Un tiempo, un país, un periódico Políticos, escritores, directores de museos, arquitectos, modistas, científicos, actores… Treinta personalidades confiesan su gusto y su pesar por lo que ha sido y es EL PAÍS. La historia de cada uno de ellos, de España y del diario. Por Juan Cruz
LUIS MAGÁN AINHOA AMESTOY ACTRIZ “Haro Tecglen nos ha dejado bastante huérfanos” Tiene 28 años –“casi los mismos que EL PAÍS, es como si fuera mi hermano mayor– y es hija única del periodista Ignacio Amestoy, dramaturgo del que ella ha dirigido algunas obras. Ainhoa es una niña prodigio del teatro: se inició a los 18 haciendo un papel estelar en <strong>El</strong> sí de las niñas, de Moratín, en el montaje que preparó Miguel Narros para el Festival de Almagro. Y además de actriz y directora, también es autora dramática que ya ha visto sus textos sobre los escenarios. Su generación, dice, tendría mucho que agradecer al tiempo que vive: “Nos ha permitido estudiar, viajar, contrastar conocimientos, posibilidades que no tuvieron nuestros padres”. En este tiempo, “el terrorismo ha sido una lacra que esta generación no puede ignorar”. Ahora se siente orgullosa “de luchar por esta profesión complicada, que vive en crisis frente al cine y la televisión”. Respecto a la generación de la que es hija me dijo: “La admiro, pero desde luego nos cerráis puertas a los que estamos ya fuera de la Universidad”. Lee EL PAÍS desde que tenía 10 años, “y aún guardo recortes de las críticas de danza”. Luego se pasó al teatro: “Ustedes tenían al tan temido y amado Haro Tecglen; nos ha dejado bastante huérfanos. Ahora leo a Marcos Ordóñez y a Javier Vallejo. ¿Pero por qué ustedes no publican los viernes páginas de teatro, igual que publican páginas de cine”. ● LOURDES FERNÁNDEZ. LOURDES FERNÁNDEZ DIRECTORA DE ARCO “<strong>El</strong> suplemento dedicado a la cultura es escaso” Antes de dejarnos en el aeropuerto de San Sebastián (Lourdes Fernández es donostiarra, tiene dos hijos y 45 años, ha dirigido muchas empresas artísticas, y desde ahora es directora de Arco) nos dijo con mucha convicción: “La paz está aquí para quedarse. Romperá la costumbre de la violencia, nos traerá muchas cosas”. La tregua es su noticia, la vive con la alegría que se puede observar a su alrededor, mientras caminamos por Donosti. Dos años antes la habíamos convocado para que nos hablara de su ciudad, y sobre sus palabras alentaba el antiguo pesimismo amenazante de la violencia. Esa cáscara se ha roto. Y también nos dijo: “Quiero contribuir, desde Arco, a convencer al mundo de que España vale la pena”. <strong>El</strong> arte tiene que ver mucho con la imagen que proyecta España, “ahí hemos pasado del vacío y el aislamiento al reconocimiento y a la profesionalización paulatina”. Vive aún el choque del 11-S y del 11-M, “es difícil decir una noticia que haya impactado más”. Y tiene grabados también “muchísimos momentos en Donostia”. Entre ellos, “la pérdida de Eduardo Chillida; marcó un antes y un después en la percepción del arte contemporáneo en este país”. De EL PAÍS le gusta “su profesio- nalidad”. “Quizá aprovecharía”, nos dijo por escrito, “para criticar el suplemento Babelia, pues lamento profundamente que un periódico de dicha calidad posea un suplemento dedicado a la cultura tan escaso y con tan pocas posibilidades. Eso, además, considerando que tiene grandes colaboradores”. ● MÓNICA PARREÑO ESTUDIANTE “Hay que cuidar más Educación e Internacional” Llegó un día a EL PAÍS y mostró tanto entusiasmo por lo que veía alrededor que le pedimos que escribiera qué pensaba de nosotros. Lo hizo, y ahora lo repite: debemos cuidar más el área internacional, es muy bueno EL PAÍS.es, debemos incorporar “más y mejores analistas” y, sobre todo, “debe dedicar mayor atención a la sección de Educación”. MÓNICA PARREÑO. JESÚS URIARTE JESÚS CÍSCAR ESPECIAL 30 AÑOS 449