Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario

negativo, en particular en la siembrade trigo, dadas las condiciones en quese desarrollaban los mercados, conmenores precios internacionales y uncreciente intervencionismo que lerestaba transparencia a los mercados.Se redujo notablemente la superficiede trigo y maíz, la cual en conjuntodisminuyó en alrededor de 2 millonesde hectáreas según cifras oficiales.En ese contexto, el total dedicado alos cereales se reducía a 11.1 millonesde hectáreas.Paralelamente, crecía el interés porlos oleaginosos, en especial por lasoja, la cual mostraba un nuevorécord de siembra con 18 millonesde hectáreas. La caída de cerca de1 millón de hectáreas en la siembratotal, se neutralizaba con una mayorparticipación de soja de primerasiembra, alcanzándose una superficieocupada muy similar a la registradaen el ciclo anterior.No obstante ello, la sequía tuvo efectosdesastrosos, reduciéndose tanto laproducción de los granos de cosechafina, como los de gruesa. Las expectativasde una zafra similar a la delciclo 2007/08 se esfumaban y la caídaentre ciclos superaba las 35 millonesde toneladas.Ello se vio reflejado en una magra exportación(21 millones de toneladaspor debajo de la anterior), sumadoa un menor nivel de precios de loscommodities. Los ingresos de divisaspor ésta y su recaudación fiscal tambiéndisminuyeron. El valor de la exportaciónse redujo en más de 10.000millones de dólares y el fisco recibió3.000 millones de dólares menos queen el año anterior, en concepto dederechos de exportación.Fue así como las expectativas derecuperación se centraron en el ciclo2009/10, aunque muchos descontabannuevas bajas en el área sembradade algunos cultivos, en función a losefectos de la sequía que no se revertían,y en las crecientes trabas en lacomercialización granaria.El primer gran impacto fue entrigo, donde la superficie sembrada,producto de ambos factores, se vioreducida a la más baja desde fines delsiglo XIX.En efecto, con sólo 2.75 millones dehectáreas, esta superficie superó a ladel ciclo 1897/98, cuando se plantaron2.6 millones de hectáreas. Sindudas, las severas condiciones climáticasllevaron a que en algunas zonasse redujese a su mínima expresión lasiembra de este cereal (Centro nortey este de Córdoba, Centro norte deSanta Fe y la propia zona núcleo conmermas de hasta el 75/80% respectodel ciclo anterior, de por sí ya reducido).Resulta difícil establecer qué porcentajede incidencia tuvieron los problemasde comercialización de este cerealen la decisión de siembra por partedel productor, pero no caben dudasque éstos coadyuvaron para reduciraún más la magra superficie final.También en maíz, según diversasfuentes, se redujo la siembra, conlo cual la merma de ambos cultivosalcanzó a otras 2.3 millones dehectáreas adicionales. Así llegamos ala menor siembra histórica de cerealesde Argentina con sólo 8.6 millonesde hectáreas.Como contraparte, se incrementóaún más el área de soja, alcanzandoun nuevo récord de 19.1 millones dehectáreas.La participación de los oleaginosos enla siembra total en el ciclo 2009/10trepó al 71% del total o bien al 69%si se lo mide en relación a la superficieocupada. Al mismo tiempo, seregistró la menor proporción de sojade segunda siembra (1.7 millones dehectáreas ó 9.1% del total) acompañandola caída de su cultivo antecesor:el trigo.La confirmación de un evento Niñoa lo largo del ciclo aumentó lasexpectativas sobre el final del períodode siembra, amortiguándose la caídaen el resto de los productos; aunqueen este ciclo se perdieron de sembrar2.1 millones de hectáreas y se dejaronde ocupar 1.3 millones de hectáreasrespecto del ciclo anterior.El desarrollo de los cultivos fue excelente,y la mejora esperada en cuantoa los rendimientos unitarios, probablementerécord en algunos productos,permiten estimar una producciónfinal para el ciclo 2009/10 en torno alos 90 millones de toneladas, lo cualseguramente recompondrá las finanzasdel sector, además de disponer deun significativo volumen de divisaspor exportaciones y por recaudaciónfiscal, los cuales oscilarían en tornoa las 23.300 y 7.000 millones dedólares respectivamente.Sin duda, la mejor cosecha de maízy soja, que entre ambos representanel 81% de la cosecha total, permitiráno sólo cubrir los consumos internos,sino que ofrecerá un importantesaldo para su exportación comomateria prima o producto elaborado,reduciendo en forma significativa laociosidad de las fábricas locales.No obstante ello, la fuerte concentraciónde ingreso de mercadería en elcorto plazo traerá aparejados algunosinconvenientes en materia de logísticay movilización de graneles, factoreséstos en los cuales Argentina siguemanifestando un déficit relevante(almacenamiento, transporte, etc.).Posibles escenarios 2010/11En este marco, con un mercadomundial que permite inferir preciosrelativamente estables, productodel dinamismo de la demanda, sepresenta el interrogante de cómoevolucionará la producción local enel próximo ciclo.Descartando un año con condicionesclimáticas normales y con preciosestables, resta sólo dilucidar quépolítica implementará el Gobierno enmateria de comercialización para quelos productores decidan su siembra.Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario | 27