Escala territorial y vivienda social - Universidad Anáhuac México Sur
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<strong>Escala</strong> <strong>territorial</strong> y <strong>vivienda</strong> <strong>social</strong><br />
Rómulo Rosales llama a considerar aspectos demográficos, culturales y <strong>social</strong>es en los<br />
asentamientos; el aspirante a doctor en Administración por la Anáhuac reivindica el papel de los<br />
constructores.<br />
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Publicado a las 06:00 Domingo, 07 de Junio de 2009 Más noticias de Economía<br />
Por: Rómulo Alfredo Rosales Uribe *<br />
Los procesos acelerados de crecimiento poblacional<br />
se vieron agudizados en nuestro país a partir de los<br />
años cincuenta del siglo XX, cuando éste pasó a ser<br />
predominantemente urbano, dejando atrás lo rural.<br />
El Infonavit tiene un papel sin igual en la<br />
dotación de créditos con tasas de interés<br />
preferenciales, señala el autor. (Foto: Archivo)<br />
Al respecto, mucho tuvo que ver la apertura<br />
económica hacia el exterior que tuvo México, lo cual<br />
hizo complejo el abordar los complicados problemas<br />
de la sociedad y sus territorios, así como la obtención<br />
de información para el manejo crítico de decisiones<br />
basadas en la comprensión de los procesos<br />
socioespaciales.<br />
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Así, para el año 2000 la tercera parte de la población<br />
nacional se concentraba en nueve ciudades mayores<br />
de un millón de habitantes, mientras que en el otro<br />
extremo, la cuarta parte de los mexicanos habitaba en<br />
196 mil localidades menores de 2 500 habitantes<br />
(CONAPO, 2000).<br />
Según los XI y XII Censos Generales de <strong>vivienda</strong><br />
elaborados por INEGI y tabulados para la identificación de tamaños de localidad por Conapo,<br />
entre 1990 y 2000 la población urbana que habitaba en localidades mayores de 15 mil<br />
habitantes se incrementó de 46.6 a 59.4 millones, aumentando su participación de 57.4 a 61<br />
por ciento.<br />
Para el mismo periodo, la población que vivía en localidades de transición rural-urbana (entre<br />
2,500 y 14,999 habitantes) pasó de 11.2 millones a 13.3 millones; no obstante, su<br />
participación disminuyó de 13.9 a 13.7%. Finalmente, la población de las localidades<br />
pequeñas (menores de 2,500 habitantes) aumentó de 23.2 millones a 24.7 millones,<br />
presentando, al igual que el rango anterior, una disminución en su participación relativa, de<br />
28.7 a 25.4 por ciento.<br />
México en su proceso urbano ha dado paso a la formación de subsistemas regionales de<br />
ciudades, con patrones poblacionales de distribución <strong>territorial</strong> ya definidos.<br />
El más importante, es el de la región centro integrada por la Ciudad de México, los Estados de<br />
Hidalgo, de México, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala, donde se localizan siete zonas<br />
metropolitanas: Ciudad de México, Puebla, Toluca, Querétaro, Cuernavaca, Cuautla, Pachuca<br />
y Tlaxcala; así como, cuatro ciudades mayores de 50 mil habitantes: Tehuacán, San Juan del<br />
Río, Tulancingo y Teziutlán; y 50 ciudades menores de 50 mil habitantes. En este subsistema<br />
reside el 39.8 por ciento de la población urbana del país, cuya mayor proporción (93.5%) se<br />
localiza en dichas zonas metropolitanas (CONAPO, 2007).<br />
Analizar una región desligándose de su superior escala <strong>territorial</strong> es ignorar el problema global<br />
de la misma. Cada análisis debería considerar las características demográficas, culturales y<br />
<strong>social</strong>es de la población demandante, así como también el considerar los nodos urbanos que<br />
generan la demanda habitacional y la actividad comercial, requiriendo por ende, una<br />
necesidad palpable relativa a la infraestructura urbana básica contra los requerimientos de<br />
espacios libres, lo cual no es una tarea fácil de realizar.<br />
Hoy en día, el Infonavit tiene un papel sin igual en la dotación de créditos con tasas de interés<br />
preferenciales, para que el trabajador pueda comprar el tipo de <strong>vivienda</strong> que se ofrece en el<br />
mercado. Por otro lado, hay empresas privadas que se están desarrollando ya en este sector<br />
con un carácter protagónico.
Estas últimas empresas han logrado establecer mecanismos de diseño y construcción<br />
adecuados al ofrecimiento de venta que dan a sus clientes, y a la vez logran la inmediata<br />
consolidación de la escala <strong>territorial</strong>, pues dotan de servicios básicos en el muy corto plazo.<br />
Sin embargo no ha faltado casos en los que se hayan entregado <strong>vivienda</strong>s con limitaciones<br />
espaciales de la tipología habitacional (Villavicencio, 2003) y diferencias socioeconómicas,<br />
que pasado el tiempo de haberlas iniciado a habitar, desarrollan problemas vecinales.<br />
El éxito de la <strong>vivienda</strong> <strong>social</strong> sólo puede ser medido cualitativamente, en términos de bienestar<br />
emocional y físico de sus habitantes, por ello para llevar al desarrollo <strong>social</strong> a procesos<br />
innovadores es necesario dar paso a la producción de comunidades sanas.<br />
La fase de planeación, diseño con su respectivo control, ejecución y entrega, se debería<br />
convertir parte esencial de la participación de expertos y propietarios, (Salingaros, 2006)<br />
tomando con ello los recursos disponibles de mano de obra y materiales tradicionales.<br />
Es preciso señalar que es de suma importancia tres puntos importantes que forman parte de<br />
la <strong>vivienda</strong> <strong>social</strong>:<br />
1. Sus habitantes deben poder hacer cambios. Si perdemos de vista esto, perdemos el<br />
sentimiento de arraigo de la familia. No olvidemos que la familia es en nuestro México el<br />
núcleo indispensable para el desarrollo de la persona.<br />
2. La <strong>vivienda</strong> <strong>social</strong> debe entenderse como aquella que está dirigida a grupos más<br />
desposeídos de nuestra sociedad.<br />
3. Debe existir para el desarrollo que inicia, un plan de crecimiento que establezca el tomar<br />
en cuenta las normas de ordenamiento establecido por la autoridad.<br />
La necesidad de participación de la industria de la construcción en los procesos de<br />
ordenamiento y consolidación <strong>territorial</strong> es, y ha sido, medular. No considerar esto es convertir<br />
en problemas de infraestructura el futuro de las zonas donde los desarrolladores ejecutan sus<br />
proyectos.<br />
Una nueva tendencia de desarrollo de <strong>vivienda</strong> podría corresponder a la participación de los<br />
futuros propietarios, guiada por los expertos, dotando de esta manera a las familias con la<br />
posibilidad de atender y anticiparse a las necesidades reales que la familia requiera en<br />
función a su crecimiento, permitiendo con ello el sano desarrollo de convivencia y unión en el<br />
ámbito familiar.<br />
Estos diseños, resultados de esa conjunción de experiencia y necesidad, se traducían en las<br />
características de diseño, ejecución y costo de modelos rigurosos de construcción, pero de<br />
carácter amable para su desarrollo futuro.<br />
No podemos dejar de pensar, en ningún momento, de los desarrolladores, quienes deben de<br />
tener el control del proyecto, ya que de ellos depende la responsabilidad de los manejos de<br />
efectivo y la necesidad de obtención de beneficios económicos.<br />
Vale la pena mencionar que existen estudios, como el de Jan Bazant S, Interpretación teórica<br />
de los procesos de expansión y consolidación urbana de la población de bajos ingresos en la<br />
periferia, que al día de hoy nos demuestran los lentos e inadecuados desarrollos de las etapas<br />
de consolidación en la autoconstrucción, pero que finalmente pasados los años, proveen a las<br />
familias de capacidad de crecimiento en sus <strong>vivienda</strong>s ya sea horizontal y/o vertical, lo que<br />
permiten un apoyo familiar a largo de generaciones.<br />
Ahora estos esfuerzos como el que estudia Bazant, si se definen, estudia y se apegan al<br />
marco de la ley, teniendo además la orientación y guía de los expertos, permitirían un recorte<br />
espectacular en los tiempos de consolidación de la escala <strong>territorial</strong> de la <strong>vivienda</strong> <strong>social</strong>.<br />
Referencias<br />
• CONAPO, 2000. Elaborado por CONAPO con base en XI Censo General de Población y<br />
Vivienda, 1990. Resumen General; Conteo de Población y Vivienda, 1995. Resultados<br />
definitivos. Tabulados básicos; XII Censo General de Población y Vivienda, 2000.<br />
Resultados definitivos. Tabulados básicos.<br />
• CONAPO, 2007. Elaborado por CONAPO en su Artículo. La distribución <strong>territorial</strong> de la<br />
población en México<br />
• Villavicencio, 2003. Treinta años de <strong>vivienda</strong> <strong>social</strong> en la Ciudad de México: Nuevas<br />
necesidades y demandas. Judith Villavicencio Blanco, Ana María Durán Contreras.<br />
<strong>Universidad</strong> Autónoma Metropolitana, México<br />
• Salingaros, 2006. Códigos generativos para el desarrollo de <strong>vivienda</strong> <strong>social</strong>. Nikos A.<br />
Salingaros, University of Texas at San Antonio, Brain David, New College Florida, Ernesto<br />
Philibert Petit. ITESM Campus Querétaro<br />
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