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Bruno Van der Maat - Facultad de Derecho - Universidad de San ...

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UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>0los Sistemas <strong>de</strong> JusticiaFACULTAD DE DERECHOEN ÉSTE NÚMERO:Laura Zúñiga Rodríguez(España)Sídney Blanco(El Salvador)Jorge Vicente Paladines(Ecuador)Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong>PenitenciarioREVISTA ELECTRÓNICACarolina Dzimidas Haber/Pedro Vieira Abramovay(Brasil)Luis A. Vergara Cisterna(Chile)José Ávila Herrera(Perú)<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> Matt(Perú)Luís Francia Sánchez(Perú)Percy C. Castillo Torres)(Perú)Wilfredo Pedraza Sierra(Perú)AÑO 1/ N° 12011<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a lasIncoherencias <strong>de</strong> los Sistemas <strong>de</strong> JusticiaDIRECTORWilfredo Pedraza SierraCONSEJOCONSULTIVOCentro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 0Laura Zúñiga RodríguezJosé Ávila HerreraJosé Luís Pérez G.Miguel Huerta Barrónwww. <strong><strong>de</strong>r</strong>echo.usmp.edu.pe/centro_<strong><strong>de</strong>r</strong>echo_penitenciario


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia1REFLEXIONES DESDE UNA JUSTICIA JUVENIL RESTAURATIVA FRENTE ALAS INCOHERENCIAS DE LOS SISTEMAS DE JUSTICIA ◊<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong> •ABSTRACTThe basic theme of this investigation is the quest for an answer to the question:why do justice systems so easily create injustice? This is true not only for juvenilejustice but also for adult criminal justice systems. Usually there is incoherencebetween what is said (and written) in the law and what is really done. Normallythe lack of resources is the only explanation. But this reason is incoherent,because when something really is consi<strong><strong>de</strong>r</strong>ed important, the resources can befound. There is something <strong>de</strong>eper un<strong><strong>de</strong>r</strong>lying this incoherence. First there is theconcept of justice, which is usually seen as a “winner takes all” game, whereas itshould be consi<strong><strong>de</strong>r</strong>ed as a win-win situation. An old pharaonic <strong>de</strong>finition ofjustice helps us to reconsi<strong><strong>de</strong>r</strong> our own concept: “I have judged a case accordingto equity (ma’ât), in such a way that both parties walked out with a peacefulheart”. This is what justice should be about, not to stigmatize the victimizer butto reconcile both victims and victimizers. This means we have to review ourconcept of justice. The other reason is that in the <strong>de</strong>pth of our heart we feelinsecure and we feel the need to belong to the community. That is why we like todiscriminate and to stigmatize others, so that shame falls on them instead of onus. This mechanism, produced by what we could call a primitive narcissism, mayhelp to explain why we not only tolerate but even promote our unjust justicesystem. It makes us feel we belong to the good part of society while theimprisoned (youths or adults) are the foul ones. It makes us feel more secure. Ifwe do not reconsi<strong><strong>de</strong>r</strong> our way of viewing and listening to the “other” in oursocieties, our justice systems will continue to fail to integrate the ones itstigmatizes.◊ Este artículo es una versión modificada <strong>de</strong> una ponencia presentada en el I CongresoMundial <strong>de</strong> Justicia Juvenil Restaurativa, organizado en Lima, PUCP en noviembre <strong>de</strong>l 2009.• (Bélgica 1957) Economista, Magister en Teología, Doctor en Ciencias Sociales, ProfesorPrincipal <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> Católica <strong>de</strong> <strong>San</strong>ta María – Arequipa (Perú), Fundador y ex -presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Observatorio <strong>de</strong> Prisiones – Arequipa.Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 1


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia2PresentaciónLos discursos que vienen <strong>de</strong>fendiendo la justicia restaurativa tienen unalógica que me parece irrefutable 1 . La justicia restaurativa es menos dañina,más eficaz y menos costosa que la justicia retributiva. Los argumentos estánrefrendados por estudios serios y elaborados sobre plazo largos quepermiten una visión amplia. Estando básicamente <strong>de</strong> acuerdo con la filosofía<strong>de</strong> la justicia restaurativa no veo qué aporte original podría producir alrespecto. Mi intención va por otro camino.Mi intervención nace <strong>de</strong> una indignación, que igual que una larga indigestión,que me viene acompañando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace varios años. Inició con la lectura <strong>de</strong>un libro sobre las escuelas correccionales alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong>l siglopasado en Francia (ROUANET 1994). Lo que allí se <strong>de</strong>scribía no me parecíaposible. Tanto maltrato, tanta crueldad, tanto daño! Cuando algunos años mástar<strong>de</strong> realicé una investigación para mi tesis doctoral sobre el tratamiento <strong>de</strong>los jóvenes en conflicto con la ley en el Perú, creció aún más mi indignación.De las conclusiones <strong>de</strong> ese estudio, basado en el análisis <strong>de</strong> unos 1500expedientes <strong>de</strong> jóvenes en conflicto con la ley penal en Arequipa (VAN DERMAAT 2007) quiero recordar sólo los siguientes puntos.• No han faltado Declaraciones ni textos legislativos referidos a la problemática<strong>de</strong> los jóvenes en conflicto con la ley en nuestro medio. Lo que ha faltado es suaplicación consecuente.• Se nota una evolución en cuanto a los textos referidos a los jóvenes enconflicto con la ley, que pasan <strong>de</strong> ser un objeto merecedor <strong>de</strong> ciertosbeneficios a un sujeto <strong>de</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong>echos. Sin embargo, muchas veces sólo cambia la<strong>de</strong>nominación sin que exista un cambio en la mentalidad y en la realidad.Cuando cambia la ley, no necesariamente cambia la realidad.1 Soy un recién convertido a la justicia restaurativa. Escuché por primera vez hablar <strong>de</strong>l temaen el X Congreso <strong>de</strong> la ICCPPC en México en 1999 por una mujer impresionante DameRuth Morris, una Quakera abolicionista canadiense que nos <strong>de</strong>jó <strong>de</strong>masiado temprano. Allíconocí también al P. Jim Consedine, pionero <strong>de</strong> la justicia restaurativa juvenil en NuevaZelandia. Luego, sucesivos diálogos con el Dr. Lo<strong>de</strong> Walgrave (KUL- Lovaina) y Dan <strong>Van</strong>Ness (PFI-Washington) me ayudaron en fundamentar también teóricamente la justiciarestaurativa.Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 2


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia3• Existe la peligrosa ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> recuperar fórmulas nuevas y paradigmasinnovadores que favorecen a los jóvenes en conflicto con la ley sin cambiar lapráctica cotidiana. De esa forma se pervierte la i<strong>de</strong>a nueva, porque se expresaen un lenguaje innovador una i<strong>de</strong>a que oculta una práctica que no cambió.• Se siente la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que cada vez más el Estado se siente obligado ahacerse cargo <strong>de</strong> los jóvenes en conflicto con la ley por más que esemismo Estado no proporcione los recursos necesarios para respon<strong><strong>de</strong>r</strong>a<strong>de</strong>cuadamente a esta tarea, ni se haya mostrado capaz <strong>de</strong> hacer frenteeficazmente en este campo.• Las instituciones previstas en las diferentes legislaciones nacionales nuncahan sido implementadas a cabalidad.Me pregunto ¿cuál es la raíz <strong>de</strong> esas incoherencias? que no siempre sonpatentes, mas sí son corruptores <strong>de</strong> la convivencia social, dado que al finalllegan a <strong>de</strong>sfigurar la opinión que circula en el ámbito societal. En nuestrocaso: si se tiene un lindo discurso <strong>de</strong> protección a la juventud pero unapráctica retributiva (incongruente con el discurso), no pasa mucho tiempohasta que salte a la vista que las medidas supuestamente protectoras nofuncionan (porque en realidad son medidas retributivas que no protegen).Esto lleva a la opinión pública a querer abandonar el discurso protector porser <strong>de</strong>masiado i<strong>de</strong>alista e ineficaz. Con ello pasará a un discurso punitivo, quese expresará en una práctica <strong>de</strong> la misma índole, que reforzará el atributoretributivo <strong>de</strong>l sistema.No sólo me refiero al caso <strong>de</strong>l Perú. Pienso, por ejemplo, en la espantosasituación <strong>de</strong> Estados Unidos que hasta la fecha no llegó a ratificar laConvención <strong>de</strong> los <strong>Derecho</strong>s <strong>de</strong>l Niños. Este hecho tiene implicanciasconcretas alarmantes. Si bien los menores no son ejecutados en EstadosUnidos, sí pue<strong>de</strong>n ser sentenciados a ca<strong>de</strong>na perpetua sin posibilidad <strong>de</strong>liberación, es <strong>de</strong>cir que están con<strong>de</strong>nados a morir en la cárcel. Hay más <strong>de</strong>2225 jóvenes (menores <strong>de</strong> 18 años) que han sido sentenciados a ca<strong>de</strong>naperpetua sin posibilidad <strong>de</strong> liberación anticipada en Estados Unidos. De ellos73 han sido con<strong>de</strong>nados a ca<strong>de</strong>na perpetua cuando tenían 13 o 14 años 2 !2 Véase: EQUAL JUSTICE INITIATIVE (2008) Cruel and Unusual: Sentencing 13- and14- Year-Old Children to Die in Prison, Equal Justice Initiative, Montgomery Al.Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 3


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia5adultos. Es como si un médico dijera, no sé cómo curar a ese paciente, así quemejor lo elimino y así el problema está resuelto 5 .En muchos otros países ocurre el mismo fenómeno (sobre todo en épocas pre– electorales o cuando hay casos graves <strong>de</strong> <strong>de</strong>lincuencia juvenil). ¿Por quésurgen estas reacciones? Me rehuso a pensar que en algunos países haypersonas mejores, más inteligentes o más íntegras que en otros. Debe haberotra explicación. Lo que me interesa aquí es el mecanismo <strong>de</strong> incoherenciaque pue<strong>de</strong> llevar a esta situación. ¿Cómo es posible que se llegue a talesextremos <strong>de</strong> incoherencia entre el discurso y la práctica, o <strong>de</strong> incoherenciainterna en el propio discurso, cuando por un lado se afirma querer <strong>de</strong>fen<strong><strong>de</strong>r</strong>al joven y por otro se le trata peor que un adulto multireinci<strong>de</strong>nte?1. Algunos hechosPrimero habrá que <strong>de</strong>mostrar que esta incoherencia existe. El estudio querealicé para el caso <strong>de</strong> Arequipa, en el sur <strong>de</strong>l Perú abarca todo el siglo XX. Sibien se nota una clara evolución <strong>de</strong> la visión <strong>de</strong>l joven en conflicto con la leyque pasa <strong>de</strong> un objeto que necesita corrección a un sujeto con <strong><strong>de</strong>r</strong>echos(<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> los <strong>Derecho</strong>s <strong>de</strong>l Niño), también se nota lapersistencia <strong>de</strong> varias incoherencias <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> justicia referido al mismojoven.a. En primer lugar, las leyes que son promulgadas nunca reciben el respaldopresupuestal para ser aplicadas coherentemente. Por ejemplo, se plantea enla ley que habrá varias etapas y un conjunto <strong>de</strong> instituciones que <strong>de</strong>benacompañar la “corrección” <strong>de</strong>l joven en conflicto con la ley, pero nunca seimplementan todas las etapas y nunca funcionan todas las institucionesprevistas. Uno <strong>de</strong> los resultados previsibles es por supuesto que no se logranlas metas establecidas en la ley, sino todo lo contrario. En vez <strong>de</strong> ayudar aljoven se le traumatiza y se le daña más, a nombre <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> la ley.Para muestra un botón. Luego <strong>de</strong> inaugurado el Escuela Correccional <strong>de</strong>varones en Surco (Lima) en 1902, el propio representante <strong>de</strong>l gobiernoperuano ante el III Congreso Americano <strong>de</strong>l Niño, veinte años más tar<strong>de</strong>,5 Lo mismo se podría <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> las voces que proponen reinstaurar el servicio militarobligatorio para los infractores.Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 5


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia6informa: “Desgraciadamente no po<strong>de</strong>mos apuntar resultados satisfactorios <strong>de</strong>lfuncionamiento <strong>de</strong> esta Escuela, que más que a la reforma tien<strong>de</strong> a convertir en<strong>de</strong>lincuentes efectivos a los centenares <strong>de</strong> menores que por allí pasan” 6 . Unoespera que ante tal reconocimiento se cerraría la Escuela, pero no, el sistemasigue hasta el día <strong>de</strong> hoy, con las mismas críticas y la misma falta <strong>de</strong> recursos.Una primera explicación <strong>de</strong> esa incoherencia podría ser que en nuestrasociedad existen ciertos mitos, que se perpetúan. Uno <strong>de</strong> esos mitos es que lascárceles y los reformatorios son indispensables. El sistema carcelario nopresenta muchas señales <strong>de</strong> éxito, sin embargo se persiste en mantenerlo talcual, reforzando los puntos más dañinos y menos eficaces, en una línea <strong>de</strong>mano dura, tan popular entre la mayoría <strong>de</strong> los políticos (VAN DER MAAT2008). Lo mismo parece ocurrir con los centros juveniles.Claro está que el hecho <strong>de</strong> promulgar leyes y luego no prever elfinanciamiento a<strong>de</strong>cuado no sólo ocurre en el caso <strong>de</strong> políticas juveniles.También el sector salud, el <strong>de</strong> educación, el <strong>de</strong> transporte etc. luchan con elmismo problema 7 . Sin embargo, dado el lindo discurso que todo Estadopronuncia en cuanto a los jóvenes, esta falacia sólo se ve como másincoherente aún.b. Una segunda constante es que el Estado se ve cada vez más llamado aocuparse <strong>de</strong> jóvenes en conflicto con la ley <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su rol protector. Pero seolvida <strong>de</strong> reconocer que en primer lugar, muchos jóvenes entran en conflictocon la ley justamente porque el Estado no ha cumplido con su papel <strong>de</strong>protegerlos y ofrecerles las condiciones mínimas para <strong>de</strong>sarrollarse comopersonas. Entonces llegamos a la situación absurda que el Estado, ante la falta<strong>de</strong> protección que ofrece a los jóvenes, se arroga el <strong><strong>de</strong>r</strong>echo <strong>de</strong> encerrarlos encentros juveniles u otras instituciones estatales, que tampoco reciben laayuda necesaria <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l Estado 8 . Se asume el problema por el final <strong>de</strong> la6 PAZ SOLDAN (1922:110)7 Para los programas referidos a niños, niñas y adolescentes véase por ejemplo: MONBGE,Carlos; BOZA, Beatriz (2007) Vigilancia ciudadana <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>l Estado sobre lainfancia, Lima, Niños <strong>de</strong>l Milenio; VÁSQUEZ HUAMÁN, Enrique (2005) ¿Los niñosprimero? Vol. III, Niveles <strong>de</strong> vida y gasto público social orientado a la infancia: 2004-2005, Lima, Centro <strong>de</strong> Investigación, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong>l Pacífico.8 Siempre cito a Thomas Moro en este caso: “You allow these people to be brought up in the worstpossible way, and systematically corrupted from their earliest years. Finally, when they grow up and commit thecrimes that they were obviously <strong>de</strong>stined to commit, ever since they were children, you start punishing them. Inother words, you create thieves, and then punish them for stealing.” MORE (1516/1979:49).Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 6


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia7cola y no por el inicio. Se asume que el trabajo con jóvenes en conflicto con laley es importante. Sin embargo, en el siglo pasado el Estado no ha dudado entraspasar sucesivamente esa responsabilidad a diversas instancias <strong>de</strong>l sectorprivado, <strong>de</strong>l sector salud, educación o justicia, sin tener siquiera una i<strong>de</strong>aclara <strong>de</strong> qué se <strong>de</strong>bía hacer. A nadie se le ocurriría en pasar la responsabilidad<strong>de</strong>l transporte público al sector salud o al ministerio <strong>de</strong> energía y minas. Sinembargo, las cosas no son tan claras cuando se trata <strong>de</strong> jóvenes en conflictocon la ley. Inútil <strong>de</strong>cir que la transferencia <strong>de</strong> un sector a otro se ha hecho sinmayor preocupación por darle continuidad al tratamiento, dado que noexistía plan <strong>de</strong> tratamiento alguno.c. Una tercera constante es que la respuesta <strong>de</strong>l Estado es una respuestaincompleta. Des<strong>de</strong> el inicio se encierra a los jóvenes en conflicto con la Ley,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1902 en la Escuela Correccional <strong>de</strong> varones (antes se encerraba a losjóvenes en las cárceles <strong>de</strong> adultos), luego en los llamados centro juveniles.Pero recién en 1997 el Estado tiene una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> lo que tiene que hacer conesos jóvenes. Recién en ese año se publica un programa coherente <strong>de</strong>tratamiento que, dicho sea <strong>de</strong> paso, una vez más nunca se logró implementara cabalidad por falta <strong>de</strong> recursos. Antes <strong>de</strong> ese programa, se encerraba a losjóvenes y no se hacía nada programado con ellos. No quiere <strong>de</strong>cir que nohabía equipos técnicos con psicólogos o trabajadores sociales en los centrosjuveniles. Lo que no había era una i<strong>de</strong>a más o menos clara <strong>de</strong> qué se tenía quehacer con esos jóvenes mientras estaban encerrados.Ahora bien, po<strong>de</strong>mos asumir que los responsables <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> justiciajuvenil (llámese presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República, Ministros <strong>de</strong> Estado, Congresistas,Gerentes, Responsables <strong>de</strong> tratamiento, profesionales involucrados, …) sonciudadanos racionales, correctos y <strong>de</strong> buenas intenciones. No son psicópatasque tratan <strong>de</strong> dañar al máximo a estos jóvenes, sino probablemente buenospadres y madres <strong>de</strong> familia que intentan con el mayor esfuerzo <strong>de</strong> contribuiren algo a mejorar la vida <strong>de</strong> esos jóvenes.Si eso es el caso, ¿cómo explicar entonces esa serie <strong>de</strong> incoherencias? Paratratar <strong>de</strong> respon<strong><strong>de</strong>r</strong> a esa pregunta, quisiera <strong>de</strong>sdoblarla en dos temáticas:una referida a la justicia, la otra referida a la visión <strong>de</strong> la persona infractora.Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 7


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia82. Algunas reflexiones sobre la justiciaEn nuestro mundo, la justicia pasa por la ley y ésta incorpora los tratadosinternacionales. Sin embargo, en este nivel <strong>de</strong> separación se vive en laincoherencia <strong>de</strong>l actuar <strong>de</strong>l Estado frente a sus obligaciones internacionales.La mayoría <strong>de</strong> los países, ha firmado las Convenciones y los Tratados sobre<strong>Derecho</strong>s Humanos, sobre los <strong>Derecho</strong>s <strong>de</strong>l niño, las condiciones <strong>de</strong> losinfractores, y varios incluso han firmado la Convención contra la Tortura. Sinembargo, incluso si un país ha firmado estos instrumentos internacionales,esto no garantiza que los honrará en su sistema carcelario 9 . Las condiciones<strong>de</strong> encierro <strong>de</strong> los jóvenes (y <strong>de</strong> los adultos) en general no son muy humanas:muchas veces existen <strong>de</strong>ficiencias en la alimentación, en el espacio, en laatención médica, social, psicológica y legal, frecuentemente haydiscriminación en cuanto género, raza, nacionalidad y otros. A veces sólo sepodría soñar con un tratamiento a<strong>de</strong>cuado. Las relaciones con los guardias <strong>de</strong>prisión o los educadores <strong>de</strong> los reformatorios y los oficiales <strong>de</strong> la justiciamayormente son tensas, y muchas veces no están basadas en el respetomutuo.Quisiera resaltar otra forma <strong>de</strong> injusticia que nos ro<strong>de</strong>a pero que nonecesariamente vemos como nuestro problema. Es la manera cómo loseducadores y los <strong>de</strong>más profesionales <strong>de</strong> tratamiento son tratados. Enmuchas ocasiones son tratados <strong>de</strong> manera injusta: sueldos bajos, condiciones<strong>de</strong> trabajo difíciles, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia jerárquica, falta <strong>de</strong> capacitación y <strong>de</strong>infraestructura, inseguridad, insatisfacción laboral etc.Estoy convencido <strong>de</strong> que el personal sencillamente pasa el maltrato y lafrustración que sufren a los jóvenes bajo su custodia. Si las condicioneslaborales en los centros juveniles mejorasen, se pue<strong>de</strong> apostar a que eltratamiento también mejorará. La injusticia engendra más injusticia, lajusticia abre la puerta a más justicia.9 Recuerdo el Seminario <strong>de</strong> la ICCPPC en la Comisión Pontificia Justicia y Paz en Roma(2005) don<strong>de</strong> la Dra. Silvia Casale, Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Comité <strong>de</strong>l Consejo Europeo para laPrevención <strong>de</strong> la Tortura y <strong>de</strong>l Tratamiento o Castigo Degradante (CPT) planteaba que “Apesar <strong>de</strong> la relativa prosperidad <strong>de</strong> Europa, cuando se mira en el contexto global la CPT encuentra un anchoabanico <strong>de</strong> condiciones que muy bien podrían ser <strong>de</strong>scritas como inhumanas y <strong>de</strong>gradantes”CASALIS, Silvia“The European Experience of the CPT”, in: PONTIFICAL COUNCIL FOR JUSTICE ANDPEACE – INTERNATIONAL COMMISSION OF CATHOLIC PRISON PASTORALCARE (2006) Human Rights of Prisoners – International Study Seminar, Rome, 1-2March 2005, Vatican City, p. 44.Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 8


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia9Pero con todo esto, la pregunta sigue abierta: ¿Por qué existe esa injusticia?¿Por qué un Estado <strong>de</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong>echo tolera esa situación? ¿Por qué este sistema estan injusto, no solamente en el Tercer Mundo, sino en todas partes? Inclusolos llamados “centros mo<strong>de</strong>lo” pue<strong>de</strong>n terminar haciendo exactamente loopuesto <strong>de</strong> aquello para lo cual fueron concebidos.Ante todo quisiera recordar el propósito final <strong>de</strong> la justicia penal. No pue<strong>de</strong> ni<strong>de</strong>be ser la venganza. Tiene que ser lo que los filósofos llaman “paz social” 10 .Esto significa que el conjunto <strong>de</strong>l sistema penal <strong>de</strong>be estar enfocado en lapersona humana (víctima, transgresores, ciudadanos) y no en las leyesimpersonales. Aristóteles ya nos recordaba en qué consistía la tarea <strong>de</strong>l juez:personalizar la ley.“Lo equitativo no es lo justo en el sentido legal <strong>de</strong> “justo”, sino una corrección <strong>de</strong>lo que es legalmente justo. La razón es que la ley es universal, pero hay ciertascosas sobre las cuales no es posible hablar correctamente en términosuniversales. Ahora en situaciones don<strong>de</strong> es necesario hablar en términosuniversales pero don<strong>de</strong> es imposible hacerlo en forma correcta, la ley consi<strong><strong>de</strong>r</strong>ala mayoría <strong>de</strong> casos, realizando en qué sentido falla en su propósito (…) yconstituye la naturaleza real <strong>de</strong> la equidad <strong>de</strong> rectificar la ley allí don<strong>de</strong> la leyqueda corta por su universalidad. Esa es también la razón por la cual no todo es<strong>de</strong>terminado por la ley.” 11Nuestros sistemas <strong>de</strong> justicia tien<strong>de</strong>n a olvidarse <strong>de</strong>l uso correctivo <strong>de</strong> laequidad. Sólo aplican la ley: “Dura lex, sed lex” y nada más. En nuestrassocieda<strong>de</strong>s prevalece una cultura <strong>de</strong> encarcelamiento en vez <strong>de</strong> una cultura <strong>de</strong>prevención 12 . Esto convierte un sistema judicial en un sistema don<strong>de</strong> hayganadores y per<strong>de</strong>dores. Y realmente no creo que <strong>de</strong> eso se trate en la justiciao en la paz social. Si nuestro único objetivo es aplicar la ley, po<strong>de</strong>mos teneror<strong>de</strong>n más no paz 13 . La Justicia es social, no es sólo un asunto privado que caesobre el individuo. A<strong>de</strong>más, la justicia no <strong>de</strong>bería sustituir a los actores. Como10 Tomo esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>: RICOUER, Paul (1995) Le Juste, Paris, Esprit, p. 190.11 ARISTOTELES (1962:141-142) libro quinto 1137b.12 Cfr. SESMA LEÓN, José “Realidad y esperanzas <strong>de</strong> la pastoral penitenciaria en España”in: “Mediación-reconciliación” por una pastoral <strong>de</strong> justicia penitenciaria’” – VII CongresoNacional <strong>de</strong> Pastoral Penitenciaria – Madrid 16-18 <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong> 2005, Corintios XIII –Revista <strong>de</strong> teología y pastoral <strong>de</strong> la caridad, Madrid. Abril-septiembre 2005, nº 114-115,p. 499.13 Paul Ricoeur indica que: “La pena pue<strong>de</strong> restablecer el or<strong>de</strong>n mas no restaura la vida” RICOEUR(1995:199).Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 9


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia10muy acertadamente afirma el Prof. Lo<strong>de</strong> Walgrave: “El sistema judicial <strong>de</strong>beaceptar un rol subsidiario” (WALGRAVE 1999:17).Uno <strong>de</strong> los problemas en la justicia penal juvenil es que muchos jóvenes enconflicto con la ley no entien<strong>de</strong>n cuál es el problema 14 . Como recuerda PaulRicoeur, “el con<strong>de</strong>nado <strong>de</strong>bería po<strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>de</strong>clarar que la sentencia que lo con<strong>de</strong>nano ha sido un acto <strong>de</strong> venganza sino <strong>de</strong> reconocimiento” (RICOEUR 1995:191).¿Cuántos jóvenes han sido puestos en condiciones para que puedan <strong>de</strong>clarareso? Para ellos mayormente la sentencia es injusta. A<strong>de</strong>más son consi<strong><strong>de</strong>r</strong>adoscomo un objeto en el proceso, no como un actor protagónico. A las víctimasles recae el mismo papel <strong>de</strong> objeto 15 . En estas condiciones no es posiblehablar <strong>de</strong> verda<strong><strong>de</strong>r</strong>a reconciliación o paz social. Sencillamente no se han dadolas condiciones. La justicia retributiva carece <strong>de</strong> coherencia interna. Sólo logracon<strong>de</strong>nar, mas no reparar o resocializar, no logra restablecer la armoníasocial.Hace algunos años encontré una fórmula que expresa exactamente lo que<strong>de</strong>bería ser la justicia. Es bastante antigua (como cuatro mil años para ser máso menos exacto) y ha sido encontrado en la tumba <strong>de</strong> un juez faraónico <strong>de</strong> laXI Dinastía: Totnakht-ânkh (XIth Dinastía). Dice así: “He juzgado un caso <strong>de</strong>acuerdo a la equidad (ma’ât), <strong>de</strong> tal forma que ambas partes han salido con uncorazón apaciguado” 16 . ¿No <strong>de</strong>bería ser eso lo que buscamos cuandopensamos en la justicia en nuestras socieda<strong>de</strong>s? No una situación don<strong>de</strong> elganador se lleva todo, sino la restauración <strong>de</strong> la armonía, <strong>de</strong> la paz social,don<strong>de</strong> cada involucrado reconoce su implicación. Al final, <strong>de</strong> eso se trata en lasociedad: el reconocimiento <strong>de</strong> todos y cada uno. Es un <strong><strong>de</strong>r</strong>echo incluso para14 A<strong>de</strong>más es preciso recordar que la justicia penal es netamente oral. ¿Cómo se pue<strong>de</strong> hacerjusticia mediante un instrumento (la oralidad) que es manejado <strong>de</strong> manera muy reducida pormuchos jóvenes, que tienen otras formas <strong>de</strong> expresarse. Cfr.:“Esos jóvenes (<strong>de</strong> segunda generación<strong>de</strong> migrantes) sufren, entonces se pelean con sus medios que son gestos y no palabras, porque a menudo nomanejan el idioma y aún menos la semántica (…) la sociedad no les habla, les ladra o se calla”. BRULÉ,Christian (1999) Le syndrome du petit pot <strong>de</strong> bébé. La violence n’est pas une fatalité,Paris, Rocher, p. 42.46..15 Encontramos índices alarmantes <strong>de</strong> jóvenes <strong>de</strong> centros cerrados en América Latina que nohabían siquiera visto al juez o que no entendían la razón <strong>de</strong> su “medida socio-educativa”.Véase el informe en BICE (2002).16 MENU, Berna<strong>de</strong>tte (2005) Maât, L’ordre juste du mon<strong>de</strong>, París, Michalon, p. 80. Latarea <strong>de</strong>l juicio es una carga <strong>de</strong> mucha responsabilidad. En el Antiguo Testamento este acto aveces es equiparado a caminar en los pasos <strong>de</strong>l propio Señor. “Es preciso acordarse que laTorah llama a veces al juez con el nombre ‘Elohim’ (Ex 22,7), que es el homónimo exacto <strong>de</strong> la faceta divina<strong>de</strong> la justicia.” ASSOUS, Philippe-Shlomo (2003) “Oeil pour oeil...” Blessure d’un hommeà son prochain dans la litterature rabbinique, Paris, Safed Éditions, p.11.Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 10


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia11el victimario. En este reconocimiento, que lo reconoce como sujeto <strong>de</strong><strong><strong>de</strong>r</strong>echos, será capaz <strong>de</strong> reconocer el daño cometido. Y mediante la aceptación<strong>de</strong> la sentencia, estará en condiciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>clarar que la sentencia no fue unacto <strong>de</strong> venganza, sino <strong>de</strong> reconocimiento 17 . Si pudiéramos tener estopresente cuando juzgamos en nuestros sistemas judiciales, podríamoscontemplar un horizonte más amplio.Pero eso significaría que tenemos que modificar el concepto mismo <strong>de</strong> justiciaque utilizamos. Significa que tenemos que cambiar nuestra mente, allá don<strong>de</strong>tan fácilmente confundimos justicia y moral, pena y expiación, don<strong>de</strong> tanfácilmente nos situamos en el lado bueno según la división entre el bien y elmal. Cuánto nos gusta dividir la humanidad en dos grupos separados: losbuenos y los malos, los fuertes y los débiles, los buenos y los pobres.¿No sería esta visión justamente parte <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> la reforma <strong>de</strong> nuestrosistema <strong>de</strong> justicia penal juvenil? ¿No sería una <strong>de</strong> las fuentes <strong>de</strong> laperversidad <strong>de</strong> la injusticia? ¿No sería que la mera existencia <strong>de</strong> encarceladoso institucionalizados nos haga sentir bien porque estamos en el lado correcto?Zygmunt Bauman escribe:“La Producción <strong>de</strong> “<strong>de</strong>secho humano”, o, más correctamente <strong>de</strong> humanos<strong>de</strong>sechados (los sobrantes y redundantes, es <strong>de</strong>cir, la población que no pudo serreconocida o que no se quiso reconocer, o cuya permanencia no se permitía) esun resultado inevitable <strong>de</strong> la mo<strong><strong>de</strong>r</strong>nización, y acompaña <strong>de</strong> manerainseparable la mo<strong><strong>de</strong>r</strong>nidad. Es un efecto colateral inevitable <strong>de</strong> la construcción<strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n (cada or<strong>de</strong>n echa alguna parte <strong>de</strong> la población como “fuera <strong>de</strong> sulugar”, “ina<strong>de</strong>cuada” o “in<strong>de</strong>seable”) y <strong>de</strong>l progreso económico (que no pue<strong>de</strong>avanzar sin <strong>de</strong>gradar y <strong>de</strong>valuar los mo<strong>de</strong>los anteriores <strong>de</strong> ganarse la vida, y,consecuentemente, no pue<strong>de</strong> hacer otra cosa que privar a sus miembros <strong>de</strong> susustento) 18 (...)Nos <strong>de</strong>shacemos <strong>de</strong> los sobrantes <strong>de</strong> la manera más radical yeficaz posible: los volvemos invisibles al no mirarlos e impensables al no pensaren ellos. (...) El espacio or<strong>de</strong>nado es un espacio gobernado por las reglas,mientras que la regla es regla en la medida que prohíbe y excluye (...) lasfronteras se han vuelto lo que podríamos llamar “membranas asimétricas” que17 RICOEUR (1995:191).18 Como dijeron los Obispos <strong>de</strong> América Latina y <strong>de</strong> El Caribe en Aparecida: “Ya no se tratasimplemente <strong>de</strong>l fenómeno <strong>de</strong> la explotación y opresión, sino <strong>de</strong> algo nuevo: la exclusión social. Con ella quedaafectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está abajo, en laperiferia o sin po<strong><strong>de</strong>r</strong>, sino que se está afuera. Los excluidos no son solamente "explotados" sino "sobrantes" y"<strong>de</strong>sechables” CELAM (2007:55-56) nº 65.Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 11


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia12permiten la salida pero que protegen contra el ingreso in<strong>de</strong>seado <strong>de</strong> unida<strong>de</strong>s<strong>de</strong>l otro lado. ” 19Bauman no se refiere normalmente a internos. Sin embargo, la <strong>de</strong>scripciónque da <strong>de</strong> los humanos <strong>de</strong>sechados (refugiados por ejemplo) es totalmenteaplicable a la población juvenil en conflicto con la ley. Incluso cuando – acontinuación - <strong>de</strong>scribe la situación <strong>de</strong> refugiados, nos es fácil pensar en losprivados <strong>de</strong> libertad. Sólo un ejemplo:“El mayor criterio <strong>de</strong> selección para la selección <strong>de</strong> un lugar para sus campospermanentemente temporales es el <strong>de</strong> una distancia suficientemente gran<strong>de</strong>para evitar que los humos venenosos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scomposición social puedan llegara los lugares don<strong>de</strong> viven sus habitantes nativos. Fuera <strong>de</strong> ese lugar losrefugiados son un obstáculo y un problema, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ese lugar son olvidados.Manteniéndolos allí e impidiendo cualquier “fuga”, haciendo que la separaciónsea final e irreversible, la compasión <strong>de</strong> algunos y el odio <strong>de</strong> otros cooperan enproducir el mismo efecto <strong>de</strong> tomar y mantener distancia. (...) Gente sincualida<strong>de</strong>s ha sido <strong>de</strong>positada en un territorio sin nombre, mientras todas lascarreteras que conducen <strong>de</strong> vuelta a lugares significantes y hacia espaciosdon<strong>de</strong> un significado socialmente legible pue<strong>de</strong> ser y es construidocotidianamente han sido bloqueados para siempre.” 20Solamente reemplacemos “campos” por “centros juveniles” y “refugiados” por“jóvenes en conflicto con la ley” y la situación se vuelve alarmantementefamiliar. Más allá en su obra, Bauman <strong>de</strong>scribe la manera cómo los guetos sevuelven prisiones y las prisiones guetos 21 .19 BAUMAN, Zygmunt (2005) Wasted Lives – Mo<strong><strong>de</strong>r</strong>nity and its Outcasts, Cambridge,Polity Press, p. 5.27.31.68.20 BAUMAN (2005:78)21 “Existe un movimiento en dirección opuesta, transformando la naturaleza <strong>de</strong> las cárceles americanas, sumanifiesto y sus funciones latentes, sus objetivos <strong>de</strong>clarados y tácitos y sus estructuras y rutinas físicas, en lamanera que los guetos urbanos y las cárceles se encuentran a medio camino, justo allí don<strong>de</strong> queda claro su rolexplícito <strong>de</strong> basural para el <strong>de</strong>secho humano. Citando <strong>de</strong> nuevo a Wacquant: “La ‘Gran Casa’ querepresentaba el i<strong>de</strong>al correccional <strong>de</strong> tratamiento que mejoraba al interno y su reintegración comunitaria, setransformó en “<strong>de</strong>pósito” caracterizado por la división racial y plagado por la violencia, orientado solamente aneutralizar los rechazados sociales mediante su secuestro físico <strong>de</strong> la sociedad” (…) el cambio aparente <strong>de</strong>corazón sigue estrictamente la lógica <strong>de</strong>l paso <strong>de</strong>l reciclaje a la disposición <strong>de</strong>l <strong>de</strong>secho humano (…) losproblemas sociales se criminalizan cada vez más (…)son las pare<strong>de</strong>s, y no lo que pasa entre ellas que ahora esvisto como el elemento más importante y valioso <strong>de</strong> la institución.” BAUMAN (2005:82.84.85).Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 12


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia13“En dos palabras, las cárceles, como tantos otras instituciones sociales, hanpasado <strong>de</strong> la tarea <strong>de</strong> reciclaje a la <strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> la basura.” 22Pero, si la situación es como sugiere Bauman, es <strong>de</strong>cir que el sistema penal esuna manera <strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> la gente <strong>de</strong> la cual la sociedad no necesita, todavíahay una pregunta por respon<strong><strong>de</strong>r</strong>. ¿Por qué ocurre esto? No es exactamente unfenómeno nuevo. La injusticia evi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l sistema carcelario comocontribuyente social que divi<strong>de</strong> la población en buenos y malos, enrespetuosos y transgresores <strong>de</strong> la ley, en útiles e inútiles no <strong>de</strong>bería <strong>de</strong> existirsi nuestras leyes fueran justas y respetadas. ¿Dón<strong>de</strong> falla esta teoría?3. Hacia las raíces <strong>de</strong>l malBuscando una respuesta me inspiro <strong>de</strong> Martha Nussbaum 23 . Combinandofilosofía, psicología y sociología ella presenta algo que podría parecerse a unapista que tímidamente seguí hace un tiempo 24 .Como ya mencioné, siempre me he preguntado cómo un sistema penal pue<strong>de</strong>transformarse en algo que realiza exactamente lo contrario <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>beríahacer. ¿Cómo un sistema, diseñado para brindar más justicia a una sociedad,pue<strong>de</strong> convertirse en un sistema que produce injusticia? La aproximaciónestructural presenta algunas claves pero parece insuficiente para explicar porqué esto ocurre. Sugiero seguir otro camino con la esperanza <strong>de</strong> encontrarmás luces.22 BAUMAN (2005:86). Este sistema social paralelo que excluye parte <strong>de</strong> la sociedad separece al Estado <strong>de</strong> Excepción <strong>de</strong> Agamben. Véase: AGAMBEN, Giorgio (2005) State ofException, (translated by Kevin Attell) Chicago, The University of Chicago Press. En unlibro posterior Bauman anota que las políticas <strong>de</strong> Estado referidas a la pobreza ya no sonprogramas sociales sino una extensión <strong>de</strong>l Panopticon <strong>de</strong> Bentham. “They are much more thevehicles of exclusion rather tan inclusion, tools to keep the poor (i.e. the flawed consumers in a society ofconsumers) out, not in.” BAUMAN, Zygmunt (2010) Living on borrowed time, Cambridge,Polity Press, p. 36.23 NUSSBAUM, Marta C. (2006) El ocultamiento <strong>de</strong> lo humano, Buenos Aires, Katz,traducción <strong>de</strong>: Hiding from Humanity. Disgust, Shame and the Law, Princeton,Princeton University Press, 2004, Capítulos 4-5.24 VAN DER MAAT, <strong>Bruno</strong> (2004) “Algunas Paradojas en la Pastoral <strong>de</strong> Cárceles” in:Revista <strong>de</strong> Teología, Arequipa, UCSM-IIFTA, nº 17; (2007) 100 años <strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong>jóvenes en conflicto con la ley en Arequipa (Perú), Zeist-Arequipa, ICCPPC-OPA, TomoII p. 159 sqq.Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 13


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia14Creo que en lo más profundo <strong>de</strong> nosotros mismos buscamos seguridad,buscamos nuestra propia sobrevivencia, dado que nos sentimos incompletosy frágiles. Esta añoranza es alimentada a<strong>de</strong>más por nuestro <strong>de</strong>seo <strong>de</strong>omnipotencia. Este sentimiento, que podríamos llamar narcisismo primitivo,es una fuerza muy potente que tratamos <strong>de</strong> controlar. Sin embargo, sentimosinseguridad (y consecuentemente vergüenza) y queremos sentirnos“normales”, es <strong>de</strong>cir, como pertenecientes al grupo. Si sólo pudiéramossentirnos seguros <strong>de</strong> pertenecer al grupo <strong>de</strong> humanos que nos ro<strong>de</strong>a, nossentiríamos mucho mejor, porque más seguros. Una forma para acercarnos aese seguridad es marcando distancia con otro grupo que fácilmentepodríamos consi<strong><strong>de</strong>r</strong>ar inferior. Si sólo tuviéramos una señal <strong>de</strong> que otrapersona es diferente (e inferior) a nuestra condición, nos sentiríamos mejor,porque podríamos consi<strong><strong>de</strong>r</strong>arnos como buenos, como “normales”. Por esoempezamos a buscar una forma <strong>de</strong> distanciarnos, <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar nuestra“normalidad” frente a la “anormalidad” <strong>de</strong> otro grupo (pequeño). Es nuestraforma <strong>de</strong> protegernos y <strong>de</strong> proyectar nuestra vergüenza sobre otros,avergonzándolos a ellos. De esa forma la atención es <strong><strong>de</strong>r</strong>ivada hacia los otrosy po<strong>de</strong>mos gozar que otros son avergonzados en vez <strong>de</strong> nosotros mismos.¿Cómo encontrar ese grupo <strong>de</strong> otros que puedan cargar con esa vergüenzaproyectada? Es bastante fácil. Estigmatizamos los que consi<strong><strong>de</strong>r</strong>amosinferiores <strong>de</strong>bido a su condición física, psicológica o social 25 . Los prisionerospor supuesto son un objetivo fácil. En el imperio romano los prisioneros y losesclavos eran marcados, es <strong>de</strong>cir literalmente estigmatizados, para quecualquiera pudiera reconocer su inferioridad 26 y el peligro que representabanpor ello. De la misma forma, nuestro sistema carcelario cuenta conaprobación social no solamente por su función judicial, sino también por sufunción securizante. Nos sentimos mejor cuando sabemos que alguna genteestá <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los barrotes <strong>de</strong> la prisión porque “son realmente malos, porqueno son normales como nosotros”. Realmente gozamos cuando ellos estánencerrados, porque nos ahorra el trabajo <strong>de</strong> cuestionarnos sobre nuestrapropia normalidad. De cierta forma, al estigmatizarlos, po<strong>de</strong>mos “negar su25 Véase el clásico estudio: GOFFMAN, Erving (1963) Stigma, Notes on the Managementof Spoiled I<strong>de</strong>ntity, New York. Simon & Schuster.26 Nussbaum indica la excepción impuesta por el emperador Constantino en 316, quienexcluía estigmatizar el rostro <strong>de</strong> los gladiadores y <strong>de</strong> los criminales. Los estigmas podían seraplicadas a todas las <strong>de</strong>más partes <strong>de</strong>l cuerpo pero no podían <strong>de</strong>sfigurar el rostro que eramo<strong>de</strong>lado a imagen <strong>de</strong> Dios. NUSSBAUM (2006:205).Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 14


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia15humanidad así como su individualidad” 27 . Pue<strong>de</strong> ser otra razón por la cual estan difícil borrar el estigma (físico, psicológico, social) adquirido en la cárcel.Adhiere a la persona y convierte un acci<strong>de</strong>nte en una esencia.La ex - psicoanalista Alice Miller recuerda a<strong>de</strong>más que muchas veces en el“tratamiento” sólo importa la conducta. Lo que pasa a<strong>de</strong>ntro no pareceimportante. Sin embargo, sólo es en la medida que el niño o joven pue<strong>de</strong>hacer el duelo <strong>de</strong> lo pasado que podrá liberarse. No es a<strong>de</strong>cuando su conductaa las reglas <strong>de</strong>l centro juvenil o <strong>de</strong> la institución don<strong>de</strong> está internado quepodrá crecer. Los adultos no <strong>de</strong>jamos que haga ese duelo, con lo cual se quedacon<strong>de</strong>nado a repetir el mismo círculo 28 .Otro efecto <strong>de</strong> la estigmatización <strong>de</strong> otros es que nos sentimos mejor porqueel otro necesariamente merece su <strong>de</strong>stino 29 . Si está en la cárcel <strong>de</strong>be ser poralgo. El círculo vicioso se cierra inexorablemente. “Una vez que uno ha sidoclasificado como diablo, no pue<strong>de</strong> actuar <strong>de</strong> otra forma que confirmando esa<strong>de</strong>signación” 30 . Esa misma aseveración nos libera <strong>de</strong> indagar qué hemos hechopara evitar que esa persona ingrese al sistema penal. Es por eso que nosotros(como personas, como Sociedad y como Estado) repetimos y justificamos elmaltrato y la injusticia hacia personas frente a las cuales en realidad nossentimos culpables <strong>de</strong> no haber sabido respon<strong><strong>de</strong>r</strong> a sus <strong>de</strong>mandas y27 NUSSBAUM (2005:259).28 MILLER (1984 passim)29 “(E)s mucho más fácil imponer penas severas a gente con quienes tenemos poco en común o que noconocemos personalmente (…) a mayor estratificación social, mayor facilidad para exigir más pena por parte<strong>de</strong> los más afortunados hacia los menos afortunados.”. MAUER, M. (2001) “The Causes andConsequences of Prison Growth in the United States” en: Punishment and Society, 3:, p. 15, citadoen: SHELDEN, Ran<strong>de</strong>ll G. “Why are we so punitive? Some observations on recent incarceration trends”in: JUSTICE REFLECTIONS, 2005,Lincoln, Issue 8, JR 57, p.14.30 KOLAKOWSKY, Leszek, “Why and i<strong>de</strong>ology is always right” en CRANSTON, Maurice;MAIR, Peter [Eds.] (1980) I<strong>de</strong>ology and Politics, Bruxelles, Bruylant, p. 126. Emile Zola lo<strong>de</strong>scribe <strong>de</strong> esta forma: “Ese hombre era culpable, todo se volvía lícito contra él, ya no tenía otro <strong><strong>de</strong>r</strong>echoque el <strong>de</strong> reconocer su crimen”. ZOLA, Emile (1993) La bête humaine, Paris, Bookking (sic)International. Un autor contemporáneo lo pone <strong>de</strong> esa forma: “Esa implacable lógica que la gentehonesta presta a los criminales. Cómo encajan la pequeña infancia, el carácter, los motives, la premeditación,los medios utilizados, el asesinato propiamente dicho y el servicio post-crimen (...) todo encaja, todo tienesentido (...) palabras y silencios (...). Lo que quieren, no es la verdad, saben, es la coherencia. Un errorjudicial siempre es una obra maestra <strong>de</strong> coherencia”. PENNAC, Daniel (1995) MonsieurMaleussène, Paris, Gallimard, p. 501.Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 15


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia16necesida<strong>de</strong>s. Preferimos negar la alteridad y por en<strong>de</strong> maltratarlos 31 . Esnuestra manera <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong><strong>de</strong>r</strong> nuestro frágil narcisismo 32 .Creo que ayuda a explicar por qué un sistema tan injusto como nuestrosistema carcelario ha podido mantenerse en los últimos dos siglos, a pesar <strong>de</strong>sus resultados espantosos. Toca una cuerda muy profunda y sensible ennosotros mismos, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l sistema social en el cual vivimos.Discriminamos un grupo <strong>de</strong> personas, básicamente no por lo que ha hecho,sino por lo que significa para nosotros, los “otros”.Algunas pistas <strong>de</strong> conclusiónAl terminar esta ponencia, me parece preciso ampliar el horizonte. Muchasveces la reflexión sobre el mundo <strong>de</strong> los niños y <strong>de</strong> los jóvenes ha sido unincentivo para exten<strong><strong>de</strong>r</strong> la reflexión al mundo <strong>de</strong> los adultos. Si se ha sacado alos jóvenes <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> la justicia penal <strong>de</strong> adultos por el maltrato en éste,es un avance para la protección <strong>de</strong> los jóvenes. Pero queda la pregunta ¿porqué se <strong>de</strong>be maltratar a los adultos? Si se <strong>de</strong>creta que a los “menores <strong>de</strong> edad”no se <strong>de</strong>be aplicar sentencias <strong>de</strong> pena <strong>de</strong> muerte o <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>na perpetua, porser penas crueles, ¿cómo justificar que se siga aplicando a “mayores <strong>de</strong> edad”?De la misma forma, si se quiere aplicar la justicia restaurativa a los jóvenes enconflicto con la ley por ser más eficaz, menos dañina y menos costosa, ¿cómojustificar que no se amplíe también a los adultos? Si se <strong>de</strong>svanecen losmotivos por los cuales nos permitimos justificar la incoherencia entrediscurso y práctica en nuestra manera <strong>de</strong> tratar a los jóvenes en conflicto conla ley, también quedan sin piso los motivos que nos permitían justificar lamisma incoherencia para la justicia <strong>de</strong> adultos. En el fondo, la justicia juvenilrestaurativa no concierne sólo a los jóvenes en conflicto con la ley, a suentorno y a sus víctimas, sino que es la punta <strong>de</strong> lanza que <strong>de</strong>be ayudar amodificar nuestra visión <strong>de</strong> conjunto sobre lo que significa la ley penal ennuestra sociedad. Las incoherencias no sólo son intolerables cuando se trata<strong>de</strong> niños, niñas o jóvenes, sino que cualquier incoherencia socava lacredibilidad, y por lo tanto la confianza, en la comunidad. De esa forma, se31 VAN DER MAAT (2007:II-159).32 “Detrás <strong>de</strong>l moralismo hay algo mucho más primitivo, algo que inherentemente llama a la humillación y ala <strong>de</strong>shumanización <strong>de</strong> los otros, porque es la única forma <strong>de</strong> nuestro ego <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong><strong>de</strong>r</strong> su frágil narcisismo(…)la vergüenza primitiva solo se siente satisfecha con la humillación.” NUSSBAUM (2005:272).Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 16


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia17podrá cambiar el sistema penal <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los jóvenes en conflicto con la ley.Inyectaría al mundo <strong>de</strong> los adultos una renovación muy necesaria. Podrá sermo<strong>de</strong>lo para los adultos, contrariamente a lo que normalmente se plantea quelos adultos <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> constituir el mo<strong>de</strong>lo para la juventud.Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 17


<strong>Bruno</strong> <strong>Van</strong> <strong><strong>de</strong>r</strong> <strong>Maat</strong>/ Reflexiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una Justicia Juvenil Restaurativa frente a las Incoherencias <strong>de</strong>los Sistemas <strong>de</strong> Justicia19• VAN DER MAAT, <strong>Bruno</strong> (2008) Privados <strong>de</strong> libertad, ciudadanos <strong>de</strong>segunda clase, Arequipa, OPA.• WALGRAVE, Lo<strong>de</strong> (1999) “La justice restaurative: à la recherche d’unethéorie et d’un programme”, in: Criminologie, vol. 32, nº1.Centro <strong>de</strong> Estudios <strong>de</strong> <strong>Derecho</strong> Penitenciario/USMP 19

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