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25 DICIEMBRE 2005 - Escucha de la Palabra

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su vanidad, su sentido <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r o su violencia, así como sucodicia, eso es <strong>la</strong> impotencia <strong>de</strong> un niño. Dios eligió esaimpotencia para vencernos y para hacernos entrar <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> nosotros mismos.Pero no olvi<strong>de</strong>mos en este punto que el mayortítulo <strong>de</strong> dignidad <strong>de</strong> Jesucristo es el <strong>de</strong> «hijo», hijo <strong>de</strong>Dios; <strong>la</strong> dignidad divina se <strong>de</strong>scribe mediante una pa<strong>la</strong>braque muestra a Jesús como un niño (= Hijo) que siempre ha<strong>de</strong> permanecer como tal. Así su condición <strong>de</strong> niño es <strong>la</strong>orientación <strong>de</strong> cómo po<strong>de</strong>mos llegar a Dios, a <strong>la</strong>divinización. A partir <strong>de</strong> ahí es como hay que enten<strong>de</strong>raquel<strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras: «Si no os hacéis como niños, noentraréis en el reino <strong>de</strong> los cielos (Mt 18,3).El que no haya entendido el misterio <strong>de</strong> <strong>la</strong>navidad, no ha entendido lo que es más <strong>de</strong>cisivo yfundamental en el ser cristiano. El que no ha aceptadoeso, no pue<strong>de</strong> entrar en el reino <strong>de</strong> los cielos. Esto es loque Francisco pretendía recordar a <strong>la</strong> cristiandad <strong>de</strong> suépoca y a <strong>la</strong> <strong>de</strong> todos los tiempos posteriores.En <strong>la</strong> cueva <strong>de</strong> Greccio, por indicación <strong>de</strong>Francisco, se pusieron aquel<strong>la</strong> noche un buey y un asno.Efectivamente, él había dicho al noble Juan:Desearía provocar el recuerdo <strong>de</strong>l niño Jesús con toda <strong>la</strong>realidad posible, tal como nació en Belén y expresar todas<strong>la</strong>s penas y molestias que tuvo que sufrir en su niñez.Desearía contemp<strong>la</strong>r con mis ojos corporales cómo eraaquello <strong>de</strong> estar recostado en un pesebre y dormir sobre<strong>la</strong>s pajas entre un buey y un asno.Des<strong>de</strong> entonces, un buey y un asno forman parte<strong>de</strong> <strong>la</strong> representación <strong>de</strong>l pesebre o nacimiento. ¿Pero <strong>de</strong>dón<strong>de</strong> proce<strong>de</strong>n propiamente estos animales? Los re<strong>la</strong>tos<strong>de</strong> <strong>la</strong> navidad <strong>de</strong>l nuevo testamento no nos narran nadaacerca <strong>de</strong> esto. Pero, si profundizamos esta cuestión,topamos con un hecho que es importante para todas <strong>la</strong>scostumbres navi<strong>de</strong>ñas y sobre todo para <strong>la</strong> piedadnavi<strong>de</strong>ña y pascual <strong>de</strong> <strong>la</strong> iglesia en <strong>la</strong> liturgia y al mismotiempo en los usos popu<strong>la</strong>res.El buey y el asno no son simples productos <strong>de</strong> <strong>la</strong>fantasía; se han convertido, por <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> <strong>la</strong> iglesia, en <strong>la</strong>unidad <strong>de</strong>l antiguo y nuevo testamento, en losacompañantes <strong>de</strong>l acontecimiento navi<strong>de</strong>ño. En efecto, enIs 1,3 se dice concretamente: «Conoce el buey a sudueño, y el asno el pesebre <strong>de</strong> su amo, pero Israel noentien<strong>de</strong>, mi pueblo no tiene conocimiento».Los padres <strong>de</strong> <strong>la</strong> iglesia vieron en esas pa<strong>la</strong>brasuna profecía que apuntaba al nuevo pueblo <strong>de</strong> Dios, a <strong>la</strong>iglesia <strong>de</strong> los judíos y <strong>de</strong> los cristianos. Ante Dios, erantodos los hombres, tanto judíos como paganos, comobueyes y asnos, sin razón ni conocimiento. Pero el Niño, enel pesebre, abrió sus ojos <strong>de</strong> manera que ahora reconocenya <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> su dueño, <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> su Señor.En <strong>la</strong>s representaciones medievales <strong>de</strong> <strong>la</strong> navidad,no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> causar extrañeza hasta qué punto ambasbestezue<strong>la</strong>s tienen rostros casi humanos, y hasta quépunto se postran y se inclinan ante el misterio <strong>de</strong>l Niñocomo si entendieran y estuvieran adorando. Pero esto eralógico, puesto que ambos animales eran como los símbolosproféticos tras los cuales se oculta el misterio <strong>de</strong> <strong>la</strong>iglesia, nuestro misterio, puesto que nosotros somos bueyy asno frente a lo eterno, buey y asnos cuyos ojos seabren en <strong>la</strong> nochebuena <strong>de</strong> forma que, en el pesebre,reconocen a su Señor.¿Pero le reconocemos realmente? Cuandonosotros ponemos el buey y el asno en el portal, <strong>de</strong>benvenirnos a <strong>la</strong> memoria aquel<strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> Isaías, <strong>la</strong>scuales no son sólo evangelio -promesa <strong>de</strong> un conocimientoque nos ha <strong>de</strong> llegar- sino también juicio por nuestraceguera actual. El buey y el asno conocen, pero «Israel notiene conocimiento, mi pueblo no tiene inteligencia».¿Quién es hoy el buey y el asno, quién «mi pueblo», queestá sin inteligencia? ¿En qué se conoce al buey y al asno yen qué a «mi pueblo»? ¿Por qué se da el fenómeno <strong>de</strong> que<strong>la</strong> irracionalidad conoce y <strong>la</strong> razón se hal<strong>la</strong> ciega?Para encontrar una respuesta, <strong>de</strong>bemos volvernosnuevamente, con los padres <strong>de</strong> <strong>la</strong> iglesia, a <strong>la</strong> primeranavidad. ¿Quién es el que no conoció? ¿Y quién conoció?¿Y por qué ocurrió así?Ahora bien, el que no conoció fue Hero<strong>de</strong>s, el cualtampoco compren<strong>de</strong> nada cuando se le anuncia elnacimiento <strong>de</strong>l Niño. Sólo sabe <strong>de</strong> su afán <strong>de</strong> dominio y <strong>de</strong>su ambición <strong>de</strong> mando y <strong>de</strong> <strong>la</strong> manía persecutoriacorrespondiente y, por ello, se hal<strong>la</strong>ba profundamentecegado (Mt 2,3). El que no conoció fue también «todoJerusalén con él». Quienes no conocieron fueron loshombres vestidos lujosamente, <strong>la</strong>s gentes importantes(Mt 11,8). Los que no conocieron fueron los señoressabihondos, los entendidos en Biblia, los especialistas en<strong>la</strong> interpretación <strong>de</strong> <strong>la</strong> sagrada Escritura, los cualesconocían con exactitud los pasajes <strong>de</strong> <strong>la</strong> Biblia, y, sinembargo, no entendían una pa<strong>la</strong>bra (Mt 2,6).Los que conocieron, comparados con esta famosagentecil<strong>la</strong> <strong>de</strong>l «buey y el asno» fueron: los pastores, losmagos, María y José. ¿Podía ser <strong>de</strong> otra manera? En elestablo don<strong>de</strong> él se encuentra no se ve gente fina, allíestán como en su casa el buey y el asno.¿Pero qué es lo que ocurre con nosotros? ¿Noshal<strong>la</strong>mos tan alejados <strong>de</strong>l establo porque somos <strong>de</strong>masiadofinos y <strong>de</strong>masiado sesudos para ello? ¿No nos enredamostambién nosotros en sabihondas interpretaciones <strong>de</strong> <strong>la</strong>Biblia, en pruebas <strong>de</strong> <strong>la</strong> autenticidad o inautenticidad, <strong>de</strong>forma que nos hemos hecho ciegos para el Niño y nopercibimos ya nada <strong>de</strong> él? ¿No estamos <strong>de</strong>masiado en«Jerusalén», en el pa<strong>la</strong>cio, encasil<strong>la</strong>dos en nosotrosmismos, en nuestra propia gloria, en nuestras maníaspersecutorias para que podamos oír en seguida <strong>la</strong> voz <strong>de</strong>los ángeles, acudir al pesebre y ponernos a adorar?Así en esta noche nos contemp<strong>la</strong>n los rostros <strong>de</strong>lbuey y <strong>de</strong>l asno que nos interrogan: mi pueblo carece <strong>de</strong>inteligencia, ¿no compren<strong>de</strong>s tú <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> tu Señor?Cuando nosotros colocamos <strong>la</strong>s figuras que nos sonfamiliares en el pesebre, <strong>de</strong>bemos pedir a Dios queotorgue a nuestros corazones aquel<strong>la</strong> simplicidad osencillez que sabe <strong>de</strong>scubrir en el niño al Señor, tal comolo hizo, en tiempos, Francisco en Greccio. Entonces nospodría ocurrir lo que nos cuenta Ce<strong>la</strong>no, con unas pa<strong>la</strong>brasmuy simi<strong>la</strong>res a <strong>la</strong>s <strong>de</strong> san Lucas acerca <strong>de</strong> los pastores <strong>de</strong><strong>la</strong> primera nochebuena (Lc 2,20), sobre los queparticiparon en <strong>la</strong> celebración <strong>de</strong> Greccio: todosregresaban a sus casas llenos <strong>de</strong> alegría.JOSEPH RATZINGER. EL ROSTRO DE DIOSSígueme. Sa<strong>la</strong>manca 1983, págs. 19-<strong>25</strong>


2. LECTURAS1ª LECTURA: ISAÍAS 9,2-7.El pueblo que caminaba en tinieb<strong>la</strong>svio una gran luz; habitaban tierras <strong>de</strong>sombras, y una luz les brilló. Acreciste <strong>la</strong>alegría, aumentaste el gozo; se gozan en tupresencia, como gozan al segar, como sealegran al repartirse el botín. Porque <strong>la</strong> vara<strong>de</strong>l opresor, el yugo <strong>de</strong> su carga, el bastón <strong>de</strong>su hombro, lo quebrantaste como el día <strong>de</strong>Madián. Porque <strong>la</strong> bota que pisa con estrépitoy <strong>la</strong> túnica empapada <strong>de</strong> sangre seráncombustible, pasto <strong>de</strong>l fuego..Porque un niñonos ha nacido, un hijo se nos ha dado: llevaal hombro el principado, y es su nombre:Maravil<strong>la</strong> <strong>de</strong> Consejero, Dios Guerrero, PadrePerpetuo, Príncipe <strong>de</strong> <strong>la</strong> Paz.Para di<strong>la</strong>tar el principado con unapazsin límites, sobre el trono <strong>de</strong> David y sobre sureino. Para sostenerlo y consolidarlo con <strong>la</strong>justicia y el <strong>de</strong>recho, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora y porsiempre. El celo <strong>de</strong>l Señor lo realizará.Gran profecía mesiánica. En el tiempo en quetodos, <strong>de</strong>l primero al ultimo humil<strong>la</strong>ban y tratabanduramente <strong>la</strong> tierra <strong>de</strong> Zabulón y <strong>la</strong> tierra <strong>de</strong> Neftalí...elpueblo que marchaba en <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s vio una gran luz.Es en este momento <strong>de</strong> angustia profunda, cuando nohay esperanza alguna ni en <strong>la</strong> tierra, ni en <strong>la</strong>autoridad, ni en <strong>la</strong> fe, es cuando <strong>la</strong> situación semodifica en alegría por el niño que nos ha nacido.Hoy también: cuando tocamos fondo, cuandonos llena <strong>la</strong> <strong>de</strong>sesperanza, cuando no vemos luz porningún sitio, hay que abrirse al niño que nos llega, a <strong>la</strong>maravil<strong>la</strong> <strong>de</strong> consejero, al Dios fuerte, al Padre <strong>de</strong>siempre, al príncipe <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz y el consuelo.SALMO RESPONSORIALR. Hoy nos ha nacido un Salvador: elMesías, el Señor.Cantad al Señor un cántico nuevo,cantad al Señor toda <strong>la</strong> tierra;cantad al Señor, ben<strong>de</strong>cid su nombre. R.Proc<strong>la</strong>mad día tras día su victoria.Contad a los pueblos su gloria,sus maravil<strong>la</strong>s a todas <strong>la</strong>s naciones. R.Alégrese el cielo, goce <strong>la</strong> tierra,retumbe el mar y cuanto lo llena;vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,ac<strong>la</strong>men los árboles <strong>de</strong>l bosque. R.De<strong>la</strong>nte <strong>de</strong>l Señor, que ya llega,ya llega a regir <strong>la</strong> tierra, regirá el orbe con justiciay los pueblos con fi<strong>de</strong>lidad. R.2ª LECTURA: TITO 2,11-14.Ha aparecido <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong> Dios, que trae <strong>la</strong>salvación para todos los hombres;enseñándonos a renunciar a <strong>la</strong> vida sinreligión y a los <strong>de</strong>seos mundanos, y a llevarya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora una vida sobria, honrada yreligiosa, aguardando <strong>la</strong> dicha queesperamos: <strong>la</strong> aparición gloriosa <strong>de</strong>l granDios y Salvador nuestro: Jesucristo.El se entregó por nosotros pararescatarnos <strong>de</strong> toda impiedad, y parapreparase un pueblo purificado, <strong>de</strong>dicado a<strong>la</strong>s buenas obras.Esta carta pastoral, como <strong>la</strong>s dos <strong>de</strong> Timoteo,no se pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>cir que sean escritos auténticos <strong>de</strong>Pablo. No obsta para que sus consejos y exhortacionessean <strong>de</strong> una profunda reflexión teológica.La pa<strong>la</strong>bra c<strong>la</strong>ve está al principio: Haaparecido <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong> Dios que trae <strong>la</strong> salvación. Yeso trae consecuencias que nos vienen muy biensobre todo en estas fechas: renunciar a una vida sinreligión, llevar una vida sobria, y aguardar <strong>la</strong> dicha queesperamos.EVANGELIO: LUCAS 2,1-141-3. En aquel tiempo salió un <strong>de</strong>creto <strong>de</strong>lemperador Augusto, or<strong>de</strong>nando hacer uncenso <strong>de</strong>l mundo entero. Este fue el primercenso que se hizo siendo Cirino gobernador<strong>de</strong> Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cua<strong>la</strong> su ciudadUn acto <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l César Augusto, soberano<strong>de</strong>spótico <strong>de</strong> todo el mundo, dará pie a que Jesússe entronque en <strong>la</strong> línea davídica por su nacimiento enBelén. El monarca quería conocer el número <strong>de</strong> sussúbditos para plegarlos a sus exigencias militares yfiscales.Existe una dificultad <strong>de</strong> armonizar el nacimiento<strong>de</strong> Jesús en tiempos <strong>de</strong>l rey Hero<strong>de</strong>s el Gran<strong>de</strong>(murió el 4 a.C.) y <strong>la</strong> etapa en que Quirino fue gobernador<strong>de</strong> Siria varios años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte ( 6-9d.C.).Ese censo no se realizó históricamente hastael año 6 d.C. como el propio Lucas lo refiere en el libro<strong>de</strong> los Hechos (5,37).Lucas utiliza este hecho histórico,retrotrayéndolo en el tiempo, para motivar el viaje <strong>de</strong>María y José a Belén. Y no preten<strong>de</strong> resaltar <strong>de</strong> unmodo especial el lugar geográfico, sino hacer unareflexión teológica sobre Belén y su significaciónmesiánica para <strong>de</strong>jar bien c<strong>la</strong>ro que Jesús es elMesías.4-5. También José que era <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa yfamilia <strong>de</strong> David, subió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad <strong>de</strong>Nazaret en Galilea a <strong>la</strong> ciudad <strong>de</strong> David que sel<strong>la</strong>ma Belén, para inscribirse con su esposaMaría, que estaba encinta.Lucas sabe que los censos se hacen siempreen lugar <strong>de</strong>l domicilio. Incluso los papiros (según F.Bovon) prescriben <strong>la</strong> vuelta al domicilio para los fines


<strong>de</strong>l censo, no al lugar <strong>de</strong> origen. Y está al corriente <strong>de</strong>estas prescripciones legales pero <strong>la</strong> transforma paraservir a sus proyectos narrativos y teológicos.Según el P. Benoit <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> María no serequería para el censo; el cabeza <strong>de</strong> familia <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rabaa todos los suyos.6-7 Y mientras estaba allí le llegó eltiempo <strong>de</strong>l parto y dio a luz a su hijoprimogénito, lo envolvió en pañales y loacostó en un pesebre, porque no tenían sitioen <strong>la</strong> posada.José y María están "allí". Llegan a su <strong>de</strong>stino ylos días se han "cumplido". Pero lo que aquí se cumpleno es un tiempo bíblico, litúrgico, sagrado, sino unsuceso plenamente natural y humano. María ha tenidoun verda<strong>de</strong>ro embarazo y Jesús un verda<strong>de</strong>ro nacimiento.Ninguna intervención divina ha ahorrado aMaría los dolores, ni <strong>la</strong> angustia ante lo <strong>de</strong>sconocido<strong>de</strong> un primer parto, ni <strong>la</strong>s horas que dura, ni <strong>la</strong> <strong>de</strong>bilidadcreciente, ni <strong>la</strong> ruptura <strong>de</strong> aguas, ni <strong>la</strong> sangre y <strong>la</strong>p<strong>la</strong>centa.Los escritos y <strong>la</strong>s predicaciones sobre Maríahan reprimido este realismo.En al anonimato más absoluto, en un pesebre<strong>de</strong> animales, una mujer <strong>de</strong>sconocida en el pueblo, sinque nadie les haya ofrecido posada, solo con <strong>la</strong> ayuda<strong>de</strong> su esposo, da a luz a un niño que había <strong>de</strong> cambiarel rumbo <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad. No hay sitiopara el hombre-Dios en <strong>la</strong> sociedad humana, entre lossuyos. Los pañales que lo envuelven servirán <strong>de</strong>señal, junto con el pesebre, para que lo puedanreconocer los pastores. El nacimiento <strong>de</strong> este niñopasa inadvertido a todos, en contraste con elnacimiento <strong>de</strong> Juan Bautista (los vecinos y parientesse enteraron, 1,58)9-14. En aquel<strong>la</strong> región había unos pastoresque pasaban <strong>la</strong> noche al aire libre, ve<strong>la</strong>ndopor turno su rebaño. Y un ángel <strong>de</strong>l Señor seles presentó: <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong>l Señor los envolvió<strong>de</strong> c<strong>la</strong>ridad y se llenaron <strong>de</strong> gran temor. Elángel les dijo: No temáis, os traigo <strong>la</strong> buenanoticia, <strong>la</strong> gran alegría para todo el pueblo:hoy, en <strong>la</strong> ciudad <strong>de</strong> David, os ha nacido unSalvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis <strong>la</strong>señal: encontraréis un niño envuelto enpañales y acostado en un pesebre. De prontoen torno al ángel, apareció una legión <strong>de</strong>lejército celestial, que a<strong>la</strong>baba a Dios,diciendo: Gloria a Dios en el cielo, y en <strong>la</strong>tierra paz a los hombres que Dios ama.En Palestina, en el tiempo en que nació Jesús,los pastores eran consi<strong>de</strong>rados personas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s queno había que fiarse <strong>de</strong>masiado. No gozaban <strong>de</strong> buenareputación: <strong>la</strong> gente pensaba que eran tramposos y<strong>la</strong>drones y los acusaban <strong>de</strong> entrar con los animales y<strong>de</strong>strozar los campos ajenos, <strong>de</strong> quedarse con parte<strong>de</strong> los productos (<strong>la</strong>na, leche, cabritos) <strong>de</strong> los rebañosque no eran <strong>de</strong> su propiedad. Y les echaban en caraque no cumplían los mandamientos <strong>de</strong> Moisés, como,por ejemplo, el <strong>de</strong>scanso <strong>de</strong>l sábado. En realidad erangente <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se social humil<strong>de</strong> que, quizá solo por <strong>la</strong>comida o por muy poco más, tenían que guardar día ynoche, los rebaños <strong>de</strong> los terratenientes; incluso lossábados, mientras los dueños <strong>de</strong> los rebaños rezabanen <strong>la</strong> sinagoga.3. PREGUNTAS...PARA VIVIR HOY EL EVANGELIO1. Como nos dice G. Avilés ¿para quien serábuena <strong>la</strong> nochebuena? ¿Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir queesta noche es noche buena para los que tienen elestómago vacío? ¿Para los que no tienen casa nitrabajo? ¿Para los que ahora mismo están en pateras?¿Para los que esta hipócrita sociedad consi<strong>de</strong>ra<strong>de</strong>spreciables: <strong>de</strong>lincuentes, toxicómanos,prostitutas...?2. Retomo <strong>la</strong> pregunta que nos hacía el Papa:¿No estamos <strong>de</strong>masiado en «Jerusalén»,en el pa<strong>la</strong>cio, encasil<strong>la</strong>dos en nosotros mismos, ennuestra propia gloria, en nuestras manías, para quepodamos oír en seguida <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> los ángeles, acudir alpesebre y ponernos a adorar?3. A los pastores les manda Dios, antes que anadie, el recado <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong>l Mesías.Ellos, marginados y <strong>de</strong>spreciados por los buenos,oprimidos y explotados por los ricos, son los elegidos;a ellos, antes que al resto <strong>de</strong>l pueblo, se les comunica<strong>la</strong> buena noticia que convierte aquel<strong>la</strong> noche ennochebuena.Por eso el anuncio <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong>l liberadorfue <strong>la</strong> luz que iluminó <strong>la</strong> terrible oscuridad <strong>de</strong> suexistencia; y pudieron sentir con más profundidad quenadie <strong>la</strong> alegría <strong>de</strong> saberse amados por Dios, quizá elúnico que los quería ¡y hasta ahora no se habíanenterado!¿Se enteraran los marginados <strong>de</strong> hoy <strong>de</strong><strong>la</strong> Buena Noticia? ¿Quién se <strong>la</strong> comunicará con hechos<strong>de</strong> liberación, con cercanía y calor, con verda<strong>de</strong>raesperanza para sus vidas, buscándoles trabajo, cobijo yescue<strong>la</strong>s? Ya somos muchos los que por ahí andamospero faltan más.4. La contemp<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong>lnacimiento: ¿me lleva a sentirme y ser mássencillo, más transparente, más solidario con lospequeños y excluidos, más "ligero <strong>de</strong> equipaje", másnecesitado <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia, <strong>de</strong>l don? ¿Agra<strong>de</strong>zco con gozoy alegría el nacimiento <strong>de</strong> nuestro Dios cuando apuestopor <strong>la</strong> fiesta, el encuentro, <strong>la</strong> familia, <strong>la</strong> paz que brota <strong>de</strong>un corazón abierto y en calma, <strong>la</strong> sencillez y simplicidad<strong>de</strong> <strong>la</strong> infancia y el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> cambiar a mejor este mundoinjusto?.Que <strong>la</strong> fiesta <strong>de</strong> nochebuena sea buena paratodos, que sea otra vez buena noticia parapobres y oprimidos. Y so<strong>la</strong>mente será sicada uno metemos el hombro reafirmandonuestro compromiso con <strong>la</strong> justicia y con <strong>la</strong>libertad y con <strong>la</strong> paz que nace <strong>de</strong> el<strong>la</strong>.Ese es mi <strong>de</strong>seo para tod@s.Feliz NAVIDADJuan García. Parroquia San Pablo. HUELVAhttp://www.escucha<strong>de</strong><strong>la</strong>pa<strong>la</strong>bra.com/

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