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esclavos <strong>de</strong> unos esquemas. Nos atamos voluntariamente, llenándonos <strong>de</strong> pesadas ca<strong>de</strong>nas, y luego nos<br />
quejamos <strong>de</strong> no ser libres. ¿Quién te tiene que liberar si ni tú mismo eres cons ciente <strong>de</strong> tus ca<strong>de</strong>nas?<br />
Las mujeres se atan a sus maridos, a sus hijos. Los maridos a sus mujeres, a sus negocios. Todos nos atamos<br />
a los <strong>de</strong>seos y nuestro argumento y justifi cación es el amor. ¿Qué amor? La realidad es que nos amamos a<br />
nosotros mismos, pero con un amor adulterado y raquítico que sólo abarca el yo, el ego. Ni siquiera somos<br />
capaces <strong>de</strong> amarnos a nosotros mismos en libertad. Entonces, ¿cómo vamos a saber amar a los <strong>de</strong>más,<br />
aunque sean nuestros es posos o nuestros hijos? Nos hemos acostumbrado a la cárcel <strong>de</strong> lo viejo y preferimos<br />
dormir para no <strong>de</strong>scubrir la libertad que supone lo nuevo.<br />
Lo peor y más peligroso <strong>de</strong>l que duerme es creer que está <strong>de</strong>spierto y confundir sus sueños con la realidad.<br />
No confundas los sueños<br />
Vosotros estáis dormidos porque, si no, ya no necesitarías venir a este curso. Si ya lo vierais todo con ojos<br />
nuevos, ya no necesitaríais venir a <strong>de</strong>spertaros. Pero, si sois capaces <strong>de</strong> reconoceros dormidos, ser<br />
conscientes <strong>de</strong> que no estáis <strong>de</strong>spiertos, ya es un paso. Pues lo peor y más peligroso <strong>de</strong>l que duerme es creer<br />
que está <strong>de</strong>spierto y confundir sus sueños con la realidad. Lo primero que necesitáis para <strong>de</strong>spertar, es saber<br />
que estáis durmiendo y estáis soñando.<br />
La religión es una cosa buena en sí, pero en manos <strong>de</strong> gente dormida pue<strong>de</strong> hacer mucho daño. Y lo po<strong>de</strong>mos<br />
ver muy claramente por la historia <strong>de</strong> una religión que, en el nombre <strong>de</strong> Dios, cometió tantas barbarida<strong>de</strong>s<br />
creyendo que hacía el bien. Si no sabes emplear la religión en esencia, en libertad, sin fanatismos ni i<strong>de</strong>ologías<br />
<strong>de</strong> un color u otro, pue<strong>de</strong>s hacer mucho daño y, <strong>de</strong> hecho, se sigue haciendo.<br />
Para <strong>de</strong>spertar hay que estar dispuesto a escucharlo todo, más allá <strong>de</strong> los cartelitos <strong>de</strong> buenos y malos, con<br />
receptividad, que no quiere <strong>de</strong>cir credulidad. Hay que cuestionarlo todo, atentos a <strong>de</strong>scubrir las verda<strong>de</strong>s que<br />
pue<strong>de</strong> haber, separándolas <strong>de</strong> las que no lo son. Si nos i<strong>de</strong>ntificamos con las teorías sin cuestionarlas con la<br />
razón -y sobre todo con la vida- y nos las tragamos almacenándolas en la mente, es que seguimos dormidos.<br />
No has sabido asimilar esas verda<strong>de</strong>s para hacer tus propios criterios. Hay que ver las verda<strong>de</strong>s, analizarlas y<br />
ponerlas a prueba, una vez cuestionadas.<br />
"Haced lo que os digo", dice Jesús. Pero no podremos hacerlo si antes no nos transformamos en el hombre<br />
nuevo, <strong>de</strong>spierto, libre, que ya pue<strong>de</strong> amar.<br />
"Aunque diera todo a los pobres, y mi cuerpo a las llamas -dice Pablo, ¿<strong>de</strong> qué me serviría si no amo?" Este<br />
modo <strong>de</strong> ver <strong>de</strong> Pablo se consigue vi viendo, y este modo <strong>de</strong> ser nace <strong>de</strong> estar <strong>de</strong>spierto, disponible y sin<br />
engaños.<br />
Cuando la relación entre amigos no funciona lo bien que tú quisieras, pue<strong>de</strong>s aliviarla. Pue<strong>de</strong>s pararte y<br />
comenzar una tregua, pero si no has puesto al aire las premisas que están <strong>de</strong>bajo, el problema sigue en pie, y<br />
seguirá generando sentimientos negativos.<br />
¡Qué lío!<br />
Mi vida es un lío. ¿Soy capaz <strong>de</strong> reconocerlo? Necesito tener receptividad. ¿Estoy dispuesto a reconocer que<br />
el sufrimiento y la congoja los fabrico yo mismo? Si eres capaz <strong>de</strong> darte cuenta, es que comienzas a<br />
<strong>de</strong>spertarte.<br />
Ordinariamente, buscamos alivio y no curación. Cuando sufres, ¿estás dispuesto a separarte <strong>de</strong> ese<br />
sufrimiento lo necesario para analizarlo y <strong>de</strong>scubrir el origen que está <strong>de</strong>trás? Es preferible <strong>de</strong>jar que sufras un<br />
poco más, hasta que te hartes y estés dispuesto a ver. O <strong>de</strong>s piertas tú, o la vida te <strong>de</strong>spertará.<br />
Las componendas y alivios son manejos comerciales <strong>de</strong>l buen comportamiento que te ha metido en la mente tu<br />
sentido <strong>de</strong> buena educación. Si los miras, bien <strong>de</strong>spierto, <strong>de</strong>scubrirás que no son más que utilización, comercio<br />
<strong>de</strong> toma y daca y chantaje, más hipocresía. Cuando ves esto, ¿quieres quitarte el cáncer, o tomar un<br />
analgésico para no sufrir? Cuando la gente se harta <strong>de</strong> sufrir es un buen momento para <strong>de</strong>spertar.<br />
Buda dice: "El mundo está lleno <strong>de</strong> dolor, que genera sufrimiento. La raíz <strong>de</strong>l sufrimiento es el <strong>de</strong>seo. Si quieres<br />
arrancarte esa clase <strong>de</strong> dolor, tendrás que arrancarte el <strong>de</strong>seo."<br />
¿El <strong>de</strong>seo es cosa buena? Es una cuestión <strong>de</strong> lenguaje, pues la palabra "<strong>de</strong>seo", en español, abarca <strong>de</strong>seos<br />
buenos, que son estímulos <strong>de</strong> acción, y <strong>de</strong>seos estériles, que a nada conducen. A estos <strong>de</strong>seos, para<br />
enten<strong>de</strong>rnos, vamos a llamarlos apegos.<br />
La base <strong>de</strong>l sufrimiento es el apego, el <strong>de</strong>seo. En cuanto <strong>de</strong>seas una cosa compulsivamente y pones todas tus<br />
ansias <strong>de</strong> felicidad en ella, te expones a la <strong>de</strong>silusión <strong>de</strong> no conseguirla. De no haber <strong>de</strong>seado tanto que tu<br />
amigo te acoja, te contemple y te tenga en cuenta; <strong>de</strong> no <strong>de</strong>searlo tanto, no te importaría su indiferencia ni su<br />
rechazo. Don<strong>de</strong> no hay <strong>de</strong>seo-apego, no hay miedo, porque el miedo es la cara opuesta <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo, inseparable<br />
<strong>de</strong> él.<br />
Sin esta clase <strong>de</strong> <strong>de</strong>seos, nadie te pue<strong>de</strong> intimidar, ni nadie te pue<strong>de</strong> controlar o robar, porque, si no tienes<br />
<strong>de</strong>seos, no tienes miedo a que te quiten nada.<br />
No hay pareja ni amistad que esté tan segura como la que se mantiene libre. Sólo es eterno lo que se basa en<br />
un amor libre. Los <strong>de</strong>seos te hacen siempre vulnerables.<br />
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