1 - Diócesis de San Juan de los Lagos

CUARESMA - PASCUA 2011IV ESTACIÓNV ESTACIÓNDIOS QUIEREQUEDEFENDAMOSLA DIGNIDADDE LAPERSONAS,DESDE SUCONCEPCIÓNHASTA LAMUERTE«Y a Ti, una espadate atravesará el corazón.»(Lc 2, 35)De entre la multitud, el Varón de Dolores encuentrauna mirada diferente… La mira con cariño y a la vezcon fortaleza. Ella mira con tristeza al Hijo de susentrañas… En cada lágrima derramada va el recuerdode aquél Niño que ayudó en la pequeña casa deNazareth, del Muchacho que se quedó en el templo deJerusalén para «ocuparse de las cosas de su Padre»,del Joven obediente que atendiendo su peticiónconvirtió el agua en vino, del Hombre que tuvocompasión de tantos y ahora le abandonan… Ensilencio acompaña a su Pequeño, guardando comosiempre, todo en su corazón…Cada vez es mayor la masacre del aborto, lamentalidad antivida lleva a la eliminación de niñosapenas nacidos y de los ancianos y enfermos estimadoscomo inútiles, defectuosos, o carga para la sociedad.(cfr. SD 219).No sigamos atravesando el corazón inmaculado deMaría; ella nos invita a estar a favor de la existenciahumana, «ya que Dios es el único Señor de la vida, queel hombre no puede ser amo o árbitro de la vidahumana» (SD. 223).Canto: Junto a tí María.DIOS NOSHABLA ENLASITUACIÓNDE LOSANCIANOS,MINUSVÁLIDOSYENFERMOS.«Y lecargaron lacruz para que la llevara detrás de Jesús»(Lc 23,26)Los ojos le arden pero alcanza a ver el Gólgota.Debe hacer un esfuerzo más; tiene que llegar… Lamultitud lo aturde con sus gritos; esta exhausto. ElCenturión, por temor a que muera, hace que uncampesino le ayude; éste, obligado, lleva la cruz, peroaquel hombre no alcanza a comprender la grandeza deeste acto; el Señor agradecido le sonríe al Cirineo…Cristo nos dio como norma suprema: el amor.«Quien no ama a su hermano a quien ve, no puedeamar a Dios a quien no ve» (1 Jn 4,20).«Muchos de nuestros mayores han gastado su vidapor el bien de su familia y de la comunidad. Muchosson verdaderos discípulos misioneros de Jesús por sutestimonio, su experiencia y sus obras. Merecen serreconocidos como hijos de Dios, llamados a compartirla plenitud del amor, y a ser queridos, en particular,por la cruz de sus dolencias, la capacidad disminuidao la soledad por su vivencia cotidiana de la Pascua delSeñor. La familia no debe mirar sólo las dificultadesque trae el convivir con ellos o el atenderlos. Lasociedad no puede considerarlos como un peso o unacarga.» (DA 449).Muchos enfermos están cansados, nuestrosancianos están solos, si de verdad dices amar a Dios,demuéstralo con tu caridad y quizás algún día tambiéntendrás tu Cirineo.Canto: Si yo no tengo amor...Bol-342pág.43