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Dossier Roald Dahl - Alfaguara Infantil

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La editorial <strong>Alfaguara</strong> <strong>Infantil</strong> y Juvenil se une a la celebración mundial<br />

del “Día <strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong>”, que conmemora el nacimiento de este genial y querido<br />

autor.<br />

Durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, todos los países de<br />

habla hispana estaremos promoviendo la exploración de la obra de <strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong><br />

dentro y fuera de las aulas y apostaremos por la difusión de su extraordinario<br />

legado literario. La celebración estará marcada por una serie de eventos y<br />

actividades especiales para realizar en familia y en la escuela.<br />

El 13 de septiembre, que ha sido declarado como el “Día <strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong>”, será el centro<br />

de estas celebraciones y, a partir de esa fecha, la comunidad lectora y las instituciones<br />

educativas llevarán a cabo gran parte de las actividades promovidas desde<br />

las webs oficiales.<br />

Más información en: www.roalddahlday.info y www.leeresunbuenplan.es


El que no cree en la magia<br />

nunca la encontrará.<br />

Una autobiografía es un libro<br />

que una persona escribe sobre<br />

su propia vida y está por<br />

lo general lleno de todo tipo<br />

de detalles aburridos.


<strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong> nació en Llandaff (País de Gales, Reino Unido), el 13 de<br />

septiembre de 1916. Sus padres eran noruegos emigrantes, eligieron<br />

el nombre de <strong>Roald</strong> en honor al explorador del Polo Sur, <strong>Roald</strong><br />

Amundsen, considerado héroe nacional de Noruega. La tragedia marcó su<br />

vida desde niño. Cuando tenía 3 años una hermana murió de apendicitis<br />

y un mes después murió también su padre de neumonía. Su madre tuvo<br />

que cuidar a los cuatro hermanos y a dos más de la primera esposa de su<br />

padre.<br />

Hasta los 9 años asistió a la Escuela de la Catedral de Llandaff, ahí tuvo<br />

su primer contacto con el rígido sistema educativo de la época que sería<br />

retratado en muchos de sus libros. En 1925, entró interno al colegio inglés<br />

St. Peter’s, donde practicaban una disciplina feroz y los castigos corporales<br />

eran frecuentes: “nos pegaban por hacer todo lo que era natural que<br />

hicieran unos niños como nosotros”.<br />

A los 13 años es enviado a otro internado, Repton, una escuela pública<br />

en la que las palizas “eran más feroces y frecuentes todavía”. Durante su


infancia y adolescencia viaja todos los veranos a Noruega con<br />

la familia, y más adelante explora Terranova.<br />

En 1934, pese a los ruegos de su madre porque fuera a la universidad,<br />

comenzó a trabajar en el Departamento Oriental de<br />

la Shell Oil Company, la multinacional petrolera. Él sólo quería<br />

viajar y conocer el mundo. Tres años más tarde la compañía lo<br />

envía a Tanzania (África Oriental). Cuando empieza la Segunda<br />

Guerra Mundial se enrola como piloto de la RAF (Real Air Force)<br />

en Nairobi. Está a punto de morir en Libia en un aterrizaje forzoso<br />

pero, tras pasar seis meses hospitalizado, se reincorpora<br />

a la fuerza aérea inglesa en Grecia, luego en Palestina. Lamentablemente,<br />

para él que adoraba volar, las secuelas de su accidente<br />

lo obligan a retirarse.<br />

Desde 1942 sirve como agregado aéreo adjunto en Washington.<br />

Y aquí empieza la leyenda del escritor infantil más popular<br />

en el mundo anglosajón. El escritor C.S. Forester le pide que<br />

cuente sus experiencias de guerra para que él escriba un artículo<br />

para el Saturday Evening Post. <strong>Roald</strong> responde por escrito y el<br />

texto es tan perfecto que se publica tal cual. “¿Sabía que era usted<br />

escritor...”, le escribe Forester al naciente autor.<br />

En 1943, publica su primer libro infantil Los Gremlins, los derechos<br />

fueron adquiridos por Disney pero nunca hicieron la película<br />

(no confundir con el film de Joe Dante, Gremlins de 1984).<br />

En 1948, aparece Sometime Never, y mantiene una exitosa carrera<br />

como escritor de cuentos fantásticos para adultos, llenos<br />

de humor negro y vueltas de tuerca, que aparecerán en revistas<br />

como Harper’s, Playboy y The New Yorker. Escribió más de se­


senta cuentos y se han publicado numerosas colecciones, muchas de<br />

ellas después de su muerte.<br />

Tras la publicación de James y el melocotón gigante, en 1961, es cuando<br />

empieza a adquirir notoriedad como autor de libros para niños. En 1964<br />

Charlie y la fábrica de chocolate se convierte en un bestseller mundial. Se<br />

multiplica su fama como escritor infantil. A partir de ahí, todos son éxito<br />

tras éxito (las fechas corresponden a las primeras ediciones en inglés):<br />

El dedo mágico (1966), El Superzorro (1970), Charlie y el gran ascensor de<br />

cristal (1973), Danny el campeón del mundo (1975), El enorme cocodrilo (1978),<br />

Los Cretinos (1980), La maravillosa medicina de Jorge (1981), El Gran Gigante Bonachón<br />

(1982), Cuentos en verso para niños perversos (1982), Las brujas (1983),<br />

¡Qué asco de bichos! El Cocodrilo Enorme (1984), La Jirafa, el Pelícano y el Mono<br />

(1985), Matilda (1988), Puchero de rimas (1989), Agu Trot, (1990), Los mimpins<br />

(1991) y El vicario que hablaba al revés (1991).<br />

La mayoría de sus libros han sido ilustrados, desde 1978, por Quentin<br />

Blake, elegido personalmente por <strong>Dahl</strong>: “Creo que es el mejor ilustrador<br />

de libros infantiles que hay en el mundo en este momento”.<br />

En 1984 editó dos libros autobiográficos para adultos. En Boy (Relatos<br />

de la infancia) cuenta su niñez y adolescencia, y en Volando solo, sus años<br />

como piloto en la Segunda Guerra Mundial.<br />

<strong>Dahl</strong> se casó dos veces. Su primera esposa fue la actriz Patricia Neal<br />

con la que tuvo cinco hijos. Se divorciaron en 1973. Diez años después se<br />

casó con Felicity Ann Crosland, quien solía ser la mejor amiga de su primera<br />

esposa. Vivió los últimos años de su vida en una granja de Bucking<br />

Hamshire trabajando infatigablemente.<br />

Murió en Oxford, Inglaterra, el 23 de noviembre de 1990, a los 74 años<br />

de edad. Su amplia labor altruista, poco conocida, en los campos de la


neurología, la hematología y la alfabetización, ha continuado<br />

tras su desaparición a través de la <strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong> Foundation. El diez<br />

por ciento de los derechos de autor de todas sus obras van tanto<br />

a esta fundación como al <strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong> Museum and Story Centre,<br />

que se dedica a fomentar la lectura y la escritura.<br />

Charlie y la fábrica de chocolate alcanzó desde su publicación<br />

gran éxito en todo el mundo, y siguen vendiéndose cientos de<br />

miles de ejemplares al año. La mayoría de sus obras se han<br />

ido convirtiendo con el paso del tiempo en éxitos globales. La<br />

edición china de esta primera obra fue la mayor impresión conocida:<br />

dos millones en la primera tirada.<br />

Otro ejemplo, Matilda, el penúltimo libro del escritor, rompió<br />

todos los récords de ventas en el Reino Unido con más de medio<br />

millón de copias vendidas en seis meses. Desde la muerte de<br />

<strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong>, sus libros han mantenido su enorme popularidad.<br />

El total de ventas en el Reino Unido ronda los 30 millones, con<br />

más de un millón de copias vendidas al año. En Estados Unidos,<br />

ha sido un éxito rotundo ya que los libros de <strong>Dahl</strong> están<br />

alcanzando ahora el estatus de bestsellers.<br />

En una encuesta realizada el Día Mundial<br />

del Libro de 1999, entre 15.000 niños norteamericanos<br />

de 7 a 11 años, Matilda fue votado<br />

como el libro infantil más popular.<br />

Charlie y la fábrica de Chocolate,<br />

Los Cretinos y El Gran Gigante<br />

Bonachón aparecieron también<br />

entre los diez primeros.


Los adultos son criaturas llenas<br />

de caprichos y secretos.<br />

Una vida se compone de un gran número<br />

de pequeños sucesos y de un pequeño<br />

número de grandes sucesos.


En 1955 <strong>Dahl</strong> comenzó su relación con el cine cuando Alfred Hitchcock<br />

hizo una versión cinematográfica de su cuento “Cordero asado” (en<br />

Relatos Escalofriantes). En 1968 participó en el guión del film musical<br />

Chitty Chitty Bang Bang, de Ken Hughes, y también, en 1967, escribió el<br />

guión de Solo se vive dos veces de la serie de James Bond.<br />

Muchos de sus cuentos han sido adaptados a la televisión con desigual<br />

fortuna, pero su contacto con el cine ha producido algunos éxitos notables<br />

aunque el autor nunca estuviera del todo satisfecho con las versiones<br />

realizadas. A continuación detallamos las películas basadas en<br />

sus libros que han llegado a la pantalla y los premios y nominaciones<br />

recibidas.


Willy Wonka y la fábrica de chocolate,<br />

Mel Stuart,<br />

Paramount Pictures (EEUU, 1971)<br />

1971: Nominada al Oscar por mejor<br />

canción original<br />

Danny<br />

el campeón del mundo,<br />

Gavin Miller,<br />

Walt Disney (EEUU, 1989)<br />

BFG<br />

(El Gran Gigante Bonachón),<br />

Brian Cossgrove,<br />

Cossgrove Halls Films (U.K., 1989)


Las Brujas,<br />

Nicolas Roeg,<br />

Warner Bros y<br />

Lorimar Film (EEUU, 1990)<br />

James y el melocotón gigante,<br />

Henry Selick,<br />

Walt Disney (EEUU, 1996)<br />

1996: Nominada al Oscar por mejor<br />

banda sonora original comedia o musical.<br />

1997: Premio Mejor Largometraje<br />

Festival Annecy<br />

Matilda,<br />

Danny de Vito,<br />

Tristar Pictures y Jersey Film (EEUU, 1996)<br />

1996: Premio Sección oficial largometrajes<br />

a concurso, Festival de Sitges


Charlie y la fábrica de chocolate,<br />

Tim Burton,<br />

Warner Bros. y Village Roadshow Pictures<br />

(EEUU, 2005)<br />

2005: Nominada al Oscar por mejor vestuario,<br />

nominada al Globo de Oro por mejor actor de<br />

comedia o musical (Johny Deep); cuatro nominaciones<br />

a los premios BAFTA, incluyendo<br />

mejor vestuario y efectos especiales<br />

Fantástico Sr. Fox,<br />

Wes Anderson,<br />

Twentieth Century Fox Animation, etc.<br />

(EEUU, 2009)<br />

2009: Dos nominaciones al Oscar por<br />

mejor película de animación y mejor banda<br />

sonora, Premio Annie al Mejor Guión y tres<br />

nominaciones más, nominada al Globo de<br />

Oro por mejor film de animación, 2 nominaciones<br />

a los Premios BAFTA por mejor<br />

película de animación y por música, Premio<br />

NBR al Logro Especial, y Premio de la Asociación<br />

de Críticos de Los Ángeles como<br />

Mejor Largometraje de Animación


No importa lo que usted sea o parezca,<br />

mientras alguien lo ame.<br />

Se trata de dejar en ridículo a<br />

los adultos ¿sabe usted Es algo inofensivo<br />

pero a los niños les encanta.


El Superzorro (1970)<br />

Había una vez un valle, tres granjas, tres malvados granjeros y un<br />

bosque. Y en él don Zorro, doña Zorra y sus cuatros zorritos viven<br />

tranquilamente hasta que los granjeros se obsesionan con darles<br />

casa.<br />

Don Zorro, con gran astucia, será capaz de enfrentarse con éxito<br />

a los vicios y malas costumbres de algunos humanos.<br />

¡Qué asco de bichos!<br />

El Cocodrilo Enorme (1978)<br />

“El cerdo, “El cocodrilo”, “El león”, “El escorpión”, “El oso hormiguero”,<br />

“El erizo”, “La vaca”, “La rana y el caracol”, y “El bicho de<br />

mi tripa” son nueve cuentos en verso, que junto con “El Cocodrilo<br />

Enorme”, conforman este volumen lleno de humor.<br />

Voy a buscar un niño<br />

para mi desayuno.<br />

Podrás oír cómo crujen<br />

Sus huesos uno a uno


La Jirafa, el Pelícano y el Mono (1985)<br />

Una disparatada historia llena de fantasía con personajes<br />

simpáticos y situaciones inverosímiles que<br />

nos muestran la vida desde el lado positivo, donde<br />

cada uno encuentra su lugar.<br />

Conseguirás que estemos contigo<br />

cuando abras de nuevo este libro.<br />

¡Siempre estaremos aquí éstos y yo!<br />

Pues no hay libro que sea aburrido<br />

si están dentro de él tus amigos,<br />

¡La Jirafa, el Pelícano y Yo!<br />

Agu Trot (1990)<br />

Este el último libro de <strong>Dahl</strong> publicado en vida, y narra<br />

la tierna historia de amor de dos personas de la<br />

tercera edad y de nada menos que 140 tortugas.<br />

El señor Hoppy vivía en un pisito en lo alto de un elevado<br />

edificio de cemento. Vivía solo, y ahora que estaba jubilado<br />

se encontraba más sólo que nunca.<br />

En la vida del seño Hoppy había dos amores. Uno eran<br />

las flores que cultivaba en su balcón…


Los mimpins (1991)<br />

Billy vive junto a un bosque que le han prohibido visitar. Pese a la<br />

orden precisa de su madre, un día decide internarse entre los árboles.<br />

¿Encontrará monstruos horribles o un mundo maravilloso<br />

Y, sobre todo, mirad con ojos siempre muy atentos al mundo que os<br />

rodea, porque los más grandes secretos están siempre escondidos en<br />

los lugares más insospechados y aquellos que no creen en lo mágico<br />

nunca descubrirán las cosas mágicas.<br />

El dedo mágico (1966)<br />

Una niña de ocho años tiene un don increíble: posee un dedo<br />

mágico con el que apunta a cualquier persona que ha llegado<br />

a irritarla, transformándola de la manera más inimaginable.<br />

La señora Gregg se despertó. Y cuando vio al señor Gregg allí de pie en<br />

el suelo, ella también gritó.<br />

¡Ahora era un minúsculo hombrecito! Quizás era tan alto como el<br />

asiento de una silla, pero no más. ¡Y donde habían estado sus brazos,<br />

ahora tenía un par de alas de pato!


Los Cretinos (1980)<br />

El señor y la señora Cretino son dos personajes mugrientos<br />

y miserables que sólo existen para hacerse<br />

la vida imposible mutuamente. Pero pronto todo eso<br />

va a cambiar y recibirán su merecido.<br />

Si una persona tiene malas ideas, empieza a notarse en su<br />

cara. Y cuando esta persona tiene malas ideas cada día,<br />

cada semana, cada año, su cara se va poniendo cada vez<br />

más fea hasta que es tan horrible que apenas puedes soportar<br />

el mirarla.<br />

Las brujas (1983)<br />

Las brujas de todo el mundo, bajo la apariencia de<br />

señoras corrientes, están celebrando su convención<br />

anual. En ella deciden aniquilar a todos los niños. Pero<br />

el protagonista de esta historia y su abuela conseguirán<br />

vencerlas gracias al ratonizador mágico.<br />

Una bruja de verdad es sin duda la más peligrosa de todas<br />

las criaturas que viven en la tierra. Lo que la hace doblemente<br />

peligrosa es el hecho de que no parece peligrosa.


Cuentos en verso para niños perversos (1982)<br />

Una particular revisión de cuentos clásicos en la que Cenicienta<br />

acaba “casada con un señor que hacía mermelada”,<br />

Blanca Nieves hace autostop, los tres osos se comen a<br />

Rizos de Oro y Caperucita Roja se hace un abrigo con el<br />

lobo y ¡con los tres cerditos!<br />

“¡Si ya nos lo sabemos de memoria!”, diréis.<br />

Y, sin embargo, de esta historia<br />

tienes una versión falsificada,<br />

rosada, tonta, cursi, azucarada,<br />

que alguien con la mollera un poco rancia<br />

consideró mejor para la infancia<br />

La maravillosa medicina de Jorge (1981)<br />

La abuela de Jorge es insoportable, una vieja desagradable<br />

y muy molesta. Por eso Jorge le prepara una medicina<br />

muy especial con desternillantes consecuencias.<br />

-Algunos de nosotros -siguió la vieja- tenemos fuego en la lengua,<br />

chispas en la tripa y brujería en las puntas de los dedos…<br />

Algunos de nosotros sabemos secretos que te pondrían los pelos<br />

de punta y harían que los ojos se te salieran de las órbitas…


James y el melocotón gigante (1961)<br />

El pobre James se queda huérfano y va a vivir con sus insufribles<br />

tías que lo castigan y explotan sin compasión. Un extraño<br />

personaje le da unas semillas de las que nace un gigantesco<br />

melocotón que será el inicio del más increíble de los viajes<br />

que cambiará por completo y para siempre su vida.<br />

Veremos quizá al monstruo de la nieve,<br />

el de muchas cabezas: treinta y nueve.<br />

El que estornuda y tiene tantos mocos<br />

que cinco mil pañuelos le son pocos.<br />

Matilda (1988)<br />

Aunque su padres la consideran una inútil, Matilda, es una<br />

niña genial, lee muchísimo y tiene asombrosos conocimientos.<br />

Al entrar por fin a la escuela se las verá con la terrible<br />

señorita Trunchbull, una maestra cruel que odia a los niños.<br />

Los libros la trasportaban a nuevos mundo y le mostraban personajes<br />

extraordinarios que vivían unas vidas excitantes. Viajó por<br />

todo el mundo, sin moverse de su pequeña habitación de aquel<br />

pueblecito inglés.


Charlie y la fábrica de chocolate (1964)<br />

Charlie es un niño muy humilde que vive con sus padres<br />

y abuelos. Su sueño es conocer la fábrica de chocolate<br />

de Willy Wonka que está frente a su casa. Podrá<br />

hacerlo junto a otros cuatro niños que encarnan los<br />

típicos pecados infantiles: gula, apatía, pereza, presunción...<br />

Su manera de ser hará que el señor Wonka<br />

se fije especialmente en él.<br />

Sólo una vez al año, en su cumpleaños, lograba Charlie<br />

Bucket probar un trozo de chocolate. Toda la familia<br />

ahorraba su dinero para esta ocasión especial, y cuando<br />

llegaba el gran día, Charlie recibía de regalo una chocolatina<br />

para comérsela él solo.<br />

Charlie y el gran ascensor de cristal (1973)<br />

Charlie, junto a su familia, toma posesión de la fábrica<br />

de chocolate. Cuando el señor Wonka les muestra<br />

las instalaciones en el Gran Ascensor de Cristal, este<br />

sale disparado y entra en órbita. Aventuras espaciales<br />

y enloquecedores peligros se suceden en esta continuación<br />

del mayor éxito de <strong>Dahl</strong>.


Danny el campeón del mundo (1975)<br />

Danny se siente orgulloso de su padre y piensa que es<br />

el mejor que podía tener, hasta que una noche descubre su<br />

gran secreto. Pero, pese a todo, Danny está firmemente decidido<br />

a ayudarle.<br />

Y dentro del bosque un pelotón de ojeadores pagados empezaría a<br />

dar gritos y a varear la maleza para que faisanes salieran del bosque<br />

en dirección a las escopetas que los esperaban… y mira tú qué<br />

pena… ¡no habría ni un solo faisán en ninguna parte! ¡Y la cara<br />

del señor Hazell se pondría más roja que una remolacha cocida!<br />

El Gran Gigante Bonachón (1982)<br />

Aquella noche Sofía no lograba dormir. A pesar de estar prohibido<br />

levantarse en el orfanato, saltó de la cama para cerrar las<br />

cortinas. Entonces vio horrorizada cómo un gigante se acercaba<br />

por la calle. Era el Gran Gigante Bonachón, que la envolvió en<br />

una sábana y se la llevó al país de los gigantes.<br />

-Las pesadillas son algo tremendo -dijo Sofía-. Una noche tuve<br />

una, y desperté bañada en sudor.<br />

–Pues con ésta, te dispirtarías gritando –explicó el GGB-. El sueño<br />

que hay ahí dentro te pondría los dientes de punta, y te castañetearían<br />

los pelos y, por último, la sangre se te cobrintiría en carambámbanos<br />

de hielo, y tu piel acabaría arrastrándose por el suelo…


Boy (relatos de infancia) (1984)<br />

Boy es el relato de la infancia de <strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong>. Momentos<br />

familiares maravillosos se mezclan con otros más<br />

tristes, y aventuras llenas de peligro siguen a otras<br />

desternillantes. La pérdida de su padre y su hermana,<br />

el gran complot de los ratones, los castigos en el colegio<br />

y el paseo que casi le cuesta la nariz son sólo algunos<br />

de los inolvidables episodios de este libro lleno de<br />

aventuras.<br />

Ninguna de estas cosas es importante, pero todas causaron<br />

en mí una impresión tan viva que ya nunca he sido capaz de<br />

quitármelas de la cabeza. Cada una de ellas, tras un lapso<br />

de cincuenta y a veces hasta sesenta años, ha permanecido<br />

bien grabada en mi memoria. (…) Todas son verdad.<br />

Volando solo (1986)<br />

Viajes por el continente africano, el terrible accidente<br />

cuando era un piloto de combate de la Segunda Guerra<br />

Mundial... <strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong> nos introduce en los acontecimientos<br />

más fascinantes de una vida marcada por la<br />

aventura.<br />

Cuando se apagaron las llamas y el desierto quedó a oscuras,<br />

una pequeña patrulla, compuesta por tres valientes<br />

soldados se arrastró desde las líneas británicas para inspeccionar<br />

el accidente. No pensaron ni por un momento<br />

encontrar más que un fuselaje quemado y un esqueleto calcinado<br />

y se quedaron atónitos cuando llegaron a mi cuerpo,<br />

que aún respiraba, que yacía en la arena.


Los secretos más grandes se ocultan<br />

siempre en los lugares más inverosímiles.<br />

Un poco de magia puede llevarte muy lejos.


Conoció el código infantil y éste no radicó en vetar maldades adultas o comportamientos<br />

violentos. Creó personajes grotescos, unió fantasía y realidad y concibió<br />

historias que, según la imaginación de cada quien, pueden pasarle a cualquier<br />

pequeño. <strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong> es como un Hans Christian Andersen moderno. Su literatura<br />

infantil traspasa las fronteras de lo tradicional y eso, como a Andersen, lo llevó al éxito.<br />

Despojó de tabúes sus historias para niños utilizando a veces un lenguaje coloquial. Porque, en<br />

una palabra, fue un escritor honesto.<br />

Como los de Andersen, sus personajes son novedosos y complejos y además tienen esa<br />

virtud de criticar a la sociedad (como en Charlie… y Matilda). Unió el folclor de las leyendas<br />

noruegas con la imaginación (Las brujas), algo que hizo Andersen con las danesas. Y usó a los<br />

niños como protagonistas, casi siempre. O bien, la mente de un niño (inteligente) para narrar.<br />

Livio Ávila (Vanguardia de Coahuila, 2010)<br />

Características de la obra de <strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong><br />

Tanto Las brujas como la mayor parte de sus narraciones infantiles se desarrollan a partir de<br />

un problema que rompe el curso natural de la vida del protagonista y que se soluciona con<br />

un final feliz, al igual que el planteamiento de los cuentos populares. Así, el niño protagonista<br />

(desconocemos su nombre) de Las brujas tiene que hacer frente a la tragedia de la muerte de<br />

sus padres y a los problemas que esto acarrea, además de luchar contra las brujas. Pero, al final,<br />

gracias al esfuerzo y a la superación de las dificultades se llega a un desenlace feliz, en el que<br />

los buenos triunfan y los malos reciben su castigo a modo de un final catártico para el lector.<br />

También como en la literatura popular, se establece una dicotomía entre héroes y villanos. En<br />

nuestro caso el héroe es el niño y las brujas las villanas, a las que finalmente vence.<br />

La influencia de Lewis Carol y Charles Dickens<br />

La influencia del autor de Alicia en el país de las maravillas queda patente por un lado en el uso<br />

del humor y la sátira, incluso cuando se trata de una narración de terror como en Las brujas,<br />

hasta el punto de hacer reír a los lectores. Por otra parte, hay ciertas similitudes entre las metamorfosis<br />

de Alicia y lo que les sucede al protagonista y a Bruno, que se convierten en ratones.<br />

Se trata, en realidad, de cambios físicos, ya que los personajes siguen hablando y pensando<br />

igual que antes, como humanos. Se han convertido en animales que hablan. Incluso se llega a<br />

situaciones absurdas, como el caso de la niña desaparecida que reaparece en el cuadro de los<br />

patos y va creciendo. <strong>Dahl</strong> fue lector en su infancia de Dickens y probablemente esta sea otra de


las razones por las que le gusta crear personajes infantiles huérfanos como el niño de nuestra<br />

historia, igual que Oliver Twist.<br />

Humor en adultos-opresores y niños-oprimidos<br />

Otra característica recurrente en sus textos infantiles es presentar a los adultos como seres<br />

opresores, ridículos, crueles, despiadados, en contraposición a los niños indefensos, valientes,<br />

inteligentes, bondadosos... creando así una división clara entre valores negativos y positivos.<br />

Se trata de un recurso que tal vez sea una de las claves, entre muchas otras, del éxito de sus<br />

narraciones entre los niños.<br />

(Guía de Lectura de Las brujas, Biblioteca d´Alfara del Patriarca, 2011)<br />

Cuando <strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong> se mudó a Great Missenden en Buckinghamshire, en 1965, construyó<br />

una pequeña cabaña para escribir. La familia de <strong>Dahl</strong> ha mantenido la cabaña casi<br />

intacta desde que el autor murió, pero incluso durante su vida era bastante oscura,<br />

destartalada y muy básica. Nadie podía entrar a ella, excepto <strong>Dahl</strong> y no se le permitía<br />

a nadie limpiarla tampoco, estaba impregnada de olor a tabaco y el suelo cubierto<br />

de virutas de lápiz y cenizas de cigarrillo.<br />

La soledad de su cabaña alimentó la creatividad de <strong>Dahl</strong>; escribió todos sus<br />

cuentos para niños dentro de estas pequeñas paredes. Así describió <strong>Dahl</strong> el<br />

poder del lugar:<br />

“Te conviertes en una persona diferente, no eres más un hombre ordinario<br />

que se pasea y cuida a sus hijos. Que come meriendas y hace cosas tontas, entras<br />

a un mundo completamente diferente. Yo personalmente cierro las cortinas de la<br />

habitación para no ver a través de la ventana, y coloco una pequeña lámpara que<br />

alumbre mi tablero. Todo lo demás en tu vida desaparece quedando absorto en un pedazo<br />

de papel. Te conviertes en otra persona por un momento. El tiempo desaparece<br />

por completo. Podrías comenzar a las nueve de la mañana y la próxima vez que mires<br />

al reloj, cuando empieces a sentir hambre, ya es la hora del almuerzo. Y no tienes la<br />

menor idea de que han pasado ya tres o cuatro horas. ”<br />

(10 Estudios. Bibliotecas de hombres famosos, sinembargo.mx.)<br />

Gran parte de aquello que se consideraba literatura infantil no había sido escrito para niños,<br />

como Las mil y una noches o las recopilaciones de los hermanos Grimm. Sin embargo en tiempos<br />

del barroco, cuando una risueña autocrítica inunda muchos textos en el marco de un sistema<br />

económico-político que se dirigía a su descomposición, aparecen textos para adultos que in­


ciden en lo heroico-cómico-maravilloso y que serán leídos por niños y jóvenes dejando<br />

de lado el aspecto de sátira social y gozando en cambio con lo fabuloso, con la aventura.<br />

En el siglo XX con los aportes de las diversas corrientes psicológicas se reconocen las<br />

peculiarísimas características de la niñez. El niño no es un proto-adulto, no es un adulto<br />

pequeño, es un niño.<br />

Sin desconocer que es a los adultos a quienes en principio competiría crear los textos de<br />

literatura para niños pues, aunque existen autorizadas opiniones que sostienen lo contrario,<br />

en palabras de Sánchez Lihón: “Toda literatura exige una mentalidad imbuida de ciertas<br />

categorías culturales gran parte de las cuales constituyen una tradición, lo que adecua una<br />

percepción capaz de captar todas las intenciones que son dadas en un signo y en códigos<br />

más o menos determinados”<br />

Una literatura para niños con un concepto moderno de respeto al niño, a través de la cual<br />

su lector implícito es decir el niño (y el adulto en tanto que fue niño y como persona, capaz<br />

de goce estético) sea quien se conozca y reconozca a sí mismo e iníciese en los placeres<br />

que el arte proporciona.<br />

Es esta la literatura que realizó <strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong> y la que realiza Jorge Eslava. Sus lectores<br />

se identifican con personajes infantiles que, como ellos, ven a los adultos como seres injustos<br />

[la abuela de Jorge (La maravillosa medicina de Jorge) los padres de Matilda (Matilda) y un largo<br />

etcétera, en los textos de <strong>Dahl</strong>, o en Eslava: el padre de Pedro (El maromero) y los aldeanos (La<br />

niña de la sombra de colores) entre otros], que los agreden moralmente (<strong>Dahl</strong>: los tíos de James,<br />

en James y el melocotón gigante, Eslava: los aldeanos, en La niña de la sombra de colores) y físicamente<br />

(<strong>Dahl</strong>: la sádica directora de escuela en Matilda, Eslava: El padre de Pedro en El maromero,<br />

la bruja en Las torres del castillo) y a quienes muy en lo íntimo de su ser desearían castigar (por<br />

eso la recurrente fantasía infantil, mencionada por diversos psicólogos, de morir y ver a sus padres<br />

sufrir arrepentidos por el mal supuesto o real que le hicieron. Castigos que se hacen reales<br />

en las obras de ambos autores (en <strong>Dahl</strong> en casi todos sus textos, en Eslava sobre todo en La niña<br />

de la sombra de colores, El maromero y Las torres del castillo, en menor medida La loca de las bolsas<br />

y El volador invencible, donde el metafórico castigo consiste en ganarle el partido de fútbol a los<br />

soberbios miembros del equipo de mayores.<br />

(La influencia de <strong>Roald</strong> <strong>Dahl</strong> en la literatura para niños de Jorge Eslava, José Alejandro Valencia-Arenas)


La vida de un escritor es un verdadero infierno comparada con la<br />

de un empleado. El escritor tiene que obligarse a trabajar. Ha de<br />

establecer sus propios horarios y si no acude a sentarse a su mesa<br />

de trabajo no hay nadie que le amoneste. Si es autor de obras de<br />

ficción, vive en un mundo de temores. Cada nuevo día exige ideas<br />

nuevas, y jamás puede estar seguro de que se le vayan a ocurrir.<br />

Dos horas de trabajo dejan al autor de ficción absolutamente<br />

exhausto. Durante esas dos horas ha estado a leguas de distancia,<br />

ha sido otra persona, en un lugar distinto, con gente totalmente<br />

distinta, y el esfuerzo de volver al entorno habitual es muy grande.<br />

Es casi una conmoción. El escritor sale de su cuarto de trabajo como<br />

aturdido. Le apetece un trago. Lo necesita. Es un hecho que casi todos<br />

los autores de ficción beben más whisky del que les conviene para su<br />

salud. Lo hacen para darse fe, esperanza y ánimo. Es un insensato el<br />

que se empeña en ser escritor. Su única compensación es la libertad<br />

absoluta. No tiene quien le mande, salvo su propio espíritu,<br />

y eso, estoy seguro, es lo que le tienta.

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