28.01.2015 Views

Descargar libro en PDF

Descargar libro en PDF

Descargar libro en PDF

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

- 15-<br />

Son otros valores, no tan fácilm<strong>en</strong>te tasables, los que yo quiero destacar aquí con miras de<br />

máximo desinterés y afanes de fuerte simpatía a los pobres paisanos inmediatam<strong>en</strong>te perjudicados<br />

por la b<strong>en</strong>eficiosa obra.<br />

Alguno de estos valores son realm<strong>en</strong>te imponderables; otros acaso puedan proyectarse <strong>en</strong><br />

recomp<strong>en</strong>sas materiales, cuya cuantía ha de fijarse por la g<strong>en</strong>erosidad del Estado <strong>en</strong> at<strong>en</strong>ción a la<br />

magnitud del sacrificio.<br />

Las fincas, como las vacas, como las herrami<strong>en</strong>tas de trabajo, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> dos valores: uno, el que<br />

repres<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> sí mismas con arreglo a las tarifas del mercado; otro, el que significan para la vida de<br />

los aldeanos que con esas cosas se manejan para ganar el pan de cada día.<br />

La conjugación de ambos valores, <strong>en</strong> bi<strong>en</strong> del aldeano perjudicado, ha de ser resuelta <strong>en</strong> un<br />

plan de alta justicia y sin excesivos rigores administrativos.<br />

Porque aun resuelta esa cuestión <strong>en</strong> b<strong>en</strong>eficio de los paisanos, aun queda lo que no se puede<br />

valorar, ni pesar, ni medir: el sacrificio <strong>en</strong>orme de abandonar la tierra <strong>en</strong> que se ha nacido, el solar<br />

de la propia historia, el cem<strong>en</strong>terio de tan hondas evocaciones, la parroquia donde estaban las raíces<br />

de la espiritualidad, la escuela con los recuerdos de la niñez, el prado am<strong>en</strong>o que <strong>en</strong> los pocos días<br />

de vagar y de fiesta era el campo de bailes y juegos de la mocedad, el panorama de belleza solemne<br />

a cuya luz se recrea el aldeano p<strong>en</strong>sando acertadam<strong>en</strong>te que no hay <strong>en</strong> el mundo paisaje como aquel<br />

ni prado como el suyo.<br />

Desde el alto <strong>en</strong> que la iglesia de Oblanca destaca su estampa típica de montaña, se abre<br />

una vega graciosa y 3legre.<br />

-!Y que t<strong>en</strong>gamos que dejar esta vega tan guapa!-, me decía nn hombre de Oblanca, <strong>en</strong><br />

una de estas tardes ototíales leonesas, de cielo limpio y luz maravillosa.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!