INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO 2001 Poner el
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Las opiniones que dominan<br />
<strong>el</strong> debate mundial pueden<br />
culminar en decisiones<br />
que no respondan a los<br />
intereses de las<br />
comunidades locales<br />
RECUADRO 3.1<br />
D<strong>el</strong> mismo modo, los que propugnan las nuevas<br />
tecnologías su<strong>el</strong>en no considerar otras opciones.<br />
Por ejemplo, la energía nucleo<strong>el</strong>éctrica debe<br />
analizarse no sólo respecto de los combustibles fósiles,<br />
sino también de terceras alternativas, que posiblemente<br />
resulten preferibles, como la energía<br />
eólica o las pilas de combustible de hidrógeno. Por<br />
otra parte, muchos afirman que <strong>el</strong> uso de los organismos<br />
modificados genéticamente debe analizarse<br />
en r<strong>el</strong>ación con otras opciones como la<br />
agricultura orgánica, que en algunas situaciones podría<br />
resultar más apropiada.<br />
Sin embargo, aún cuando las sociedades y comunidades<br />
consideren todos los aspectos, es posible<br />
que lleguen a decisiones diferentes debido a<br />
la variedad de riesgos y beneficios que tienen ante<br />
sí y su capacidad de gestión. Los consumidores<br />
europeos que no se enfrentan a la escasez de alimentos<br />
ni sufren carencias nutricionales encuentran<br />
pocos beneficios en los alimentos modificados<br />
genéticamente, y se concentran más en los posibles<br />
efectos sanitarios. No obstante, es más probable<br />
que las comunidades agrícolas desnutridas<br />
en los países en desarrollo se concentren más en<br />
los posibles beneficios de una mayor producción<br />
que en <strong>el</strong> aumento d<strong>el</strong> valor nutritivo de su alimentación,<br />
es decir, que los riesgos de no introducir<br />
<strong>el</strong> cambio pueden pesar más que cualquier preocupación<br />
por los efectos sanitarios. Incluso dos países<br />
en desarrollo que necesiten recibir los beneficios<br />
de los cultivos modificados genéticamente pueden<br />
<strong>el</strong>egir opciones diferentes, ya que uno de <strong>el</strong>los<br />
puede estar en mejores condiciones de asumir la<br />
gestión de los riesgos.<br />
Esfuerzos históricos por prohibir <strong>el</strong> café<br />
Fuente: Pendergrast 2000; Roast and Post Coffee Company <strong>2001</strong>.<br />
Muchos cultivos que dominan hoy <strong>el</strong> mercado<br />
mundial atravesaron largos períodos de rechazo<br />
debido a sus posibles riesgos. Por ejemplo, <strong>el</strong> café,<br />
que ahora es <strong>el</strong> segundo producto más comercializado<br />
en <strong>el</strong> mundo de acuerdo con su valor,<br />
tiene una historia de denigración y prohibiciones<br />
rotundas. En Londres en 1674, en una demanda<br />
de las mujeres contra <strong>el</strong> café se protestaba contra<br />
"las grandes molestias que aquejan a las<br />
mujeres por <strong>el</strong> excesivo uso de esa bebida que reseca<br />
y debilita". La oposición a los cafés a menudo<br />
estuvo motivada por razones políticas. El<br />
Rey Carlos II trató de prohibirlos en 1675 por<br />
considerarlos focos revolucionarios.<br />
En 1679, cuando se pensó que <strong>el</strong> café estaba<br />
compitiendo con <strong>el</strong> vino en Francia, los médicos<br />
se opusieron a la bebida. Un galeno afirmó<br />
que <strong>el</strong> café resecaba los humores d<strong>el</strong> cerebro,<br />
y provocaba agotamiento, impotencia y<br />
parálisis. En Alemania, donde <strong>el</strong> café era igualmente<br />
polémico, los médicos afirmaban que era<br />
causa de esterilidad femenina y muerte prenatal.<br />
En 1732 Johann Sebastian Bach compuso<br />
su Kaffee-Kantate por una parte como una<br />
oda al café y por otra parte para protestar contra<br />
<strong>el</strong> movimiento que impedía que las mujeres<br />
lo bebieran. Preocupado por la manera en<br />
que las importaciones de café verde desangraban<br />
la riqueza de Prusia, en 1775 Federico <strong>el</strong><br />
Grande censuró <strong>el</strong> aumento en <strong>el</strong> consumo de<br />
café como un acto repugnante e instó a al pueblo<br />
a beber cerveza, como sus antepasados.<br />
Esos debates a niv<strong>el</strong> mundial afectan las cuestiones<br />
que dominan los procesos de adopción de<br />
decisiones y modifican las opiniones que determinan<br />
dichos procesos.<br />
FUNCION DE LA OPINION PUBLICA EN LA<br />
DETERMINACION DE LAS OPCIONES<br />
En los sistemas democráticos, las opiniones de la<br />
población sobre la compensación de riesgos y beneficios<br />
su<strong>el</strong>en ser los principales factores que<br />
determinan si se promueve o prohibe una tecnología.<br />
Las referencias públicas cuentan, ya que<br />
las personas y las comunidades son las que en última<br />
instancia se beneficiarán d<strong>el</strong> cambio o asumirán<br />
su costo. Sin embargo, las opiniones que<br />
dominan <strong>el</strong> debate mundial pueden culminar en<br />
decisiones que no respondan a los intereses de las<br />
comunidades locales.<br />
EL TEMOR PUBLICO Y LOS INTERESES COMER-<br />
CIALES: FUERZAS RECTORAS DEL DEBATE<br />
Al menos dos factores han sido importantes en la<br />
determinación de las opciones, a saber:<br />
La confianza d<strong>el</strong> público en los órganos reglamentadores.<br />
La gestión deficiente de las crisis<br />
sanitarias y ambientales en Europa ha socavado la<br />
confianza en los órganos reglamentadores en las<br />
esferas de la salud y <strong>el</strong> medio ambiente. En <strong>el</strong> Reino<br />
Unido, la enfermedad de las vacas locas ha<br />
provocado <strong>el</strong> sacrificio de millones de cabezas de<br />
ganado y la muerte de decenas de personas a causa<br />
de una enfermedad conexa de atrofia cerebral 4 .<br />
La sangre infectada con <strong>el</strong> VIH utilizada en las<br />
transfusiones infectó a más de 3.600 personas en<br />
Francia a mediados d<strong>el</strong> decenio de 1980 5 . En esos<br />
casos y otros similares, la falta de transparencia<br />
acerca de lo que se conocía y la demora en la<br />
adopción de una respuesta dañaron la reputación<br />
de los órganos reglamentadores. Esa falta de confianza<br />
encontró eco en las actitudes asumidas frente<br />
a las nuevas tecnologías. En una encuesta<br />
realizada en 1997 en la que se le preguntaba a los<br />
europeos en quién confiaban más en <strong>el</strong> sentido de<br />
que les estuviera diciendo la verdad sobre los cultivos<br />
modificados genéticamente, <strong>el</strong> 26% prefirió<br />
a las organizaciones interesadas en <strong>el</strong> medio ambiente,<br />
mientras que sólo <strong>el</strong> 4% optó por las autoridades<br />
públicas y <strong>el</strong> 1%, por la industria 6 .<br />
Argumentos de intereses en pugna. Las distintas<br />
maneras en que <strong>el</strong> público percibe los riesgos<br />
también pueden verse muy influidas por los<br />
argumentos en favor y en contra esgrimidos por<br />
los grupos de interesados, los cuales a veces se ven<br />
70 <strong>INFORME</strong> <strong>SOBRE</strong> EL <strong>DESARROLLO</strong> <strong>HUMANO</strong> <strong>2001</strong>