Condiciones de salud de los trabajadores - Facultad de Medicina

CONDICIONES DE SALUD DE LOS TRABAJADORES
Nadia Parra Hidalgo
Juan Espinola Solis
INTRODUCCION
Para llegar a una discusión y análisis del tema que es objeto de este ensayo, es
necesario hacer una revisión de diferentes situaciones que forman parte del tema mismo,
como son las políticas sociales de salud, la situación de salud en Chile, los programas de
salud que van en beneficio de los trabajadores y por otro lado el tema del trabajo, la
empresa y la relación entre trabajo y salud.
Como primer paso en lo que se refiere a las Políticas de Salud, es importante
destacar que la Organización Panamericana de Salud (OPS.), tiene una importante influencia
a través de sus recomendaciones a los gobiernos en cuanto a Políticas de Salud; en términos
generales estas disposiciones reflejan algunos criterios de acuerdos entre las naciones.
Para este organismo la salud representa un estado de completo bienestar, más que
la sola ausencia de enfermedad, y en este sentido, la concibe como un amplio proceso en el
cual está involucrada toda la comunidad y no tan solo los Estados.
Siguiendo la elaboración realizada por la OPS. El Ministerio de Salud definió la
Participación en Salud (1993) como “la intervención de las personas, familias, grupos,
organizaciones sociales y comunitarias, instituciones privadas y solidarias, en la tarea de
mantener, recuperar y fomentar la salud”. Se habla de participación social cuando
intervienen todos o gran parte de estos actores, por lo tanto, desde este punto de vista
podríamos decir, como lo decía un slogan de promoción de las políticas de salud, que la salud
sería “tarea de todos”.
Así el Ministerio de Salud entiende a toda la sociedad como responsable en la
mantención de la salud, tanto en un sentido individual, como en término de los hábitos y
comportamientos sociales que la influyen. Aceptamos que la salud sería responsabilidad
nuestra y de los demás insertos en una sociedad, en una comunidad, en una institución, es
decir, en el ámbito que uno determine.
El diagnóstico epidemiológico actual plantea que las enfermedades con mayor
prevalencia en la población, se relacionan con los estilos de vida y, principalmente, con la
forma en cómo el sistema de salud chileno influye en la salud de las personas mediante los
programas existentes.

Un factor de gran influencia en la mantención de la salud es la familia, que
constituye la unidad básica de la sociedad, ya que es en el núcleo familiar en donde se
satisfacen las necesidades más elementales de las personas, como es la protección en todo
ámbito, incluida la salud; además es en este núcleo en donde se aprende tempranamente a
dialogar, a escuchar, a conocer y desarrollar los derechos y deberes como persona humana
y, por lo tanto, la familia debería constituir una base de acción para los equipos de salud, en
trabajar educando en la importancia de la salud y en las implicancias que el descuidar la
salud podría tener; que la única forma de cumplir con otra función esencial de la familia que
es asegurar a sus integrantes una estabilidad emocional, social y económica, se logra con el
estar sano y poder trabajar adecuadamente.
De lo anterior se deduce que otra influencia en la preservación de la salud es el
individuo mismo, con el valor que él le atribuye a lo que es estar sano y con la concepción que
él tiene de la salud, y a su vez con la capacidad que cuenta para solicitar las facilidades para
acceder a la atención de salud.
Al incorporarnos en el tema laboral señalamos que el trabajo es uno de los
principales factores de la producción y desde un punto de vista económico ha acompañado al
hombre desde que éste se dio cuenta que los medios que poseía eran limitados en relación a
las necesidades que tenía que satisfacer. El trabajo le permite al hombre participar en la
producción y desarrollo de la sociedad, obtener recursos y satisfacer sus necesidades y las
de su familia y relacionarse en forma armónica con su entorno social.
En atención a lo anterior el Ministerio de Salud, al definir su Política de Salud, se
ha propuesto poner en práctica el principio básico de equidad para asegurar el acceso a la
salud de toda la comunidad, entre los cuales se encuentran los trabajadores; no obstante,
nosotros creemos que ellos quedan en cierto sentido fuera de este principio por las
dificultades que implican cumplir jornadas laborales y por la ausencias de disposiciones
legales que le otorguen facilidades al trabajador para acceder a la atención de salud.
Nuestro trabajo pretende analizar las condiciones de salud de los trabajadores,
proponer la incorporación de actividades de promoción directamente en el ámbito laboral o
empresa, incentivando el concepto de la participación en salud y valorizando el impacto de la
salud en los que componen el soporte de la familia.
SALUD Y TRABAJO
Durante años los servicios de salud han desarrollado experiencias con miras a
mejorar la calidad de la atención de salud, a nuestro parecer uno de los temas que debería
contar con la preocupación predominante es el de la salud preventiva del adulto
laboralmente activo, entendiendo como tal a todo trabajador y trabajadora independiente
de su situación previsional, que cuente o no con un contrato de trabajo.

En este sentido se debe considerar que en el ámbito laboral se vive el 50 % de
tiempo activo por un período de la vida que ya se acerca a los 40 años, por lo que se tiene un
espectro de acción que trasciende los riesgos laborales propiamente tales, e inciden
aumentando los riesgos y muertes de aproximadamente el 35 % de los adultos en edad de
trabajo por patologías de alta prevalencia, como son las enfermedades cardiovasculares,
endocrinas, músculo – esqueléticas, psico - orgánicas, etc.
El factor humano y más precisamente el ser humano, es un elemento clave para la
vida, la salud y el acertado desarrollo del país.
La población de Chile económicamente activa ha pasado a ser un grupo de
extrema importancia por las implicancias que tiene para el desarrollo del país. Si
consideramos que la fuerza de trabajo ocupada está constituida por adultos de 15 a 64 años
de ambos sexos, que realizan trabajo por el cual reciben remuneraciones, tenemos que en
Chile en el año 2002 se estima que ésta alcanza a 5.393.760 personas de acuerdo a
información del INE.
Desde hace muchos años se sabe que las situaciones y condiciones laborales
suponen un riesgo para la salud de los trabajadores, entendiendo salud como “el estado de
bienestar físico, psíquico y psicosocial”.
No podemos desconocer que existen situaciones que menoscaban y perjudican
esta relación hombre – trabajo; entre ellas podemos mencionar por ejemplo, que el hombre
por la situación actual del país acepta condiciones que en otras circunstancias tal vez no
aceptaría, como excesivos turnos laborales, baja de ingreso, etc.
Lamentablemente las migraciones forzadas por la búsqueda de mejores
oportunidades y el despido de grandes contingentes de trabajadores generan problemas de
gran complejidad para los trabajadores, sus familias, las empresas y los países.
Las exigencias que emanan de los niveles de satisfacción del propio trabajador,
las exigencias del modelo económico, la creciente incertidumbre por la inestabilidad laboral,
los cambios culturales y los entornos agresivos como las ciudades grandes y contaminadas,
atentan contra la salud mental generando cuadros de estrés, mayor agresividad, mayores
posibilidades de sufrir accidentes tanto en el trabajo como en su entorno; la necesidad de
trabajar genera actitudes más arriesgadas para aceptar empleos; los trabajadores, en
muchos casos, deben desarrollar labores para las cuales no están física, psíquica o
intelectualmente preparados, exponiéndose a serios daños a la salud. Lo más preocupante en
este sentido, es que constituye una situación conocida y aceptada por todos, por
empresarios y trabajadores; en los trabajadores nos encontramos con personas que aún
concientes de dicha situación, hacen caso omiso o lo ignoran por la permanencia en su
trabajo y por otro lado, existe un gran número de trabajadores que ni siquiera tienen
conciencia de los riesgos a los que están expuestos o consideran que es un problema lógico
que deriva del trabajo y que debe ser así, no lo visualizan como un problema.

En el ámbito neto del trabajo a nivel mundial el avance científico y tecnológico ha
puesto en manos del hombre un sinnúmero de herramientas y procedimientos para evaluar y
controlar los diferentes riesgos y prevenir daños, enfermedades, muertes, deterioros de la
salud y de la calidad de vida. En Chile también ha existido un avance, pero ha sido más lento;
no obstante a ello se debe valorar que para estas eventualidades existe una ley de
protección al trabajador que no lo deja descubierto o desprotegido en caso de ocurrencia
de algún problema.
Para legislar las condiciones laborales existe el Código del Trabajo que establece
las normas que regulan toda relación de contrato laboral entre los empleadores y los
trabajadores.
En relación a la materia de este ensayo, este cuerpo legal establece: la jornada
de trabajo y las horas extraordinarias, que solo es renunciable si perjudica la salud del
trabajador, lo que sería supervisado por la Inspección del Trabajo; establece como
descanso semanal los días domingo y aquellos que la ley declare festivos, salvo algunas
excepciones señaladas y las que por la naturaleza de la labor cumplen jornada en aquellos
días; también establece un capítulo de feriado anual y permisos, en estos últimos se refiere
solamente a los casos de nacimiento y muerte de un hijo o muerte del cónyuge, y el resto es
sólo determinación de la cantidad de días de feriado legal de acuerdo a años de servicio.
En su libro II el Código del Trabajo se refiere a la Protección a los
Trabajadores, en el que señala que el empleador estará obligado a tomar las medidas
necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de los trabajadores manteniendo las
condiciones adecuadas de higiene y seguridad en las faenas, como también los implementos
necesarios para prevenir accidentes y enfermedades profesionales. Además garantiza que
los trabajadores en caso de accidente o emergencia pueden acceder a una oportuna y
adecuada atención médica, hospitalaria y farmacéutica; lo que está regido y legislado en
buena forma por la ley 16.744.
En la protección de la maternidad se refiere solamente al permiso que tendrán
las mujeres de descanso de maternidad de seis semanas antes del parto y doce semanas
después de él y la posibilidad de ampliación; pero, no señala en ninguna forma las facilidades
para acceder a un control de embarazo y puerperio.
Al igual que la situación anterior, el Código del Trabajo tampoco señala algún tipo
de facilidad, o permiso especial para acceder a una atención de salud cuando el trabajador
presenta alguna patología, que no sea del tipo ocupacional, y que requiera de un control
periódico. En resumen este Código señala que a nivel laboral se debe proteger la salud del
trabajador, pero, en la práctica sólo se limita a lo que es accidentes laborales y
enfermedades profesionales, dejando totalmente de lado otro tipo de problemas de salud.
Como ya señalamos para defender la salud en el trabajo de todos los ciudadanos
económicamente activos existe la Ley 16.744 de accidentes de trabajo y enfermedades

profesionales que entró en vigencia en 1968 y continúa vigente; esta ley declara obligatorio
el seguro social contra riesgos de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales,
constituyéndose así en un derecho irrenunciable para el trabajador a ser atendido médica y
económicamente al sufrir una de las contingencias que establece esta ley.
A juicio nuestro y de algunos expertos en la materia que fueron entrevistados,
esta ley cumple en buena forma con su objetivo: otorga protección real al trabajador en
cuanto a la salud ocupacional. Los trabajadores que se ven afectados por estos problemas
tienen a qué acogerse y se ven protegidos en cuanto a su salud, sin sufrir daños económicos,
porque continúan recibiendo sus remuneraciones. No obstante, es importante mencionar,
que un aspecto que se podría considerar como necesaria es una mayor difusión de la ley a los
trabajadores, para que sea conocida por todos y se la utilice en lo casos que así lo requieran.
Con el Código del Trabajo y la Ley 16.744 se protege en cierto sentido al
trabajador que cuenta con una previsión social, pero, el trabajador que no cuenta con
previsión queda absolutamente desprotegido ante cualquier contingencia, tanto del
ambiente laboral, como fuera de él.
Continuando con nuestro tema, que es la protección y accesibilidad a la salud
pública del trabajador, analizaremos la importancia que el trabajador tiene en el ámbito
económico de la empresa y la productividad.
La empresa es una forma de organización de seres humanos, decisiva para
contribuir a integrar y hacer progresar a la comunidad nacional. No es posible concebir la
empresa y el desarrollo desprovisto de contenido humano.
Para lograr el desarrollo integral y armónico de la comunidad, es preciso poner el
acento en el factor humano, tanto dentro como fuera de la empresa. Para ello la empresa
debería tener a su equipo de trabajadores premunido de todos los elementos necesarios de
bienestar y en ellos consideramos la remuneración, la capacitación, el trabajo entretenido,
los horarios de trabajo y fundamentalmente un adecuado estado de salud.
Reiterando a nuestro juicio, lo más importante en la relación del ser humano con
su trabajo es contar con un adecuado estado de salud.
En nuestro país la política de salud pretende mejorar la situación de salud y
calidad de vida de todos los chilenos, en particular de los más necesitados, ya que
concordamos con la definición que han realizado algunos autores de considerar la salud como
“el capital de los pobres”.
Para garantizar el acceso a la salud de la población chilena existe la Ley 18.469
que regula el ejercicio del derecho constitucional a la protección de la salud en las acciones
de promoción, protección y recuperación de la salud.

Para interés de nuestro ensayo, esta Ley establece como beneficiario del
sistema, dentro de otros, a todos los trabajadores de los sectores público y privado que
hayan efectuado sus cotizaciones, a los que trabajan en forma independiente y a los que
trabajan en forma ocasional sin protección previsional y que acceden a la salud mediante la
obtención de la tarjeta de beneficiario grupo A, que incluye a los que no cuentan con
previsión y poseen recursos insuficientes; establece además que los beneficiarios tendrán
derecho a recibir en primer lugar como prestación el examen de medicina preventiva para
pesquisar oportunamente la tuberculosis, las enfermedades de transmisión sexual, el
glaucoma, el cáncer, la diabetes, las cardiopatías, la hipertensión, la insuficiencia renal
crónica y las demás enfermedades que determine el Ministerio de Salud, cuyo diagnóstico y
terapéutica precoz prevengan una evolución irreversible. En cuanto a las mujeres
embarazadas establece que todas ellas tendrán derecho a la protección del Estado durante
el embarazo y hasta el sexto mes del nacimiento del hijo, la que comprenderá el control del
embarazo y puerperio
En la Ley de Salud, al igual que en la legislación laboral, el cuerpo legal garantiza
la protección de la salud de todo ciudadano, pero, en la práctica nos encontramos con una
serie de dificultades que imposibilitan que ello se haga realidad con los trabajadores,
quienes no acceden a atenciones de salud necesarias y vitales.
Los trabajadores que cotizan su 7 % de salud en Fonasa y los que cuentan con
otras credenciales de acceso a la atención de salud, son legítimos beneficiarios del sistema
de salud público, pero a nuestro parecer no siempre están dadas las condiciones para ser un
beneficiario activo que hace uso de sus beneficios.
Al sumergirnos en el ámbito de la salud pública y hacer una revisión de los
proyectos y programas de salud en beneficio de la comunidad, encontramos algunos que
pretenden beneficiar al trabajador; señalaremos y analizaremos cuatro estrategias de
acción.
El examen de salud preventiva del adulto, ESPA, es una actividad dirigida a
detectar factores de riesgo o condiciones mórbidas en una etapa temprana de su historia
natural, con el propósito de intervenir evitando la incidencia de enfermedades o detener su
progresión y/o evitar o posponer las complicaciones asociadas a estas condiciones.
Entendemos que su fundamento es que durante el ciclo vital del individuo existen acciones
de tipo preventivas en cuanto a la salud, por ejemplo: control preconcepcional, control de
embarazo, control de salud del recién nacido, lactante, preescolar y salud escolar
Supuestamente el ESPA da continuidad a estas acciones en la edad adulta, pero, en este
punto tendríamos que preguntarnos, si este examen llega o no a los laboralmente activos.

Creemos en lo valioso de este examen de medicina preventiva, ya que logra
pesquisar oportunamente enfermedades cuyo diagnóstico y tratamiento precoz previenen
una evolución irreversible y evitan que conduzcan a una invalidez prematura. Consideramos
que es un programa adecuado, bien planteado y necesario, pero, nos volvemos a preguntar
¿llega a los laboralmente activos?
Al hacer una revisión de a quienes llega el ESPA, nos encontramos con que un alto
porcentaje no corresponde a personas que laboran en forma permanente; generalmente son
mujeres dueñas de casa, o varones con un alto período de cesantía. Por lo que concluimos
que el ESPA no llega al adulto que trabaja, que lamentablemente los horarios de trabajo de
las diferentes empresas productivas no permiten el igualitario acceso de sus trabajadores a
una acción preventiva de este tipo; además debemos considerar que no basta con
presentarse una vez a la realización del examen, ya que en la mayoría de los
establecimientos de salud, el usuario acude una vez a la atención del profesional y luego
debe volver a presentarse para llevar a cabo el procedimiento clínico que se le ha indicado,
vale decir, examen de glicemia, control de presión en más de una oportunidad en caso de
probable hipertensión arterial, examen V.D.R.L., etc., y finalmente el trabajador debería
acudir a conocer el resultado de dichos procedimientos.
Podríamos señalar que para llegar a estos trabajadores el ESPA podría realizarse
fuera del establecimiento de salud, por ejemplo, en un centro comunitario, o en el mismo
lugar de desempeño de los trabajadores, pero, llegamos a la misma conclusión que no están
dados todos los elementos necesarios para completar el examen en un día, y nos topamos
con los problemas de permiso al operario y posibilidad de contar con autorización para
continuar asistiendo a la empresa, con la consecuente molestia para el empresario por el
tiempo requerido y con ello la disminución de la productividad.
Podemos resumir que a nuestro juicio el ESPA no sería una alternativa para el
trabajador activo.
Otra estrategia emanada desde el Ministerio de Salud que pretende ir en
beneficio de todos los chilenos son: “los Proyectos de Promoción de Salud”.
Consideramos la promoción de salud como un bien social de carácter universal que
confiere a la población los medios para asegurar un mayor control sobre su propia salud e
impulsa la creación de nuevas políticas públicas que otorguen mayor protección y bienestar.
La promoción de salud es una estrategia que involucra a individuos, familias,
comunidades y sociedad en un proceso de cambio de los condicionantes y determinantes de
la salud. La promoción de salud se realiza con acciones de educación, información y
comunicación social, con trabajo comunitario y atención de salud, además de vigilancia y
regulación.

Una de las grandes metas de la promoción de a salud a nivel internacional y
suscritas por Chile es la creación de ambientes y entornos saludables, entre los que se
podrían encontrar los lugares de trabajo.
En esta estrategia se propone implementar programas específicos en la empresa
pública y privada para la creación de ambientes y estilos de vida más saludables que
otorguen mayor bienestar a los trabajadores y sus familias.
En el sector público se ha comenzado este trabajo en la propia administración
pública, en instituciones de salud y educación. Pero, sin ser pesimistas, creemos que es
difícil llegar a implementar programas de entornos laborales saludables a nivel de la
empresa privada, ya que su elaboración e implementación requiere tiempo, y, tanto el
trabajador como el empresario, dirigen su tiempo laboral a la producción; el trabajador por
razones de evaluación y remuneración y el empresario por razones de productividad, ya que
con la ausencia del trabajador se rompe la cadena de producción.
Sin embargo, no podemos negar que en este ámbito a la atención primaria de salud le
cabe un rol fundamental en lo que es la promoción de estilos de vida saludable; una de las
labores esenciales del funcionario de salud es la educación en el tema del autocuidado; en
las actividades de promoción se debe hacer énfasis en que la salud se construye día a día,
con alimentación adecuada, higiene, ejercicios, trabajo, descanso, recreación, afecto y
armonía; si las personas tuvieran conciencia de ello, muchas de las enfermedades que
producen invalidez y muerte, tales como las cardiovasculares y los accidentes, podrían
evitarse o disminuirse.
Otra estrategia que veremos se enmarca en el Plan de Mejoramiento de la
Calidad en la Atención de Salud, éste es el sistema telefónico de reserva de horas médicas
(Línea 800). Desde 1995 se comenzó a implementar un sistema que permite a los usuarios de
los consultorios municipales y centros de salud, solicitar sus horas de atención por teléfono.
Si bien es una alternativa para quienes no pueden acudir personalmente a solicitar una hora
de atención, volvemos a encontrarnos con los problemas ya señalados: incompatibilidad
entre horario de funcionamiento de los servicios de salud y jornada de trabajo, además
dificultad en la obtención de permiso desde la empresa para acudir a una atención médica
en horario que corresponde al laboral. En conclusión, tampoco es una alternativa viable de
acceso del trabajador al sistema público de atención.
Finalmente la última estrategia que veremos es la Extensión Horaria: también en
el marco del Mejoramiento de la calidad de la Atención, los servicios de salud amplían su
jornada de acción de lunes a viernes desde las 17:00 hasta las 20:00 horas y los sábados
desde las 9:00 hasta las 13:00 horas. A nuestro parecer aún así es dificultoso para el
trabajador acceder a una atención, ya que por lo general el centro de salud en el cual está
inscrita su familia es lejano al lugar de trabajo, y con los tiempos que se requieren para los
traslados, llegaría fuera de dicho horario. Además la ampliación de la jornada de atención

de salud es exclusivamente para morbilidad y no para actividades de promoción, prevención
y controles de salud.
Al resumir el resultado de las cuatro estrategias que analizamos en el acceso a la
salud de la población trabajadora, mencionamos que permiten un acceso más expedito y
beneficioso para los usuarios habituales de los sistemas de salud, pero no favorece a la gran
masa de trabajadores activos.
En consideración a la falta de oportunidades para acceder sin problemas a la
atención de salud por parte de los ciudadanos laboralmente activos, podemos señalar que
nos encontramos con el ser humano como pilar fundamental del desarrollo de un país en su
rol de trabajador, pero, que lamentablemente en el cumplimiento de este rol no encontrará
las condiciones de protección real a su salud, ya que:
?? La ausencia del trabajador de su lugar de trabajo rompe la cadena de producción,
perjudicando las ganancias que se puedan generar.
?? Para el empresario lo más importante en el proceso de producción no es el trabajador
mismo, sino que la productividad, la eficiencia, la competencia y rapidez,
independientemente de las exigencias que tenga que establecer.
?? Para muchos trabajadores su situación de exigencia en la empresa es algo lógico, que
debe ser así; un alto número de ellos estima que las exigencias son justificadas y
aceptadas por riesgo a perder su empleo y sumarse al alto porcentaje de trabajadores
cesantes.
?? Producto de lo anterior el trabajador no se valora en la medida que debe, además
desvaloriza la importancia de su salud, y, enfermedades que pueden ser tratadas
oportunamente, son tratadas cuando han avanzado considerablemente y presentan
incluso algunas secuelas.
?? El sistema de salud conciente de esta situación intenta desarrollar programas que vayan
en beneficio de los trabajadores, pero nos encontramos que no logran cumplir con esa
meta, principalmente por los largos turnos laborales de la empresa y las demoras de
traslado desde el lugar de trabajo a la comunidad de residencia, ya que en nuestra
ciudad gran parte del tiempo libre se ocupa en la locomoción colectiva, trasladándose
desde un lugar a otro.
?? Finalmente creemos que nos arriesgamos a tener un gran número de individuos
enfermos, que no puedan trabajar y que por ello presenten problemas en todo ámbito,
tanto a nivel personal, como de sus familias y de las comunidades.

CONCLUSIONES
Nuestras conclusiones parten de dos premisas básicas:
1. Que toda persona tiene derecho a una atención de salud en cualquier etapa de su vida.
La salud es un derecho fundamental que puede perderse o deteriorarse en función de
los hábitos de la vida, la vejez, las actividades laborales, las condiciones de trabajo.
2. Que el trabajador es el pilar fundamental en el desarrollo del país, es la base de la
productividad y el crecimiento de una sociedad; sin el ser humano, sin el trabajador no
se puede concebir el desarrollo.
Sobre estos principios, en cuanto a las condiciones de salud de los trabajadores
concluimos:
1. Existe una desigualdad en los trabajadores al derecho constitucional que garantiza la
protección de salud de todos los ciudadanos. Nos encontramos con dos cuerpos legales
que hablan de la protección a la salud: el Código del Trabajo, con la protección a los
trabajadores y la Ley de Salud 18.469, que garantiza el acceso a la salud de todo ciudadano.
No obstante, en la práctica no se cumple con estas garantías en el ámbito del trabajo, ya
que existen dificultades como incompatibilidad de horario entre jornada laboral y horario
de atención de los sistemas de salud, que permiten a los trabajadores acceder sólo a las
atenciones de urgencia, dejando de lado los controles de salud de enfermedades de alta
prevalencia y finalmente nos encontramos con individuos que presentan secuelas de
enfermedades no tratadas oportunamente.
Al ingresar a las políticas de salud, no podemos negar que constantemente se
están desarrollando nuevas estrategias que pretenden abarcar mayor número de usuarios,
principalmente a los que no acceden en forma habitual, como podrían ser los trabajadores
activos, pero, al revisar cuatro estrategias concluimos que no constituyen una oportunidad
de atención para ellos, que están limitados en su acceso por las jornadas laborales.
Creemos que para que exista una protección real a la salud de los trabajadores,
debería la ley de salud ser respaldada con la legislación laboral y para lograrlo, la salud del
trabajador debería ser un tema de análisis y de búsqueda de soluciones.
2. Existe una protección de salud limitada al ámbito ocupacional. Cuando se habla de
protección de la salud del trabajador, tanto en el cuerpo legal, como en la sociedad
misma, se piensa inmediatamente en la salud ocupacional, se limita a pensar solo en los
accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, dejando de lado otro tipo de riesgos
de salud, otras patologías. Y, está claro que al igual que las enfermedades profesionales, las
enfermedades crónicas tienen un alto costo porque a nivel de las empresas dañan el proceso

productivo y a nivel de las personas existe el sufrimiento humano económico, familiar y
social.
3. Falta de legitimidad social de los trabajadores en la empresa. Sabemos que la base de la
productividad y del desarrollo del país la constituyen los trabajadores, también conocemos
que las condiciones actuales del país han llevado a una explotación del recurso humano,
con exigencias indebidas en cuanto a horarios y salarios.
A nivel de las empresas existe un valor social del trabajador, que todos hemos
formado y aceptado, en el cual el trabajador puede ser exigido sin límites, y no existe el
concepto real del valor del trabajador, de la importancia que tiene ni en los empresarios, ni
en los trabajadores mismos.
El trabajador no tiene conciencia de la prevención de salud, por las actuales
condiciones de vida y de trabajo, se privilegia el cumplimiento laboral, la productividad,
rapidez y eficiencia; dejando de lado malestares que pueden estar indicando la presencia de
graves problemas futuros.
Creemos que el énfasis en el proceso productivo debería estar en el trabajador,
en que las empresas brinden condiciones favorables de desempeño, y en estas condiciones
una de las más importantes es la protección a la salud y no vista solo, como ya señalamos,
con la óptica de la salud ocupacional, sino con una visión mucha más amplia.
RECOMENDACIONES
Para favorecer las condiciones de salud de los trabajadores nosotros
proponemos:
Incorporar la promoción de la salud al interior de la empresa por el equipo de
salud. Desde este punto de vista se debe fortalecer la atención primaria de salud como
Centro de Salud, donde los equipos se integren con los recintos laborales y comunidad en
general, recogiendo sus necesidades y buscando iniciativas conjuntas para resolverlas. El
carácter curativo debe ampliarse hasta convertirse el equipo de salud en un actor que
trabaja junto a la comunidad y la empresa en el mejoramiento integral de la calidad de vida.
La promoción de salud por los equipos de atención primaria también debe
trabajarse con las familias, ya que la familia del trabajador contribuye de manera
significativa en su mejor desempeño cuando sus necesidades básicas se encuentran
satisfechas, lo que incide en la estabilidad del trabajador y traerá como consecuencia una
mayor productividad y un mayor sentido de pertenencia. Los equipos de salud deben
potenciar las capacidades que tienen las familias para el autocuidado en la salud; este es un
recurso que debe ser aprovechado por la atención primaria en la resolución de los problemas
de salud.

Incentivar la formación, coordinación y supervisión de redes intersectoriales por
parte de los equipos de salud, en conjunto con los trabajadores y las mutuales; en donde se
trabaje principalmente la valorización del trabajador y su protección integral en salud, no
solo con la óptica de la salud ocupacional, sino que con un enfoque mucho más amplio.
Finalmente recomendamos que se debiera crear, ampliar y darles más poder
resolutivo a los comités paritarios en la empresa, para que trabajen principalmente el tema
de las garantías para la protección el trabajador.
BIBLIOGRAFIA
1. Marisa Weintein, Participación Social en Salud. Acciones en curso, FLACSO – Chile,
1997.
2. Vida Chile, Construyendo un País más Saludable, Consejo Nacional para la Promoción
de la Salud, Santiago, Noviembre 2000.
3. Ministerio de Salud, Examen de Salud Preventivo del Adulto, ESPA, 2000.
4. I.A.S., Administración en Salud, Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Económicas
y Administrativas, Año XIV Volumen 36, Julio 2000.
5. Ministerio de Salud, La Salud Tarea de Todos. Logros, avances y desafíos, 1999.
6. Ministerio de Salud, La Situación de Salud - 1996. Documento de Trabajo,
S.S.M.N., 1996.
7. Ministerio de Salud, Salud Ocupacional, Manual de Contenidos Técnicos para
Profesionales de Nivel Primario, 1993.
8. Ley de Salud Nº 18.469, Chile.
9. Código del Trabajo, Chile.
10. Ley Nº 16.744, Salud Ocupacional, Chile.