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Nº 25.- mayo 2011 - Mutxamel

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PROGRAMACION CULTURAL


PER LA DONA<br />

Ana Louis<br />

Hoy 9 de <strong>mayo</strong>, casi un mes más tarde son ya 23 mujeres<br />

muertas por Violencia De Género<br />

Per la dona<br />

Per les dones<br />

Per les llágrimas de les dones, pel seu<br />

silenci, per les vides furtades.<br />

Per les voluntats sotmeses, pel cossos<br />

mutilats, per les llibertats segrestades,<br />

pels drets que no arribaràn a ser……<br />

Per l´alegria de les dones, perquè<br />

preguen la paraula, per anar endavant,<br />

per la voluntad de viure, pels cossos<br />

que donen vida, per la llibertat<br />

d´estimar, pels drets que sòn de totes<br />

I tots…..<br />

Perquè tots som dones<br />

Per nosaltres, per vosaltres……<br />

Uns poemes<br />

7


Los problemas de salud, depresión mal de amores , matrimonio frustrado o<br />

mejor dicho superado, no deja en la actualidad que mirando atrás y viendo el<br />

sufrimiento que ha marcado su cara, incluso su risa le ha dejado arrugas , pero<br />

arrugas llenas de bondad .<br />

Ana Maria Matute, ya no tiene que demostrar nada, lo había demostrado ya, no<br />

olvidemos que su trayectoria profesional, como el premio Nadal en 1947,el café<br />

Gijón en 1952 o el Nacional de la Letras Españolas en 2007, para de momento<br />

llegar a un meta como era el premio Cervantes 2010, el galardón de los<br />

galardones.<br />

No hay que olvidar que aunque en el terreno personal la vida no le trajo tantas<br />

alegrías como en la literatura, Ana Maria Matute no sólo ha sido y es mujer<br />

elegida para ser académica de la Real Academia Española de la lengua donde<br />

ocupa ,el asiento K, y se convierte de nuevo en la tercera mujer aceptada en ésta<br />

academia, sino que es profesora de la universidad y viajaba continuamente a dar<br />

conferencias a lo largo de todo el mundo y en especial a estados unidos, y en sus<br />

discursos centraba en los cambios emocionales, los cambios constantes del ser<br />

humano y como la inocencia no se pierde completamente.<br />

En éste sentido y como escritora ha luchado por la igualdad de género. Durante<br />

muchos años se ha considerado demasiado masculino el arte de escribir y que<br />

una mujer se dedicara a ello es porque tenía alma de hombre, olvidando la<br />

ternura que una mujer puede llegar a desarrollar simplemente por el hecho de<br />

ser mujer y en especial en cuentos y literatura infantil donde ha sido profilica y<br />

ha destacado por su especial sensibilidad.<br />

Destacar respecto a su personalidad, ser fuerte de carácter, divertida y simpática,<br />

donde simplemente su imagen contagia una sensación de bienestar, quizás de<br />

tanto frecuentar el mundo de los gnomos y duendes, de esos personajes<br />

inventados, donde la creatividad refleja que escribir para ella es una necesidad<br />

interna muy grande de expresar algo, protestar por algo pero con una forma<br />

literaria, donde las historias son un reflejo de la vida y la vida está llenas de<br />

historias, donde el interés se centra en las personas.<br />

Cuando en la vida y en su sentido inmediato la acción humana se ajusta a las<br />

normas de su rectitud o moralidad, realizando habitualmente el bien, eso es<br />

bondad y todo ser en lo que tiene de ser, es perfeccionador de algo o algo por la<br />

ley de la armonía que preside el cosmos y hace los seres mutuamente<br />

perfectibles y perfeccionadores. Esa es para mi la real Ana Maria Matute.<br />

Y sin más transcribo el discurso que materializó en la entrega del premio<br />

Cervantes 2010, recientemente, porque tener la oportunidad de leerlo, es una<br />

emoción como mujer, que no puedo orgullosamente dejar de trasmitiros.<br />

17


Majestades, autoridades:<br />

Sospecho que no soy la primera en decir que nunca, durante una larga travesía de mi<br />

vida (salpicada por cierto, de abundantes tempestades), imaginé que llegara a conocer<br />

un día como éste. Y junto a la inmensa alegría que me invade, debo confesarles que<br />

preferiría escribir tres novelas seguidas y veinticinco cuentos, sin respiro, a tener que<br />

pronunciar un discurso, por modesto que éste sea. Y no es que menosprecie los<br />

discursos: sólo los temo. Mi incapacidad para ellos quedará manifiesta enseguida, y,<br />

por tanto, me permito apelar a su benevolencia. Pero antes deseo haberles participes de<br />

mi agradecimiento : este premio lo considero como el reconocimiento, ya no a un<br />

mérito, al menos a la voluntad y amor que me han llevado a entregar toda mi vida a<br />

esta dedicación.<br />

Así que esta anciana que no sabe escribir discursos sólo desea hacerles partícipes de su<br />

emoción, de su alegría y de su felicidad- ¿porqué tenemos tanto miedo de esa palabra?-<br />

a todos cuantos han hecho posible este sueño, sueño que me acompaña desde la<br />

infancia. Desde aquel día en que oí por vez primera la mágica frase: “ Erase una<br />

vez….” y conmovió toda mi pequeña vida.<br />

Erase una vez un hombre bueno, solitario, triste y soñador: creía en el honor y la<br />

valentía, e inventaba la vida. San Juan dijo: “el que no ama está muerto” y yo me<br />

atrevo a decir: “el que no inventa, no vive”. Y llega a mi memoria algo que me contó<br />

hace años Isabel Blancafort, hija del compositor catalán Jordi Blancafort. Una de ellas<br />

cuando eran niñas , le confesó a su hermanita: “ La música de papá, no te la creas: se la<br />

inventa”. Con alivio, he comprobado que toda la música del mundo, la audible y la<br />

interna- esa que llevamos dentro, como un secreto-nos la inventamos. Igual que en<br />

aquel soñador se convertía en gigantes las aspas de un molino, igual que convertía en<br />

en la delicada Dulcinea a un cerril Aldonza. Inventó sensibilidad, inteligencia y acaso<br />

bondad- el don más raro de éste mundo- en criatura carente de todos esos atributos. (¿<br />

Y quien no ha convertido alguna vez a un Aldonzo o Aldonza de mucho cuidado en<br />

Dulcineo o Dulcinea.....?<br />

El tiempo en el que yo inventaba era el tiempo muy niño y muy frágil, en el que yo me<br />

sentía distinta: era tartamuda, más por miedo que por un defecto físico. La prueba de<br />

ello es que esa tartamudez desapareció durante los bombardeos. O así lo creo. Pero el<br />

caso es que, salvo excepciones, las niñas de aquel tiempo, mujeres recortadas, poco o<br />

nada tenían que ver conmigo. Y traigo eso a cuento para explicar – y quizá explicarme<br />

de algún modo- mi extrañeza , mi entrega total, absoluta, a esto que luego supe se<br />

llamaba Literatura. Y ha sido, y es, el faro salvador de muchas de mis tormentas.<br />

Sí , este galardón que tanta felicidad y optimismo me causa- y no olvidemos que el<br />

optimismo y los planes de futuro, a los ochenta y cinco tantos, son cuestiones a meditar<br />

18


o poner en tela de juicio-puede ser el colofón a la entrega de toda una vida que, en mis<br />

tiempos mozos, consideré en su <strong>mayo</strong>r parte una “ vida de papel”. Y recuerdo.<br />

Recuerdo. Sólo tenía un amigo, mi mueco Gorogó, que naturalmente, más tarde<br />

incorporé a una de las novelas con las que me siento más identificada, “Primera<br />

memoria”. Aunque no haya escrito nunca una novela autobiografica, estoy en sus<br />

páginas. Todo eran inventos, hasta que supe que en la Literatura- en grande-, como en<br />

la vida, se entra con dolor y lágrimas. Gorogó lo sabía, lo sabe y no me ha abandonado<br />

desde el día en que mi padre, teniendo yo cinco años, me lo trajo de Londres, donde lo<br />

llamaban algo así como Golligow. Mi padre sabía que a mí no me gustaban las<br />

muñecas, ni los juegos de niñas de aquel tiempo: mujeres recortadas, las llamé yo.<br />

Imitar a mamá y a las amigas de mamá era todo su futuro. Gorogó, como entonces,<br />

sigue conmigo ahora, lo llevo a todos mis viajes, y le sigo contando lo que no le puedo<br />

contar a nadie. (Hoy también me espera en el Hotel). Y sigo haciéndole participe, por<br />

ejemplo, del miedo que siento por tener que pronunciar estas palabras, y, sobre todo,<br />

ante quines debo hacerlo.Gorogó ,estás aquí-mi mejor invento-, estás a mi lado, viejo<br />

amigo, en este día inolvidable, con tu ojo derecho ya nublado, como el mío, aunque ya<br />

no luzcas aquellos cabellos negros, hirsutos, de limpiachimeneas dikensiano, aunque<br />

falten los botones de tu frac azul....¡Como nos parecemos, Gorogó! ¿Te acuerdas de<br />

aquel día, que hoy me devuelves con toda añoranza y el encanto-desencanto que<br />

compone una vida tan larga...? ¿Y te acuerdas la timidez, el asombro y la audacia de<br />

mis casi veinte años, cuando por primera vez me asomé al mundo editorial, del que<br />

ignoraba todo?<br />

La osadía que impulsa a los adolescentes y a los ignorantes y a los fabricantes de<br />

inventos y sueños-¿ ¿ acaso no son , a veces ,una misma cosa?-,todo eso empujó a<br />

llevar a primera novela- escrita años antes, a los diecisiete- a probar fortuna en una de<br />

las más prestigiosas editoriales. pero mi <strong>mayo</strong>r osadía era no sólo llevar una novela<br />

casi adolescente a una importante editorial, sino que, encima, la llevaba escrita a mano,<br />

en un cuaderno escolar, cuadriculado, con las tapas de hule negro.( Si alguien de mi<br />

edad me está escuchando, sabrá de que tipo de libreta hablo. Eran libretas de la<br />

posguerra.) Yo iba a destino cada día, con mi libretita bajo el brazo, diecinueve años y<br />

calcetines- que entonces estaban de moda a esa edad- y mi aspecto aún más aniñado del<br />

normal. Un empleado que se había fijado en mi (debía resultar patética) se conmovió<br />

con mis pretensiones y mi libreta y me consiguió una entrevista con el Director. Se<br />

trataba de Ignacio Agustí, que acaba de tener un gran éxito con su novela “ Mariana<br />

rebull”.Cuando vió mi cuadernito lleno de letras e inventos, tuvo la delicadeza de no<br />

manifestar ni burla ni extrañeza. debo agradecérselo, era un verdadero señor. Con<br />

infinita paciencia, me explicó que debía pasárselo a máquina y que ellos la leerían, y<br />

que ya me dirían algo. Aún me sonrojo recordándolo. Era la criatura más ignorante y<br />

despistada de cuanto el mundo editorial se refería. Nadie de mi entorno, ni familiares,<br />

ni amistades, conocidos o saludados ( Como diría Josep Pla) había tenido nada que ver<br />

con el mundo editorial. Eran lectores, eso si, pero de la confección de un libro lo<br />

ignoraban todo. Afortunadamente, la lectura y los libros no escasearon en mi casa ni<br />

en mi familia. Cosa que he de agradecerles, porque no era muy frecuente en España de<br />

entonces.<br />

Pocos días después, tuve la enorme alegría- y por qué no decirlo, el vago temor – de<br />

aquella editorial Destino me contratase el libro. Eso si, con la sorpresa de mi<br />

estupefacto padre, a quien yo no había anticipado nada de aquellos afanes , y que fue<br />

requerido para dar validez a mi contrato con su firma, pues yo era menor de edad.<br />

19


Animada por el éxito de aquellos primero s pasos, y enterada de la existencia del<br />

premio nadal- que había ganado otra joven, Carmen Laforet, aunque ella era algo<br />

<strong>mayo</strong>r que yo- envié mi segunda novela, escrita a los diecinueve, con la esperanza de<br />

obtenerlo yo también. No fue así ,pero tengo aún la satisfacción y acaso orgullo de<br />

constante que quedó en tercer lugar, cuando se llevó el gran Miguel Delibes.<br />

La novela citada,


Yo no había cumplido los once cuando estalló la guerra civil española. Unos niños<br />

acostumbrados a no salir de casa si no era acompañados por sus padres o la niñera<br />

nos vimos haciendo interminables colas para conseguir pan o patatas. No es raro,<br />

pues, que yo me permitiera , años más tarde , definir esa generación a la que<br />

pertenezco como la de los niños asombrados. Por que nadir nos había informado de<br />

nada y nos encontrábamos formando parte de un lado o de otro, tal y como me<br />

confesó un día Jaime Salinas. Yo ahora , solo recuerdo que el mundo se había vuelto<br />

del revés, que por primera vez vi la muerte, cara a cara, en toda su desvatadora<br />

magnitud; no condensada, como hasta aquel momento, en unas palabras-“ el abuelito<br />

se ha ido y no volverá...”- sino a través de la visión , en un descampado, de un<br />

hombre asesinado. Y conocimos el terror más indefenso: el de los bombardeos. Y<br />

aquellos cuentos, aquellas historias “ impropias para niños”, añadieron en su ruta<br />

interna de niña asombrada un aprendizaje. Atroz. Mucho más atroz que los cuentos<br />

de hadas.<br />

En lugar de cuentos aislados, empecé a escribir entonces una revista, de la que era<br />

editora, escritora y repartidora, una revista “a mano” v que se pasaban unos a otros<br />

mis hermanos y mis primos, algún amigo....Había de todo: desde cuentos,por<br />

supuesto( que siempre acaban con un continuará del que yo no tenía una idea clara<br />

noticia), hasta la critica de cine, con sus correspondientes fotografías recortadas de<br />

alguna revista. Y recuerdo ahora como, en medio de todo aquel horro, qué encanto,<br />

que maravilloso invento de la vida era para mi aquella llamada revistilla.... Y todo lo<br />

que yo ignoraba, que sería lo que continuaría mañana.<br />

Entonces escribí mi primera novela. Se llamaba Juanito, y ocurría durante la<br />

revolución francesa. Pero pueden imaginar que extraña revolución francesa se<br />

relataba....Claro está: me la inventé, pero algo tienen los inventos-sueños, porque,<br />

cuando durante la noche, toda la casa dormida, acudía al cuarto de mis dos hermanos,<br />

José Antonio y José Luis, y ayudaba con una linternilla de pilas, se la leía,<br />

protestaban cuando yo decía, continuará... ( Y eso quería decir hasta la noche<br />

siguiente) Entonces parecía llenarse de magia la habitación a oscuras con los niños.<br />

Niños asombrados- como cuando, en cierta ocasión, vi surgir, al partir un terrón de<br />

azúcar en la oscuridad una chispita azul, algo que me reveló que yo sería escritora , o<br />

ya lo era.<br />

Con ello quiero decir que aquella lucecita azul, aquel virus, no me abandonó nunca.<br />

Cuando Alicia , por fin, atravesó el cristal del espejo se encontró no sólo con su<br />

mundo de maravillas, sino consigo misma, no tuvo necesidad de consultar ningún<br />

folleto explicativo. Se lo inventó, como la música de papá.<br />

Ahora tras estas deshilvanadas palabras, ojalá haya logrado transmitirles algo de mi<br />

alegría, mi gratitud por la distinción que aquí me trae. Y me permito hacerles un<br />

ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas<br />

que transmiten mis libros, por favor créanselas. Créanselas porque me las he<br />

inventado.<br />

21


INDIGNAOS<br />

Carmen Sánchez<br />

Ana Louis<br />

Indignaos! es el grito que Stéphane<br />

Hessel, un “chaval” de 93 años, desde su<br />

experiencia vivida en la Resistencia<br />

Francesa durante la 2ª guerra mundial y<br />

colaborador en la redacción de la<br />

Declaración Universal de Derechos<br />

Humanos, dirige a los jóvenes y a la<br />

sociedad en general.<br />

Afirma que con la indignación nace la<br />

voluntad de compromiso con la historia.<br />

De ella nació la resistencia al nazismo y<br />

todas las conquistas sociales que, desde<br />

el punto de inflexión del 11-S, vienen<br />

marcando el camino inverso a una<br />

velocidad alarmante.<br />

“Hemos luchado por conseguir lo que<br />

tenéis, y lo hicimos con menos medios<br />

que ahora, desde una Europa totalmente<br />

destruida por la guerra”. Ahora os toca a<br />

vosotros defenderlo, mantenerlo y<br />

mejorarlo; no permitáis que os lo<br />

arrebaten. Luchad por mantener los logros democráticos, los valores éticos, de<br />

justicia y libertad que poco a poco se materializaban desde la dolorosa guerra.<br />

Para distinguir entre opinión pública y opinión mediática, para no sucumbir al<br />

engaño propagandístico. “hoy se trata de no sucumbir bajo el huracán destructor<br />

del consumismo voraz y la distracción mediática mientras nos aplican recortes a<br />

nuestros derechos“.<br />

Es un libro pequeño en tamaño, alrededor de unas 20 páginas, 60 si incluimos el<br />

prólogo y la biografía del autor, pero muy grande en su contenido. Muy claro en su<br />

tesis y capaz de remover las más duras de las conciencias.<br />

Su grito a la juventud, y a los que ya no lo somos tanto es una propuesta a una<br />

“indignación” hacía lo que esta ocurriendo en el mundo, y de la necesidad del<br />

cambio a través de la no violencia, y la resistencia.<br />

Si empezamos por el prólogo de José Luís Sanpedro, ya nos va conduciendo<br />

hacía el gran contenido del libro, nos hace una reseña de lo que va a suceder.<br />

Hessel dice, “el poder del dinero nunca había sido tan grande, insolente, egoísta<br />

con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del Estado”. Los<br />

bancos, privatizados, se preocupan en primer lugar de sus dividendos y de los<br />

altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general. Nunca había sido<br />

tan importante la distancia entre los más pobres y los más ricos, ni tan alentada<br />

la competitividad y la carrera por el dinero.<br />

23


Su inconformismo le lleva a preguntarse, “¿cómo puede ser que hoy no haya<br />

suficiente dinero para mantener y prologar las conquistas de la sociedad del<br />

bienestar cuando la producción y la riqueza han aumentado considerablemente<br />

desde que Europa salió de una guerra que la dejaba en ruinas?”.<br />

¡Indignaos!, sin<br />

Luther King.<br />

violencia, recordando las figuras de Mandela, Gandhi, Martín<br />

“Hay que comprender que la violencia da la espalda a la esperanza. Hay que dotar<br />

a la esperanza de confianza en la no violencia”.<br />

Intenta decir, que todavía estamos a tiempo de cambiar, de cuidar el mundo de<br />

indignarnos por la pérdida de derechos sociales y civiles, por la competitividad a<br />

ultranza, que deja fuera a los más débiles y necesitados. Nos llama a no<br />

conformarnos.<br />

“CREAR ES RESISTIR<br />

RESISTIR ES CREAR”<br />

Hessel, nos llama a la no sumisión ante los poderes financieros, a la reflexión; no<br />

es un programa político, es un llamamiento a partir de unos valores. En algunas<br />

críticas periodísticas he podido leer que es un panfleto, en mi opinión tendrían<br />

que haber muchos panfletos como este pequeño gran libro.<br />

Todos los foros y blogs en Internet se preguntan como un alegato como éste<br />

contra la indiferencia, contra el atropello a los derechos colectivos conquistados<br />

que hoy están seriamente amenazados, no se hace desde cualquiera de nuestros<br />

pretendidos representantes, signos y colores al margen, empezando a advertir<br />

que lo que esta en juego es la libertad y los valores principales de la humanidad.<br />

Es alentador, que personas como Hessel sigan comunicando a la sociedad actual<br />

la importancia de no perder la facultad de indignación y el compromiso que le<br />

sigue, siendo la indiferencia la peor actitud de entre las posibles. A mi<br />

personalmente, me emociona el que una persona que supera los 90 años, y una<br />

historia de vida nada fácil, siga manteniendo fuerza y lucidez para llamar a las<br />

puertas de la sociedad, y advertirnos de que estamos a tiempo, pero el tiempo<br />

corre y nos tenemos que ¡Indignar! Ante la violencia, la pobreza, las<br />

desigualdades sociales, ante la carencia de alimentos para unos, y la abundancia<br />

y despilfarro para otros.<br />

Stephan Hessel, de 94 años, nació en Berlín de padres judíos. Vivió en Paris con<br />

su familia desde los 7 años. Nacido en una familia de intelectuales, rodeado por<br />

la vanguardia parisina.<br />

Fue movilizado en 1937 (segunda guerra mundial), en el 41 se incorpora a la<br />

Francia Libre del General De Gaulle, en Londres. Trabajo en la Oficina de<br />

Contraespionaje. Fue apresado por la GESTAPO en el 1944, estuvo en campos<br />

de concentración, pero logro escapar con una identidad falsa. Finalizada la<br />

guerra hace carrera diplomática, participando en la elaboración de la<br />

“Declaración de los Derechos Humanos”, fue embajador de Francia ante la<br />

ONU.<br />

24


PERMISOS DE CONDUCIR PARA<br />

CICLOMOTORES<br />

Jose Ramón Planelles<br />

Las leyes se suceden unas a otras a una<br />

velocidad comparable a la aparición de<br />

nuevos teléfonos móviles. En materia de<br />

tráfico la actualización es permanente y<br />

como casi todos somos conductores, es<br />

interesante conocer las novedades<br />

legislativas que nos puedan afectar.<br />

¿Os suena que han desaparecido las<br />

licencias de ciclomotor?, sí, aquellos<br />

cartoncillos blancos de trazos verdes que<br />

habilitaban para la conducción de<br />

ciclomotores y que en su primera etapa<br />

eran de validez permanente. Efectivamente, esas licencias ahora ya no habilitan<br />

para conducir ciclomotores.<br />

Los que peinamos canas recordamos los poquísimos requisitos necesarios para<br />

conseguirla. La otra cara de la moneda era, y es, la siniestralidad de estos<br />

vehículos que suelen aunar su lógica inestabilidad y la juventud de sus<br />

conductores.<br />

A partir del Real Decreto 818/2009 que reformó<br />

el Reglamento General de Conductores se<br />

introduce un nuevo Permiso de Conducir, clase<br />

AM, que habilita para la conducción de tres<br />

tipos de vehículos:<br />

. Ciclomotores.<br />

. Ciclomotores de tres ruedas.<br />

. Cuadriciclos ligeros.<br />

El mismo art. 4 señala que la edad mínima para<br />

obtenerlo será de quince años cumplidos. No<br />

obstante, hasta los dieciocho años cumplidos<br />

no autorizará a conducir los correspondientes<br />

vehículos cuando transporten pasajeros.<br />

La obtención del permiso de la clase A1 y de la clase B también habilitan para la<br />

conducción de ciclomotores.<br />

El periodo de vigencia del nuevo permiso de conducir AM será de diez años<br />

mientras el titular no cumpla sesenta y cinco años y de cinco años a partir de esa<br />

edad.<br />

29


Para la obtención del permiso de conducir de la clase AM, el aspirante tendrá<br />

que someterse a una prueba de control de conocimientos específicos, es decir,<br />

un examen teórico que incluirá las normas y señales reguladoras de la<br />

circulación y cuestiones, factores, equipos y elementos de seguridad<br />

concernientes al conductor, al vehículo y, en su caso, a la carga transportada.<br />

Además, deberán someterse a pruebas de control de aptitudes y<br />

comportamientos en circuito cerrado, donde realizarán maniobras de zigzag<br />

entre jalones a velocidad reducida y circular sobre una franja de anchura limitada.<br />

Los solicitantes del permiso AM limitado a la conducción de ciclomotores de tres<br />

ruedas y cuadriciclos ligeros deberán realizar maniobras de cambio de sentido de<br />

la marcha utilizando las velocidades hacía adelante y hacia atrás, en un espacio<br />

limitado, y de estacionamiento y salida del espacio ocupado al estacionar (tanto<br />

en línea, oblicuo o perpendicular) utilizando las marchas hacia delante y hacía<br />

atrás, en llano o en pendiente ascendente o descendente.<br />

Para finalizar recordar que la antigua licencia de ciclomotores ha quedado<br />

exclusivamente para conducir vehículos por personas con movilidad reducida (las<br />

sillas eléctricas) y para la conducción de vehículos especiales agrícolas<br />

autopropulsados y sus conjuntos, siempre que no se posea permiso de conducir<br />

de las clases A1 o B para el primer caso ó B para el segundo.<br />

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