De Argentina a las - Ministerio Cristo te Ama

Manual Profético 2012 - Capítulo v
Dios. Sin oración no acabamos la obra. Nosotros hace seis años, sin parar,
todos los días a las 15hs., oramos por todas las peticiones de la iglesia.
Sin oración no se acaban las obras, porque la oración me hace comunicar
con Dios y si no tengo oración ¿cómo puedo decir que hablo de Dios,
si no lo conozco. “¿Cómo conozco a Dios” Ve y cierra tu puerta, que tu
Padre te ve en secreto. ¿Quién estaba en el hotel hoy Jorge Ferri con
Dios en las cuatro paredes. Porque tu padre que te ve en secretos te
exalta públicamente. Sin oración no se acaba la torre así que grábeselo.
3.- Tercer cosa que necesito es: la alabanza en mi boca,
pero no la alabanza de cantar sin pensar lo que digo, sino la alabanza de
que Dios a pesar de todo “es más grande que mis problemas” Es decirle:
“Gracias Dios por este día, por ponerme sobre mucho, por estar en Tus
manos” Es que cuando vienen malas noticias lo exaltas igual. Alabar
no es solo cantar, hay muchas canciones que no las sé y no las puedo
aprender porque no tengo tiempo, pero manifiesto mi alabanza todo el
día hacia Él, honrándolo y glorificándolo. Porque algunos lo alaban en la
hora de reuniones pero después están lamentándose todo el día.
4.- La cuarta cosa que necesito es obediencia. Si eres “sueltito”
y no te sujetas a nadie, estás en el horno y no terminas ninguna obra. Tú
tienes que rendir cuentas, el Reino de Dios es rendimiento de cuentas.
¿Te acuerdas cuando el discípulo tuvo que rendir cuenta de la palabra
“Acá hay algo que no cierra, ven y rinde tu mayordomía” El Reino de
Dios es rendimiento de cuentas, por eso hay tantas obras y torres
que quedaron por la mitad, les falta la cúpula, porque no obedecen.
Enseguida cuando están bajo autoridad dicen: “no me gustó tal cosa”
por eso no encajas con nadie y dices: “de este no me gustó tal cosa…”
“hay cosas que veo que no me gustan” Y mientras el Señor dice: “hay
tantas cosas que veo de ti que no me gustan y te sigo soportando…”
Las personas rebeldes y desobedientes tienen una sola característica:
en todos lados buscan pleito y dicen: “no, no me gustó ¿viste lo que me
dijo la señora de él, pero quién se cree que es, yo tengo treinta años de
pastora” Pero Dios dice: “ahora te voy a poner a esa mocosa arriba tuyo”
¿y qué hacemos. La obediencia es la que nos hace terminar la torre. El
Reino de Dios es un Reino de obediencia, Jesús fue obediente hasta su
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