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Profesionalismo.A propósito de la Especialidaden Secretaría de Juzgado de Distrito yTribunal de CircuitoJavier Saldaña SerranoUno de los más importantesprincipios de la ética judiciales el profesionalismo, elcual se explica en nuestro Códigode Ética del Poder Judicial de la Federacióncomo “la disposición paraejercer de manera responsable yseria la función jurisdiccional, conrelevante capacidad y aplicación”.Después desarrolla tal principio en19 numerales.Este principio encuentra reflejoen una gran variedad de actividadesjudiciales, lo mismo en abstenersede realizar cualquier acto que denigrela función judicial (numeral 4.1),que en asumir responsable y valerosamentelas consecuencias de lasdecisiones que se tomen (numeral4.7); igual tratar con respeto, amabilidady consideración a sus subalternos(numeral 4.11), que escucharcon atención los alegatos verbalesque las partes le quieran formular(numeral 4.12).El sentido que nos interesa destacaraquí es el reseñado en los incisos4.2 y 4.3 del Código de Ética delPoder Judicial de la Federación. Elprimero de estos establece: el juzgador“actualiza permanentemente susconocimientos jurídicos estudiandolos precedentes y jurisprudencia, lostextos legales, sus reformas y la doctrinarelativa”. El segundo señala: eljuzgador “procura constantementeacrecentar su cultura en las cienciasauxiliares del derecho”.Como se puede ver, para ser unbuen juez es requisito indispensableun arduo trabajo de capacitación yactualización legal, jurisprudencial ydoctrinal. Esto nos coloca de llenoen un tema vital para la función judicial:las llamadas idoneidades deljuzgador, esto es, la serie de atributospersonales y profesionales quecualquier funcionario judicial ha detener si realmente está dispuesto acumplir con la alta encomienda quela sociedad le ha confiado, a saber, lasalvaguarda de la justicia y el respetode sus derechos humanos.Teniendo claro que el juez tienecomo función esencial decir prudencialmenteel derecho entre partescontendientes, no parece necesarioni exigible que el funcionario judicialsea un académico, al punto de perderde vista la función esencial parala que está llamado, esto es, determinarlo justo. Esta prevención yala había hecho D. Felipe Tena Ramírezdesde 1953: “quien es capaz desacrificar una solución justa en arasde una teoría jurídica, no mereceser juez” 1 . Por eso es necesario insistiren que la formación básica decualquier funcionario judicial ha depasar esencialmente por esa operatividady practicidad del derecho,ofreciendo respuestas a los casosconcretos. Pero, ¿qué materias deberíaconocer el juez para ser unbuen juez y ofrecer respuestas a losproblemas que se le plantean?1. Te n a Ra m ír e z , Felipe, “La ética del juez”, en SerieÉtica Judicial, 9, SCJN, 2006, p. 17.En principio, cualquier funcionariojudicial debería tener familiaridadcon materias como la interpretaciónjurídica, la que difícilmente puedereducirse, como lo ha hecho verDworkin, al modelo del positivismojurídico formalista 2 . En el nuevo modelode interpretación juega un papeldecisivo conocer temas como elde los principios generales del derechoy el de los derechos humanos. Elbuen juez, debería conocer tambiénargumentación jurídica, que permitenconocer la validez de los razonamientosaunque no sus contenidos.Es importante también señalarque las fuentes del derecho con lasque el juez trabaja no son sólo lasdel derecho nacional, sino tambiénlas del ámbito internacional, por loque parece indiscutible que el juezy sus colaboradores deberían conocerla serie de instrumentos internacionalesque forman parte delordenamiento mexicano.Por otra parte, resulta necesarioque el juez conozca y domine elarte del lenguaje, tanto oral comoescrito. Así, “los jueces deben desarrollaruna sensibilidad exquisita ytener un especial cuidado por comprenderadecuadamente los mecanismoscomunicativos que existenen las declaraciones testimoniales opericiales, en la absolución de posicioneso mientras se produce la2 Cfr. Dw o r k i n, Ronald, “¿Deben nuestros juecesser filósofos? ¿Pueden ser filósofos?”, en Isonomía,32, México, 2010, p. 21.j u l i o 2010 44