nombró más tarde arzobispo de Valencia, dignidad queacepta “en virtud de santa obediencia” a su provincial(1544). La archidiócesis de Valencia llevaba más de cienaños sin pastor residente en ella. Desde el púlpito yahabía predicado muchas veces: ¿Cómo un obispo residenteen Creta podrá gobernar las ovejas que tiene enLusitania?Fr. Tomás se entregará en cuerpo y alma al cuidado pastoral.Celebra un Sínodo para la reforma del clero y delpueblo (1545) y funda el primer seminario –el Colegiode la Presentación- para formación de jóvenes pobres ybecados (1550). Y siguió ejerciendo la caridad con pobres,menesterosos, conversos, vergonzantes . Vivió intensa yejemplarmente las virtudes de un buen pastor, sobresaliendoen el ejercicio práctico de la limosna al necesitado.Sabemos que de los bienes del arzobispado había hechotres partes: una, para la fábrica de la iglesia; otra, paralos pobres, y una tercera para subvenir las necesidadespropias y del personal de servicio. Y lo cumplió escrupulosamente,sobre todo cuando “los deudos” acudían apalacio para que, como a hermanos o parientes, resolvierasus problemas económicos. Celoso guardián dela parte que correspondía a los pobres, en el lecho demuerte, dijo a sus consejeros más íntimos: Si al morirencontráis en mi poder algún maravedí de los pobres,no me enterréis en sagrado. Tal desprendimiento, contanto tacto y respeto servía a los pobres, en especial a losvergonzantes, que fue llamado por sus contemporáneos“El fraile limosnero”. Cuentan los testigos de sus virtudesque, estando gravísimamente enfermo, después de repartirtodo lo que “era de los pobres”, se había olvidadodel carcelero del arzobispado. Mandó llamarle, y pidiéndolemil perdones, le rogó que se llevase la cama dondeestaba moribundo; y haciendo ademán de echarse en elsuelo, ante la prohibición de los médicos: Por favor, -dijoal carcelero- préstame la cama hasta que Dios me llamea su presencia. Sin duda, le era tan familiar vivir pobre yentrañablemente amar al pobre, que era como la culminaciónde una vida entregada al servicio de Dios pobre.De su vida de oración, del amor a los sacerdotes descaminados,de sus penitencias e intimidades místicas,solamente quiero recordar lo que le ocurrió rezandoel breviario del día de la Asunción. Al leer mientras losdiscípulos miraban fijos al cielo... lo vieron subir, hastaque una nube lo ocultó a sus ojos, el santo, extasiadoy “oyendo músicas celestiales”, se elevó del suelo, yse mantuvo elevado unas cuantas horas. Este mismofenómeno le ocurrió celebrando la Eucaristía y, a veces,en el ardor de la predicación.Para cerrar esta incompletahistoria de tan santo varón y en la misma línea de amor ala pobreza, quiero recordar que su padre le había dejadoen testamento una vivienda para su goce y descanso.Pero Tomás, todavía estudiante en Alcalá, convencióa su madre Lucía para que hiciese un “hospital” paranecesitados y transeúntes, fundación que hasta hoy díase mantiene en pie.Imagen de Sto. Tomás deVillanueva que se venera enla Catedral de Málaga, obrade Salvador Gutiérrez de León.16 | UBICARITAS 50, FEB 2014
MEMORIA HISTÓRICA90 años de procesión del Cristo del AmorEl Cristo del Amor preparado para la primera salida procesionalEs la primera fotografía del Cristo del Amor y la Dolorosa en su trono procesional, preparado para la salida delViernes Santo de 1924. El trono era obra de Antonio Barramino y en el mismo se combinaba la madera barnizada entono caoba con la talla dorada. En el frontal destacaba una gran escudo de la Cofradía.La Hermandad había adoptado como propio un antiguo emblema de la orden de San Agustín, seguramente tomado de algúnelemento decorativo presente en el convento de las madres agustinas en el que se veneraban las imágenes.El trono se montó en la iglesia de la Victoria. En concreto, podemos identificar, casi con toda seguridad, la actual capilla delPerpetuo Socorro. Allí, prácticamente a ras del suelo, las andas están dispuestas para la salida, con las imágenes preparadassobre un monte de corcho.Llaman la atención las potencias y la corona de espinas metálica queciñe las sienes del Cristo, así como la ráfaga de la Virgen de los Doloresy la espada que se hunde en su pecho.La corona del Cristo es la única de aquellas piezas que se conservaactualmente.La iluminación se resolvía con unos candelabros de cuatro brazos enlas esquinas y unas tulipas que rodeaban el cajillo tanto en el nivelsuperior como sobre la parte inferior del mismo.Este trono servirá para procesionar al Cristo del Amor hasta 1954,aunque la iluminación irá variando desde el mismo año siguiente alestreno (1925), con la incorporación de más brazos en los candelabrosy posteriormente con la sustitución por unos amplios arbotantes.Fotografías del archivo de la cofradíaUBI CARITAS 50, FEB 2014 | 17