Descargar Revista Acción Mayorista Nro.124 - CADMIRA

Conociendo a nuestros socios
Hormasaca
Bonomo Hijos S.A.
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La empresa familiar que desde hace más de 60 años
se instaló en el barrio de Boedo (avenida Boedo
1281) ofrece las mejores hormas y repuestos de maquinarias
al mejor precio. Su dueña, Juliana Coluccio,
habló con CADMIRA acerca de los orígenes y el
crecimiento de Hormasaca.
¿Cómo comenzó en el mundo de las hormas y las maquinarias
Yo llegue a la argentina en agosto de 1950, aquí se encontraban
mis padres. Cuando era chica estaba con mi papá en el negocio,
pero no a la vista de los demás, sino en el taller. Al morir
mi padre, tuve que entrar en la sociedad. Me hice cargo de
la empresa cuando tenía 20 años, yo estaba casada, tenia dos
hijos y ya era madura para la época. Empecé primeramente
este negocio por mi papá y después empecé a amar eso que
amaba él.
¿Cómo fue hacerse cargo de Hormasaca siendo mujer
Fue muy difícil, En esos años, a la mujer no se la tenía en
cuenta, yo como era la hija del dueño tenía permitido ciertas
cosas, miraba y prestaba atención, me movía entre las maquinas
discretamente. No existía una mujer que hablara de piezas,
de tornos y menos, de fierros. De a poco, la familia me fue
aceptando y no me quedo otra que hacerme fuerte. Entrar en
los remates fue mi primer broche, me fueron aceptando a medias
hasta que demostré la fuerza que tenía. Siempre invocaba
el nombre de mi papá porque me sentía mal, sobre todo, me
sentía discriminada por ser mujer.
No podía estar en conversaciones de hombres, pero la vida
me fue llevando ya que los hijos varones habían muerto en
Europa, y yo era la única que podía continuar. Esto es un homenaje
que le hago a mi padre, lo que no pudo terminar él, lo
continúo yo.
¿Ahora cómo es el papel de la mujer en este rubro
Veo que la mujer hoy es una capa total, las mujeres que vienen
son a todo terreno. Crecimos y el hombre no, más en este
rubro. Ahora las mujeres saben de modelaje, tienen todo un
combo y entienden de todo un poco. Ellas intervienen en lo
que es la cartera, el zapato y la indumentaria. Hoy hay otras
mentes más abiertas. Los jóvenes tienen que escuchar a los
mayores pero haciendo cosas juveniles, pensando en la moda
de hoy, en las tendencias del 2010, siempre yendo para adelante
y no para atrás. Yo me acuerdo que escuchaba de por qué el
calce tenía que tener eso, por qué la persona tenía que caminar
como corresponde, el por qué de esa altura, y ahí empecé a
amar esas cosas y a escuchar a los mayores e implementar todo
lo que sabía en el local
¿Qué tiene de diferente Hormasaca de los demás
Mi local ofrece audacia en las hormas, tengo lo que me pidas.
Acá atiendo a bailarines del Teatro Colón, como a rockeros, o
payasos, tengo esa horma que piden. Antiguamente, el que venia
a Hormasaca era el fabricante, ahora viene el estudiante, la
maestra, tanto clientes minoristas como mayoristas. Hay tacos
y puntas de mil maneras diferentes.
¿Qué tiene de especial trabajar en el barrio de Boedo
En todo el país se conoce a Boedo como el lugar del calzado,
la marroquinería y los cueros. Los locales fueron creciendo,
esta el que vende gomas, el que vende telas, el que vende accesorios.
Antes un solo local vendía todo eso, ahora está dividido
y cada uno se dedica a una cosa en especial. Pero creo que
habría que darle más publicidad al barrio entre la juventud,
porque los mayores ya conocemos la zona sin embargo muchos
jóvenes no.
Santiago Bonomo fundó en el año 1934, el almacén
de suelas que proveía a artesanos de cueros, suelas
y otros elementos para la elaboración de calzado
y marroquinería. En la actualidad, ese sueño sigue
adelante con la venta de cueros curtidos en general,
en la avenida Boedo 1465.
Acción Mayorista habló con Rosa Di Pasquo, que desde hace 50
años trabaja en Bonomo.
“Santiago Bonomo, su fundador, se instala en el barrio de
Boedo. En aquellos años había muy pocos colegas en la zona,
pero a partir de ahí se formó un corredor donde se fueron
agrupando locales en los que se podía encontrar accesorios
para el calzado, también para marroquinería y almacenes de
suela. En la actualidad, se encuentran mucha variedad de telas
para todo tipo de confección. En Boedo se formó un foco
comercial importante, era más cómodo para el artesano llegar
hasta este barrio que ir hasta Valentín Alsina, donde se encuentran
las curtiembres”, expresa Rosa.
¿Cuánto tiene que ver la moda en Bonomo
Mucho. Hace más de cinco años que nos dedicamos más a lo
que es la decoración y sobre todo, a la moda, los complementos
para mujeres y la diversidad de colores. Se está exportando
moda y diseño, esto fue logrado por las nuevas carreras de
diseño e indumentaria y porque en la Argentina hay una materia
prima muy importante. La moda siempre está presente
en los hogares y ahora también en los ámbitos laborales, las
alfombras, los muebles, los tapizados en cueros, en las paredes
y los pisos. Vendemos en forma minorista y mayorista,
y tratamos que el cliente encuentre lo que busca porque hay
un gran surtido de colores. Rosa Di Pasquo pasó más de la
mitad de su vida trabajando en Bonomo. “Yo empecé como
secretaria de Santiago, en ese entonces me desempeñaba en la
parte administrativa, hasta que comenzó a interesarme más la
parte comercial. Antes el stock era más rígido, ya que era para
el colegial o el zapato del hombre, pero mi visión femenina
empezó a interesarse por la moda”, recuerda Rosa.
¿Cómo se mantienen actualizados dentro del mundo de las nuevas
tendencias. Internet es nuestro foco de actualización. Siempre
nos ocupamos de interesarnos por lo que va a venir en las
temporadas europeas y además concurrimos a las exposiciones.
También están las curtiembres que si le pedimos un color
determinado, lo producen, ya que después de muchos años
tenemos ese privilegio y no necesitamos hacer grandes cantidades.
La moda es muy difícil de manejar, están las nuevas
tendencias y las cosas que vuelven como los vintage, todo se
repite pero aggiornado. Hay una gran clientela femenina, ahora
hay muchísimos fabricantes de calzado que son mujeres, y
esto abrió mucho el mercado.
¿En qué se caracteriza Bonomo Hijos
En la buena atención, la cantidad y la calidad de lo que vendemos,
y en el asesoramiento de los clientes. En un comienzo, el
artesano dibuja y crea pero no sabe lo qué es el cuero, no sabe
qué tamaño tiene, qué animal es: si es un cabrito, un vacuno,
etc. No sabe diferenciar, y cree que el cuero se mide como la
tela y no es así. Cada cuero es un animal y de acuerdo a como
se alimento y a como se crió o de que zona es, toma su coloración
y su calidad. Todo esto Bonomo Hijos se lo explica al
cliente.
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