez, en 1982; Camilo
José Cela, en 1989, y Octavio Paz, en 1990.
Dos españoles, un colombiano y un mexicano
que alcanzaron el Olimpo literario
en vida y a los que habría que añadir el
portugués José Saramago, premio Nobel
en 1998, y cuyo vínculo con España, su lugar
de residencia, le confiere la ciudadanía
ibérica. En terrenos más institucionales,
cabe señalar como grandes acontecimientos
el 400º aniversario de la
publicación del Quijote en 2005, y la publicación
de una de las obras más interesantes
y significativas de los nuevos tiempos
de la Real Academia Española: el Diccionario
panhispánico de dudas, también
en 2005.
En el ámbito de las artes plásticas, el
fenómeno de la popularización es indiscutible
y verificable. Si en los años sesenta y
setenta se podían contar con los dedos de
una mano las instituciones privadas que
dedicaban sus esfuerzos y dinero a la divulgación
del arte contemporáneo, en las
últimas décadas asistimos a una eclosión
museística pública y privada espectacular.
Más de 25 museos y centros de arte contemporáneo
se reparten por toda España,
entre los que destacan el Reina Sofía y el
Thyssen, en Madrid; el Guggenheim de
Bilbao, el IVAM en Valencia o los Museos
Picasso de Barcelona y Málaga, además de
fundaciones como las de Joan Miró, Tàpies,
Barrié de la Maza y el Chillida-Leku,
que se sumaron a las preexistentes Juan
ESPECIAL 30 AÑOS 413