REVISTA HETERODOXIA V. 1, Nº 2

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policial y que docentes, monitores
y miembros de la comunidades
donde ha vinculado la universidad,
llegaron a considerar execradas y
propias de gobiernos anteriores, ya
que los discentes están siendo formados
para el resguardo y protección
de la ciudadanía, así como
para fomentar la prevención del
delito, y por ende sus acciones deben
promover la eliminación de
estas prácticas inadecuadas dentro
de la institución policial.
En este sentido, desde la PNB y la
UNES, se formulan premisas que
intentan justificar algunas situaciones
descritas por la comunidades,
en donde no es falta de atención ni
celeridad de los procesos, sino que
existen sectores priorizados en los
cuales el personal ha sido asignado
y hasta el momento en el cual esta
investigación se realizó, muchas
comunidades del municipio Maracaibo
aún no están priorizadas para
efectos del trabajo policial. Por
otro lado, la falta de personal así
como la falta de ciertos recursos, es
una limitante dentro del cuerpo que
apenas se está constituyendo dentro
del municipio.
Aunado a esto, según información
suministrada por un ex director
del cuerpo de seguridad, la
falta de conciencia de parte del
personal que asumió la supervisión
de los diferentes servicios de la
PNB, configuraron la gran debilidad
que presenta este órgano policial.
Una de ellas, fue la asimilación
de personal que era trasladado
por haber cometido infracciones en
su lugar de origen y como castigo
fueron enviados a otras ciudades,
en este caso Maracaibo; al ser de
mayor jerarquía que los recién graduados,
estos se convirtieron en
supervisores, constituyendo en lugar
de castigo, una premiación a la
conducta inadecuada que motivaba
el traslado. De esta manera, la
practica inadecuada que no tuvo
corrección, se convierte en un factor
que debilita la actuación de los
nuevos funcionarios, cuyas prácticas
generaron una mala praxis policial.
Dentro de este marco, las comunidades
se encuentran en un
proceso de contradicción en el
cual, visualizan al funcionario como
el garante de la seguridad, pero
se encuentran ante la necesidad de
PNB
cuidarse del mismo organismo
que según la ley debe protegerlo.
Razón por la cual, se formulan
comparaciones entre las actuaciones
relativas al nuevo y al viejo
modelo policial, evidenciándose
similitud en cuanto a la participación
de ciudadanos que han sido
víctimas de trabajo policial, ya sea
de forma directa a través de procesos
de corrupción; o indirecta,
cuando los oficiales no acuden al
llamado cuando se les ha solicitado
su servicio.
De acuerdo a esto, la formación
profesional del funcionario en
seguridad ciudadana, es todo un
reto para el docente de la UNES,
por cuanto el quehacer educativo,
tal como lo planteó la ex-rectora
Soraya El Achkar, “todo docente
debe estar comprometido con labores
que generen un ejercicio de reflexión
y éste debe crear dispositivos
para ir a la acción transformadora.
Esto es el quehacer educativo
y si esto no te hace pensar tu propio
quehacer, entonces, estás extinguido.”
Esto implica no solo al perfeccionamiento
de los cuerpos de
seguridad, sino en primera instancia
la transformación de la persona,
por medio del fortalecimiento de
valores que lo identifiquen como
un sujeto consciente de su realidad
y dispuesto a promover un proceso
de transformación, a partir de los
conocimientos y desarrollo de aptitudes
específicas de la profesión
policial, que ha de desempeñar de
manera íntegra y responsable ante
la sociedad.
Esto supone la necesidad de
analizar y contrastar el proceso de
selección y formación (como elementos
que están relacionados entre
sí por un mismo objetivo que
consiste en promover la profesionalización
y desarrollo integral de
funcionarios y funcionarias de la
seguridad ciudadana del país), con
el fenómeno de la mala praxis policial
evidenciada en algunos funcionarios;
en este sentido, se formularon
unas entrevistas no estructuradas
aplicadas de forma aleatoria,
tanto en el personal de la UNES,
como en las poligonales donde se
vincula y a funcionarios de la PNB
pertenecientes a la primera cohorte,
en la cual se les invitaba a evaluar
desde su óptica, la praxis universitaria
en la formación de los discentes
y el desempeño de los oficiales,
a fin de determinar la percepción
que cada ámbito asumía en relación
a este tema.
R E V I S T A H E T E R O D O X I A