¿qué sigue? De los ungidos al gabinete

Cómo conmemorar nuestra
Independencia y Revolución
Víctor Manuel Barceló R.
Estamos conmemorando un año
más del «Grito de Dolores», con
que se inicia el proceso de emancipación
política, de Nueva España
México- del yugo imperial ibérico. Si
bien las propuestas y luchas originales
de gigantes como Hidalgo, Morelos y
Guerrero, fueron mediatizadas por
conspiradores de las «Juntas de la
Profesa», a través de la acción militar
y política de Agustín de Iturbide -quien
pujó por mantener un imperio en la
nación mexicana- no deja de ser un
gran movimiento emancipador, que
como todos en el Planeta, encuentra
nuevos obstáculos para llegar, en
pleno, a la soberanía nacional.
Ayer fue España Imperial, hoy es el
Imperio Estadounidense. Este entra a
la disputa neocolonial en el siglo XVIII,
desarrollando una certera estrategia
de expansión imperialista que se cierne
sobre nuestra nación y todo el continente
americano. Acá lo realiza en
la actualidad, montándose sobre una
«guerra» al narcotráfico organizado
y controlando la economía interna a
través de sus transnacionales. Esto
después de habernos cercenado la
mitad del territorio más de 2 millones
de Km2- a mediados del siglo XIX.
Allá, controlando Centroamérica y
desmembrándola, a partir del Canal de
Panamá en el siglo XIX y mediatizando
la recuperación de la democracia.
Últimas acciones: Honduras y nuevos
enclaves militares en el Cono Sur.
Los pueblos del continente no han
estado ausentes de esfuerzos por
preservarse, como naciones al menos.
Pero su lucha encuentra grandes escollos,
sobre todo por la disputa entre
imperios estadounidense, español
e inglés- por recuperar influencia
en la vida económica y social de los
países. El grado de control logrado
en nuestros territorios llega a ser tan
amplio como lo permita la debilidad
o condescendencia de los gobiernos.
Algunos, de plano entregan amplios
espacios de su soberanía general, por
apoyo financiero, incluso militar, para
enfrentar al crimen organizado y con
ese pretexto, detener expresiones de
resistencia popular, que en algunos
sitios lleva más de medio siglo, como
la guerrilla colombiana.
Diversos intentos de integración
económica emancipadora se han
realizado y realizan entre países latinoamericanos,
desde los años sesenta
del siglo XX. El éxito ha coronado a algunos
de ellos por algún tiempo como
la ALALC, ALADI, SIECA, Pacto Andino
y otros- pero las grandes ganadoras
son, todavía, las transnacionales. El
tema agropecuario nunca progresó en
esos acuerdos, porque nunca se definieron
apoyos específicos que dieran
rienda suelta al crecimiento de dicho
sector, con un sentido de cobertura
alimentaria nacional y complementación
regional.
En los últimos años surge un
movimiento, con sentido geopolítico,
de defensa regional, en el Cono Sur,
junto a países caribeños y centroamericanos:
UNASUR. Este es encabezado
en la práctica, por gobiernos nacionalistas
de izquierda. La izquierda debe
entenderse en el contexto filosófico
como una actitud fraterna, progresista
y libertaria. Su accionar debe
ser honesto y pleno de sensibilidad
social, para llegar a los objetivos del
bienestar de los pueblos que pretende
representar. En su más reciente
reunión, UNASUR en Bariloche, Argentina-
revisó dos asuntos de la más
alta preocupación, por cómo afectan
Hop’ Ki’n • 28
su decisión de integración económica
y política: el golpe militar en Honduras,
como aviso imperial de no más
países en la honda de la izquierda; y
el convenio del imperio con Colombia,
para instalar siete bases militares en
su territorio.
La discusión -sin salirse del protocolo-
fue áspera, preocupante. La
escenificaron: un Uribe defendiendo
y pidiendo apoyo para su decisión
de instalar las bases militares se dio
a conocer que ya hay otra en Uruguay-
y por otra parte, Lula y Chávez,
defendiendo los avances en materia
económica de la región, el compromiso
de defender la soberanía regional
y fortalecer la región como zona de
paz conceptos que fueron ratificados
en la declaración final-. Para revisar
contextos de seguridad regional, se
decidió reunir al Consejo de Defensa
en este mes. También, buscar contactos
oficiales con Obama para, de viva
voz, conocer el sentido de la decisión
de instalar dichas bases y las nuevas
funciones asignadas al Comando Sur
de su ejército, que juntos, cambian el
contexto de las estrategias de defensa
continentales. Iniciar un diálogo en
este escabroso terreno, puede ser
benéfico para todos.
Se piensa que el imperio pretende
«distraer» a Venezuela de sus pactos
energéticos con Rusia, Irán y China, así
como en las tareas para el crecimiento
de su mercado interno. Particularmente,
presionar a Brasil, para que
desista de su vinculación estratégica
dentro del BRIC Brasil, Rusia, India
y China- que sigue adelante y puede
romper la hegemonía estadounidense
en la región. Crear convenios con esas
potencias, que permitan explotar los
recursos de la región la Amazonía por