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La sincronicidad en gestalt.pdf - gestaltnet

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<strong>La</strong> <strong>sincronicidad</strong> vista desde la teoría de campo.Los tres campospor Sinesio MadronaColaboración: Isabel Fdez. HearnResum<strong>en</strong>The writings of Jung, for instance on synchronicity, discuss these variouskinds of experi<strong>en</strong>ce, and, without giving up the earthy groundedness of theGestalt tradition, Gestalt therapists might well become more op<strong>en</strong> to talkingabout, and docum<strong>en</strong>ting, some of these ph<strong>en</strong>om<strong>en</strong>a.Malcom Parlett 1Adicionalm<strong>en</strong>te la teoría del campo cuántico de manera simultánea ve algrupo como un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o total que conlleva información activa. Así, loscambios <strong>en</strong> el campo afectan a los otros, incluso <strong>en</strong> su aus<strong>en</strong>cia o más tarde,cuando vuelv<strong>en</strong> al grupo. En este s<strong>en</strong>tido, podemos esperar influ<strong>en</strong>ciar másámbitos que el nuestro propio inmediato porque existe un 'todo' más grande.Brian O’Neill 2Tomando como base la teoría gestáltica de las polaridades y el punto cero creativo, voy a construirreflexiones teóricas ancladas <strong>en</strong> lo exist<strong>en</strong>cial, desarrollando una interpretación de la realidad <strong>en</strong> tresniveles de campo <strong>en</strong>garzados <strong>en</strong>tre sí: primer nivel, el campo organísmico formado por la dualidad m<strong>en</strong>tecuerpo;segundo, el campo organismo-<strong>en</strong>torno formado por la dualidad organismo y <strong>en</strong>torno, y tercero elmetacampo formado por la dualidad o polaridad constituida <strong>en</strong>tre la unidad organismo-<strong>en</strong>torno y elmacro<strong>en</strong>torno.El desarrollo de toda esta teoría es un int<strong>en</strong>to de traducir a términos gestálticos el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la<strong>sincronicidad</strong> estudiado por Jung (1964).Palabras claveSincronicidad, unidad, dualidad, sistémica, campo, metacampo, símbolo.1. Orig<strong>en</strong> del artículoEste artículo nació a raíz de un suceso que tuvo lugar <strong>en</strong> la confer<strong>en</strong>cia inaugural del XI CongresoInternacional de Terapia Gestalt <strong>en</strong> España (Madrid, mayo de 2009). <strong>La</strong> interpretación sincronística de estehecho dio lugar a una primera reseña (inédita) que con los años y la interacción con diversas personas haconfigurado el pres<strong>en</strong>te texto. Mi interés, <strong>en</strong>tre otros muy diversos, <strong>en</strong> la psicología junguiana y <strong>en</strong> la físicacuántica ha contribuido a este int<strong>en</strong>to de explicar el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la <strong>sincronicidad</strong> desde la teoría de campoy a mi conv<strong>en</strong>cimi<strong>en</strong>to de que el <strong>en</strong>foque gestáltico y el junguiano sólo están alejados <strong>en</strong>tre síapar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, pues la teoría de campo, si se explora a fondo como aquí se hace, puede explicar elf<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la <strong>sincronicidad</strong> desde una perspectiva difer<strong>en</strong>te.1.1 Suceso de la confer<strong>en</strong>cia y su interpretación sincronísticaLos asist<strong>en</strong>tes a la confer<strong>en</strong>cia inaugural (To Feel at Home in a Foreign <strong>La</strong>nd: for a Fresh Culture ofDiffer<strong>en</strong>ces in Gestalt Therapy) impartida por Margherita Spagnuolo <strong>en</strong> el XI Congreso Internacional de1 Reflections on Field Theory. British Gestalt Journal, 1991, 1, 68-91, pág. 13 <strong>en</strong> www.kgicph.com2 Relativistic Quantum Field Theory: Implications for Gestalt Therapy. Gestalt Review, 1908, p. 19. Traducción deIsabel F. Hearn.


2Terapia Gestalt de Madrid pudieron ser testigos de que una lámpara, o antorcha, que iluminaba el estradoprovocaba que un punto de agua antiinc<strong>en</strong>dios rociara con profusión a los asist<strong>en</strong>tes al Congreso, muchosde los cuales eran invitados (ver imag<strong>en</strong>).Esa misma tarde, me di cu<strong>en</strong>ta de una significación individual y colectiva del ev<strong>en</strong>to. S<strong>en</strong>tí lacoher<strong>en</strong>cia de la situación, tuvo s<strong>en</strong>tido para mí, todos los elem<strong>en</strong>tos se estructuraron armoniosam<strong>en</strong>te y mell<strong>en</strong>é de una emoción de compr<strong>en</strong>sión pl<strong>en</strong>a. Para mí el “ello de la situación” (Robine, 2004) o el“emerg<strong>en</strong>te grupal” materialm<strong>en</strong>te expresado-reflejado por el suceso fue el sigui<strong>en</strong>te: “un exceso de fuegoproduce un exceso de agua”. “Fuego” y “Agua” son, <strong>en</strong> este contexto, símbolos de un conflicto que ti<strong>en</strong>elugar <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de la <strong>gestalt</strong>, y muy particularm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la española, conflicto que tuvo su manifestaciónd<strong>en</strong>tro del XI Congreso. Me explico. El símbolo del Fuego es yang, repres<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> la mayoría de lossistemas simbólicos (taoísmo, I Ching, chamanismo, alquimia, antigüedad grecorromana, mitologíasnoreuropeas...) el individualismo, la at<strong>en</strong>ción c<strong>en</strong>trada <strong>en</strong> el sujeto aislado, gran <strong>en</strong>ergía intrapsíquica,vitalidad, asertividad, autoapoyo...; el símbolo del Agua es yin, repres<strong>en</strong>ta la colectividad, la emociónrelacional, el apoyo del <strong>en</strong>torno, el <strong>en</strong>foque dialógico, la empatía...El hecho es que mi apreciación, intuitiva, mi construcción del significado del suceso basada <strong>en</strong> mipercepción del campo de la <strong>gestalt</strong> española fue la sigui<strong>en</strong>te: un exceso de énfasis <strong>en</strong> lo individual, elautoapoyo, la autorresponsabilidad, etc. etc., de décadas anteriores provoca, <strong>en</strong> este Congreso <strong>en</strong>particular, un exceso de lo grupal, colectivo, visión de campo, apoyo del <strong>en</strong>torno, etc. El Fuegodes<strong>en</strong>cad<strong>en</strong>a al Agua, ambos símbolos repres<strong>en</strong>tando extremos de una polaridad no integrada. <strong>La</strong>situación era la de un congreso internacional organizado por la única línea de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to y actividad“neoyorkina” <strong>en</strong> un país –España– <strong>en</strong> donde predomina la línea “californiana” 3 . Pot<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>teexplosiva, pues, hasta el punto de que los elem<strong>en</strong>tos del <strong>en</strong>torno lo acusaron.Aunque el lema de este congreso era “<strong>La</strong> unión de las difer<strong>en</strong>cias”, para mí estuvo claro ya desde elprincipio y refr<strong>en</strong>dado por este hecho sincronístico que esa unión no se iba a producir, como así pudeconstatar a lo largo del desarrollo del Congreso. Este artículo es, pues, además de todo lo anunciado, un3 Estoy usando NY y CA como etiquetas, sabi<strong>en</strong>do que simplifican <strong>en</strong> exceso una realidad compleja, como apuntaYontef (1993). Sin embargo nuestra t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia humana a la polarización hace que estas etiquetas figurativas,cualesquiera que sea su nombre, sean útiles para determinados niveles de discusión / compr<strong>en</strong>sión - como ocurrecon cualquier otra polaridad.


43.- Sistema, campo y ord<strong>en</strong> newtonianoA partir de las ideas base del apartado anterior, quiero abordar los sigui<strong>en</strong>tes puntos para ir aclarandoaspectos teóricos que g<strong>en</strong>eran controversias polares <strong>en</strong> el campo <strong>gestalt</strong>:3.1.- Sistémica y campoAunque estos dos paradigmas se exti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> por todos los campos del saber, <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>do por teoríassistémicas <strong>en</strong> <strong>gestalt</strong> aquellas que pon<strong>en</strong> el énfasis <strong>en</strong> la estructura del campo, <strong>en</strong> su dualidad, y porteorías de campo las que pon<strong>en</strong> el énfasis <strong>en</strong> el campo como totalidad, como unidad. <strong>La</strong> teoría sistémicaconsiderada <strong>en</strong> su conjunto es una teoría de campo, al m<strong>en</strong>os tal como la tratan von Bertalanffy (1968),Ke<strong>en</strong>ey (1983), Wheeler (1991) y Yontef (1983), <strong>en</strong>tre otros. Otras personas como <strong>La</strong>tner (1983) yCarm<strong>en</strong> Vázquez (comunicación personal), sin embargo, consideran que existe un <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>toirresoluble <strong>en</strong>tre la visión sistémica y la visión de campo, y de hecho califican a la sistémica d<strong>en</strong>ewtoniana. Desde mi punto de vista la teoría sistémica estaría hablando de las distintas figuras queaparec<strong>en</strong> <strong>en</strong> ese campo, <strong>en</strong> ese fondo, y de la estructura que forman. Pero <strong>en</strong> ningún mom<strong>en</strong>to deja deconsiderar el campo como un todo. Es una cuestión de <strong>en</strong>foque.Desde mi punto de vista <strong>en</strong> el instante <strong>en</strong> el que <strong>en</strong>tramos a describir el campo, o meram<strong>en</strong>te abrimosla boca para hablar del campo, estamos d<strong>en</strong>tro de la perspectiva dual, estamos <strong>en</strong> la perspectivaestructural, <strong>en</strong> la teoría sistémica, porque el l<strong>en</strong>guaje sólo opera dividi<strong>en</strong>do. Como mucho podríamos‘hablar’ directam<strong>en</strong>te de la experi<strong>en</strong>cia del campo al modo del Z<strong>en</strong>, con paradojas irresolubles,irresolubles para la m<strong>en</strong>te dividida.Ocurre, siempre, que unidad y dualidad son inseparables. Pasamos de una a otra espontáneam<strong>en</strong>te.De esta manera unidad y dualidad, campo y sistema, campo y estructura, no se pued<strong>en</strong> separar. Y esto esuna experi<strong>en</strong>cia consci<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la que por mom<strong>en</strong>tos percibimos la unidad inextricable de toda dicotomía,a la par que su dualidad, su estructura. Una persona sin sufici<strong>en</strong>te poder discriminativo no puede estar almismo tiempo <strong>en</strong> la unidad y <strong>en</strong> la dualidad. <strong>La</strong> experi<strong>en</strong>cia de unidad es tan absorb<strong>en</strong>te (y asimismomuchas experi<strong>en</strong>cias con el cuerpo) que anula por completo, <strong>en</strong> la mayoría de las personas, la m<strong>en</strong>te y<strong>en</strong>tonces se niega la exist<strong>en</strong>cia de la m<strong>en</strong>te, se la ve como un impedim<strong>en</strong>to para la unidad (y <strong>en</strong> un nivelpolar no conci<strong>en</strong>ciado lo es). Afirmo que esto no es así (Madrona, 2012), que la experi<strong>en</strong>cia de unidad noimplica una verdadera noción de la no-dualidad si <strong>en</strong> tal noción rechazamos y no integramos a ‘la m<strong>en</strong>te’como impropia de ella. <strong>La</strong> propia discriminación y rechazo de ‘la m<strong>en</strong>te’ es una contradicciónmonum<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> la afirmación de la no-dualidad, la convierte <strong>en</strong> una polaridad de la que no se ti<strong>en</strong>econci<strong>en</strong>cia, no <strong>en</strong> la unidad que pret<strong>en</strong>de ser.3.2.- Enfoques newtoniano y sistémico<strong>La</strong> difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre ambos <strong>en</strong>foques que <strong>La</strong>tner (1983) desde mi punto de vista, a veces confunde,está <strong>en</strong> que el primero, el newtoniano, no ve la unidad que hay <strong>en</strong> toda dualidad. No ve la estructura decampo que constituye la dualidad, no ve la dialéctica que forma, el tao que constituye... y ti<strong>en</strong>e que optarpor uno u otro de los polos excluy<strong>en</strong>do al contrario. Es la misma controversia que <strong>en</strong> el apartado anterior:la teoría sistémica sí que ve esa totalidad, ese campo y, por lo tanto, está vi<strong>en</strong>do el campo desde ladualidad. Está vi<strong>en</strong>do que la dualidad constituye, es, esa unidad.4.- SincronicidadTodos estos preparativos teóricos nos llevan al tipo de unidad-dualidad que quisiera especialm<strong>en</strong>tetratar aquí: la sincronía. Pret<strong>en</strong>do mostrar que la <strong>sincronicidad</strong> 5 es es<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> una teoría y una práctica5 Aunque la definición de sincronía es ampliam<strong>en</strong>te conocida, la cito porque es un aspecto c<strong>en</strong>tral de este artículo.“El Dr. Jung planteó un nuevo concepto que llamó <strong>sincronicidad</strong>. Este término significa ‘una coincid<strong>en</strong>cia ll<strong>en</strong>a designificado’ <strong>en</strong>tre ev<strong>en</strong>tos interiores y exteriores que <strong>en</strong> sí mismos no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> conexión causal. El énfasis reside <strong>en</strong> lanoción ‘ll<strong>en</strong>a de significado’. Si un avión se estrella ante mi vista mi<strong>en</strong>tras me estoy sonando la nariz, esto es unacoincid<strong>en</strong>cia de ev<strong>en</strong>tos que no ti<strong>en</strong>e ningún significado. Simplem<strong>en</strong>te es una ocurr<strong>en</strong>cia casual, como las quesuced<strong>en</strong> constantem<strong>en</strong>te. Pero si compro un vestido azul y por error la ti<strong>en</strong>da me sirve uno negro el día <strong>en</strong> que unode mis familiares cercanos muere, esto sería una coincid<strong>en</strong>cia ll<strong>en</strong>a de significado. Los dos ev<strong>en</strong>tos no estánconectados casualm<strong>en</strong>te, pero están conectados por el significado simbólico que nuestra sociedad otorga al color


5basada <strong>en</strong> el paradigma de campo, como lo es la <strong>gestalt</strong>. Porque <strong>en</strong> la <strong>sincronicidad</strong> se da exactam<strong>en</strong>teesta dinámica dual-unitaria que v<strong>en</strong>go describi<strong>en</strong>do.Creo que la <strong>sincronicidad</strong> es es<strong>en</strong>cial a la realidad. No es solam<strong>en</strong>te esos ev<strong>en</strong>tos extraños acausalesy paralelos a la situación que tanto nos sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>, la <strong>sincronicidad</strong> es un elem<strong>en</strong>to es<strong>en</strong>cial de larealidad y también de la conci<strong>en</strong>cia. <strong>La</strong> inm<strong>en</strong>sa mayoría de las veces pasa desapercibida porque suincid<strong>en</strong>cia no destaca, sólo nos damos cu<strong>en</strong>ta de que algo extraño ha ocurrido cuando su pres<strong>en</strong>cia esnotoria. Lo que solemos hacer es descartarla, permanecer <strong>en</strong> el nivel newtoniano de la realidad, nos<strong>en</strong>cogemos de hombros. Creo que como <strong>gestalt</strong>istas no nos podemos permitir ese lujo. Nuestra formamás es<strong>en</strong>cial de funcionar es integrativa. Los elem<strong>en</strong>tos novedosos con carga emocional muysignificativa que aparec<strong>en</strong> <strong>en</strong> nuestro campo de at<strong>en</strong>ción están indicando algo. Mi propuesta, compartidacon muchos otros (Marlo & Kline, 1998; Peat, 1987) es que toda la realidad funciona sincrónicam<strong>en</strong>te.Hay un movimi<strong>en</strong>to unificador simultáneo <strong>en</strong> la realidad material y <strong>en</strong> la conci<strong>en</strong>cia. Esta unión aportacualidades emerg<strong>en</strong>tes añadidas. Pongo como ejemplo la ‘sincronía’ de los distintos órganos del cuerpohumano. Sólo hay que considerar a la realidad toda como un gran organismo <strong>en</strong> el que todos sus órganos(humanos, animales, vegetales y minerales) funcionan sincrónicam<strong>en</strong>te. De mom<strong>en</strong>to lo voy a dejar aquí.Para abordar teóricam<strong>en</strong>te esta compleja cuestión, antes necesitaré desarrollar mi visión del campo,de los difer<strong>en</strong>tes niveles del campo, y de cómo estos se <strong>en</strong>trelazan formando una estructura dinámica.También haré los necesarios apuntes f<strong>en</strong>om<strong>en</strong>ológicos.5.- Concepto de campo. Los tres camposEl <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to que existe <strong>en</strong>tre <strong>en</strong>foque teórico y ateórico <strong>en</strong> la práctica gestáltica y <strong>en</strong>tre <strong>en</strong>foquesistémico y de campo <strong>en</strong> teoría <strong>gestalt</strong> son conflictos polares que int<strong>en</strong>to resolver e integrar aquí con lateoría y f<strong>en</strong>om<strong>en</strong>ología que expongo a continuación. Propongo concebir la realidad como compuesta detres campos. El <strong>en</strong>garce, el anidami<strong>en</strong>to, <strong>en</strong>tre los difer<strong>en</strong>tes niveles de campo ocurre mediante procesosrecursivos que dan lugar a dinámicas y experi<strong>en</strong>cias que nos trasladan de un campo a otro más amplio quelo abarca. En la teoría esto sucede mediante alternancias espontáneas <strong>en</strong>tre unidad-dualidad, <strong>en</strong>tre figurafondo.Int<strong>en</strong>taré ser lo más claro posible.5.1.- Ke<strong>en</strong>ey, la pauta, el selfParti<strong>en</strong>do de la noción de que la dualidad es la forma operativa de la unidad, de que unidad ydualidad forman unidad, <strong>en</strong> definitiva de que la polaridad es la forma <strong>en</strong> que se estructura la realidad,<strong>en</strong>contré que Ke<strong>en</strong>ey (1983) había resuelto <strong>en</strong> una fórmula magistral el conflicto <strong>en</strong>tre sistémica y campo(antes de conocer yo las ideas de Goldstein, 1939; Wheeler, 1991; Yontef, 1993 y otros..., la idea pululaa lo ancho y largo de la <strong>gestalt</strong> y sus raíces). Ke<strong>en</strong>ey pert<strong>en</strong>ece a otra línea de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to (Whitehead,1927-28, Bateson 1972, Maturana y Varela 1987, así como Sp<strong>en</strong>cer-Brown, von Forrester y otros) quetrata los mismos temas de fondo que la <strong>gestalt</strong> desde una perspectiva difer<strong>en</strong>te, con lazos con locibernético y lo biológico y cuyo p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to, tan difer<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la forma, es complem<strong>en</strong>tario con elgestáltico, añadiéndose mutuam<strong>en</strong>te riqueza y dim<strong>en</strong>sión.Ke<strong>en</strong>ey (1983) parte de una posición sistémica o cibernética (con el foco puesto <strong>en</strong> la interrelaciónde los elem<strong>en</strong>tos separados) para llegar a la visión-percepción-experi<strong>en</strong>cia de campo <strong>en</strong> un proceso deintegración creci<strong>en</strong>te. Este autor reconoce tanto la dualidad, (una ‘epistemología lineal progresiva’,newtoniana) como la unidad (una ‘epistemología recurr<strong>en</strong>te’, de campo la llamaríamos nosotros) y haceuna descripción muy clara de ambas perspectivas.<strong>La</strong> fórmula estructural-dinámica con la que Ke<strong>en</strong>ey resuelve este conflicto <strong>en</strong>tre sistémica y campocoincide con la que yo había estado desarrollando desde décadas anteriores (Madrona, 2011). A mí larespuesta de Ke<strong>en</strong>ey me resulta, por lo tanto, extremadam<strong>en</strong>te lúcida para mi propia compr<strong>en</strong>sión y da,por otra parte, una respuesta extraordinariam<strong>en</strong>te amplia, aplicable a cualquier realidad, humana incluida.Voy a int<strong>en</strong>tar describirla aquí parti<strong>en</strong>do de las nociones teóricas de la <strong>gestalt</strong>.El concepto ke<strong>en</strong>eyano de pauta, que es c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> sus descripciones de los procesos recursivos, esexactam<strong>en</strong>te lo que se describe como self interpersonal <strong>en</strong> teoría de terapia gestáltica (Perls, Hefferline ynegro.(...) Los ev<strong>en</strong>tos sincrónicos, es más, casi sin excepción acompañan las fases más cruciales del proceso deindividuación. Pero con demasiada frecu<strong>en</strong>cia pasan desapercibidos, porque los individuos no han apr<strong>en</strong>dido adetectar tales coincid<strong>en</strong>cias y hacerlas significativas” (Marie Louise von Franz (1964, p.211).


6Goodman, 1951, PHG <strong>en</strong> adelante). <strong>La</strong> pauta de Ke<strong>en</strong>ey es más amplia, es un concepto aplicable acualquier interacción de un campo, ya sea cuántico, físico, químico, biológico, psicológico, social, unecosistema u otros. Es, por lo tanto, más g<strong>en</strong>eral que el concepto de self, pues describe situacioneshomólogas a lo largo de toda la realidad, y con las que se pued<strong>en</strong> establecer paralelismos desde el terr<strong>en</strong>ocircunscrito a la psicología. El self interpersonal sería un caso particular de la pauta de Ke<strong>en</strong>ey, y esto esimportante <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derlo para futuras reflexiones teóricas sobre el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la sincronía.Así, sigui<strong>en</strong>do a Ke<strong>en</strong>ey (1983), propongo que p<strong>en</strong>semos la realidad y la conci<strong>en</strong>cia como unajerarquía de órd<strong>en</strong>es recursivos o, <strong>en</strong> términos más gestálticos, como la formación de “totalidadessignificativas, <strong>en</strong> niveles más altos e inclusivos” (Wheeler, 1991, pág. 196). Hay tantos órd<strong>en</strong>es derealidad y epistemológicos como queramos crear y cada uno de ellos integra, anida, a los anteriores.En la unidad del campo se produce de forma perman<strong>en</strong>te un proceso dinámico y dialógico <strong>en</strong> cadanivel de integración, totalidad <strong>gestalt</strong> u ord<strong>en</strong> recursivo. Y <strong>en</strong> cada una de ellas: “Es la organización dehechos, percepciones, conducta y f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os y no los elem<strong>en</strong>tos individuales de los cuales se compon<strong>en</strong>,lo que los define y les da su significado específico y particular.” (Perls, 1973, pág. 18). Y cada unidad es,a su vez, compon<strong>en</strong>te de otra unidad mayor (Wheeler, 1991).Así podemos afirmar la exist<strong>en</strong>cia de varios órd<strong>en</strong>es recursivos del campo cada vez más global.Dicho de otra manera, hay una interrelación dinámica <strong>en</strong>tre las estructuras/elem<strong>en</strong>tos de un mismoplano, y cada plano accede a, o se <strong>en</strong>garza con, el plano más amplio adyac<strong>en</strong>te necesariam<strong>en</strong>te mediantela integración de polos opuestos <strong>en</strong> el nivel inicial. Este es un proceso temporal-dinámico que se ve <strong>en</strong>toda la naturaleza y <strong>en</strong> todas las áreas del saber humano.El campo es uno, pero está también estructurado.De esta manera <strong>en</strong> el contexto gestáltico y a efectos teórico-prácticos podemos considerar o dividirla realidad <strong>en</strong> tres niveles de campo, que podríamos organizar según el mismo esquema del campoorganismo-<strong>en</strong>torno (PHG, 1951). 65.2.- Primer campo: el campo organísmicoEn términos gestálticos, podemos ver la unidad del organismo desde sus elem<strong>en</strong>tos. El organismosería el campo formado por la dualidad cuerpo-m<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> un primer nivel discriminativo. Podemos ver launidad m<strong>en</strong>te-cuerpo como un fondo <strong>en</strong> el que se destacan, alternativam<strong>en</strong>te, ya sea la m<strong>en</strong>te, ya sea elcuerpo, y puedo apuntar la idea de que <strong>en</strong>tre la ‘m<strong>en</strong>te’ y el ‘cuerpo’ hay una ‘frontera-contacto’, aunque<strong>en</strong> este mom<strong>en</strong>to no la desarrolle.Así el primer nivel de organización de lo real para una teoría de la terapia <strong>gestalt</strong>, según propongo<strong>en</strong> este artículo, sería el de la unidad cuerpo-m<strong>en</strong>te, que llamaré ‘campo organísmico’. En este nivel seprocesa la integración intrapersonal. Éste sería un campo que no conozco que aparezca m<strong>en</strong>cionadoexactam<strong>en</strong>te como tal <strong>en</strong> la literatura gestáltica. Implica la valoración como campo –un campo “interno”,aunque parezca una contradicción– de la ori<strong>en</strong>tación intrapsíquica. No me cabe duda, Wheeler estáhablando de ello <strong>en</strong> esta frase: “...una terapia basada <strong>en</strong> el análisis de la estructura del contacto, <strong>en</strong>tre unomismo y el <strong>en</strong>torno, y por ext<strong>en</strong>sión, d<strong>en</strong>tro de uno mismo también, <strong>en</strong>tre los distintos subsistemas dep<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to, s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to, o acción.” (1991, pág. 111, el subrayado es mío).El campo no es un objeto (no es per se “EL” campo organismo-<strong>en</strong>torno, como si se tratase de un<strong>en</strong>te), es una función relacional, una forma nueva y difer<strong>en</strong>te de ver la realidad, que no se fija <strong>en</strong> losobjetos sino <strong>en</strong> las relaciones y <strong>en</strong> los flujos de información ‘sin cables’. Por ello podemos ver desde lamirada de campo cualquier realidad y hablar, por lo tanto, de un campo interno, organísmico. Un <strong>en</strong>torno<strong>en</strong> el que los difer<strong>en</strong>tes egos (‘orgánicos’ Schnake, 1995, y ‘psíquicos’), vistos como ‘funcionesinteriores’ (‘sociedad interna’), ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un papel paralelo al que las distintas personas, ‘funcionesexteriores’, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> el campo organismo-<strong>en</strong>torno (‘sociedad externa’). Ambos, campo organísmico ycampo organismo-<strong>en</strong>torno se reflejan mutuam<strong>en</strong>te. O, como dice Parlett: (1991): “No hay un punto de6 El ord<strong>en</strong> <strong>en</strong> el que aparec<strong>en</strong> a continuación los campos es conv<strong>en</strong>cional y didáctico, una visión lineal del proceso:si nos fijáramos <strong>en</strong> el desarrollo del ser humano desde la cuna el primero sería el campo organismo-<strong>en</strong>torno y si nosc<strong>en</strong>tráramos <strong>en</strong> la g<strong>en</strong>eración de la vida <strong>en</strong> la gestación el primero a considerar sería el metacampo, pero esto seríaobjeto de otro artículo. En una visión circular del proceso no hay un primero y un después, todo es simultáneo ycíclico. Lo que hay que t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta, <strong>en</strong>tonces, es que estamos hablando de un mismo y único campo global,aunque lo analicemos desde tres ángulos. Lo lineal y lo circular se suman para dar una curva espiral que los integra.


7corte claro <strong>en</strong>tre “interno” y “externo”; el campo unificado es el lugar de <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro de los dos.” (pág. 6de www.kgicph.com)Aquí podríamos hablar, <strong>en</strong>tonces, de un ‘self intrapsíquico’, de una pauta <strong>en</strong>tre la m<strong>en</strong>te y el cuerpo,lo que resolvería no pocas controversias sobre la naturaleza del self, <strong>en</strong>tre su condición de intrapsíquico odialogal. Es decir, incorporamos las visiones de Ke<strong>en</strong>ey al mundo gestáltico, al admitir la realidad delself como pauta aplicable a cualquier manifestación de todo sistema dinámico que se estructure <strong>en</strong> dospolaridades.Así el cuerpo-m<strong>en</strong>te, la realidad psicosomática, se constituye como la base de la realidad, vista por la<strong>gestalt</strong>, y sobre esa base se construy<strong>en</strong> los sigui<strong>en</strong>tes niveles de campo que describo a continuación. Eneste nivel del campo organísmico prima el autoapoyo y la individualidad.5.3.- Segundo campo: el campo organismo-<strong>en</strong>torno y el principio de singularidadEl sigui<strong>en</strong>te nivel de organización es el organismo<strong>en</strong>torno, el campo de la unidad organismo<strong>en</strong>torno,donde se procesa la integración interpersonal de la unidad de campo, del self de PHG (1951). <strong>La</strong>unidad organísmica cuerpo-m<strong>en</strong>te forma una <strong>gestalt</strong> o totalidad, y esta unidad se constituyeespontáneam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> polo con el <strong>en</strong>torno, <strong>en</strong> un nuevo nivel de dualidad. El fondo se amplía (Wheeler,1991), para dar cabida a esta dualidad más amplia.Aquí estaríamos hablando del campo organismo-<strong>en</strong>torno como hecho dinámico objetivo (pauta), nocomo construcción personal (<strong>La</strong>tner, 2005) o f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o g<strong>en</strong>erado por el organismo (Robine, 1997).Sugiero que si hablamos de construcción personal o de f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o g<strong>en</strong>erado por el organismo ellopert<strong>en</strong>ecería al nivel anterior que acabamos de ver, al campo organísmico cuerpo-m<strong>en</strong>te. Aunque seacierto que este campo interpersonal es visto desde la persona y, por lo tanto, es subjetivo, y orgánico. Sinembargo es posible una percepción objetiva del campo interpersonal como tal campo,indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de la subjetividad con que lo abordemos. Por ejemplo <strong>en</strong> un grupo una cosa es elanálisis objetivo de su dinámica y otra la reacción individual subjetiva de cada compon<strong>en</strong>te (Chiriac,2011, BGJ). <strong>La</strong> subjetividad es la perspectiva personal –intrapsíquica– de los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> lugar<strong>en</strong> el campo, la objetividad es el hecho mismo de que esos f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os constituyan un campo unificado,no importa su naturaleza subjetiva (corporizada, nom<strong>en</strong>clatura de Ke<strong>en</strong>ey, 1983), sino el hecho mismo(la pauta, el self) de que existan. El proceso –el hecho <strong>en</strong> sí de que existe un proceso– es siempre elmismo (<strong>en</strong> eso es objetivo), sus cont<strong>en</strong>idos particulares (subjetivos) son múltiples. Es decir, lo objetivoes el hecho de que hay un proceso de intercambio o co-construcción de información, lo subjetivo es queesa información sea particularizada <strong>en</strong> cada mom<strong>en</strong>to; pero ambos hechos subjetivo-y-objetivo coincid<strong>en</strong><strong>en</strong> el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o <strong>en</strong> curso. Ambos son de igual importancia para construir la totalidad.Si<strong>en</strong>to que es difícil incorporar esto desde una perspectiva <strong>gestalt</strong> porque precisam<strong>en</strong>te nuestrotrabajo terapéutico básico es restaurar la subjetividad cuando ha sido usurpada por introyectos‘objetivos’. Pero la objetividad que estoy describi<strong>en</strong>do va más allá de cualquier introyecto cultural. Esuna visión desde un nivel de campo y por tanto el único aspecto importante son las-relaciones-<strong>en</strong>treelem<strong>en</strong>tos,no las individualidades <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido newtoniano.Lo objetivo y lo subjetivo es una división epistemológica más, una dualidad operativa, que necesitala visión unitaria. Oponer una a otra y descartar uno de los polos es, a mi manera de ver, hacer un flacofavor a la visión integradora del punto cero de Friedlander (Perls, 1947-69). Pero negar la visiónaclaratoria y difer<strong>en</strong>ciadora sobre la realidad que nos ofrece esa división epistemológica es también negaresa misma unidad. Así una mirada subjetiva sobre cualquier realidad nos está pidi<strong>en</strong>do que busquemossu opuesto objetivo, porque lo hay, y viceversa, una mirada objetiva siempre ti<strong>en</strong>e un compon<strong>en</strong>tesubjetivo (Khun, 1962, 1977). O dicho bajo la mirada del <strong>en</strong>foque lewiniano, un sistema de leyesg<strong>en</strong>erales no está reñido con el tratami<strong>en</strong>to concreto de cada caso individual. (Lewin, 1951). Esta es laes<strong>en</strong>cia del método f<strong>en</strong>om<strong>en</strong>ológico, la es<strong>en</strong>cia del ‘bracketing’ o ‘epoché’ (Yontef, 1993). No se trata deanular lo subjetivo: <strong>en</strong> <strong>gestalt</strong> lo subjetivo se pot<strong>en</strong>cia, sino que se trata de s<strong>en</strong>sibilizarlo, que lo subjetivodeje espacio libre para poder captar lo interpersonal objetivo, y juntos, form<strong>en</strong> una totalidad de‘awar<strong>en</strong>ess’.Como dice Parlett (1991), cuando aboga por el principio de la singularidad, cada campo organismo<strong>en</strong>tornoes único. Lo que es común y objetivo, añado yo, es el hecho mismo del campo, del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o deco-construcción del campo, del self <strong>en</strong> proceso. Y <strong>en</strong> mi opinión, sin esta distinción sutil estamosmezclando confusam<strong>en</strong>te el campo organísmico (intrapsíquico) con el campo organismo-<strong>en</strong>torno,


9ese primer nivel de experi<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el que el cuerpo 8 ‘habla’. Ha experim<strong>en</strong>tado esa primera vez <strong>en</strong> la quela ‘m<strong>en</strong>te’ se da cu<strong>en</strong>ta de que el ‘cuerpo’ ti<strong>en</strong>e voz, esa primera vez <strong>en</strong> la que se escucha al cuerpo yquedamos sorpr<strong>en</strong>didos por esa escucha, esa primera experi<strong>en</strong>cia de awar<strong>en</strong>ess que nos causa unaconmoción que ya no olvidamos nunca, esa primera experi<strong>en</strong>cia de unidad. Lo hemos apreciado muchasveces <strong>en</strong> la sala de terapia y <strong>en</strong> los grupos de formación.Curiosam<strong>en</strong>te a mí me ocurrió fuera de estos contextos terapéuticos. Yo estaba <strong>en</strong> periodo deformación, y acababa de apr<strong>en</strong>der a montar <strong>en</strong> bicicleta. Ocurrió <strong>en</strong> una ocasión que ‘mi m<strong>en</strong>te’ queríacumplir el programa del trayecto <strong>en</strong> bicicleta que nos habíamos propuesto, mi<strong>en</strong>tras que ‘mi cuerpo’estaba reacio a hacerlo. Hubo un instante <strong>en</strong> que ‘escuché’ a mi cuerpo, ese instante <strong>en</strong> que uno se dacu<strong>en</strong>ta por primera vez de que su cuerpo (motor-emocional-s<strong>en</strong>sorial) se está int<strong>en</strong>tando hacer oír, y porprimera vez se deja conv<strong>en</strong>cer consci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te y le hace caso a ‘su cuerpo’, viol<strong>en</strong>ta el deseoprogramaciónde ‘su m<strong>en</strong>te’ y se niega a cumplirlo, dejando consci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te pl<strong>en</strong>o paso a la expresiónfísica, así que abandoné la excursión. Y subrayo consci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te porque los cuerpos siempre se hanestado expresando, aunque no nos hayamos dado cu<strong>en</strong>ta de ello. Este primer darse cu<strong>en</strong>ta, este primerawar<strong>en</strong>ess, es el núcleo experi<strong>en</strong>cial sobre el cual se construye la terapia <strong>gestalt</strong> y toda la concepción dela realidad que de ella se deriva.6.2.- El campo organismo-<strong>en</strong>tornoEl campo organismo-<strong>en</strong>torno implica la percepción f<strong>en</strong>om<strong>en</strong>ológica de un self que ‘no pert<strong>en</strong>ece’ alindividuo, pues <strong>en</strong> este self común con el <strong>en</strong>torno intervi<strong>en</strong><strong>en</strong> fuerzas ‘aj<strong>en</strong>as’ al organismo y ya no sepuede decir que el organismo determina lo que va a ocurrir a continuación <strong>en</strong> el proceso de expresión deese self compartido. Percibir y desarrollar ese self es una experi<strong>en</strong>cia tan singular como percibir –<strong>en</strong> elnivel del campo organísmico– al cuerpo 9 .Sigui<strong>en</strong>do con el ejemplo personal anterior, yo estaba haci<strong>en</strong>do ciclismo con mi esposa y miscuñad@s, <strong>en</strong> el grupo habíamos decidido un itinerario de una longitud determinada; pero el grupo quisoacortarla. En ese mom<strong>en</strong>to yo estaba dispuesto a cumplir <strong>en</strong> solitario el objetivo propuesto (no hubierasido la primera vez), sin embargo, este deseo grupal de terminar allí el paseo intervino también, ademásde las ‘razones’ de mi cuerpo, <strong>en</strong> mi decisión final de aceptar reducir la excursión. Enti<strong>en</strong>do que <strong>en</strong> esemom<strong>en</strong>to intervinieron ambos campos (organísmico y organismo-<strong>en</strong>torno) <strong>en</strong> mi decisión final dequedarme con el grupo. He de añadir que aquél día sólo fui consci<strong>en</strong>te de la interv<strong>en</strong>ción de mi cuerpo <strong>en</strong>la decisión, que ha sido tiempo después cuando he t<strong>en</strong>ido experi<strong>en</strong>cia vívida del self interpersonal y queesa experi<strong>en</strong>cia me permite ahora, retroactivam<strong>en</strong>te, discriminar mejor el self del grupo que se expresó <strong>en</strong>aquel mom<strong>en</strong>to (por ejemplo la preocupación de mi esposa de que me fuera solo formó parte de ese selfinterpersonal). Mi cuerpo y el grupo se aliaron –se tuvieron que aliar– para hacer cambiar a mi m<strong>en</strong>te.Así, <strong>en</strong> este nivel de campo organismo-<strong>en</strong>torno, lo que se baraja es la percepción de ese selfinterpersonal, de ese self que es co-creado, que no pert<strong>en</strong>ece al individuo, sino que, desde la perspectivade ese individuo, es algo con cierto grado de autonomía que hace que, <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado, lointerpersonal t<strong>en</strong>ga su propia ‘palabra’ (como palabra ti<strong>en</strong>e el cuerpo cuando nos paramos a escucharlo).<strong>La</strong> escucha de esta ‘palabra’ del self interpersonal del campo organismo-<strong>en</strong>torno es una experi<strong>en</strong>cia tanimportante como la escucha del cuerpo <strong>en</strong> el anterior nivel de campo, pero con un añadido sutil, pues esuna experi<strong>en</strong>cia que, por decirlo así, se sale del propio cuerpo, del propio ser, del propio organismo, y seexperim<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> ella una id<strong>en</strong>tidad compartida con el <strong>en</strong>torno. Estamos <strong>en</strong> territorio de la “palabrafundam<strong>en</strong>tal” Yo-Tú de lo dialógico de Buber (1937). O como dice Marie Petit: “En cuanto al mom<strong>en</strong>toindecible, es algo que a veces vivo, que es una especie de maravilla completa [...]. Es tan sobrecogedor que,para mí, no hay palabras para hablar de ello, es exclusivam<strong>en</strong>te para vivirlo.” (citado por Schoch, 2007,pág. 98). O como afirma Delacroix (2006): “Creo que los dos pasan suavem<strong>en</strong>te, sin advertirlo, a un estadode conci<strong>en</strong>cia ampliada, a un ligero estado de trance” (pág. 428) y el fascinante relato que sigue acontinuación sobre la experi<strong>en</strong>cia del self compartido, demasiado largo para traerlo aquí. TambiénStawman describe la profundidad de la co-construcción desde la empatía hasta la compr<strong>en</strong>sión (2011).8 En la noción ‘cuerpo’ integro la emoción, el s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to, la s<strong>en</strong>sación, lo motor..., todo lo que no sea racionalm<strong>en</strong>tal.9 Al igual que hay experi<strong>en</strong>cias inefables que no se pued<strong>en</strong> aceptar cuando ‘la m<strong>en</strong>te’ no compr<strong>en</strong>de lo queexperim<strong>en</strong>ta ‘el cuerpo’ (Grof, 1985), la viv<strong>en</strong>cia del self interpersonal también es difícil de percibir y aceptar; poreso su descripción g<strong>en</strong>era tanto escepticismo.


10<strong>La</strong>s propiedades emerg<strong>en</strong>tes que surg<strong>en</strong> del campo interpersonal o bi<strong>en</strong> se experim<strong>en</strong>tan pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te,o de otro modo carec<strong>en</strong> de significado. Pero la observación de ese self común compartido, requieretambién, muchas veces, no siempre, la int<strong>en</strong>ción –m<strong>en</strong>tal– de observarlo, y la capacidad imaginativa decaptar sus imág<strong>en</strong>es y símbolos. Es decir, el posicionami<strong>en</strong>to consci<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el campo organismo-<strong>en</strong>tornoy no únicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la concepción intrapsíquica. En definitiva, acumulamos ambos campos, anidandoambos, viv<strong>en</strong>cial y teóricam<strong>en</strong>te. En este nivel la fusión espontánea de las instancias binarias, comodijimos arriba, es <strong>en</strong>tre organismo y <strong>en</strong>torno.6.3.- El metacampoAhora vamos a la f<strong>en</strong>om<strong>en</strong>ología al nivel del metacampo, que es donde ti<strong>en</strong>e lugar más claram<strong>en</strong>teel f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la sincronía. No nos va a resultar tan difícil <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der-vivir el metacampo, pues ya hemossalido de la posición egoc<strong>en</strong>trada al embarcarnos <strong>en</strong> lo interpersonal.Ocurre una ‘externalización’ más radical con las observaciones-experi<strong>en</strong>cias de los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>ossincronísticos, que son, por así decirlo, el self compartido <strong>en</strong>tre persona y/o grupo por una parte y mundoa este nivel exopersonal por la otra. Estos f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os sincrónicos sólo son percibidos desde ciertoposicionami<strong>en</strong>to que admita que los objetos, los sucesos y las personas de nuestro <strong>en</strong>torno, sobre todo <strong>en</strong>mom<strong>en</strong>tos puntuales de maduración, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> ‘palabra’ a niveles sutiles no percibidos ordinariam<strong>en</strong>te, másallá de la percepción intrapsíquica o interpersonal común, que normalm<strong>en</strong>te sólo les conced<strong>en</strong>significado anecdótico. Como hemos visto, la naturaleza del self organismo-<strong>en</strong>torno es algo que ‘salefuera’ del individuo, que está más allá de su organismo, una experi<strong>en</strong>cia a la que hay que at<strong>en</strong>der desdeun ‘lugar’ que no está c<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> el individuo; es decir, una experi<strong>en</strong>cia que el individuo vive, <strong>en</strong> ciertos<strong>en</strong>tido, desde un lugar excéntrico a sí mismo (digo <strong>en</strong> cierto s<strong>en</strong>tido porque este tipo de experi<strong>en</strong>cias sellega a experim<strong>en</strong>tar la comunión <strong>en</strong>tre organismo y <strong>en</strong>torno, digo excéntrico <strong>en</strong> tanto que ‘t<strong>en</strong>er unc<strong>en</strong>tro difer<strong>en</strong>te’, no <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de ali<strong>en</strong>ación). En el caso del metacampo estamos hablando de algoanálogo, también excéntrico al individuo, pero de una dim<strong>en</strong>sión mayor que la del campo organismo<strong>en</strong>torno.<strong>La</strong> clave aquí es la mayor distancia y difer<strong>en</strong>ciación <strong>en</strong>tre los elem<strong>en</strong>tos que compart<strong>en</strong> lainformación de campo.En términos gestálticos a esta experi<strong>en</strong>cia se le puede llamar un awar<strong>en</strong>ess masivo con el <strong>en</strong>torno.Algo así como cu<strong>en</strong>ta Barbara Mc. Clintok, Premio Nobel de Química a raíz de su investigacióng<strong>en</strong>ética, realizada con el maíz:“Me <strong>en</strong>contré con que cuanto más trabajaba con ellos [los cromosomas] se hacían cada vez másgrandes, y que cuando estaba trabajando con ellos realm<strong>en</strong>te, yo no estaba fuera, estaba allí. Erauna parte del sistema. Estaba allí, con ellos, y todo se iba haci<strong>en</strong>do grande. Incluso era capaz dever las partes interiores de los cromosomas –<strong>en</strong> realidad todo estaba allí. Me sorpr<strong>en</strong>dió porque <strong>en</strong>realidad me s<strong>en</strong>tía como si yo estuviera con ellos, y fueran mis amigos... Conforme miras esascosas, se conviert<strong>en</strong> <strong>en</strong> una parte de ti. Y te olvidas de ti misma” (Fox Keller, 1991, pág. 176).Entonces llegamos a saber-percibir que cualquier cosa de nuestro <strong>en</strong>torno nos puede estar ‘hablando’<strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado de especial transc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la maduración. No es necesario que t<strong>en</strong>gamos unaexperi<strong>en</strong>cia sublime cada vez que ese <strong>en</strong>torno nos ‘habla’, basta con que sepamos que lo hace y leprestemos la at<strong>en</strong>ción adecuada como para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der lo que nos ‘dice’. Pero sí, la viv<strong>en</strong>cia sincrónica, aligual que la percepción del self interpersonal, siempre implica emoción y asombro significativo.Digamos <strong>en</strong>tonces, que <strong>en</strong> mi experi<strong>en</strong>cia-significación del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o sincronístico de la confer<strong>en</strong>ciainaugural del congreso no tuve la int<strong>en</strong>ción precisa de procesarla de ninguna manera (normalm<strong>en</strong>te noestoy con mi at<strong>en</strong>ción conc<strong>en</strong>trada <strong>en</strong> la detección y procesami<strong>en</strong>to de estos f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os, es más, seríaabsurdo y contraproduc<strong>en</strong>te, al igual que lo es para los poetas pret<strong>en</strong>der forzar la inspiración). <strong>La</strong>experi<strong>en</strong>cia de escucha de la palabra sincrónica la tuve como t<strong>en</strong>go cada percepción nueva <strong>en</strong> el continuode la at<strong>en</strong>ción <strong>en</strong> la práctica terapéutica habitual, como algo insólito que no estaba antes ahí. También esalgo que provi<strong>en</strong>e, como <strong>en</strong> muchas otras ocasiones, de una actitud interior constante de búsqueda decoher<strong>en</strong>cia y armonía <strong>en</strong> mí mismo y <strong>en</strong> mi relación con el <strong>en</strong>torno. Esta sí es una acción que ejerzoint<strong>en</strong>cionalm<strong>en</strong>te y por la cual sí me responsabilizo.


11En el continuo de la conci<strong>en</strong>cia experim<strong>en</strong>tamos <strong>en</strong> el campo organísmico un awar<strong>en</strong>ess con base<strong>en</strong> un pert<strong>en</strong>ecer a lo corporal-emocional-m<strong>en</strong>tal y <strong>en</strong> el campo organismo-<strong>en</strong>torno un awar<strong>en</strong>ess conbase <strong>en</strong> un pert<strong>en</strong>ecer a lo próximo humanizado dialogal, y co-creado. Asimismo <strong>en</strong> el continuo másabarcador del metacampo pued<strong>en</strong> surgir percepciones, awar<strong>en</strong>ess, significados, que nos hagan descubriry darnos cu<strong>en</strong>ta de ese otro ‘self’ que se forma con un <strong>en</strong>torno más amplio, ‘aj<strong>en</strong>o’ al individuo y queestá definitivam<strong>en</strong>te más allá del campo organismo-<strong>en</strong>torno. Aquél estaría basado <strong>en</strong> un pert<strong>en</strong>ecer atodo el mundo <strong>en</strong> torno nuestro. El contacto a nivel de metacampo se podría considerar también unaspecto más del contacto organismo/<strong>en</strong>torno.Sigui<strong>en</strong>do con el ejemplo de la bicicleta el asunto hubiera t<strong>en</strong>ido una naturaleza trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te demetacampo que involucraría algo más que la situación intrapsíquica y grupal si, al mismo tiempo oposterior a mi decisión hubiera ocurrido algo insólito que la subrayara, como por ejemplo un rápidoobscurecimi<strong>en</strong>to torm<strong>en</strong>toso del cielo, inhabitual <strong>en</strong> esa estación del año, que aconsejara la vueltainmediata; <strong>en</strong>tonces el significado del mom<strong>en</strong>to hubiera ido más allá de la cuestión organísmica y deorganismo-<strong>en</strong>torno y me hubiera revelado, <strong>en</strong> lo relativo a algún asunto vital, una comunión significativa<strong>en</strong>tre mis decisiones personales y el ambi<strong>en</strong>te del mundo.6.4.- Más ejemplos de sincroníasQuisiera poner algunos otros ejemplos de este tipo de situaciones exopersonales.Nos cu<strong>en</strong>ta Robine (1997, pág. 311) que una mujer <strong>en</strong> la sala de terapia “... estaba hablandolatam<strong>en</strong>te de su cansancio ante las numerosas intrusiones de sus hijos y nietos qui<strong>en</strong>es estabanahogándola invadi<strong>en</strong>do su vida. Era una hermosa tarde de verano y un rayo de sol particularm<strong>en</strong>teint<strong>en</strong>so iluminó su cara [...]. Habría bastado con correr su asi<strong>en</strong>to unos pocos c<strong>en</strong>tímetros para evitar laintromisión del sol, que le provocaba terribles muecas”.Esta situación tan obvia de “intrusión solar”, podría habernos revelado, quizá, una pista sobre losproblemas de esta mujer, una posible <strong>gestalt</strong> inacabada con su padre o con una figura con fuertes rasgosmasculinos. El Sol suele significar una figura masculina poderosa <strong>en</strong> cualquier sistema simbólico. Eneste caso el suceso habría expresado sincrónicam<strong>en</strong>te la fu<strong>en</strong>te del problema, más allá de lo intrapersonaly lo interpersonal; pero aún este ejemplo puede ser discutible, pues <strong>en</strong> la situación de esta mujercualquier intromisión ‘casual’ del <strong>en</strong>torno habría recibido probablem<strong>en</strong>te la misma respuesta.Expondré otro ejemplo de indudable sincronía <strong>en</strong> el que también intervi<strong>en</strong>e la figura del Sol. Tuveuna consultante <strong>en</strong> terapia que me decía repetidam<strong>en</strong>te a lo largo de nuestros <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros que yo era unaluz para ella, que le ayudaba mucho <strong>en</strong> su conocimi<strong>en</strong>to propio, que le arrojaba mucha luz <strong>en</strong> susobscuridades interiores, m<strong>en</strong>cionándolas <strong>en</strong> ocasiones como una sima profunda... Con ocasión de unaexcursión con un grupo, una de las actividades no anticipadas fue bajar a una sima de unos 60 m. dedesnivel. Ella se negó <strong>en</strong> redondo a bajar con el grupo, por darle una claustrofobia terrible lasprofundidades. Pues bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado y cuando ya el tropel de g<strong>en</strong>te había visitado la sima y yase habían ido a un lugar cercano, ella se <strong>en</strong>contró <strong>en</strong> soledad fr<strong>en</strong>te a la boca del agujero, y se sintió<strong>en</strong>tonces impelida a <strong>en</strong>trar sola y sin linterna, cosa que hizo impulsivam<strong>en</strong>te. No había nadie d<strong>en</strong>tro <strong>en</strong>ese mom<strong>en</strong>to. Inició su desc<strong>en</strong>so hacia la honda negrura, y <strong>en</strong> ese mom<strong>en</strong>to, el cielo <strong>en</strong>capotado sedespejó lo sufici<strong>en</strong>te como para que un único rayo de sol claram<strong>en</strong>te perfilado <strong>en</strong>trara <strong>en</strong> vertical <strong>en</strong> lasima alcanzando bastante profundidad. Gracias a esta luz provid<strong>en</strong>cial pudo bajar hacia las profundidadessin riesgo de tropezar. Me dijo qué mom<strong>en</strong>to tan mágico fue para ella, qué experi<strong>en</strong>cia catártica, cómoexperim<strong>en</strong>tó sus miedos físicam<strong>en</strong>te y cómo me tuvo pres<strong>en</strong>te todo el rato como una figura protectora,simbolizado por el rayo de sol. El rayo de sol persistió todo el tiempo que duró su asc<strong>en</strong>so de vuelta, y sediluyó justo cuando alcanzaba la abertura de la sima. En terapia, después, se refirió <strong>en</strong> varias ocasiones aeste suceso como muy profundo y simbólico <strong>en</strong> su vida, ll<strong>en</strong>o de significado que diríamos <strong>en</strong> <strong>gestalt</strong>.Yo creo que éste es un bu<strong>en</strong> ejemplo de sincronía, con todos los ingredi<strong>en</strong>tes. Puede observarse <strong>en</strong>este ejemplo, como ocurre frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, la repetición del mismo tema <strong>en</strong> los tres campos: a nivelintrapersonal (proceso de clarificación de las oscuridades propias); interpersonal (proceso terapéuticoiluminador); y exopersonal (rayo de luz literalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong>trando <strong>en</strong> una sima real durante la excursión).A raíz de esta experi<strong>en</strong>cia y del conjunto de la terapia esta consultante cambió la percepción de suvida y pasó de ejercer un trabajo rutinario <strong>en</strong> el que se s<strong>en</strong>tía esclavizada a una actividad profesional másacorde con su formación y sus aspiraciones.


127.- Lo insólito cotidiano<strong>La</strong> conci<strong>en</strong>cia de que el macro<strong>en</strong>torno confluye con el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el que estamos vivi<strong>en</strong>do unasituación importante nos da una dim<strong>en</strong>sión al proceso personal que se <strong>en</strong>garza con el Todo. Elmetacampo <strong>en</strong> el último ejemplo brinda a la consultante una oportunidad para <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse físicam<strong>en</strong>te asus miedos y ella la aprovecha impelida por la propia irracionalidad y sabiduría de lo físico. El asunto seconfigura así no ya sólo como una decisión del yo, (según concepto “yo” de PHG, 1951), ni únicam<strong>en</strong>tecomo una cuestión de self organismo-<strong>en</strong>torno (su relación terapéutica conmigo como fondo de lasituación). <strong>La</strong> situación ti<strong>en</strong>e además el respaldo del metacampo, manifestado <strong>en</strong> la <strong>en</strong>trada de ese rayode sol hasta casi el fondo de la sima; la experi<strong>en</strong>cia interna está <strong>en</strong> armonía con el campo global, y estecampo global refr<strong>en</strong>da el mom<strong>en</strong>to que está vivi<strong>en</strong>do esta persona. No hay mayor legitimación, no haymayor respaldo, no hay mayor alivio. Al autoapoyo se une el apoyo del <strong>en</strong>torno interpersonal inmediato,y a este último la confirmación del <strong>en</strong>torno “natural”.Un hecho sincronístico puede t<strong>en</strong>er la misma importancia que los sueños o las grandes visiones delas que habla Jung, sólo que al ser un ev<strong>en</strong>to material es más obvio a ojos de todos. Puede t<strong>en</strong>er unsignificado personal, pero también con frecu<strong>en</strong>cia su significado es interpersonal, grupal e, incluso,refleja el estado de toda una cultura. En caso de una sincronía con significado grupal o cultural el self seexpresará a través de la percepción de, o contacto con, un individuo at<strong>en</strong>to a ese ‘hablar’ exopersonal,expresión que luego puede trasladar al grupo. Propongo ahora, pues, que el suceso de la confer<strong>en</strong>ciainaugural del XI Congreso se puede ver como un campo total o metacampo g<strong>en</strong>erado por el hecho mismodel XI Congreso, de las numerosas personas interesadas <strong>en</strong> la <strong>gestalt</strong> reunidas allí y del ambi<strong>en</strong>tehistórico de la <strong>gestalt</strong> <strong>en</strong> España.8.- <strong>La</strong> at<strong>en</strong>ción subjetiva revela el hecho objetivoToda esta exposición del tema sincrónico la hago a pesar de que sé que <strong>en</strong> la <strong>gestalt</strong> newtoniana eindividualista, habitual <strong>en</strong> muchos contextos teóricos y terapéuticos, se afirma que: ‘las embarazadas v<strong>en</strong>embarazadas y los soldados, soldados’. Es cierta esta subjetividad y esta at<strong>en</strong>ción sesgada que vi<strong>en</strong>edescrita ya <strong>en</strong> el principio de singularidad del campo, pero –aparte de cuestiones de probabilidadesimposibles tantas veces descritas (Peat, 1987 primer capítulo, sección 'Serialidad') (¿cuánto hay queesperar para que un fino rayo de sol p<strong>en</strong>etre <strong>en</strong> una sima <strong>en</strong> un día nublado?)– el hecho es que esaat<strong>en</strong>ción ‘subjetiva’ es la que revela la objetividad de un suceso sincrónico unificando ambos ámbitos (lasintonía o unidad interior-exterior). Como sabemos, la dicotomía subjetivo-objetivo, <strong>en</strong>tre otrasdicotomías, es el resultado de un acto epistemológico. Definir las situaciones <strong>en</strong> términos de un yoseparado del mundo es definirlas a nivel newtoniano. <strong>La</strong> división de la realidad unitaria la ejercemosnosotros por necesidad de ori<strong>en</strong>tarnos y actuar. <strong>La</strong>m<strong>en</strong>tablem<strong>en</strong>te una vez dividida nos olvidamos queesa acción la hemos ejercido nosotros y nos creemos que esa separación es ‘real’ (Ke<strong>en</strong>ey, 1983; Peat,1987; Zohar, 1990). Somos víctimas de nuestra propia necesidad. Así la cuestión estriba <strong>en</strong> serconsci<strong>en</strong>tes de ese sesgo, de esa necesidad nuestra. Esto es lo que propone Wulf (1996) <strong>en</strong> cita de másarriba. Esta autoconsci<strong>en</strong>cia es tan apropiada para procesar una sincronía como lo es para procesarcualquier otro acto, emoción o p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to humanos.9.- Límites de la percepción sincrónicaSi bi<strong>en</strong> la percepción sincrónica es apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, desde una perspectiva jerárquica, ‘superior’ a lade los otros campos, lo cierto es que la individualidad y la autoconci<strong>en</strong>cia son logros reci<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> laespecie humana y desde la perspectiva contraria se la considera ‘superior’, más evolucionada que lasincrónica, pues se puede tildar a ésta de supersticiosa y anclada <strong>en</strong> un pasado superado. <strong>La</strong> realidad estambién circular y no sólo lineal como afirma lo cartesiano-newtoniano, si no disponemos de una firmeautoid<strong>en</strong>tidad caeremos <strong>en</strong> manos de un estado emocional proclive a todo tipo de supersticiones, pero sino nos experim<strong>en</strong>tamos inmersos <strong>en</strong> el todo estaremos aislados y empobrecidos espiritualm<strong>en</strong>te. Elequilibrio <strong>en</strong>tre la autoconci<strong>en</strong>cia y la conci<strong>en</strong>cia sumergida <strong>en</strong> el todo es de lo más sutil y objetotambién de un proceso recursivo que ti<strong>en</strong>e que mirar desde más allá de ambas. Un asunto que ti<strong>en</strong>e quever con el tema de la conflu<strong>en</strong>cia y que t<strong>en</strong>dríamos que verlo <strong>en</strong> otro mom<strong>en</strong>to.


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