09.07.2015 Views

el amor anidó en estacion central el amor anidó en estacion central

el amor anidó en estacion central el amor anidó en estacion central

el amor anidó en estacion central el amor anidó en estacion central

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

8 LA ESTACIÓN / HOGAR DE CRISTOCASA DE LA MUJER ACOGE A VICTIMAS DE VIOLENCIA INTRAFAMILIARCUANDO EL HOGARDEJA DE SER DULCE• Hace unos años <strong>el</strong> Hogar de Cristo vio que a la Hospedería de Mujeresestaban llegando muchas madres con sus hijos. Para no derivarlosa distintas unidades de apoyo, decidieron llevarlos a la Casa de laMujer. Pero tras este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o había un problema de fondo. Lamayoría estaba huy<strong>en</strong>do de sus casas por viol<strong>en</strong>cia intrafamiliar.Fue <strong>en</strong>tonces cuando la Casa de la Mujer se abocó al acogimi<strong>en</strong>tode estas mujeres y sus hijos. Estas son sus historias.Por Andrea Cuevas B.Existe una calma que sólo seinterrumpe por los incesantesbotes que da una p<strong>el</strong>ota con laque juegan unos niños. Cadapared guarda p<strong>en</strong>as yesperanzas de mujeres que handecidido “tomar cartas” <strong>en</strong> unasunto que estaba atorm<strong>en</strong>tandosus vidas y las de sushijos. P<strong>en</strong>as que a vecesquisieran dejar fuera de susvidas, pero tal como lo dic<strong>en</strong>las palabras de un pap<strong>el</strong> <strong>en</strong> lapared d<strong>el</strong> comedor: “Vivir noes un asunto fácil y lo únicoque te puedes llevar es todo loque no puedes dejar atrás”Son 18 mujeres que han debidodejar sus casas. Son lassecu<strong>el</strong>as de la viol<strong>en</strong>ciaintrafamiliar Heridasprofundas que así comodu<strong>el</strong><strong>en</strong>, alim<strong>en</strong>tan las ansias desalir ad<strong>el</strong>ante y superarse.Raqu<strong>el</strong>, de 25 años, es una de<strong>el</strong>las. Su mirada ti<strong>en</strong>e unaser<strong>en</strong>idad que perturba.Mi<strong>en</strong>tras los niños juegan <strong>en</strong><strong>el</strong> patio y los pasillos de laCasa, Raqu<strong>el</strong> recuerda la causaque hace unos pocos meses latrajo a este hogar. “Mi maridoestaba tratando de ahorcarme<strong>en</strong> la noche”, esa fue la gotaque rebalsó su “vaso”. Un vasoque estaba ll<strong>en</strong>o de lágrimas yangustia acumuladas de 7 añosde matrimonio, p<strong>el</strong>eas, insultosy golpes.En mayor o m<strong>en</strong>or grado, lasmujeres que allí viv<strong>en</strong> pasaronpor situaciones similares. Espor eso que <strong>el</strong> trabajo querealizan los especialistas de laCasa es arduo. “No es la ideatratarlas como víctimas, pero<strong>el</strong>las deb<strong>en</strong> asumir que ti<strong>en</strong><strong>en</strong>cierta responsabilidad y quedeb<strong>en</strong> <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse a eso”,explica Carolina Pacheco,directora de la Casa de laMujer.Hogar, dulce HogarEl sueño de t<strong>en</strong>er una familiaf<strong>el</strong>iz era lo que mant<strong>en</strong>ía aRaqu<strong>el</strong> junto a su marido. Sinembargo, “uno no pi<strong>en</strong>sa qu<strong>el</strong>es está haci<strong>en</strong>do daño a loshijos, pero es así, porque <strong>el</strong>losse dan cu<strong>en</strong>ta de lo quesucede”. El camino a lo quehoy llama su “libertad ytranquilidad”, se veía cada vezmás difícil, pues no t<strong>en</strong>ía nadiequi<strong>en</strong> la ayudara. Gracias a laasist<strong>en</strong>te social de suconsultorio, Raqu<strong>el</strong> pudollegar a este C<strong>en</strong>tro junto a susdos hijos. Junto a lastransformaciones que viv<strong>en</strong> lasmujeres, también <strong>el</strong> proyectoha debido modificarse. CarolinaPacheco reconoce que esteprograma ha sido difícil, yaque no existe otro <strong>en</strong> <strong>el</strong> país, einstaurar un proyecto de estetipo, está sujeto a modificacionesconstantes, que lespermit<strong>en</strong> ir perfeccionando sutrabajo. Pero <strong>el</strong> balance hasta<strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to es positivo, lo quemotiva a este equipo a seguirtrabajando por mejorar la laborcon las mujeres.D<strong>en</strong>tro de los proyectos queti<strong>en</strong>e la Casa de la Mujer, está<strong>el</strong> de crear una Red de Viol<strong>en</strong>cia<strong>en</strong> la comuna de EstaciónC<strong>en</strong>tral. Es por eso, quehoy se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran trabajandocon organismos como <strong>el</strong>COSAM, C<strong>en</strong>tro de AbusosViol<strong>en</strong>tos y la Municipalidadde la comuna para crear estared que apoye a las mujerescuando termin<strong>en</strong> <strong>el</strong> programa.Sueños, no UtopíasAcogimi<strong>en</strong>to, reparación ypre- egreso, son los nombres d<strong>el</strong>as etapas que estas mujeresdeb<strong>en</strong> pasar para finalm<strong>en</strong>tesalir de la Casa de la Mujer.Raqu<strong>el</strong> está <strong>en</strong> la segunda, <strong>en</strong>donde recibe tratami<strong>en</strong>topsicológico. Quizás esta una d<strong>el</strong>as más difíciles, pero esperapronto pasar a la sigui<strong>en</strong>te, quees donde las mujeres deb<strong>en</strong>buscar trabajo y un lugar dondevivir. “Quiero t<strong>en</strong>er mi casa yun trabajo, para mant<strong>en</strong>erme ymant<strong>en</strong>er a mis hijos”, es <strong>el</strong>sueño de Raqu<strong>el</strong> y fue <strong>el</strong> deotras tantas que ya abandonaronla Casa de la Mujer yhoy ti<strong>en</strong><strong>en</strong> su casa propia.Pero no todas decid<strong>en</strong> indep<strong>en</strong>dizarse,aproximadam<strong>en</strong>teun 40% de <strong>el</strong>las vu<strong>el</strong>ve con supareja, que <strong>en</strong> muchos casostambién recibe terapia, si él asílo desea. Raqu<strong>el</strong> ha vu<strong>el</strong>to a verdos veces a su marido y éste leha pedido que regrese a la casa,pero <strong>el</strong>la sabe que no funcionaría.“Me costó tanto tomaresta decisión, que ahora solame si<strong>en</strong>to bi<strong>en</strong>”, dice Raqu<strong>el</strong>mi<strong>en</strong>tras pi<strong>en</strong>sa <strong>en</strong> lo muchoque quiso al hombre que algúndía le jurara “<strong>amor</strong> eterno”.Muchas concuerdan <strong>en</strong> queesta Casa ha sido de gran ayudapara sus vidas. Es lo que alm<strong>en</strong>os se visualiza <strong>en</strong> la paredd<strong>el</strong> comedor: “Porque han sidomi luz y mi sol, yo les doygracias por <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> micorazón”, y que se reafirmacon la experi<strong>en</strong>cia de Raqu<strong>el</strong>,qui<strong>en</strong> se si<strong>en</strong>te agradecida d<strong>el</strong>apoyo recibido <strong>en</strong> <strong>el</strong> hogar. Por<strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to sólo les quedaluchar por llegar a la meta deeste camino que hoy les<strong>en</strong>trega esperanzas y lesdevu<strong>el</strong>ve la dicha de s<strong>en</strong>tirsevivas y queridas. Una meta <strong>en</strong>donde quedarán atrás esasparedes que inmortalizaron <strong>el</strong>s<strong>en</strong>tir de mujeres que vivieronla viol<strong>en</strong>cia intrafamiliar:“Sabía que estaba viva, pero not<strong>en</strong>ía alma. S<strong>en</strong>tía mi cuerpocorroído y ll<strong>en</strong>o de llagas. Medolía todo, hasta p<strong>en</strong>sar mecansaba. Mi m<strong>en</strong>te volaba sinmetas. Quería morirme de solaque estaba, sin darme cu<strong>en</strong>ta deque existía un mañana que haymuchas personas que te quier<strong>en</strong>y te aman”.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!