N° 79 - Poder Judicial de Mendoza

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Jurisprudencia de Mendoza
extrae esa conclusión. La pericia se hace
cinco años y medio después del accidente.
Los antecedentes que ha tenido a la vista
son radiografías realizadas casi dos años
y medio después del accidente, un
informe de anatomía patológica de una
intervención quirúrgica de hernia de disco
practicada cuatro años y medio después
del accidente pero no consultó la historia
clínica del Hospital Español, donde el
actor fue operado, ni estudios
contemporáneos a la época del accidente.
El perito no logra determinar la relación
de causalidad entre esa lesión y el 19.5 %
que atribuye al accidente, especialmente
porque el actor estaba afectado de una
patología previa (poliomielitis) que
perfectamente puede causar las dolencias
que el perito certifica. El perito tampoco
explica la continuidad evolutiva de los
síntomas. El accidente sucedió, el actor
fue revisado en el Hospital Español y
luego de esto han pasado casi seis años;
como un verdadero mago, el auxiliar
determina que las patologías de hernia de
disco y rigidez de hombro izquierdo se
deben al accidente. ¿Es normal que hayan
transcurrido dos años y medio sin que el
actor haya concurrido al médico, sin que
se le haya prescripto tratamientos
fisiokinesioterápicos, en forma previa a
decidir una intervención quirúrgica?
Las sentencias aceptan estos
informes periciales sin formularse
ninguna pregunta al respecto, no obstante
todas las deficiencias que esa pericia
presenta.
¿Es razonable exigir a la
demandada que pruebe que esas dolencias
reconocen otra causa diferente al
accidente? ¿Quién está en mejores
condiciones de probar, con fundamentos
serios, que las secuelas que hoy presenta
tuvieron su origen en un accidente
ocurrido varios años atrás? Como señala
la doctrina, uno de los criterios para
determinar la existencia de relación de
causalidad es el denominado "criterio de
continuidad sintomática o criterio de
continuidad evolutiva de los síntomas.
Este criterio exige ser autenticado por las
consultas y tratamientos regulares, y esto
es lo que no se da en autos.
Por eso, en un caso como éste, no
obstante lo dicho por el perito, el juez
debería verificar si efectivamente está
acreditada la relación de causalidad
entre las secuelas que el actor sufre en la
pierna y el accidente que origina el
reclamo.
El derecho de defensa en juicio
exige que el juez verifique en la historia
clínica existente al momento del
accidente, en lo dicho por el médico
oficial al verificar las lesiones luego del
accidente; evidentemente, la exigencia
probatoria debe ser más rigurosa cuando
se trata de hechos que no fueron
constatados al momento del accidente y
la pericia se realiza muchos años
después.
(b) La liquidación del daño
material y moral carece de toda
motivación. Las sentencias de grado han
aceptado el monto fijado por el actor sin
prueba alguna de los quebrantos
económicos y sin razón alguna que los
justifique; nada se dice sobre la edad, la
actividad, las secuelas que el porcentaje
de incapacidad provocan en el actor.
La Cámara ha intentado salvar la
nulidad del pronunciamiento de primera