Tracción en rueda delantera (bicicleta) - Innovar

Tracción en rueda delantera (bicicleta)
Por Eduardo Oscar Sasali
sasalieduardo@hotmail.com
Mar del Plata
Innovar 2009
A fines del año 2002, empiezo a considerar la posibilidad de colocar en la bicicleta común de calle un sistema
de tracción independiente en la rueda delantera y de esta forma convertirla en un vehículo de doble tracción.
El sistema a usar con patente NºAR.056984.A (OPUS 2000) se desarrolló para armar un triciclo destinado a una
población infantil careciente de movilidad en los miembros inferiores.
La curiosidad por comprobar cómo se comportaba el sistema me llevó a hacer ensayos de uso con un
armado muy precario en bicicletas comunes. El resultado fue muy satisfactorio. La innovación estaba en
marcha.
La bicicleta de doble tracción era realidad. Solo había que darle un perfil funcional, capaz de transformar la
vieja y tradicional bicicleta en un vehículo totalmente distinto al conocido.
Una de las razones que impulsó el proyecto surgió de observar cómo se manejan las personas que usan la
“bici” como vehículo de carga.
Estas personas agregando un acoplado de dos ruedas juntan mercadería y como la ganancia es proporcional
a lo que acopian, por lo general el peso de la carga es mayor a lo que pueden tirar con la bici. Entonces
terminan marchando a la par de la misma, haciendo una marcha lenta y cansadora.
Como toda innovación, no fue fácil conseguir apoyo total al proyecto, porque cuando la propuesta es nueva
y rara no es fácil aceptarla. Porque ver algo tan sencillo y útil, que no ha sido puesto en uso antes, aumenta
las dudas, y así este proyecto no entusiasmó a mis hijos. Pero siempre hay alguien que se entusiasma y ayuda
dando fuerzas para seguir, ellos fueron Héctor y Marta quienes tomaron el proyecto como propio. Pero el
mayor empuje en esta empresa lo ha puesto mi esposa, que trabajando de mañana en una casa de familia (4
horas) y por la tarde en una empresa de servicios (5 horas), aportando de esa manera al mantenimiento de la
casa sin preguntar cuando se verían los resultados. Ella ha sido la fuerza que mantuvo el proyecto en marcha.
Por eso hago este justo reconocimiento exponiéndolo ante ustedes.
Cuando inicio la etapa de construcción de proyecto cumplía tareas de maestro especial en el taller protegido
del Portal del Sol, en el año 2006 paso a clase pasiva como jubilado de Anses, y así hoy con los beneficios de
jubilación, aprovecho el tiempo que me sobra para dedicarlo al proyecto.
Siempre estuve dedicado a realizar la innovación de manera muy personal porque razones económicas me
obligaban a no malgastar un solo peso, sin haber hecho todos los cálculos de recursos. Todo lo realizado hasta

el momento lo fui concretando con gran sacrificio, buscando en las compras-ventas, bicicletas usadas, caños,
y algún otro insumo, así mismo retazos y cortes en metalúrgicas abaratando el costo de la materia prima.
Entonces, llevando cortes hechos para soldar en distintos talleres y herrerías, fui armando los cuadros de bicis
y tricis, los transportaba con suerte en bicicleta, pero más de las veces fue a pie, porque el tamaño o bulto de
los caños no permitían el uso de transporte público.
Así fue tomando forma el proyecto, sin ayuda particular, porque nadie se animó a darme ayuda financiera, la
propuesta era muy interesante, atractiva, pero no convencía el futuro comercial.
En el ámbito oficial no pude llegar a lugares de decisión, que me hubieran aportado alguna ayuda financiera
o por lo menos facilitar las gestiones para conseguir un crédito bancario. En las instituciones financieras
privadas ni hablar, cuando me pedían datos y decía 70 años, me señalaban la puerta y chau Lalo. Si no hubiera
sido tan terco, el proyecto estaría dormido, tirado por ahí y yo viviría tranquilo gozando de mi jubilación
mínima.
Llevo varias etapas recorridas, muchos pasos dados, algunos para avanzar otros para retroceder, pero siempre
luchando. Tratando de salir adelante, pero sin capital no se puede avanzar. Nunca pude llegar a alguien que
tuviera poder de decisión, no fue jamás mi intención pedir subsidios, siempre soñé con conseguir un crédito.
Aún hoy espero.
Hice un último esfuerzo a principios de diciembre de 2009 ante una ONG que tiene como fundamento el
apoyo a las iniciativas locales y tampoco pudo ser, pero no era el tiempo indicado, se aproximaba fin de año,
las fiestas, tal vez esto impidió prestarle atención al proyecto.
En esos momentos estaba armando una media docena de vehículos con el fin de alquilarlo en la temporada
09/10 y de esta manera a la vez que los mostraba al público, tener un recupero económico que me permitiera
seguir invirtiendo en el emprendimiento. Pero se truncó el sueño. Tuve un accidente laboral a principio de
enero, a consecuencia de ello sufrí una fractura de fémur a la altura de la cadera, con 5 meses de inactividad, y
esto obligó a dejar sin concreción el proyecto.
“La bicicleta” desde su aparición ha recorrido un largo camino y paso por muchísimos cambios, todos fueron
mejorándola notablemente, llegando a ser un vehículo tan popular como simple, una máquina que es casi
imprescindible en a historia de la humanidad, solucionando problemas de traslado, diversión, trabajo y
actividades deportivas.
A consecuencia de esas transformaciones, encontramos algunas que son verdaderas joyas, y no hablamos de
las máquinas deportivas o de alta competición, sino de la bicicleta estándar de calle.
Desde el modesto lugar que me toca ocupar con la innovación propuesta, presento mi reconocimiento,
honrando lo realizado hasta el momento. Pero hago notar que el fundamento principal de su movimiento
sigue siendo el mismo: “fuerza de traslación mediante los miembros inferiores”. Allí tiene su razón de ser la
mecánica de su movilidad, desde su inicio hasta hoy.
Por esto al presentar el sistema O.P. 2000, afirmo que es totalmente innovador. El sistema es absolutamente
nuevo, no hay en el mercado nacional; y hasta diría a nivel mundial un sistema de estas características, por lo
menos, no de la manera propuesta.
El sistema se registró en la oficina de marcas y patentes de la República Argentina.
En el año 2007 se recibe la confirmación final sin oposición al incorporar a “la bici” este sistema, la convierte en
un vehículo de doble tracción.

• El sistema de doble tracción permite el uso independiente o sincronizado de las fuerzas, lo que significa
que el vehículo va a dar más utilidad en: carga, traslado y distancia.
• Entrega además un beneficio corporal extra al poner en funcionamiento todo el sistema de tronco y
extremidades superiores comparable al que brinda cualquier centro de mejoramiento corporal (gimnasio).
• Por ser un sistema simple, cómodo y limpio, podrá ser usado por niños, jóvenes y adultos, sin distinción de
sexo, solo requiere “el saber andar en bici” o en su defecto aprender esta técnica.
• Permite además llevar más carga útil, agregando un acoplado.
• El traslado es más rápido y se puede ascender cuestas y la marcha viento en contra más fácil.
• Las distancias a recorrer podrán ser más extensas.
Todo cambio lleva en sí mismo un sinfín de pruebas y replanteos por más que se tenga en claro cómo y dónde
se quieren realizar. Hasta que se concretan hay que ir quitando y agregando detalles.
En el año 2008 hice muy poca tarea relacionada con el proyecto.
Solamente traté, con los pocos pesos que iba consiguiendo, de ir comprando alguna bici usada, caños e
insumos en compra-ventas o de ocasión en negocios del ramo.
Retomo la marcha del proyecto en el año 2009, poniendo como meta el armado de 3 o 4 unidades que de
acuerdo al material acopiado en una cantidad posible armar y que vayan tomando el tipo de móvil que quería
ver terminado.
Con dos (2) de estos vehículos armados y gracias a la colaboración de un amigo, el arquitecto Víctor Riganti
que me traslada en su camioneta hasta los estacionamientos del complejo de Punta Mogotes, comenzaron
las pruebas. El lugar es ideal como banco de prueba, ya que hay lugar para desplazarse con comodidad, hay
desniveles para pruebas de ascenso y descenso y se sienten fuertes vientos, las distancias resultan de 1.000
metros o más de acuerdo a lo que se quiera o necesite andar.
El resultados de los ensayos fue excelente y la opinión del arquitecto Riganti, era de fundamental importancia:
porque era la primer persona ajena al proyecto en subir a este vehículo y ponerlo en marcha, Riganti no es
un entusiasta de la bicicleta, le resulta indiferente por no decir antipática y finalmente porque era la primera
vez que veía los vehículos transformados en doble tracción. Lo sorprendió lo divertido y fácil del sistema de
manejo.
En esta etapa estoy tratando de pulir y mejorar el sistema, buscando conseguir un producto final sencillo,
pero de alta calidad y performance que sea funcional, cómodo y de gran economía en su construcción
al producirse en escala comercial. Todos los insumos y mecanismos a emplear son de uso corriente en la
industria de la bicicleta.
INNOVAR EN EL PROYECTO
Tengo conocimiento en el año 2007 que el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva realiza
un concurso con la denominación de Innovar en distintas categorías entre ellas la que reconoce a toda
innovación que cambie o mejore un producto.
Desde allí nace el sueño de presentar mi proyecto.
No pude llegar ni siquiera a pensar hacerlo ese año porque estaba todavía muy rudimentario y casero,
seguí lento en el armado, y en el 2009 me entero que se invita a una nueva Expo del Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva. Con tres unidades armadas y probadas me atrevo a solicitar mi

inscripción en la categoría Producto Innovador y recibo la grata noticia que el proyecto había sido aceptado
y me invitaban a presentarlo en el Centro Cultural Borges. Este reconocimiento renovó mi entusiasmo y
contesté que llevaría los móviles al lugar.
Tenía los vehículos listos, había cumplido todos los requisitos exigidos, pero la carencia de medios
económicos hicieron imposible mi participación. No podía cubrir los gastos de transporte y estadía, y así se
evaporó la ilusión de poder llegar a estar en ese lugar que era para mí la gloria.
A principio de abril de este año, recibo por parte de Innovar 2010, la invitación para asistir a la EXPO 2010 del
Bicentenario, con el proyecto presentado en el 2009, por estar entre las mejores de las ediciones anteriores
del concurso.
Esta invitación hecha desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva es algo sumamente
honroso para mis modestas aspiraciones y ha hecho renacer la esperanza en el proyecto y da nuevas fuerzas
para seguir con él.
En este momento tengo como meta realizar todo lo que sea necesario hacer para estar presente en la Expo
del Bicentenario, porque creo también que el reconocimiento recibido de parte de INNOVAR al proyecto será
un aval importantísimo para conseguir apoyo y emprender la etapa de verlo concretado.
El contacto producido con Innovar y el buen eco obtenido con el proyecto me da aliento para tener en
perspectiva otros proyectos que este año no estará pero que saldrán a la luz muy pronto.
PROYECCION FUTURA
Tal vez por ser yo quien lo afirmé, puede caber alguna duda, pero el futuro del proyecto encarado de manera
organizada va a ser brillante.
Imponer la innovación en el mercado es de por sí un hecho que solo requeriría que hubiese existencia de
vehículos convertidos al sistema.
Si aceptamos que se necesita limpiar las ciudades de los problemas de tránsito, contaminación y ruidos
molestos, la primera convocada para conseguir esas soluciones va a ser la bicicleta, y si esta en su forma
tradicional la mejoramos aplicándole el sistema de Opus 2000, con mayor seguridad que el cambio va a
resultar muy positivo.
Todo esto se plantea a nivel local. Trasladado al orden internacional es de fácil imposición, porque al no
cambiar ni la forma ni el manejo de la bici no necesita margen de tiempo para adaptarse al medio.