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Para la nación conservadora, John McCain
no era uno de ellos.
Hombre de convicciones firmes, John
McCain acordaba con los conservadores su
oposición a las uniones de personas del
mismo sexo, pero se separaba de ellos al
defender los abortos terapéuticos, especialmente
si con el embarazo corría riesgo la
vida de la madre y defendía las investigaciones
de células madre que contribuyan al hallazgo
de curas de enfermedades que hoy
son intratables.
rrota, al tiempo que promover un aumento en
los impuestos a los sectores sociales más ricos,
McCain apostó al rescate de las grandes
corporaciones, tanto financieras como
productivas y, desde allí, esperar que el
efecto derrame arrastre positivamente al
conjunto de la economía. Aferrado a su plan,
McCain afirmaba que la receta de Obama
buscaba castigar a los exitosos y premiar a
los irresponsables y que si se lo apoyaba, la
situación del conjunto de la economía empeoraría
antes que mejorar.
Esta posición le granjeó la furia de la derecha
social más extrema. Ni siquiera la maniobra
de la elección de la gobernadora de
Alaska, Sarah Palin, como compañera de
fórmula, una conservadora de pura cepa que
era agradable a los ojos de los grupos religiosos
más representativos por su posturas
pro vida, sirvió para atraerlos masivamente y
darle a su campaña un impulso contundente.
Es más, Sarah Palin demostró grandes limitaciones
a la hora de sumarle apoyos a su
compañero y lo que en un primer momento
pareció ser una maniobra brillante terminó
convirtiéndose en un boomerang alejando a
mucha gente de las filas republicanas.
Tampoco logró seducir a los rebeldes anti
gobierno con sus propuestas de brindar mayor
libertad en la elección de las personas de
temas centrales en su vida como son la cobertura
de salud y la educación. McCain propuso
otorgar un recorte impositivo de 5000
dólares anuales para que las familias destinen
ese dinero a la elección de la cobertura
de salud que más los conformase. Al mismo
tiempo criticaba a su adversario porque su
propuesta en materia de salud pasaba por
subsidiar desde el Estado su cobertura con
lo que dejaba en manos del gobierno la elección
del proveedor del servicio. Obama argumentó
hábilmente que el plan de McCain no
daba ninguna garantía que la gente utilizara
el recorte de impuestos para procurarse cobertura
de salud, con lo cual su objetivo terminaba
siendo pervertido.
Finalmente, McCain tampoco pudo convencer
al electorado que era capaz de capear
la tormenta
desatada por la crisis
financiera. Una
vez más, las propuestas
de ambos
candidatos diferían
claramente. Mientras
Obama afirmaba
que la forma
de paliar los efectos
iniciales de la crisis
era inyectando dinero
en las economías
de las familias
afectadas por la crisis
de las hipotecas
y evitar así que caigan
en la banca-
Los resultados finales de las
elecciones le demostraron
con crudeza a McCain que la
sociedad estaba cansada de
la ortodoxia económica y el
imperio del conservadurismo
que había reinado de manera
incontrastable durante los últimos
treinta años
DEL 20 DE ENERO EN MÁS
Los resultados finales de las elecciones le
demostraron con crudeza a McCain que la
sociedad estaba cansada de la ortodoxia
económica y el imperio del conservadurismo
que había reinado de manera incontrastable
durante los últimos treinta años 8 . Sin embargo,
es temerario afirmar alegremente que
estamos ante el fin de su influencia en la
vida política de la nación. Ello dependerá de
cómo Obama logre articular su gobierno con
la sociedad y su relación con los republicanos.
Por lo pronto, el presidente electo ha comenzado
a delinear su gabinete con el cual
intentará tender puentes con el Partido Republicano
y sanar cualquier clase de herida
remanente en el seno de su propio partido.
Para ello comenzó nominando a su ex rival
de interna, Hillary Clinton,
como Secretaria
de Estado y anunció
que Robert Gates, Secretario
de Defensa de
George W. Bush, seguirá
en su cargo pero
con la "nueva misión
de poner fin a la guerra
en Irak".
En una conferencia
de prensa realizada en
Chicago a un mes y 20
días de su asunción
como Jefe de Estado,
Obama anunció el
equipo de funcionarios
que lo asesorará en
8- Hay quienes podrían argumentar que hablar de treinta años de hegemonía conservadora ignora los ocho años de Bill Clinton al frente del gobierno. Lo
cierto es que Clinton representa el matrimonio del Partido Demócrata con el capital financiero, llevando a su partido más hacia la derecha que ningún
presidente en todo el siglo XX.
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Obama Hace Historia en Estados Unidos