El Poncho Salteñoludándolos. En el palco don<strong>de</strong> lo esperaban las autorida<strong>de</strong>s provinciales,municipales y culturales, entre otras, se encontraba en carácter <strong>de</strong> presi<strong>de</strong>nte<strong>de</strong> la Agrupación, el ingeniero García Bes, que sintió tal emocióncuando se encontró <strong>de</strong> frente con su Santidad, que quedó perplejo; pasadounos segundos, lo único que atinó a hacer, fue quitarse el poncho (salteñogüemesiano, colorado franja y fleco negro) <strong>de</strong> su hombro y entregárseloal Papa.. Lo acompañaban su hijita Macarena y el niño RicardoSolá, los que le entregaron a su Santidad un ramo <strong>de</strong> flores. Por su parte,el Papa en un gesto <strong>de</strong> amor, les obsequió a cada uno, un rosario, que lafamilia <strong>de</strong> Tomy guarda celosamente en su hogar.Contaremos otra anécdota <strong>de</strong> espiritualidad don<strong>de</strong> el “Poncho Salteño”forma parte. Así, el 7 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2006, durante el velatorio <strong><strong>de</strong>l</strong> Rdo.Normando Joaquín Requena Pérez, un gaucho <strong>de</strong> la parroquia colocó suponcho colorado con franjas y flecos negros sobre el féretro <strong><strong>de</strong>l</strong> padrecito.Al día siguiente, en la inhumación <strong>de</strong> los restos, cuando cierran el cajóny lo trasladan a su última morada se le entrega a su hermana A<strong><strong>de</strong>l</strong>faRequena Pérez el referido poncho, iniciando luego los amigos con gransolemnidad el <strong>de</strong>scenso <strong><strong>de</strong>l</strong> ataúd a la fosa. En este emotivo momento,uno <strong>de</strong> sus amigos, Ferdy Garcia Bes se encontraba al lado <strong>de</strong> la tumba,lo <strong>de</strong>spedía con sentidas palabras, pero Oh! sorpresa, cuando en medio<strong>de</strong> la alocución, el poncho que Ferdy tenía en su hombro, resbaló y fue aparar a lo profundo <strong>de</strong> la fosa. Ante ésta situación, la gente intentó recuperarlo,pero su amigo pidió que “no lo tocaran y que seguramente el curagaucho no quería empren<strong>de</strong>r su viaje sin la compañía <strong>de</strong> su acostumbradoponcho salteño”. Cuando Marcelo Fleming vio el noble gesto <strong>de</strong>Ferdy no pudo menos que obsequiarle verbalmente su propio poncho.También fue una sorpresa cuando Ferdy llegó a su casa y se dio con queMarcelo había cumplido su palabra.El 10 <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong> 2006 se inauguró en la Villa veraniega <strong>de</strong> SanLorenzo una estructura arquitectónica simbólica en reconocimiento afectivoal Rdo. Normando Joaquín Requena Pérez, nuestro amigo “El curaGaucho”, para cuyo homenaje se dispuso una misa con la participación<strong>de</strong> la guardia <strong>de</strong> honor <strong>de</strong> los infernales y gauchas <strong><strong>de</strong>l</strong> Fortín Martina Sil-107
Jorge Virgilio Núñezva <strong>de</strong> Gurruchaga. Luego <strong>de</strong> un toque <strong>de</strong> silencio y terminada la misa, seencolumnó el presi<strong>de</strong>nte <strong><strong>de</strong>l</strong> Fortín Juan Carlos Dávalos llevando a tiroun caballo rocillo con ensillado completo y encima <strong><strong>de</strong>l</strong> apero un “ponchosalteño güemesiano” y una estola <strong>de</strong> color ver<strong>de</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> padrecito. A este caballoque representaba la viva presencia <strong><strong>de</strong>l</strong> cura gaucho se lo apostófrente a las autorida<strong>de</strong>s, familiares y público en general, trasladándose enformación hasta el lugar <strong><strong>de</strong>l</strong> homenaje, ubicándoselo en un sitio <strong>de</strong>stacadoy a la vista <strong>de</strong> todos, esta situación produjo gran emoción a los presentes(el poncho representa, al hombre, al gaucho, al amigo y la estola al sacerdote,al hombre <strong>de</strong> Dios, al evangelizador), otra vez “el poncho” formandoparte <strong>de</strong> nosotros y <strong>de</strong> nuestra i<strong>de</strong>ntidad.Pero el reconocimiento no termina allí, quedando plasmado en unasimulación <strong>de</strong> la capilla <strong>de</strong> San Lorenzo y en su interior el vacío <strong>de</strong> la figura<strong><strong>de</strong>l</strong> cura montado a caballo con el poncho en el hombro y una cruz ensu mano izquierda, expresando el vacío que él nos <strong>de</strong>jó, pero a la vez lacontención que producen las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Iglesia y el amor <strong>de</strong> la gente, yla causalidad que su reconocimiento se emplazó al lado <strong>de</strong> la calle (colin-108