mensajes selectos tomo 3 - Loud-cry.com
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santificación para vivir vidas limpias y sanas. Esto no es la obra de un instante; no es que "una<br />
vez santificados, siempre santificados"; eso no es cierto. Pero debemos elevar 416 nuestras<br />
peticiones tan intensa y firmemente que recibamos la bendición. Ella tiene sobre nosotros el<br />
mismo efecto fisiológico [que sobre los apóstoles]. ¡Oh, sólo queremos alabar a Jesús, y esto<br />
nos hace tan amables y bondadosos y suaves! Pero notamos que los discípulos no estaban<br />
listos aún para salir con esa bendición a fin de hacer la obra por el Maestro. Él les dijo que se<br />
quedaran hasta que fueran investidos de poder de lo alto. Entonces elevamos nuestra petición<br />
y proseguimos con fe, y lo que nos animó fue el capítulo "El tiempo del zarandeo", de<br />
Primeros escritos. Proseguimos por fe, hasta que grandes gotas de sudor corrían por nuestra<br />
frente. Creyendo que el mismo poder que tuvieron los discípulos era para nosotros hoy, nos<br />
sentimos animados a perseverar.<br />
La experiencia registrada en Hechos 2 se repite.-<br />
Cuando esa bendición prometida vino sobre nosotros mientras elevábamos nuestras<br />
peticiones a Dios, tuvimos la misma experiencia que se registra en Hechos 2 en el caso de los<br />
apóstoles. Cuando ese poder prometido vino sobre nosotros, hablamos en otras lenguas <strong>com</strong>o<br />
el Espíritu nos daba que habláramos.<br />
En Toledo, cuando estábamos presentando nuestro mensaje en la calle, un hombre, que era un<br />
polaco católico, se detuvo en la calle mientras la Sra. Mackin estaba hablando; y cuando el<br />
Espíritu de Dios vino sobre ella, y les habló por su medio en un idioma que ella no podía<br />
entender, este caballero polaco exclamó: "Yo sé lo que esta señora está hablando. Ella está<br />
hablando en mi propio idioma, acerca de una gran calamidad que pronto ha de acontecer a<br />
esta ciudad".<br />
Un supuesto idioma extranjero.-<br />
En otros casos, cuando uno recibe esta bendición de hablar en lenguas, el Señor puede darme<br />
la misma lengua, y podemos sostener una conversación en el idioma que el Espíritu de 417<br />
Dios puede habernos dado que habláramos. Aun tres o cuatro personas pueden tomar parte en<br />
la conversación, y sin embargo es un idioma extraño para ellos, y uno espera hasta que el otro<br />
termina, y todo se hace en orden. Esta es la experiencia que recibimos de acuerdo con la<br />
bendición prometida...<br />
Si estamos engañados, lo estamos honradamente; pero si esto es del Espíritu de Dios,<br />
queremos seguirlo... El Espíritu nos dice que escudriñemos la Palabra: nos dice que seamos<br />
fervientes, y que seamos cuidadosos acerca de nuestro régimen de alimentación; infórmenos<br />
exactamente de lo que Ud. ha dicho.<br />
Se reclama la posesión del don de profecía.-<br />
Ahora bien, en cuanto a mi esposa, el Espíritu obra por medio de ella, y nosotros creemos que<br />
éste es el don de profecía que ha de ser derramado sobre toda carne. Este Espíritu nos guía a la<br />
bondad y a la pureza de vida, y no podemos entenderlo. Sabemos sólo lo que la Palabra de<br />
Dios ha dicho: que estas experiencias vienen <strong>com</strong>o resultado de recibir la bendición del<br />
Espíritu de Dios...<br />
La experiencia del congreso campestre.-<br />
Antes de que fuéramos al campamento donde se celebraba el congreso no fuimos hasta el<br />
viernes, mi esposa y otras dos señoras (mi madre y otra señora, la Hna. Edwards, una cuñada<br />
del presidente de la asociación); antes de llegar al campamento este último año, las tres<br />
buscaban al Señor. Yo había ido a la ciudad para una diligencia, y el Espíritu de Dios le dijo a<br />
ella (la Sra. Mackin) que fuera al campamento, y cantara; y que allí le diría qué cantar. Y ella