Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Así que no alargamos demasiado nuestro lanzami<strong>en</strong>to, que<br />
programamos para el 1 de mayo, curiosam<strong>en</strong>te, el día que se dio la<br />
noticia sobre la muerte de Bin Lad<strong>en</strong>, un estr<strong>en</strong>o por todo lo alto.<br />
¿Fue ese el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el que todo empezó a ir bi<strong>en</strong>? La<br />
respuesta rotunda es no. Los primeros meses fueron probablem<strong>en</strong>te<br />
los más complicados de <strong>en</strong>caminar. A pesar del elevado nivel de<br />
visitantes que <strong>en</strong>traba <strong>en</strong> el diario (con cerca de 20.000 páginas<br />
vistas solo <strong>en</strong> el primer mes) había algo que estaba fallando de<br />
forma estrepitosa: el sistema de publicidad g<strong>en</strong>eraba ganancias<br />
escasas, insufici<strong>en</strong>tes para que se pagara a los colaboradores.<br />
Además, era complicado mant<strong>en</strong>er la sección de noticias al mismo<br />
ritmo que los diarios g<strong>en</strong>eralistas, con mayor presupuesto y con un<br />
equipo más amplio, haci<strong>en</strong>do trem<strong>en</strong>dam<strong>en</strong>te difícil competir a nivel<br />
de posicionami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la red. Pero sí había cosas que funcionaban<br />
trem<strong>en</strong>dam<strong>en</strong>te bi<strong>en</strong>, y que eran aquello que precisam<strong>en</strong>te nos<br />
difer<strong>en</strong>ciaba de los diarios tradicionales: los artículos y columnas<br />
especializadas <strong>en</strong> los campos criminológico y jurídico, que fueran o<br />
no de actualidad, contaban con un seguimi<strong>en</strong>to mucho mayor al<br />
que podían t<strong>en</strong>er las noticias.<br />
Sea como fuere, a los pocos meses me vi obligado a revisar<br />
bi<strong>en</strong> el concepto de diario digital, sabedor de las cosas que estaban<br />
fallando. Y sobre todo, lo primero que t<strong>en</strong>ía que hacer era,<br />
simplem<strong>en</strong>te, contarles la realidad a los colaboradores: el sistema de<br />
pago a los colaboradores era completam<strong>en</strong>te inviable. La verdad<br />
que cuando me puse <strong>en</strong> contacto con todos ellos me esperaba lo<br />
peor: indignación g<strong>en</strong>eralizada, cabreo y estampida de la mayoría<br />
de los que habían participado hasta ese mom<strong>en</strong>to. Pero<br />
sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, la reacción fue la contraria. Con algunas<br />
excepciones cuya reacción <strong>en</strong>t<strong>en</strong>día perfectam<strong>en</strong>te, el resto siguió<br />
mostrando el mismo compromiso, y las palabras de apoyo y afecto<br />
se multiplicaron <strong>en</strong>tre ellos.<br />
84