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Carlos Darwin Carlos Darwin

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L A A R Q U E O -Muchos años más tarde, conforme losarqueólogos han excavado las ruinas deestas ciudades, han encontrado los restosde archivos reales. En ocasiones hastahan encontrado agrupados los sellos dearcilla, por lo que saben el lugar exactodonde una vez fueron archivados talesdocumentos oficiales.Acerca del sello de Acaz, RobertDeutsch comenta: “El sello del rey queestá impreso en este pedazo de arcillabien conservado corresponde al rey Acazde Judá, quien gobernó desde 732 hasta716 a.C. . . . Este terrón de arcilla, llamadouna bula, fue usado para sellar un documentode papiro. Lo sabemos porque elreverso de la bula todavía muestra la impresiónde las fibras de papiro . . . A la izquierdadel anverso de la bula hay unahuella digital que ¡podría ser del mismorey Acaz! . . . El sello no sólo incluye elnombre del rey, sino también el de su padre,el rey Yehotam [Jotam]. Además,Acaz es identificado específicamentecomo el ‘rey de Judá’. . . La traducción delas tres líneas de la inscripción en hebreo. . . dice: ‘Pertenece a Acaz (hijo de) Yehotam,rey de Judá’ . . . La bula de Acazha sido examinada por un grupo de grandesexpertos . . . Todos concuerdan en quela bula es genuina” (Biblical ArchaeologyReview [“Revista de arqueología bíblica”],mayo-junio de 1998, pp. 54, 56).Así, la arqueología confirma la existenciade otro rey de la Biblia.La conquista de LaquisPoco después de la caída del reino deIsrael, Senaquerib, el rey asirio, invadió aJudá. La invasión ocurrió alrededor delaño 700 a.C., durante el reinado de Ezequías,sucesor de Acaz.La Biblia narra la invasión asiria y lareacción de Ezequías: “A los catorceaños del rey Ezequías, subió Senaqueribrey de Asiria contra todas las ciudadesfortificadas de Judá, y las tomó. EntoncesEzequías rey de Judá envió a decir al reyde Asiria que estaba en Laquis:Yo he pecado;apártate de mí, y haré todo lo queme impongas. Y el rey de Asiria impusoa Ezequías rey de Judá trescientos talentosde plata, y treinta talentos de oro”(2 Reyes 18:13-14).No obstante la promesa de Ezequías depagar todo lo que Senaquerib exigiera acambio de dejar libre a Jerusalén, el reyasirio de todos modos decidió conquistarla ciudad. No sólo contamos con el relatobíblico del suceso, sino también con losregistros asirios que son bastante parecidosa la versión bíblica.Hace un siglo y medio que el arqueólogoHenry Austen Layard descubrió losrestos de la antigua ciudad de Nínive y delpalacio de Senaquerib. En un muro delpalacio encontró grabadas unas escenasgráficas de la invasión de Senaquerib aJudá. Moshe Pearlman describe el hallazgo:“Para los estudiosos de la Biblia, elhallazgo más importante del palacio deSenaquerib es la serie de 13 relieves quemuestran a Senaquerib sentado sobre untrono en una colina, mientras mira desdelo alto a una ciudad sitiada en lo que evidentementerepresenta la tierra de Judá.Los relieves (que ahora se encuentran enel Museo Británico) narran en 13 episodiosla historia de la campaña de Senaqueriben el reino israelita del sur . . .Frente al rey hay un panel en donde se encuentrauna inscripción en cuneiformeque dice: ‘Senaquerib, rey del universo,rey de Asiria, se sentó sobre su trono ypasó revista del botín tomado de la ciudadde Laquis’” (Digging up the Bible [“Desenterrandola Biblia”], 1980, p. 96).Tal como si fuera una película, la narrativabíblica de la conquista de Laquispuede ser seguida por la secuencia de relievesen los muros de Senaquerib. La Biblianos da una perspectiva más amplia almencionar la carta que Ezequías envió enesos momentos a Senaquerib. El rey judíole rogaba al rey asirio que lo perdonara yle ofrecía el tributo que quisiera con tal desalvar a Jerusalén de la destrucción.Un estudio cuidadoso de las ilustracionesde la toma de Laquis muestra detalleshorripilantes: “Allí está el monarca —comentaPearlman— lujosamente ataviadoy observando cómo su ejército ataca laciudad fortificada que es tenazmente defendida.Los arietes son llevados cuestaarriba sobre rampas hacia los muros y estánprotegidos por arqueros, honderos ylanceros que mantienen a los defensores araya. En un panel se ve a los prisionerosque son empalados por soldados asirios;en otro, son desollados. Se ve una largaprocesión de cautivos y de carretas llenasde botín, que bajo custodia se aleja de laciudad” (ibídem, p. 96).Los arqueólogos han excavado la ciudadde Laquis en el siglo 20 y han confirmadola precisión de los relatos bíblicosy asirios acerca de la conquista. “Lamagnitud del descubrimiento de Layardfue aumentada 80 años más tarde, cuandolas excavaciones llegaron al mismoestrato de Laquis que fue conquistadopor las tropas de Senaquerib. Se encontraronhondas y cabezas de flechas usadaspor los asirios en esa batalla. Los planosde las instalaciones defensivas se pudieronreconstruir por los restos de ladestrozada ciudad. Todo encaja muy biencon lo que mostraban los relieves del palaciode Senaquerib. Así, Laquis es ungran ejemplo de un descubrimiento arqueológicoque une los registros históricos,tanto en palabras como en gráficas, yenriquece el trasfondo de un episodio dela Biblia” (ibídem, p. 97).El prisma de SenaqueribLas pruebas arqueológicas de la invasiónasiria no terminan ahí. Otro descubrimientoarroja luz sobre el sitio de la ciudadde Jerusalén. En 1919 el Instituto Orientalde la Universidad de Chicago compró uncilindro llamado el prisma de Senaqueribo el prisma de Taylor. En él se narran ochode las campañas militares de Senaquerib.Al describir la tercera campaña, se mencionala invasión de Judá y, más tarde, elsitio de Jerusalén.La inscripción dice: “En cuanto al judíoEzequías [el rey de Judá], no se sometióa mi yugo. Sitié 46 de sus fortalezasy ciudades fortificadas, además demuchas aldeas cercanas, y las conquistécon arietes acercados a sus muros sobrerampas de tierra, además de ataques deinfantería . . . a [Ezequías] mismo lo hiceun prisionero en Jerusalén, su residenciareal, y lo tuve como si fuera un ave enjaulada”(James Pritchard, The Ancient NearEast [“El antiguo Cercano Oriente”],1958, vol. 1, pp. 199-201).Senaquerib relata jactanciosamente elsitio contra la ciudad. Su lenguaje lleva alMarzo-Abril de 1999 11

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