preconoce porque ha elegido. Esto elimina la base o causa <strong>de</strong> la eleccióncomo algo <strong>de</strong> la criatura, y la coloca en la soberana voluntad <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<strong>Dios</strong> se propuso elegir a ciertas personas, no porque hubiera algo bueno enellas, ni porque previera algo bueno en las mismas, sino solamente, a causa<strong>de</strong> su pura buena voluntad. El por qué escogió a éstos no lo sabemos; loúnico que po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir es: “Así, Padre, porque así te agradó”. La verdadclara <strong>de</strong> Romanos 8:29, es que <strong>Dios</strong>, antes <strong>de</strong> la fundación <strong>de</strong>l mundo,separó a ciertos pecadores y los escogió para salvación (2Tes. 2:13).Esto se ve claro en las últimas palabras <strong>de</strong>l versículo: los “pre<strong>de</strong>stinó paraque fuesen hechos conformes a la imagen <strong>de</strong> su Hijo”, etc. <strong>Dios</strong> nopre<strong>de</strong>stinó a aquellos que él preveía que “eran hechos conformes...”, sinoque, por el contrario, pre<strong>de</strong>stinó a aquellos a los que “antes conoció” (es<strong>de</strong>cir, amó y eligió) “para que fuesen hechos conformes...”. Su conformidad aCristo no es la causa, sino el efecto <strong>de</strong> la presciencia y pre<strong>de</strong>stinación <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>.<strong>Dios</strong> no eligió a ningún pecador porque viera que creería, por la razónsencilla pero suficiente, <strong>de</strong> que ningún pecador cree jamás hasta que <strong>Dios</strong> leda fe; <strong>de</strong> la misma manera que ningún hombre pue<strong>de</strong> ver antes <strong>de</strong> que <strong>Dios</strong>le <strong>de</strong> la vista. Ya que la vista es el don <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, y ver es la consecuencia <strong>de</strong>luso <strong>de</strong> su don.Asimismo, la fe es el don <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> “Porque por gracia sois salvos, por medio<strong>de</strong> la fe y esto no <strong>de</strong> vosotros, pues es don <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>, no por obras para quenadie se gloríe” (Efe. 2:8), y creer es la consecuencia <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> este don. Sifuera cierto que <strong>Dios</strong> eligió a algunos para ser salvos porque a su <strong>de</strong>bidotiempo éstos creerían, eso convertiría el creer en un acto meritorio, y, en
este caso, el pecador tendría razón <strong>de</strong> jactarse, lo cual la Escritura niegaenfáticamente, (Efe. 2:9).En verdad la Palabra <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> es suficientemente clara al enseñar que creerno es un acto meritorio. Afirma que los cristianos son aquellos que “por lagracia han creído” (Hech. 18:27). Por lo tanto, si han creído “por gracia”, nohay absolutamente nada meritorio, el mérito no pue<strong>de</strong> ser la base o causaque movió a <strong>Dios</strong> a escogerlos.No, la elección <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> no proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> nada que haya en nosotros, o <strong>de</strong> nadaque proceda <strong>de</strong> nosotros, sino únicamente <strong>de</strong> su propia y soberana buenavoluntad. Una vez más, en Romanos 11:5, leemos <strong>de</strong> “un remanenteescogido por gracia”. Ahí está suficientemente claro; la misma elección espor gracia, y gracia es favor inmerecido, algo a lo que no tenemos <strong>de</strong>rechoalguno.Precisamente, se ve la importancia para nosotros, <strong>de</strong> tener i<strong>de</strong>as claras ybíblicas sobre la presciencia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>. Quien no solamente conoció el final<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio, sino que planeó, fijó y pre<strong>de</strong>stinó todo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio.Ya que, si uste<strong>de</strong>s son cristianos verda<strong>de</strong>ros, lo son porque <strong>Dios</strong> los escogióen Cristo antes <strong>de</strong> la fundación <strong>de</strong>l mundo, (Efe. 1:4), y lo hizo, no porqueprevio que creería, sino porque, simplemente, así le agradó hacerlo; teescogió a pesar <strong>de</strong> tu incredulidad natural.Siendo así, toda la gloria y la alabanza le pertenece solo a El. No tienes basealguna para atribuirte ningún mérito. Has creído “por la gracia”, y eso porquetu misma elección fue “<strong>de</strong> gracia” (Rom. 11:5).
- Page 1 and 2: Los Atributos de DiosPor A.W. PinkI
- Page 3 and 4: Cap. 1LOS DECRETOS DE DIOS“ Y sab
- Page 5 and 6: mundo, sino que dispuso la aplicaci
- Page 7 and 8: Era libre para decretar o dejar de
- Page 9 and 10: ¡Cuánta alabanza y gratitud debem
- Page 11 and 12: ¡Cuán solemne es este hecho; nada
- Page 13 and 14: yo responderé; y mientras estén h
- Page 15 and 16: la tierra: (Gén. 8:22), “Mientra
- Page 17 and 18: vida eterna Sólo entonces seremos
- Page 19 and 20: Cuando se trata de la Palabra de Di
- Page 21: previstos. En vista de estos pasaje
- Page 25 and 26: estringido, no sea que invada el te
- Page 27 and 28: todo lo que ha designado. Cumple to
- Page 29 and 30: He aquí, pues, lugar de descanso p
- Page 31 and 32: mismo. Por otro lado, no hay doctri
- Page 33 and 34: Hacedor, siendo nada mas un pedazo
- Page 35 and 36: El mediador tuvo que cumplir cierta
- Page 37 and 38: Cap. 6LA INMUTABILIDAD DE DIOS“El
- Page 39 and 40: Así, cuando adopta un cambio en su
- Page 41 and 42: esto hallamos estímulo para la ora
- Page 43 and 44: Cap. 7LA SANTIDAD DE DIOS“¿Quié
- Page 45 and 46: Santa Palabra (Sal. 105:42). Su nom
- Page 47 and 48: todavía perdura. Moisés fue exclu
- Page 49 and 50: estrado”, en la postura más humi
- Page 51 and 52: ¡Cuán digna es su majestad divina
- Page 53 and 54: que éste, en el que hallamos tal r
- Page 55 and 56: La conservación de la tierra de la
- Page 57 and 58: Para decirlo de la manera más clar
- Page 59 and 60: ¡Qué palabra la del Salmo 36:5:
- Page 61 and 62: fieles a Dios, pero una oscura nube
- Page 63 and 64: “Conozco, oh Jehová, que tus jui
- Page 65 and 66: Cap. 10LA BONDAD DE DIOS“ Alabad
- Page 67 and 68: toda carne, porque para siempre es
- Page 69 and 70: ondad de Dios puede ser puesta en e
- Page 71 and 72: Cap. 11LA PACIENCIA DE DIOS“ Clem
- Page 73 and 74:
El príncipe que puede dominar sus
- Page 75 and 76:
Del mismo modo, más tarde, cuando
- Page 77 and 78:
Busquemos fervientemente gracia par
- Page 79 and 80:
tiene derecho alguno sobre ella, qu
- Page 81 and 82:
hacerle ver que su gracia es eterna
- Page 83 and 84:
contado entre el noble ejército de
- Page 85 and 86:
Dios Padre es la fuente de toda gra
- Page 87 and 88:
miseria de las criaturas caídas. A
- Page 89 and 90:
puede influir en él. Si Dios fuese
- Page 91 and 92:
Dios es un Dios de justicia tanto c
- Page 93 and 94:
Cap. 14EL AMOR DE DIOSEn las Sagrad
- Page 95 and 96:
nos amó cuando no había amor en n
- Page 97 and 98:
4. Es infinito. Todo lo referente a
- Page 99 and 100:
Así pues, que ningún cristiano du
- Page 101 and 102:
espada, y mi mano arrebatare el jui
- Page 103 and 104:
Además, el castigo futuro y eterno
- Page 105 and 106:
“¡Aleluya! La salvación y la gl
- Page 107 and 108:
Cap. 16MEDITANDO SOBRE DIOS“¿Alc
- Page 109 and 110:
nos descubre su propio ser, atribu
- Page 111 and 112:
disfrute de Dios. Su favor es vida,