Boletín50

Nuestro Mayordomo de Honor, Alfonso Sell, dio los primeros toquesde campana. Fue un signo mediante el que hicimos presentes a nuestrosmayores, los que están con nosotros y han podido disfrutar deeste día y los que ya no están físicamente pero a los que les debemostanto y siguen presentes en nuestro recuerdo agradecido.Disfrutamos de la belleza de nuestra Señora, tan bien arreglada porDavid y las camareras… Disfrutamos del cortejo impecable… Disfrutamosde la marcha del trono, de las maniobras bien trazadas…Disfrutamos con nuestros hombres de trono, los de los dos turnos,con los dos submarinos, con todos... por la generosidad de todos enel trabajo, por su esfuerzo entusiasta, por el ambiente que crearon,respetuoso y alegre, con una seriedad que no es tristeza...Disfrutamos con los encuentros: Disfrutamos con la gente en la calle...Disfrutamos del acto de la plaza del Obispo, momentos para lareflexión y la oración... Irrepetible.Y disfrutamos, en fin, de la vuelta….De un regreso de ensueño, de lallegada a Madre de Dios, con una maniobra perfecta, momento en quese cuadró en la entrada de la calle fue el mismo en que rompieron lanoche por primera vez las voces del coro de Julio Pardo, cantando elAve María que sirvió de pórtico para el que fue para tantos y tantos,el momento más intenso de la noche.Tenía que ser allí, en una calle con tal nombre -Mater Dei- donde estagente generosa pusiera sus voces al servicio de una Hermandadilusionada y decidida a ofrecerle lo mejor a su Titular en una nocheextraordinaria, dándoles la ocasión de rezarle a la Virgen con una melodíaque ya nos resulta nuestra, familiar y entrañable; una plegaria,una salve, que sonó por primera vez al final de una marcha brillante.Cómo expresar con palabras los sentimientos de ese momento... Peroaún quedaba calle Madre de Dios y quedaban emociones por vivir:Al llegar ante la casa hermandad de la Hermandad de la Caleta, sushermanos, en un testimonio de amistad y devoción, esperaban a laCaridad con su Simpecado.¡Qué gesto tan generoso!24 | UBI CARITAS 50, FEB 2014