a través de Biodanza

En Biodanza se vivencian estados de trance y regresión,
estados Yin, que activan procesos de renovación y
regulación orgánica.
Biodanza facilita el reaprendizaje de las funciones
originarias de la vida, los instintos. Desde esta perspectiva
facilita rescatar a la mujer salvaje, rescatar la sabiduría
instintiva femenina que te permite manifestarte
plenamente y te guía hacia la conservación y evolución de
tu esencia, de tu vida.
Para mí ésta es la mayor aportación que Biodanza puede
dar a todas las mujeres que nos hemos sentido cautivas
dentro de una jaula, a las que hemos permitido el maltrato
de nuestra naturaleza femenina. Biodanza nos ayuda en el
proceso de descubrir cómo estamos, qué necesitamos, qué
potenciales tenemos; facilita la ruptura de las cadenas
culturales, y nos ofrece un útero protector donde
entregarnos, donde retirar por fin la mordaza de nuestros
labios, de nuestros pies y expresarnos libremente tal y
como somos.
Biodanza es un espacio donde la mujer va descubriendo
quién es en esencia, rescatando sus pedazos y
reconstruyéndose paso a paso de forma sencilla y natural,
se trata de una trasformación donde vamos creándonos a
nosotras mismas en constante evolución.
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