De Argentina a las - Ministerio Cristo te Ama

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La Respuesta del Cielo al gemir de la Tierra
ser uno de los diáconos. Nunca pensé que iba a ser un Pastor, vengo del
negocio de la comida, tres generaciones de mi familia han producido lo
que es comida, no tenía nada que ver con lo que es ser Pastor, pero la
forma del Señor es cruzar más alto que nuestros pensamientos.
Entonces, estuvimos trabajando con el Pastor como voluntarios,
como muchas de las personas en su iglesia y en noviembre de 1964,
después de que oramos con la iglesia para que nos dirigiera, el Pastor
Címbala con los otros pastores vinieron hacia nosotros y nos dijeron:
“Creemos que ustedes tienen que comenzar con una iglesia” Nos dieron
un edificio, yo era el que dirigía la iglesia, nos tomó 4 meses el poder
sentir que esto era lo que debíamos hacer. Así fue que entendimos el
liderazgo y en el año ochenta y cinco nos ordenaron, eso ya hace unos
26 años. Ellos enviaron a un equipo de 30 personas con nosotros y la
primera reunión que tuvimos fue una reunión de oración. Porque eso
fue lo que habíamos aprendido a hacer, no era solamente lo que nos
habían dicho que hagamos, sino lo que habíamos aprendido a hacer. Es
decir, era lo que habíamos tomado de la iglesia y este ha sido el corazón
de nuestra iglesia durante veintiséis años: “un servicio de oración” El
Señor nos ha bendecido y la iglesia ha crecido.
Desde el día que dijimos sí a ser pastores, empecé a ver las
cosas diferentes y a orar para saber cómo deberíamos hacer el servicio.
Cuando se está sentado en una congregación uno no se pone a prestar
atención quién está prendiendo las luces, quién está manejando el aire
acondicionado, a organizar qué canción se va a cantar, sino que sólo está
presente para ser bendecido. Pero yo quería aprender, entonces iba a
ver al pastor Cymbala y me sentaba muy cerca a escuchar y observarlo
con mucha atención; en ocasiones me ponía a pensar: “¿Por qué el
pastor dice esto o hace de esta manera las cosas”. Iba también con él
a los funerales y a las bodas, ya que sabía que como pastor tendría que
hacerlo un día. En ese entonces yo quería copiarlo, aprender de él. Un
buen líder es alguien que sabe seguir. En estos veintiséis años esto es lo
que me ha ayudado: estoy aprendiendo cuando estoy viendo. Quiero
sugerirle algo: Lo que nosotros como pastores ponemos frente a la
gente, es lo que ellos van a reproducir.