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NO. 1284 / SÁBADO <strong>17</strong> / <strong>enero</strong> / <strong>2015</strong> FUNDADO EL 24 DE MARZO DE 1990<br />
fotografía<br />
>Elvis Aviv Guzmán,<br />
el músico en ruta,<br />
(El Salvador)
Se construye la paz<br />
rumbo a la reconciliación<br />
@vallejomarquez<br />
“Cada uno <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor” (Napoleón Bonaparte)<br />
Esos años <strong>de</strong> guerra estaban cubiertos <strong>de</strong> sangre y<br />
<strong>de</strong>sesperanza. Una sombra <strong>de</strong> muerte inundaba<br />
nuestro país, una sombra que crecía y parecía que<br />
iba a cubrirlo para siempre. Esos días en que la<br />
juventud <strong>de</strong>cidió enfrentar al gigante que reprimía<br />
a nuestro pueblo, y buscar esos cambios.<br />
Así, muchos <strong>de</strong> nuestros padres, amigos y familiares fueron<br />
engrosando las filas <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparecidos y asesinados, por eso era<br />
necesario terminar con la represión, con las persecuciones y<br />
todos esos <strong>de</strong>litos <strong>de</strong> lesa humanidad que eran lo habitual <strong>de</strong> esas<br />
décadas <strong>de</strong> 1970 y 1980 en las que crecí, en la que crecimos.<br />
No fueron años fáciles, porque a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ver que los muertos<br />
eran cada vez más numerosos, también lo eran los salvadoreños<br />
que eran obligados a salir <strong>de</strong>l país. La gente se sentía perseguida,<br />
insegura. A pesar <strong>de</strong> eso, la gente enfrentó la guerra y sus<br />
Bitácora<br />
Mauricio Vallejo Márquez<br />
coordinador<br />
<strong>Suplemento</strong> <strong>Tres</strong> mil<br />
consecuencias.<br />
Sin embargo, a pesar <strong>de</strong>l dolor <strong>de</strong> la represión y la guerra, esos<br />
años nos <strong>de</strong>jaron personas valiosas que estaban dispuestas a per<strong>de</strong>r<br />
sus vidas. Muchos murieron <strong>de</strong>fendiendo la búsqueda <strong>de</strong> la paz.<br />
Los años siguen pasando tras esos Acuerdos <strong>de</strong> Paz. La guerra<br />
para muchos parece ser un extraño relato <strong>de</strong> nuestra historia. Se<br />
han olvidado las balas, el estrés <strong>de</strong> la guerra y los muertos.<br />
Sin embargo, en muchos sectores afectados por el conflicto<br />
aún se encuentra presente y aún falta mucho por enmendar <strong>de</strong><br />
esos años. La justicia aún está esperando para que exista una<br />
completa reconciliación.<br />
El Salvador ha cambiado radicalmente tras los Acuerdos <strong>de</strong><br />
Paz, las balas entre ambos bandos en contienda cesaron, ya no<br />
existen enfrentamientos militares entre el ejército y el FMLN,<br />
ahora quienes se enfrentan son los policías y los <strong>de</strong>lincuentes<br />
en el campo <strong>de</strong> las armas. En la política aún hay conflictos<br />
que tienen como principal campo <strong>de</strong> batalla la Asamblea<br />
Legislativa.<br />
Qué gran paso dio nuestro país el 16 <strong>de</strong> <strong>enero</strong> <strong>de</strong> 1992 cuando<br />
se firmaron los Acuerdos <strong>de</strong> Paz. Se convirtió en un ejemplo<br />
para el mundo por su proceso exitoso y digno <strong>de</strong> imitarse,<br />
pero no logró continuarse esa lucha por reunificar la sociedad<br />
salvadoreña porque las limitantes y <strong>de</strong>sequilibrios continúan.<br />
La sociedad civil se organizó para erigir un monumento en<br />
el que se recuerda a las personas que fueron asesinadas y<br />
<strong>de</strong>saparecidas en un muro <strong>de</strong>l Parque Cuscatlán, mientras<br />
los causantes <strong>de</strong> esas muertes continúan sus vidas. Los que<br />
cometieron crímenes <strong>de</strong> lesa humanidad <strong>de</strong>ambulan con<br />
tranquilidad amparada en la ley <strong>de</strong> amnistía, pasando por alto<br />
que estos <strong>de</strong>litos no tienen prescripción y <strong>de</strong>ben ser perseguidos,<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> castigados.<br />
Muchas cosas han cambiado, es cierto, po<strong>de</strong>mos salir a las<br />
calles y no somos perseguidos ni asesinados por pedir justicia<br />
gracias a un Acuerdo <strong>de</strong> Paz, sin embargo esa madurez aún no<br />
ha alcanzado para cancelar una <strong>de</strong>uda con todas las partes y<br />
víctimas <strong>de</strong>l conflicto, que mientras pasen más <strong>de</strong> dos décadas<br />
aún parece que <strong>de</strong>ben ver <strong>de</strong> lejos la justicia.<br />
vallejomarquez.blogspot.com<br />
Mauricio Vallejo Márquez<br />
¿Afecta si Dios es Trinidad y no uno<br />
El tema (Religión) es una biblioteca <strong>de</strong><br />
siglos y aunque no es precisamente <strong>de</strong><br />
filosofía correspon<strong>de</strong> <strong>de</strong> cierta manera a<br />
un “autoconocimiento” que conduce al camino<br />
<strong>de</strong>l mundo y fuera <strong>de</strong> él, ahí separamos al<br />
filósofo <strong>de</strong> su contraparte. El autoconocimiento<br />
dice Hans Urs Von Balthasar induce al “Tú<br />
intradivino”, que nos orienta a la pregunta<br />
<strong>de</strong> éste artículo. Von Balthasar escribe: “Casi<br />
Intimissimun<br />
Caralvá<br />
Fundador<br />
<strong>Suplemento</strong> <strong>Tres</strong> mil<br />
todas las teologías, al intentar “explicar” La<br />
Trinidad <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> lado un asunto central, tan<br />
atareadas como están en encerrar a Dios en<br />
una lógica metafísica manejable, por la que, al<br />
intentar labrar así su “teogeometría”, olvidan<br />
la pregunta fundamental y más importante:<br />
“¿En qué modifica realmente mi existencia el<br />
hecho que Dios sea así: Padre, Hijo y Espíritu<br />
Santo, y no, por ejemplo, Alá, el Único Ese<br />
“estilo” y “modo <strong>de</strong> ser” <strong>de</strong> Dios, ¿Cómo me<br />
afecta a mí, que soy su imagen Y en el mundo<br />
creado por la palabra <strong>de</strong> un Dios así, ¿qué<br />
tipo <strong>de</strong> murmullos y susurros han quedado<br />
albergados, Lo puesto en existencia, ¿en<br />
nombre <strong>de</strong> qué ha sido llamado a una vida<br />
cuya característica principal es reproducirse<br />
y propagarse incesantemente ¿Contradice<br />
a esto la muerte Sobre todo a la revelación<br />
cristiana, ¿qué es lo que más profundamente<br />
se ha manifestado por el hecho <strong>de</strong> que Dios<br />
sea así Las cuestiones son inagotables<br />
simplemente porque todo, está<br />
<strong>de</strong>terminado por Dios, por su creación<br />
y re<strong>de</strong>nción, que inevitablemente<br />
contienen el sello, la impronta <strong>de</strong><br />
su obrar, que no es lo mismo que su<br />
ser. Dios hace lo que es; <strong>de</strong> manera<br />
que es imposible <strong>de</strong>tenerse en lo<br />
que sería una mirada omniabarcante<br />
sobre las huellas <strong>de</strong> Dios por su<br />
creación y re<strong>de</strong>nción que no pue<strong>de</strong>n<br />
estar ausentes <strong>de</strong> ninguna realidad que uno<br />
pretendiera consi<strong>de</strong>rar. Pero lo importante<br />
aquí no es una verificación cuantitativa <strong>de</strong> las<br />
consecuencias que ese modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> Dios<br />
ha tenido en la realidad. Si es fundamental<br />
hacer esa verificación principal: lo que no<br />
podría sostenerse <strong>de</strong> ninguna manera si Dios<br />
no fuera trino, tal como él lo ha manifestado<br />
según testimonio bíblico, es el centro <strong>de</strong> la<br />
revelación cristiana: “Dios es amor” (Jn 4,8).<br />
Si Dios fuera una sola persona, solitaria en su<br />
eternidad, ¿qué podría amar ¿Así mismo<br />
Imposible; lo propio <strong>de</strong>l amor, tal como lo<br />
realmente conocemos, es la alteridad y la<br />
reciprocidad: el amor se constituye y crece<br />
tanto por el hecho <strong>de</strong> amar como el hecho<br />
<strong>de</strong> ser amado. Si Dios fuera ese solitario y<br />
se amara así mismo, ¿cuál sería el fruto <strong>de</strong><br />
ese amor Una infinitud estéril”. (pag 181-<br />
182 Últimas inquisiciones: Borges y Von<br />
Balthasar. Buenos Aires: Bonus, 2009). Las<br />
citas continúan si Dios fuera dos personas:<br />
esta sería una infinitud cerrada, un perfecto<br />
narcisismo infinito, mucho más ensimismado<br />
y estéril que el <strong>de</strong>l “Dios solitario”. Lo<br />
asombroso <strong>de</strong> la Trinidad cristiana, tal como<br />
se ha insinuado en los pasajes bíblicos, es que<br />
también hay Uno que se ama a sí mismo, que<br />
resulta en otro engendrado como consecuencia<br />
y como <strong>de</strong>stinatario <strong>de</strong> ese amor que no reserva<br />
nada para sí. Ese Otro engendrado ama <strong>de</strong> la<br />
misma manera y se <strong>de</strong>vuelve. También sin<br />
reservas, no existe clausura porque no hay<br />
“reflejo” sino pura exteriorización <strong>de</strong> ambos<br />
expropiados <strong>de</strong> un Nosotros que es <strong>de</strong> los dos<br />
y para los dos, Es el amor <strong>de</strong> ambos y para<br />
ambos, en el que se aman y son amados por<br />
un amor que es, por excelencia absoluto Don<br />
y reciprocidad perfecta. (pág 182 ).. Como lo<br />
refiere Von Balthasar citando al Jesús histórico<br />
la respuesta es el amor, incluso a los enemigos,<br />
fuera <strong>de</strong> ello, es el lenguaje <strong>de</strong> la muerte y el<br />
fanatismo, quizás es tiempo <strong>de</strong> afirmarlo.<br />
Crónicas <strong>de</strong> infancia, Crónicas <strong>de</strong> fantasmas<br />
Hace casi tres años, <strong>de</strong>safiando el tráfico<br />
caótico y la vida incesante que bulle<br />
entre las sucias, y luminosas calles <strong>de</strong><br />
San Salvador, llegué hasta una mísera librería,<br />
verda<strong>de</strong>ramente una cueva llena <strong>de</strong> revistas y libros<br />
polvosos, que sólo Dios sabe cómo aparecieron<br />
ahí; qué sólo Dios sabe qué mano los llevó a<br />
cambio <strong>de</strong> unos escasísimos cuartillos <strong>de</strong> real.<br />
Francamente, daba miedo ingresar a un sitio<br />
lo más alejado posible <strong>de</strong> cualquier venta <strong>de</strong><br />
libros <strong>de</strong> segunda, <strong>de</strong> otras latitu<strong>de</strong>s. Se trataba<br />
Claraboya<br />
Álvaro Darío Lara<br />
Escritor y poeta<br />
<strong>de</strong> un lugar infecto <strong>de</strong>l cual emanaban hedores<br />
<strong>de</strong> ratas y blato<strong>de</strong>os, una pocilga, atendido por<br />
dos mujeres, entregadas – en ese momento- a<br />
engullir sus enormes y cargadas sopas <strong>de</strong><br />
mondongo. Sin embargo, a pesar <strong>de</strong> este sórdido<br />
ambiente, un diamante me aguardaba.<br />
Ese día logré recuperar un libro que presté o<br />
perdí (no lo sé a ciencia cierta) hace décadas. Se<br />
trataba <strong>de</strong> “Crónicas <strong>de</strong> infancia” <strong>de</strong> José María<br />
Cuéllar (1942-1980) en esa hermosa edición<br />
<strong>de</strong> la Colección Nueva Palabra (Dirección <strong>de</strong><br />
Publicaciones, 1971).<br />
Recuerdo perfectamente cómo a los dieciséis<br />
años, el largo poema inicial, titulado “Elegía”,<br />
me conmovió e impresionó por la hondura y<br />
magia <strong>de</strong> un mundo íntimo, lírico, lleno <strong>de</strong><br />
fascinantes sensaciones e imágenes. Tuve,<br />
a partir <strong>de</strong> ese primer encuentro con la obra<br />
<strong>de</strong> Cuéllar, la convicción que me encontraba<br />
frente a un poeta <strong>de</strong> gran intensidad, que<br />
lamentablemente falleció a temprana hora<br />
<strong>de</strong> su <strong>de</strong>venir vital y literario.<br />
Ya en diciembre <strong>de</strong> 1971, Roberto Armijo,<br />
enviaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> París, una nota crítica sobre<br />
Crónicas <strong>de</strong> Infancia, a la revista “La Pájara<br />
Pinta” <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> El Salvador<br />
(Número 66, <strong>enero</strong>-febrero <strong>de</strong> 1972), don<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>stacaba el discurso poético <strong>de</strong>l escritor<br />
ilobasquense, pleno <strong>de</strong> evocaciones,<br />
caracterizado, según Armijo por: “… una<br />
mirada sensitiva, sobresaltada que busca<br />
los rincones, los lugares <strong>de</strong> la casa paterna,<br />
en los sitios más secretos para <strong>de</strong>scubrir<br />
un universo <strong>de</strong> sortilegio, <strong>de</strong> asechanza<br />
milagrosa. Este enfoque subjetivo convierte<br />
en remarcado impresionismo el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong><br />
los temas y vuelve terso, etéreo y simbolista<br />
su verso largo y ca<strong>de</strong>ncioso”. Y sigue el<br />
crítico más a<strong>de</strong>lante: “…En sus poemas ansía<br />
recobrar y perpetuar el mundo visto y gozado<br />
en sus años <strong>de</strong> niño. Con su retrospección<br />
imbuida <strong>de</strong> aventura preten<strong>de</strong> enumerar esa<br />
edad sumergida entre el sueño y el recuerdo.<br />
Esta enumeración abarca el espacio agreste,<br />
el ámbito familiar o el simple mundo <strong>de</strong> los<br />
objetos y los animales”.<br />
En “Elegía”, José María Cuellar transita por<br />
lo real maravilloso <strong>de</strong>l pueblo, con sus<br />
caserones llenos <strong>de</strong> pasados y presentes<br />
fantasmas. Frías madrugadas don<strong>de</strong> ladran<br />
los perros a lo lejos, y las flores cultivadas<br />
en los patios, <strong>de</strong>jan escapar su fragante<br />
aroma. Veamos esta incursión a la Edad<br />
<strong>de</strong> Oro: “La madrugada crecía como mala<br />
palabra y mamá se lavaba las manos en un<br />
lavatorio azul, /mientras me orinaba en el<br />
tiesto don<strong>de</strong> tomaban agua los patos. / El<br />
perro mordía la sombra bajo los narcisos. /<br />
Vamos a Tecoluca dijo mi madre y doblaba<br />
mi pantaloncito ocre <strong>de</strong> un solo tirante./<br />
Tenemos que tomar el tren muy tempranito<br />
y se nos hace tar<strong>de</strong>./Un río helado corría<br />
por el patio y olía a fantasmas <strong>de</strong> albañal/<br />
y <strong>de</strong>sgracia con amoníaco, y madre lloraba<br />
en silencito/bajo la tapia <strong>de</strong> la escuela<br />
primaria <strong>de</strong> Sor Henríquez”.<br />
Este es un libro que merece reeditarse para<br />
ser conocido por todos los salvadoreños.<br />
Estructurado en tres partes, contiene uno<br />
<strong>de</strong> los más preciosos y proféticos poemas<br />
sobre las guerras salvadoreñas, y en<br />
<strong>de</strong>finitiva, sobre la tragedia <strong>de</strong> la guerra,<br />
como el más absurdo drama humano.<br />
Un libro que, los jóvenes y viejos poetas,<br />
<strong>de</strong>berían leer y releer respectivamente,<br />
para - más allá <strong>de</strong> sus macas que son<br />
pocas, y <strong>de</strong> sus aciertos, que son muchoscompren<strong>de</strong>r<br />
que la poesía, no es sólo un<br />
artificio, una singular acrobacia verbal,<br />
sino, ante todo, un letra bien escrita,<br />
rubricada, con lo mejor <strong>de</strong>l alma.<br />
El único suplemento cultural<br />
<strong>de</strong> El Salvador<br />
Director Diario Co Latino: Francisco Valencia.<br />
Coordinador: Mauricio Vallejo Márquez.<br />
Colaboradores: Caralvá, José Roberto Cea, Augusto Crespín, Julio Iraheta<br />
Santos, Álvaro Darío Lara, Bilal Arif Portillo, Tirso Canales, Jenifer Valiente, Alfonso<br />
Velis Tobar, Luis Antonio Chávez, Rob Escobar, Elvis Aviv Guzmán y Wilfredo Arriola.<br />
Armando Molina (San Francisco), Elisabeta Botan (Rumania-España), Rafael<br />
Lara-Martínez y Edgar Quisquinay (Guatemala).<br />
<strong>Suplemento</strong> <strong>Cultural</strong> 3000 fue fundado el 24 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1990 por Gabriel<br />
Otero y Caralvá. Durante 24 años lo han coordinado en diferentes periodos<br />
Gabriel Otero, Caralvá, Walter Raudales, Otoniel Guevara (2) , Luis Alvarenga,<br />
Álvaro Darío Lara, José Roberto Cea y Mauricio Vallejo Márquez.<br />
Toda colaboración <strong>de</strong> artículos, cuentos, ensayos, poesía, ilustración, pintura y fotografía<br />
pue<strong>de</strong> enviarse al correo electrónico: suplemento3000@gmail.com<br />
2 TRESMIL Sábado <strong>17</strong> / <strong>enero</strong> / <strong>2015</strong>
Junto al náhuat-nicarao, el náhuatpipil<br />
representa el idioma localizado<br />
más al sur <strong>de</strong> la familia lingüística<br />
yuto-nahua. Se trata <strong>de</strong> más <strong>de</strong> una<br />
treintena <strong>de</strong> lenguas que se extien<strong>de</strong>n <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
el estado <strong>de</strong> Utah y California, en el suroeste<br />
<strong>de</strong> los EEUU, hacia el norte y el centro <strong>de</strong><br />
México, hasta llegar a Nicaragua. Esta<br />
amplia dispersión geográfica la distinguiría<br />
<strong>de</strong> la familia maya o <strong>de</strong> la familia mixezoque<br />
—otras lenguas mesoamericanas—<br />
más compactas y con un historial migratorio<br />
menos complejo por su neto origen regional.<br />
La presencia nahua en Mesoamérica parece<br />
una constante <strong>de</strong>l área <strong>de</strong>s<strong>de</strong> “el horizonte<br />
olmeca” (1200 a.C.-500 a.C.) a través<br />
<strong>de</strong> oleadas migratorias recurrentes <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
Áridoamérica que hacen <strong>de</strong> su idioma<br />
lingua franca <strong>de</strong> la región: paleonahuas,<br />
neonahuas (900-1300) y aztecas (1930-<br />
1521) (Hasler, 2011: 22). Tan radical<br />
parece esta hipótesis reciente que refrenda<br />
“la civilización mesoamericana” como “la<br />
civilización nahua” por excelencia (Hasler,<br />
21 y Duverger, 2007).<br />
La clasificación canónica yuto-nahua la<br />
ofrece R. Langacker (1977) quien estudia<br />
los rasgos fonológicos y morfológicos más<br />
prominentes: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la morfología nominal,<br />
verbal y adjetival a la oración simple y la<br />
compleja, en contraste tajante con las lenguas<br />
indo-europeas. A continuación se enumeran<br />
las ramas generales <strong>de</strong> la familia sin un<br />
mayor <strong>de</strong>talle, ya que el objetivo consiste en<br />
enmarcar la filiación <strong>de</strong>l náhuat-pipil (véase<br />
también: L. Campbell, 1985).<br />
Númico<br />
Tübatulabal<br />
Takic<br />
Hopi<br />
Pima<br />
Taracahítico (tarahumara; yaqui)<br />
Cora-Huichol<br />
Nahua-Azteca.<br />
Interesa la clasificación interna <strong>de</strong>l último<br />
grupo (8), al cual pertenece el náhuatpipil.<br />
Por una antigua tradición insalvable,<br />
en inglés se utiliza el término Uto-Aztec<br />
—Yuto-azteca— para <strong>de</strong>nominar a la familia<br />
entera, asimilando las ramas sureñas <strong>de</strong>l<br />
nahua —el pipil y el nicarao— al prestigio<br />
<strong>de</strong>l altiplano central <strong>de</strong> México, lo azteca. En<br />
términos <strong>de</strong> Hasler, representaría i<strong>de</strong>ntificar<br />
el paleonahua y el neonahua por la tercera<br />
y última oleada migratoria, la mexica. Una<br />
clasificación interna <strong>de</strong> este grupo se enlista<br />
a continuación:<br />
Pochuteco<br />
Nahua general<br />
Nahua oriental<br />
Pipil: Golfo/Istmo<br />
Sierra <strong>de</strong> Puebla; Huasteca<br />
2) Nahua central-occi<strong>de</strong>ntal<br />
a) Nahua central: Valle <strong>de</strong> México, Morelos,<br />
Puebla; Tlaxcala; Guerrero (centro)<br />
Puebla (sud-este)<br />
b) Nahua occi<strong>de</strong>ntal: Toluca; Guerrero<br />
(norte); Guerrero (su<strong>de</strong>ste); Michoacán,<br />
Guadalajara, Durango.<br />
[Dakin sitúa el “pipil/nahuate” como rama<br />
marginal <strong>de</strong>l náhuatl oriental (Tolteca y<br />
Huasteca)].<br />
Clasificación <strong>de</strong>l náhuat-pipil<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l grupo nahua (Dakin,<br />
<strong>17</strong>5 y Kaufmann, 3; para una<br />
actualización, Hasler, 2011:<br />
59-60: “<strong>de</strong>l este (pipil), <strong>de</strong>l<br />
centro, <strong>de</strong>l norte, <strong>de</strong>l oeste” y<br />
“pochuteco”).<br />
Se <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> lado aclarar el<br />
insalvable <strong>de</strong>bate si el nahua<br />
general constituye una sola<br />
lengua con una amplia dispersión<br />
dialectal, o bien esta rama funda un<br />
conjunto <strong>de</strong> lenguas diferentes. Más<br />
bien importa que la diversidad <strong>de</strong><br />
nichos ecológicos dificulte trasladar<br />
los contenidos mito-poéticos, por<br />
ejemplo, <strong>de</strong>l altiplano mexicano al trópico<br />
salvadoreño. Ni el águila en el nopal azteca,<br />
ni el morro náhuat-pipil, cabeza femenina<br />
escindida, son fácilmente trasplantables. De<br />
ahí que lo puramente fonológico —cambio<br />
<strong>de</strong> “tl” y “o” a “t” y “u”— repercuta en la<br />
historia <strong>de</strong>l grupo. El Tlaloc mexica no<br />
sería el Taluc náhuat-pipil —por una simple<br />
imagen arqueológica sin nombre— sino una<br />
incógnita olvidada a revelar.<br />
II.<br />
Por su clara filiación yuto-nahua, se propone<br />
que los náhuat-pipiles emigran <strong>de</strong>l norte<br />
hacia el sur, aun si la mayoría <strong>de</strong> los trabajos<br />
no sitúa ese lugar primordial más allá <strong>de</strong>l<br />
altiplano central <strong>de</strong> México. Viajan vía<br />
Veracruz hacia el Soconusco en Chiapas y<br />
el Pacífico guatemalteco (véanse: Campbell,<br />
5-13 y Fowler, 1989, así como Dakin y<br />
Wichmann, 2000: 68). Dakin y Wichmann<br />
mencionan un lugar más al norte, similar al<br />
Aztlán mexica. “Los pobladores nahuas <strong>de</strong><br />
Mesoamérica <strong>de</strong>jaron su tierra norteña nativa<br />
yuto-azteca durante los primeros siglos <strong>de</strong>l<br />
presente milenio”, más concretamente, “el<br />
primer grupo” —el náhuat-pipil— proviene<br />
<strong>de</strong> “la región <strong>de</strong> Durango-Jalisco” (58). Así lo<br />
confirmaría Hasler al remitir a Áridoamérica<br />
Introducción<br />
a estudios<br />
náhuat-pipil<br />
Rafael Lara-Martínez<br />
(New Mexico Tech,<br />
soter@nmt.edu)<br />
Des<strong>de</strong> Comala siempre…<br />
como origen <strong>de</strong> los paleonahuas.<br />
Más concretamente, “los pipiles fueron<br />
enviados <strong>de</strong> Teotihuacan para conquistar<br />
y dominar […] la producción <strong>de</strong> cacao”<br />
(Dakin, 67). Lo más posible es que se trate<br />
<strong>de</strong> varias migraciones sucesivas que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
siglo VI se prosiguen <strong>de</strong> manera continua. Su<br />
travesía pue<strong>de</strong> trazarse por la toponimia que<br />
se reitera a su paso, al igual que por estudios<br />
pormenorizados <strong>de</strong> la dispersión dialectal<br />
náhuat-pipil (Hasler). A la última oleada<br />
la llaman “indios conquistadores”, quienes<br />
colaboran con los españoles para someter<br />
Centro América a su dominio colonial (L.<br />
Matthews y M. Oudijk, 2000).<br />
Después <strong>de</strong> la conquista, el prestigio <strong>de</strong>l<br />
náhuatl-mexicano impone buena parte <strong>de</strong> la<br />
terminología aún vigente en Centro América,<br />
ante todo en los nombres <strong>de</strong> lugar y los <strong>de</strong><br />
las divinida<strong>de</strong>s que suelen mencionarse<br />
interpolando calificativos mexicas a los<br />
llamados “aztecas” <strong>de</strong>l sur, esto es, a los<br />
paleonahuas y neonahuas. No obstante, hacia<br />
mediados <strong>de</strong>l siglo XVI a XVII, se produce<br />
un auge oficial <strong>de</strong>l náhuat-pipil y <strong>de</strong> otras<br />
varieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l náhuatl centroamericano, los<br />
cuales se convierten en “lengua vehicular”<br />
<strong>de</strong> la región (Matthews y Romero, 2012).<br />
Existen numerosos documentos anónimos<br />
<strong>de</strong> ese período que, hasta el presente,<br />
sólo reciben la atención <strong>de</strong> investigadores<br />
| i<strong>de</strong>ntidad |<br />
estadouni<strong>de</strong>nses.<br />
En uno <strong>de</strong> los más extensos<br />
archivos <strong>de</strong>scubiertos —el<br />
Teomachtilizti o Divina<br />
Enseñanza— se advierte la<br />
estratificación estilística y<br />
social <strong>de</strong> una sola lengua<br />
“náhuatl” en tres secciones:<br />
“reverencial” o mexicana,<br />
“vulgar” o centroamericana y<br />
“pipil” o recortada como la infantil (véase<br />
ilustración y comentario por venir). Sin<br />
embargo, pese a tal norma prescriptiva,<br />
se percibe la necesidad <strong>de</strong> acercarse a la<br />
lengua <strong>de</strong>l pueblo —a su versión “vulgar”—<br />
para implementar los objetivos eclesiásticos<br />
<strong>de</strong>l escritor. Un estudio pormenorizado <strong>de</strong><br />
ese siglo <strong>de</strong> oro está aún pendiente, tal cual<br />
lo inician Matthews y Romero, quienes<br />
<strong>de</strong>scubren que el náhuat-pipil y las varieda<strong>de</strong>s<br />
náhuatl centroamericanas funcionan como<br />
idioma oficial en la ciudad letrada <strong>de</strong>l Istmo.<br />
Igualmente, se halla a la espera establecer<br />
un contraste entre la lengua escrita <strong>de</strong>l siglo<br />
XVI-XVII y la hablada durante los últimos<br />
cien años.<br />
III.<br />
En los siglos posteriores, el uso <strong>de</strong>l náhuatpipil<br />
y otras variantes náhuatl <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> gozar<br />
el prestigio que mantiene hacia el siglo XVI-<br />
XVII. Fuera <strong>de</strong> la ciudad letrada, se recluye<br />
en los pueblos y hacia la esfera doméstica,<br />
sin mayores textos escritos en caracteres<br />
latinos que colecten la tradición oral. Los<br />
estudios náhuat-pipiles caen en el olvido<br />
<strong>de</strong>sempeñando un papel marginal en la<br />
formación <strong>de</strong> un canon literario nacional,<br />
salvo por la recopilación <strong>de</strong> María <strong>de</strong> Baratta<br />
(1959) y los concisos textos <strong>de</strong> Próspero<br />
Arauz (1960), al igual que las breves<br />
gramáticas <strong>de</strong> Juan G. Todd (1954) y Pedro<br />
Geoffroy Rivas (1969).<br />
Sigue en página 4/<br />
Sábado <strong>17</strong> / <strong>enero</strong> / <strong>2015</strong> TRESMIL 3
Viene <strong>de</strong> página 3/<br />
| i<strong>de</strong>ntidad |<br />
Habrá que esperar la llegada <strong>de</strong>l<br />
antropólogo alemán Leonhard<br />
Schultze-Jena (1930/1935) para<br />
obtener la antología <strong>de</strong> relatos más<br />
completa en lengua náhuat-pipil y<br />
la gramática más <strong>de</strong>purada <strong>de</strong> la<br />
primera mitad <strong>de</strong>l siglo XX. Un<br />
medio siglo <strong>de</strong>spués, el lingüista<br />
estadouni<strong>de</strong>nse Lyle Campbell<br />
(1975/1985) escribe la gramática y<br />
el diccionario más completos <strong>de</strong> la<br />
segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XX. Del<br />
estudio <strong>de</strong> los relatos náhuat-pipiles<br />
recopilados por Schultze-Jena se<br />
<strong>de</strong>ducen los siguientes cinco rasgos<br />
culturales con implicaciones para<br />
la lengua y la gramática náhuatpipil:<br />
1) El náhuat-pipil ofrece un<br />
sistema aritmético híbrido que se<br />
<strong>de</strong>svía <strong>de</strong>l sistema vigesimal (base<br />
20) <strong>de</strong> las lenguas mesoamericanas<br />
en general. Utiliza la mano en<br />
un sistema quintesimal (base<br />
5; ma-kwi-l, “cinco, lo que se<br />
tiene a mano/man-tiene”) que lo<br />
diferencia netamente <strong>de</strong> la lengua<br />
más próxima, el náhuatl-mexicano:<br />
kaxtuuli (15) = yey puwal (3 x 5).<br />
Los números primarios pue<strong>de</strong>n<br />
funcionar como objeto incorporado<br />
a una raíz verbal para modificar el<br />
sentido, a saber: sen-tepewa, “unoapilar/amontonar/compilar“.<br />
2) El concepto <strong>de</strong> persona presupone<br />
la existencia <strong>de</strong> un “alma” o energía<br />
que se disgrega a lo largo <strong>de</strong> todo<br />
el cuerpo, pero la cual se concentra<br />
en varios centros privilegiados. Su<br />
i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un sujeto pos-cartesiano<br />
se enlaza con el concepto poslacaniano<br />
<strong>de</strong> un sujeto escindido<br />
que se reconoce, científicamente,<br />
como carácter fractal. No sólo<br />
las partes <strong>de</strong>l cuerpo se dotan <strong>de</strong><br />
energía, sino también funcionan<br />
como objetos incorporados que<br />
antece<strong>de</strong>n a las raíces verbales<br />
dotándolas <strong>de</strong> un sentido particular:<br />
ix-mati, “ojo-saber: conocer; saber<br />
testimonial”. A<strong>de</strong>más, es posible<br />
rastrear relaciones etimológicas<br />
4 TRESMIL Sábado <strong>17</strong> / <strong>enero</strong> / <strong>2015</strong><br />
directas entre las partes <strong>de</strong>l cuerpo<br />
y los nombres relacionales que<br />
sustituyen las preposiciones <strong>de</strong><br />
las lenguas indo-europeas: ix-pan,<br />
“ojo-locativo: ante; frente a”.<br />
3) El espacio-tiempo se divi<strong>de</strong> en<br />
una oposición dual complementaria<br />
que rige las estaciones <strong>de</strong>l inviernoxupan<br />
y <strong>de</strong>l verano-tunalku. Sus<br />
transformaciones las revierten en<br />
su contrario cada 3 <strong>de</strong> mayo y 2 <strong>de</strong><br />
noviembre como fechas claves <strong>de</strong> la<br />
inversión <strong>de</strong> los opuestos. Ligado<br />
a este movimiento, se establece un<br />
ciclo biológico <strong>de</strong>predador que se<br />
inicia en la tierra y en los astros,<br />
como sustento <strong>de</strong> toda entidad,<br />
y culmina en la reciprocidad que<br />
estos seres les prodigan a sus<br />
fundamentos existenciales: sacrumfacere.<br />
Acaso una visión continua<br />
<strong>de</strong>l marco aspecto-temporal se<br />
vincularía a este transcurso <strong>de</strong>l<br />
espacio-tiempo-energía como un<br />
continuo flujo sin interrupción.<br />
4) Existen i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s fluidas que<br />
le conce<strong>de</strong>n una prioridad al <strong>de</strong>seo<br />
sobre el cuerpo biológico como<br />
transición <strong>de</strong> la naturaleza a la<br />
cultura. Al igual que las estaciones,<br />
la cuestión <strong>de</strong> la masculinidad y la<br />
feminidad —el zenit y el nadir <strong>de</strong><br />
la teoría <strong>de</strong> género— se <strong>de</strong>finen<br />
por las transformaciones en su<br />
opuesto complementario. La<br />
cuestión política se halla al centro<br />
<strong>de</strong> la liminalidad o mutación <strong>de</strong><br />
género, tal cual la feminización<br />
<strong>de</strong>l vencido, viceversa, la virilidad<br />
<strong>de</strong>l vencedor. Al igual que el rubro<br />
anterior, el flujo continuo entre<br />
los opuestos regularía cualquier<br />
clasificación dual rígida.<br />
5) El <strong>de</strong>scenso a los infiernos<br />
establece uno <strong>de</strong> los motivos mitopoéticos<br />
centrales <strong>de</strong> la literatura<br />
pipil. Prosiguiendo la propuesta <strong>de</strong>l<br />
formalista ruso Vladimir Propp los<br />
relatos náhuat-pipiles se entroncan<br />
con La divina comedia <strong>de</strong> Dante<br />
y con los cuentos folclóricos<br />
rusos, pese a su particularidad<br />
regional. Los universales no<br />
se limitarían a un núcleo duro<br />
llamado “organización conceptual<br />
<strong>de</strong>l dominio gramatical” (Launay,<br />
1994: 22), ya que existen también<br />
mo<strong>de</strong>los narratológicos que<br />
trascien<strong>de</strong>n toda diversidad cultural.<br />
Por ello, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la facultad <strong>de</strong><br />
narrar —rasgo característico <strong>de</strong><br />
todas los lenguajes naturales—<br />
habría un componente universal<br />
que rebasa el análisis <strong>de</strong> la oración.<br />
La imaginación humana también<br />
posee una tabla periódica <strong>de</strong> los<br />
elementos narrados, entre ellos, el<br />
náhuat-pipil <strong>de</strong>staca la existencia<br />
<strong>de</strong> una pluralidad <strong>de</strong> recintos inframundanos<br />
<strong>de</strong> distinta índole, <strong>de</strong> lo<br />
placentero a lo tortuoso.<br />
IV.<br />
La propósito actual consiste en<br />
avanzar hacia otros aspectos<br />
<strong>de</strong>sconocidos <strong>de</strong> la lengua náhuatpipil.<br />
Entre estos rubros se halla<br />
la cuestión gramatical, lexical<br />
y categorías morfológicas tan<br />
elementales como la formación <strong>de</strong>l<br />
plural, su carácter omni-predicativo<br />
que hace <strong>de</strong> cada palabra una<br />
verda<strong>de</strong>ra oración, su serialidad<br />
sintáctica, etc. En las siguientes<br />
semanas se indagará la manera<br />
en que el náhuat-pipil organiza<br />
una gramática <strong>de</strong> una forma muy<br />
distinta a la <strong>de</strong> cualquier lengua<br />
indo-europea que le sirve <strong>de</strong><br />
paradigma, ya que su clasificación<br />
yuto-nahua resulta esencial.<br />
El avance actual <strong>de</strong> los estudios<br />
náhuatl-mexicanos <strong>de</strong>be renovar<br />
sus homólogos náhuat-pipiles. Se<br />
consi<strong>de</strong>ra que los <strong>de</strong>scubrimientos<br />
<strong>de</strong> una ciudad letrada circa 1650-<br />
<strong>17</strong>50, y los estudios gramaticales<br />
más recientes — J. R. Andrews,<br />
K. Dakin, M. Launay, etc.—<br />
producirán un impacto certero en<br />
las investigaciones náhuat-pipiles<br />
por venir. Tal será el objetivo <strong>de</strong><br />
los próximos escritos, colocar los<br />
datos <strong>de</strong> este idioma ante el lente<br />
<strong>de</strong> la teoría lingüística <strong>de</strong>l siglo<br />
XXI.<br />
El burro carpintero<br />
Corría la década <strong>de</strong> los años cuarenta en la apacible Ciudad <strong>de</strong> Las<br />
Nieblas, Cojutepeque. Los cipotes disfrutábamos <strong>de</strong> nuestros juegos<br />
tradicionales sobre la calle <strong>de</strong>l Cementerio.<br />
Al final <strong>de</strong> esa calle tenía su casa y taller don Sebastián, un excelente<br />
carpintero ebanista. Nos elaboraba trompos, capiruchos y yoyos. Para los<br />
trompos zumbadores le llevábamos palos <strong>de</strong> guayabo. Colocaba cada tramo<br />
en el torno y cuando lo hacía girar acercaba un formón especial, lanzaba<br />
astillas y aserrín. Pronto finalizaba una docena <strong>de</strong> trompos. No nos cobraba<br />
porque éramos compañeros <strong>de</strong> escuela <strong>de</strong> su hijo Luis.<br />
Prosalegre<br />
Carlos Burgos<br />
Fundador<br />
Televisión educativa<br />
carlo_burgos@hotmail.com<br />
Don Sebastián enseñó a Luis el oficio con tal esmero que lo convirtió<br />
en un excelente carpintero ebanista. Ya no asistió a la escuela y comenzó<br />
a trabajar, pero a la vez aprendió el vicio <strong>de</strong>l alcoholismo.<br />
En el barrio lo apodaron Burro Carpintero, por dos razones: una, por<br />
ser carilargo y la otra, porque no hacía caso a don Sebastián cuando le<br />
exigía que <strong>de</strong>jara el vicio, era testarudo.<br />
En cierta ocasión mi padre escuchó que el comandante <strong>de</strong>l Destacamento<br />
<strong>Mil</strong>itar, se quejaba <strong>de</strong> la escasez <strong>de</strong> buenos carpinteros.<br />
–Conozco al Burro Carpintero – le dijo mi padre – es excelente<br />
obrero, pero <strong>de</strong>ja los trabajos a medias cuando agarra zumba. Hoy anda<br />
bebiendo.<br />
–Pues aquí lo vamos a componer, a peores hemos en<strong>de</strong>rezado.<br />
–Imposible, coronel, no lo va a corregir ni a garrotazos, es burro <strong>de</strong><br />
verdad.<br />
–¿Cómo qué no<br />
–¿Cuánto apostamos que no lo en<strong>de</strong>reza<br />
–No acepto porque le ganaría fácilmente.<br />
De inmediato or<strong>de</strong>nó a un sargento para que con un grupo <strong>de</strong> soldados<br />
fuera a traer al Burro Carpintero. Visitaron todas las cantinas hasta que<br />
lo encontraron «fon<strong>de</strong>ado» en una acera. Los soldados lo cargaron para<br />
presentárselo al coronel. Él dispuso que lo encerraran en bartolina, luego<br />
lo ingresaran a enfermería y <strong>de</strong>spués le dieran alta con funciones en el<br />
taller <strong>de</strong> carpintería.<br />
Aquí se <strong>de</strong>dicó a trabajar con entusiasmo. Pero cuando tuvo que barnizar<br />
el primer mueble usó alcohol y sin <strong>de</strong>searlo fue absorbiendo el vapor hasta<br />
que ya no aguantó y lo ingirió. Quedó dormido sobre el banco <strong>de</strong> trabajo.<br />
El coronel se enojó al verlo, y preguntó al sargento:<br />
–¿Quién le ha dado guaro al Burro<br />
–Usted, mi coronel – respondió con seguridad.<br />
–¿Cómo te atreves<br />
Le aclaró que él autoriza la compra <strong>de</strong> los materiales <strong>de</strong> carpintería<br />
que incluye dos botellas <strong>de</strong> alcohol para barnizar. Enseguida el coronel<br />
or<strong>de</strong>nó a dos soldados vigilarlo y que no lo <strong>de</strong>jaran beber alcohol, en caso<br />
contrario ellos serían castigados.<br />
Luis trabajó como hombre nuevo y los soldados no le quitaban el ojo<br />
<strong>de</strong> encima. Entonces les pidió que le ayudaran a lijar piezas, así fue<br />
ganando su confianza. Pero al comenzar a barnizar surgió el momento<br />
<strong>de</strong> peligro. No encontraba la ocasión para saborear un trago. Por fin les<br />
dijo: miren aquel avión <strong>de</strong> guerra – señalando el cielo. Los soldados<br />
observaron el firmamento, absortos, mientras él tragaba y tragaba. Al<br />
rato comenzó a cantar: «Mira como ando mujer por tu querer, borracho<br />
y apasionado…».<br />
Al instante los soldados pensaron en <strong>de</strong>sertar para no ser castigados por<br />
el coronel. El Burro siguió cantando y hasta improvisó letras:<br />
«Sufrirán como doncellas<br />
por estar viendo un avión,<br />
mientras yo <strong>de</strong> un envión<br />
me empinaba las botellas».<br />
Con voz aguar<strong>de</strong>ntosa les dijo: mejor métanse un par <strong>de</strong> tragos para<br />
soportar la paliza que les dará mi coronel. Después <strong>de</strong> algunos minutos los<br />
tres bailaban y cantaban a la vida y a las mujeres. El coronel, muy enojado,<br />
or<strong>de</strong>nó al sargento:<br />
–Encierren en el establo a estos dos aprendices <strong>de</strong> asno, y suelten a este<br />
Burro para que vaya a rebuznar a los potreros <strong>de</strong>l tiangue municipal.<br />
Y en su monólogo concluyó: es más fácil que yo muera <strong>de</strong> una cólera<br />
que este Burro se en<strong>de</strong>rece.
Caralvá<br />
Escritor.<br />
Salí a toda prisa <strong>de</strong> mi trabajo y<br />
corrí para estar temprano, por esta<br />
razón llegué muy cansado a la cita<br />
con Francia, que era la chica <strong>de</strong><br />
la esquina <strong>de</strong> mi casa, tenía ese nombre<br />
hermoso tal como lo era ella misma, bella.<br />
Me esperó en aquella ocasión con la<br />
misma paciencia <strong>de</strong> un penitente ante Fray<br />
Martín <strong>de</strong> Porres, el negrito milagroso que<br />
permanece tan iluminado que no necesita luz<br />
eléctrica por las noches.<br />
Ella <strong>de</strong>notaba su fastidio con la forma <strong>de</strong> su<br />
mirada, sus gran<strong>de</strong>s ojos negros parecían<br />
tener una fuerza tremenda y po<strong>de</strong>rosa, sin<br />
necesidad <strong>de</strong> palabras sus ojos hablaban por<br />
ella, firmes y brillantes.<br />
Llegaba con las mismas dificulta<strong>de</strong>s que<br />
suelen ocurrir con los coches que necesitan<br />
el afinado <strong>de</strong> una orquesta completa, todo en<br />
ese coche necesitaba repararse, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las<br />
puertas que tenían grabados un recuerdo <strong>de</strong><br />
sus antiguos dueños, hasta la última tuerca<br />
<strong>de</strong>l motor <strong>de</strong> 8 cilindros<br />
Francia me miró como quién ve un pequeño<br />
perro mojado por la lluvia <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong><br />
julio, mojado por todos lados, empapado<br />
y temblando, por supuesto que cuando un<br />
perro se moja tiene un olor característico,<br />
creo que yo también tenía ese olor, ella por<br />
supuesto me lo hizo saber.<br />
Pedro, cuando llegas en ese estado, a tu<br />
nombre se le caen todas las erres <strong>de</strong>l mundo<br />
¿verdad cariño.<br />
Muy graciosa, muy graciosa, sé que estás<br />
molesta, discúlpame, he tenido un día <strong>de</strong> lo<br />
más lamentable. Corriendo, corriendo, <strong>de</strong><br />
un lado a otro.<br />
Bueno, acá todos corremos y unas corremos<br />
más peligro que otros, -su voz hizo énfasis<br />
en “otros” como clavando todo su disgusto<br />
femenino.<br />
Déjame contarte, este día empezó mal, las<br />
noticias hablan <strong>de</strong> interminables guerras,<br />
crisis económicas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Hong Kong hasta<br />
Nueva York, el equipo <strong>de</strong> fútbol perdió y el<br />
tráfico congestionado rebalsa hasta en las<br />
callejuelas más perdidas <strong>de</strong> esa ciudad.<br />
El jefe <strong>de</strong> mi oficina me entregó una enorme<br />
pila <strong>de</strong> documentos, me dijo que hiciera<br />
los informes <strong>de</strong> los proyectos, las becas al<br />
Japón, las Becas Caps, los informes <strong>de</strong> los<br />
estudios <strong>de</strong> postgrado, etc. <strong>de</strong>jé mi coche<br />
lejos <strong>de</strong> aquí por los estacionamientos, como<br />
verás lo cerca que tengo “mis quejas” es<br />
porque vengo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy lejos.<br />
Si Pedro, pero eso no es suficiente.<br />
¿No es suficiente<br />
No, un caballero lo tiene previsto todo<br />
¿no has visto las películas <strong>de</strong> Superman o<br />
Batman.<br />
Pero esas son películas mi amor<br />
¡No es cierto!... Si tenías previsto que nos<br />
veríamos a esa hora, <strong>de</strong>biste hacer todo para<br />
estar listo en este momento exacto..<br />
Luego bebió un poco <strong>de</strong> su refresco,<br />
observando hacia un lado <strong>de</strong> la plaza en la<br />
Zona Rosa, fijó su mirada en otro punto y<br />
finalmente <strong>de</strong>tuvo su vista en un restaurante.<br />
Unos jóvenes en la mesa exterior comenzaron<br />
a reír, luego casi se caen <strong>de</strong> sus sillas, su<br />
hilaridad era realmente contagiosa, ja, ja,<br />
ja, je, je, je; no podían articular palabra,<br />
únicamente reían, observé con más atención<br />
y les vi unos cigarros extraños, junto con<br />
un olor característico dulzón, que inmunda<br />
| cuento |<br />
todos los rincones <strong>de</strong>l lugar, estar ahí era<br />
estar prácticamente en onda.<br />
Una voz <strong>de</strong> estos jóvenes proclamaba:<br />
¿Quieren ver a Dios<br />
¡Siiii! repetían en coro los otros<br />
jóvenes.<br />
¡Entonces vean! un <strong>de</strong>stello <strong>de</strong> fuego<br />
salió <strong>de</strong> aquél cigarro hechizo, que<br />
iluminaba toda la estancia, mientras<br />
los meseros fingían no ver nada.<br />
Dios Santo, Pedro, esos muchachos<br />
están fumando marihuana.<br />
Vámonos antes que nos agarren y<br />
nosotros solo por mirones.<br />
Salimos <strong>de</strong> lugar más sonrientes que<br />
<strong>de</strong> costumbre, <strong>de</strong> seguro algo <strong>de</strong> ese<br />
humo nos había tocado, se me olvidó<br />
todo el malestar <strong>de</strong>l día, por aquél<br />
inci<strong>de</strong>nte.<br />
Mecánicamente salimos <strong>de</strong>l sitio.<br />
Francia reposó en su asiento,<br />
mientras yo conducía aquél vehículo<br />
<strong>de</strong>svencijado.<br />
Rutinariamente ingresé a un<br />
motel, Francia estaba muy atenta<br />
al acontecimiento, atravesamos<br />
todo el sitio <strong>de</strong> orilla a orilla,<br />
todos los Motor Inn estaban<br />
llenos, era el colmo <strong>de</strong>l día, a lo<br />
mejor eso también es producto<br />
<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, ¡nos hemos<br />
<strong>de</strong>mocratizado tanto que los<br />
moteles tienen <strong>de</strong>manda entre<br />
las masas!, creo ahora vivimos<br />
la <strong>de</strong>mocracia hasta en la piel<br />
ajena, salimos <strong>de</strong> nuevo y nos<br />
fuimos a otro sitio, la historia<br />
se repitió, excepto porque<br />
al hacer un viraje lento,<br />
el auto se <strong>de</strong>tuvo solo....un<br />
auto ahogado en el centro<br />
<strong>de</strong> un motel...<br />
Ahí estábamos, con el<br />
vehículo “quedado”, a<br />
la mitad <strong>de</strong> los últimos<br />
sitios clan<strong>de</strong>stinos <strong>de</strong><br />
la ciudad, el corazón<br />
me palpitaba a mil<br />
por hora, no<br />
por vergüenza,<br />
sino porque<br />
i m a g i n a b a<br />
llamar a una<br />
grúa para<br />
que nos<br />
remolcara; Francia estaba tan pálida que se<br />
confundía con lo blanco <strong>de</strong> la tapicería, un<br />
cliente que estaba por salir cerró la puerta<br />
<strong>de</strong> golpe al ver la sombra <strong>de</strong> mi vehículo,<br />
nadie en los alre<strong>de</strong>dores, me daban ganas <strong>de</strong><br />
llamar a una puerta y <strong>de</strong>cirles: ¿vecino me<br />
pu<strong>de</strong> dar ayuda para empujar mi vehículo.<br />
Francia perdía la paciencia, ¿Por qué el<br />
auto no se quedó a unos cuantos metros<br />
más<br />
Estar en estas<br />
condiciones es <strong>de</strong><br />
lo más <strong>de</strong>solador<br />
<strong>de</strong>l mundo, Francia<br />
no quería bajarse<br />
a ayudar, yo por<br />
mi parte, no podía<br />
empujar solo el<br />
coche, pero con<br />
todo y la vergüenza,<br />
La cita con<br />
francia<br />
“Los policías estaban<br />
con sus armas en<br />
posición <strong>de</strong> combate<br />
y nos pusieron con<br />
las manos sobre el<br />
auto, luego iniciaron<br />
un minucioso<br />
registro <strong>de</strong>l coche”<br />
Francia aceptó<br />
tomar el volante,<br />
mientras yo empujaba, el auto se<br />
<strong>de</strong>splazaba con pereza, todo ese evento<br />
era el último vestigio <strong>de</strong> una vieja forma<br />
<strong>de</strong> hacer el amor clan<strong>de</strong>stinamente.<br />
Todo porque en nuestros países “hacer<br />
el amor” aún es consi<strong>de</strong>rado un acto<br />
similar al matrimonio...<br />
Por fin, luego <strong>de</strong> unos cuantos pasos<br />
y con la lujuria perdida <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
empujar un largo trayecto, <strong>de</strong>cidimos<br />
estacionarnos en una calle lejana.<br />
Entonces recobramos un poco el color,<br />
mientras reíamos <strong>de</strong> lo increíble <strong>de</strong> la<br />
situación, hablamos un poco <strong>de</strong> la<br />
música y <strong>de</strong>l día, <strong>de</strong>l mundo que<br />
se divi<strong>de</strong> entre los normativos<br />
(repitebú) y los creativos<br />
(creatorbú), los unos son<br />
incapaces <strong>de</strong> innovar y los otros<br />
se rebelan ante la rutina diaria.<br />
Francia se pasó al asiento<br />
trasero, mientras yo la seguía,<br />
entonces nos besamos como<br />
locos, eso quiere <strong>de</strong>cir que los<br />
besos no tienen ningún límite<br />
<strong>de</strong> tiempo ni espacio, era<br />
una lucha cuerpo<br />
a cuerpo don<strong>de</strong><br />
nos <strong>de</strong>vorábamos<br />
entre suspiros y<br />
silencios largamente<br />
esperados, la ropa<br />
había comenzado<br />
a<br />
así<br />
estorbar,<br />
fuimos<br />
recorriendo<br />
centímetro a<br />
centímetro todo lo que impedía que la piel un<br />
poema sobre otro poema.<br />
De alguna parte <strong>de</strong> la calle, un auto avanzó<br />
silenciosamente, con premeditación, sigiloso,<br />
se estacionó a nuestro lado, que distraídos<br />
en nuestras pieles, no les vimos aproximarse,<br />
un potente reflector iluminó el interior <strong>de</strong><br />
nuestro auto y por supuesto a nosotros.<br />
Esto era el colmo <strong>de</strong> una sociedad<br />
<strong>de</strong>mocrática.<br />
En una simultaneidad digna<br />
<strong>de</strong> un escuadrón Swatt,<br />
nos tenían ro<strong>de</strong>ados 4<br />
oficiales vestidos <strong>de</strong> negro,<br />
con sus armas automáticas<br />
apuntando.<br />
En ese momento todos<br />
hablamos:<br />
¡Dios mío! –Exclamé- porque<br />
uno se acuerda <strong>de</strong> Dios hasta<br />
en esos momentos.<br />
¡Mamá! –Dijo Francia- con<br />
ese tono <strong>de</strong> <strong>de</strong>samparo que presagia lo peor.<br />
¡Salgan <strong>de</strong>l auto –gritaron los policías-<br />
Tardamos un poco porque Francia ni yo<br />
encontrábamos nuestras ropas, terminamos<br />
intercambiando partes <strong>de</strong> la ropa, yo tenía<br />
la blusa, ella mi pantalón, sus short me<br />
quedaban extrañamente, los zapatos eran un<br />
relajo y la policía que nos amenazaba con<br />
abrir un boquete en el auto.<br />
A estas alturas los reflectores iluminando el<br />
interior <strong>de</strong>l vehículo, aquello parecía un sitio<br />
más <strong>de</strong> la frontera México-Estados Unidos,<br />
se veía todo.<br />
Por fin salimos.<br />
Los policías estaban con sus armas en<br />
posición <strong>de</strong> combate y nos pusieron con<br />
las manos sobre el auto, luego iniciaron un<br />
minucioso registro <strong>de</strong>l coche.<br />
Francia lloraba.<br />
Sus documentos –dijo un oficial-<br />
Le entregué mis documentos, incluso mi<br />
licencia internacional <strong>de</strong> manejo.<br />
¿Qué hacían jóvenes<br />
Pues ejercicios <strong>de</strong>mocráticos, oficial.<br />
Entonces iremos a la <strong>de</strong>legación.<br />
Francia no podía respon<strong>de</strong>r.<br />
Mire oficial, no hicimos nada malo.<br />
Eso dicen todos.<br />
Yo pensaba en ese día... nos habíamos mojado<br />
por la lluvia imprevista, intentamos ingresas<br />
a un motel como cualquier ciudadano<br />
honrado y estaban totalmente abarrotados,<br />
se nos quedó el vehículo varado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ese<br />
sitio, eso sí, ahí ningún ciudadano honrado<br />
se le queda su auto, finalmente llegamos acá,<br />
a esta calle como un pobre consuelo y nos<br />
atrapa la policía..<br />
El policía tomó mis documentos, revisó la<br />
matrícula y dio un vistazo final.<br />
Pue<strong>de</strong>n irse muchachos.<br />
Gracias señor policía.<br />
La próxima vez, piensen en algo original.<br />
Recorrimos la ciudad <strong>de</strong> nuevo y por<br />
acci<strong>de</strong>nte pasamos por aquél motel<br />
periférico, entonces le dije a Francia.<br />
¿Francia entramos<br />
Ni te atrevas tonto, te aseguro que das un<br />
paso a<strong>de</strong>lante el auto se queda a la mitad <strong>de</strong>l<br />
camino, ¿te imaginas que dirá la gente, si me<br />
ven salir en taxi <strong>de</strong> un sitio como éste<br />
Si, que el auto tuvo un <strong>de</strong>sperfecto mecánico<br />
y que ni siquiera hiciste el amor, que a<strong>de</strong>más,<br />
no tenías alternativa y llamaste un taxi, sin<br />
haber hecho el amor. Con tu novio...<br />
¡TOOOOOOOONNNTOOOOOOOOO!!!<br />
Sábado <strong>17</strong> / <strong>enero</strong> / <strong>2015</strong> TRESMIL 5
| artículo |<br />
Tatuando<br />
6 TRESMIL Sábado <strong>17</strong> / <strong>enero</strong> / <strong>2015</strong><br />
El tiempo<br />
Una marca que pue<strong>de</strong> acompañar toda la<br />
vida, diciendo algo, recordando algo<br />
Maité Portillo<br />
Periodista<br />
Un tatuaje es un dibujo grabado<br />
en la piel <strong>de</strong> una persona<br />
introduciendo sustancias<br />
colorantes bajo la epi<strong>de</strong>rmis;<br />
siendo está la <strong>de</strong>scripción más<br />
literal <strong>de</strong> lo que es un tatuaje, su aparición en<br />
el cuerpo <strong>de</strong> ciertas personas <strong>de</strong>latan rasgos<br />
<strong>de</strong> su carácter, o alguna etapa <strong>de</strong> su vida que<br />
los haya marcado, en este sentido el tatuaje<br />
pue<strong>de</strong> ir más allá <strong>de</strong>l acto <strong>de</strong> pintarse la piel a<br />
darle un significado completamente personal<br />
“<br />
Mi cuerpo es, <strong>de</strong> cierto modo,<br />
un diario. Como sucedía con los<br />
marineros don<strong>de</strong> cada tatuaje<br />
significaba algo, un período especial<br />
<strong>de</strong> tu vida que <strong>de</strong>jas marcado en tu<br />
piel, ya sea con un cuchillo o con un<br />
tatuador profesional”<br />
Johnny Deep<br />
y <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad.<br />
Para el caso, el arte <strong>de</strong> tatuar se remonta a<br />
los egipcios que ya conocían y practicaban la<br />
técnica <strong>de</strong>l tatuaje hace 3,000 años. Una <strong>de</strong><br />
las más famosas momias tatuadas Amunet,<br />
una sacerdotisa <strong>de</strong> la diosa Hathor, en Tebas,<br />
se le observaron varios líneas y puntos<br />
tatuados sobre su cuerpo; Más sin embargo,<br />
este arte fue restringido a las sacerdotisas.<br />
Para 1991 se encontró en un glaciar situado en<br />
la frontera entre Austria e Italia a un cazador<br />
neolítico congelado hacía 5,300 años, que<br />
tenía la espalda y rodillas tatuadas.<br />
También un segundo “hombre <strong>de</strong> hielo”<br />
encontrado en Siberia, se cree que murió<br />
hace 2,500, se le podía observar un tatuaje en<br />
el hombro. Este último pue<strong>de</strong> visitarse en el<br />
museo <strong>de</strong> Moscú.<br />
El tatuaje fue reintroducido en la sociedad<br />
occi<strong>de</strong>ntal por los expedicionarios ingleses<br />
dirigidos por el Capitán Cook en su vuelva<br />
<strong>de</strong> Tahití en <strong>17</strong>71. Explicando <strong>de</strong> esta forma<br />
la natural asociación que existe entre los<br />
tatuajes y los marineros.<br />
El tatuaje <strong>de</strong> la Polinesia fue el más artístico<br />
en el mundo antiguo, estaba caracterizado<br />
por diseños geométricos elaborados, que<br />
eran embellecidos y renovados durante toda<br />
la vida <strong>de</strong>l individuo hasta que cubrían su<br />
cuerpo entero.<br />
Pero la vida <strong>de</strong>l tatuaje no solo se llevó en el<br />
aspecto artístico ya que también en el pasado<br />
se usaba como castigo, y los individuos<br />
acusados <strong>de</strong> sacrilegio <strong>de</strong>bían ser tatuados.<br />
Debido a esto los médicos griegos y romanos<br />
empezaron a practicar la remoción <strong>de</strong><br />
tatuajes. Lentamente se abandonó el tatuaje<br />
<strong>de</strong> esclavos y criminales al exten<strong>de</strong>rse el<br />
cristianismo en el Imperio Romano.<br />
El emperador Constantino, primer emperador<br />
cristiano <strong>de</strong> Roma, emitió un <strong>de</strong>creto en<br />
contra <strong>de</strong> esta actividad. Se cree que la<br />
actitud negativa contra el tatuaje tuvo su<br />
origen en este <strong>de</strong>creto.<br />
Los tatuajes permanecieron en letargo<br />
hasta que resurgieron con los hippies en<br />
los años sesenta y setenta, estos adoptaron<br />
el tatuaje y lo elevaron a la categoría <strong>de</strong><br />
arte, abandonando los motivos marineros y<br />
realizándose gran<strong>de</strong>s diseños muy coloristas,<br />
acor<strong>de</strong> con la época. Esto hizo salir el tatuaje<br />
<strong>de</strong> los puertos y empezó una<br />
primera popularización <strong>de</strong>l<br />
tatuaje.<br />
A finales <strong>de</strong> los años setenta<br />
y principios <strong>de</strong> los ochenta, el<br />
fenómeno se difundió todavía<br />
más, <strong>de</strong> manera especial entre<br />
las clases medias altas, con<br />
el nacimiento <strong>de</strong> una cultura<br />
alternativa que consi<strong>de</strong>raba<br />
este arte como una forma <strong>de</strong><br />
extravagancia. En los años<br />
ochenta, bajo el impulso <strong>de</strong><br />
la cultura punk, heavy, rocker<br />
y <strong>de</strong> otras nuevas ten<strong>de</strong>ncias los jóvenes<br />
empezaron a interesarse por el tatuaje.<br />
En la actualidad existe el <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> la<br />
verda<strong>de</strong>ra significación <strong>de</strong>l tatuaje, <strong>de</strong>bido al<br />
uso que se les ha otorgado a través <strong>de</strong>l tiempo,<br />
La asociación entre tatuajes y <strong>de</strong>lincuencia<br />
es uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s posicionamientos <strong>de</strong><br />
esta actividad, esta i<strong>de</strong>a provino también<br />
<strong>de</strong> los marineros, gente que a menudo se<br />
embarcaba durante largos períodos <strong>de</strong> tiempo<br />
para evitar la justicia, esto fue fomentando<br />
esta asociación.<br />
Al igual que el mismo arte, la asociación <strong>de</strong><br />
tatuajes con la <strong>de</strong>lincuencia fue evolucionan,<br />
más sin embargo este no se ha consagrado<br />
en su totalidad como para asegurar que esta<br />
relación es la única existente para el arte.<br />
Astrid Carolina Ramos, una joven<br />
salvadoreña <strong>de</strong> 23 años que en la actualidad<br />
posee tres tatuajes en su cuerpo explica el<br />
significado <strong>de</strong>l tatuaje para ella: “Es una<br />
representación <strong>de</strong> cosas muy importantes que<br />
queremos que perdure, que prevalezca en lo<br />
que pase el tiempo; también son como un<br />
<strong>de</strong>sahogo cosas que no sabes cómo expresar<br />
y lo expresar <strong>de</strong> la mejor manera que vos<br />
po<strong>de</strong>s, en este caso el arte corporal.”<br />
Por su parte Jennifer Martínez Badia,<br />
poseedora también <strong>de</strong> tres tatuajes explica<br />
cómo es la reacción <strong>de</strong> las personas ante este<br />
tipo <strong>de</strong> arte “La mayoría lo ve como algo<br />
malo, que la persona anda en malos pasos o<br />
para la gente muy cristiana que esas cosas<br />
son <strong>de</strong>l diablo, pero <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la cultura,<br />
porque para otros países así como Estados<br />
Unidos o Europa si le dan un buen significado<br />
que es parte <strong>de</strong> un arte.”
Armando Molina<br />
Escritor<br />
Siempre que las cosas andaban<br />
mal, Miguel Suárez bebía whisky<br />
con jugo <strong>de</strong> piña.<br />
Después <strong>de</strong> servirse un trago en<br />
el pequeño bar <strong>de</strong> su casa, fue a<br />
sentarse al mullido sofá <strong>de</strong> cuero <strong>de</strong> la sala.<br />
Los adornos <strong>de</strong> plata, los floreros venecianos,<br />
los finos ceniceros y figurines <strong>de</strong> cristal<br />
que pertenecían a su esposa estaban todos<br />
nítidamente colocados en la misma posición<br />
<strong>de</strong> los últimos dos años. Pensaba en ello<br />
mientras bebía a sorbos su trago.<br />
Hacía solamente dos horas que había estado<br />
en una fiesta, y las voces <strong>de</strong> los que se <strong>de</strong>cían<br />
sus amigos todavía resonaban en su mente;<br />
particularmente las risas <strong>de</strong> las mujeres.<br />
¿Por qué, se preguntó Miguel sobre esto<br />
último. Pero luego pensó que aquella era una<br />
pregunta banal y estúpida. Puso su trago sobre<br />
la mesa <strong>de</strong> centro, se <strong>de</strong>shizo <strong>de</strong> la corbata, y<br />
se <strong>de</strong>sabotonó el botón superior <strong>de</strong> la camisa.<br />
Tomó nuevamente su trago y volvió a pensar<br />
en la fiesta.<br />
Había sido una buena fiesta realmente, se<br />
había divertido más <strong>de</strong> lo que esperaba en un<br />
principio. Pero fue entonces, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> estar<br />
jugueteando con Paula en la terraza, cuando<br />
se había dado cuenta <strong>de</strong> que le hubiera<br />
gustado estar con Teresa, su esposa. Pero<br />
Teresa no había asistido a la fiesta. Esa misma<br />
tar<strong>de</strong>, temprano, le había llamado a la oficina<br />
para <strong>de</strong>cirle que no lo acompañaría. Se había<br />
excusado diciendo que tenía una reunión <strong>de</strong><br />
trabajo en casa <strong>de</strong> una <strong>de</strong> sus amigas, y que<br />
llegaría tar<strong>de</strong> a casa. Sí, eso le había dicho.<br />
Lo recordaba con exactitud.<br />
“Lo siento, cariño; he prometido ir. Ve tú a<br />
la fiesta y diviértete. No te preocupes por<br />
mí. Llegaré tar<strong>de</strong> a casa y procuraré no<br />
<strong>de</strong>spertarte.”<br />
Y en eso habían quedado.<br />
Hasta entonces, Miguel no se había dado<br />
cuenta que la sala estaba a oscuras, con<br />
la excepción <strong>de</strong> la lámpara <strong>de</strong>l bar que<br />
emanaba una tenue luz amarilla. Se levantó<br />
<strong>de</strong>sganadamente para encen<strong>de</strong>r la lámpara <strong>de</strong><br />
la sala. Después fue a asomarse a la ventana y<br />
miró hacia la calle. La calle aparecía solitaria.<br />
Las sombras <strong>de</strong> los árboles iluminados por<br />
los faroles se proyectaban sobre las limpias<br />
aceras. Una media docena <strong>de</strong> automóviles<br />
estacionados a lo largo <strong>de</strong> la calle con los<br />
parabrisas cubiertos por una fina capa <strong>de</strong>l<br />
sereno <strong>de</strong> la noche, aparecían como animales<br />
agazapados. Más allá, en la esquina, Miguel<br />
veía automóviles que pasaban con más<br />
frecuencia. Entonces se le ocurrió que le<br />
habría gustado ir en uno <strong>de</strong> ellos a cualquier<br />
otra parte; tal vez a otra fiesta don<strong>de</strong> todos le<br />
eran <strong>de</strong>sconocidos.<br />
Pero <strong>de</strong>scartó la i<strong>de</strong>a, le pareció que era tan<br />
estúpida como la risa <strong>de</strong> las mujeres que<br />
había recordado hacía unos minutos. Volvió<br />
a sentarse en el mullido sofá a beber su trago<br />
y <strong>de</strong>cidió esperar a su esposa. Ella llegaría<br />
tar<strong>de</strong> o temprano.<br />
Mientras esperaba y bebía su trago, Miguel se<br />
entretuvo mirando la colección <strong>de</strong> figuritas <strong>de</strong><br />
cristal <strong>de</strong> Teresa. Se dio cuenta que nunca le<br />
habían interesado. Las miró <strong>de</strong>tenidamente:<br />
había un elefante <strong>de</strong> color azul violeta con<br />
| cuento |<br />
Mientras tanto<br />
la trompa levantada; un diminuto búho <strong>de</strong><br />
gran<strong>de</strong>s ojos negros; un duen<strong>de</strong>cillo ver<strong>de</strong> con<br />
cara <strong>de</strong> niño travieso y un sombrero <strong>de</strong> copa<br />
doblado a media altura, parado junto a un<br />
sapo <strong>de</strong> un intenso ver<strong>de</strong> esmeralda; pajarillos<br />
<strong>de</strong> distintos colores; sonrientes muñequitas<br />
y muchas otras figuras más, colocadas a lo<br />
largo <strong>de</strong> la repisa <strong>de</strong> la estantería que Teresa<br />
y él habían comprado en una mueblería <strong>de</strong> la<br />
calle Unión cuando apenas tenían tres meses<br />
<strong>de</strong> casados. Por un momento esos días le<br />
parecieron distantes, como si pertenecieran<br />
a dos personas que nada tenían que ver con<br />
ellos. No obstante, tenía la vaga convicción <strong>de</strong><br />
que habían sido ellos, aun cuando el presente<br />
se empeñaba en distorsionarlo.<br />
Después <strong>de</strong> seguir mirando mientras pensaba<br />
en su esposa, Miguel Suárez se <strong>de</strong>tuvo en las<br />
figurillas <strong>de</strong> cristal <strong>de</strong> una joven pareja ataviada<br />
con disfraces medievales. Le resultaron<br />
sumamente familiares. Recordó que las había<br />
comprado él en una tienda <strong>de</strong> curiosida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> Saratoga. Se las había regalado a Teresa<br />
tiempo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber hecho las paces<br />
tras su primera pelea. También recordó que<br />
había sido una riña estúpida, como muchas<br />
<strong>de</strong> las que siguieron. Recordaba los <strong>de</strong>talles<br />
a la perfección y eso le producía un malestar<br />
difícil <strong>de</strong> aliviar. La riña había comenzado<br />
una tar<strong>de</strong> <strong>de</strong>spués que él, por casualidad,<br />
había estado buscando cigarrillos en el bolso<br />
<strong>de</strong> Teresa. En lugar <strong>de</strong> cigarrillos, Miguel<br />
se encontró con una tarjeta con el nombre<br />
<strong>de</strong> un hombre a quien él no conocía; en el<br />
envés <strong>de</strong> la tarjeta, escrita a mano, una frase:<br />
“Te espero en el hotel a las ocho”. Riñeron<br />
violentamente. Ella alegaba que la tarjeta le<br />
había sido entregada por un mesero cuando<br />
una compañera <strong>de</strong> trabajo con quien tenía<br />
una cita <strong>de</strong> negocios se había disculpado<br />
enviándole ese mensaje en la tarjeta. Parecía<br />
una inocente explicación. Pero algo fallaba en<br />
el engranaje <strong>de</strong> su comprensión. Discutieron<br />
por horas. Finalmente, él se había marchado<br />
convencido <strong>de</strong> que se trataba <strong>de</strong> una maldita<br />
patraña. Bebió durante toda la noche con<br />
amigos <strong>de</strong>l azar. Dos días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>spertó<br />
en la habitación <strong>de</strong> un hotel <strong>de</strong> Saratoga<br />
junto a Sylvia, una hermosa pelirroja <strong>de</strong> ojos<br />
tristes y un busto exuberante, quien le había<br />
sido presentada en el transcurso <strong>de</strong> la noche.<br />
Miguel recordó como él y Teresa se habían<br />
besado el día que le entregó las dos figurillas<br />
<strong>de</strong> cristal como regalo <strong>de</strong> arrepentimiento.<br />
Aquel beso le parecía ahora como el sello <strong>de</strong><br />
un pacto sucio, algo obsceno y vergonzoso<br />
que sería un secreto entre los dos. Como el<br />
secreto entre dos jóvenes verdugos.<br />
Miguel Suárez miró a su alre<strong>de</strong>dor. La sombra<br />
<strong>de</strong> los árboles iluminados por los faroles <strong>de</strong> la<br />
calle parpa<strong>de</strong>aba sobre las cortinas <strong>de</strong> la sala.<br />
En un extremo <strong>de</strong>l sofá había una bufanda <strong>de</strong><br />
seda <strong>de</strong> colores <strong>de</strong> Teresa, que colgaba y caía<br />
sobre el piso. En la mesa <strong>de</strong> centro junto a<br />
su trago, se encontraba el cenicero atestado<br />
con las colillas <strong>de</strong> cigarros que había fumado<br />
mientras esperaba. El hielo <strong>de</strong> su trago se<br />
había <strong>de</strong>rretido y el vaso, húmedo por fuera,<br />
había formado sobre la mesa un círculo <strong>de</strong><br />
agua sucia al mezclarse con las cenizas que<br />
se habían escapado <strong>de</strong>l cenicero. Sobre el<br />
mostrador <strong>de</strong>l bar, bajo la luz <strong>de</strong> la lámpara,<br />
brillaba la botella <strong>de</strong> whisky; y junto a la<br />
botella, apenas visibles, el cartón <strong>de</strong> jugo<br />
<strong>de</strong> piña y el mol<strong>de</strong> <strong>de</strong> los cubos <strong>de</strong> hielo. De<br />
repente, Miguel pensó que a estas alturas el<br />
hielo se habría <strong>de</strong>rretido. Pero <strong>de</strong>spués no<br />
le importó. Seguramente habría más en el<br />
refrigerador.<br />
Se levantó y fue hacia el bar. Volvió a servirse<br />
otro trago. Los cubitos <strong>de</strong> hielo seguían allí,<br />
aunque ahora nadaban sobre el agua <strong>de</strong>l hielo<br />
<strong>de</strong>rretido. Vertió jugo <strong>de</strong> piña en el vaso, y<br />
con los <strong>de</strong>dos extrajo <strong>de</strong>l mol<strong>de</strong> <strong>de</strong> hielo tres<br />
cubitos que todavía permanecían intactos.<br />
Escuchó el tictac <strong>de</strong>l reloj que se hallaba<br />
colocado en medio <strong>de</strong> su colección <strong>de</strong> dagas<br />
que adornaba la pared <strong>de</strong>l bar. El reloj indicaba<br />
las cuatro <strong>de</strong> la madrugada. Entonces notó que<br />
el mango <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las dagas era <strong>de</strong>masiado<br />
pequeño en comparación con la hoja y esto<br />
le pareció extraño. No recordó haberse<br />
fijado en ese <strong>de</strong>talle el día que se lo compró<br />
a aquel indio <strong>de</strong> Nuevo México. Curioso,<br />
no recordaba el nombre <strong>de</strong> la tribu a la que<br />
pertenecía aquel indio, pero sí recordaba su<br />
nombre: Michael Custer Delgado. Realmente<br />
curioso. Después sonrió, y regresó a la sala.<br />
Volvió a sentarse en el sofá y pensó en lo<br />
que diría a Teresa. Pensó que tal vez en esta<br />
ocasión podrían hablar. En serio. Quería<br />
<strong>de</strong>cirle tantas cosas. Estaba seguro que ella<br />
a su vez, quería <strong>de</strong>cirle otras. Pero era difícil<br />
hablar. Ambos estaban convencidos <strong>de</strong> que se<br />
amaban <strong>de</strong>masiado para hacerlo. Las palabras<br />
eran para los necios, aseguraban Teresa y él.<br />
Para aquellos que no tenían nada que <strong>de</strong>cirse.<br />
¿O era al contrario Bebió un largo trago y<br />
sintió la aspereza <strong>de</strong>l whisky mezclado con<br />
el sabor dulzón <strong>de</strong>l jugo <strong>de</strong> piña. Tal vez era<br />
lo contrario. Ahora dudaba. No estaba seguro.<br />
Pero <strong>de</strong> una cosa sí estaba seguro: él amaba<br />
a Teresa, y ella a él. Aún cuando las cosas<br />
parecían confusas, Miguel Suárez estaba<br />
seguro <strong>de</strong> ello.<br />
¿Y qué importaba si se había hecho daño<br />
con sus mentiras Después <strong>de</strong> todo mentían<br />
para no malograr ese amor que ambos <strong>de</strong>cían<br />
tenerse. ¿Era incorrecto pensar así ¿Era<br />
inmoral ¿Amoral ¡Dios mío!, se dijo, ¡Qué<br />
serie <strong>de</strong> tonterías pue<strong>de</strong> llegar uno a pensar<br />
mientras se espera a la persona que se ama!...<br />
O tal vez no eran tonterías, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todo.<br />
Él mentía cuando los viernes le <strong>de</strong>cía a Teresa<br />
que tenía que asistir a una recepción <strong>de</strong> rutina<br />
en algún hotel <strong>de</strong> la ciudad y que estaría fuera<br />
durante todo el fin <strong>de</strong> semana. Y ella aceptaba.<br />
Ella mentía <strong>de</strong> la misma forma. Y él aceptaba.<br />
Sin embargo, los dos estaban seguros <strong>de</strong> que<br />
se amaban. La misma noche anterior ambos<br />
habían mentido y ninguno había hecho<br />
absolutamente nada para evitarlo.<br />
Decidió que en esta ocasión tendrían que<br />
hablar. En serio.<br />
De cuando en cuando, Miguel oía el motor<br />
<strong>de</strong> un carro pasar frente a su casa. Dejaba <strong>de</strong><br />
pensar y escuchaba con atención. Confiaba<br />
en po<strong>de</strong>r reconocer el peculiar ronroneo <strong>de</strong>l<br />
motor <strong>de</strong> los taxis. Después <strong>de</strong> cerciorarse<br />
que los carros no iban a <strong>de</strong>tenerse, volvía a<br />
sus reflexiones. Pero los oía alejarse. Oía el<br />
carrasposo graznido <strong>de</strong> las llantas sobre el<br />
asfalto alejándose apresuradas hasta llegar a la<br />
esquina; hacían el alto y luego <strong>de</strong>saparecían.<br />
Miguel encendió otro cigarrillo y se recostó<br />
sobre el sofá. Cerró los ojos y los mantuvo<br />
cerrados por un tiempo. Se imaginó la escena<br />
que se <strong>de</strong>sarrollaría, con todos sus <strong>de</strong>talles.<br />
Seguramente reñirían. Imaginó que Teresa<br />
le sacaría a relucir sus errores. Que él se<br />
acercaría a ella y le diría que no era más<br />
que una mujerzuela. Y que ella le soltaría<br />
una bofetada y le respon<strong>de</strong>ría que él no era<br />
más que un imbécil pretencioso y cobar<strong>de</strong>.<br />
Después ella correría al bar y agarraría una<br />
<strong>de</strong> sus dagas… ¿o llamaría a su madre Con<br />
Teresa era difícil saberlo.<br />
Miró su reloj <strong>de</strong> pulsera; las finas manecillas<br />
indicaban las cuatro y treinta y cinco. Volvió<br />
al bar y se sirvió otro trago. Esta vez Teresa<br />
había ido <strong>de</strong>masiado lejos, pensó. Pero, ¿y<br />
él ¿Acaso no había ido él más lejos aún De<br />
hecho, casi siempre lo hacía. De cualquier<br />
forma, se dijo que tendría que hacer algo.<br />
No sabía precisamente lo que <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> hacer.<br />
Pero tendría que hacerlo. Sí, pero ¿qué Ya se<br />
le ocurriría, se dijo sin convicción. En cuanto<br />
Teresa apareciera por la puerta todo sería tan<br />
claro que no tendría más que <strong>de</strong>cirlo.<br />
Des<strong>de</strong> que llegó <strong>de</strong> la fiesta no había<br />
experimentado ninguna otra sensación más<br />
que la <strong>de</strong> hablar con Teresa y <strong>de</strong>jar que esto<br />
fuera el fin. Le <strong>de</strong>saparecieron también las<br />
ganas <strong>de</strong> discutir sobre lo que sería inevitable,<br />
<strong>de</strong> modo que lo único que sentía era un gran<br />
cansancio y la cólera que le producía el saber<br />
que, mientras tanto, tenía que esperar a que<br />
ella llegara. No tenía curiosidad por lo que<br />
ocurriría luego. Durante los últimos diez<br />
meses le había obsesionado la i<strong>de</strong>a, pero<br />
ahora no representaba esencialmente nada. La<br />
pareció extraña la facilidad con que aceptaba<br />
las cosas.<br />
Miguel Suárez creyó oír un motor. Miró su<br />
reloj. Las manecillas indicaban las cinco y<br />
cinco. Escuchó con atención y pudo oír el<br />
ruido <strong>de</strong> las llantas <strong>de</strong>sgranando piedrecillas<br />
sobre el asfalto. Se levantó y fue a apagar<br />
la luz <strong>de</strong> la sala. Esperó. Después fue a la<br />
ventana, hizo a un lado la orilla <strong>de</strong> la cortina,<br />
y se quedó allí, mirando.<br />
El lujoso carro blanco se había estacionado<br />
frente a un vado cerca <strong>de</strong> la esquina, junto a<br />
unos arbustos podados que brillaban <strong>de</strong> rocío<br />
bajo la luz <strong>de</strong>l poste <strong>de</strong> luz próximo. Dos<br />
siluetas se movían por <strong>de</strong>ntro. Miguel Suárez<br />
reconoció una <strong>de</strong> ellas. La otra era <strong>de</strong> hombre.<br />
La silueta que él conocía se inclinó sobre la<br />
silueta <strong>de</strong>l hombre y la ro<strong>de</strong>ó con el brazo.<br />
Algo se <strong>de</strong>spedazó en su estómago. Después<br />
oyó risas. A él le parecieron risas alegres.<br />
La puerta <strong>de</strong>lantera <strong>de</strong>l carro se abrió, y <strong>de</strong><br />
allí emergió Teresa; su figura se recortaba<br />
sobre el fondo oscuro, con su cabello castaño<br />
y brillante sobre los hombros. No vio nada<br />
más.<br />
Fue al bar, se sirvió un trago en un vaso limpio<br />
–esta vez sin hielo–, y fue a sentarse <strong>de</strong> nuevo<br />
sobre el mullido sofá.<br />
Teresa abrió la puerta sin hacer el menor ruido.<br />
Encendió la luz <strong>de</strong>l vestíbulo. Traía vestido<br />
<strong>de</strong> fiesta y un abrigo. Miguel se levantó.<br />
–Hola, Teresa –dijo él.<br />
–¡Dios mío, pero qué susto me has dado!<br />
¿Qué haces <strong>de</strong>spierto<br />
–Te esperaba.<br />
–Pensé que te había dicho que no lo hicieras.<br />
–Lo sé. No pu<strong>de</strong> evitarlo –dijo él.<br />
–¿Cómo estuvo la fiesta –preguntó ella.<br />
–Lo <strong>de</strong> siempre: aburrida.<br />
–Es una lástima.<br />
–¿Cómo estuvo tu reunión <strong>de</strong> trabajo<br />
–preguntó él.<br />
–Lo <strong>de</strong> siempre: aburrida.<br />
–Es una lástima –dijo él.<br />
Después se fueron al dormitorio, se<br />
<strong>de</strong>snudaron, e hicieron el amor hasta que<br />
salió el sol.<br />
* * *<br />
Armando Molina (San Salvador, 1957)<br />
escritor, dramaturgo y novelista salvadoreño.<br />
Es el autor <strong>de</strong> las novelas “El amanecer<br />
<strong>de</strong> los tontos” y “Bajo el cielo <strong>de</strong>l istmo”,<br />
ambas publicadas por Editorial Solaris <strong>de</strong> San<br />
Francisco, California. Este cuento pertenece a<br />
su colección “Almuerzo entre dioses”.<br />
Sábado <strong>17</strong> / <strong>enero</strong> / <strong>2015</strong> TRESMIL 7
| poesía |<br />
RIO LEMPA<br />
Manuel Luna<br />
El Río Lempa<br />
Tenía un puente<br />
Llamado: Puente <strong>de</strong> Oro<br />
Lo <strong>de</strong>rrumbo una tormenta<br />
Que corría encima <strong>de</strong>l puente<br />
Y partió el puente en dos<br />
La tormenta corría<br />
Encima <strong>de</strong>l río<br />
Iba encima <strong>de</strong> la gente<br />
La gente se protegía<br />
Gente que corría<br />
Y corría y corría<br />
Del río Lempa<br />
Al río Gran<strong>de</strong><br />
Del rio Sumpul<br />
Al río <strong>de</strong> La Paz<br />
Y todos a salvo<br />
Se han salvado<br />
Y se hizo un nuevo puente<br />
Don<strong>de</strong> la gente vuelve a pasar<br />
Hoy puente <strong>de</strong> La Paz<br />
Le dice la gente<br />
La gente<br />
Del río Lempa<br />
Que tiene<br />
El puente <strong>de</strong> La paz.<br />
| microcuento |<br />
cuando todas esas personas dichosas <strong>de</strong><br />
trescientos<br />
sesenta y cinco<br />
harry castel<br />
Escritora y dramaturga<br />
316. Sábado en la noche.<br />
Vio las fotografías. Pensó que en las fotografías<br />
las personas siempre aparecen<br />
felices, como si la vida fuera una continuidad<br />
<strong>de</strong> instantes livianos como una<br />
pluma, sin las horas que caen a plomo sobre<br />
los hombros, como caen seguramente<br />
las fotos contemplan sus retazos <strong>de</strong> pasado<br />
un domingo por la tar<strong>de</strong> en la soledad <strong>de</strong><br />
su habitación. Suspiró. Ella siempre había<br />
sido mala para socializar, le era difícil enten<strong>de</strong>r<br />
el momento exacto <strong>de</strong> soltar una<br />
graciosa sonrisa, no tenía esa fina pieza<br />
<strong>de</strong> relojería que da la encantadora frase<br />
exacta en el momento preciso, en fin, que<br />
no tenía don <strong>de</strong> gentes, como se lo había<br />
dicho más <strong>de</strong> una vez su ex, al enumerarle<br />
exponencialmente la lista <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>fectos.<br />
Vio las fotografías. Suspiró. Tal vez si ella<br />
fuese un poco menos ella, las cosas serían<br />
un poco diferentes, sin embargo, seguía<br />
sintiéndose a gusto en la soledad <strong>de</strong> su sala<br />
<strong>de</strong> sábado por la noche, sin preocuparse<br />
por contestar un celular que sabía no iba<br />
a sonar a esa hora, ya que como lo había<br />
escuchado una y otra vez <strong>de</strong>l hombre que<br />
afortunadamente no iba a criticarla más,<br />
era una ermitaña sin remedio. Vio las fotografías.<br />
Suspiró sintiéndose feliz por la<br />
gente que aparecía felizmente en las fotos<br />
y luego con el mouse cambió <strong>de</strong> ventana<br />
en la compu para continuar leyendo el libro<br />
que la tenía tan entusiasmada.<br />
Continuará el próximo sábado/<br />
CENANDO<br />
PORCINO<br />
Aristarco Azul<br />
Cocinando, cachete <strong>de</strong> tunco<br />
blanco,<br />
con fritada, más ensalada fresca<br />
a la hora <strong>de</strong> la cena, vamos todos<br />
juntos, alegres a la grandiosa…<br />
Mesa, ¡En familia para cenar!,<br />
esperando una noche con brisa<br />
fresca,<br />
con luna llena, estrellado el cielo,<br />
¡comenzamos a contar<br />
<strong>de</strong>spacito!…<br />
Una por una, a las bellas<br />
estrellas,<br />
quienes visten el hermoso cielo<br />
azul,<br />
¡Sin po<strong>de</strong>r un tan solo dólar<br />
cobrar!…<br />
¡Solo así, podremos tranquilos<br />
dormir,<br />
al día siguiente, al estar bien<br />
cenados<br />
tendremos que volver a<br />
<strong>de</strong>sayunar!...<br />
8 TRESMIL Sábado <strong>17</strong> / <strong>enero</strong> / <strong>2015</strong>