la curia informa - Passio Christi

TESTIMONIOS
Se alegró mucho cuando nuestra Congregación inició un proceso
de reafirmación de nuestra visión fundante en el contexto de
las nuevas realidades políticas emergentes. Como delegado provincial
en el Capítulo General extraordinario, Austin participó en
todas las sesiones preparatorias de revisión de nuestras
Constituciones. Recordaba muchas conversaciones estimulantes
y a veces frustrantes, durante las sesiones capitulares; pero todo
le quedó como un recuerdo precioso por el resto de su vida.
Especialmente recordaba que había realizado su parte particularmente
en el discernimiento que habría conducido a una nueva
formulación de la espiritualidad pasionista en el número 72 de las
nuevas Constituciones. Para él este número crucial fue una puerta
que daba acceso a la escucha de las voces que se encontraban
fuera de los muros de nuestra vida religiosa.
Sin embargo, no obstante la sensación positiva de esta renovación,
Austin no estaba contento, sentía que se necesitaba algo
más. Faltaba algo que exigiera otro paso valeroso hacia adelante.
No se contentaba solo con mirar desde las ventanas abiertas nuevamente
al mundo circundante, particularmente no estaba contento
mirando el mundo de los marginados de nuestros sistemas
sociales. Austin buscaba una llave para abrir la puerta y lograr un
acceso directo para aquellos cuyas voces llegaban insistentemente
desde afuera. Fue el filósofo francés Jacques Maritain quien le
ofreció la llave necesaria con la que pudo abrir y pasar más allá
de la “puerta” del número 72.
Austin escribe: …releyendo a Maritain, no me ofreció soluciones
o certezas seguras, sino que me ayudó a buscar la formulación
de preguntas sobre la Iglesia y sobre nuestra situación
humana. Uno de sus textos es un símbolo formidable en mi vida:
“hay otra y más fundamental categoría por encima de nuestra
acción social y política: es la categoría de la comunión de vida,
del deseo y del sufrimiento. En otras palabras, debe ser reconocida
como distinta de la categoría del actuar por o del actuar
con, se trata de la categoría del vivir con y del sufrir con y que
tiene que ver con un orden más profundo de la realidad. El actuar
por pertenece al reino de la pura benevolencia. El vivir con y el
sufrir con pertenecen al reino del amor en unidad… El vivir con
es una categoría ética… Significa amar a alguien en el sentido
de convertirse uno con él, de llevar su peso, de vivir una vida
moral común con él, de sentir con él y sufrir con él. Si uno ama
aquella cosa humana y viviente que se llama -el pueblo-, y que,
como las otras cosas humanas y vivientes, es muy difícil de definir,
sin embargo es absolutamente real, entonces el propio primer
y basilar deseo será vivir con el pueblo” (Jacques Maritain, The
Range of Reason, Geoffrey Bless, London, 1953, p. 121). (4)
Austin propuso que la Provincia de San José comprometiera
recursos con el fin de que un grupo de Pasionistas pudiera pasar
a través de la puerta de sus evidentes seguridades para “vivir
con” la vida de los marginados. La Provincia consideró como un
tesoro su novedosa propuesta y, después de largas discusiones,
fue aceptada. Con la bendición de la Provincia, Austin y yo pasamos
a través de la puerta de Highgate y entramos en un mundo
nuevo a una comunidad nueva situada en el Inner-City de
Liverpool en un barrio llamado Toxteh.
El 11 de octubre de 1971 celebramos la Misa de inicio acompañados
por otros tres pasionistas amigos que habían venido a
darnos los parabienes y para orar juntos por el éxito de esta nueva
aventura.
El 1° de abril de 2011, cuarenta años después, en una iglesia
local muy grande, con dificultad se encontraba espacio para acoger
a todos los que habían viajado de cercas y de lejos, para celebrar
los funerales de Austin. Miembros de todas las denominaciones
cristianas y no cristianas, estuvieron juntos, hebreos y musulmanes,
negros y blancos, ricos y pobres -unidos por el respeto a
Austin y a su vida de testimonio pasionista-.
¿Qué cosa había sucedido entre esas dos celebraciones eucarísticas
separadas por media vida El testimonio pasionista de
Austin y su impacto extraordinario sobre tanta gente es una historia
que espero poder contarles en otro escrito más largo.
A partir de la muerte de Austin hemos sido testigos de un
extraordinario efluvio de amor y de afecto de la gente por con él.
La lápida de su tumba es simple: “Austin Smith CP - Pasionista-
P. Austin Smith y P. Nicholas Postlethwaite.
“Liverpool no me ofreció una nueva forma de ministerio,
más bien se me ofreció un nuevo inicio para comprender el
evangelio radical de Jesús de Nazaret”.
Sacerdote - Poeta de Liverpool 8”. Él mismo escogió como lugar
de su reposo final el cementerio de la comunidad donde vivió
ininterrumpidamente por cuarenta años. Había sido constante en
su compromiso hasta el momento de la muerte que lo encontró
con los amigos alrededor de su lecho en la Casa local de reposo.
El “hilo” de la vida de Austin se concentró solo en pocas calles
de la ciudad -Google Earth indica que cubren menos de media
milla cuadrada-. Sin embargo las consecuencias de su camino a
través de una puerta abierta por el número 72 de las
Constituciones Pasionistas, continúan con un enorme impacto.
Sus provocadoras preguntas siguen siendo tan importantes para
los Pasionistas de hoy como lo fueron cuando las hizo por primera
vez.
Las palabras de Austin resumen la que fue para él la misión
pasionista, misión que se tomó su vida por completo: “Liverpool
no me ha ofrecido una nueva forma de ministerio, más bien me
ha ofrecido un nuevo inicio para comprender el Evangelio radical
de Jesús de Nazaret.” (5)
En una reunión reciente de amigos realizada para recordar a
Austin, uno de ellos habló con mucha simplicidad diciendo:
“Austin ha sido totalmente fiel hasta el final a su fe profunda en
la muerte de Jesús”.
Quiera Dios que sus preguntas nos sigan inspirando hoy a
todos y que éste grande pasionista repose en paz.
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(4) Ibidem: p 8
(5) Mersey Vespers, op cit. p.148.
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Enero-Marzo 2012 - BIP n. 28