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Algo se mueve en Alemania - Viento Sur

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Número 90 / <strong>en</strong>ero 2007 / 7 €1eldesord<strong>en</strong>global<strong>Alemania</strong>Cay<strong>en</strong>do otro poco por la p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te deslizante de la democracia parlam<strong>en</strong>taria...Frieder Otto Wolf 5<strong>Algo</strong> <strong>se</strong> <strong>mueve</strong> <strong>en</strong> <strong>Alemania</strong>. Izquierda Socialista 19MéxicoOaxaca a la hora de la APPO. Sergio Rodríguez Lascano 25V<strong>en</strong>ezuelaDespués de las elecciones: hay que pisar el acelerador. Jo<strong>se</strong>p Maria Ant<strong>en</strong>tas 33Cooperación al desarrollo¿Por qué al Norte le gusta “ayudar”? ¿A qué <strong>se</strong> refier<strong>en</strong> los Estados ricoscuando hablan de “cooperación”?. David Llistar i Bosch 392miradasvoces3pluralpluralnormasdeedición4vocesmiradas5aquíy ahoraSouad G<strong>en</strong>nun. Carm<strong>en</strong> Ochoa Bravo 43Debates sobre el socialismo del siglo XXI. 49El socialismo para cuando <strong>se</strong>a. Roland D<strong>en</strong>is 50Estrategias de la izquierda <strong>en</strong> América Latina. Claudio Katz 59Por una estrategia de transformación social. Michel Husson 69¿Es viable un socialismo sin ecologismo? Joaquín Sempere 80¿Qué socialismo para el siglo XXI. Andreu Coll i Balckwell 851 Normas de edición de VIENTO SUR 2 98Bajo la lluvia equivocada. Vanesa Pérez-Sauquillo 99La situación social y los sindicatos. Pedro Montes y Diosdado Toledano 105La extrema derecha <strong>en</strong> el Estado español. Miguel Urban 1106subrayadossubrayadosTeoría feminista: de la Ilustración a la globalización. De los debates sobre elgénero al multiculturalismo. Volum<strong>en</strong> 3. Celia Amorós y Ana de Miguel.Begoña Zabala 119Orilla del Tiempo. Antonio Crespo. Carlos Aganzo 120Alim<strong>en</strong>tos Globalizados. Xavier Montagut y Fabrizio Dogliotti. Silvia Torralba 121<strong>se</strong>lección No Oficial. (Personal, subjetiva e incompleta del Festival de San Sebastián2006). Nina Caussa 122Propuesta gráfica: Mike Alewitz.Debe reconocer ycitar al autororiginal.Esta obra <strong>se</strong> puede copiar, distribuir, comunicar públicam<strong>en</strong>te o hacerobras derivadas de la misma, bajo las sigui<strong>en</strong>tes condiciones:No puede utilizaresta obra para finescomerciales.http://creativecommons.org/lic<strong>en</strong><strong>se</strong>s/by-nc-sa/2.0/Si altera o transforma estaobra, <strong>se</strong> hará bajo unalic<strong>en</strong>cia idéntica a éstaVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 1


Con<strong>se</strong>jo A<strong>se</strong>sorIñaki Bárc<strong>en</strong>aMartí CaussaRamón Fernández DuránMont<strong>se</strong>rrat GalceránPepe GutiérrezPedro IbarraPetxo IdoyagaLadislao MartínezMaría Jesús MirandaJusta MonteroDaniel PereyraJaime PastorEnric PratMiguel UrbanBegoña ZabalaRedacciónJo<strong>se</strong>p Maria Ant<strong>en</strong>tasG. BusterAndreu CollAntonio CrespoJosu EgireunManolo GaríAlberto NadalCarm<strong>en</strong> OchoaMiguel RomeroCarlos SevillaPilar SotoPedro V<strong>en</strong>eroEsther VivasDi<strong>se</strong>ño originalJerôme Oudin &Susanna ShannonMaquetawww.tresmallosistemas.comcon software libre: op<strong>en</strong>office.orgRedacciónC./ Limón, 20 – Bajo ext-dcha.28015 MadridTel. y Fax: 91 559 00 91Administracióny suscripcionesJosu Egireun. Tel.: 630 546 782ImprimePerfil Gráfico, S.L.C./ Medea, 4 – 1.º C - Edificio Ecu, MadridDL: B-7852-92ISSN: 1133-5637www.vi<strong>en</strong>tosur.infovi<strong>en</strong>tosur@vi<strong>en</strong>tosur.infoPuntos de difusión de VIENTO SURAsturiesConceyu AbiertuLa Gascona, 12 baxu A33001 UviéuTi<strong>en</strong>da de Comerciu Xustu“L’Arcu la Vieya”El Postigu Altu 14, baxu33009 UviéuBarcelonaXarxa de Consum Solidari -Ciutat VellaPl. Sant Agustí Vell nº 1508003 BarcelonaXarxa de Consum Solidari -EixampleRocafort, 19808029 BarcelonaLa C<strong>en</strong>tral del RavalElisabets nº 608001 Barcelona.Llibreria Docum<strong>en</strong>taCard<strong>en</strong>al Casañas nº 408002 BarcelonaLaiePau Claris 8508010 BarcelonaEspai IcariaArc de Sant Cristófol, 11-2308003 BarcelonaLa C<strong>en</strong>tralMallorca, 237080038 BarcelonaBilbaoLibrería CámaraEuskalduna, 648008 BilbaoElkar-Poza, Herriak SLLic<strong>en</strong>ciado Poza, 1148008 BilbaoGranadaLibrerías PicassoObispo Hurtado, 518002 GranadaMadridLibrería Fu<strong>en</strong>tetajaSan Bernardo nº 4828015 MadridLibrería Antonio MachadoFernando VI nº 1728004-MadridLibrería Rafael AlbertiTutor nº 5728008 MadridLibrería Facultad de Ci<strong>en</strong>ciasPolíticas y SociologíaUniversidad Complut<strong>en</strong><strong>se</strong>Campus de SomosaguasTraficantes de sueñosEmbajadores nº 3528012 MadridLa LibreArgumosa nº 3928012 MadridKioskoSan Millán / Plaza Cascorro28012 MadridPamplona-IruñeaZabaldi (Casa Solidaridad)Navarrería, 23, bajo31001 IruñeaSevillaAt<strong>en</strong>eo Tierra y LibertadMiguel Cid, 45SevillaVitoria-GasteizESKBeethov<strong>en</strong>, 10, bajo.01012 Vitoria/GasteizZaragozaBar BirostaUniversidad, 350001 ZaragozaBar Barrio <strong>Sur</strong>San Jorge, 2950001 ZaragozaAsociación Cultural Bº VerdeDr. Palomar, 2950001 ZaragozaPapelería GerminalSepulcro, 2150001 ZaragozaLibrería AntígonaPedro Cerbuna, 2550009 ZaragozaLibrería CálamoPlaza San Francisco, 450009 ZaragozaKioskos- Plaza San Francisco50009 Zaragoza- c/ San Juan de la Cruz, 350009 ZaragozaPropuesta gráfica de este númeroMIKE ALEWITZ (1951) es un conocido muralista norteamericano.Es profesor y director artístico del Labor Art & MuralProject de la C<strong>en</strong>tral Connecticut State University. Su obra<strong>se</strong> <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra recogida <strong>en</strong> el volum<strong>en</strong> INSURGENT IMAGES:The Agitprop Murals of Mike Alewitz (Monthly Review Press).Reproducimos una versión <strong>en</strong> blanco y negro de sus muralesLabor Solidarity Has No Borders, An Injury to One Is an Injuryto All, y The mural at Kufr Qara.2 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


alvuelo“Chávez recibe amplios poderes después de prometer socialismo o muerte.Ci<strong>en</strong>tos de v<strong>en</strong>ezolanos hac<strong>en</strong> cola ante consulados occid<strong>en</strong>tales para abandonarel país”. Así “informaba” a sus lectores el “periódico de refer<strong>en</strong>cia” sobre la aprobaciónpor el Parlam<strong>en</strong>to v<strong>en</strong>ezolano de la Ley Habilitante, un procedimi<strong>en</strong>to constitucionalque otorga amplios poderes legislativos al presid<strong>en</strong>te de la República (ElPaís, 1/02/2007). El proceso de “copeización” del abanderado de la “pr<strong>en</strong>sa progresista”,y del grupo que <strong>en</strong>cabeza, <strong>se</strong> muestra con todo su espl<strong>en</strong>dor cuando <strong>se</strong>ocupa de los temas que afectan a su doctrina política (como sucede tradicionalm<strong>en</strong>tecon su tratami<strong>en</strong>to del “conflicto vasco”) y, más aún, a los intere<strong>se</strong>s empresarialesde Prisa (como sucede con el tratami<strong>en</strong>to de los medios de comunicaciónpúblicos). En el caso de V<strong>en</strong>ezuela, como también <strong>en</strong> Bolivia, y ahora <strong>en</strong> Ecuador,<strong>se</strong> combinan los dos y la gro<strong>se</strong>ría de la manipulación de la realidad desborda cualquierlímite. ¿Abandonar El País? No es mala idea. En cualquier caso, la autonomíainformativa respecto al dúo SER-El País es una condición para que puedadesarrollar<strong>se</strong> la izquierda alternativa, social y políticam<strong>en</strong>te.El at<strong>en</strong>tado del 30-D nos conmocionó cuando ya el sumario de la revista impresaestaba cerrado. Volveremos sobre sus con<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> el próximo número,como es habitual cuando <strong>se</strong> produc<strong>en</strong> acontecimi<strong>en</strong>tos importantes que requier<strong>en</strong> untratami<strong>en</strong>to, más allá de la actualidad inmediata, <strong>en</strong> una revista como la nuestra. Peroesta vez, hemos introducido una novedad que vamos a procurar incorporar <strong>en</strong> lo sucesivoa nuestro trabajo: la página web www.vi<strong>en</strong>tosur.info incluyó a los pocos díasdel at<strong>en</strong>tado un amplio dossier, del cual dimos cu<strong>en</strong>ta a los suscriptores que figuran<strong>en</strong> nuestra lista de correo electrónico. El proyecto es pot<strong>en</strong>ciar la web y convertirlano <strong>en</strong> lugar “para lo que no sale <strong>en</strong> la revista impresa”, sino <strong>en</strong> el medio desde el queVIENTO SUR <strong>se</strong> ocupa de la actualidad inmediata, mediante informaciones y opinionesque <strong>se</strong>rán posteriorm<strong>en</strong>te desarrollados <strong>en</strong> la revista impresa.Volvi<strong>en</strong>do a V<strong>en</strong>ezuela, Jo<strong>se</strong>p Maria Ant<strong>en</strong>tas ha hecho una “visita militante” alpaís que repre<strong>se</strong>nta hoy, especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> América Latina, el desm<strong>en</strong>tido político másradical al primer mandami<strong>en</strong>to del neoliberalismo: TINA (There Is Not Alternative;No hay alternativa). Hemos dedicado ya muchas páginas al proceso v<strong>en</strong>ezolano (porejemplo, <strong>en</strong> el Plural de nº 85; también el Plural de este número lo ti<strong>en</strong>e como telón defondo). Lo <strong>se</strong>guiremos haci<strong>en</strong>do porque la influ<strong>en</strong>cia y la complejidad del “bolivarismo”así lo exige. El artículo de Ant<strong>en</strong>tas ayuda a compr<strong>en</strong>der la situación abierta tras larotunda victoria de Chaves <strong>en</strong> las reci<strong>en</strong>tes elecciones presid<strong>en</strong>ciales.En muchos paí<strong>se</strong>s europeos están <strong>en</strong> curso importantes dinámicas de recomposiciónpolítica a la izquierda de la socialdemocracia (aquí somos, de mom<strong>en</strong>to ylam<strong>en</strong>tablem<strong>en</strong>te, la excepción). En <strong>Alemania</strong> hay que considerar dos acontecimi<strong>en</strong>tos:VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 3


la crisis del Partido Verde y los proyectos de creación de una nueva formación políticade “izquierda socialista”. Frieder Otto Wolf es desde hace muchos años una refer<strong>en</strong>ciade la “izquierda verde”; sus estudios y opiniones vi<strong>en</strong><strong>en</strong> si<strong>en</strong>do desde hace añosmateriales necesarios para compr<strong>en</strong>der al Partido Verde y la corri<strong>en</strong>te que repre<strong>se</strong>nta.Ahora ha escrito para Socialist Register un ext<strong>en</strong>so estudio sobre la “experi<strong>en</strong>cia verdealternativa” (muy descalificador, por cierto, hacia otras experi<strong>en</strong>cias “alternativas”) yha t<strong>en</strong>ido el gesto amistoso, que agradecemos mucho, de autorizarnos su publicación<strong>en</strong> castellano. Por otra parte, publicamos también docum<strong>en</strong>tos sobre una de las corri<strong>en</strong>tespolíticas que <strong>se</strong> están formando d<strong>en</strong>tro de la WASG (Arbeit& Sociale Gerechtigkeit-DieWahlanternative. Trabajo y Justicia Social. La elección alternativa), sobre laba<strong>se</strong> de una, al m<strong>en</strong>os extraña, combinación de marxismo y keynesianismo.Dos artículos más completan la <strong>se</strong>cción internacional. Sergio Rodríguez analizael los hechos y el significado de la rebelión de Oaxaca desde un <strong>en</strong>foque zapatista.David Llistar estudia los intere<strong>se</strong>s que están <strong>en</strong> juego <strong>en</strong> la “cooperación al desarrollo”,un tema al que dedicamos m<strong>en</strong>os at<strong>en</strong>ción de la que merece (pero que yafue objeto <strong>en</strong> el nº 88 de un texto de Enrique V<strong>en</strong>egas referido a la experi<strong>en</strong>cia particularde la cooperación canaria hacia África subsahariana).Hace unos años <strong>se</strong> llegó a p<strong>en</strong>sar que España era una excepción respectoal desarrollo de la extrema derecha como fuerza política autónoma, característicade numerosos paí<strong>se</strong>s europeos. Ahora la situación parece mucho más abierta y, <strong>en</strong>todo caso, es ya evid<strong>en</strong>te que la extrema derecha, <strong>en</strong> <strong>se</strong>ntido ideológico y militante,está progresando <strong>en</strong> su influ<strong>en</strong>cia social y <strong>en</strong> el activismo de sus comandos, hasta nivelesmás que preocupantes. Miguel Urbán hace un análisis militante de este am<strong>en</strong>azador<strong>en</strong>emigo.Por su parte, Pedro Montes y Diosdado Toledano escrib<strong>en</strong> sobre la situación socialy los sindicatos, desde un punto de vista de “ izquierda sindical”.Finalm<strong>en</strong>te, una noticia triste. Ha muerto <strong>en</strong> Cuba Xavier Langlade, Toussaint,un arquetipo del g<strong>en</strong>eroso trosko-guevarismo del 68, que fue un camarada y unamigo solidario de viejos militantes de la Liga, siempre dispuesto para echar unamano allí donde <strong>se</strong> le necesitaba, incluso cuando había que correr riesgos, o mejor dicho,sobre todo cuando había que correr riesgos.4 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


1eldesord<strong>en</strong>global<strong>Alemania</strong>Cay<strong>en</strong>do otro poco por la p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tedeslizante de la democraciaparlam<strong>en</strong>taria…¿Se pued<strong>en</strong> apr<strong>en</strong>der lecciones de la experi<strong>en</strong>ciade la izquierda verde-alternativa <strong>en</strong> <strong>Alemania</strong>? (I)Frieder Otto WolfDurante los primeros años och<strong>en</strong>ta del siglo XX, un hecho emblemático tuvo lugar<strong>en</strong> Hamburgo, al norte de <strong>Alemania</strong>: después de dec<strong>en</strong>ios de sil<strong>en</strong>cio sobre el <strong>en</strong>v<strong>en</strong><strong>en</strong>ami<strong>en</strong>tode trabajadores y medio ambi<strong>en</strong>te a través de dioxinas y furanos, quehabía estado produciéndo<strong>se</strong> <strong>en</strong> una planta química local, algunas de las mujeres cuyosmaridos trabajadores padecían el estadio inicial del cloracné, o “<strong>en</strong>fermedad deSeveso”, <strong>se</strong> pusieron <strong>en</strong> contacto con la oficina <strong>en</strong> Hamburgo de la recién fundada“Lista Verde Alternativa” (que constituiría, posteriorm<strong>en</strong>te, la rama del PartidoVerde alemán <strong>en</strong> dicha ciudad). Aquello no podía <strong>se</strong>guir así, d<strong>en</strong>unciaban: sus marido<strong>se</strong>staban v<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do la salud a la empresa, dejándolas sin otra perspectiva que<strong>se</strong>r amas de casa al cuidado de sus maridos <strong>en</strong>fermos y después convertir<strong>se</strong> <strong>en</strong> viudasprematuras. ¡El nuevo partido debía hacer algo al respecto!Se daban cita todos los elem<strong>en</strong>tos que habían configurado los sueños y esperanzasde la nueva formación política: radicalismo de cla<strong>se</strong> obrera, preocupación porla destrucción ecológica causada por las grandes industrias del capitalismo, dim<strong>en</strong>siónfeminista -y la apertura de nuevos terr<strong>en</strong>os de lucha <strong>en</strong> el proceso de construccióndel partido-. Claram<strong>en</strong>te, no <strong>se</strong> trataba del ambi<strong>en</strong>talismo de cla<strong>se</strong> mediapropio de privilegiados que disponían de ocio y libertad sufici<strong>en</strong>te para preocupar<strong>se</strong>por una naturaleza idealizada. Parecía más bi<strong>en</strong> el germ<strong>en</strong> de un r<strong>en</strong>ovado anticapitalismoa partir de luchas cotidianas, utilizando las dinámicas combinadas delos movimi<strong>en</strong>tos obrero, feminista y ecologista para alcanzar niveles mayores deradicalización política, y culminando <strong>en</strong> la construcción de un nuevo tipo de “partidode nuevo tipo” -vale decir, un nuevo comi<strong>en</strong>zo para la política antisistema <strong>en</strong> lasVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 5


metrópolis, sólo equiparable al nacimi<strong>en</strong>to de la II Internacional a partir de las c<strong>en</strong>izasde la I Internacional de los Trabajadores <strong>en</strong> los años nov<strong>en</strong>ta del siglo XIX /1.Y esto sucedía <strong>en</strong> <strong>Alemania</strong>, donde la decad<strong>en</strong>cia del estado-nación, la autoimpuestadesaparición del imperialismo germano y el fracaso histórico del estalinismo-simbolizado por el Muro de Berlín- parecían haber ocasionado un profundo distanciami<strong>en</strong>torespecto de las políticas tradicionales, y donde la rebelión juv<strong>en</strong>il yestudiantil de los años <strong>se</strong><strong>se</strong>nta había com<strong>en</strong>zado a “revolucionar” una cultura tradicionalm<strong>en</strong>teautoritaria y una educación ori<strong>en</strong>tada a la sumisión ciega /2.Un cuarto de siglo después, retrospectivam<strong>en</strong>te, todo esto parece haber sido merailusión, como fantasmas a la deriva d<strong>en</strong>tro de sueños imposibles.Los Verdes alemanes, partido de gobierno (<strong>en</strong> el Gobierno federal) desde el año2002 al 2005, han competido <strong>en</strong> la búsqueda de respetabilidad internacional <strong>en</strong> una<strong>Alemania</strong> reunificada: asumi<strong>en</strong>do compartir una r<strong>en</strong>ovada “carga del HombreBlanco” -por ejemplo mandando tropas a Kosovo o Afganistán, y <strong>en</strong> breve, al Congo-,o <strong>en</strong>viando a la Marina a participar <strong>en</strong> controles “antiterroristas” <strong>en</strong> el Cuernode África. La mayoría de los antiguos pacifistas radicales han conferido legitimidadal “interv<strong>en</strong>cionismo humanitario” de la OTAN contra Serbia; y los antiguos ecologistasradicales y activistas antinucleares han otorgado a la industria nuclear alemanauna garantía de amortización del capital invertido, como contrapartida por unapromesa de supresión progresiva de la <strong>en</strong>ergía nuclear plasmada <strong>en</strong> ley. El grupoparlam<strong>en</strong>tario de los Verdes alemanes <strong>en</strong> el Parlam<strong>en</strong>to federal y los dirig<strong>en</strong>tes delpartido han puesto afanosam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> práctica “reformas” neoliberales, <strong>en</strong> coalicióncon un partido socialdemócrata donde ha prevalecido la traducción al alemán delblairismo británico (exceptuando el descarnado <strong>en</strong>tusiasmo bélico de este último)/3. Tras las elecciones federales del otoño de 2005, que perdieron sus socios socialdemócratas,algunos dirig<strong>en</strong>tes parlam<strong>en</strong>tarios verdes com<strong>en</strong>zaron a discutir sobreel retorno al gobierno participando <strong>en</strong> coaliciones de c<strong>en</strong>troderecha.D<strong>en</strong>tro de los -muy debilitados- movimi<strong>en</strong>tos sociales de la <strong>Alemania</strong> contemporánea,su caso <strong>se</strong> cita para disuadir de cualquier int<strong>en</strong>ción de interv<strong>en</strong>ir <strong>en</strong> políticasde partido. Su ejemplo negativo sirve de hecho para reforzar los prejuicios contra elnuevo partido de izquierdas alemán que está ahora formalizándo<strong>se</strong>, tras su impresionanteprimera aparición <strong>en</strong> las elecciones federales del 2005, y que todavía ti<strong>en</strong>eque dep<strong>en</strong>der demasiado de la her<strong>en</strong>cia organizativa e ideológica de la RDA (RepúblicaDemocrática Alemana) /4, mi<strong>en</strong>tras que está lejos de haber concluido elproceso de autocrítica necesario para superar las tradiciones del estalinismo teóricoy práctico.¿Se puede apr<strong>en</strong>der algo de este fracaso? Quiero decir, algo más que el hecho deque la “excepción de <strong>Alemania</strong> Occid<strong>en</strong>tal” tras la derrota de la <strong>Alemania</strong> nazi-donde a amplios <strong>se</strong>ctores de las jóv<strong>en</strong>es g<strong>en</strong>eraciones les pareció atractivo excluir<strong>se</strong>tanto de la tradición del estado-nación alemán (prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te, sólo, de 1871) comode las garras de la vieja izquierda, la cual había perdido su pot<strong>en</strong>cial de hegemonía6 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


por partida doble (por un lado, tras la ‘modernización’ socialdemócrata a finales delos cincu<strong>en</strong>ta, y por otro con la declaración pública de derrota que significaba parael comunismo oficial la construcción del Muro a lo largo de <strong>Alemania</strong>, destinado a<strong>en</strong>cerrar <strong>en</strong> su interior a los ciudadanos), dejando espacio considerable para una“izquierda alternativa” que <strong>se</strong> imaginaba a sí misma no nacional y libre para inv<strong>en</strong>taro construir líneas de tradición con las que id<strong>en</strong>tificar<strong>se</strong> /5- ha sido mucho másimaginaria de lo que nunca imaginaron qui<strong>en</strong>es participaban <strong>en</strong> ella.Más allá de la simple afirmación de que no hay mejor forma de apr<strong>en</strong>dizaje estratégicoque el análisis de las derrotas y fracasos del pasado, considero que <strong>se</strong> pued<strong>en</strong>extraer algunas lecciones específicas de esta experi<strong>en</strong>cia histórica /6. Resultaránmás claras usándolas para com<strong>en</strong>tar dos reci<strong>en</strong>tes interv<strong>en</strong>ciones <strong>en</strong> el nuevo debateque sobre la construcción de partidos que parece abrir<strong>se</strong> internacionalm<strong>en</strong>te y <strong>en</strong>los Estados Unidos.La “problematique” del nuevo partido tras losaños <strong>se</strong><strong>se</strong>nta del siglo XXPara muchos fue una sorpresa que tras la rebelión juv<strong>en</strong>il de alcance mundial <strong>en</strong> losaños <strong>se</strong><strong>se</strong>nta, la construcción de partidos <strong>se</strong> convirtió <strong>en</strong> una cuestión de primer ord<strong>en</strong><strong>en</strong> todos los lugares donde las iniciativas espontáneas de la “nueva ola” deoposición radical no podían <strong>se</strong>r aplastadas. Resulta útil distinguir dos razones paraeste inesperado giro por parte de g<strong>en</strong>tes que pocos años antes parecían meros “hippies”o “rebeldes culturales”. De hecho, son dos cuestiones profundam<strong>en</strong>te distintasaunque habitualm<strong>en</strong>te <strong>se</strong> las agrupe bajo la rúbrica de “el partido”: el problemade organizar la práctica de una multitud de manera que <strong>se</strong>a posible desbordar deforma duradera los límites de la cla<strong>se</strong> media urbana y bohemia, y desafiar las relacionesde poder establecidas <strong>en</strong> una sociedad dada, y el problema de participar deforma efectiva <strong>en</strong> la política electoral como un mecanismo c<strong>en</strong>tral de la reproducciónde esas relaciones de poder. La izquierda tradicional, <strong>en</strong> realidad, había desarrolladodos formas distintas de conectar ambas cuestiones: por una parte, creandoun <strong>en</strong>torno organizativo y cultural integrado que sust<strong>en</strong>taba una contracultura obreracapaz de conectar la vida diaria con “el partido” a través de un <strong>se</strong>ntido de lealtadde cla<strong>se</strong> (lo cual <strong>se</strong> tornaría difícil cada vez que la escisión <strong>en</strong>tre los partidos comunistay socialdemócrata reveló fracturas d<strong>en</strong>tro de la cla<strong>se</strong> obrera, tal como sucediera<strong>en</strong> la <strong>Alemania</strong> de la República de Weimar). Y por otra parte, a través de unarelación <strong>en</strong>tre organizaciones de “fr<strong>en</strong>te legal” y organizaciones conspirativas depolíticos profesionales (desarrollada por la izquierda europea <strong>en</strong> las represionesque siguieron a los movimi<strong>en</strong>tos revolucionarios de1848, después cultivada por elSPD -Partido Socialdemócrata de <strong>Alemania</strong>- contra la per<strong>se</strong>cución de Bismarck aprincipios de los años nov<strong>en</strong>ta del siglo XIX, y finalm<strong>en</strong>te sistematizada por L<strong>en</strong>in<strong>en</strong> sus ideas acerca del “partido de nuevo tipo”).Pero ambas conexiones habían dejado de funcionar. La primera, porque -y <strong>en</strong> lamisma medida <strong>en</strong> que- la cultura de masas “fordista” del consumismo capitalistaVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 7


as que int<strong>en</strong>taban “reconstruir” el partido de la cla<strong>se</strong> obrera que supuestam<strong>en</strong>te habíasido destruido por la “traición” de los grupos dirig<strong>en</strong>tes socialdemócratas o estalinistas.Esto resultó <strong>se</strong>r bastante improductivo: no condujo ni a pre<strong>se</strong>nciasignificativa alguna <strong>en</strong> la cla<strong>se</strong> obrera, ni a formas de organización realm<strong>en</strong>te innovadoras,y más bi<strong>en</strong> <strong>se</strong> t<strong>en</strong>dió reproducir viejas formas organizativas ya obsoletaspor los avances <strong>en</strong> tecnologías de comunicación (fotocopiadoras, faxes y ord<strong>en</strong>adores)y transporte (coches baratos y ampliam<strong>en</strong>te ext<strong>en</strong>didos, que facilitaban viajarlargas distancias <strong>en</strong> auto-stop, y posteriorm<strong>en</strong>te, viajes económicos de avión y tr<strong>en</strong>para los jóv<strong>en</strong>es y estudiantes), así como por las formas políticas de la emerg<strong>en</strong>tedemocracia liberal con sufragio universal, que tornó la c<strong>en</strong>sura política y el fraudeelectoral abierto progresivam<strong>en</strong>te más difícil (es decir, costoso <strong>en</strong> términos políticos,aunque no imposible técnicam<strong>en</strong>te, como ha ilustrado la reci<strong>en</strong>te historia electoralde los Estados Unidos).En <strong>Alemania</strong>, la derrota pública de un activismo que usaba medios viol<strong>en</strong>tos <strong>se</strong>hizo evid<strong>en</strong>te para todos los <strong>se</strong>ctores de la sociedad <strong>en</strong> el otoño de 1977: tras su aislami<strong>en</strong>topolítico, todos los tipos de guerrilla urbana fueron reprimidos con éxitopor una policía modernizada. No obstante, esta derrota no coincidió con un desc<strong>en</strong>sode la militancia de ba<strong>se</strong> como tal: la mayor parte de una juv<strong>en</strong>tud ampliam<strong>en</strong>teradicalizada continuó marchando por <strong>se</strong>nderos de resist<strong>en</strong>cia más locales y programáticam<strong>en</strong>te“no viol<strong>en</strong>tos” casi durante otra década /9. Esto cambió profundam<strong>en</strong>teel c<strong>en</strong>tro de gravedad del “debate organizativo” <strong>en</strong> <strong>Alemania</strong>: desde laconstrucción de una vanguardia más o m<strong>en</strong>os conspirativa hacia la cuestión de lapolítica de masas. Y aquí, <strong>en</strong> un principio <strong>en</strong> el ámbito local sobre todo, el procesoelectoral y las formas exist<strong>en</strong>tes de política institucionalizada <strong>se</strong> hicieron visibles.La historia de los Verdes alemanesa vista de pájaroAntes de desarrollar líneas de discusión más sistemáticas, precisamos alguna narraciónempírico-histórica para recordar al lector o lectora de qué estamos hablandoconcretam<strong>en</strong>te /10.Desde 1976 hasta la mitad de los años och<strong>en</strong>ta los Verdes emergieron como fuerzaparlam<strong>en</strong>taria <strong>en</strong> la República Federal de <strong>Alemania</strong>, desarrollándo<strong>se</strong> a partir detoda una <strong>se</strong>rie de iniciativas electorales locales y regionales que <strong>se</strong> autod<strong>en</strong>ominabanverdes, alternativas, multicolores o listas de ciudadanos y que int<strong>en</strong>taban traducirlas preocupaciones cotidianas de los nuevos movimi<strong>en</strong>tos sociales <strong>en</strong>repre<strong>se</strong>ntación política /11. Este ext<strong>en</strong>so “movimi<strong>en</strong>to electoral” reagrupó principalm<strong>en</strong>tea activistas de los Basisgrupp<strong>en</strong> [grupos de ba<strong>se</strong>], las difer<strong>en</strong>tes variantesregionales de las organizaciones maoístas de corta vida que procedían de los movimi<strong>en</strong>to<strong>se</strong>studiantiles, junto con “notables” cooptados tácticam<strong>en</strong>te, con oríg<strong>en</strong>e<strong>se</strong>n la derecha algunos de ellos. Esto resultó mucho más decisivo para el surgimi<strong>en</strong>todel partido que los int<strong>en</strong>tos más o m<strong>en</strong>os “golpistas” de ocupar desde arriba suespacio político, que estuvieron repre<strong>se</strong>ntados por la Grüne Aktion Zukunft de Her-VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 9


ert Gruhl, o la iniciativa de una lista verde de candidatos para las elecciones europeasde 1979, aglutinada <strong>en</strong> torno a Petra Kelly.El congreso fundacional del partido de 1980 logró una precaria unidad de fuerzas“verdes” y “alternativas”, con fuertes principios de democracia de ba<strong>se</strong> como garantíacontra cualquiera que quisiera “tomar el poder”. El muy publicitado problemade la pre<strong>se</strong>ncia de un ala derecha <strong>en</strong>tre los Verdes (o de que su surgimi<strong>en</strong>tohubie<strong>se</strong> convertida <strong>en</strong> obsoleta la división izquierda/ derecha) resultó <strong>se</strong>r inexist<strong>en</strong>te,ya que la mayoría de los activistas no prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes directam<strong>en</strong>te de los movimi<strong>en</strong>tospacifistas y ecologistas de aquel periodo, situados g<strong>en</strong>éricam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> laizquierda, habían ganado su experi<strong>en</strong>cia política previa <strong>en</strong> iniciativas políticas deba<strong>se</strong>, llegando hasta jóv<strong>en</strong>es socialistas o jóv<strong>en</strong>es liberales disid<strong>en</strong>tes.Después de su <strong>en</strong>trada <strong>en</strong> el Bundestag [Parlam<strong>en</strong>to Federal] <strong>en</strong> 1983 la oposición<strong>en</strong>tre izquierda y derecha, <strong>en</strong>tre “rojos” y “verdes”, deja de de<strong>se</strong>mpeñar papelpolítico alguno <strong>en</strong>tre los Verdes alemanes. En su lugar, el debate estratégico d<strong>en</strong>trodel partido /12 opone a una minoría de realos [realistas], qui<strong>en</strong>es lanzan la estrategiade participación parlam<strong>en</strong>taria pl<strong>en</strong>a con el propósito de formar coalición de gobiernocon los socialdemócratas, fr<strong>en</strong>te a una mayoría de <strong>se</strong>dic<strong>en</strong>tes fundis [fundam<strong>en</strong>talistas]que prefier<strong>en</strong> la estrategia parlam<strong>en</strong>taria de provocar una crisis de gobierno,donde algunos de ellos verían la posibilidad de emplear su pre<strong>se</strong>ncia parlam<strong>en</strong>tariapara negociar su apoyo a gobiernos <strong>en</strong> minoría (“estrategia de tolerancia”). Todo elproceso va acompañado por un debate de alto nivel d<strong>en</strong>tro de la nueva izquierda alemana<strong>en</strong> expansión -c<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> el congreso de Rudolph Bahro <strong>en</strong> 1979 y los congresossocialistas subsigui<strong>en</strong>tes, que ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> parte como resultado el int<strong>en</strong>to de a<strong>se</strong>ntarla revista m<strong>en</strong>sual de izquierda verde Moderne Zeit<strong>en</strong> (Tiempos modernos, 1981-1984), donde <strong>se</strong> agrupan un número considerable de futuros líderes verdes.Desde mediados de los och<strong>en</strong>ta y hasta 1989, los fundis van perdi<strong>en</strong>do una ori<strong>en</strong>taciónestratégica clara, mi<strong>en</strong>tras que la participación de Joschka Fischer <strong>en</strong> el gobiernoregional de Hes<strong>se</strong>, incluy<strong>en</strong>do la prueba práctica de la capacidad de romper la alianzagubernam<strong>en</strong>tal si ello <strong>se</strong> muestra necesario, increm<strong>en</strong>tó la credibilidad de la estrategiarealo. Esto condujo a una realineación d<strong>en</strong>tro de la izquierda verde: el Foro de lzquierdas,formado por los pragmáticos municipales /13 y regionales de izquierdasque <strong>se</strong> habían quedado solos al c<strong>en</strong>trar<strong>se</strong> los dirig<strong>en</strong>tes izquierdistas <strong>en</strong> la pugna <strong>en</strong>trerealos y fundis, por los partidarios de la “estrategia de tolerancia” d<strong>en</strong>tro de los fundis,y por un grupo de extrotskistas afiliados al partido. El Foro de Izquierdas <strong>se</strong> c<strong>en</strong>tró<strong>en</strong> los cont<strong>en</strong>idos de la política que debían propugnar los Verdes, <strong>en</strong> lugar de <strong>en</strong> lacuestión de la participación <strong>en</strong> el gobierno. El pequeño grupo “Aufbruch” abogó porponer fin “desde abajo” al bloqueo fundi-realo d<strong>en</strong>tro del partido -aunque que al finalresultó <strong>se</strong>r una de las puntas de lanza para la introducción de ideas neoliberales d<strong>en</strong>trode los Verdes, bajo el disfraz de “libertarianismo”. En esta breve fa<strong>se</strong>, que duróhasta las primeras elecciones g<strong>en</strong>erales <strong>en</strong> la <strong>Alemania</strong> recién unificada, el Foro deIzquierdas abrigaba esperanzas de condicionar un acuerdo de coalición anticipada10 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


con un SPD inclinado a la izquierda bajo la batuta de Oskar Lafontaine, lo cual parecíaofrecer una salida productiva, aunque profundam<strong>en</strong>te reformista, a la crisis delfordismo -bajo la consigna g<strong>en</strong>eral de un nuevo New Deal que fue<strong>se</strong> “eco-social”.Todo ello finalizó con el sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de la unificación alemana.Desde 1990 hasta 1994, el Foro de Izquierdas <strong>se</strong> vio obligado a salvar al partidooccid<strong>en</strong>tal de la debacle que supusieron las elecciones de 1990, alcanzando una treguacon los realos, después de que los fundis hubie<strong>se</strong>n abandonado, y trabajandopara integrar la nueva familia partidaria consist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el partido verde germanooccid<strong>en</strong>tal,los herederos de los movimi<strong>en</strong>tos cívicos de la República DemocráticaAlemana, y el pequeño partido verde germano-ori<strong>en</strong>tal. Sin la pre<strong>se</strong>ncia de las fuerzasde izquierda que habían abandonado el partido -bajo el liderazgo de Jutta Ditfurth,qui<strong>en</strong> <strong>en</strong> vano int<strong>en</strong>tó construir una organización electoral competitiva-, conla promesa apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te brindada por la “ext<strong>en</strong>sión occid<strong>en</strong>tal” del PDS (Partidodel Socialismo Democrático) -que <strong>se</strong> había constituido a partir del antiguo SED, elPartido Socialista Unificado que fue partido de Estado <strong>en</strong> la RDA-, y con la fuertedesori<strong>en</strong>tación que paralizaba a la sociedad civil <strong>en</strong> lo concerni<strong>en</strong>te a las alternativasde izquierda, esto no ha resultado <strong>se</strong>r más que una prolongada acción de retaguardia,aplazando la final hegemonía del ala realo durante unos ocho años.Lo mismo puede decir<strong>se</strong> del “Círculo de Babelsberg” y su red de militantes radicales,que consiguieron mant<strong>en</strong>er viva la izquierda verde, reforzada por partidarios de losVerdes de la ex RDA, hasta su derrota, <strong>en</strong> 1998, <strong>en</strong> la cuestión de Kosovo. Se las arreglaronpara cont<strong>en</strong>er, durante algún tiempo, la corri<strong>en</strong>te de concepciones neoliberale<strong>se</strong>n economía y política social d<strong>en</strong>tro de los Verdes, y fueron capaces de formular unpacifismo político capaz de dar cuerpo a una “política exterior” verde a la vez realista yradical, al mismo tiempo que mant<strong>en</strong>ían y desarrollaban los contactos internacionalescon otras fuerzas de izquierdas, verdes y alternativas de Europa. Pero ya <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>tode la formación del primer gobierno federal del SPD con los Verdes, <strong>en</strong> 1998, prevalecíala influ<strong>en</strong>cia de Joschka Fischer y sus realos -sobre todo d<strong>en</strong>tro del grupo parlam<strong>en</strong>tario,aunque todavía <strong>se</strong> veían obligados a guardar, por lo m<strong>en</strong>os, una apari<strong>en</strong>cia deigualdad con la izquierda verde. No obstante, la izquierda verde ha sucumbido, finalm<strong>en</strong>te,fr<strong>en</strong>te a la combinación de tácticas realo y propaganda mediática <strong>en</strong> apoyo deun “interv<strong>en</strong>cionismo humanitario” belicista- <strong>en</strong> nombre del antifascismo.Desde 1998 el ala realo, junto con un grupo de “izquierdistas gubernam<strong>en</strong>tales” lideradopor ministros y parlam<strong>en</strong>tarios (federales y europeos), ha estado dirigi<strong>en</strong>do alos Verdes alemanes, y ha g<strong>en</strong>erado los resultados referidos al comi<strong>en</strong>zo de este <strong>en</strong>sayo.No ti<strong>en</strong><strong>en</strong> opción de sustituir al Partido Liberal como bisagra del sistema departidos alemán. Dado que todavía repre<strong>se</strong>ntan a un <strong>se</strong>ctor importante del electorado-los profesionales de los <strong>se</strong>rvicios sociales, y la cohorte de edad correspondi<strong>en</strong>te a losya viejos “nuevos movimi<strong>en</strong>tos sociales”- no es de suponer que vayan a desaparecer.Pero <strong>se</strong> <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tan a un nuevo reto parlam<strong>en</strong>tario, porque <strong>en</strong> el emerg<strong>en</strong>te sistema alemánde cinco partidos dep<strong>en</strong>derá <strong>en</strong> gran medida de su decisión el que <strong>se</strong> forme unacoalición de izquierdas (el nuevo Partido de Izquierdas, socialdemócratas y verdes), oVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 11


que una alianza de derechas alcance mayoría parlam<strong>en</strong>taria (compuesta por liberales,con<strong>se</strong>rvadores y verdes), o que vuelva a formar<strong>se</strong> una “gran coalición” (<strong>en</strong>tre con<strong>se</strong>rvadoresy socialdemócratas) evitando cualquiera de las opciones anteriores.El problema con las explicaciones exist<strong>en</strong>tessobre el fracaso de los Verdes alemanes comoproyecto político de transformaciónNo com<strong>en</strong>taré la amplia literatura exist<strong>en</strong>te sobre la integración de los Verdes alemane<strong>se</strong>n la actual constelación de dominación /14. Ello involucraría al lector o lectora<strong>en</strong> una batalla de perspectivas ex post bastante fútil, muchas de las cuales nadati<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con cualquier perspectiva de transformación emancipatoria. En vezde eso, int<strong>en</strong>taré discutir las explicaciones y argum<strong>en</strong>tos que típicam<strong>en</strong>te recorr<strong>en</strong>esta literatura, o los debates públicos <strong>en</strong> <strong>Alemania</strong>, con la idea de construir poco apoco un marco adecuado para el debate sobre las lecciones que pued<strong>en</strong> sacar<strong>se</strong> delfracaso de los Verdes alemanes, <strong>en</strong> cuanto proyecto transformación emancipatoriaque pudiera empr<strong>en</strong>der<strong>se</strong> <strong>en</strong> un país capitalista líder.Com<strong>en</strong>cemos tal ejercicio de reflexión crítica con una dificultad real. Hay dos cla<strong>se</strong>sde problemas con las explicaciones exist<strong>en</strong>tes sobre la derrota de los Verdes germano-occid<strong>en</strong>talescomo fuerza política capaz de abrir una alternativa histórica fr<strong>en</strong>tea la pre<strong>se</strong>nte constelación de dominación capitalista. Por una parte, estas explicacionesti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a distorsionar la situación actual, a partir de la cual <strong>se</strong> ha buscado una<strong>se</strong>nda alternativa de cambio histórico: <strong>en</strong> lugar de analizarla <strong>en</strong> términos de contradiccionesirresueltas, hacia cuya resolución presionan luchas históricas, <strong>se</strong> hace refer<strong>en</strong>ciaa un estado de cosas totalm<strong>en</strong>te determinado que no admite alternativa realalguna -no hay bifurcaciones, sino sólo un avance de la historia (o de los procesos dereproducción biosférica) hacia delante. Por otra parte, parec<strong>en</strong> oscilar, invariablem<strong>en</strong>te,<strong>en</strong>tre explicar demasiado o demasiado poco: a m<strong>en</strong>udo <strong>se</strong> remit<strong>en</strong> a explicacione<strong>se</strong>structurales muy amplias -por ejemplo, el estatismo implícito <strong>en</strong> la formamisma de partido político, o a las deformaciones que conlleva el int<strong>en</strong>to de participar<strong>en</strong> el gobierno de un destacado país “imperialista”-, las cuales, si fue<strong>se</strong>n verdaderas,implicarían la imposibilidad de la forma partido como instrum<strong>en</strong>to de liberación, o laimposibilidad de cualquier transformación gradual <strong>en</strong> un país <strong>se</strong>mejante /15.Distorsionar y explicar demasiado. Esta cla<strong>se</strong> de argum<strong>en</strong>tación distorsiona la situacióng<strong>en</strong>eral, <strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que reduce indebidam<strong>en</strong>te la cla<strong>se</strong> de trabajadoresasalariados explotados por el capital a cierto tipo histórico de obreros industriales /16, <strong>en</strong> tanto que numerosos indicadores apuntan que los verdes (activistas, votantes yconstructores del partido) repre<strong>se</strong>ntan los <strong>se</strong>ctores más modernos de la cla<strong>se</strong> trabajadoraexplotada por el capital, complem<strong>en</strong>tada por funcionarios y empleados de los<strong>se</strong>rvicios públicos. Si <strong>se</strong> analiza <strong>en</strong> términos de género y cohortes de edad, esta “re<strong>se</strong>rvaverde” puede parecer, de hecho, más repre<strong>se</strong>ntativa de la cla<strong>se</strong> trabajadora realm<strong>en</strong>teexist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el corazón de los paí<strong>se</strong>s imperialistas que el electorado socialdemócratao comunista más tradicional. Es cierto que existe el problema real de la12 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


abogaban Marx y Engels. O bi<strong>en</strong>, pongamos por caso, resaltando la pre<strong>se</strong>ncia de unala derecha reaccionaria <strong>en</strong> los mismos comi<strong>en</strong>zos del movimi<strong>en</strong>to verde, y especialm<strong>en</strong>ted<strong>en</strong>tro de las iniciativas que empujaban hacia la forma partido, mucho antesde que ningún ciclo de recuperación pudiera haberlo aproximado al establishm<strong>en</strong>t. Ola fuerte pre<strong>se</strong>ncia de un pragmatismo municipalista <strong>en</strong> esos mismos comi<strong>en</strong>zos verdes,que desde siempre ha subvertido las posturas ideológicas universalizantes queestructuraban los debates políticos públicos.Frieder Otto Wolf fue parlam<strong>en</strong>tario europeo por el Partido Verde. Es uno de los autores deun texto de refer<strong>en</strong>cia de la "izquierda verde": Manifiesto ecosocialista, publicado <strong>en</strong> 1993 porLa Catarata.[La <strong>se</strong>gunda parte de este <strong>en</strong>sayo <strong>se</strong> publicará <strong>en</strong> el próximo número de VIENTO SUR]Traducción: Marta Beltrán Bahón.1/ La fundación de la Tercera Internacional, a partir de la Revolución de Octubre, funcionó de hecho como unamera división de las organizaciones exist<strong>en</strong>tes del movimi<strong>en</strong>to obrero vinculado a la Segunda Internacional. Lomismo fue el caso con las Internacionales posteriores. Los agrupami<strong>en</strong>tos de Estados que int<strong>en</strong>taron escapar de lalógica de la Guerra Fría nunca fueron más allá de la cooperación internacional. La solidaridad internacional detipo guevarista <strong>se</strong> quedó <strong>en</strong> proyección patética, sin adquirir nunca una forma organizativa tangible. Sólo con lasiniciativas internacionales <strong>en</strong> red del movimi<strong>en</strong>to (neo)zapatista y “antiglobalización”, <strong>en</strong> los años nov<strong>en</strong>ta del sigloXX, que han convergido <strong>en</strong> los Foros Sociales Mundiales y a partir de ahí <strong>en</strong> iniciativas contin<strong>en</strong>tales, nacionalesy regionales, ha surgido una nueva ola de solidaridad transnacional y política transnacional.2/ Especialm<strong>en</strong>te, el Berlín Occid<strong>en</strong>tal de los años <strong>se</strong><strong>se</strong>nta y <strong>se</strong>t<strong>en</strong>ta del siglo XX parece haber continuado <strong>en</strong> lavanguardia internacional de la r<strong>en</strong>ovación primero teórica y luego práctica de la política antisistema radical-véa<strong>se</strong>por ejemplo el papel que de<strong>se</strong>mpeñó <strong>en</strong> la formación del pionero de la r<strong>en</strong>ovación ecológica de la izquierda española,Manuel Sacristán.3/ La retirada del antiguo presid<strong>en</strong>te del partido socialdemócrata (SPD) Oskar Lafontaine marcó claram<strong>en</strong>te estegiro decisivo -sin que casi nadie <strong>se</strong> die<strong>se</strong> cu<strong>en</strong>ta d<strong>en</strong>tro de la izquierda alemana <strong>en</strong> <strong>se</strong>ntido amplio.4/ El nuevo partido de izquierdas germano-occid<strong>en</strong>tal (al que Oskar Lafontaine <strong>se</strong> sumó espectacularm<strong>en</strong>te antesde las elecciones federales de 2005) todavía carece de una ba<strong>se</strong> de masas sufici<strong>en</strong>te -aunque ti<strong>en</strong>e pre<strong>se</strong>ncia real<strong>en</strong>tre las ba<strong>se</strong>s sindicales-, y resulta vulnerable fr<strong>en</strong>te a “soluciones” fáciles pero <strong>se</strong>ctarias para los irresueltos problema<strong>se</strong>stratégicos de la izquierda radical, que también le complicaron la vida a la izquierda verde alemana <strong>en</strong>los dec<strong>en</strong>ios anteriores.5/ Los tiempos de apogeo de la preparación intelectual para la izquierda alternativa alemana, <strong>en</strong> los años <strong>se</strong>t<strong>en</strong>ta yoch<strong>en</strong>ta del siglo XX, fueron una era editorial de reediciones -revivi<strong>en</strong>do intelectualm<strong>en</strong>te casi todo lo que <strong>se</strong>concibió <strong>en</strong> <strong>Alemania</strong> y Austria durante la crisis de la izquierda <strong>en</strong> los años veinte, y después fue c<strong>en</strong>surado y“olvidado” por la izquierda oficial, y excluido de la memoria pública por el con<strong>se</strong>nso derechista que prevaleciódurante la Guerra Fría (amén de haber sido per<strong>se</strong>guido y destruido por los nazis, claro está). Ello condujo rápidam<strong>en</strong>teal surgimi<strong>en</strong>to de intelectuales rühleanos, korschianos, mattickianos y por supuesto lukacsianos, que no <strong>se</strong>basaban <strong>en</strong> otra cosa que <strong>en</strong> la relectura de los textos nuevam<strong>en</strong>te disponibles.6/ Este <strong>en</strong>sayo int<strong>en</strong>ta un análisis desde d<strong>en</strong>tro; y por ello supone implícitam<strong>en</strong>te una autocrítica. Desde finales delos años <strong>se</strong>t<strong>en</strong>ta participé activam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> pequeños grupos de activistas que buscaban una salida a la crisis de laizquierda tratando de hacer bu<strong>en</strong> uso de los impulsos de los nuevos movimi<strong>en</strong>tos sociales, especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> elterr<strong>en</strong>o de una política electoral r<strong>en</strong>ovada. Ello me condujo -<strong>en</strong> <strong>Alemania</strong>- desde las Confer<strong>en</strong>cias Socialistas(1980-81), pasando por la fundación de la revista m<strong>en</strong>sual Moderne Zeit<strong>en</strong> (Tiempos modernos), a participar y am<strong>en</strong>udo coordinar tres g<strong>en</strong>eraciones sucesivas de círculos dirig<strong>en</strong>tes de la izquierda verde; a participar <strong>en</strong> la redacciónde docum<strong>en</strong>tos estratégicos como el manifiesto fundacional de la Initiative für Sozialistische Politik (Iniciativapara una Política Socialista) que publicó la revista m<strong>en</strong>sual de izquierda verde Moderne Zeit<strong>en</strong> <strong>en</strong> 1982, oel libro de Thomas Ebermann y Rainer Trampert sobre el futuro de los Verdes (Die Zukunft der Grün<strong>en</strong>, Konkret,Hamburgo 1983); y a tratar de organizar la izquierda d<strong>en</strong>tro de los Verdes <strong>en</strong> su fa<strong>se</strong> de asc<strong>en</strong>so -hasta laderrota estratégica de la izquierda verde <strong>en</strong> <strong>Alemania</strong> con su oposición a la guerra de la OTAN <strong>en</strong> Yugoslavia.Después de las primeras derrotas tácticas sufridas por la línea Ebermann/ Trampert a mediados de los och<strong>en</strong>ta,pu<strong>se</strong> cierto empeño <strong>en</strong> mi participación internacional <strong>en</strong> debates estratégicos europeos, aprovechando las posibilidadesde mis contactos internacionales de los años <strong>se</strong>t<strong>en</strong>ta (sobre todo con althus<strong>se</strong>rianos, trotskistas disid<strong>en</strong>tes,y varias ramas de r<strong>en</strong>ovadores comunistas), reforzados por mi posición como eurodiputado verde <strong>en</strong> el Parlam<strong>en</strong>toEuropeo, para desarrollar vínculos estratégicos con la izquierda verde-alternativa que despuntaba <strong>en</strong> Francia(donde fui cofundador del “Movimi<strong>en</strong>to Arcoiris”), <strong>en</strong> Gran Bretaña (donde participé activam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> varios16 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


congresos rojiverdes) y <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula Ibérica. Todo ello condujo a mi co-autoría del Manifiesto ecosocialistaimpulsado por Pierre Juquin (publicado <strong>en</strong> varios paí<strong>se</strong>s, <strong>en</strong>tre ellos España: AA.VV., Por una alternativa verde<strong>en</strong> Europa -manifiesto ecosocialista, mi<strong>en</strong>tras tanto 41, Barcelona 1990; reimpreso como libro: Los Libros dela Catarata, Madrid 1991). Si echo la vista atrás hacia estas dos décadas de 1979-1999, debo decir que siempretrabajé más allá de mis capacidades reales, sin poder controlar los resultados -como debe de <strong>se</strong>r siempre el caso,barrunto, <strong>en</strong> la práctica política y filosófica <strong>se</strong>ria. Sin embargo, este <strong>en</strong>sayo no int<strong>en</strong>ta una autocrítica personal.Trata de poner al descubierto algunas defici<strong>en</strong>cias estratégicas que subyac<strong>en</strong> a los primeros éxitos y la subsigui<strong>en</strong>te<strong>se</strong>rie de derrotas de la izquierda verde-alternativa alemana -de manera que una nueva g<strong>en</strong>eración de iniciativaspolíticas radicales t<strong>en</strong>ga la posibilidad de apr<strong>en</strong>der de esta experi<strong>en</strong>cia histórica. Con ello retomo el hiloconductor de la reflexión que ya inicié <strong>en</strong> un <strong>en</strong>sayo anterior, “Warum fällt es uns in d<strong>en</strong> Grün<strong>en</strong> so schwer, überun<strong>se</strong>re Perspektiv<strong>en</strong> zu diskutier<strong>en</strong>?” [“¿Por qué a los Verdes nos cuesta tanto discutir sobre nuestras perspec-tivas?”],<strong>en</strong>: Grüne Perspektiv<strong>en</strong> (Grün-Alternatives Jahrbuch 1988), Kölner Volksblatt, Colonia 1988, p. 88-117.7/ El ejemplo de la República Federal Alemana es relevante aquí, porque ha hecho explícito que esta apertura de laesfera política t<strong>en</strong>ía sus límites -<strong>en</strong> 1956 fue prohibido un pequeño Partido Comunista ya por <strong>en</strong>tonces marginal.8/ De los que <strong>se</strong> habían hecho cargo, a su manera, grupos de <strong>se</strong>dic<strong>en</strong>te “guerrilla urbana” -incluso después deperder la hegemonía <strong>en</strong> el terr<strong>en</strong>o de las ideologías políticas- troquelados a imag<strong>en</strong> y <strong>se</strong>mejanza de las luchas deliberación nacional <strong>en</strong> el Tercer Mundo (como las Brigate Ros<strong>se</strong> <strong>en</strong> Italia, la RAF -Fracción del Ejército Rojo<strong>en</strong><strong>Alemania</strong> o los GRAPO <strong>en</strong> España), para mayor desasosiego de los activistas de ba<strong>se</strong> y las redes que <strong>se</strong>guíanpredominando <strong>en</strong> la práctica cotidiana.9/ En <strong>Alemania</strong> nunca hubo una represión policial ejemplarizante contra el movimi<strong>en</strong>to de protesta como la que<strong>se</strong> dio <strong>en</strong> Francia con la “batalla de Malville” <strong>en</strong> 1977, durante la cual fuerzas policiales militarizadas apalearonsin piedad a manifestantes noviol<strong>en</strong>tos y mataron a algunos de ellos, rompiéndole el espinazo, por decirlo así, almovimi<strong>en</strong>to francés de protesta. La “batalla de Brokdorf”, <strong>en</strong> la <strong>Alemania</strong> Occid<strong>en</strong>tal de 1981, cuando unos200.000 manifestantes participaron <strong>en</strong> protestas ilegalizadas contra el proyecto de una c<strong>en</strong>tral nuclear, no pudoganarla una gigantesca fuerza de policía a pesar de apurar los límites de las acciones policiales legales. Véa<strong>se</strong>Simples Citoy<strong>en</strong>s, Mem<strong>en</strong>to Malville. Une histoire des années soixante-dix, Gr<strong>en</strong>oble, consultado el 14 de juniode 2005, <strong>en</strong>: www.pieve<strong>se</strong>tmaindoeuvre.com.10/ La desarrollaré de memoria, sin consultar bibliografía, ya que prácticam<strong>en</strong>te viví esta historia desde finales delos años <strong>se</strong>t<strong>en</strong>ta. Exist<strong>en</strong> varios estudios significativos del desarrollo de los Verdes alemanes. Para hacer<strong>se</strong> coninformación g<strong>en</strong>eral de ba<strong>se</strong>, aún sigo recom<strong>en</strong>dando el libro de Werner Hülsberg The German Gre<strong>en</strong>s. A Socialand Political Profile, Verso, Londres 1988. El libro más relevante desde la perspectiva de nuestra discusión<strong>en</strong> este <strong>en</strong>sayo es el muy exhaustivo y teoréticam<strong>en</strong>te p<strong>en</strong>etrante análisis de Jorge Riechmann <strong>en</strong> Los VerdesAlemanes. Historia y análisis de un experim<strong>en</strong>to ecopacifista a finales del siglo XX, Comares, Granada 1994.Por supuesto, los grandes libros de Joachim Raschke (Die Grün<strong>en</strong> : wie sie wurd<strong>en</strong>, was sie sind, Bund, Colonia1993, así como Die Zukunft der Grün<strong>en</strong>, Frankfurt/New York 2001) son insuperables <strong>en</strong> cuanto a detalleempírico y com<strong>en</strong>tarios intelig<strong>en</strong>tes, pero Raschke ti<strong>en</strong>de a ver las cosas desde una perspectiva política conv<strong>en</strong>cional,mi<strong>en</strong>tras que Riechmann defi<strong>en</strong>de una perspectiva política radical, sin auto<strong>en</strong>gaños pero sin resignación.11/ A partir de la reacción visceral de la ecologista británica Sara Parkin (formulada a mediados de los och<strong>en</strong>ta,pero todavía pre<strong>se</strong>nte <strong>en</strong> su libro Gre<strong>en</strong> Parties: An International Guide, Herectic Books, Londres 1989), qui<strong>en</strong><strong>se</strong>ntía escalofríos ante el izquierdismo que descubría <strong>en</strong> la mayoría de los Verdes alemanes, la literatura anglosajonasobre die Grün<strong>en</strong> está ll<strong>en</strong>a de proyecciones como la de Donald Sassoon: “la Nueva Izquierda de los años<strong>se</strong><strong>se</strong>nta disfrazada con ropajes verdes” (<strong>en</strong> su libro One Hundred Years of Socialism: The West European Left inthe Tw<strong>en</strong>tieth C<strong>en</strong>tury, Fontana, Londres 1996, p. 678). Pero esto era exactam<strong>en</strong>te lo que los Verdes alemane<strong>se</strong>staban tratando de hacer: traducir los sueños y de<strong>se</strong>os de los <strong>se</strong><strong>se</strong>nta a política efectiva -y ello tanto <strong>en</strong> el campode los fundis como <strong>en</strong> el de los realos.12/ Esto no fue así <strong>en</strong> los comi<strong>en</strong>zos (como cree Sassoon, op. cit., p. 677), sino que resultó de un realineami<strong>en</strong>toestratégico iniciado por Thomas Ebermann desde la izquierda, buscando una alianza estratégica con RudolphBahro y Jutta Ditfurth sólo <strong>en</strong> el verano de 1983 -con lo cual los activistas municipales pragmáticos de la izquierdaverde <strong>se</strong> quedaban con el culo al aire.13/ El papel decisivo de la política municipal <strong>en</strong> la construcción y funcionami<strong>en</strong>to de los Verdes alemanes fueanalizado por Bodo Zeuner y Jörg Wischermann <strong>en</strong> su libro Rot-Grün in d<strong>en</strong> Kommun<strong>en</strong>, Leske&Budrich,Oplad<strong>en</strong> 1994.14/ Se pued<strong>en</strong> <strong>en</strong>contrar útiles exposiciones <strong>en</strong> The German Gre<strong>en</strong>s : paradox betwe<strong>en</strong> movem<strong>en</strong>t and party,ed. por Margit Mayer y John Ely, Temple Univ. Press, Philadelphia 1998; así como <strong>en</strong> la re<strong>se</strong>ña escrita por JohnEly sobre varios libros pertin<strong>en</strong>tes (Markovits, Scharf, Frankland/Schoonmaker, Hülsberg): “Gre<strong>en</strong> Politics andthe Transformation of the Left in Germany”, <strong>en</strong>: New German Critique, No. 72 (otoño de 1997), p. 177-192.15/ A aquellos que digan, <strong>en</strong> este mom<strong>en</strong>to de la argum<strong>en</strong>tación, que después de todo éste es el caso si nos situamo<strong>se</strong>n una perspectiva verdaderam<strong>en</strong>te revolucionaria, <strong>se</strong>ncillam<strong>en</strong>te les contestaría que ello significaría aplazarindefinidam<strong>en</strong>te cualquier revolución, al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> los “paí<strong>se</strong>s imperialistas metropolitanos”.16/ Un ejemplo clásico de esto es la confusión de E.P. Thompson cuando toma el constructo histórico id<strong>en</strong>titariode la “cla<strong>se</strong> obrera” <strong>en</strong> Gran Bretaña por la “cla<strong>se</strong> obrera” <strong>en</strong> el <strong>se</strong>ntido del análisis marxista de cla<strong>se</strong> y consideratodo lo demás como “cla<strong>se</strong> media” (véa<strong>se</strong> por ejemplo su <strong>en</strong>sayo “Labour’s Lost Millions” <strong>en</strong> Marxism Today,octubre de 1983) o la reiterada refer<strong>en</strong>cia de Donald Sassoon a la “cla<strong>se</strong> media” cuando está hablando de nuevo<strong>se</strong>stratos de asalariados (op. cit., p. 697, 699 y 712).VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 17


17/ La oposición viol<strong>en</strong>ta <strong>en</strong>tre las ortodoxias kautskyana y estalinista parece haber <strong>en</strong>mascarado sus <strong>se</strong>mejanzasfuncionales a este respecto -así como un montón de “coincid<strong>en</strong>cias” doctrinales, por no decir “préstamos” tomadospor esta última de la versión anterior de “marxismo oficial”.18/ De manera paradójica, tanto la ideología estalinista de sometimi<strong>en</strong>to a la línea del partido (tan bellam<strong>en</strong>te “teorizada”por György Lukács <strong>en</strong> su L<strong>en</strong>in: Studie über d<strong>en</strong> Zusamm<strong>en</strong>hang <strong>se</strong>iner Gedank<strong>en</strong>, Arbeiterbuch, Vi<strong>en</strong>a1924) como la teoría “absurdista” de la total imposibilidad de una praxis no corrompida por la “totalidad falsa” de laconstelación de dominio exist<strong>en</strong>te, tal y como <strong>se</strong> ha querido ver <strong>en</strong> el último tramo de la obra de Adorno y Horkheimer,son capaces de satisfacer esta necesidad -apoyándo<strong>se</strong> sobre la “evid<strong>en</strong>cia” relativam<strong>en</strong>te cambiante- que proporcionanlas organizaciones políticas del movimi<strong>en</strong>to obrero, fuera de los debates intelectuales.19/ P<strong>en</strong>sar lo contrario fue el error fatal de Rudolph Bahro y sus <strong>se</strong>guidores a finales de los och<strong>en</strong>ta (véa<strong>se</strong> la recopilaciónretrospectiva de <strong>en</strong>sayos de Bahro Apokalyp<strong>se</strong> oder Geist einer neu<strong>en</strong> Zeit, edition ost, Berlín 1995),y lo pagaron con la pérdida de cualquier influ<strong>en</strong>cia apreciable sobre la evolución posterior de los Verdes comomovimi<strong>en</strong>to sociopolítico real.18 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


<strong>Algo</strong> <strong>se</strong> <strong>mueve</strong> <strong>en</strong> <strong>Alemania</strong>Izquierda Socialista[En las sigui<strong>en</strong>tes páginas damos cu<strong>en</strong>ta de la noticia de la constitución de una nuevat<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el <strong>se</strong>no del WASG /1 y publicamos un resum<strong>en</strong> de su manifiesto fundacionalque define su posición favorable y su ori<strong>en</strong>tación respecto al nuevo partidode izquierdas que <strong>se</strong> está gestando <strong>en</strong> <strong>Alemania</strong>.Puede sorpr<strong>en</strong>der al público de la revista que publiquemos textos de una confusa corri<strong>en</strong>tereformista que explícitam<strong>en</strong>te afirma que no hay contradicción <strong>en</strong>tre Marx yKeynes /2 y que, a su vez, toma como refer<strong>en</strong>tes al SP de Holanda y a Rifundazione Comunistade Italia.Lo hacemos dado el interés que ti<strong>en</strong>e conocer y <strong>se</strong>guir los debates que c<strong>en</strong>tran laat<strong>en</strong>ción de la mayoría de la izquierda alemana que <strong>se</strong> sitúa a la izquierda del PartidoSocialdemócrata. <strong>Algo</strong> <strong>se</strong> <strong>mueve</strong> <strong>en</strong> <strong>Alemania</strong> y son muchas las <strong>en</strong>ergías que <strong>se</strong>están conc<strong>en</strong>trando para crear un nuevo partido de izquierdas el próximo 16 de juniode 2007 que significará, de consumar<strong>se</strong>, la fusión de WASG y Die Linke. PDS /3,a la que muy probablem<strong>en</strong>te <strong>se</strong> sumarán otras organizaciones así como militantesindep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes y miembros de los movimi<strong>en</strong>tos sociales tal como vi<strong>en</strong>e constatandoel portavoz del PDS Lothar Bisky. Muy probablem<strong>en</strong>te, el futuro partido t<strong>en</strong>drá unaimportante pre<strong>se</strong>ncia territorial, sindical e institucional.La t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia Izquierda Socialista está promovida por una muy ajustada mayoríade la dirección federal del WASG y si bi<strong>en</strong> la mayor parte de los cargos electos nola apoyan, sí lo hac<strong>en</strong> Ulla Lötzer, diputada por Colonia al parlam<strong>en</strong>to federalpor la coalición Linkspartei PDS que <strong>se</strong>rá una de las portavoces públicas, el diputadoDieter Dehm y los parlam<strong>en</strong>tarios Wolfang Gehrcke, Alexander Ulrich yPaul Schäfer, así como los dirig<strong>en</strong>tes federales de la organización Stephan Schulte,Jürg<strong>en</strong> Klute y Christel Rajda, el teólogo católico Jonas Christopher Höpk<strong>en</strong> ylos dirig<strong>en</strong>tes sindicales de IG Metal Hü<strong>se</strong>yin Aydin, también diputado, ThomasAndel, Walter Mayer y Heidi Scharf, de IG Construcción Franz Uphoff y del sindicatover.di Ralf Krämer (portavoz de la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia), Ulrike Zerhau, Roman Eberley Fritz Ehlert. En el Estado federado de Nord-Rhein-Westfal<strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta con importantesapoyos por lo que el tercero de sus portavoces es Günder Blocks dirig<strong>en</strong>teregional del WASG.1/ Arbeit& Sociale Gerechtigkeit-Die Wahlanternative (Trabajo y Justicia Social. La elección alternativa).2/ Ocasión habrá de reflexionar, cosa que hoy no podemos hacer por razones editoriales de espacio, sobre el neokeynesianismoincipi<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las formaciones políticas y sindicales de izquierda, incluy<strong>en</strong>do a bu<strong>en</strong>a parte de laspropuestas g<strong>en</strong>eradas por sus corri<strong>en</strong>tes de izquierda.3/ Die Linke. PDS (La izquierda. Partido Democrático Socialista) proced<strong>en</strong>te de una importante evolución deamplios <strong>se</strong>ctores del partido comunista de la ex República Democrática de <strong>Alemania</strong> y que <strong>en</strong> la actualidad ti<strong>en</strong>epre<strong>se</strong>ncia institucional y <strong>en</strong> su <strong>se</strong>no militan g<strong>en</strong>tes de un amplio abanico de posiciones desde reformistas a otrasvinculadas o cercanas a la IV Internacional.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 19


Si t<strong>en</strong>emos acceso a otros docum<strong>en</strong>tos y posiciones sobre la fundación del nuevopartido de izquierdas procuraremos darlos a conocer a los lectores de VIENTOSUR. Manuel Garí].Primer Encu<strong>en</strong>tro de la IzquierdaSocialista <strong>en</strong> <strong>Alemania</strong>El 19 de agosto <strong>se</strong> <strong>en</strong>contraron miembros del Wahlalternative y del Linspartei <strong>en</strong>Wuppertal, y constituyeron “Sozialistische Linke” (“Izquierda socialista”) como corri<strong>en</strong>tedel futuro partido. Entre los firmantes de manifiesto fundacional <strong>se</strong> <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>trantambién los repre<strong>se</strong>ntantes y diputados del WASG.“Nosotros <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos este texto” dic<strong>en</strong> <strong>en</strong> el docum<strong>en</strong>to de clausura del PrimerEncu<strong>en</strong>tro de la Izquierda Socialista “como nuestra ba<strong>se</strong> de trabajo <strong>en</strong> la discusiónde los principales elem<strong>en</strong>tos del programa de la nueva izquierda. Partimos de laidea de que los puntos clave del programa de principios de este año sigan si<strong>en</strong>dolas ba<strong>se</strong>s de este debate y celebramos la propuesta pre<strong>se</strong>ntada por Oskar Lafontainey otros de fundación de un nuevo partido de izquierdas como una de lasaportaciones c<strong>en</strong>trales a esta discusión. El partido va a <strong>se</strong>r tanto por el programacomo por la organización algo nuevo para la izquierda y para <strong>Alemania</strong>. Nosoponemos por tanto a todo int<strong>en</strong>to de echar tierra <strong>en</strong> el <strong>en</strong>granaje del proceso defundación del partido. Precisamos para ello no malgastar las <strong>en</strong>ergías <strong>en</strong> peleasd<strong>en</strong>tro del partido. Se trata de que todos juntos ganemos a las personas de la izquierdaque <strong>se</strong> han alejado de otros partidos y de la política <strong>en</strong> un número drásticam<strong>en</strong>tealto. De este <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro ti<strong>en</strong>e que salir con fuerza la <strong>se</strong>ñal de comi<strong>en</strong>zo deltrabajo común que basándo<strong>se</strong> <strong>en</strong> el con<strong>se</strong>nso de los “puntos clave del programa”impul<strong>se</strong> el proceso de formación del nuevo partido” /4.“Realista y Radical”Nosotros def<strong>en</strong>demos una izquierda que recoja la tradición del movimi<strong>en</strong>to socialistade los trabajadores y empr<strong>en</strong>da un nuevo rumbo que supere la supremacía del capital.La izquierda ti<strong>en</strong>e que <strong>se</strong>r desde sus raíces tanto realista como radical. Ti<strong>en</strong>e quereagrupar a las fuerzas progresistas del trabajo, la ci<strong>en</strong>cia, la cultura y la política, eimpulsar alianzas y converg<strong>en</strong>cias sociales. Ti<strong>en</strong>e que desarrollar perspectivas parauna vida mejor y ganar<strong>se</strong> a las personas que <strong>se</strong> movilic<strong>en</strong> juntos por ello. Ti<strong>en</strong>e queluchar por el cambio de las estructuras sociales así como el de la conci<strong>en</strong>cia de laspersonas. Sólo así podemos hacer realidad lo de<strong>se</strong>able e imponer lo posible.Nos pre<strong>se</strong>ntamos como una amplia corri<strong>en</strong>te que <strong>se</strong> funda <strong>en</strong> las tradiciones de la izquierdasocialista democrática y del comunismo reformado. Fundam<strong>en</strong>tos importantesde nuestras posiciones los configuran los análisis sociales marxistas y las discusione<strong>se</strong>stratégicas así como las posiciones de izquierda keynesiana para una política económicaalternativa. En un punto c<strong>en</strong>tral de nuestras reflexiones estratégicas están los inte-4/ Nota de la traductora: La noticia preced<strong>en</strong>te acompaña al resum<strong>en</strong> del manifiesto que bajo el título Izquierda Socialista:Realista y Radical ha sido publicado por el periódico Neues Deutschland (ND), <strong>en</strong> su edición del 25 de agosto del2006. La versión larga del texto y la lista de los firmantes puede <strong>en</strong>contrar<strong>se</strong> <strong>en</strong> www.sozialistische-linke.de.20 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


e<strong>se</strong>s de los ocupados dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes, de los excluidos y los desfavorecidos socialm<strong>en</strong>te.Los avances sociales, <strong>se</strong>gún nuestras convicciones, <strong>en</strong> la actualidad sólo pued<strong>en</strong> establecer<strong>se</strong>por una interrelación <strong>en</strong>tre fuerzas políticas-parlam<strong>en</strong>tarias y los movimi<strong>en</strong>tossociales. Lo más importante <strong>en</strong> este punto son los sindicatos.El capitalismo <strong>en</strong> el siglo XXI. A comi<strong>en</strong>zos del siglo XXI el mundo estáll<strong>en</strong>o de inestabilidades y contradicciones. Los hombres están in<strong>se</strong>guros, el miedo<strong>se</strong> ha convertido <strong>en</strong> un <strong>se</strong>ntimi<strong>en</strong>to vital dominante. La sociedad <strong>se</strong> divide cada vezmás claram<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre pobres y ricos. El estado de bi<strong>en</strong>estar está si<strong>en</strong>do reemplazandopor el control administrativo, el disciplinami<strong>en</strong>to y la estigmatización de los necesitados.Cada vez más personas quedan excluidos de la participación social.El neoliberalismo <strong>se</strong> basa <strong>en</strong> los desarrollos contradictorios del capitalismo moderno.Apela a la propia responsabilidad de los hombres y defi<strong>en</strong>de un mercado basado<strong>en</strong> la v<strong>en</strong>taja y superioridad y procesos dirigidos por la compet<strong>en</strong>cia fr<strong>en</strong>te a una regulaciónpública y colectiva. El neoliberalismo da la espalda a la democracia, mermandosus posibilidades de desarrollo. Pone <strong>en</strong> peligro las conquistas sociales ydemocráticas de la civilización. El discurso marginador del neoliberalismo constituyeel marco para las muestras de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to y comportami<strong>en</strong>to de la derecha radical,<strong>en</strong> las que los b<strong>en</strong>eficiarios de la ALG-II no sólo <strong>se</strong> les pre<strong>se</strong>nta como parásitos, sinoque también <strong>se</strong> les trata como tales.Las causas reales de la crisis son la dinámica de la acumulación de capital y unapolítica errónea, partidista y descuidada favorecedora de los intere<strong>se</strong>s de los acumuladoresde capital. El flujo de riqueza de abajo hacia arriba <strong>se</strong> produce por el aum<strong>en</strong>tode los b<strong>en</strong>eficios, la reducción de impuestos y el recorte de los <strong>se</strong>rviciospúblicos y las prestaciones sociales así como por un increm<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la presión sobrelos salarios bajos que debilitan la demanda social y destruy<strong>en</strong> puestos de trabajo.Al mismo tiempo aum<strong>en</strong>ta la crisis financiera del presupuesto público y de las arcaspúblicas, lo que a su vez sirve de motivo para la reducción de más gastos.Los miembros del nuevo partido de izquierdas tra<strong>en</strong> consigo difer<strong>en</strong>tes tradicionesde la izquierda. El nuevo partido restañará la escisión histórica del movimi<strong>en</strong>to de lostrabajadores y unirá las dos corri<strong>en</strong>tes, la socialdemócrata y la comunista. Junto aellos otros socialistas, verdes de izquierda, cristianos de izquierda, miembros y activistasde diversos movimi<strong>en</strong>tos sociales y sindicatos constituirán el nuevo partido. Aestos colectivos pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> también personas que <strong>se</strong> id<strong>en</strong>tifican como socialistas.Todos ellos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> claro que el nuevo proyecto de una remodelación socialista nopuede inspirar<strong>se</strong> <strong>en</strong> el fracasado modelo de la Unión Soviética y de la RDA. Perotampoco podemos simplem<strong>en</strong>te <strong>se</strong>guir las experi<strong>en</strong>cias y los éxitos de los modelossocial democráticos del Estado de Bi<strong>en</strong>estar y del Estado Social. Debemos crearlosobre ba<strong>se</strong>s nuevas vinculadas a una perspectiva anticapitalista.Una de las principales tareas del nuevo partido de izquierdas ti<strong>en</strong>e que <strong>se</strong>r el reestablecimi<strong>en</strong>toy la reconstrucción de la solidaridad bajo las condiciones del siglo XXI. Elnuevo partido de izquierdas ti<strong>en</strong>e que trabajar para que los valores y metas solidariasadquieran de nuevo sus significados. Ti<strong>en</strong>e la tarea de cambiar de manera progresiva laVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 21


elación de fuerzas de esta sociedad. Esto significa, p<strong>en</strong>sando <strong>en</strong> categorías de cla<strong>se</strong>spolíticas, posicionar<strong>se</strong> contra el capital y sus ideologías neoliberales y como partido estarcon los empleados dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes, de<strong>se</strong>mpleados, los precarios, pequeños autónomosy sus familias. Esto significa también retomar la lucha contra el neoliberalismo <strong>en</strong> suint<strong>en</strong>to de dominar el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to y los <strong>se</strong>ntimi<strong>en</strong>tos humanos, así como la lucha porla hegemonía ideológica y cultural. Nosotros nos oponemos con una visión humanistasolidaria a la visión humanista neoliberal de una humanidad competitiva.Sin un discurso of<strong>en</strong>sivo dirigido contra la ideología y política del neoliberalismo ysin una movilización de amplias fuerzas sociales opon<strong>en</strong>tes no saldrá la izquierda de laposición def<strong>en</strong>siva. La nueva izquierda debe recoger las tradiciones avanzadas de lasocialdemocracia, pero ti<strong>en</strong>e que superarlas. Así mismo ti<strong>en</strong>e que romper con el <strong>se</strong>ctarismoy sus máximas vanguardistas, que <strong>se</strong> pierd<strong>en</strong> <strong>en</strong> lo inconcreto y aplazan las mejorassociales a un limbo histórico. La nueva izquierda ti<strong>en</strong>e que empezar aquí y ahora,y, al mismo tiempo adelantar<strong>se</strong>; y estar preparada para poner <strong>en</strong> duda los presupuestosy comportami<strong>en</strong>tos que históricam<strong>en</strong>te haya podido t<strong>en</strong>er.Pluralidad <strong>en</strong> la izquierda. El nuevo partido de izquierda ti<strong>en</strong>e que <strong>se</strong>r pluralista.El fundam<strong>en</strong>to del partido ti<strong>en</strong>e que basar<strong>se</strong> <strong>en</strong> la igualdad de WASG y elpartido de izquierdas PDS y una amplia paridad <strong>en</strong>tre este y oeste. El nuevo partidoti<strong>en</strong>e que def<strong>en</strong>der la igualdad <strong>en</strong>tre <strong>se</strong>xos, ti<strong>en</strong>e que regularla y practicarla <strong>en</strong> su<strong>se</strong>no y reglam<strong>en</strong>tar claros derechos de actuación de las mujeres d<strong>en</strong>tro del partido.La nueva izquierda ti<strong>en</strong>e que def<strong>en</strong>der un diálogo efectivo y constructivo con los sindicatos,los nuevos y los viejos movimi<strong>en</strong>tos sociales, la oposición extraparlam<strong>en</strong>taria,la cultura de izquierdas y la ci<strong>en</strong>cia crítica. Para ello son imprescindibles las estructurasorganizadas democráticas vinculadas al partido para las actividades indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes dejóv<strong>en</strong>es de izquierdas y mujeres. Una nueva izquierda ti<strong>en</strong>e que proporcionar d<strong>en</strong>trodel partido una formación continua, cualificada y dirigida a la acción.Anticapitalismo y alternativas de reforma. Una nueva izquierda quiereestablecer el derecho de todas las personas a una vida libre y autodefinida y garantizarsu participación <strong>en</strong> el bi<strong>en</strong> social. En el punto c<strong>en</strong>tral está el empleo tantopara los hombres como de forma creci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te para las mujeres, como condicióny cimi<strong>en</strong>to ba<strong>se</strong> para otras cuestiones. Precisam<strong>en</strong>te porque el trabajo asalariado asícomo el trabajo autónomo están si<strong>en</strong>do marcados por la explotación y la ali<strong>en</strong>aciónasí como por comportami<strong>en</strong>tos patriarcales, es muy importante la exist<strong>en</strong>cia de <strong>se</strong>rviciossociales y de espacios de autonomía individual <strong>en</strong> el trabajo.Una política económica alternativa ti<strong>en</strong>e que reforzar la demanda nacional y proporcionarun aum<strong>en</strong>to cualitativo del desarrollo desde una perspectiva social y ecológica.La izquierda socialista pro<strong>mueve</strong> por tanto un gran programa público de futuroe inversión <strong>en</strong> infraestructuras de educación, sociales, ecológicas y de transportes. Elempleo público financiado públicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> estas áreas ti<strong>en</strong>e que aum<strong>en</strong>tar<strong>se</strong> masivam<strong>en</strong>te.Nos oponemos a la privatización de bi<strong>en</strong>es públicos <strong>en</strong> manos del estado y <strong>en</strong>22 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


el <strong>se</strong>ctor sin animo de lucro. Queremos superar la crisis pública financiera medianterecaudaciones más altas <strong>en</strong> las r<strong>en</strong>tas altas y una política de impuestos justa.Proponemos un sueldo mínimo estatal, que <strong>se</strong>a una cantidad que a<strong>se</strong>gure las necesidadesbásicas. Los horarios de trabajo ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que <strong>se</strong>r reducidos <strong>se</strong>gún las necesidadesde las personas con una completa equiparación de sueldos. Trabajo paratodos pero m<strong>en</strong>os trabajo para los individuos, esto es lo que queremos como nuevoempleo de jornada completa.Libertad, capacidad de decisión y participación democrática requier<strong>en</strong> <strong>se</strong>guridad <strong>en</strong>la sociedad. Todos los miembros de la sociedad ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que t<strong>en</strong>er a su disposición vivi<strong>en</strong>da,alim<strong>en</strong>tos, educación, <strong>se</strong>rvicios y cuidados sanitarios, acceso a información ycomunicación, ofertas culturales y movilidad. Para aquellos a los que los ingresos noles alcanc<strong>en</strong> para ello debido al de<strong>se</strong>mpleo, o incapacidad o por la edad, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> querecibir un <strong>se</strong>guro social ajustado a las necesidades. Rechazamos reclamar un sueldomínimo para todos sin condiciones por desori<strong>en</strong>tador. Queremos a<strong>se</strong>gurar y estructurarcorrectam<strong>en</strong>te la financiación del estado social, <strong>en</strong> el que <strong>se</strong> recojan a todos losgrupos de la población y todos los ingresos <strong>en</strong> un <strong>se</strong>guro de los ciudadanos financiadode manera solidaria y paritaria.Escuelas y universidades <strong>se</strong> organizarán pública y democráticam<strong>en</strong>te, y <strong>se</strong>rán gratuitas.Un sistema escolar y preescolar unitario son imprescindibles para todos. La financiaciónestatal /5 de los cursos de formación profesional es imprescindible paraposibilitar una oferta amplia de plazas de cursos de formación que cubra todos los<strong>se</strong>ctores. La participación <strong>en</strong> las ofertas de formación continua y la posibilidad deuna cualificación de por vida relacionada con la profesión ti<strong>en</strong>e que hacer<strong>se</strong> posiblepara todos tanto financiera como temporalm<strong>en</strong>te.Queremos superar la dominación social de hombres sobre mujeres, así como todadiscriminación de personas <strong>en</strong> la economía, sociedad o política. El nuevo partidode izquierdas ti<strong>en</strong>e que luchar contra el racismo y el anti<strong>se</strong>mitismo. Se promoverána través de reglas sociales y estatales y <strong>se</strong>rvicios sociales las mismas oportunidadespara hombres y mujeres, así como la compatibilidad de la vida familiar y la laboral.Marx y Keynes no están <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tados. Queremos construir controles democráticosy cauces de participación <strong>en</strong> la economía, <strong>en</strong> los medios de comunicaciónde masas, <strong>en</strong> la educación y ci<strong>en</strong>cias así <strong>en</strong> otros <strong>se</strong>ctores de la sociedad. Losderechos y libertades democráticos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que <strong>se</strong>r garantizados ampliam<strong>en</strong>te y <strong>se</strong>ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que expandir formas de democracia directa. Como <strong>en</strong> muchos otros paí<strong>se</strong>s <strong>se</strong>ti<strong>en</strong>e que poder practicar el derecho a la huelga política y a la huelga g<strong>en</strong>eral.Vamos a reducir drásticam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los próximos años el uso de materias primas y<strong>en</strong>ergía, así como la producción de contaminantes. La economía del futuro <strong>se</strong> ti<strong>en</strong>eque basar <strong>en</strong> la utilización de la <strong>en</strong>ergía solar y otras <strong>en</strong>ergías y materias primas r<strong>en</strong>ovables.El ord<strong>en</strong> de la economía mundial, especialm<strong>en</strong>te del mercado financieroti<strong>en</strong>e que <strong>se</strong>r reformado desde las raíces. La Unión Europea ti<strong>en</strong>e que <strong>se</strong>r una fuer-5/ Nota de la traductora: La financiación estatal federal consiste <strong>en</strong> que los Estados federados (Bundesland)aportan al sistema de formación sus cuotas <strong>se</strong>gún su riqueza.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 23


za democrática, social y civil. Un alto nivel de empleo y los derechos sociales ti<strong>en</strong><strong>en</strong>que t<strong>en</strong>er prefer<strong>en</strong>cia fr<strong>en</strong>te a liberalización capitalista.Queremos superar el capitalismo, la dominación de la producción capitalista y laimposición de sus intere<strong>se</strong>s <strong>en</strong> el desarrollo social. El anticapitalismo y el socialismodemocrático actuales un<strong>en</strong> los conocimi<strong>en</strong>tos de las teorías de Marx y de Keynes,<strong>en</strong> vez de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarlos.Consideramos imprescindible la constitución de una corri<strong>en</strong>te socialista de izquierdas,que <strong>se</strong>a al mismo tiempo realista, crítica, radical y clasista, es decir queparta de los intere<strong>se</strong>s de la mayoría asalariada de la población. Ninguna otra corri<strong>en</strong>teactual de la nueva izquierda consigue satisfacer esta necesidad.A difer<strong>en</strong>cia de las corri<strong>en</strong>tes de izquierdas utópicas nosotros afirmamos que nobasta con querer los cambios y pregonar alto los de<strong>se</strong>os. T<strong>en</strong>emos desde hoy quec<strong>en</strong>trarnos <strong>en</strong> las estructuras sociales, políticas y públicas más avanzadas y desarrollarlasy cambiarlas <strong>se</strong>gún las necesidades de las personas.También nos desmarcamos de los planteami<strong>en</strong>tos de esa nueva izquierda que limitasu interv<strong>en</strong>ción a los medios económicos exist<strong>en</strong>tes con lo que sólo moderalos problemas. La política de izquierdas ti<strong>en</strong>e que abandonar los lugares donde susposiciones no pued<strong>en</strong> <strong>se</strong>r exigidas. Nuestra tarea es trabajar <strong>en</strong> el esclarecimi<strong>en</strong>to yla puesta <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia de las relaciones sociales exist<strong>en</strong>tes, para que la humanidadconsci<strong>en</strong>te y emancipada pueda aspirar una sociedad solidaria. Sólo un cambio delestado de las condiciones y del p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to hará posible la superación de la distanciaque ost<strong>en</strong>ta la hegemonía neoliberal.Gobierno compartido. Decidir <strong>en</strong> cada caso. El logro de reformas y lalucha por una sociedad socialista no <strong>se</strong> opon<strong>en</strong>. Las regulaciones económicas y sociales,las estructuras colectivas sociales del Estado así como las convulsiones de lademocracia burguesa pued<strong>en</strong> <strong>se</strong>r el punto de partida para cambios continuos de estasociedad.La política de izquierdas ti<strong>en</strong>e que apoyar<strong>se</strong> <strong>en</strong> las presiones de los movimi<strong>en</strong>tossociales y las movilizaciones extraparlam<strong>en</strong>tarios, para no supeditar<strong>se</strong> al poder estructuralde los intere<strong>se</strong>s del capital. Los participantes <strong>en</strong> el gobierno o <strong>en</strong> la oposiciónpued<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er razón <strong>en</strong> casos concretos; no la ti<strong>en</strong><strong>en</strong> siempre y de forma global.Nuestra actitud ante un asunto hay que decidirla <strong>en</strong> cada caso sobre la ba<strong>se</strong> de unadiscusión con las personas interesadas y afectadas.T<strong>en</strong>emos que demostrar que las condiciones de vida de los de abajo mejoraráconstantem<strong>en</strong>te mediante la aplicación de nuestra política y que los comportami<strong>en</strong>tosalternativos supondrán un gran paso adelante <strong>en</strong> la participación de las persona<strong>se</strong>n el cambio político.Invitamos a todos los miembros de WASG y del partido de izquierdas PDS asícomo a los activistas de los movimi<strong>en</strong>tos sociales y los sindicatos a apoyar a la izquierdasocialista.Traducción: Ro<strong>se</strong>r Garí24 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


MéxicoOaxaca a la hora de la APPOSergio Rodríguez Lascano“En lo que llevamos del recorrido <strong>en</strong> el norte del país, hemosapr<strong>en</strong>dido que Oaxaca es mucho más grande que lo que <strong>se</strong>ñala elmapa de nuestro país. No sólo porque hemos <strong>en</strong>contrado a personasde Oaxaca, también y sobre todo, porque son grandes las lecciones defirmeza, decisión y organización que han dado a todo el México deabajo <strong>en</strong> estas duras jornadas que <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tan”.(Subcomandante Insurg<strong>en</strong>te Marcos)Lo que está sucedi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> Oaxaca ya ti<strong>en</strong>e un significado mayor que lo que sucediócon el movimi<strong>en</strong>to postelectoral; la explicación es clara, <strong>se</strong> trata de un movimi<strong>en</strong>toreal de la sociedad de abajo, un movimi<strong>en</strong>to que ti<strong>en</strong>e raíces profundas, éstesí es un movimi<strong>en</strong>to fundacional.Desde luego, como casi siempre sucede con estallidos como éste, es indisp<strong>en</strong>sableevitar una t<strong>en</strong>tación triple: hacer g<strong>en</strong>eralizaciones abusivas y p<strong>en</strong>sar que ahí <strong>se</strong>está di<strong>se</strong>ñando ya el <strong>en</strong>sayo g<strong>en</strong>eral de la próxima revolución mexicana y <strong>en</strong>toncesque de lo que <strong>se</strong> trata es de hacer muchas APPOs o, por otro lado, equivocar el análisisy p<strong>en</strong>sar que la APPO es el cúmulo de grupos políticos y sociales que desdehace muchos años actúan <strong>en</strong> e<strong>se</strong> estado o, finalm<strong>en</strong>te, perder de vista una <strong>se</strong>rie decaracterísticas fundam<strong>en</strong>tales que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con la especificada oaxaqueña.Con estas premisas int<strong>en</strong>taremos buscar una explicación de cómo <strong>se</strong> está desarrollandodicho movimi<strong>en</strong>to.I. Lo que <strong>se</strong> acumuló y explica el estallidoLa crisis política del priísmo estatal sumada a la crisis de mando que <strong>se</strong> vive desdela federación son fu<strong>en</strong>tes indisp<strong>en</strong>sables para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der el estallido. Desde luego,esto no significa caer <strong>en</strong> los análisis periodísticos que todo lo buscan explicar <strong>en</strong>función de las peleas <strong>en</strong>tre la cla<strong>se</strong> política (Diódoro contra Murat, éste contra Uli<strong>se</strong>sRuíz, la famosa c<strong>en</strong>a donde ambos <strong>se</strong> am<strong>en</strong>azaron, etc.). Cuando nosotros hablamosde crisis del PRI, de mando o de la cla<strong>se</strong> política <strong>en</strong> su conjunto, estamoshablando de un proceso triple: una pérdida de capacidad del Estado fr<strong>en</strong>te a los diversospoderes del dinero, una fractura fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> la relación mando-obedi<strong>en</strong>ciay, finalm<strong>en</strong>te, una incapacidad completa de la cla<strong>se</strong> política y sus mediacionesfr<strong>en</strong>te a la sociedad. Si hubo c<strong>en</strong>a o no es total y absolutam<strong>en</strong>te <strong>se</strong>cundario.Lo que <strong>se</strong> inicio como un problema gremial fue creci<strong>en</strong>do y <strong>en</strong>sanchándo<strong>se</strong> -fr<strong>en</strong>tea los ojos atónitos, no sólo de Los Pinos y la <strong>se</strong>cretaria de gobernación o el gobiernoestatal sino también de los impulsores originales del movimi<strong>en</strong>to- hastallegar ha convertir<strong>se</strong> <strong>en</strong> una insurrección popular con dinámica propia que, incluso,<strong>en</strong> varias ocasiones, ha rebasado a los que dic<strong>en</strong> que son sus líderes: el ejemploVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 25


más evid<strong>en</strong>te, pero no único, fue con Enrique Rueda, <strong>se</strong>cretario G<strong>en</strong>eral de la <strong>se</strong>cciónXXII del SNTE.Atrás está un proceso acumulado de agravios, viol<strong>en</strong>cia, desprecio, explotación ydespojo. La vieja estructura caciquil ya no es funcional a la forma que ha adquiridoel neoliberalismo <strong>en</strong> nuestro país, sin embargo, arriba, no <strong>se</strong> cu<strong>en</strong>ta con una estructurade recambio que la sustituya con posibilidades de credibilidad. Los int<strong>en</strong>tospor crear corri<strong>en</strong>tes político-sociales d<strong>en</strong>tro del movimi<strong>en</strong>to que sustituyan a la viejaCNC o a las viejas organizaciones caciquiles han acabado <strong>en</strong> mascaradas sangri<strong>en</strong>tas,como es el caso de la Unión G<strong>en</strong>eral de Organizaciones Campesinas yPopulares (UGOCP), auténtica organización paramilitar que, <strong>en</strong> la región de Tuxtepecy del Papaloapán, hace recordar con añoranza al viejo PRI.Sin una estructura de control efici<strong>en</strong>te, <strong>se</strong> ha v<strong>en</strong>ido dando un proceso arrasadorque combina todos los mecanismos de la of<strong>en</strong>siva neoliberal que tanto alaban algunos“ci<strong>en</strong>tíficos” sociales para los cuales lo fundam<strong>en</strong>tal es el progreso; no cabeduda que sigue si<strong>en</strong>do necesario recordar lo que decía, no sin cierto humor, el granhistoriador inglés E. P. Thompson: “A pesar de a cuántos a<strong>se</strong>sino el emperador/ elci<strong>en</strong>tífico historiador/ (aún tomando nota de la contradicción)/ afirmará que crecieronlas fuerzas productivas”.Los mecanismos de destrucción los podríamos id<strong>en</strong>tificarlos de la manera sigui<strong>en</strong>te:a) El sueño de convertir a la ciudad de Oaxaca <strong>en</strong> una ciudad moderna, receptoradel turismo nacional e internacional, orgullosa de su pasado indíg<strong>en</strong>a pero absolutam<strong>en</strong>tedespectiva de su pre<strong>se</strong>nte indíg<strong>en</strong>a. Una ciudad con un núcleo depequeños comerciantes y grandes capitales hoteleros, profundam<strong>en</strong>te racistas,que estaban convirti<strong>en</strong>do a la vieja Antequera <strong>en</strong> un híbrido moderno que atoda costa buscaba ocultar la mi<strong>se</strong>ria que habita <strong>en</strong> su <strong>se</strong>no.b) La conversión de la costa de Oaxaca <strong>en</strong> una zona turística donde <strong>se</strong> ha despojadoa los ejidatarios y a las comunidades para levantar emporios turísticosvinculados de manera subordinada al capital financiero internacional. En esaparte de Oaxaca <strong>se</strong> vive un proceso triple: acumulación originaria de capital,acumulación de capital y reproducción ampliada del capital, quedando claroque <strong>en</strong> la época actual no <strong>se</strong> trata de tres fa<strong>se</strong>s <strong>se</strong>paradas <strong>en</strong> el tiempo sino deun proceso único, llevado a cabo con una viol<strong>en</strong>cia que hace palidecer el procesode lo que fue la acumulación originaria de la que habla Carlos Marx <strong>en</strong>el capítulo XXIV de El Capital.c) La conversión del istmo <strong>en</strong> la nueva zona estratégica de México, la zona idealpara ofrecer al capital financiero internacional un regalo mexicano a la globalizaciónimperial. Todo <strong>se</strong> junta <strong>en</strong> esta zona: petróleo, gas, termoeléctricas, <strong>en</strong>ergíaeólica, zonas maquiladoras cercanas, alta producción agrícola (<strong>en</strong> especialde frutas), y, desde luego, el proyecto acariciado por todos (desde el PAN hastael PRD, de Calderón hasta López Obrador) la creación de un sistema de comunicación,tanto de carretera como de vías férreas (tr<strong>en</strong> de alta velocidad) queunan el atlántico con el pacífico; <strong>en</strong> un lugar muy próximo a las costas de Texas26 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


y Florida y más cercano que Panamá de las costas de California. Este proyectoes acariciado por el capital norteamericano, japonés y europeo, todos quier<strong>en</strong><strong>se</strong>r el padre de la criatura y ha sido visto como el negocio del <strong>se</strong>x<strong>en</strong>io. Desdeluego un proyecto de esta naturaleza significaría el arrasami<strong>en</strong>to de varias comunidadesindíg<strong>en</strong>as: los chinantecos, los zapotecos del istmo, etc.).d) La agresión viol<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> contra de las comunidades indíg<strong>en</strong>as del norte de Oaxacapor medio de una política de g<strong>en</strong>ocidio <strong>en</strong> contra de los triquis, los mixtecos de laparte alta. La idea es apoderar<strong>se</strong> de los bosques y ríos de toda esa región. Para locual <strong>se</strong> ha utilizado al ejército como el instrum<strong>en</strong>to fundam<strong>en</strong>tal de arrasami<strong>en</strong>to.e) La creci<strong>en</strong>te utilización de indíg<strong>en</strong>as mixtecos <strong>en</strong> las maquilas del valle deTehuacán, <strong>en</strong> especial mujeres, lo que ha permitido una incorporación compulsivay viol<strong>en</strong>ta a los mecanismos de explotación capitalista, con condicionesde trabajo que están más próximas a las que <strong>se</strong> vivían <strong>en</strong> Río Blanco yCananea de lo que nos imaginamos.f) La participación fundam<strong>en</strong>tal de los oaxaqueños <strong>en</strong> la migración hacia al norte,no solam<strong>en</strong>te hacia los Estados Unidos sino también hacia los estados delnorte del país, <strong>en</strong> especial Baja California, pero no únicam<strong>en</strong>te también Sinaloa,Sonora y Chihuahua. En especial <strong>en</strong>tre los zapotecos, triquis y los mixtecosla cantidad de migrantes es impresionante.g) El ejército federal, al igual que <strong>en</strong> Chiapas, es utilizado como un ejército deocupación, garante del arrasami<strong>en</strong>to.Desde luego, cada uno de estos procesos ha contado con su antagonista. Por todoslados <strong>en</strong> Oaxaca <strong>se</strong> han vivido proceso de reorganización, de lucha y de movilizaciónque o han det<strong>en</strong>ido la mano despótica del capital o por lo m<strong>en</strong>os ha logradoal<strong>en</strong>tar el proceso. Aquí ha jugado un papel de parteaguas lo que fueron los acuerdosde San Andrés.Otro anteced<strong>en</strong>te importante <strong>se</strong>ría la historia de la <strong>se</strong>cción XXII del SindicatoNacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) pero eso <strong>se</strong>ría muy largo y quizáun poco distractivo. Sin embrago, para este texto, solam<strong>en</strong>te <strong>se</strong>ñalaremos alguno<strong>se</strong>lem<strong>en</strong>tos:1. La XXII, más allá de muchos vicios, errores y horrores cu<strong>en</strong>ta con una virtudmuy importante: el rompimi<strong>en</strong>to con la estructura charril del SNTE, de la a<strong>se</strong>sinaElba Esther Gordillo, permitió que la <strong>se</strong>cción fuera un espacio de lucha ymovilización y de apoyo a movimi<strong>en</strong>tos sociales, desde luego muchas vece<strong>se</strong>sto <strong>se</strong> llevó a cabo con métodos burocráticos, pero eso no invalida lo anterior.2. En la Sección XXII no <strong>se</strong> permite la reelección. Este hecho ha impedido queuna persona o un grupo <strong>se</strong> <strong>en</strong>quiste <strong>en</strong> el control del sindicato más grande ymás poderoso (con mucho) del estado.3. El regionalismo oaxaqueño también ha jugado favorablem<strong>en</strong>te para que no <strong>se</strong><strong>en</strong>quiste un líder o un grupo. La dirección muchas veces no <strong>se</strong> ha nombradopor corri<strong>en</strong>te o grupo sino por región (inclusos este criterio ti<strong>en</strong>e su fuerza <strong>en</strong>trelas diversas corri<strong>en</strong>tes políticas que <strong>se</strong> <strong>mueve</strong>n al interior de la <strong>se</strong>cción -<strong>se</strong>VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 27


Policía Federal Prev<strong>en</strong>tiva y la declaración unánime de los gobernadores de los 31estados y el Distrito Federal <strong>en</strong> apoyo a Uli<strong>se</strong>s Ruíz y <strong>en</strong> cond<strong>en</strong>a de un movimi<strong>en</strong>toque <strong>se</strong> atrevía a promover la caída de uno de sus pares. Hasta la fecha ni <strong>en</strong> la filasdel PRD ni <strong>en</strong> las de López Obrador <strong>se</strong> ha hecho m<strong>en</strong>ción a esos dos datos.Toda la cla<strong>se</strong> política ha estado <strong>en</strong> contra de e<strong>se</strong> movimi<strong>en</strong>to por la <strong>se</strong>ncilla razónde que reivindica para el pueblo (los pueblos) el sagrado derecho de la soberaníapara decidir quién los gobierna y no está por demás recordarlo, cuando esa soberanía<strong>se</strong> rescata y comi<strong>en</strong>za a ejercer<strong>se</strong> por qui<strong>en</strong> es su sujeto, <strong>en</strong>tonces la cla<strong>se</strong> políticadeja de <strong>se</strong>r necesaria.La lucha de los pueblos de Oaxaca ha permitido evid<strong>en</strong>ciar la profunda crisis que <strong>se</strong>vive <strong>en</strong> el conjunto de las instituciones del país. Eso g<strong>en</strong>era inmediatam<strong>en</strong>te dos tiposde respuestas: por un lado los que <strong>se</strong> angustian fr<strong>en</strong>te a la inestabilidad perdida y a pesarde que supuestam<strong>en</strong>te mandaron al diablo a las instituciones realm<strong>en</strong>te lo único queles preocupa es como canalizar la lucha hacia una perspectiva institucional y por esopro<strong>mueve</strong>n la desaparición de poderes para que un <strong>se</strong>nador de su partido <strong>se</strong>a gobernadorfast track. Por otro los que nos solidarizamos con lo que ha sido la demanda c<strong>en</strong>traldel movimi<strong>en</strong>to oaxaqueño: la caída de gobernador Uli<strong>se</strong>s Ruíz y nos movemos <strong>en</strong>función de eso que une a todos los que hoy luchan <strong>en</strong> luchan <strong>en</strong> es e<strong>se</strong> estado y <strong>en</strong>, <strong>se</strong>gundonivel, vivimos con gran alegría las revueltas, las insumisiones, las luchas callejerasy <strong>en</strong> lugar de suspirar por las instituciones de este estado neoliberal <strong>en</strong> crisis,ob<strong>se</strong>rvamos con at<strong>en</strong>ción cómo los hermanos de los pueblos de Oaxaca, y nadie másque ellos, van a ir construy<strong>en</strong>do un camino para no permitir que <strong>se</strong> mant<strong>en</strong>ga una formade gobierno autoritaria (la democracia repre<strong>se</strong>ntativa) que niega la democracia directay comunitaria que es lo que, <strong>en</strong> la raíz, explica estas jornadas de lucha.Mi<strong>en</strong>tras, arriba el show está listo: ¿tomará o no po<strong>se</strong>sión Calderón? Los intelectuales“progresistas” velan sus “armas” teóricas <strong>en</strong> esto que <strong>se</strong>gún <strong>se</strong> nos dice ahorasi <strong>se</strong>rá “la madre de todas las batallas”, tan perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te aplazada, tan perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>tesusp<strong>en</strong>dida. La confrontación <strong>se</strong> define <strong>en</strong> un ev<strong>en</strong>to, <strong>en</strong> un acontecimi<strong>en</strong>to,<strong>en</strong> lo efímero de un día. El 2 de julio, pa<strong>se</strong> lo que pa<strong>se</strong> <strong>en</strong> el ev<strong>en</strong>to, Calderónva a <strong>se</strong>r presid<strong>en</strong>te; va a mandar el presupuesto para el 2007 y los diputados y <strong>se</strong>nadoresy gobernadores del PRD lo van a discutir y, <strong>en</strong> una de esas, como lo hicierondurante casi todos los años con Vic<strong>en</strong>te Fox, hasta lo aprueban.Pi<strong>en</strong>san que por fin sus conflictos volvieron a estar <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro de la esc<strong>en</strong>a políticanacional. La realidad es que Oaxaca ha sido un revelador de la crisis de una formade hacer la política, la de arriba, la del poder del dinero, la de los que hac<strong>en</strong> como que<strong>se</strong> pelean pero compart<strong>en</strong> la administración de las sobras del viejo Estado mexicano.IV. Las características del movimi<strong>en</strong>toTodo movimi<strong>en</strong>to real de la sociedad ti<strong>en</strong>e como característica e<strong>se</strong>ncial su capacidadpara construir mecanismos de autoorganización social. Sin esto, una movilización dep<strong>en</strong>dede un líder, de un caudillo o de un jefe. Por eso siempre que un movimi<strong>en</strong>toestá surgi<strong>en</strong>do <strong>se</strong> <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta a la problemática de <strong>en</strong>contrar los mejores caminos que le30 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


permitan g<strong>en</strong>erar las <strong>se</strong>ñas comunes de id<strong>en</strong>tidad organizativa -<strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do aquí organizacióncomo la expresión más alta de la política y no simplem<strong>en</strong>te un membretequele permita darle coher<strong>en</strong>cia a su antagonismo <strong>en</strong> la confrontación con el poder.Lo que <strong>se</strong> inició si<strong>en</strong>do una lucha magisterial por una rezonificación <strong>se</strong> transformó<strong>en</strong> la lucha de los pueblos de Oaxaca por <strong>se</strong>r los sujetos de su propia historia.Esto ha culminado con dos procesos que no son contradictorios y sí complem<strong>en</strong>tarios:las reuniones de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y lo que sucede<strong>en</strong> las calles, comunidades, palacios municipales tomados, carreteras bloqueadas detodo el estado. En e<strong>se</strong> <strong>se</strong>ntido la lucha de los pueblos de Oaxaca <strong>se</strong> ha g<strong>en</strong>eralizado atal nivel que hoy es más grande que la propia APPO.Por eso muchas veces <strong>se</strong> han decidido cosas que no siempre <strong>se</strong> han podido implem<strong>en</strong>tar.En las barricadas, las calles, los barrios y las comunidades <strong>se</strong> <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra elcorazón de la lucha de los pueblos de Oaxaca, desde luego la APPO es la formamás alta que <strong>se</strong> ha <strong>en</strong>contrado para repre<strong>se</strong>ntar e<strong>se</strong> proceso pero es tan vasto quetodavía no lo abarca del todo. Sin embargo esto no significa ninguna dificultad para<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar al <strong>en</strong>emigo o para llevar a cabo una movilización de todos.La pelea por ver quién está <strong>en</strong> la dirección de la APPO puede <strong>se</strong>r muy fuerte,pero el significado de esto es muy relativo si ob<strong>se</strong>rvamos cuál ha sido la evoluciónde la lucha de los pueblos de Oaxaca. Si <strong>en</strong> el Congreso reaparecieron los viejosgrupos oaxaqueños y los viejos líderes, eso tampoco ti<strong>en</strong>e mucha importancia si<strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos que la dinámica de la lucha no <strong>se</strong> está procesando <strong>en</strong> las reuniones cerradassino <strong>en</strong> las nuevas ágoras de la lucha: las calles.La autoorganización del movimi<strong>en</strong>to le ha permitido construir una capacidad deveto, no tan sólo a las acciones del gobierno sino también a la de sus líderes cuandono están de acuerdo. No importa lo que <strong>se</strong> decida si no está <strong>en</strong> concordancia con loque la g<strong>en</strong>te quiere. Esa capacidad de veto repre<strong>se</strong>nta la e<strong>se</strong>ncia de e<strong>se</strong> proceso deautoorganización social.Es verdad que no <strong>se</strong> ha construido una visión propia que transforme y trastoquede manera duradera la relación mando-obedi<strong>en</strong>cia consustancial a la dominacióncapitalista, e incluso hay varios que sigu<strong>en</strong> coqueteando con una forma <strong>en</strong> crisis dela democracia: la repre<strong>se</strong>ntativa. En última instancia e<strong>se</strong> proceso no podrá <strong>se</strong>r sustituidopor debates y/o reflexiones sino que <strong>se</strong>rán productos de la lucha misma y dela experi<strong>en</strong>cia que de ella <strong>se</strong> saque. El asunto del salto <strong>en</strong>tre la capacidad de veto yla conformación de una propuesta viable y con<strong>se</strong>nsuada (no como producto de análisis<strong>se</strong>ctarios de tal o cual grupo, basados siempre <strong>en</strong> experi<strong>en</strong>cias que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong>nada que ver con la realidad nacional o oaxaqueña) de constitución de una alternativade gobierno propia y al marg<strong>en</strong> de la cla<strong>se</strong> política es algo que solam<strong>en</strong>te lecompete decidir a los pueblos de Oaxaca.Finalm<strong>en</strong>te unas palabras sobre aquellos que siempre van a la cola de los movimi<strong>en</strong>tosp<strong>en</strong>sando que su obligación no es apr<strong>en</strong>der del proceso real sino simplem<strong>en</strong>tecopiar, calcar, las formas organizativas. La conformación de la APPO no fueproducto de una idea brillante de una vanguardia, sino fue el resultado de años deVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 31


conformación de un bloque social que <strong>en</strong>contró el mom<strong>en</strong>to justo para salir a la luzpública. P<strong>en</strong>sar que todo <strong>se</strong> resuelve constituy<strong>en</strong>do ahora asambleas populares portodo el país no es más que una demostración o de una gran ing<strong>en</strong>uidad o de un p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>toburocrático que todo lo resuelve con fórmulas organizativas. Cuando algo<strong>se</strong> eleva a modelo organizativo normalm<strong>en</strong>te <strong>se</strong> empobrece lo que <strong>se</strong> busca imitar y<strong>se</strong> fracasa <strong>en</strong> lo que <strong>se</strong> busca construir.La riqueza de lo que está sucedi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> Oaxaca no <strong>se</strong> <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> una fórmula organizativasino <strong>en</strong> algo un poco más profundo: <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der lo que está pasando <strong>en</strong> elmovimi<strong>en</strong>to real de los pueblos de esa parte de nuestro país. Parafra<strong>se</strong>ando a CarlosMarx diríamos: vale más un paso de avance <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to real de la sociedad queci<strong>en</strong> programas revolucionarios o ci<strong>en</strong> fórmulas organizativas. Vale más estudiar elproceso de conformación de lo que <strong>se</strong>rá la(s) comuna(s) de Oaxaca que imitar la formaque ahí <strong>se</strong> <strong>en</strong>contró para organizar el descont<strong>en</strong>to.Ciudad de México, a 25/11/2006Posdata:El 25 de noviembre, a cinco días del cambio de gobierno, las fuerzas federales implem<strong>en</strong>taronun operativo que culminó con la det<strong>en</strong>ción de los principales activistas callejeros,posteriorm<strong>en</strong>te ya bajo el gobierno de Felipe Calderón <strong>se</strong> arrestó a Flavio Sosauno de los líderes más visibles de la APPO. La acción conjunta <strong>en</strong>tre la Policía FederalPrev<strong>en</strong>tiva, la policía estatal, grupos paramilitares y la Ag<strong>en</strong>cia Federal de Investigacionespermite hablar de un saldo hasta hoy de 15 ejecuciones, 200 det<strong>en</strong>idos, 150 lesionados,más de una treint<strong>en</strong>a de ‘desaparecidos’ y están por ejecutar<strong>se</strong>, otras 200órd<strong>en</strong>es de apreh<strong>en</strong>sión, <strong>se</strong>gún los diversos organismos de derechos humanos.Con esta acción Felipe Calderón pret<strong>en</strong>de trazar el esc<strong>en</strong>ario de lo que <strong>se</strong>rá su <strong>se</strong>x<strong>en</strong>io<strong>en</strong> lo que ti<strong>en</strong>e que ver con los movimi<strong>en</strong>tos sociales. Algunos <strong>se</strong> han adelantadoy han <strong>se</strong>ñalado que nos espera un <strong>se</strong>x<strong>en</strong>io de represión y muerte.Sin embargo <strong>se</strong>ría un error adelantar vísperas. La acción es realizada <strong>en</strong> medio dela debilidad del Estado. Significa una apuesta muy alta que si sale mal, igualm<strong>en</strong>temarcará el conjunto del <strong>se</strong>x<strong>en</strong>io.Parecería que la idea que está atrás es buscar un interlocutor “creíble” que desmoviliceal pueblo de Oaxaca. Y ahí reside precisam<strong>en</strong>te la debilidad de la apuesta.No dudamos que alguno de los dirig<strong>en</strong>tes <strong>se</strong> preste a esa maniobra, pero la viabilidadde la misma <strong>en</strong>tre la g<strong>en</strong>te que creó, g<strong>en</strong>eró, desarrolló, y <strong>se</strong> regocijó con e<strong>se</strong>movimi<strong>en</strong>to es bastante complicada.Como todo movimi<strong>en</strong>to estamos <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to de repliegue, pero <strong>en</strong> lo fundam<strong>en</strong>tale<strong>se</strong> movimi<strong>en</strong>to sigue t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do las re<strong>se</strong>rvas y el acumulado sufici<strong>en</strong>tes para frustrarlos planes de un hombre que <strong>se</strong> la pasa sudando fr<strong>en</strong>te a las cámaras de televisión.Sergio Rodríguez Lascano es director de la revista zapatista Rebeldía.32 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


V<strong>en</strong>ezuelaDespués de las elecciones: hay quepisar el aceleradorJo<strong>se</strong>p Maria Ant<strong>en</strong>tasLas elecciones presid<strong>en</strong>ciales del pasado 3 de diciembre llegaron <strong>en</strong> un contextomarcado por unos dos últimos años de relativa estabilidad para el proceso bolivariano,después de la derrota de la oposición <strong>en</strong> el referéndum revocatorio del 15 deagosto de 2004. El fallido proceso revocatorio, sumado a los fracasos del golpe deEstado del 11 de abril de 2002 y del paro-sabotaje petrolero iniciado el 2 de diciembrede 2002 sumieron a las fuerza opositoras <strong>en</strong> la desmoralización y el desconcierto.La relativa parálisis de la oposición permitió que <strong>en</strong> los últimos dos años florecieranlos debates internos d<strong>en</strong>tro del campo chavista acerca del rumbo que el “proceso” (estees el término más utilizado por la izquierda <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela para referir<strong>se</strong> a la dinámica<strong>en</strong> curso) debe tomar. Con la oposición debilitada, los debates d<strong>en</strong>tro de los <strong>se</strong>ctoresbolivarianos <strong>se</strong> hicieron más evid<strong>en</strong>tes, y la posibilidad de expresar críticas y plantearnuevas exig<strong>en</strong>cias por parte de los <strong>se</strong>ctores populares <strong>se</strong> volvieron más fáciles.Chaves y el bloque del cambio <strong>se</strong> pre<strong>se</strong>ntaron a la convocatoria electoral con el objetivodeclarado de con<strong>se</strong>guir diez millones de votos, pero esto era más una consignaque pret<strong>en</strong>día movilizar a sus votantes que no un objetivo real, y con la petición deobt<strong>en</strong>er un gran respaldo popular para poder “profundizar” el proceso. Sabi<strong>en</strong>do quesu victoria no estaba <strong>en</strong> peligro, Chávez necesitaba una reelección con un resultadoclaro que pudiera desinc<strong>en</strong>tivar ev<strong>en</strong>tuales maniobras de<strong>se</strong>stabilizadoras por parte dela oposición y situarlo <strong>en</strong> una posición de fuerza para afrontar su <strong>se</strong>gundo mandatopresid<strong>en</strong>cial y empr<strong>en</strong>der las reformas necesarias. El di<strong>se</strong>ño de la campaña presid<strong>en</strong>ciala cargo del Comando Miranda, sin embargo, estuvo caracterizado por un fuertecontrol vertical y una dinámica “aparatera”.“Por nuestras luchas”Los <strong>se</strong>ctores más a la izquierda del proceso, como la Corri<strong>en</strong>te Clasista Unitaria Revolucionariay Autónoma (C-CURA) de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), elPartido Revolución y Socialismo, o el Proyecto Nuestra América (PNA)-Movimi<strong>en</strong>to13 de abril, así como movimi<strong>en</strong>tos como el Fr<strong>en</strong>te Campesino Ezequiel Zamora o laAsociación Nacional de Medios Comunitarios Libres Alternativos (ANMCLA), impulsaronla iniciativa “Por nuestras luchas”, que pret<strong>en</strong>día movilizar a los <strong>se</strong>ctores máscombativos a favor de la reelección de Chávez pero con una ag<strong>en</strong>da programática propiade profundización. Fue una campaña relativam<strong>en</strong>te débil, que no desplegó todo elpot<strong>en</strong>cial exist<strong>en</strong>te, pero tuvo algún mom<strong>en</strong>to de visibilidad importante, como la jornadade movilización del 20 de noviembre. Los movimi<strong>en</strong>tos sociales sigu<strong>en</strong> si<strong>en</strong>do todavíadébiles y fragm<strong>en</strong>tados, pero los avances registrados <strong>en</strong> la autoorganización populardebería permitir <strong>en</strong> el futuro una mayor capacidad de movilización “desde abajo”.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 33


Esta iniciativa conecta con el <strong>se</strong>ntimi<strong>en</strong>to creci<strong>en</strong>te, pero todavía de <strong>se</strong>ctores minoritarios,de que deb<strong>en</strong> exigir<strong>se</strong> políticas concretas y medidas drásticas que permitandar una respuesta efectiva a los grandes problemas del grueso de la población y acelerarlas transformaciones sociales. No hay duda alguna que las políticas del gobiernode Chávez, basadas <strong>en</strong> la distribución de la r<strong>en</strong>ta petrolera a través de política socialesy <strong>en</strong> favorecer procesos de industrialización y desarrollo económico, han traídocambios positivos para los <strong>se</strong>ctores populares y más pobres de la población. Pero almismo tiempo es evid<strong>en</strong>te que las medidas tomadas no son sufici<strong>en</strong>tes y que existeun gran <strong>se</strong>sgo <strong>en</strong>tre la retórica radical del “socialismo del siglo XXI” y la práctica gubernam<strong>en</strong>talconcreta, que todavía no ha tomado medidas drásticas fr<strong>en</strong>te a las élite<strong>se</strong>conómicas. En este contexto, la burocracia y la corrupción aparec<strong>en</strong> como el telónde Aquiles del proceso bolivariano y como factores clave que impid<strong>en</strong> un efectivoavance <strong>en</strong> una dirección de radicalización de las transformaciones sociales /1.Reelegir a Chávez para profundizar el proceso y darle un cont<strong>en</strong>ido real a la retóricadel socialismo del siglo XXI eran, pues, los objetivos de los <strong>se</strong>ctores más a laizquierda fr<strong>en</strong>te a las elecciones.Los resultados del 3DLos resultados electorales no dejan lugar a dudas sobre el apoyo mayoritario queChávez ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong>tre la sociedad v<strong>en</strong>ezolana. A pesar de los int<strong>en</strong>tos de los medios decomunicación más reaccionarios de infundir sospechas sobre el proceso electoral,éste <strong>se</strong> desarrolló sin ningún tipo de incid<strong>en</strong>cia y anomalía, tal y como lo corroborael informe realizado por los 400 ob<strong>se</strong>rvadores internacionales invitados por el Con<strong>se</strong>joNacional Electoral /2.Las elecciones de 2006 pre<strong>se</strong>ntaban un universo electoral de unos 16 millones devotantes registrados, fr<strong>en</strong>te a los 11 millones exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el año 2000. Este aum<strong>en</strong>to<strong>se</strong> debe a los esfuerzos realizados para con<strong>se</strong>guir el registro como votantes de amplios<strong>se</strong>ctores de la población que hasta <strong>en</strong>tonces permanecían al marg<strong>en</strong> de las elecciones.La abst<strong>en</strong>ción, un 25’12% (unas 3.9 millones de personas), fue la más bajadesde las presid<strong>en</strong>ciales de 1988, si<strong>en</strong>do sin embargo todavía significativa. En 1998ésta fue del 36,65%, <strong>en</strong> el 2000 del 43,69%, y <strong>en</strong> el referéndum revocatorio de 2004del 30,08%. Tradicionalm<strong>en</strong>te, la elecciones presid<strong>en</strong>ciales <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela han t<strong>en</strong>idouna tasa de participación mucho más alta que cualquier otro tipo de elección, legislativas,y municipales y de gobernadores.Chávez obtuvo 7.274.331 de votos (un 62,87%), fr<strong>en</strong>te a los 4.266.974 de Rosales(36,88%). Ganó <strong>en</strong> todos los Estados del país, incluido Zulia, donde Rosales es el gobernador.Los votos co<strong>se</strong>chados por Chávez el 3D son, tanto <strong>en</strong> términos porc<strong>en</strong>tualescomo absolutos, los más altos de cualquier presid<strong>en</strong>te electo <strong>en</strong> el país desde el1/ Ver las <strong>en</strong>trevistas a Stalin Pérez “La lucha contra la burocracia y la corrupción, y por los derechos de los trabajadores,<strong>se</strong>rá muy importante el año que vi<strong>en</strong>e” y a Roland D<strong>en</strong>is “No terminamos de resolver la burocraciaque sigue absolutam<strong>en</strong>te viva” disponibles <strong>en</strong>: www.vi<strong>en</strong>tosur.info.2/ Informe de los ob<strong>se</strong>rvadores del proceso de elección presid<strong>en</strong>cial de la República Bolivariana de V<strong>en</strong>ezueladel 3 de diciembre de 2006 <strong>en</strong> www.rebelión.org.34 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


fin de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez <strong>en</strong> 1958. En 1998 los votos para Chávezfueron 3.673.685 (56’2%) y <strong>en</strong> el 2000 3.757.773 (59’76%). La sigui<strong>en</strong>te tabla resumela evolución de las elecciones presid<strong>en</strong>ciales desde 1958 hasta la actualidad <strong>en</strong>porc<strong>en</strong>taje y cifras absolutas (aunque obviam<strong>en</strong>te es <strong>en</strong>gañoso comparar <strong>en</strong> cifras absolutaslos resultados de períodos distintos debido a las variaciones <strong>en</strong> el universoelectoral):V<strong>en</strong>cedor elecciones presid<strong>en</strong>ciales <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela (1958-2006)(En cifras absolutas y %)Año V<strong>en</strong>cedor % Votos absolutos1958 Rómulo Betancourt 49,18 1.284.0921963 Raúl Leoni 32,81 957.5741968 Rafael Caldera 29,13 1.083.7121873 Carlos Andrés Pérez 48,74 2.130.7431978 Luis Herrera Campins 46,64 2.487.1381983 Jaime Lusinchi 56,72 3.773.7311988 Carlos Andrés Pérez 52,89 3.868.8431993 Rafael Caldera 30,46 1.710.7221998 Hugo Chávez Frías 56,20 3.673.6852000 Hugo Chávez Frías 59,76 3.757.7732004 Referéndum Revocatorio 59,10 5.800.6292006 Hugo Chávez Frías 62,87 7.274.331Fu<strong>en</strong>te: elaboración propia a partir de los datos del Con<strong>se</strong>jo Supremo Electoral. SecretaríaG<strong>en</strong>eral. Dirección de Estadísticas Electorales. División de Geografía Electoral.Los resultados del 2006 confirman que desde 1998 el difer<strong>en</strong>cial de votos <strong>en</strong>treChávez y sus opositores ha ido aum<strong>en</strong>tando, <strong>en</strong> términos porc<strong>en</strong>tuales y absolutos(<strong>en</strong> un contexto de crecimi<strong>en</strong>to del universo electoral). En su primera victoria presid<strong>en</strong>cial,el difer<strong>en</strong>cial a favor de Chávez fue de 1.060.524 votos, <strong>en</strong> las eleccionesde legitimación de 2000 de 1.469.195, <strong>en</strong> el referéndum de 2004 de 1.811.621 y <strong>en</strong>estas últimas elecciones de 2.965.308 /3.En el sistema electoral v<strong>en</strong>ezolano los electores no sólo deb<strong>en</strong> escoger qué candidatoapoyan, sino a través de qué partido lo hac<strong>en</strong>. Así, d<strong>en</strong>tro del campo chavista, de nuevoel partido más votado fue el Movimi<strong>en</strong>to V República (MVR), con 4.822.175 votos(41,67%), <strong>se</strong>guido a mucha distancia de los otros dos partidos significativos que compon<strong>en</strong>el bloque oficialista gubernam<strong>en</strong>tal: PODEMOS con 756.742 votos (6,54%) yPatria Para Todos (PPT) con 594.582 votos (5’13%). El Partido Comunista de V<strong>en</strong>ezuela(PCV) <strong>se</strong> consolidó como el cuarto partido del bloque oficialista con 340.499 votos(2,94%). Convi<strong>en</strong>e <strong>se</strong>ñalar que el Partido Revolución y Socialismo (PRS), al estartodavía <strong>en</strong> un incipi<strong>en</strong>te proceso de nacimi<strong>en</strong>to, no pudo registrar<strong>se</strong> como organizaciónpolítica de cara a las elecciones, y aunque llamó a votar a Chávez <strong>en</strong> un <strong>se</strong>ntido de profundizacióndel proceso, no participó como tal <strong>en</strong> la conti<strong>en</strong>da electoral.3/ Al Qasa, O. “Jugando a las matemáticas con la oposición” <strong>en</strong> www.aporrea.org 07/12/2006.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 35


El análisis de los resultados electorales confirma la exist<strong>en</strong>cia de una correlaciónpositiva clara <strong>en</strong>tre nivel de pobreza y apoyo a Chávez. Así, <strong>en</strong> los Estados con másdel 40% de pobreza la votación por Chávez fue la más elevada, llegando <strong>en</strong>torno al70%, con la excepción de Zulia, donde Chávez obtuvo el 51.37%. En los estados conun índice de pobreza intermedio (30-40%) la votación por Chávez osciló <strong>en</strong>tre el 60y el 70%, con la excepción de Cojedes y Aragua (donde Chávez pasó del 70%). Finalm<strong>en</strong>te,<strong>en</strong> los Estados con un índice de pobreza inferior al 30%, Chávez obtuvo<strong>en</strong>tre el 50 y el 60% de los votos, con excepción del Estado de Vargas y Distrito Capitaldonde el respaldo fue mayor /4.Estos resultados confirman que la ba<strong>se</strong> de apoyo al proceso bolivariano residefundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los <strong>se</strong>ctores más pobres del país, muchos de los cuales viv<strong>en</strong><strong>en</strong> la economía informal o el de<strong>se</strong>mpleo. En definitiva, el sust<strong>en</strong>to del proceso es el“pueblo pobre”, formado por lo que Mike Davis /5 define como el “proletariado informal”de las periferias urbanas como los “cerros” de Caracas, cuyo modo de vidaes el “superviv<strong>en</strong>cialismo informal”, y por los <strong>se</strong>ctores rurales y campesinos pauperizados.También, los <strong>se</strong>ctores más militantes ligados a la izquierda de la UNT dela cla<strong>se</strong> obrera industrial de las zonas más industriales del país son un puntal delproceso, pero su importancia cuantitativa es reducida.El resultado del candidato opositor, Rosales, es ligeram<strong>en</strong>te inferior al obt<strong>en</strong>idopor la oposición <strong>en</strong> el referéndum revocatorio de agosto de 2004. Sus resultados estánmuy alejados de los de Chávez, pero <strong>en</strong> cualquier caso muestran que la ba<strong>se</strong> socialopositora sigue si<strong>en</strong>do significativa. La propia lógica de las eleccionespresid<strong>en</strong>ciales, y la bipolarización que una elección de este tipo conlleva, ha permitidoa la oposición reunificar<strong>se</strong> <strong>en</strong>torno a la candidatura de Rosales, recuperar <strong>en</strong>parte el capital político-electoral del referéndum de 2004 y recomponer<strong>se</strong>, al m<strong>en</strong>ostemporalm<strong>en</strong>te. Rosales realizó una campaña populista y demagógica para int<strong>en</strong>taratraer algunos votos populares, donde sobresalieron sus propuestas de crear unatarjeta de débito “Mi Negra” para <strong>en</strong>tregar a las familias más pobres una cantidadde <strong>en</strong>tre 200-400 euros prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te de la r<strong>en</strong>ta petrolera, y sus promesas de mant<strong>en</strong>ery “mejorar” las Misiones sociales.A pesar de no t<strong>en</strong>er ninguna posibilidad de victoria, la candidatura de Rosales hahecho recuperar una cierta credibilidad política a las fuerzas opositoras. Éstasafrontaron las presid<strong>en</strong>ciales con fuertes dilemas estratégicos, e inicialm<strong>en</strong>te no estabaclaro si aceptarían participar <strong>en</strong> las mismas o harían un amago de retirar sucandidato, y si aceptarían los resultados o pondrían <strong>en</strong> marcha una operación dedesconocimi<strong>en</strong>to de los mismos y de de<strong>se</strong>stabilización post-electoral, con la ayudade los medios de comunicación. El rápido reconocimi<strong>en</strong>to de la derrota electoralpor parte de Rosales parece indicar que d<strong>en</strong>tro de las fuerzas opositoras, o <strong>en</strong> partede ellas, <strong>se</strong> abre paso la idea que deb<strong>en</strong> preparar<strong>se</strong> por una batalla de largo recorri-4/ Dávila, J. “Pobreza y Elecciones” <strong>en</strong> www.rebelión.org. El autor utiliza datos de pobreza del año 2001. Segúnla CEPAL la pobreza <strong>en</strong> el país <strong>se</strong> ha reducido un 11’5% <strong>en</strong> los últimos cinco años, con lo que las correlacionesrealizadas podrían t<strong>en</strong>er alguna ligera variación si <strong>se</strong> aplican datos actuales.5/ Davis, M. (2006). Planet of Slumps. Londres, Verso.36 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


do contra Chávez y levantar un proyecto alternativo creíble. El fuerte apoyo populara Chávez, la nitidez de su victoria electoral, los fracasos del período 2002-2004y las actuales dificultades del gobierno Bush empantanado <strong>en</strong> Irak y debilitado internam<strong>en</strong>te,hac<strong>en</strong> que la oposición no <strong>se</strong> haya visto con fuerzas sufici<strong>en</strong>tes para reactivarlas opciones golpistas y de<strong>se</strong>stabilizadoras, y que éstas de mom<strong>en</strong>to hayandejado paso a una estrategia institucional. Posiblem<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>tro de las fuerzas opositorasvan a surgir t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>tre los <strong>se</strong>ctores partidarios de una oposición frontal,y aquellos que int<strong>en</strong>t<strong>en</strong>, como <strong>se</strong>ñala Roland D<strong>en</strong>is, “exigir reconocimi<strong>en</strong>to comoactores d<strong>en</strong>tro de la construcción de la quinta República, buscando un diálogo deintegración pl<strong>en</strong>a d<strong>en</strong>tro de ella.” /6.Sin embargo, <strong>se</strong>ría un error estratégico mayúsculo por parte de las fuerzas chavistasconfundir lo que es una opción táctica concreta de la oposición motivada porla propia correlación de fuerzas exist<strong>en</strong>te, con el que sigue si<strong>en</strong>do su objetivo estratégicoirr<strong>en</strong>unciable: derrocar a Chávez y al marco institucional de la V República(o bi<strong>en</strong> desnaturalizarlo y reconducirlo hacia otros parámetros). Creer <strong>en</strong> las “conviccionesdemocráticas” de (parte de) la oposición y <strong>en</strong> la irreversibilidad de suapuesta “institucional o, peor aún, hacer concesiones a los supuestos <strong>se</strong>ctores más“blandos” fr<strong>en</strong>te a los “duros” <strong>en</strong> nombre de la estabilidad del país y de la consolidaciónde las instituciones de la V República, <strong>se</strong>ría un error gravísimo por parte delchavismo que sólo <strong>se</strong>rviría para fr<strong>en</strong>ar las transformaciones <strong>en</strong> curso.Profundizar el proceso, ampliar sus apoyos sociales y su ba<strong>se</strong> social militante, yprivar a los <strong>se</strong>ctores económicam<strong>en</strong>te dominantes de sus privilegios económicos ymateriales <strong>en</strong> ba<strong>se</strong> a los cuales <strong>se</strong> sust<strong>en</strong>ta su capacidad de acción política, siguesi<strong>en</strong>do la mejor forma de derrotar a los <strong>en</strong>emigos del proceso bolivariano.Dilemas y perspectivas para el futuroLa reelección de Chávez deja paso a un período de fuertes debates internos d<strong>en</strong>trodel campo bolivariano, de cuyo resultado dep<strong>en</strong>derá <strong>en</strong> gran medida el futuro delproceso. El año 2007 <strong>se</strong>rá un año de definiciones. Estas t<strong>en</strong>siones van a reflejar<strong>se</strong><strong>en</strong> los debates sobre la reforma constitucional, cuyo alcance y cont<strong>en</strong>ido aún estápor determinar, <strong>en</strong> los debates sobre el llamami<strong>en</strong>to a crear un “partido único” delas fuerzas chavistas, <strong>en</strong> los conflictos d<strong>en</strong>tro de la UNT, o <strong>en</strong> la lucha para implem<strong>en</strong>tarmedidas fundam<strong>en</strong>tales como la Ley de la Seguridad Social o respecto alfuncionami<strong>en</strong>to de los Con<strong>se</strong>jos Comunales.El propio Chávez ha anunciado la “profundización de la revolución bolivariana”, suori<strong>en</strong>tación hacia “el socialismo del siglo XXI” y hacia “la vía v<strong>en</strong>ezolana al socialismo”y la “República Socialista de V<strong>en</strong>ezuela”, y una “batalla contra la contrarrevoluciónburocrática y la corrupción”. Estas son, efectivam<strong>en</strong>te, las principales tareasque hay que abordar, pero pued<strong>en</strong> <strong>se</strong>r interpretadas y definidas de forma muy diversa.D<strong>en</strong>tro de los dilemas del campo bolivariano, de los debates sobre el rumbo delproceso y de las luchas para definir el próximo gobierno, <strong>se</strong> esconde una t<strong>en</strong>sión es-6/ D<strong>en</strong>is, R. “Tres evid<strong>en</strong>cias postvictoriosas” <strong>en</strong> www.aporrea.org 08/12/06.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 37


tructural <strong>en</strong>tre qui<strong>en</strong>es apuestan por una radicalización de las reformas realizadas <strong>en</strong>el marco de una perspectiva más o m<strong>en</strong>os socialista, y qui<strong>en</strong>es <strong>en</strong> el fondo defi<strong>en</strong>d<strong>en</strong>un cierto modelo de capitalismo regulado y una perspectiva “neo-desarrollista”, quebusca alianzas con la burguesía nacional-regional y apuesta por pot<strong>en</strong>ciar un bloquelatinoamericano capaz de in<strong>se</strong>rtar<strong>se</strong> desde una posición v<strong>en</strong>tajosa <strong>en</strong> la economíaglobal, ya <strong>se</strong>a como última estación del trayecto o como fa<strong>se</strong> a transitar antes deavanzar hacia el socialismo /7.Si el proceso no <strong>se</strong> profundiza, no avanza <strong>en</strong> dirección a una transformación socialradical, el proyecto de Chávez puede terminar agotándo<strong>se</strong>. Profundizar el proceso noes una tarea lineal. Significa tomar medidas de ruptura y dar saltos cualitativos <strong>en</strong> direccióna romper con el vig<strong>en</strong>te aparato de Estado, atacar los privilegios de las élite<strong>se</strong>conómicas, y romper con la lógica de la propiedad privada y de las relaciones deproducción capitalistas. Un ritmo l<strong>en</strong>to y gradual “hacia el socialismo” puede acabarsignificando su petrificación, la desmoralización y desmovilización de su ba<strong>se</strong> social,y la (auto)corrección del rumbo del proceso <strong>en</strong> un <strong>se</strong>ntido inverso al de<strong>se</strong>ado. De mom<strong>en</strong>to,las medidas anunciadas a comi<strong>en</strong>zos de <strong>en</strong>ero como la nacionalización de la<strong>se</strong>mpresas estratégicas de electricidad, agua y telefonía, <strong>en</strong>tre ellas la Compañía Anónimade Teléfonos de V<strong>en</strong>ezuela (CANTV), son pasos <strong>en</strong> la bu<strong>en</strong>a dirección, aunquehay que ver como <strong>se</strong> concretan.Oficialm<strong>en</strong>te, todos/as aquellos/as in<strong>se</strong>rtos d<strong>en</strong>tro del campo oficialista chavistaapoyan la retórica de la profundización de la revolución bolivariana y del socialismodel siglo XXI. Pero la realidad es muy distinta. De hecho d<strong>en</strong>tro del gobierno,de los partidos que lo apoyan y sus funcionarios, hay <strong>se</strong>ctores que <strong>se</strong> auto-proclaman“chavistas” que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> nada que ver con ningún proyecto real de transformaciónradical de sociedad, y que repre<strong>se</strong>ntan un “derecha” interna al proceso.Para avanzar hacia un <strong>se</strong>ntido de ruptura real con el capitalismo, la movilizacióny el avance <strong>en</strong> la auto-organización popular, desde el compromiso con el procesopero desde la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> relación al Estado y al oficialismo, sigu<strong>en</strong> si<strong>en</strong>dolas herrami<strong>en</strong>tas necesarias. Es a partir de la movilización y la autoorganizaciónpopular como <strong>se</strong>rá posible dar un cont<strong>en</strong>ido real y concreto, más allá de la retórica,a la idea del socialismo del siglo XXI. Éste es el reto fundam<strong>en</strong>tal, para la etapaposterior al 3D, de un proceso bolivariano que debe pisar el acelerador a fondo.Jo<strong>se</strong>p Maria Ant<strong>en</strong>tas es militante de Revolta Global. Forma parte de la redacción de VIENTO SUR.7/ Katz, C. (2006) “Socialismo o neo-desarrollismo”.38 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


Cooperación al desarrollo¿Por qué al Norte le gusta “ayudar”?¿A qué <strong>se</strong> refier<strong>en</strong> los Estados ricoscuando hablan de “cooperación”?David Llistar i BoschComo a<strong>se</strong>guran los realistas como Morg<strong>en</strong>thau, los Estados <strong>se</strong> comportan como sujeto<strong>se</strong>goístas que compit<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre sí <strong>en</strong> busca de mayor poder, por su propia <strong>se</strong>guridadrelativa y lo hac<strong>en</strong> <strong>en</strong> un panorama de peligroso caos. Actúan por intere<strong>se</strong>s deEstado, nunca por principios abstractos como la solidaridad o el bi<strong>en</strong> colectivo. Eneste contexto, ¿por qué casi todas las Administraciones de los paí<strong>se</strong>s OCDE (inclusivelas locales) dispon<strong>en</strong> de Ministerio, Secretaría u Oficina de Solidaridad y CooperaciónInternacional? Incluso casi todos los Ministerios de un mismo gobiernodispon<strong>en</strong> de una partida para cooperación, ya no sólo el de Asuntos Exteriores.De nuevo deberemos distinguir <strong>en</strong>tre el significado etimológico del término ‘cooperacióninternacional’ y el desgastado uso que <strong>se</strong> le ha dado. En el diccionario de laRAE el término cooperar <strong>se</strong> define como: “Obrar conjuntam<strong>en</strong>te con otro u otrospara un mismo fin”. En la práctica, el significado que <strong>en</strong> la real politik le re<strong>se</strong>rva altérmino “cooperación”, es distinto al que suele <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la opinión pública. En g<strong>en</strong>eral,la ciudadanía lo asocia a solidaridad y filantropía con el Tercer Mundo, o a la luchainternacional contra una causa honorable como la prev<strong>en</strong>ción del VIH o elcontrol del narcotráfico. Sin embargo <strong>en</strong> geopolítica <strong>se</strong> utiliza para fines no tan honorables.La eliminación de un gobierno poco afín mediante una ocupación militar deuna coalición de paí<strong>se</strong>s que cooperan <strong>en</strong>tre aliados, o la internacionalización de la<strong>se</strong>mpresas locales <strong>en</strong> forma de inversión extranjera y acogida por algunos gobiernosneoliberales del <strong>Sur</strong> como agua de mayo, son dos ejemplos de e<strong>se</strong> tipo de cooperacióninternacional.Efectivam<strong>en</strong>te, de las <strong>se</strong>is grandes motivaciones por las que afirmamos que losEstados capitalistas ricos han instituido desde el fin de la Segunda Guerra Mundialla cooperación internacional, solam<strong>en</strong>te una corresponde a fines nobles. En g<strong>en</strong>eral,como veremos, persigu<strong>en</strong> intere<strong>se</strong>s de Estado difíciles de con<strong>se</strong>guir por otrosmedios. En esto último reside muy probablem<strong>en</strong>te su vig<strong>en</strong>cia y tamaño.1. Cooperación para formar alianzas geoestratégicas, <strong>se</strong>an de carácter geopolítico,geoeconómico o militar. Operaciones como la invasión de Irak o el proceso de presiónprevia al Con<strong>se</strong>jo de Seguridad de Naciones Unidas fueron concebidas <strong>en</strong> elmarco de cooperación <strong>en</strong>tre aliados. No ti<strong>en</strong><strong>en</strong> por qué <strong>se</strong>r Norte-<strong>Sur</strong> ni estar acotadasa un sólo ámbito. Las alianzas contra el terrorismo, el control de la inmigración odel narcotráfico suel<strong>en</strong> g<strong>en</strong>erar las llamadas ‘cooperaciones reforzadas’, frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>tepromovidas por los Estados Unidos o <strong>se</strong>cularm<strong>en</strong>te por la Unión Europea yasumida obedi<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te por el resto de la comunidad internacional salvo algunos estados.A los Estados que no suel<strong>en</strong> cooperar <strong>se</strong> les estigmatiza y <strong>se</strong> les apoda con categoríascomo Estados gamberros (brive countries), Estados fallidos o incluso ‘EjeVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 39


del Mal’. Las cooperaciones <strong>se</strong> plantean <strong>en</strong> algunos casos bilateralm<strong>en</strong>te (como losacuerdos tácitos <strong>en</strong>tre los gobiernos norteamericano y británico, o los tratados de librecomercio bilaterales) o de forma multilateral <strong>en</strong> otros (OTAN, MERCOSUR,Liga Árabe...).Por otro lado, también es cierto que la deslocalización empresarial y el propio comercioha conducido a unas economías a <strong>se</strong>r muy <strong>se</strong>nsibles de otras. Es el caso de ladep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de la economía española de la latinoamericana. Durante la crisis arg<strong>en</strong>tina,1999-2002, <strong>se</strong> estima que el PIB español dejó de crecer un 0’8% directam<strong>en</strong>te acon<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>cia de ésta /1. Por <strong>en</strong>de, es lógico que algunos tanques de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>toacon<strong>se</strong>j<strong>en</strong> <strong>en</strong> clave del propio interés económico, apoyar al contin<strong>en</strong>te Latinoamericanomediante cooperaciones de distintos tipos.2. Cooperación para acceder a mercados y a recursos extranjeros (petróleo y gas,pesca, mano de obra barata, por ejemplo) o para colocar exced<strong>en</strong>tes agrícolas. El actorb<strong>en</strong>eficiado son las transnacionales de matriz local que son subv<strong>en</strong>cionadas o favorecidasdirecta o indirectam<strong>en</strong>te por el Estado para p<strong>en</strong>etrar <strong>en</strong> terceros paí<strong>se</strong>s. Am<strong>en</strong>udo <strong>se</strong> utiliza la propia ayuda oficial al desarrollo condicionada para <strong>en</strong>trar a la<strong>se</strong>conomías del <strong>Sur</strong>. Ejemplo de lo último es el plan de internacionalización de la empresaespañola <strong>en</strong> la que <strong>se</strong> incluy<strong>en</strong> instrum<strong>en</strong>tos públicos como los créditos FAD(créditos blandos condicionados a la compra de bi<strong>en</strong>es y <strong>se</strong>rvicios de empresas españolas)otorgados por el ICO /2 y contabilizado como ayuda oficial al desarrollo.Otro modo de disfrazar de solidaridad, lo que <strong>en</strong> realidad puede <strong>se</strong>r una ayuda internaa grupos de interés con capacidad de presión, es la de colocar <strong>en</strong> forma deayuda a terceros paí<strong>se</strong>s el exced<strong>en</strong>te agrícola producido por el agrobusiness localcon el fin de que sus precios no <strong>se</strong> vean afectados a la baja. Si además, como habitualm<strong>en</strong>teha hecho la US Aid durante las constantes hambrunas africanas, el exced<strong>en</strong>tesirve para introducir grano transgénico con los consigui<strong>en</strong>tes efectos decontaminación transgénica y posterior dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia tecnológica de las pat<strong>en</strong>tes decuatro compañías transnacionales, la nobleza queda <strong>en</strong> un pozo.3. Cooperación por bu<strong>en</strong>a imag<strong>en</strong> internacional. La d<strong>en</strong>ominada ‘marca país’ <strong>se</strong>nutre así de una proyección publicitaria de superioridad civilizatoria, de g<strong>en</strong>erosidad,amistad y madurez. El c<strong>en</strong>tro de gravedad de la imag<strong>en</strong> es lo “humanitario”.La preocupación por la imag<strong>en</strong> <strong>en</strong> la cooperación <strong>se</strong> demuestra <strong>en</strong> la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a preferirproyectos fotografiables (infraestructuras) a los invisibles (educación, salud); apriorizar las misiones bilaterales a las multilaterales (salvo <strong>en</strong> el caso de los cascosazules y misiones varias de la ONU); y por supuesto, a marcar todo proyecto ejecutadocon el logotipo de la correspondi<strong>en</strong>te cooperación nacional y su precio /3 . Unabu<strong>en</strong>a imag<strong>en</strong> a través de la cooperación es la de los paí<strong>se</strong>s escandinavos, cuyaayuda es muy superior a la media de los paí<strong>se</strong>s OCDE (además de cierta calidad)que les otorga una imag<strong>en</strong> con amplios divid<strong>en</strong>dos <strong>en</strong> otros ámbitos.1/ Blázquez, J y Sebastián, M. (2003), Real Instituto Elcano. El impacto de la crisis arg<strong>en</strong>tina <strong>en</strong> la economía española.2003. http://www.realinstitutoelcano.org/docum<strong>en</strong>tos/93/DT-12-2004-E.pdf.2/ Instituto de Crédito Oficial, que dep<strong>en</strong>de del Ministerio de Economía.3/ En el caso de la cooperación española, es conocida la repetida pre<strong>se</strong>ncia del “huevo frito”, el logo de la Ag<strong>en</strong>ciaEspañola de Cooperación Internacional.40 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


4. Cooperación por gobernabilidad. Es decir, <strong>se</strong> trata de cont<strong>en</strong>er y aliviar las externalidadesmás extremas causadas por el mercado <strong>en</strong> paí<strong>se</strong>s periféricos. Su objetivo esmant<strong>en</strong>er la gobernabilidad y prev<strong>en</strong>ir posibles estallidos sociales de tipo revolucionario,populista, viol<strong>en</strong>to o simplem<strong>en</strong>te o de qui<strong>en</strong> at<strong>en</strong>te contra el status quo. Lo<strong>se</strong>ncargados de realizarla, dado que ejercerla sólo supone la carga de los costes de unsistema que <strong>se</strong> supone favorece a todos, son el Banco Mundial y sus distintos programas,los bancos regionales de desarrollo como el BID (Banco Interamericano de Desarrollo)<strong>en</strong> América Latina, el BAD (Banco Asiático de Desarrollo) <strong>en</strong> Asia, elBafD (Banco Africano de Desarrollo) <strong>en</strong> África, los programas HIPC (Heavely IndebtedPoor Countries) y MDRI (Multilateral Debt Relief Iniciative) para los paí<strong>se</strong>saltam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>deudados dirigidos por el propio FMI, incluso la función de muchasONGs procapitalistas de carácter asist<strong>en</strong>cialista, humanitario, con<strong>se</strong>rvacionista, o deeducación al capitalismo.En g<strong>en</strong>eral, <strong>se</strong> <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de que las tesis preocupadas por la gobernabilidad <strong>se</strong> refier<strong>en</strong>a una gobernabilidad que dé paso a la prosperidad a través del capitalismo, yque a su vez no at<strong>en</strong>te a la <strong>se</strong>guridad del status quo internacional. Gobernabilidadcapitalista, <strong>en</strong> definitiva, que <strong>en</strong>laza con la sigui<strong>en</strong>te razón de <strong>se</strong>r de la cooperación.5. Cooperación por capitalismo, es decir, para integrar al sistema capitalista internacionala paí<strong>se</strong>s con poca predisposición a hacerlo o con posibilidades de convertir<strong>se</strong><strong>en</strong> “paí<strong>se</strong>s gamberros” (inclusive las t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias socialistas).Después de la Segunda Guerra Mundial <strong>se</strong> apr<strong>en</strong>dió que el capitalismo salvajeque produjera grandes bolsas de extrema pobreza <strong>en</strong> los suburbios de los propiospaí<strong>se</strong>s industrializados como <strong>Alemania</strong>, Italia o Rusia, podría <strong>se</strong>r inc<strong>en</strong>diado mediantetesis populistas como fueran -<strong>se</strong>gún la visión capitalista- el nacionalsocialismo,el fascismo o el comunismo.Esta motivación estuvo detrás de la mayor operación de cooperación nunca vista<strong>en</strong> la historia: el Plan Marshall para la reconstrucción (anticomunista) de Europadespués de la Segunda Guerra Mundial, que luego inspiraría bu<strong>en</strong>a parte de la cooperaciónque tanto los EE UU como la URSS ofrecerían durante los largos años dela Guerra Fría a los paí<strong>se</strong>s africanos y asiáticos que progresivam<strong>en</strong>te iban conquistandosu indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia. En e<strong>se</strong> <strong>se</strong>ntido, el aporte relativo a la cooperación alcanzasu cénit durante aquellos años. Con la caída del Muro de Berlín <strong>en</strong> 1989, y unido alllamado “cansancio del donante” los flujos irán decreci<strong>en</strong>do poco a poco.De nuevo, las instituciones <strong>en</strong>cargadas de promover el capitalismo <strong>en</strong> el <strong>Sur</strong> sonlas gemelas de Bretton Woods, la OMC y los bancos regionales de desarrollo. LosEstados c<strong>en</strong>trales también presionarán desde sus relaciones bilaterales. Por eso todoslos programas de “ayuda” o cooperación estarán directam<strong>en</strong>te condicionados ala aplicación del Con<strong>se</strong>nso de Washington /4 y sus consigui<strong>en</strong>tes programas de liberalizacióny desregulación del Estado.Hoy <strong>en</strong> día exist<strong>en</strong> tesis más fuertes que constatan la estrategia <strong>se</strong>guida por elbloque occid<strong>en</strong>tal y especialm<strong>en</strong>te de los Estados Unidos respecto a los que tildande “Estados fallidos” (<strong>se</strong>gún la jerga, aquellos con dificultades para gobernar sobre4/ Llistar, D. (2003). “El Con<strong>se</strong>nso de Washington una década después”. En: Ramos, L. El fracaso del Con<strong>se</strong>nsode Washington. La caída de su mejor alumno: Arg<strong>en</strong>tina. Barcelona, Icaria.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 41


su propio territorio o para gestionar conflictos internos (léa<strong>se</strong> Somalia, El Congo,Sudán, Haití,..). La estrategia es la de provocar o aprovechar la emerg<strong>en</strong>cia de fuertescatástrofes humanitarias para legitimar la <strong>en</strong>trada de fuerzas multinacionales yreconstruir el país <strong>se</strong>gún parámetros ori<strong>en</strong>tados a los intere<strong>se</strong>s c<strong>en</strong>trales. Es el casoreci<strong>en</strong>te de Afganistán, Irak, la Indonesia post-Tsunami o Haití. Los valedores deestas estrategias son los neocons norteamericanos. Pued<strong>en</strong> <strong>en</strong>contrar<strong>se</strong> informesprescriptivos <strong>en</strong> geopolítica regional <strong>en</strong> sus principales think tanks / . 5.6. Cooperación como efecto de la presión ciudadana solidaria. Si existe una compon<strong>en</strong>t<strong>en</strong>oble <strong>en</strong> la cooperación internacional es la que <strong>se</strong> despr<strong>en</strong>de de la presiónque algunas sociedades civiles bi<strong>en</strong> organizadas son capaces de realizar a sus administracionespara que destin<strong>en</strong> esfuerzos y recursos a la erradicación de la pobreza,de las catástrofes y a los problemas ambi<strong>en</strong>tales globales. La capacidad de transmisiónde esa voluntad popular dep<strong>en</strong>de de la <strong>se</strong>nsibilidad e ideología del gobierno <strong>en</strong>el mando, de la complicidad de los medios de comunicación y de la profundidaddemocrática del país <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral. Pero lo que sí es e<strong>se</strong>ncial, es que los movimi<strong>en</strong>tossociales locales <strong>se</strong>an capaces de mant<strong>en</strong>er la presión al gobierno, así <strong>se</strong>a <strong>se</strong>nsibilizandoa la población no implicada, a través de acciones mediáticas o del lobby /6.De estas <strong>se</strong>is funciones de la cooperación internacional, las distintas corri<strong>en</strong>tes dep<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to han prescrito y preferido unas a las otras. En la práctica <strong>se</strong> han aplicadocasi todas simultáneam<strong>en</strong>te aunque con configuraciones distintas.Sin embargo, es <strong>en</strong> la converg<strong>en</strong>cia de múltiples intere<strong>se</strong>s, que la cooperación <strong>se</strong>ha tornado un concepto tanto de derechas como de izquierdas, y ha prevalecido deeste modo desde la Segunda Guerra Mundial.La corri<strong>en</strong>te liberal del internacionalismo, basándo<strong>se</strong> <strong>en</strong> la posibilidad desaprovechadade evitar la Primera Guerra Mundial, planteó la cooperación internacionalcomo la forma de impedir una nueva guerra, resultado que no logró. Para la corri<strong>en</strong>terealista, mucho más habituada a plantear la guerra como algo humano y natural,la cooperación es necesaria para formar alianzas de cualquier tipo, <strong>en</strong> especiallas militares, y para exportar “la democracia y la libertad a toda sociedad tradicionalista”.Para los estructuralistas, al igual que los realistas, la solidaridad <strong>en</strong>tr<strong>en</strong>aciones no existe. Y sólo puede <strong>se</strong>r aceptada desde el <strong>Sur</strong>, si <strong>se</strong> dirige a cambiarlas estructuras. Para los institucionalistas, una posible ayuda internacional deberíadirigir<strong>se</strong> a las instituciones del <strong>Sur</strong> para apoyar su maduración.1/12/2006David Llistar i Bosch david.llistar@debtwatch.org. Coordinador de l’Ob<strong>se</strong>rvatori del Deute <strong>en</strong>la Globalització (www.ob<strong>se</strong>rvatoriodeuda.org). Càtedra UNESCO de Sost<strong>en</strong>ibilitat de la UPC(Universitat Politècnica de Catalunya).5/ Algunos de los más influy<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la Administración Bush son: Heritage Foundation (www.heritage.org) ,Cato Institute (www.cato.org), American Enterpri<strong>se</strong> Institute (www.aei.og), Project for the New American C<strong>en</strong>tury(www.newamericanc<strong>en</strong>tury.org ), C<strong>en</strong>ter for Strategic and International Studies (www.csis.org), etc.6/ La irrupción del movimi<strong>en</strong>to 0’7, célebre por las masivas acampadas <strong>en</strong> las calles españolas durante el inviernode 1994, logró que las distintas administraciones españolas <strong>se</strong> pusieran al día e implicaran sus presupuestospúblicos <strong>en</strong> la solidaridad internacional. Fue más cantidad que calidad, pero <strong>en</strong> definitiva el proceso de presióntuvo gran incid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> las políticas públicas española.42 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


2miradasvocesSouad Gu<strong>en</strong>nounVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 43


Souad G<strong>en</strong>nunSouad Gu<strong>en</strong>noun nace y vive <strong>en</strong> Casablanca; es arquitecta, fotógrafa y miembro deATTAC de Marruecos. Ti<strong>en</strong>e una dilatada trayectoria profesional. Ha participado <strong>en</strong>treotras <strong>en</strong> las exposiciones colectivas Medinas, medinas (1999, París, Mar<strong>se</strong>lla Rabat),Nada para ver (1998 <strong>en</strong> la Fundación ACTUA, <strong>en</strong> Casablanca), uit de land<strong>en</strong>van de ondergaande zon (2005, Amsterdan). Entre sus exposiciones individuales destacamosLos inc<strong>en</strong>diarios (Tánger, Tetuán, Casablanca, Lille, Toulou<strong>se</strong>, Lausana), Lasg<strong>en</strong>tes de los bistrots (1999, Casablanca), La Habana (2000, Casablanca), Retratos depoetas marroquíes (2000, Fundación Wafabank, Casablanca), Porto Alegre (2002),Mujeres marroquíes (2002, itinerante por España), Trabajos de los niños de Fez(2005), Luchas sociales (2006, Gr<strong>en</strong>oble).Ha publicado numerosos libros <strong>en</strong>tre los que subrayamos: Los inc<strong>en</strong>diarios (coediciónTarik y l´Oeuil, 2001), Medinas, medinas (Ed. Métamorpho<strong>se</strong>), El último trayecto deJean G<strong>en</strong>et, (coediciones Tarik et París Méditerranée, 2001), Casablanca <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to(Ed. Autrem<strong>en</strong>t, 2005).También ha realizado docum<strong>en</strong>tales sobre los movimi<strong>en</strong>tos sociales <strong>en</strong> Marruecos del2003 al 2005, sobre los obreros del textil <strong>en</strong> Rabat, los mineros d´Imini, la Repúblicadel Rif, el Forum social mediterráneo de Barcelona, 2005.Actualm<strong>en</strong>te ti<strong>en</strong>e diversos proyectos abiertos sobre la cuestión indíg<strong>en</strong>a de Chiapas yla cuestión berebere <strong>en</strong> Marruecos; sobre las mujeres <strong>en</strong> la frontera, Marruecos-Españay sobre el proceso <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela.Las cinco fotos que pre<strong>se</strong>ntamos <strong>en</strong> estas páginas hac<strong>en</strong> un recorrido por sus temasmás recurr<strong>en</strong>tes. Las mujeres, la infancia, los parados y las familias <strong>se</strong> reflejan con unamirada solidaria y bella. La niña, casi mujer, sorpr<strong>en</strong>dida <strong>en</strong> la calle con su atadijo deplástico, mira interrogante a la cámara; el jov<strong>en</strong> p<strong>en</strong>sador, recogido sobre sí mismo, <strong>en</strong>vuelto<strong>en</strong> su gigantesca y vieja gabardina, cerrados los brazos sobre el pecho <strong>en</strong> posturade protección; los juegos de los niños, siempre inquietos, siempre recibi<strong>en</strong>do la vidacon vitalidad, surgi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> inverosímil postura <strong>en</strong>tre los muros inmaculados de las casas;las dos familias , <strong>en</strong> una el padre, <strong>en</strong> otra la madre rodeados de sus muchos hijos ehijas <strong>se</strong>rios, fijos <strong>en</strong> el objetivo. Con perfectos <strong>en</strong>cuadres, que manti<strong>en</strong><strong>en</strong> las reglas clásicasde la composición, Souad despliega su mirada sobre todos ellos y nos <strong>en</strong><strong>se</strong>ña lavida real de su país tan cercano y tan lejano.Carm<strong>en</strong> Ochoa Bravo44 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


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3pluralpluralDebates sobre el socialismo del siglo XXIEl debate que ha lanzado Chávez <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela promete convertir<strong>se</strong> <strong>en</strong>el tercer gran debate internacional de la izquierda anticapitalista desde el nacimi<strong>en</strong>todel movimi<strong>en</strong>to antiglobalización. El primero fue el iniciado por Negri sobre lacaracterización de la globalización como un gran Imperio homogéneo <strong>en</strong> el que <strong>se</strong>diluían los tradicionales antagonismos interimperialistas. El <strong>se</strong>gundo fue el iniciadopor el libro de Holloway Cambiar el mundo sin tomar el poder. Como de costumbre,los acontecimi<strong>en</strong>tos han aportado un principio de respuesta a esos debates: la<strong>se</strong>gunda guerra del Golfo parece haber desm<strong>en</strong>tido la primera hipótesis y la oleadade revueltas sociales sin salida política anticapitalista que han recorrido AméricaLatina desde Arg<strong>en</strong>tina hasta Bolivia, pasando por Ecuador y México, por el mom<strong>en</strong>tono han con<strong>se</strong>guido cambiar el mundo sin tomar el poder. Esperemos que eldebate lanzado por Chávez <strong>en</strong> medio del primer proceso <strong>en</strong> el que la movilizaciónpopular <strong>se</strong> apoya <strong>en</strong> un gobierno de izquierdas <strong>en</strong> ruptura parcial con el imperialismo,t<strong>en</strong>ga una traducción distinta <strong>en</strong> los acontecimi<strong>en</strong>tos que están por llegar.Justam<strong>en</strong>te para poder discutir sobre alternativas socialistas para el siglo XXI hemosint<strong>en</strong>tado buscar <strong>en</strong>foques que permitieran abordar la cuestión desde varios ángulostemáticos y distintos puntos de vista geográficos. Desgraciadam<strong>en</strong>te, la aportaciónprevista sobre feminismo y socialismo del siglo XXI finalm<strong>en</strong>te no <strong>se</strong> ha podidoincluir <strong>en</strong> el Plural. Y, si bi<strong>en</strong> el objetivo del Plural era abordar el debate desdeun punto de vista “programático”, muchos de nuestros colaboradores han saltado directam<strong>en</strong>tea la verti<strong>en</strong>te estratégica del problema. <strong>Algo</strong> que, por lo demás, parece <strong>se</strong>rla conclusión lógica del debate.Roland D<strong>en</strong>is, desde V<strong>en</strong>ezuela -como no podía <strong>se</strong>r de otro modo-, ha abordadolas premisas de la lucha socialista hoy. Ha expuesto las nuevas condiciones histórica<strong>se</strong>n las que <strong>se</strong> desarrolla la lucha por otro mundo y ha conc<strong>en</strong>trado su at<strong>en</strong>ción <strong>en</strong> losprocesos moleculares de autoorganización y <strong>en</strong> la transversalidad que caracteriza alas nuevas luchas populares <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela y <strong>en</strong> el conjunto de América Latina.Claudio Katz ha planteado los dilemas estratégicos de la izquierda <strong>en</strong> AméricaLatina ofreci<strong>en</strong>do una caracterización de la situación política del contin<strong>en</strong>te, de lascorrelaciones de fuerzas y de la dinámica de la lucha de cla<strong>se</strong>s <strong>en</strong> cada país. Perfilando,<strong>en</strong> fin, las condiciones que <strong>se</strong> deb<strong>en</strong> reunir para hacer posible una transiciónal socialismo y otorgando una importancia particular al “factor subjetivo” <strong>en</strong> la lucharevolucionaria.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 49


Michel Husson aborda la cuestión desde el punto de vista francés y europeo.Empieza explicando por qué el neoliberalismo ha erosionado al reformismo clásicohasta el punto de dejarlo sin proyecto y acaba actualizando el debate reforma-revoluciónformulando la hipótesis estratégica del binomio “gobierno de izquierdasque aprueba reformas antiliberales-dinámica social anticapitalista como respuestaa las resist<strong>en</strong>cias patronales”.Joaquim Sempere reformula la perspectiva socialista desde el punto de vista de lacrisis ecológica. Plantea la fundam<strong>en</strong>tación ecológica que necesita el socialismo paraevitar la catástrofe ambi<strong>en</strong>tal que am<strong>en</strong>aza al planeta. Aborda la cuestión del impactoambi<strong>en</strong>tal de las tecnologías dominantes. Y hace una reflexión sobre el concepto de“necesidades humanas” para actualizar la vieja aspiración comunista del “a cada cual<strong>se</strong>gún sus necesidades, de cada cual <strong>se</strong>gún su capacidad”.Andreu Coll sitúa el debate sobre el socialismo <strong>en</strong> el balance de las experi<strong>en</strong>ciasdel siglo XX y <strong>en</strong> la necesidad de recuperar las categorías del marxismo revolucionario.Reflexiona sobre la necesaria complem<strong>en</strong>tariedad de la teoría y la práctica paradesarrollar un programa anticapitalista. Y aborda los ejes programáticos que deb<strong>en</strong>ori<strong>en</strong>tar a la izquierda revolucionaria de hoy <strong>en</strong> su lucha por el socialismo; atribuy<strong>en</strong>douna importancia especial a la reconstrucción del movimi<strong>en</strong>to obrero, a la dialéctica<strong>en</strong>tre lucha de cla<strong>se</strong>s y luchas contra la opresión (y, <strong>en</strong> especial, la lucha feminista)y a la c<strong>en</strong>tralidad de la cuestión ambi<strong>en</strong>tal para el socialismo del siglo XXI.A.C.1.- Debates sobre el socialismo del siglo XXIEl socialismo para cuando <strong>se</strong>a(Diez premisas para afrontar la lucha socialista de hoy)Roland D<strong>en</strong>isPrimera premisa: Si el socialismo supone la construcción de nuevas -otras- relacioneshumanas contrarias a las que <strong>se</strong> han v<strong>en</strong>ido impuesto bajo el modo de produccióny vida capitalista, <strong>en</strong>tonces sólo podemos concluir que este constituye, sigui<strong>en</strong>dolas <strong>en</strong><strong>se</strong>ñanzas del filósofo Spinoza y del anarquista Bakunin una “causa de sí50 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


mismo”, “naturaleza que no obedece sino a sí misma” aj<strong>en</strong>o por tanto a tododetermi-nismo histórico lineal y productivo. No existe ninguna ley, ninguna condiciónconcreta y específica, ningún límite predeterminado, que permita distinguir demanera precisa <strong>en</strong> qué mom<strong>en</strong>to es posible la construcción de una sociedad quesuponga la hegemonía absoluta de las relaciones de igualdad, de libre y multifacéticodesarrollo de la vida de los individuos, sobre las relaciones de explotación y opresiónpropios de toda sociedad estratificada <strong>en</strong> jerarquías y cla<strong>se</strong>s. Como el l<strong>en</strong>guajehumano, sus niveles de complejidad, las caligrafías y formas de repre<strong>se</strong>ntarlo <strong>en</strong>símbolos o letras, éste no ti<strong>en</strong>e ninguna historia evolutiva que suponga una progresiónlineal y escalonada de sus niveles de complejidad. Los l<strong>en</strong>guajes más primitivospued<strong>en</strong> <strong>se</strong>r los más complejos, igual los “socialismos” mas antaños (como el caso delimperio inca) pued<strong>en</strong> <strong>se</strong>r, desde el punto de vista de la complejidad de la organizaciónsocial que lo soporta y la capacidad de desarrollo de proyectos y fuerzas productivas degran <strong>en</strong>vergadura e implicancia a la vida social e individual, algo mucho mas “evolucionado”que los socialismos (o díga<strong>se</strong> comunismo o democracias absolutas como <strong>se</strong>quiera) que hemos conocido, al m<strong>en</strong>os como int<strong>en</strong>to, <strong>en</strong> los últimos ci<strong>en</strong> años.Segunda premisa: Podemos deducir <strong>en</strong>tonces que el <strong>en</strong>trampami<strong>en</strong>to espirituale ideológico <strong>en</strong> que nos ha metido el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to ci<strong>en</strong>tificista, desarrollista y positivistapropio de las etapas mas expansivas e imperiales del capitalismo (paso delcapitalismo mercantil al de “gran industria” al fordista al postfordista…siglos XIXy XX hasta hoy) nos ha llevado a conclusiones totalm<strong>en</strong>te falsas y hasta ciertopunto suicidas <strong>en</strong> cuanto a la materialización de la revolución social y anticapitalistaanhelada y peleada por millones <strong>en</strong> los últimos siglos. El propio Carlos Marx,sobre todo <strong>en</strong> sus textos más hegelianos y “dialécticos”, cae muchas veces <strong>en</strong> estatrampa, pret<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do ver a la cla<strong>se</strong> obrera <strong>en</strong> su acepción europea y decimonónicacomo el único sujeto social <strong>en</strong> la historia de la humanidad con capacidad de crearuna sociedad de libres e iguales. Ver la sociedad capitalista mas desarrollada comoel destino necesario de las sociedades más pobres para su liberación es, hasta ciertopunto, un <strong>en</strong>diosami<strong>en</strong>to del mismo capitalismo. La historia está cruzada, cualquieraque <strong>se</strong>a la forma <strong>en</strong> que <strong>se</strong> haya explicado, justificado o hecho discurso, por unalucha descarnada <strong>en</strong>tre oprimidos y opresores. Nosotros no somos nadie como paradecir que nuestra particular lucha y nuestra concreta condición de oprimidos po<strong>se</strong>e<strong>en</strong> sí misma una pot<strong>en</strong>cia y una cualidad superior a la que libraron por ejemplo lastribus bárbaras contra el imperio romano. Los <strong>se</strong>res humanos de hoy somos tanefímeros y relativos -y a la vez tan maravillosos y únicos- como han podido <strong>se</strong>rlolas comunidades de la Polinesia del Pacífico antes de la invasión inglesa, japonesay norteamericana a e<strong>se</strong> rincón del mundo. Y <strong>en</strong> cuanto a nuestras conquistadas “libertades”,“derechos”, etc., jamás sabremos que hubie<strong>se</strong>n dicho de nosotros y deellas las comunidades mayas o celtas, y desgraciadam<strong>en</strong>te tampoco t<strong>en</strong>dremos vidapara confirmar que dirán d<strong>en</strong>tro de tresci<strong>en</strong>tos años los rebeldes para <strong>en</strong>tonces (siaún existe vida humana) <strong>en</strong> sus ev<strong>en</strong>tuales juicios comparativos respecto a nuestraVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 51


esclavitud al mercado y al capital, con la esclavitud de los egipcios a sus faraoneshace tres mil años.Tercera premisa: La lucha socialista y revolucionaria hoy <strong>en</strong> día es <strong>en</strong>toncesuna versión más de todas las que ha habido y v<strong>en</strong>drán d<strong>en</strong>tro del tiempo indescifrablee imposible de delimitar del ciclo natural de vida humana sobre la tierra. Nosomos nosotros los que inv<strong>en</strong>tamos el sueño de <strong>se</strong>r libres y felices; hoy lo llamamossocialismo, democracia directa, pero ya Adán y Eva pasaron por allí, y sinembargo, a muchos no nos conv<strong>en</strong>ce demasiado esa vida perfecta y a<strong>se</strong>xuada. Lacosa va para largo y nadie sabe <strong>en</strong> qué y cómo va a terminar, si es que hay fin dealgo. Lo único que podemos reafirmar, de parte de qui<strong>en</strong>es hoy <strong>en</strong> día hemosdecidido afrontar el reto socialista y libertario, son las cualidades y característicasde e<strong>se</strong> reto d<strong>en</strong>tro del mundo que nos ha tocado vivir.El socialismo no ti<strong>en</strong>e determinantes preestablecidas -y mucho m<strong>en</strong>os ci<strong>en</strong>tíficas ycausales- pero eso no quiere decir que <strong>se</strong>a ahistórico o una suerte de sueño místico yatemporal de <strong>se</strong>res divinos. Es la lucha real <strong>en</strong> tiempo histórico concreto de los oprimidosy explotados que, por libérrima voluntad, han decidido liberar<strong>se</strong> de las cad<strong>en</strong>asde dicha esclavitud, <strong>en</strong> virtud de la construcción de una sociedad de libres e iguales.Cuarta premisa: De aquí caemos d<strong>en</strong>tro de aquel majestuoso problema de latransición de una sociedad a otra. En síntesis, el mismo <strong>en</strong>trampami<strong>en</strong>to positivista,desarrollista y ci<strong>en</strong>tificista, nos ha llevado a suponer, desde Marx hasta hoy, que unasociedad de parias y analfabetos al <strong>se</strong>rvicio del capital, como lo hemos v<strong>en</strong>ido si<strong>en</strong>dodesde hace dosci<strong>en</strong>tos años y <strong>se</strong>guimos siéndolo <strong>en</strong> cierta medida, t<strong>en</strong>drá que esperarflorecer a su alrededor los medios técnicos y materiales, políticos y culturales (llamadosobjetivos y subjetivos) que le permitan acometer la gran obra del salto históricosocialista, paso previo al establecimi<strong>en</strong>to del modo de producción llamado comunista<strong>en</strong> el mundo. De allí nac<strong>en</strong> una cantidad de corri<strong>en</strong>tes d<strong>en</strong>tro y fuera del marxismo,revolucionarios y reformistas, que han querido resolver de una manera u otra esteembrollo irresuelto. En forma muy tempranera, ya la primera internacional a finalesdel siglo XIX <strong>se</strong> dividió <strong>en</strong>tre “autoritarios” -los marxistas- y “libertarios” -los anarquistas-,unos crey<strong>en</strong>do que las formas políticas de Estado y la propiedad burguesashabrán de desaparecer progresivam<strong>en</strong>te siempre y cuando la cla<strong>se</strong> obrera tome lasri<strong>en</strong>das del poder, y los otros afirmando que todo eso: propiedad sobre los medios deproducción y el Estado, t<strong>en</strong>dría que acabar<strong>se</strong> desde las primeras de cambio bajo elimpulso de la revolución social. Desde allí comi<strong>en</strong>za todo el lío de la transición. Másadelante los reformistas -socialdemócratas- hasta llegaron a decir que el propio capitalismo,sus virtudes de desarrollo y sus contradicciones internas, darían al traste porsí solas con el mismo capitalismo; sólo haría falta una voluntad política <strong>en</strong> pro de lasreformas sociales para que lo aceleraran todo.Hoy estamos <strong>en</strong> una situación muy distinta, al m<strong>en</strong>os por dos cosas: primero elb<strong>en</strong>dito problema del “desarrollo de las fuerzas productivas” -maravilla per <strong>se</strong> del52 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


capitalismo- parece que no es tal. No sólo por lo nocivo, destructivo y antivital queha resultado <strong>se</strong>r gran parte de dicho desarrollo, sino porque es totalm<strong>en</strong>te falso queesto <strong>se</strong>a una cualidad <strong>en</strong> sí del capitalismo. El capitalismo <strong>en</strong> sí lo único que producees valor, acumulación, ganancia, es decir, explotación del hombre por el hombre yhambre (la primera <strong>en</strong> dejar muy claro esto fue Rosa Luxemburgo: el capital comoverdadera barbarie). Ejemplos por miles hoy t<strong>en</strong>emos de distintas sociedades (reinosislámicos, India, China, imperio africano) que por muy preca-pitalistas y supuestam<strong>en</strong>tesumergidas <strong>en</strong> la barbarie precivilizatoria, fueron sociedades de abundancia ycon una fabulosa capacidad de desarrollo de tecnologías, cultura e infraestructuras.La tecnología bajo control del capital solo <strong>se</strong> ha utilizado para mejorar y acrec<strong>en</strong>tarsu maquinaria bélica imperialista, quebrar la resist<strong>en</strong>cia obrera y social, y acrec<strong>en</strong>tarla productividad del trabajo como producción exclusivam<strong>en</strong>te de valor. Por tanto,para nada necesitamos de la “inversión de capital”, del “desarrollo capitalista” paracrear las condiciones positivas para una transición socialista. Hoy <strong>en</strong> día más bi<strong>en</strong> laimpid<strong>en</strong>, quiebran esa transición posible, destrozando toda comunidad humana <strong>en</strong>medio de su barbarie esclavista y consumista. Veamos nada más lo que la “inversióncapitalista” supone hoy <strong>en</strong> el norte de México, Brasil y mil lugares del <strong>Sur</strong> del mundodonde más bi<strong>en</strong> estamos regresando al trabajo esclavo. El conocimi<strong>en</strong>to, la lucha pornuevas relaciones de producción, la tecnología <strong>en</strong> sí como producto del ing<strong>en</strong>iohumano, hoy por hoy son uno de los núcleos c<strong>en</strong>trales de la lucha global deliberación de los pueblos, una lucha quizás definitiva.El <strong>se</strong>gundo b<strong>en</strong>dito problema es el del Estado-nación, y, por negación revolucionaria,el del internacionalismo proletario, la revolución perman<strong>en</strong>te, etc. En esto tambiénestamos vi<strong>en</strong>do una gran farsa y es el problema del espacio nacional. Por másdeterminante que aún su<strong>en</strong>an, y son, las realidades nacionales, la misma globalizacióndel capital, el desmoronami<strong>en</strong>to de las soberanías nacionales, el surgimi<strong>en</strong>to deuna suerte de soberanía imperial del capital mucho mas allá de los clásicos imperialismos,la formación de dos grandes bloques hegemónicos (euro-norteamericano,euro-asiático) del capital, hace volar por pedazos las utopías nacionalistas, muchomás si son socialistas, colocándonos d<strong>en</strong>tro de una obligada “visión de mundo”-“visiónde espacio”, ya no sólo “internacionalista” (la lucha del proletariado no ti<strong>en</strong>efronteras) sino donde los límites nacionales, y por <strong>en</strong>de del Estado nacional, no sonmás que un refer<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre otros del espacio donde <strong>se</strong> habrá de pelear y construir esasociedad socialista. Un refer<strong>en</strong>te que <strong>se</strong>guram<strong>en</strong>te con el paso del tiempo <strong>se</strong> irá debilitandode más <strong>en</strong> más dándole paso a otra geografía, otra ing<strong>en</strong>iería y otra arquitecturade las relaciones humanas, del poder y por tanto, de la revolución socialista.Quinta premisa: Luego si el problema de la transición ya no <strong>se</strong> puede predeterminartemporalm<strong>en</strong>te como una homologación progresiva y desigual de niveles dedesarrollo, garantía y condición sine qua non de la revolución anticapitalista, ni <strong>se</strong>puede ubicar como un transito espacial de la nación donde <strong>se</strong> produce la revolución<strong>en</strong> primera instancia, para luego ext<strong>en</strong>der<strong>se</strong> hacia otras naciones y otros territorios,VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 53


por tanto la visión del problema revolucionario mismo (sus espacios, sus tiempos, suslugares, sus sujetos, sus instrum<strong>en</strong>tos, sus tácticas, sus estrategias) necesita cambiarprofundam<strong>en</strong>te. Allí sí es necesario retomar a fondo el problema dialéctico fuera detodo misticismo, todo finalismo, toda visión teleológica de la historia, tan caros a lasortodoxias revolucionarias. Al tiempo y el espacio el propio capitalismo los ha hechoestallar. Para el capital, <strong>en</strong>tramos <strong>en</strong> un mundo de tiempo cero, vacío, improductivo,letal, donde la ganancia no espera <strong>se</strong>gundos <strong>en</strong> hacer<strong>se</strong> bajo la hegemonía de losmonstruos financieros mundiales, el dinero cibernético y la especulación pura. Elespacio capitalista ya no ti<strong>en</strong>e límites, ni barreras vitales, ni sacralidades naturales arespetar. Todo, desde los grandes territorios que son tomados para el monocultivoexportador, hasta las células animales, vegetales, el cuerpo humano, sus <strong>en</strong>fermedades,<strong>se</strong>nsibilidades, de<strong>se</strong>os y reflejos, el subsuelo de la tierra, los mares y climas,hasta el espacio sideral, <strong>en</strong>tran <strong>en</strong> sus planes y sus cálculos de inversión y ganancia.Si el capital es esquizofrénico por naturaleza, aquí ya <strong>en</strong>tró <strong>en</strong> su mayor locura y sinvuelta atrás. Su problema: cómo mant<strong>en</strong>er bajo control sociedades que han de <strong>se</strong>rvircomo borregos trabajando para <strong>se</strong>mejante locura, cómo hacer<strong>se</strong> de los recursos necesariospara alim<strong>en</strong>tar su máquina industrial y económica. El problema como nunca paralos propios capitalistas y Estados capitalistas <strong>se</strong> convierte, por tanto, <strong>en</strong> un problemaestrictam<strong>en</strong>te de guerra contra la sociedad, lo que produce automática-m<strong>en</strong>te un caosplanetario descomunal y que ya empezamos a vivir (<strong>en</strong>, por ejemplo, Caracas).Sexta premisa: Ante <strong>se</strong>mejante panorama y si el problema es realm<strong>en</strong>te el deubicarnos <strong>en</strong> una decidida lucha anticapitalista, pues no nos queda más que situarnosde manera radical <strong>en</strong> lo que esto implica. Si queremos recuperar el tiempo y el espacio(nuestros recursos, nuestros mom<strong>en</strong>tos, nuestras tierras, nuestras comunidades) para lafelicidad, para la verdadera resolución de problemas sociales, para el mejorami<strong>en</strong>toindividual y colectivo, para el poder <strong>se</strong>r y poder estar d<strong>en</strong>tro de un mundo real y derelaciones que ti<strong>en</strong>dan a la fraternidad <strong>en</strong>tre pueblos (aún sin paraí-sos ni perfeccionessantas), necesitamos primero deslastrarnos de los fetiches y las ley<strong>en</strong>das de la políticaburguesa. Sus repre<strong>se</strong>ntaciones, sus mandos, sus continuos cantos de sir<strong>en</strong>a, su demagogia,su politiquería. El caos va a <strong>se</strong>r o es gigantesco, pero igual la resist<strong>en</strong>cia de lospueblos. Esa resist<strong>en</strong>cia ti<strong>en</strong>e que organizar<strong>se</strong> <strong>en</strong> términos de tal, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do como objetivode su política no los “derechos” del mundo burgués (su democracia, sus partidos,sus formas de mando y lo que la rodea) sino la recupe-ración, <strong>en</strong> primer lugar, del valorde uso del trabajo y de los valores de uso productos del trabajo y la b<strong>en</strong>dición de lavida: del agua, de la tierra, los recursos naturales e industriales, la producción de conocimi<strong>en</strong>tos.Una lucha sin tregua por la autovaloración del trabajo (valor del trabajo postuladoy def<strong>en</strong>dido por los trabajadores), los derechos sociales; <strong>en</strong> fin, la guerra contrala guerra, el terrorismo del capital y la explotación.Así mismo <strong>se</strong> trata de una “otra política” que supone un esfuerzo <strong>en</strong>comiado a favorde la fabricación progresiva de una sociedad distinta con claros visos anticapitalistas;articulaciones sociales que permitan liberar múltiples terr<strong>en</strong>os productivos y culturales,54 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


c<strong>en</strong>trados <strong>en</strong> el fin de las relaciones de producción capitalista, la división social del trabajo,la propiedad privada sobre los medios de producción y la superación del intercambiode acuerdo al criterio mercantil de la ganancia, la división <strong>en</strong>tre dirig<strong>en</strong>tes ydirigidos. Eso supone una política que <strong>se</strong>pa situar<strong>se</strong> <strong>en</strong> un verdadero contexto de guerray con una lógica de guerra popular y de multitudes, y no de formalismos jurídicos y políticosdesde los cuales “la política” <strong>se</strong> queda estancada <strong>en</strong> el círculo vicioso de la democraciaburguesa y los profesionales (de izquierda y derecha) dedicados a ella.Supone la construcción de un campo constituy<strong>en</strong>te desde las ba<strong>se</strong>s sociales que cubrapequeñas, grandes e inm<strong>en</strong>sas (contin<strong>en</strong>tales) dim<strong>en</strong>siones territoriales y <strong>se</strong>ctoriales.Supone la creación de un nuevo federalismo que <strong>se</strong> apropie de territorios concretos ydesborde los estados nacionales dándole una nueva configuración totalm<strong>en</strong>te distinta alord<strong>en</strong> mundial y local de las sociedades y las naciones.Séptima premisa: Por supuesto esto no implica el abandono del espacio nacionalni la evasión del problema del Estado como tal, ni mucho m<strong>en</strong>os de los proyecto<strong>se</strong>mancipatorios que toman dicho espacio nacional como un refer<strong>en</strong>te de su propioproceso liberador. Evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te que, al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> las próximas décadas, esto<strong>se</strong>guirá determinado <strong>en</strong> gran parte las luchas populares <strong>en</strong> el mundo (no es lo mismosituar<strong>se</strong> <strong>en</strong> una lucha al interno de Sudáfrica o Arg<strong>en</strong>tina, que <strong>en</strong> Irak o <strong>en</strong> Japón).Pero al mismo tiempo es ya evid<strong>en</strong>te que d<strong>en</strong>tro de los paí<strong>se</strong>s del Norte c<strong>en</strong>tral delcapitalismo, el Estado-nacional <strong>se</strong> ha convertido <strong>en</strong> una barrera de hierro a todavoluntad revolucionaria, tanto desde el punto de vista de la pequeña nación dominaday colonizada a su interno, como desde el punto de vista de los espacios populares quetoman la vanguardia de las iniciativas emancipadoras conjuntas. El nacionalismoprogresivo visto como recuperación de soberanía <strong>se</strong> despliega básicam<strong>en</strong>te allí donde<strong>se</strong> confronta el monstruo imperial norteamericano con las naciones de nuestramérica.Territorio donde esa polaridad (pot<strong>en</strong>cia dominante-paí<strong>se</strong>s dep<strong>en</strong>-di<strong>en</strong>tes)aún con<strong>se</strong>rva gran parte de los <strong>se</strong>sgos antiguos del clásico imperialismo nacional. Enel resto del <strong>Sur</strong>: Africa, Medio Ori<strong>en</strong>te, Asia, la situación asume un <strong>se</strong>sgo distinto,donde el capital <strong>se</strong> pre<strong>se</strong>nta como un todo imperial convirtiéndo<strong>se</strong> <strong>en</strong> un <strong>en</strong>emigo <strong>en</strong>bloque, aún sufri<strong>en</strong>do el yugo del hegemonismo bélico norteameri-cano aúnsobrevivi<strong>en</strong>te. Las soberanías nacionales <strong>en</strong> decad<strong>en</strong>cia (sobretodo <strong>en</strong> el <strong>Sur</strong> delmundo) si<strong>en</strong>do un punto de apoyo, sin embargo constituy<strong>en</strong> una cartografíamoribunda, y como tal, un int<strong>en</strong>so lugar de lucha <strong>en</strong>tre la reconfiguración de la geografíahumana desde el punto de vista del capital y esa misma t<strong>en</strong>tativa desplegadadesde el punto de vista de los pueblos explotados. Allí ya no hay “estados nacionalistas”sino pueblos <strong>en</strong>tremezclados que luchan por su soberanía y liberación social.Nuestra batalla necesita por tanto situar<strong>se</strong> de ll<strong>en</strong>o d<strong>en</strong>tro de este contexto y sacar lascon<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>cias estratégicas necesarias, basadas <strong>en</strong> esta bipolaridad <strong>en</strong>tre el ord<strong>en</strong>constituido mundial y la reconfiguración del espacio y de los sujetos por supuestoque viv<strong>en</strong> <strong>en</strong> él.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 55


Sobre esta ba<strong>se</strong> es que comi<strong>en</strong>za a cobrar todo <strong>se</strong>ntido y ord<strong>en</strong> la guerra llamadade “cuarta g<strong>en</strong>eración”, “guerra de multitudes”, “guerra asimétrica”. De aquí <strong>se</strong> deduceincluso una nueva visión del problema tecnológico, del desarrollo, del conocimi<strong>en</strong>to,donde nos es fundam<strong>en</strong>tal asumirlo e integrarlo directam<strong>en</strong>te, sin t<strong>en</strong>er queesperar como espectadores de la historia su v<strong>en</strong>ida divida por los mecanismos clásicosde la inversión capitalista. La tecnología <strong>en</strong> su cualidad postfordista, comomecanismo g<strong>en</strong>érico de control informático y comunicacional de las sociedades, almismo tiempo <strong>se</strong> difunde <strong>en</strong> un espacio global y diverso sin esperar de “etapas dedesarrollo”. Integrar de ll<strong>en</strong>o toda la ci<strong>en</strong>cia posible, su lectura “humana”, “cosmológica”,la reinv<strong>en</strong>ción de la misma a la luz de los procesos liberadores, activandotodos los mecanismos posibles para su democratización, pareciera <strong>se</strong>r uno de losc<strong>en</strong>tros estratégicos más importantes de esta nueva guerra de liberación, tanto desdeel punto de vista de las vanguardias activas, como las naciones desde dondeemanan con fortaleza los procesos de resist<strong>en</strong>cia más significativos hoy <strong>en</strong> día.Octava premisa: Obviam<strong>en</strong>te hablar <strong>en</strong> estos términos implica, como siempre, eldesarrollo de polos organizados de resist<strong>en</strong>cia y lucha que sirvan de marcos derefer<strong>en</strong>cia d<strong>en</strong>tro de la batalla por v<strong>en</strong>ir. El desplazami<strong>en</strong>to de la izquierda revolucionariadesde el ord<strong>en</strong> de partidos y organizaciones sociales afines hacia lo que son lasnuevas vanguardias político-sociales, donde privan los valores democráticos y autonómicospropios a la lucha popular, marca y marcará de alguna manera todo elhorizonte de la izquierda <strong>en</strong> los años v<strong>en</strong>ideros. El “poder” hoy <strong>en</strong> día <strong>se</strong> ha hechomucho mas difuso, aunque siga conc<strong>en</strong>trado simbólicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las figuras mandatariasde Estado. En realidad, vivimos un tiempo donde aún las más irrever<strong>en</strong>tes, progresivasy poquísimas de estas figuras y poderes son perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te desbordadospor la presión de un ord<strong>en</strong> de mundo <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te capitalista y dirigido por capitalistas(el gobierno de Bush es el mejor ejemplo de esta fusión). Los gobiernosnacionales mucho es lo que hac<strong>en</strong>, o harían si al m<strong>en</strong>os juegan a favor de las luchasde resist<strong>en</strong>cia, democratización y justicia social que emerg<strong>en</strong> de la sociedad. Es elcaso de lo que t<strong>en</strong>emos acá <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, que ni siquiera lo podemos confundir conla totalidad del gobierno, mucho m<strong>en</strong>os del Estado. El “gobierno revolucionario” <strong>en</strong>nuestro caso es casi una figura borrosa que <strong>se</strong> expresa primordialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la personadel presid<strong>en</strong>te y la capacidad de conducción directa que <strong>en</strong> él reside. Pero ya <strong>se</strong> haconvertido <strong>en</strong> una absurda utopía burocrática pedir que dichos gobiernos ademáshagan las veces de dirig<strong>en</strong>tes y constructores de esa “otra sociedad” socialista, aunqueasí lo quieran. Los poderes a la altura de dicha tarea hoy por hoy romp<strong>en</strong> contoda lógica de Estado ubicándo<strong>se</strong> d<strong>en</strong>tro del marco del “no-estado” (volvemos allema de la Comuna de París: “sólo el pueblo salva al pueblo”). Desde el “poderpopular y constituy<strong>en</strong>te” no estatal, <strong>se</strong>guimos luchando por nuestras reivindicacionesy derechos, pero e<strong>se</strong>ncialm<strong>en</strong>te estamos peleando por nuestra soberanía social, poruna democracia sin fronteras, d<strong>en</strong>tro de una nueva cartografía mundial de luchas que,poco a poco, comi<strong>en</strong>za a dar<strong>se</strong> vida. De hecho, muy pocas veces ayudados o al56 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


m<strong>en</strong>os respetados y no reprimidos por los poderes de Estado, lo que nos obliga apriorizar sobre una estrategia que <strong>se</strong> c<strong>en</strong>tre sobre los espacios del poder popular,mucho más que la “toma” del poder político de estado.Nov<strong>en</strong>a premisa: Luego, visto desde el punto de vista estratégico comi<strong>en</strong>za at<strong>en</strong>er todo <strong>se</strong>ntido hablar del “socialismo del siglo XXI”, bajo el <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido que elsocialismo como opción de sociedad supone desde su nacimi<strong>en</strong>to un mismopostulado programático, que <strong>se</strong> va <strong>en</strong>riqueci<strong>en</strong>do y complejizando con el tiempo y elespacio <strong>en</strong> que <strong>se</strong> lucha. Es decir, el programa socialista -comunista, democrático,revolucionario- que comi<strong>en</strong>za a tomar forma a comi<strong>en</strong>zos del siglo XIX es e<strong>se</strong>ncialm<strong>en</strong>teel mismo hoy <strong>en</strong> día y lo <strong>se</strong>rá mi<strong>en</strong>tras perdure el capitalismo <strong>en</strong> el mundo.El problema es cómo lo vamos conquistando y qué características asume e<strong>se</strong>socialismo desde las singularidades temporales, territoriales y sociales <strong>en</strong> quepeleamos por él. Como corri<strong>en</strong>te histórico-social, hemos reivindicado el “socialismonuestroamericano” desde la premisa “indoamericana” o “indoafroamericana” fundadapor Mariátegui <strong>en</strong> los años veinte del siglo pasado, situándonos obviam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> elcontexto de “Nuestra América” (de acuerdo con José Martí, la América no imperial yliberadora que <strong>se</strong> despliega desde todo el espacio del contin<strong>en</strong>te americano de <strong>Sur</strong> aNorte, <strong>en</strong> sus múltiples historias y la diversidad de idearios e id<strong>en</strong>tidades que <strong>en</strong> ellacrec<strong>en</strong>). Partimos del hecho que <strong>en</strong> lo que respecta al “nosotros” que nos ha tocadonacer o al m<strong>en</strong>os vivir <strong>en</strong> estas tierras americanas, el proyecto socialista es perfectam<strong>en</strong>terealizable como modo de producción hegemónico situándonos desde latotalidad y la especificidad del espacio nuestroamericano, tomando <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta suscualidades internas y sobretodo lo acelerado de las luchas sociales que aquí <strong>se</strong>desarrollan (aunque esperamos que una feliz sorpresa revi<strong>en</strong>te por otro de los costadosdel mundo). Superando fronteras, integrando luchas, abri<strong>en</strong>do espacios constituy<strong>en</strong>tesque facilit<strong>en</strong> y prefigur<strong>en</strong> esa América liberada, empieza a tomar forma yposibilidad real esa estrategia del socialismo del siglo XXI. Esto implica manejarnoscon nuevos códigos estratégicos donde nos veamos in<strong>se</strong>rtos <strong>en</strong> una totalidad que, <strong>en</strong>tanto parte de un mundo <strong>en</strong> lucha, necesita empezar a hacer su propio mapeo estratégico,d<strong>en</strong>tro de la guerra concreta que libramos contra el capital. En el tomar costas yfronteras, integrar corredores territoriales inter y supra nacionales, afianzar regiones decontrol libertario y revolucionario, articular lo que ya son grandes metrópolis a labatalla de los campos, construir los poderes ba<strong>se</strong> aj<strong>en</strong>os a la lógica burguesa del poder,g<strong>en</strong>erar flujos de intercambio, comunicación y producción socializante, empieza aforjar<strong>se</strong> una estrategia que necesita evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de la sistematización y el <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>trode los sujetos socio-políticos <strong>en</strong> lucha. El problema no es de teorías ni modelos acabados,muchos m<strong>en</strong>os de “partidos o vanguardias únicas” que dirijan esta lucha tancompleja. El problema es cómo nos situamos de ll<strong>en</strong>o, <strong>en</strong> tanto expresiones de unamisma cla<strong>se</strong> explotada y una misma multitud <strong>en</strong> lucha, d<strong>en</strong>tro del tipo de guerra quet<strong>en</strong>emos delante. Principio de praxis, y no sólo de razón, es lo que “dirige” alsocialismo nuestroamericano.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 57


Décima premisa: E<strong>se</strong> nuevo “estado” sin Estado por crear<strong>se</strong>, como todo “modode producción” que <strong>se</strong> forja <strong>en</strong> un dev<strong>en</strong>ir histórico muy contradictorio, a muchos lesgusta dividirlo <strong>en</strong>tre espacios y tiempos sincrónicos y espacios y tiempos diacrónicosde realización. Quizás e<strong>se</strong> tiempo y e<strong>se</strong> espacio “sincrónico” le pert<strong>en</strong>ezca aún a lasrealidades nacionales como punto de despliegue y de “sincronización”, tanto de lasluchas proletarias como de la posibilidad de profundizar la propia crisis del podercapitalista e imperial <strong>en</strong> regiones de dichos estados (como pasa hoy <strong>en</strong> México porejemplo) o <strong>en</strong> la totalidad de ellos. Lo que vemos ocurrir <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, Bolivia, yahora probablem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Ecuador, donde la asc<strong>en</strong>sión de gobiernos democratizantes,constituy<strong>en</strong>tes, socializantes, justicieros, no hac<strong>en</strong> mas que ahondar la crisis de lospropios estatus de poder y del estado burgués <strong>en</strong> su conjunto, aunque no <strong>se</strong>an ellosmismos ninguna salida definitiva a los problemas de fondo planteados. Más bi<strong>en</strong> <strong>se</strong>conviert<strong>en</strong> por sus propias limitaciones estructurales <strong>en</strong> una barrera a superar con eltiempo. El caos social y natural, el hambre, la migración poblacional, al que no<strong>se</strong>mpuja la misma globalización del capital, <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado vuelve a estosgobiernos <strong>en</strong> unos perfectos incapaces para responder a los dramas que vivimos. Casiun “objeto de odio” como pasa con la burocracia <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, incluso suponi<strong>en</strong>dola mejor de las voluntades <strong>en</strong> parte de ella. Y no porque <strong>se</strong>an “reformistas” -aunqueasí <strong>se</strong>a-, como mucho ultrismo de izquierda quisiera ver, sino porque no existe podernacional (socialista o como <strong>se</strong> llame) y m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> el <strong>Sur</strong> del mundo que puedaresponder y dar salida nacional a e<strong>se</strong> caos global del capital.Hay por tanto una lógica de izquierda, si requiere más clásica, más “partidaria” yacorde al legado histórico que traemos del siglo XX, que necesita al m<strong>en</strong>os situar<strong>se</strong><strong>en</strong> esta dim<strong>en</strong>sión de sincronización nacional, a sabi<strong>en</strong>das de sus insuperables limitaciones.¿Para qué? Básicam<strong>en</strong>te para abrir procesos d<strong>en</strong>tro de esta dim<strong>en</strong>sión nacionalque limit<strong>en</strong> la acción represiva del Estado, debilit<strong>en</strong> las estrategias imperialistasde control, interv<strong>en</strong>ción y guerra, liber<strong>en</strong> espacios y derechos democráticos,ayud<strong>en</strong> a desarrollar políticas de redistribución de la riqueza y apuntal<strong>en</strong> procesosde reapropiación social de los medios de producción.Pero esta izquierda morirá <strong>en</strong> el int<strong>en</strong>to si no <strong>se</strong> acompaña a sí misma de una lógica“diacrónica” que desde lo micro-local, desde lo más profundo del subsuelo social,hasta lo mas lejos y amplio que logre fugar<strong>se</strong> su hacer y su mirada, <strong>se</strong> pre<strong>se</strong>ntede ll<strong>en</strong>o como un contrapoder no limitado nacionalm<strong>en</strong>te, ni atado a las objetivos,las formas y los tiempos que soortan el dominio del ord<strong>en</strong> burgués. Que estratégicam<strong>en</strong>tevaya prefigurando experi<strong>en</strong>cias y puntos de fuerza <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te socialistaso como <strong>se</strong> guste llamarlos.Nosotros prevemos el espacio nuestroamericano como territorialidad simbólica,espiritual y concreta para dicha tarea, pero consideramos que esto es un reto universal.Y es muy <strong>se</strong>guram<strong>en</strong>te por estos confines políticos donde <strong>se</strong> irán movi<strong>en</strong>do lasmayores fuerzas creativas de lo que <strong>se</strong>rá el movimi<strong>en</strong>to revolucionario mundial <strong>en</strong>las próximas décadas. Infinidad de problemas, una cantidad de situaciones y atajosimp<strong>en</strong>sados, formas de lucha que jamás imaginamos, irán apareci<strong>en</strong>do <strong>en</strong> la medida58 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


para resolver estos problemas. Esta contradicción es con<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>cia del carácter periféricode América Latina y su consigui<strong>en</strong>te atraso agrario, industrialización fragm<strong>en</strong>tariay dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia financiera.En la izquierda exist<strong>en</strong> dos respuestas tradicionales fr<strong>en</strong>te a esta disyuntiva: promoveruna etapa de capitalismo progresista o iniciar una transición socialista adaptada alas insufici<strong>en</strong>cias regionales. En un texto reci<strong>en</strong>te hemos expuesto varios argum<strong>en</strong>tosa favor de esta <strong>se</strong>gunda opción /1.Pero otro debate igualm<strong>en</strong>te relevante gira <strong>en</strong> torno a la oportunidad de este curso.Al cabo de un traumático período de depresión productiva y desmoronami<strong>en</strong>to bancario,América Latina transita por una fa<strong>se</strong> de crecimi<strong>en</strong>to, auge de las exportacionesy recomposición del b<strong>en</strong>eficio empresario. Se podría objetar que <strong>en</strong> estas condiciones,no <strong>se</strong> avizora ningún colapso que justifique la transformación anticapitalista.Pero la opción socialista no es un programa coyuntural para remontar los ciclosrecesivos y <strong>en</strong> este aspecto <strong>se</strong> difer<strong>en</strong>cia taxativam<strong>en</strong>te del keynesianismo. Apuntaa superar la explotación y la desigualdad que caracterizan al capitalismo. Buscadesterrar la pobreza y el de<strong>se</strong>mpleo, erradicar los desastres ambi<strong>en</strong>tales, poner fin alas pesadillas bélicas y terminar con los cataclismos financieros.Esta polarización <strong>se</strong> verifica <strong>en</strong> la actual coyuntura latinoamericana. El aum<strong>en</strong>tode las ganancias y el consumo de los <strong>se</strong>ctores acomodados contrastan con índicesaterradores de mi<strong>se</strong>ria. Estos infortunios -que <strong>se</strong> tornan más visibles <strong>en</strong> los picos deun descalabro económico- justifican la batalla por el socialismo. Las situaciones decolapso no constituy<strong>en</strong> el único mom<strong>en</strong>to apto para erradicar el sistema. El giro anticapitalistaes una opción abierta para toda una época y puede iniciar<strong>se</strong> <strong>en</strong> cualquiercoyuntura del ciclo. La experi<strong>en</strong>cia del siglo XX confirma esta factibilidad.Ninguna revolución socialista coincidió con el cénit de una crisis económica. Enla mayoría de los casos irrumpió como con<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>cia de la guerra, la ocupación colonialo la opresión dictatorial. En contextos de este tipo los bolcheviques tomaronel poder, Mao <strong>se</strong> impuso <strong>en</strong> China, Tito v<strong>en</strong>ció <strong>en</strong> Yugoslavia, los vietnamitas expulsarona Estados Unidos y triunfó la revolución cubana. Gran parte de estas victorias<strong>se</strong> consumaron <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>o boom de posguerra, es decir durante una etapa decrecimi<strong>en</strong>to capitalista récord. Ningún automatismo <strong>en</strong>cad<strong>en</strong>a por lo tanto el debutdel socialismo al colapso económico. Las p<strong>en</strong>urias que g<strong>en</strong>era el capitalismo sonsufici<strong>en</strong>tes para propugnar su reversión, <strong>en</strong> cualquier fa<strong>se</strong> de las fluctuaciones periódicasde este sistema.Una objeción al inicio de procesos socialistas resalta los impedim<strong>en</strong>tos creadospor la globalización. Plantea que la internacionalización actual del capital torna impracticableun desafío anticapitalista <strong>en</strong> América Latina.¿Pero dónde radica exactam<strong>en</strong>te el obstáculo? La mundialización no constituyeuna barrera para un proyecto de alcance universal, como es el socialismo. El desbordede las fronteras exti<strong>en</strong>de los de<strong>se</strong>quilibrios del capitalismo y crea mayoresbasam<strong>en</strong>tos objetivos para un dev<strong>en</strong>ir socialista.1/ Katz Claudio. “Socialismo o Neo-desarrollismo”.www.lahaine.org, 1/12/06. www.rebelion.org, 1/12/06.60 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


La pre<strong>se</strong>ntación de la globalización como una etapa que imposibilita modelos alternativo<strong>se</strong>s tributaria de la visión neoliberal, que proclamó la inexist<strong>en</strong>cia de alternativasal modelo derechista. Pero si <strong>se</strong> descarta por esta razón al socialismo también hay quede<strong>se</strong>char cualquier esquema de capitalismo regulado o key<strong>en</strong>esiano. Es incongru<strong>en</strong>teafirmar que el totalitarismo de la globalización ha <strong>se</strong>pultado al proyecto anticapitalista,pero tolera modalidades interv<strong>en</strong>cionistas de acumulación. Si <strong>se</strong> han cerrado todas lasopciones tampoco quedan resquicios para los <strong>en</strong>sayos neo-desarrollistas.Pero <strong>en</strong> realidad la globalización no constituye el fin de la historia y todas las alternativaspermanec<strong>en</strong> abiertas. Solo com<strong>en</strong>zó nuevo período de acumulación, sost<strong>en</strong>ido<strong>en</strong> la recomposición de las ganancias que solv<strong>en</strong>tan los oprimidos y <strong>en</strong> las transfer<strong>en</strong>ciasde grandes de<strong>se</strong>quilibrios internacionales a las economías más frágiles. Estossoportes regresivos actualizan la necesidad del socialismo, como única respuestapopular a la nueva etapa. Solo esta salida puede remediar los desajustes creados porla expansión global del capital <strong>en</strong> un marco de estados nacionales y fr<strong>en</strong>te a las t<strong>en</strong>sionesg<strong>en</strong>eradas por el desborde de la especulación financiera, la polarización imperialistay el divorcio <strong>en</strong>tre mercados y avance tecnológico.¿Cuál es la correlación de fuerzas? La preemin<strong>en</strong>cia de relaciones de fuerzafavorables a los oprimidos es una condición del cambio socialista. La mayoríapopular no puede prevalecer sobre sus antagonistas de las cla<strong>se</strong>s dominantes siafronta un balance de poder muy negativo. ¿Pero cómo <strong>se</strong> evalúa este parámetro?La correlación de fuerzas está determinada <strong>en</strong> América Latina por las posicionesconquistadas, am<strong>en</strong>azadas o perdidas por tres <strong>se</strong>ctores: las cla<strong>se</strong>s capitalistas locales,la masa de oprimidos y el imperialismo norteamericano. Durante los 90 <strong>se</strong> consumóa escala global una gran of<strong>en</strong>siva global del capital sobre el trabajo. La contund<strong>en</strong>ciathatcherista inicial de esa andanada disminuyó, pero legó un clima g<strong>en</strong>eral adversopara los asalariados a escala internacional. ¿Qué ocurrió <strong>en</strong> Latinoamérica?Los capitalistas de la región participaron activam<strong>en</strong>te de esa arremetida, pero terminaronpadeci<strong>en</strong>do varias con<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>cias colaterales de e<strong>se</strong> proceso. Con la aperturacomercial perdieron posiciones competitivas y con la desnacionalización del aparatoproductivo resignaron def<strong>en</strong>sas fr<strong>en</strong>te a sus concurr<strong>en</strong>tes externos. Las crisis financierasposteriorm<strong>en</strong>te vapulearon al establishm<strong>en</strong>t y le quitaron pre<strong>se</strong>ncia política directa.Por eso la derecha ha quedado <strong>en</strong> minoría y los gobiernos c<strong>en</strong>troizquierdistasreemplazaron a muchos con<strong>se</strong>rvadores <strong>en</strong> el manejo del Estado (especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> elCono <strong>Sur</strong>). Las elites capitalistas ya no fijan impunem<strong>en</strong>te la ag<strong>en</strong>da de toda la región.Han quedado afectadas por una crisis del neoliberalismo que puede derivar <strong>en</strong>la declinación estructural de este proyecto.La relación de fuerzas regional también ha sido modificada por grandes sublevacionespopulares, que <strong>en</strong> Sudamérica precipitaron la caída de varios mandatarios.Los levantami<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> Bolivia, Ecuador, Arg<strong>en</strong>tina o V<strong>en</strong>ezuela han repercutidodirectam<strong>en</strong>te sobre el conjunto de las cla<strong>se</strong>s dominantes. Desafiaron la agresividadpatronal e impusieron <strong>en</strong> muchos paí<strong>se</strong>s cierta contemporización con las masas.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 61


En esta lucha, ciertos <strong>se</strong>gm<strong>en</strong>tos de los asalariados ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a jugar un rol másgravitante por el lugar que ocupan <strong>en</strong> ramas vitales de la economía (minería, fábricas,bancos). Los capitalistas lucran con las privaciones de todos los despo<strong>se</strong>ídos,pero sus ganancias dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> del esfuerzo laboral directo de los explotados y dellucro que específicam<strong>en</strong>te obti<strong>en</strong><strong>en</strong> de algunas actividades.Esta c<strong>en</strong>tralidad <strong>se</strong> verifica <strong>en</strong> la actual la coyuntura de reactivación económica,que ti<strong>en</strong>de a recrear la significación de los asalariados. En Arg<strong>en</strong>tina las organizacionessindicales recuperan preemin<strong>en</strong>cia callejera, <strong>en</strong> comparación al papel cumplidopor los de<strong>se</strong>mpleados y la cla<strong>se</strong> media durante la crisis del 2001. En Chile lashuelgas de los mineros ganan protagonismo, <strong>en</strong> México <strong>se</strong> afianza el rol de ciertossindicatos y <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela persiste la gravitación exhibida por los petroleros durantesu batalla contra el golpismo.Problemas de la conci<strong>en</strong>cia popular. La erradicación del capitalismo es unproyecto <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te del nivel de conci<strong>en</strong>cia de los oprimidos. Sólo estasconvicciones pued<strong>en</strong> <strong>en</strong>caminar un proceso de lucha popular hacia el socialismo.La visión primitiva de esta transformación como un dev<strong>en</strong>ir inevitable de la historiaha perdido con<strong>se</strong>nso intelectual y atracción política. No existe ningún patrón deevolución histórica de este tipo. El socialismo constituirá una creación voluntaria delas grandes mayorías o no surgirá nunca. Lo ocurrido bajo el “socialismo real” ilustracuán nefasto es sustituir la decisión popular por el paternalismo de los funcionarios.Pero la conci<strong>en</strong>cia de los oprimidos es una esfera sujeta a fuertes mutaciones ycondicionada por la experi<strong>en</strong>cia de lucha. Dos fuerzas opuestas influy<strong>en</strong> <strong>en</strong> su desarrollo:los apr<strong>en</strong>dizajes que asimilan los explotados <strong>en</strong> su resist<strong>en</strong>cia contra el capitaly el desánimo que g<strong>en</strong>era el agobio laboral, la angustia por la superviv<strong>en</strong>cia yla ali<strong>en</strong>ación cotidiana.La inclinación de los asalariados a cuestionar o aceptar el ord<strong>en</strong> vig<strong>en</strong>te derivadel cambiante resultado de este conflicto. En ciertas circunstancias predomina lavisión crítica y <strong>en</strong> otros mom<strong>en</strong>tos prevalece la resignación. Estas actitudes dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>de muchos factores y operan <strong>en</strong> percepciones g<strong>en</strong>eracionales del capitalismomuy distintas. Por ejemplo, a difer<strong>en</strong>cia de los años 70 el grueso de la juv<strong>en</strong>tudcontemporánea <strong>se</strong> crió sin expectativas de mejora laboral o educativa, ob<strong>se</strong>rvandola exclusión, el de<strong>se</strong>mpleo y la desigualdad como patrones normales de funcionami<strong>en</strong>todel sistema. Con esta nueva mirada del ord<strong>en</strong> vig<strong>en</strong>te, la nueva g<strong>en</strong>eraciónlatinoamericana ha retomado la belicosidad de sus antecesores.Pero la conci<strong>en</strong>cia específicam<strong>en</strong>te socialista no dep<strong>en</strong>de solo de la imag<strong>en</strong> predominantedel capitalismo. En este plano pesan más las conclusiones extraídas dela lucha de cla<strong>se</strong>s y el impacto provocado por los grandes acontecimi<strong>en</strong>tos internacionales.Estos hitos determinan la vig<strong>en</strong>cia de ciertos “grados medios de conci<strong>en</strong>ciasocialista”, que <strong>se</strong> traduc<strong>en</strong> <strong>en</strong> niveles de <strong>en</strong>tusiasmo o decepción hacia elproyecto anticapitalista. Las victorias logradas <strong>en</strong> Rusia, China, Yugoslavia, Vietnamo Cuba determinaron una percepción socialista positiva, que no fue disipadapor las numerosas derrotas que también <strong>se</strong> registraron <strong>en</strong> esos períodos.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 63


La actual g<strong>en</strong>eración latinoamericana no creció como sus padres bajo un contextosignado por grandes triunfos. Esta au<strong>se</strong>ncia de un refer<strong>en</strong>te anticapitalista exitoso-próximo a sus viv<strong>en</strong>cias inmediatas- explica su mayor distanciami<strong>en</strong>to espontáneohacia el proyecto socialista.Las grandes difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre el período actual y la etapa de 1960-80 <strong>se</strong> ubicanmás <strong>en</strong> este plano de la conci<strong>en</strong>cia política, que <strong>en</strong> el terr<strong>en</strong>o de las relaciones defuerza o <strong>en</strong> el cambio de los sujetos populares. No es la int<strong>en</strong>sidad de los conflictossociales, la disposición de lucha de los oprimidos o la capacidad de control de losopresores lo que ha cambiado sustancialm<strong>en</strong>te, sino la visibilidad y confianza popular<strong>en</strong> un modelo socialista.El derrumbe de la URSS provocó una crisis de credibilidad internacional <strong>en</strong> elproyecto socialista que ha condicionado la acción de la izquierda. América Latinano fue la excepción, pero el alcance efectivo de este impacto ha sido más limitado<strong>en</strong> la región. La izquierda latinoamericana ya había tomado gran distancia del modelosoviético antes del colapso del “campo socialista” y su desánimo obedeciómás a la her<strong>en</strong>cia dejada por las dictaduras, al fracaso del sandinismo o el bloqueosufrido por la insurg<strong>en</strong>cia c<strong>en</strong>troamericana. En este plano también operó comocontrapeso la subsist<strong>en</strong>cia de la revolución cubana.Pero <strong>en</strong> cualquier caso el clima de decepción ha quedado paulatinam<strong>en</strong>te sustituidopor un impulso a reconstruir el programa emancipatorio. El avance de la conci<strong>en</strong>cia antiliberal<strong>se</strong> comprueba <strong>en</strong> el contund<strong>en</strong>te rechazo a las privatizaciones y desregulaciones(muy superior al ob<strong>se</strong>rvado <strong>en</strong> otras regiones, como Europa Ori<strong>en</strong>tal). También <strong>se</strong>verifica el r<strong>en</strong>acimi<strong>en</strong>to de una conci<strong>en</strong>cia antiimperialista sin los compon<strong>en</strong>tes regresivo<strong>se</strong>n el plano étnico o religioso que prevalec<strong>en</strong> <strong>en</strong> el mundo árabe.Pero el nexo anticapitalista es el gran eslabón faltante <strong>en</strong> este empuje antiliberal yantiimperialista. Esta car<strong>en</strong>cia ha fr<strong>en</strong>ado hasta ahora la radicalización de la conci<strong>en</strong>ciapopular y por eso es importante el debate sobre el socialismo del siglo XXIque ha puesto <strong>en</strong> discusión el proceso bolivariano. Esta reconstrucción ideológicaes posible por la pre<strong>se</strong>ncia de muchos rasgos de continuidad <strong>en</strong> las tradiciones de laizquierda, que han sufrido m<strong>en</strong>os fracturas que <strong>en</strong> otras zonas. No <strong>se</strong> ob<strong>se</strong>rvan lasquiebras de la id<strong>en</strong>tidad política histórica de los asalariados, ni los distanciami<strong>en</strong>toscon la izquierda que <strong>se</strong> registran <strong>en</strong> varios paí<strong>se</strong>s de Europa Occid<strong>en</strong>tal.El marco constitucional. La izquierda latinoamericana <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta un problemaestratégico relativam<strong>en</strong>te novedoso: la estabilización de regím<strong>en</strong>es constitucionales.Por primera vez <strong>en</strong> la historia de la región las cla<strong>se</strong>s dominantes gestionan sus gobiernosa través de instituciones no dictatoriales, <strong>en</strong> casi todos los paí<strong>se</strong>s y al cabo deun período significativo. Ni siquiera los colapsos económicos, los desmoronami<strong>en</strong>tospolíticos o las insurrecciones populares modificaron este patrón de gestión.El retorno de los militares es una carta mayoritariam<strong>en</strong>te de<strong>se</strong>chada por las elitesdel hemisferio. En las situaciones más críticas los presid<strong>en</strong>tes son reemplazadospor otros mandatarios con algún interregno cívico-militar. Lo que está por ahora64 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


descartado es la reinstalación de dictaduras para lidiar con la disgregación por arribao la rebelión por abajo.Los regim<strong>en</strong>es actuales no son democracias reales sino plutocracias al <strong>se</strong>rvicio delos capitalistas. Las instituciones de este sistema han <strong>se</strong>rvido para consumar atropellossociales que muchas dictaduras ni siquiera <strong>se</strong> atrevieron a insinuar. Estas agresionesle quitaron legitimidad al sistema, pero no condujeron a un rechazo popularal régim<strong>en</strong> constitucional equival<strong>en</strong>te al padecido por las viejas tiranías.Este cambio <strong>en</strong> la norma <strong>en</strong> la dominación capitalista ti<strong>en</strong>e efectos contradictoriossobre la acción de la izquierda latinoamericana. Por un lado amplía las posibilidadesde acción política <strong>en</strong> un contexto de libertades públicas. Por otra parte, laestabilización de parlam<strong>en</strong>tos, partidos y funcionarios brinda a los capitalistas mayor<strong>se</strong>guridad política y creci<strong>en</strong>te confianza <strong>en</strong> sus negocios.Un sistema que recorta y al mismo tiempo consolida el poder de los opresores repre<strong>se</strong>ntaun gran desafío para la izquierda, especialm<strong>en</strong>te cuando este régim<strong>en</strong> esmayoritariam<strong>en</strong>te percibido como el mecanismo natural de funcionami<strong>en</strong>to decualquier sociedad moderna.Esta última cre<strong>en</strong>cia es fom<strong>en</strong>tada por la derecha –que ha captado la conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>ciade de<strong>se</strong>nvolver su acción política d<strong>en</strong>tro del contexto constitucional- y por lac<strong>en</strong>tro-izquierda, que pre<strong>se</strong>rva el status quo con mascaradas progresistas. Ambasfogonean falsas polarizaciones electorales, para pre<strong>se</strong>ntar la simple alternancia defiguras <strong>en</strong> el manejo del poder como un cambio significativo.El ejemplo actual de esta complem<strong>en</strong>tariedad es la “izquierda moderna y civilizada”que llegó al gobierno con Lula, Tabaré o Bachelet, para perpetuar la supremacíade los capitalistas. Pero otras situaciones son más problemáticas porque <strong>se</strong>quebró la continuidad institucional con el fraude (Calderón) o la dimisión presid<strong>en</strong>cial(Bolivia, Ecuador, Arg<strong>en</strong>tina).En ciertos de<strong>se</strong>nlaces estas convulsiones concluyeron con la reconstrucción delord<strong>en</strong> burgués (Kirchner), pero <strong>en</strong> otros paí<strong>se</strong>s las crisis de<strong>se</strong>mbocaron <strong>en</strong> el imprevistoacceso al gobierno de presid<strong>en</strong>tes nacionalistas o reformistas, que son rechazadospor el establishm<strong>en</strong>t. Es el caso de Chávez, Morales y probablem<strong>en</strong>te Correa.Este resultado ha sido con<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>cia del carácter no institucional que inicialm<strong>en</strong>teasumieron las crisis y las sublevaciones <strong>en</strong> estas naciones.En estos procesos el terr<strong>en</strong>o electoral <strong>se</strong> ha perfilado como un área de lucha contrala reacción y un punto de apoyo para <strong>en</strong>carar transformaciones radicales. Estaconclusión es vital para la izquierda. Por ejemplo desde 1998, todos los comiciosprofundizaron <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela la legitimidad del proceso bolivariano y transfirieron alas urnas la derrota propinada a la derecha <strong>en</strong> las calles. En la esfera electoral <strong>se</strong>complem<strong>en</strong>taron las victorias de la movilización.El cuadro constitucional altera significativam<strong>en</strong>te el marco de acción de la izquierda,que durante décadas <strong>se</strong> acostumbró a confrontar con un <strong>en</strong>emigo dictatorial.La batalla d<strong>en</strong>tro de estos sistemas no es <strong>se</strong>ncilla porque el institucionalismofunciona con simulaciones perman<strong>en</strong>tes para reproducir el ord<strong>en</strong> vig<strong>en</strong>te. Por esoVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 65


<strong>se</strong> impone combinar la acción directa con la participación electoral. Por esta vía <strong>se</strong>compatibilizan los tiempos de surgimi<strong>en</strong>to del poder popular -que requiere todoproceso revolucionario- con la maduración de la conci<strong>en</strong>cia socialista, que <strong>en</strong> ciertamedida <strong>se</strong> procesa a través de la ar<strong>en</strong>a constitucional.Movimi<strong>en</strong>tos y partidos. La conci<strong>en</strong>cia popular <strong>se</strong> traduce <strong>en</strong> organización. Elagrupami<strong>en</strong>to de los oprimidos es indisp<strong>en</strong>sable para crear los instrum<strong>en</strong>tos de unatransformación anticapitalista, ya que sin organismos propios los explotados nopued<strong>en</strong> gestar otro proyecto de sociedad.Los movimi<strong>en</strong>tos y los partidos constituy<strong>en</strong> dos modalidades de organización popularcontemporánea. Ambas opciones cumpl<strong>en</strong> un papel e<strong>se</strong>ncial para el desarrollode las convicciones socialistas. Afianzan la confianza <strong>en</strong> la auto-organización yprocesan normas de funcionami<strong>en</strong>to colectivo del futuro poder popular.Los movimi<strong>en</strong>tos sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> la lucha social inmediata y los partidos alim<strong>en</strong>tan unaactividad política más elaborada. Ambas instancias son necesarias para facilitar la accióndirecta y la participación electoral. Pero esta complem<strong>en</strong>tariedad es frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>tecuestionada. Hay impulsores excluy<strong>en</strong>tes de los movimi<strong>en</strong>tos y de partidos.Pero estas objeciones solo invalidan la acción de ciertos partidos y no la funcióng<strong>en</strong>eral de estas estructuras, que son irremplazables para actuar <strong>en</strong> el plano político.Ningún proyecto emancipatorio puede de<strong>se</strong>nvolver<strong>se</strong> exclusivam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el terr<strong>en</strong>osocial, ni puede prescindir de las plataformas específicas, los <strong>en</strong>laces <strong>en</strong>tre reivindicacionesy las estrategias de poder que aportan las organizaciones partidarias. Estosagrupami<strong>en</strong>tos contribuy<strong>en</strong> a superar las limitaciones de una rebelión espontánea.El partido facilita la maduración de una conci<strong>en</strong>cia anticapitalista, que no emergeabruptam<strong>en</strong>te de la acción reivindicativa y que requiere difer<strong>en</strong>ciar la lucha pormejoras bajo el capitalismo de la batalla por objetivos socialistas.La descalificación de los partidos es tan inadecuada como el vicio de superioridadque todavía exhib<strong>en</strong> algunas organizaciones de izquierda. Manti<strong>en</strong><strong>en</strong> la viejaconcepción vanguardista, actúan con férreo verticalismo y <strong>se</strong> gratifican con la autoproclamaciónperman<strong>en</strong>te. Este culto a la propia organización conduce a prácticas<strong>se</strong>ctarias y a una búsqueda de hegemonía <strong>en</strong> todos los movimi<strong>en</strong>tos sociales.Esta forma de acción política <strong>se</strong> alim<strong>en</strong>ta de la tradición caudillista de pequeñogrupo. En algunos paí<strong>se</strong>s este comportami<strong>en</strong>to también expresa los resabios de unacultura organizativa construida durante décadas de acción clandestina y resist<strong>en</strong>ciaantidictatorial. En el marco de libertades públicas y compet<strong>en</strong>cia partidaria actualsalta a la vista el carácter desubicado de estas conductas. Quiénes manti<strong>en</strong><strong>en</strong> estasprácticas pued<strong>en</strong> prosperar, pero nunca liderarán una transformación socialista.Reforma y revolución. Las condiciones materiales, la correlación de fuerzas,los sujetos sociales, la conci<strong>en</strong>cia popular, el marco político y la organización popularconforman el hexágono de temas que rodea a la estrategia de la izquierda.Los programas postulados para <strong>en</strong>lazar acción, convicciones y propuestas <strong>en</strong> un<strong>se</strong>ntido socialista dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de estos <strong>se</strong>is fundam<strong>en</strong>tos.66 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


Pero pocas veces la pre<strong>se</strong>ncia de estos compon<strong>en</strong>tes es coincid<strong>en</strong>te. A veces la maduraciónde las condiciones materiales no converge con la correlación de fuerzas,con el protagonismo de los sujetos sociales o con la aptitud del contexto político.M<strong>en</strong>os corri<strong>en</strong>te aún es el empalme de estos elem<strong>en</strong>tos con el nivel de organización,conci<strong>en</strong>cia y liderazgo popular requeridos para un proceso anticapitalista. La estrategiade la izquierda es una búsqueda de caminos para superar estas discordancias y ladistinción analítica de <strong>se</strong>is grandes cuestiones apunta a facilitar este análisis.El mayor problema radica <strong>en</strong> los nexos que <strong>en</strong>lazan a estos pilares. Los rumbos a<strong>se</strong>guir son muy variados porque la universalidad del programa socialista no es sinónimode uniformidad. La experi<strong>en</strong>cia del siglo XX ha ilustrado cómo los cimi<strong>en</strong>tosde este proceso <strong>se</strong> conjugan <strong>en</strong> forma muy difer<strong>en</strong>ciada <strong>en</strong> cada país. También <strong>se</strong>ha verificado que la temporalidad de un debut socialista difiere significativam<strong>en</strong>te<strong>en</strong>tre de<strong>se</strong>nlaces insurrecciónales acelerados (Rusia) y prolongadas confrontacionesde doble poder (China, Vietnam).Exist<strong>en</strong> dos grandes respuestas -tradicionalm<strong>en</strong>te contrapuestas- fr<strong>en</strong>te a los dilemascreados por este desacople de compon<strong>en</strong>tes del cambio socialista: la reforma y la revolución.El primer camino pro<strong>mueve</strong> conjugar los elem<strong>en</strong>tos desarticulados, medianteuna progresión de mejoras sociales que refuerc<strong>en</strong> las posiciones de los trabajadores yafianc<strong>en</strong> su gravitación política, pre<strong>se</strong>ncia institucional y fortaleza organizativa.Pero las reformas -que son factibles bajo el capitalismo- no <strong>se</strong> acumulan, ni sonirreversibles. Tarde o temprano su consolidación (o profundización) choca con laregla del b<strong>en</strong>eficio y sobrevi<strong>en</strong><strong>en</strong> atropellos patronales que provocan mayores conflictos.En estas circunstancias la respuesta popular con<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>te exige avanzar haciael cambio socialista.Las reformas sólo son válidas como un eslabón <strong>en</strong> la lucha por el socialismo. Laau<strong>se</strong>ncia de esta perspectiva conduce a r<strong>en</strong>unciar ya no al futuro anticapitalista,sino a las propias mejoras. Es falso int<strong>en</strong>tar primero la “resolución de los problemasinmediatos” para discutir “posteriorm<strong>en</strong>te el socialismo”. Si el capitalismo pudierasolucionar estructuralm<strong>en</strong>te esos problemas el socialismo <strong>se</strong>ría innecesario.El <strong>se</strong>gundo planteo de cambio socialista propone la revolución <strong>en</strong> rechazo de lasreformas. Convoca a superar la desconexión <strong>en</strong>tre condiciones objetivas y subjetivas,mediante una acción que articule los picos de la crisis del capitalismo con ladisposición de lucha de las masas y las convicciones socialistas. Pero este empalm<strong>en</strong>o es tan <strong>se</strong>ncillo, ni siquiera cuándo <strong>se</strong> registran coyunturas próximas al modelol<strong>en</strong>inista de una situación revolucionaria (“los de arriba ya no pued<strong>en</strong> <strong>se</strong>guir dominandoy los de abajo protagonizan una irrupción histórica”).En Sudamérica <strong>se</strong> han ob<strong>se</strong>rvado <strong>en</strong> los últimos años varias circunstancias deeste tipo sin ningún de<strong>se</strong>mboque socialista. No basta que la crisis de hegemonía oautoridad de las cla<strong>se</strong>s dominantes (pérdida de con<strong>se</strong>nso y capacidad dirig<strong>en</strong>te <strong>en</strong>términos gramscianos) converja con la revuelta de las cla<strong>se</strong>s subalternas.La maduración socialista requiere un proceso previo de apr<strong>en</strong>dizaje que no <strong>se</strong> improvisa<strong>en</strong> el expeditivo <strong>se</strong>ndero hacia el poder. Esa preparación incluye logros so-VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 67


ciales y conquistas democráticas que <strong>se</strong> obti<strong>en</strong><strong>en</strong> a través de las reformas. Este últimotérmino no es una mala palabra, ni <strong>se</strong> ubica <strong>en</strong> las antípodas de la revolución.Es un instrum<strong>en</strong>to útil para gestar el salto revolucionario, t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do pu<strong>en</strong>tes queaproxim<strong>en</strong> a los oprimidos con la meta socialista.Una combinación de reforma y revolución puede permitir el <strong>en</strong>lace <strong>en</strong>tre conquistasinmediatas y rupturas radicales con el capitalismo. El primer tipo de logro<strong>se</strong>s indisp<strong>en</strong>sable para crear poder popular y el <strong>se</strong>gundo para v<strong>en</strong>cer a un <strong>en</strong>emigoque no r<strong>en</strong>unciará a sus privilegios.Conectar la reforma con la revolución es la vía para amoldar la correlación defuerzas y la acción popular con las posibilidades de transformación anticapitalistapre<strong>se</strong>ntes <strong>en</strong> cada país. Pero <strong>se</strong> requiere reemplazar la vieja contraposición <strong>en</strong>treambos caminos por su conflu<strong>en</strong>cia.Optimismo y razón. Discutir estrategias presupone buscar una guía para la accióninspirada <strong>en</strong> experi<strong>en</strong>cias pasadas, pero siempre abierta a las nuevas circunstanciasy viv<strong>en</strong>cias. Esta indagación incluye hipótesis inéditas y no un simplecálculo de modelos a repetir.La estrategia de la izquierda incluye una dim<strong>en</strong>sión liberadora que no <strong>se</strong> puede <strong>en</strong>contrar<strong>en</strong> las otras formaciones políticas. Plantea objetivos humanistas asociados aun horizonte comunista, que ninguna corri<strong>en</strong>te burguesa puede ofrecer. Pero la credibilidadde estas metas dep<strong>en</strong>de del comportami<strong>en</strong>to de sus promotores y esta conductapresupone una actitud de resist<strong>en</strong>cia espontánea a la desigualdad y rechazointuitivo a la injusticia.La función de la estrategia es transformar la indignación fr<strong>en</strong>te a la mi<strong>se</strong>ria y lasolidaridad con los oprimidos <strong>en</strong> proyectos racionales. Y esta elaboración exige val<strong>en</strong>tíaintelectual para afrontar los problemas más espinosos y desagradables. Si nohay disposición para abordar las dificultades, los caminos al socialismo permaneceráninvariablem<strong>en</strong>te bloqueados.La actual coyuntura latinoamericana invita a r<strong>en</strong>ovar los debates estratégicos <strong>en</strong>la izquierda <strong>en</strong> controversias francas, abiertas y respetuosas. Es el mom<strong>en</strong>to de asumirlos logros y balancear las limitaciones con una actitud <strong>en</strong>tusiasta y crítica. Ambasposturas contribuy<strong>en</strong> a forjar el optimismo razonado que exige la batalla por elsocialismo.18/12/2006Claudio Katz es economista, profesor de la Universidad de Bu<strong>en</strong>os Aires (UBA), investigadordel Conicet, miembro del EDI (Economistas de Izquierda). Su página web es www.sinc<strong>en</strong>sura.org.ar/columnistasinfo.php?id=20.[Este texto constituye una versión reducida por el autor para VIENTO SUR del artículo quecon el mismo título <strong>se</strong> puede consultar <strong>en</strong> Rebelión o La Haine.]68 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


3.- Debates sobre el socialismo del siglo XXIPor una estrategia detransformación socialMichel HussonEl punto de partida debe <strong>se</strong>r la compr<strong>en</strong>sión del modo de funcionami<strong>en</strong>to actual delcapitalismo. E<strong>se</strong>ncialm<strong>en</strong>te, es un capitalismo que aum<strong>en</strong>ta de forma t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cial latasa de explotación (y por consigui<strong>en</strong>te, la r<strong>en</strong>tabilidad) y <strong>se</strong> niega a responder a lasnecesidades sociales no r<strong>en</strong>tables. A<strong>se</strong>gura su reproducción de dos maneras: pormedio de una distribución cada vez más desigual <strong>en</strong> todos los paí<strong>se</strong>s, y por una estructurade acumulación cada vez más de<strong>se</strong>quilibrada a nivel mundial. Estas característicasconduc<strong>en</strong> a un diagnóstico contradictorio: por un lado, el capitalismotriunfa, porque <strong>se</strong> libera de todas sus trabas y obti<strong>en</strong>e ganancias muy elevadas. Eneste <strong>se</strong>ntido <strong>se</strong> trata de un capitalismo “puro”. Pero, por otro, está el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o relativam<strong>en</strong>teinédito de un capitalismo que realiza <strong>en</strong>ormes b<strong>en</strong>eficios pero inviertepoco: no ti<strong>en</strong>e otra forma de usar su ganancia que distribuyéndola <strong>en</strong> forma de divid<strong>en</strong>dos.Este rasgo ha sido subrayado por economistas que no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> nada de anticapitalistas,y Patrick Artus llega a hablar de capitalismo “sin proyecto” /1. Se puedeext<strong>en</strong>der esta constatación al ámbito de las relaciones sociales, porque el capitalismoadmite hoy día que no está hecho para satisfacer las necesidades sociales:aparece desprovisto de la legitimidad social que habría podido adquirir con un repartom<strong>en</strong>os desigual de las r<strong>en</strong>tas y un casi pl<strong>en</strong>o empleo.Esta situación es resultado de una of<strong>en</strong>siva neoliberal, apoyada <strong>en</strong> dos palancasprincipales -la compet<strong>en</strong>cia y el paro masivo- para modificar a fondo no sólo el repartode las riquezas creadas, sino la forma misma de las relaciones sociales capitalistas.La estrategia <strong>se</strong>guida ha tomado la forma de un movimi<strong>en</strong>to continuo deregresión sin límites. Se trata de una estrategia de de<strong>se</strong>quilibrio de los “modelos sociales”,donde cada avance pide otros nuevos: su punto de llegada no es la puesta<strong>en</strong> pie de nuevos compromisos estables. Por ello <strong>se</strong> considera siempre que el avancede las contrarreformas es demasiado l<strong>en</strong>to o poco profundo, <strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que1/ Artus, P. y Virard, M.P. (2005). El capitalismo está autodestruyéndo<strong>se</strong>. París, La Découverte.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 69


los gobiernos burgue<strong>se</strong>s int<strong>en</strong>tan no de<strong>se</strong>ncad<strong>en</strong>ar <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos g<strong>en</strong>eralizadospor ir demasiado rápido o golpear demasiado duro. A nivel internacional, la desregularizaciónhace inoperante, por definición, cualquier medida de conducción delos mecanismos económicos. Instituciones como la OMC han sido concebidas sobretodo para liberalizar la economía mundial y no pued<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er otros objetivos.El trabajo de zapa del reformismoEl primer efecto de esta coyuntura ha sido restringir el campo del reformismo clásico.Su crítica del capitalismo contemporáneo -que podría llamar<strong>se</strong> keynesiana- <strong>se</strong>vuelve inoperante, porque subestima la amplitud de las transformaciones <strong>en</strong> curso,limitándo<strong>se</strong> a la d<strong>en</strong>uncia de las finanzas. Su excesivo peso llevaría al bloqueo delos salarios, y <strong>en</strong> con<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>cia, del crecimi<strong>en</strong>to y el empleo. Este análisis <strong>se</strong> ba<strong>se</strong><strong>en</strong> Keynes, pero aún más <strong>en</strong> Kalecki qui<strong>en</strong> había desarrollado desde 1943 la ideade que r<strong>en</strong>tistas y empresarios podría aliar<strong>se</strong> para eliminar los aspectos desfavorables,desde su punto de vista, del pl<strong>en</strong>o empleo /2.El tipo de interés, el presupuesto y la fiscalidad <strong>se</strong>rían por tanto los principalesinstrum<strong>en</strong>tos de una política alternativa. Bajar el tipo de interés restablecería el dinamismode la acumulación; aum<strong>en</strong>tar los gastos públicos y profundizar el déficitrelanzarían la demanda; los impuestos sobre las r<strong>en</strong>tas financieras desanimarían laespeculación. El keynesianismo es coher<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> el <strong>se</strong>ntido de que sus recetas <strong>se</strong>adaptan al diagnóstico realizado. El problema es que este diagnóstico no va a laraíz de las cosas.Se presupone que el débil mecanismo de la acumulación es resultado de la depredaciónfinanciera, y bastaría con eliminarla para que el capitalismo re<strong>en</strong>contrara“proyectos”. Es un total contra<strong>se</strong>ntido porque las finanzas no son ningún obstáculoal funcionami<strong>en</strong>to “normal” del capitalismo: permiti<strong>en</strong>do a los capitales circular librem<strong>en</strong>te,contribuye a la compet<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre los trabajadores a escala mundial. Participaasí <strong>en</strong> la constitución de un mercado mundial con unas elevadas normas decompetitividad, descartando las demandas que no son r<strong>en</strong>tables. No estamos portanto <strong>en</strong> pre<strong>se</strong>ncia de un capitalismo gangr<strong>en</strong>ado por las finanzas, sino de un capitalismopuro, liberado de sus trabas, <strong>en</strong> gran parte gracias a la financiarización.Las soluciones keynesianas son inoperantes, porque ignoran la crisis sistémica deun capitalismo que reivindica abiertam<strong>en</strong>te su incapacidad para responder a las necesidadesmás urg<strong>en</strong>tes de la población mundial. Además, los tipos de interés hanbajado mucho, sin que por ello <strong>se</strong> relance la economía europea. Han aum<strong>en</strong>tado losdéficits presupuestarios, aunque por malas razones, a causa de la caída de impuestosque b<strong>en</strong>efician a los ricos y les procuran por añadidura una verdadera r<strong>en</strong>ta deEstado. En fin, el himno al crecimi<strong>en</strong>to como única respuesta al paro olvida cualquierconsideración sobre su sost<strong>en</strong>ibilidad ecológica y la int<strong>en</strong>sificación de trabajoque conlleva.2/ Kalecki, M. (1971) “Aspectos Políticos del Pl<strong>en</strong>o Empleo”, Political Quarterly, 1943; reproducido <strong>en</strong> EnsayosEscogidos sobre las Dinámicas de la Economía Capitalista, Cambridge University Press.70 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


Y lo más importante, la “crítica keynesiana” invierte fines y medios. Sus elaboracionesde tipo programático <strong>se</strong> c<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> los instrum<strong>en</strong>tos (presupuesto, crédito, tiposde interés, etc.) que bastaría activar para lograr una mejor conducción de laspolíticas macroeconómicas y así resolver espontáneam<strong>en</strong>te los problemas sociales,<strong>en</strong> particular el del empleo. Los keynesianos conced<strong>en</strong> un papel clave al crecimi<strong>en</strong>to,sin cuestionar su cont<strong>en</strong>ido, no sólo por razones ecológicas, que ya de por sí <strong>se</strong>ríansufici<strong>en</strong>tes. La cre<strong>en</strong>cia ciega <strong>en</strong> la posibilidad y virtudes de un crecimi<strong>en</strong>to más rápidono ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la verdadera razón de la débil acumulación de capital, no debidaa a políticas macroeconómicas inadecuadas sino al funcionami<strong>en</strong>to de un capitalismohipercompetitivo que prefiere no satisfacer bloques <strong>en</strong>teros de necesidades socialesantes que hacerlo <strong>en</strong> condiciones de r<strong>en</strong>tabilidad m<strong>en</strong>os interesantes.El radicalismo neoliberal requiere <strong>en</strong> cambio una crítica radical, que tome porobjetivo los fundam<strong>en</strong>tos mismos del capitalismo: la explotación y la propiedadprivada. Este radicalismo no <strong>se</strong> opone al keynesianismo sino que lo <strong>en</strong>globa <strong>en</strong> unproyecto mejor calibrado /3. El déficit presupuestario preconizado por los keynesianosdebe ir acompañado de una fiscalidad excepcional sobre las fortunas parapoder <strong>en</strong>jugar la deuda pública. El desc<strong>en</strong>so de los tipos de interés debe <strong>se</strong>r puestoal <strong>se</strong>rvicio de la decisión de reducir el tiempo de trabajo como forma privilegiadade redistribución de las ganancias de productividad. El control de los flujos financierosdebe completar la def<strong>en</strong>sa y la promoción de los <strong>se</strong>rvicios públicos <strong>en</strong> tornoa la idea de apropiación social. En resum<strong>en</strong>, hay que dejar de confundir los finescon los medios, y de creer que el bu<strong>en</strong> uso de los instrum<strong>en</strong>tos de la política económicadisp<strong>en</strong><strong>se</strong> de instaurar una verdadera democracia social.La paradoja keynesianaLos límites del programa keynesiano no implican que esté completam<strong>en</strong>te privadode coher<strong>en</strong>cia. Los efectos de la mundialización capitalista no eliminan los márg<strong>en</strong>esde maniobra de los Estados (y aún m<strong>en</strong>os a Europa como tal). Hay que distinguirestas dos cuestiones: la exist<strong>en</strong>cia de márg<strong>en</strong>es de maniobra y las condicionespara su movilización efectiva. Hoy <strong>en</strong> día, los márg<strong>en</strong>es de maniobra son considerables,a condición de restablecer la parte de los salarios al nivel anterior al giro liberalde los años 1980. Dicho desplazami<strong>en</strong>to equivaldría <strong>en</strong> un quinqu<strong>en</strong>io a másde 2,5% de crecimi<strong>en</strong>to de la productividad anual, y al 4,5% si <strong>se</strong> añad<strong>en</strong> los aum<strong>en</strong>tos“normales”. Este pot<strong>en</strong>cial permitiría financiar el aum<strong>en</strong>to de 1.200 € <strong>en</strong> lasayudas sociales mínimas, un avance g<strong>en</strong>eral de los salarios, el paso a las 32 horas yel aum<strong>en</strong>to de los gastos de la Seguridad Social <strong>en</strong> proporción a las necesidades /4.Esta cuestión ha sido planteada desde la llegada al poder de la izquierda <strong>en</strong> Francia<strong>en</strong> 1981. Los expertos de izquierdas sometieron <strong>en</strong>tonces el “Programa Común”a la prueba de modelos de previsión: mostraron que un relanzami<strong>en</strong>to salarial de<strong>se</strong>quilibraríala balanza comercial y deprimiría la inversión. De esta constatación <strong>se</strong>podían sacar lógicam<strong>en</strong>te dos conclusiones: o el programa no era viable, o había3/ Véa<strong>se</strong> El gran bluff capitalista, La Dispute, 2001. http://hussonet.free.fr/bluff.pdf.4/ Para una demostración más detallada, véa<strong>se</strong> http://hussonet.free.fr/copprov.pdf.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 71


que acompañarlo de medidas estructurales. Los previstos efectos perversos podían<strong>se</strong>r neutralizados, por ejemplo, con una devaluación previa y la utilización de losbancos y empresas nacionalizadas para sost<strong>en</strong>er la inversión.La discusión sobre si había que devaluar dividió al PS desde su llegada al poder. Seimpusieron los “realistas” sobre los “albane<strong>se</strong>s”, favorables a esta medida: no <strong>se</strong> podíaconcebir un m<strong>en</strong>saje tan negativo a la “comunidad financiera”. En cuanto a la utilizacióndel nuevo <strong>se</strong>ctor nacionalizado para impulsar la economía, también fueabandonada a cambio de “contratos de plan” muy poco exig<strong>en</strong>tes. Se llevó a cabo elrelanzami<strong>en</strong>to, sin medidas eestructurales; y ocurrió lo que había sido previsto porlos modelos: déficit creci<strong>en</strong>te, caída del franco y doble devaluación def<strong>en</strong>siva, mi<strong>en</strong>traslos empresarios llevaban a cabo una huelga de inversiones y una huída de capitales.La con<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>cia, o dicho de otra manera, el giro hacia la austeridad y el socialliberalismo,era previsible. Todo esto relativizó el argum<strong>en</strong>to de Miterrand de reinstalara la izquierda por un largo período de tiempo: ap<strong>en</strong>as duró unos me<strong>se</strong>s.Tomando ejemplos más reci<strong>en</strong>tes, abordaremos tres hechos destacados de lapráctica gubernam<strong>en</strong>tal de la izquierda plural francesa <strong>en</strong>tre 1997 y 2002, que repre<strong>se</strong>ntanotras tantas ocasiones perdidas que hicieron pagar caro a Lionel Jospin<strong>en</strong> las presid<strong>en</strong>ciales de 2002. En 1997, Lionel Jospin había prometido garantizar elestatuto público de France Télécom y llegó a participar <strong>en</strong> una manifestación <strong>en</strong> sudef<strong>en</strong>sa; algunos me<strong>se</strong>s más tarde, ya <strong>en</strong> el gobierno, decidió abrir el capital de laempresa, o mejor dicho, iniciar un proceso de privatización.<strong>Algo</strong> más tarde, el gobierno descubrió que disponía de un “sobrante” presupuestariodebido a la inesperada recuperación de la actividad. En invierno de 1997 <strong>se</strong>desarrolló un movimi<strong>en</strong>to de parados reivindicando un aum<strong>en</strong>to de las ayudas socialesmínimas, equival<strong>en</strong>te a unos 28.000 millones de euros. En febrero de 1998,Lionel Jospin explicaba de forma cínica que los france<strong>se</strong>s no <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derían esta aum<strong>en</strong>to,dando por bu<strong>en</strong>as las imág<strong>en</strong>es más reaccionarias del paro masivo. Ap<strong>en</strong>asdedicó un millar de millones de euros a mejorar la suerte de los <strong>se</strong>is millones de paradosy b<strong>en</strong>eficiarios de subsidios mínimos.Tercera cita: <strong>en</strong> <strong>se</strong>tiembre de 1999, el grupo Michelin anunciaba, con pocos díasde intervalo, unas respetables ganancias y un plan de “supresión de empleos” (parano utilizar la palabra maldita: despidos). En esta ocasión, Lionel Jospin pronuncióuna fra<strong>se</strong> terrible: “El Estado no lo puede todo”, que v<strong>en</strong>ía a decir a los asalariadosque no podían esperar nada de su gobierno. Podrían multiplicar<strong>se</strong> los ejemplos:Lionel Jospin habría podido aum<strong>en</strong>tar las cotizaciones patronales por jubilación <strong>en</strong>vez de poner <strong>en</strong> marcha el ahorro salarial, preparando el terr<strong>en</strong>o a los planes dep<strong>en</strong>siones. El paso a las 35 horas habría podido <strong>se</strong>r más gravoso para los empresariosy m<strong>en</strong>os desfavorable para los asalariados, desde el punto de vista de las condicionesde trabajo y salario. En cambio, Jospin consiguió la proeza de transformarlas 35 horas <strong>en</strong> una medida anti-obrera.La pregunta es por qué los supuestos socialdemócratas no llevan a cabo políticassocialdemócratas. Podría ampliar<strong>se</strong> la cuestión a escala europea, porque <strong>en</strong> el mo-72 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


m<strong>en</strong>to del Tratado de Amsterdam y la Cumbre de Barcelona, una mayoría de gobiernoscon esta etiqueta confirmaron y profundizaron la ori<strong>en</strong>tación liberal de laconstrucción europea. Hay que compr<strong>en</strong>der la respuesta que dan Jospin y Cía. Nohay <strong>en</strong> realidad márg<strong>en</strong>es de maniobra para otra política, dic<strong>en</strong>, porque “estamos <strong>en</strong>una economía mundializada”. El programa de Lionel Jospin para las presid<strong>en</strong>cialesde 2002 expresaba muy bi<strong>en</strong> la necesidad imperiosa de pasar de la social-democraciaal social-liberalismo /5. Dicho a la manera de Alain Lipietz, habría que hacer larevolución para poder transformar la sociedad; pero esta g<strong>en</strong>te no quiere la revolución,por tanto: ¡fuera la transformación social y viva el social-liberalismo! Como<strong>se</strong> trataba de demostrar.A primera vista, los revolucionarios deberían estar de acuerdo con esta idea: fuerade la revolución no hay salvación. Pero esta postura es más revolucionarista queradical. En primer lugar, <strong>en</strong> cierta medida da la razón a Jospin. Si la revolución fuerala única alternativa, y si no está de actualidad, no <strong>se</strong> le puede reprochar que s<strong>se</strong>someta a la necesaria “modernización”. Pero hay que rechazar de forma categóricaesta interpretación y afirmar que son posibles otras opciones, o dicho de otra forma,hay que empezar a discutir sobre la “viabilidad económica” de un programa alternativo.Recordemos los mom<strong>en</strong>tos citados. No <strong>se</strong> puede discutir, incluso y sobretodo desde un punto de vista revolucionario, que había otras opciones posibles:Jospin podía con<strong>se</strong>rvar la salud de France Télécom, podía aum<strong>en</strong>tar significativam<strong>en</strong>telas ayudas sociales mínimas y podía imponer a Michelín el mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>tode los empleos.Dicho de forma más g<strong>en</strong>eral, <strong>se</strong> trata de invertir el reparto de las r<strong>en</strong>tas a favor delos asalariados. El discurso dominante, que los social-liberales asum<strong>en</strong> como propio,decreta que eso es imposible, por culpa de la competitividad: <strong>se</strong> repite la invocaciónritual a la mundialización. Pero el argum<strong>en</strong>to no <strong>se</strong> sosti<strong>en</strong>e: <strong>en</strong> un proyecto radical,el progreso de los salarios <strong>se</strong> comp<strong>en</strong>sa con una baja de las ganancias financieras, yno <strong>se</strong> ve la razón por la que el hecho de pagar divid<strong>en</strong>dos <strong>se</strong>a económicam<strong>en</strong>te razonablemi<strong>en</strong>tras que aum<strong>en</strong>tar los salarios no lo <strong>se</strong>a. Se nos dice que los capitales y suspo<strong>se</strong>edores abandonarían el territorio. Pero este argum<strong>en</strong>to ya no es económico. Vi<strong>en</strong>ea decir que los po<strong>se</strong>edores no <strong>se</strong> dejarán despo<strong>se</strong>er cómodam<strong>en</strong>te y resistirán consus propios medios, sirviéndo<strong>se</strong> por tanto de la pura economía.Las cosas van más lejos, porque los gobiernos de izquierda no <strong>se</strong> limitan a acompañaral movimi<strong>en</strong>to, sino que lo preced<strong>en</strong>, y no hay mejor ejemplo que la furiosapolítica de “reformas” que SPD y Verdes alemanes pusieron <strong>en</strong> marcha, antes deceder el relevo a una “gran coalición”. Esta alternancia burguesa contribuye al asc<strong>en</strong>sode la abst<strong>en</strong>ción, la extrema derecha y los integrismos. En conclusión: si losreformistas sólo hac<strong>en</strong> “contrarreformas”, no es por falta de alternativas, sino poruna opción mucho más política que ti<strong>en</strong>e que ver con el grado asumible de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>-5/ Husson, M. (2002). “El programa de transición de Lionel Jospin”. Critique Communiste, nº 166, primavera2002. http://hussonet.free.fr/ptjospin.pdf.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 73


tami<strong>en</strong>to con la patronal y con una alianza privilegiada con las cla<strong>se</strong>s medias, comosustituto a la pérdida de credibilidad <strong>en</strong>tre las cla<strong>se</strong>s populares.Anatomía del “revolucionarismo”Una salida programática debe evitar dos escollos: la adaptación a las “imposicione<strong>se</strong>conómicas” y el exceso sistemático de exig<strong>en</strong>cias, que puede calificar<strong>se</strong> de “revolucionarista”.Esta última posición <strong>se</strong> basa <strong>en</strong> dos postulados que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> común laincompr<strong>en</strong>sión de la dialéctica <strong>en</strong>tre programa y movilización. El primero es p<strong>en</strong>sarque las consignas más exig<strong>en</strong>tes son el medio para suscitar una movilización más importantey radical. El mejor programa es, desde e<strong>se</strong> punto de vista, el que pone la barreralo más alta posible, y coloca, por ejemplo, a la expropiación <strong>en</strong> el mismo planoque las reivindicaciones más inmediatas. Este postulado cond<strong>en</strong>sa varios errores.Plantea que algunas consignas <strong>se</strong>rían por e<strong>se</strong>ncia anticapitalistas y empujaría la tomade conci<strong>en</strong>cia, más allá que las reivindicaciones simplem<strong>en</strong>te anti-liberales. Pero ni elaum<strong>en</strong>to de los salarios, ni la armonización de los derechos sociales y democráticos,ni la r<strong>en</strong>ovación de los <strong>se</strong>rvicios públicos, ni siquiera la reducción del tiempo de trabajo,son <strong>en</strong> sí mismos medidas anticapitalistas. Se puede considerar que una ley queprohiba los despidos <strong>en</strong> empresas con b<strong>en</strong>eficios ataca al poder patronal, pero noequivale <strong>en</strong> absoluto a un cuestionami<strong>en</strong>to global de la propiedad privada.El <strong>se</strong>gundo error consiste <strong>en</strong> negar<strong>se</strong> a responder a objeciones consideradas de formaimplícita como burguesas. Se nos dice: si <strong>se</strong> aplica vuestro programa, por ejemplo,el aum<strong>en</strong>to de salarios, haréis caer la competitividad de la economía y perderempleos. La postura revolucionarista consiste <strong>en</strong> responder que esta cuestión no nosconcierne, porque rechazamos la lógica capitalista de la compet<strong>en</strong>cia a ultranza. Esno es falso <strong>en</strong> sí, pero este tipo de respuesta es abstracta y no ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la temporalidadde la transformación social. Nos privamos del argum<strong>en</strong>to decisivo de quela competitividad no <strong>se</strong> vería afectada si <strong>se</strong> comp<strong>en</strong>san los aum<strong>en</strong>tos de salarios conel desc<strong>en</strong>so de las r<strong>en</strong>tas financieras. Este contraargum<strong>en</strong>to ti<strong>en</strong>e el interés de respondera la objeción, <strong>se</strong>ñalando las resist<strong>en</strong>cias que habrá que combatir por parte del“muro del dinero”. En el movimi<strong>en</strong>to sobre las p<strong>en</strong>siones <strong>se</strong> vio necesaria esta valoraciónalternativa, para conv<strong>en</strong>cer a la opinión sometida a la propaganda liberal deque era posible financiar el sistema por medio del reparto y pre<strong>se</strong>rvar así sus valoresde solidaridad. No es posible oponer<strong>se</strong> a una contra-reforma si no <strong>se</strong> dispone de ningúnargum<strong>en</strong>to para refutar el tópico liberal del “no hay alternativa”.Nuestra hipótesis estratégica debería basar<strong>se</strong> más bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> este principio: al lucharcon decisión por reivindicaciones justas (que sin embargo no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un cont<strong>en</strong>idoanticapitalista intrín<strong>se</strong>co), al <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarnos a las resist<strong>en</strong>cias y los sabotajes, <strong>se</strong> puedehacer emerger un punto de vista anticapitalista masivo, la compr<strong>en</strong>sión de quehay que cuestionar radicalm<strong>en</strong>te el modo de funcionami<strong>en</strong>to del capitalismo paraobt<strong>en</strong>er la satisfacción de derechos fundam<strong>en</strong>tales: al empleo, a la salud, etc. Nopor pedir la luna <strong>se</strong> conv<strong>en</strong>cerá mejor a los trabajadores para que <strong>en</strong>tr<strong>en</strong> <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to,sino <strong>se</strong>ñalando los obstáculos concretos y reales que <strong>se</strong> opon<strong>en</strong> a la pl<strong>en</strong>asatisfacción de sus necesidades.74 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


El <strong>se</strong>gundo postulado revolucionarista es el de la instantaneidad. Es cierto que eltrabajo de propaganda revolucionaria es una obra de largo ali<strong>en</strong>to. Pero llega un mom<strong>en</strong>to<strong>en</strong> que concluye: es la revolución, la que da paso sin transición a otra sociedady a otra economía. Este esquema está desprovisto de verosimilitud porque <strong>se</strong> basa <strong>en</strong>la hipótesis de una brusca inversión de las relaciones de fuerza ideológicas y políticas.El esc<strong>en</strong>ario imaginable es bastante difer<strong>en</strong>te: comi<strong>en</strong>za por el acceso al poderde un gobierno que toma <strong>en</strong> un primer mom<strong>en</strong>to medidas de transformación social.Se abre <strong>en</strong>tonces un período de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el que <strong>se</strong> van a oponer la resist<strong>en</strong>ciade los dominadores y la voluntad de los dominados por def<strong>en</strong>der<strong>se</strong> y ext<strong>en</strong>der lasprimeras medidas de transformación social. En el curso de esta fa<strong>se</strong> aparecerá la necesidadde ir más lejos y de cuestionar los principios fundam<strong>en</strong>tales del sistema. Éstaes sin duda la hipótesis estratégica fundam<strong>en</strong>tal: las reformas realm<strong>en</strong>te anti-liberalessólo pued<strong>en</strong> <strong>se</strong>r perpetuadas por medio de medidas anticapitalistas.Por una estrategia europea de ext<strong>en</strong>siónLa “crítica keynesiana” ti<strong>en</strong>e otro punto débil <strong>en</strong> sus respuestas a la mundialización.Imagina formas de proteccionismo, a nivel nacional o ext<strong>en</strong>didas a una especie de“euro-proteccionismo”. Coincid<strong>en</strong> a veces con la voluntad de delimitar un núcleoduro europeo, o una Europa de varias velocidades, para poder pre<strong>se</strong>rvar los modelossociales más avanzados <strong>en</strong> compet<strong>en</strong>cia con los paí<strong>se</strong>s m<strong>en</strong>os avanzados socialm<strong>en</strong>te.Esta t<strong>en</strong>tación soberanista está muy ext<strong>en</strong>dida porque parece aportar una respuestainmediata y concreta a los efectos de la mundialización. Suele <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> resonanciacon el paradigma keynesiano, porque el proteccionismo aparece como el medio paradar más libertad a la interv<strong>en</strong>ción del Estado. La expresión “patriotismo económico”,recién aparecida <strong>en</strong> Francia, subraya la naturaleza profunda de estos proyectos. Nocuestionan el principio de compet<strong>en</strong>cia, sino que propon<strong>en</strong> medidas para restablecerun control nacional sobre las condiciones de esta compet<strong>en</strong>cia.La óptica de la transformación social <strong>se</strong> basa <strong>en</strong> un análisis difer<strong>en</strong>te de la regresiónsocial, cuya causa principal no es la pérdida de importancia de la interv<strong>en</strong>cióndel Estado debida a la mundialización. Para subrayar mejor las difer<strong>en</strong>cias, podemostomar de los economistas oficiales la útil distinción <strong>en</strong>tre políticas cooperativasy no cooperativas. Una política cooperativa es una política que triunfa tantomás si <strong>se</strong> exti<strong>en</strong>de al conjunto de una zona económica (o del mundo <strong>en</strong>tero). Unapolítica no cooperativa, por el contrario, sólo triunfa si es unilateral. La construccióneuropea proporciona numerosos ejemplos de esta oposición. Se exti<strong>en</strong>de alconjunto de la Unión lo que <strong>en</strong> Francia <strong>se</strong> llama “desinflacción competitiva” y queconsiste, <strong>en</strong> líneas g<strong>en</strong>erales, <strong>en</strong> bajar los salarios para ganar partes de mercado.Esta política ti<strong>en</strong>e un <strong>se</strong>ntido, hasta cierto punto, si un país consigue ganar de estamanera partes de mercado <strong>en</strong> detrim<strong>en</strong>to de otros paí<strong>se</strong>s. Pero resulta desastrosa si<strong>se</strong> lleva a cabo por varios paí<strong>se</strong>s al mismo tiempo. Eso es exactam<strong>en</strong>te lo que ocurre<strong>en</strong> Europa, donde los efectos de la congelación salarial y el ahogo de la demandainterior <strong>se</strong> v<strong>en</strong> reforzados por la g<strong>en</strong>eralización de estos preceptos. El ejemploVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 75


límite es el de <strong>Alemania</strong>, que ve crecer rápidam<strong>en</strong>te sus exportaciones mi<strong>en</strong>tras <strong>se</strong>restringe su mercado interior y el paro no deja de aum<strong>en</strong>tar.Una política cooperativa funciona <strong>se</strong>gún principios contrarios. Si, por ejemplo, unapaís lleva a cabo una experi<strong>en</strong>cia de reducción masiva del tiempo de trabajo, <strong>se</strong> tropezarácon los efectos de la compet<strong>en</strong>cia, perdi<strong>en</strong>do partes de mercado. Pero si estapolítica <strong>se</strong> g<strong>en</strong>eraliza<strong>se</strong> a un número significativo de paí<strong>se</strong>s, <strong>se</strong> desplegarían lo<strong>se</strong>fectos positivos de esta política, sobre todo para el empleo, porque los efectos decompetitividad habrían sido neutralizados por la ext<strong>en</strong>sión de la medida.Sólo <strong>se</strong> puede salir de esta contradicción con una estrategia de ext<strong>en</strong>sión que <strong>en</strong> pocaspalabras puede resumir<strong>se</strong> así. Primer tiempo: un país toma unilateralm<strong>en</strong>te medidasde transformación social. Segundo tiempo: adopta las medidas necesarias para suprotección. Tercer tiempo: propone la ext<strong>en</strong>sión de estas medidas, haci<strong>en</strong>do superfluaslas medidas de protección. Esta pre<strong>se</strong>ntación requiere algunos com<strong>en</strong>tarios. Enprimer lugar, una estrategia europea no puede dep<strong>en</strong>der de la construcción acabadade una “bu<strong>en</strong>a” Europa. O nos tropezaremos con un sofisma resignado: nada es posiblepor culpa de la Europa liberal, queremos hacer Europa, com<strong>en</strong>cemos por edificarun marco europeo <strong>en</strong> el que <strong>se</strong>a posible llevar a cabo otras políticas armonizadas.Como la tarea de construir la casa empezando por el tejado parece con toda razónfuera de alcance, <strong>en</strong>tonces vi<strong>en</strong>e el repliegue a las luchas locales.No <strong>se</strong> puede esperar a que la transformación <strong>se</strong> ponga <strong>en</strong> marcha al mismo tiempo<strong>en</strong> varios paí<strong>se</strong>s, aunque esto <strong>se</strong>ría lo de<strong>se</strong>able. Más vale trabajar con la hipótesisde un movimi<strong>en</strong>to que comi<strong>en</strong>za <strong>en</strong> un determinado país. En este caso, sonineludibles las medidas de protección. Pero hay que caracterizar a este proteccionismo:cada vez que <strong>se</strong> habla de proteccionismo, hay que preguntar<strong>se</strong> qué <strong>se</strong> estáprotegi<strong>en</strong>do. No <strong>se</strong> trata aquí de proteger los intere<strong>se</strong>s del capital nacional (que <strong>se</strong>rápuesto a dura prueba) sino de proteger una experi<strong>en</strong>cia de transformación socialcontra sus adversarios, tanto interiores como exteriores. Este proteccionismo es unproteccionismo cooperativo y transitorio: no ti<strong>en</strong>e vocación de perdurar y <strong>se</strong> justificami<strong>en</strong>tras los otros paí<strong>se</strong>s no <strong>se</strong> comprometan a su vez <strong>en</strong> experi<strong>en</strong>cias similares.El tercer tiempo corresponde a un llamami<strong>en</strong>to a los pueblos de los otros paí<strong>se</strong>s acomprometer<strong>se</strong> <strong>en</strong> la misma vía, porque <strong>se</strong> trata, lo decimos una vez más, de unapolítica cooperativa que <strong>se</strong> refuerza con su ext<strong>en</strong>sión. Un gobierno que <strong>se</strong> comprometa<strong>en</strong> esta vía y que dé muestra de su capacidad para cambiar la vida t<strong>en</strong>dría legitimidadpara dirigir un llamami<strong>en</strong>to <strong>se</strong>mejante. Se b<strong>en</strong>eficiaría también de unarelación de fuerzas reforzada a la hora de justificar e imponer sus márg<strong>en</strong>es de maniobrafr<strong>en</strong>te a los gobiernos liberales de los otros paí<strong>se</strong>s. Esta legitimidad podría<strong>se</strong>r aún mayor por una redefinición unilateral de las relaciones Norte-<strong>Sur</strong> sobre unaba<strong>se</strong> cooperativa, rompi<strong>en</strong>do con las relaciones de dominación.Las condiciones de la alternativaEl programa esbozado aquí es coher<strong>en</strong>te y económicam<strong>en</strong>te viable. Coher<strong>en</strong>te, porqueune el análisis del paro como contrapartida de la captación por parte de los r<strong>en</strong>-76 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


tistas de las ganancias de productividad y los remedios propuestos, que consist<strong>en</strong><strong>en</strong> apropiar<strong>se</strong> de las r<strong>en</strong>tas financieras a favor de la creación de empleos. Es viable,porque las r<strong>en</strong>tas financieras son económicam<strong>en</strong>te estériles (no <strong>se</strong> inviert<strong>en</strong>) y socialm<strong>en</strong>teperjudiciales, porque <strong>en</strong>g<strong>en</strong>dran desigualdades, precariedad y mi<strong>se</strong>ria.Pero esto no basta, es evid<strong>en</strong>te. Cualquier int<strong>en</strong>to de poner <strong>en</strong> marcha esta redistribuciónde las riquezas <strong>se</strong> <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tará a la resist<strong>en</strong>cia furiosa de los po<strong>se</strong>edores, qu<strong>en</strong>o dejarán de invocar las “leyes de la economía” para proteger sus intere<strong>se</strong>s.La parte más difícil de cualquier avance programático no es por tanto el <strong>en</strong>unciadode las medidas a adoptar, sino la definición de las políticas que permitan neutralizarlos comportami<strong>en</strong>tos de obstrucción, represalia, incluso sabotaje, a las quet<strong>en</strong>dría que hacer fr<strong>en</strong>te un proyecto de transformación social. Es iluso p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong>evitarlo a ba<strong>se</strong> de modalidades hábiles para alcanzar el objetivo de<strong>se</strong>ado. Se pued<strong>en</strong>imaginar los medios más sofisticados y retorcidos de aum<strong>en</strong>tar los salarios ylos gastos sociales, pero la patronal sabe contar: <strong>se</strong> opondrá, por ejemplo, a cualquieraum<strong>en</strong>to de las cotizaciones sociales, ya <strong>se</strong>a por una subida de las tasas o unaampliación de la ba<strong>se</strong> cotizable. En el fondo no hay más que un medio para evitareste cara a cara: r<strong>en</strong>unciar al cambio. Así podemos compr<strong>en</strong>der la paradoja del social-liberalismo.Lo repetimos: su incapacidad para abordar verdaderas reformas no<strong>se</strong> explica por la falta de marg<strong>en</strong> de maniobra, sino por el rechazo a un <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>toque no está dispuesto a asumir.La coher<strong>en</strong>cia de este proyecto no deriva de una aceptación de las leyes del capitalismoneoliberal. Al contrario, <strong>se</strong> basa <strong>en</strong> una ruptura radical articulada con estosprincipios. Radical, lo que quiere decir ir a la raíz de las cosas, situando correctam<strong>en</strong>telas fu<strong>en</strong>tes del paro y de la in<strong>se</strong>guridad social <strong>en</strong> el corazón mismo de la relacióncapital-trabajo. Hay que cuestionar los dos grandes tabús: el reparto actualde las r<strong>en</strong>tas y el derecho de propiedad capitalista. El aum<strong>en</strong>to de los salarios y delas r<strong>en</strong>tas sociales sólo <strong>se</strong> puede hacer a costa de las r<strong>en</strong>tas financieras. La prohibiciónde los despidos sólo <strong>se</strong> puede con<strong>se</strong>guir poni<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cuestión el libre arbitriopatronal. El paso a las 32 horas bajo control de los trabajadores sólo <strong>se</strong> puede hacer<strong>en</strong> oposición frontal a la int<strong>en</strong>sificación y la precarización del trabajo. Si el gobiernode la izquierda plural hubiera adoptado medidas significativas <strong>en</strong> cada uno deestos terr<strong>en</strong>os, <strong>en</strong> lugar de dar marcha atrál al más mínimo temblor de los mercados,habría conquistado un electorado popular que t<strong>en</strong>dría la impresión de ver def<strong>en</strong>didossus intere<strong>se</strong>s. Estos avances habrían deslegitimado la Europa reaccionariade Maastricht y Amsterdam y habrían permitido la construcción de otra Europa,fundada <strong>en</strong> la satisfacción de las necesidades sociales. El repliegue reaccionario auna concepción vichysta de la Nación habría quedado privado de credibilidadcomo método de resist<strong>en</strong>cia a la regresión social.Exist<strong>en</strong> márg<strong>en</strong>es de maniobra. El problema está <strong>en</strong> la capacidad para hacerlosdisponibles. Dicho de otra manera, la viabilidad económica de un programa alternativoreside <strong>en</strong> una modificación radical del reparto de las r<strong>en</strong>tas. Pero esto va asuscitar resist<strong>en</strong>cias por parte de capas sociales, reducidas pero poderosas, que <strong>se</strong>VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 77


<strong>en</strong>efician del actual reparto. Se puede describir al capitalismo contemporáneocomo dominado por un arbitraje <strong>en</strong>tre crecimi<strong>en</strong>to, empleo y paro, por una parte, yreparto de r<strong>en</strong>tas por otro. Esta proposición <strong>se</strong> apoya <strong>en</strong> la comparación de los paí<strong>se</strong><strong>se</strong>uropeos <strong>en</strong> la última década: aquellos <strong>en</strong> que la parte de salarios está estabilizadao incluso ha aum<strong>en</strong>tado ligeram<strong>en</strong>te, han t<strong>en</strong>ido una tasa de crecimi<strong>en</strong>to superiora aquellos donde las parte de los salarios baja.También es un teorema formalizado por la teoría de las tasas de paro de equilibrio.La idea es que no <strong>se</strong> puede desc<strong>en</strong>der por debajo de este paro de equilibrio sinde<strong>se</strong>ncad<strong>en</strong>ar un exceso de inflación que funciona como llamada al ord<strong>en</strong>, haci<strong>en</strong>doremontar la tasa de paro a su valor de equilibrio. De esta teoría <strong>se</strong> derivan política<strong>se</strong>uropeas que <strong>se</strong> dan como objetivo no el bajar la tasa de paro, sino aum<strong>en</strong>tar latasa de empleo. Se trata de crear empleos, a condición de hacer progresar aún másrápidam<strong>en</strong>te el número de los que <strong>se</strong> incorporan al mercado de trabajo y mant<strong>en</strong>erasí la presión ejercida por lo que Marx llamaba el “ejército industrial de re<strong>se</strong>rva”.Esta tasa de paro de refer<strong>en</strong>cia es también d<strong>en</strong>ominada NAIRU (non acceleratinginflation rate of unemploym<strong>en</strong>t): la tasa por debajo de la cual <strong>se</strong> activa la inflación.Pero si <strong>se</strong> miran más de cerca las formulaciones teóricas, <strong>se</strong> descubre que <strong>se</strong> tratatambién de una teoría de la tasa de marg<strong>en</strong> de equilibrio (una bu<strong>en</strong>a aproximacióna la tasa de explotación): tanto más elevada cuanto más lo es la tasa de paro, y má<strong>se</strong>levadas las ganancias de productividad, a condición de que no repercutan pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>tesobre los salarios. Se ti<strong>en</strong>e una visión bastante fiel de las reglas de funcionami<strong>en</strong>tode un capitalismo que pret<strong>en</strong>de maximizar la tasa de explotaciónmant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do la presión que el paro masivo ejerce sobre los salarios, así como desconectarel progreso de éstos y los aum<strong>en</strong>tos de productividad.Al proponer modificar el reparto del valor añadido, o dicho de otra forma, bajar latasa de explotación, <strong>se</strong> choca directam<strong>en</strong>te con intere<strong>se</strong>s sociales que han con<strong>se</strong>guidohacer de la def<strong>en</strong>sa de sus privilegios una especie de ley económica, y <strong>en</strong> todocaso una regla de conducción de los capitalismos contemporáneos. Nos <strong>en</strong>contramo<strong>se</strong>nfr<strong>en</strong>tados a una doble tarea de explicación. Se trata <strong>en</strong> primer lugar de unalucha ideológica contra este disfraz de intere<strong>se</strong>s sociales bajo la forma de leyes intangibles.Pero <strong>se</strong> trata sobre todo de explicar que la viabilidad de un programa alternativosólo puede <strong>en</strong>contrar<strong>se</strong> <strong>en</strong> un <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to frontal <strong>en</strong> el terr<strong>en</strong>o social ypolítico. En esto reside el límite fundam<strong>en</strong>tal del reformismo de inspiración keynesiana:no sólo <strong>en</strong> sus límites programáticos ya <strong>se</strong>ñalados, sino <strong>en</strong> su negativa a proyectarel <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to a un grado adecuado. La razón principal de que los socialliberalesno utilic<strong>en</strong> los márg<strong>en</strong>es de maniobra realm<strong>en</strong>te exist<strong>en</strong>tes es precisam<strong>en</strong>teque rechazan el grado de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to que <strong>se</strong>rían necesario para disponer deellos.Estas consideraciones ti<strong>en</strong><strong>en</strong> importantes implicaciones estratégicas. En primerlugar, un proyecto de transformación social debe evaluar cuidadosam<strong>en</strong>te el gradode <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to necesario para hacer triunfar su programa. Desde este punto devista hay que evaluar la pertin<strong>en</strong>cia: no dep<strong>en</strong>de de la argum<strong>en</strong>tación técnica sobre78 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


los instrum<strong>en</strong>tos a utilizar. Muchos debates que recorr<strong>en</strong> hoy <strong>en</strong> día al movimi<strong>en</strong>tosocial ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la ilusión de descubrir hábiles medidas que sustituyan al <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tosocial. La financiación de la Seguridad Social es repre<strong>se</strong>ntativa de este defecto:<strong>en</strong>tre las propuestas avanzadas, muchas van acompañadas de la falsa idea deque permitirían evitar dicho <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to. Por ejemplo, <strong>se</strong>ría más fácil hacer tributarlas r<strong>en</strong>tas financieras que aum<strong>en</strong>tar los salarios o las cotizaciones.Hay que dotar<strong>se</strong> de las condiciones previas para no hundir<strong>se</strong> <strong>en</strong> las experi<strong>en</strong>ciassociales-liberales que <strong>se</strong> escond<strong>en</strong> ante las “presiones económicas” al m<strong>en</strong>or fruncidode ceño de la burguesía, rechazando el llamami<strong>en</strong>to al apoyo popular. Perotampoco hay que quedar<strong>se</strong> <strong>en</strong> anunciar de antemano la necesidad de este apoyo.Después de todo, las masas no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una prop<strong>en</strong>sión espontánea a bajar a la calle yhay que respetar la dialéctica particular de movilización social. No están dispuestasa pelear por medidas futuras cuyo efecto inmediato no <strong>se</strong> percibe. De ahí la necesidadde medidas de urg<strong>en</strong>cia, tomadas <strong>en</strong> las primeras <strong>se</strong>manas de ejercicion del poder,que cambi<strong>en</strong> concretam<strong>en</strong>te la vida de la mayoría. En el período de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>toque está <strong>en</strong>tonces abierto por la burguesía, la palanca es el apoyo a estasmedidas ya tomadas, que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> efectos perceptibles. Se trata por tanto de la rápidaconstrucción de una nueva legitimidad social, fundada <strong>en</strong> la satisfacción de las necesidadessociales más urg<strong>en</strong>tes, que hay que def<strong>en</strong>der contra las operaciones deresist<strong>en</strong>cia y de sabotaje de los po<strong>se</strong>edores. Las medidas tomadas deb<strong>en</strong> estar concebidaspara aislar a esta reducida capa social.Esta perspectiva de ruptura radical sintetiza las <strong>en</strong><strong>se</strong>ñanzas de las luchas socialesy de las experi<strong>en</strong>cias gubernam<strong>en</strong>tales abortadas <strong>en</strong> los últimos años. Hay que hacerlafructificar, anclarla aún mejor, evitando una doble t<strong>en</strong>tación: degradarla conel mimetismo de los camaleones social-liberales, o <strong>en</strong>volver el programa <strong>en</strong> celofánpara pre<strong>se</strong>rvar la pureza revolucionaria. Este proyecto de transformación socialdebe convertir<strong>se</strong>, <strong>en</strong> las elecciones y las luchas, <strong>en</strong> la refer<strong>en</strong>cia y la expresión dequi<strong>en</strong>es verdaderam<strong>en</strong>te quier<strong>en</strong> cambiar esta sociedad. En torno a esta coher<strong>en</strong>ciadebe construir<strong>se</strong> la izquierda radical fr<strong>en</strong>te a un reformismo sin reforma que noconsigue otra cosa que preparar el terr<strong>en</strong>o para las “reformas” liberales.Michel Husson es economista. Ti<strong>en</strong>e una página web (hussonet.free.fr) <strong>en</strong> la que pued<strong>en</strong> <strong>en</strong>contrar<strong>se</strong>una <strong>se</strong>lección de sus escritos y opiniones.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 79


4.- Debates sobre el socialismo del siglo XXI¿Es viable un socialismo sinecologismo?Joaquim SempereCuando echamos la vista atrás y nos planteamos las posibilidades de futuro del socialismo,nos asaltan muchas dudas. El mundo <strong>se</strong> nos ha hecho muy complicado.No nos bastan las viejas fórmulas para captar lo nuevo.Una de las novedades de estos últimos años ha sido darnos cu<strong>en</strong>ta de que el crecimi<strong>en</strong>tode la población mundial y de la capacidad destructiva de las interv<strong>en</strong>cioneshumanas sobre el medio ambi<strong>en</strong>te natural están provocando una crisi<strong>se</strong>cológica mundial que modifica muchos de los parámetros de la vida social. La industrializacióniniciada <strong>en</strong> Europa occid<strong>en</strong>tal a mediados del siglo XVIII hizo abrigarun optimismo ilimitado respecto de la capacidad humana para someter la Tierray sus recursos a cualquier aspiración o de<strong>se</strong>o. Este optimismo ha llegado a su fin.Hoy sabemos que el planeta ti<strong>en</strong>e unos límites que no <strong>se</strong> pued<strong>en</strong> sobrepasar, y quet<strong>en</strong>dremos que apr<strong>en</strong>der a vivir <strong>en</strong> la esca<strong>se</strong>z. En la perspectiva que <strong>se</strong> abre delantede nuestra g<strong>en</strong>eración, mant<strong>en</strong>er el tr<strong>en</strong> de vida despilfarrador propio de una pequeñaparte de la humanidad -los paí<strong>se</strong>s ricos y las minorías privilegiadas de los restantespaí<strong>se</strong>s del mundo- sólo <strong>se</strong>ría posible mant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do el actual esquema distributivosumam<strong>en</strong>te desigual, <strong>en</strong> virtud del cual una minoría puede despilfarrar porque lainm<strong>en</strong>sa mayoría vive <strong>en</strong> la pobreza o la mi<strong>se</strong>ria. O dicho con otras palabras: laTierra no da para que la huella ecológica occid<strong>en</strong>tal <strong>se</strong> pueda g<strong>en</strong>eralizar a todoslos <strong>se</strong>res humanos que la habitan.Para cualquier socialismo digno de este nombre, este esquema es absolutam<strong>en</strong>teinaceptable. Por tanto, redim<strong>en</strong>sionar los impactos humanos sobre la biosfera parahacerlos sost<strong>en</strong>ibles aparece cada vez más como una condición necesaria para laequidad y, por tanto, para el socialismo.La cuestión de la tecnoci<strong>en</strong>cia. Los socialistas de épocas anteriores confiaronmucho <strong>en</strong> el progreso ci<strong>en</strong>tífico-técnico. Sin embargo, hoy la propia técnicaci<strong>en</strong>tífica <strong>se</strong> ha vuelto sospechosa, al m<strong>en</strong>os a primera vista. ¿No es ella la que está80 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


detrás de la sofisticación y destructividad de las nuevas armas, o detrás de procesosliquidadores de puestos de trabajo que g<strong>en</strong>eran un poder desmesurado del gran capital<strong>en</strong> detrim<strong>en</strong>to de millones y millones de personas “sobrantes” y hasta “de<strong>se</strong>chables”?¿No es ella la que está detrás de la destrucción ecológica del planeta?Empecemos con un int<strong>en</strong>to de evaluar el papel de la técnica <strong>en</strong> la crisis ecológicamundial y <strong>en</strong> los posibles proyectos de socialismo futuro. Culpar a “la técnica” (o a latecnoci<strong>en</strong>cia, es decir al conglomerado de investigación ci<strong>en</strong>tífica y sus aplicacionestécnicas) de los males pre<strong>se</strong>ntes es fruto de una ob<strong>se</strong>rvación superficial. Lo que dañaa las personas o a los ecosistemas no es la técnica <strong>en</strong> sí, sino las aplicaciones de lamisma, que dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de decisiones humanas -es decir, morales y políticas <strong>en</strong> últimainstancia. De modo que hay que actuar ante todo <strong>en</strong> el plano político-moral y no contrala tecnoci<strong>en</strong>cia misma. No obstante, no podemos quedarnos <strong>en</strong> una afirmación tang<strong>en</strong>eral. De hecho, los descubrimi<strong>en</strong>tos ci<strong>en</strong>tíficos y técnicos, aunque no acarre<strong>en</strong> demanera determinista todas sus aplicaciones posibles, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un efecto de arrastre.Cuando <strong>se</strong> sabe fabricar la dinamita, surge inevitablem<strong>en</strong>te una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a fabricarlay a utilizarla, ya <strong>se</strong>a para fines industriales pacíficos o para fines bélicos. Una tareafundam<strong>en</strong>tal de la humanidad <strong>en</strong> este siglo XXI -tarea p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te después del fracasomúltiple de los dos siglos anteriores al respecto- va a <strong>se</strong>r el desarrollo de capacidadespara gestionar adecuadam<strong>en</strong>te la innovación tecnoci<strong>en</strong>tífica. Esta tarea es básicam<strong>en</strong>temoral, social, política, pero exige la contribución de muchas capacidades poco exploradasy aplicadas para guiar la evolución técnica hacia objetivos de<strong>se</strong>ables y evitarque los efectos de arrastre nos alej<strong>en</strong> de ellos.Un complejo tecnológico que agrupa muchos de estos problemas es el de la <strong>en</strong>ergíanuclear. La ba<strong>se</strong> ci<strong>en</strong>tífica está <strong>en</strong> el descubrimi<strong>en</strong>to por Einstein de la equival<strong>en</strong>ciamateria-<strong>en</strong>ergía. De ahí <strong>se</strong> pasa a una innovación técnica: la obt<strong>en</strong>ción de <strong>en</strong>ergía defisión y fusión del átomo. Y de ahí a una aplicación práctica, primero bélica -lasbombas A y H- y luego industrial -la producción de electricidad <strong>en</strong> c<strong>en</strong>trales nucleares.Las interrelaciones <strong>en</strong>tre industria nuclear y armam<strong>en</strong>to atómico son evid<strong>en</strong>tes:las c<strong>en</strong>trales ti<strong>en</strong><strong>en</strong> como subproducto el plutonio, material para fabricar bombas defisión. Hasta hoy, la única solución <strong>se</strong>gura que <strong>se</strong> puede anticipar para evitar el usomilitar de la <strong>en</strong>ergía del átomo es la simple y llana prohibición de las c<strong>en</strong>trales electronucleares.Además, esto resolvería el problema de la gestión de unos residuos peligrososdurante miles de años y los riesgos de accid<strong>en</strong>tes y de at<strong>en</strong>tados terroristas. Laviabilidad práctica de la prohibición reside <strong>en</strong> el hecho de que cuesta ocultar la exist<strong>en</strong>ciade c<strong>en</strong>trales, de modo que una autoridad mundial dotada de recursos podríahacerla efectiva -siempre que hubiera la voluntad política, al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> una masa críticade Estados /1.La cuestión de las técnicas que es acon<strong>se</strong>jable aplicar o dejar de aplicar está sujetaa otros parámetros. Uno muy importante deriva de la ori<strong>en</strong>tación que <strong>en</strong> orig<strong>en</strong> <strong>se</strong> dé1/ No <strong>en</strong>tro aquí a discutir las actuales presiones para desarrollar la industria nuclear ante la próxima esca<strong>se</strong>z de<strong>en</strong>ergía. No hay uranio para más de 40 o 50 años (y m<strong>en</strong>os si el consumo de uranio aum<strong>en</strong>ta), de modo que la“solución” nuclear no sirve más que para alargar la agonía del modelo fosilista unos cuantos años. Es mejor quelas <strong>en</strong>ormes inversiones que exigiría <strong>se</strong> dediqu<strong>en</strong> a desarrollar las <strong>en</strong>ergías limpias y r<strong>en</strong>ovables.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 81


a la investigación. Hace unos pocos años los paí<strong>se</strong>s asociados <strong>en</strong> la Ag<strong>en</strong>cia Internacionalde la Energía dedicaban el 66% de sus recursos <strong>en</strong> investigación a las <strong>en</strong>ergíasnucleares (fusión y fisión) y sólo el 9% a las <strong>en</strong>ergías solares (incluida la eólica).Mi<strong>en</strong>tras <strong>se</strong> mant<strong>en</strong>gan estas prioridades es difícil que las <strong>en</strong>ergías limpias y r<strong>en</strong>ovables<strong>se</strong> promuevan como <strong>se</strong>ría conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te. Las prioridades <strong>en</strong> investigación son fundam<strong>en</strong>tales.Hoy sabemos que el combate químico de plagas agrícolas ti<strong>en</strong>e grave<strong>se</strong>fectos colaterales <strong>en</strong> la contaminación de las aguas y <strong>en</strong> el empobrecimi<strong>en</strong>to de lossuelos. Cada vez <strong>se</strong> investiga y <strong>se</strong> invierte más <strong>en</strong> fórmulas más ecológicas, como elcombate biológico o el sistema mixto llamado “control integrado”, que sigue usandoproductos químicos biocidas pero <strong>en</strong> cantidades reducidas. Este ejemplo -al<strong>en</strong>tadormuestraque <strong>en</strong> el mundo de la tecnoci<strong>en</strong>cia algo <strong>se</strong> <strong>mueve</strong> <strong>se</strong>gún líneas correctas, haciaunas técnicas m<strong>en</strong>os agresivas con los ecosistemas. Es decir, hacia técnicas quepermitan a los <strong>se</strong>res humanos colaborar con la naturaleza <strong>en</strong> lugar de agredirla.¿Qué ti<strong>en</strong>e que ver todo esto con el socialismo del futuro? Para decirlocon un l<strong>en</strong>guaje marxista, no <strong>se</strong> trata de confiar <strong>en</strong> que <strong>se</strong> desarroll<strong>en</strong> por sísolas las “fuerzas productivas” y apoyar<strong>se</strong> luego <strong>en</strong> ellas, sino de imprimirles unaori<strong>en</strong>tación de<strong>se</strong>ada <strong>en</strong> función de lo que vamos sabi<strong>en</strong>do de sus efectos sobre laspersonas y sobre la vida <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral. Para hacer viable el socialismo necesitamos nosólo políticas sobre la distribución de la riqueza y el poder <strong>en</strong> la sociedad, sino tambiénpolíticas tecnoci<strong>en</strong>tíficas que ori<strong>en</strong>t<strong>en</strong> el desarrollo de las fuerzas productivashacia configuraciones de<strong>se</strong>ables. En otras palabras: una sociedad socialista y ecológicam<strong>en</strong>tesana requiere una ba<strong>se</strong> productiva nueva y adecuada.En la tarea de ir construy<strong>en</strong>do esta ba<strong>se</strong> productiva nueva no hay que olvidar que técnicay política no están totalm<strong>en</strong>te disociadas. Es cierto que hay niveles considerablesde indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre ambas esferas. La funcionalidad técnica ti<strong>en</strong>e sus propias leyes.Los “reformistas” chinos que imprimieron el actual giro capitalista a su país lo decíancon una imag<strong>en</strong>: “No importa que el gato <strong>se</strong>a rojo o blanco; lo que importa es que caceratones”. Pero esta indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia o neutralidad de la técnica respecto de la política ti<strong>en</strong>esus límites. Así, por ejemplo, la obt<strong>en</strong>ción de <strong>en</strong>ergía mediante c<strong>en</strong>trales nuclearesimplica c<strong>en</strong>tralización, elevadísimos costes y fuertes controles de <strong>se</strong>guridad, mi<strong>en</strong>trasque la producción fotovoltaica de electricidad permite una producción totalm<strong>en</strong>te <strong>se</strong>guray desc<strong>en</strong>tralizada. Parece obvio que todas las técnicas aplicables y controlables desdelos usuarios últimos son más compatibles con la participación democrática ypermit<strong>en</strong> a la sociedad evitar controles hiperc<strong>en</strong>tralizados susceptibles de reforzar laconc<strong>en</strong>tración de poder de los Estados y de los grupos económicos privados. Internet esotro ejemplo de logro técnico que favorece la democracia porque pone al alcance decualquiera una masa ing<strong>en</strong>te de información y conocimi<strong>en</strong>to.La construcción de una ba<strong>se</strong> técnica favorable al socialismo y a la democracia<strong>se</strong>rá una tarea c<strong>en</strong>tral para el próximo futuro. Qui<strong>en</strong>es la empr<strong>en</strong>dan deberán buscarlas combinaciones óptimas <strong>en</strong>tre efici<strong>en</strong>cia técnica, respeto a la biosfera y virtualidaddemocrática.82 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


¿Un socialismo de la esca<strong>se</strong>z? El socialismo, <strong>se</strong>a cuál <strong>se</strong>a su plasmación concreta,<strong>se</strong> distingue de otros regím<strong>en</strong>es sociopolíticos por su aspiración a la libertad yla igualdad de los <strong>se</strong>res humanos. En un mundo de esca<strong>se</strong>z, la libertad y la igualdadsólo son posibles si <strong>se</strong> establece un con<strong>se</strong>nso hondam<strong>en</strong>te arraigado <strong>en</strong> torno a unosniveles de sufici<strong>en</strong>cia que permitan una vida digna a todas las personas del planetaTierra. Si este con<strong>se</strong>nso no existe, sino que impera la idea de que todo el mundo ti<strong>en</strong>ederecho a cualquier logro material indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te del logro de los demás, el resultadoes la lucha perman<strong>en</strong>te de todos contra todos para maximizar su propia utilidad.O bi<strong>en</strong>, una organización autoritaria que imponga el reparto. El m<strong>en</strong>cionadocon<strong>se</strong>nso implica unos niveles de autorregulación moral individual sumam<strong>en</strong>te desarrollados,unos <strong>se</strong>res humanos con una madurez personal fuera (al m<strong>en</strong>os hoy) de locomún. Y a la vez unos mecanismos políticos eficaces. Es inútil especular <strong>en</strong> el vacíosobre estas dos exig<strong>en</strong>cias, pero me parece indudable que sólo podrá alcanzar<strong>se</strong> algoque merezca el nombre de socialismo si <strong>se</strong> consigu<strong>en</strong> armonizar ambas exig<strong>en</strong>cias /2.Nunca la alternativa <strong>en</strong>tre socialismo y barbarie había sido tan real como lo es hoy<strong>en</strong> la perspectiva de una crisis ecológica y <strong>en</strong>ergética <strong>se</strong>ria. La salida socialista es unasalida contra la <strong>en</strong>tropía social, contra la desorganización y el desord<strong>en</strong>. Es la másde<strong>se</strong>able, pero también la más improbable. Lo que no <strong>se</strong>a “socialismo” (es decir, repito,un sistema capaz de combinar los máximos niveles de libertad e igualdad), t<strong>en</strong>deráal imperio de los más fuertes, con formas políticas autoritarias, militarismo ycontrol policíaco, o con desord<strong>en</strong> g<strong>en</strong>eralizado, que <strong>en</strong> definitiva b<strong>en</strong>eficiará a minoríaspoderosas y viol<strong>en</strong>tas.La deriva del capitalismo mundial <strong>en</strong> los últimos 25 años va <strong>en</strong> <strong>se</strong>ntido opuestoal de<strong>se</strong>able. Reduce los mecanismos de interv<strong>en</strong>ción y regulación pública al mínimo(o los tergiversa poniéndolos al <strong>se</strong>rvicio de la oligarquía del dinero y desacreditandomachaconam<strong>en</strong>te las ideas mismas de “<strong>se</strong>rvicio público” y de “planificacióndemocrática”). Estimula las aspiraciones adquisitivas y consumistas del máximonúmero de personas, volvi<strong>en</strong>do poco reversibles unos hábitos basados <strong>en</strong> el despilfarrode recursos, y <strong>en</strong> la comodidad y un hedonismo chato como valores supremos.Inc<strong>en</strong>tiva la figura del consumidor-espectador-cli<strong>en</strong>te <strong>en</strong> detrim<strong>en</strong>to de la delciudadano. Favorece la moral individualista e insolidaria fom<strong>en</strong>tando los inc<strong>en</strong>tivosmateriales y las desigualdades extremas y poni<strong>en</strong>do trabas al desarrollo de hábitosfrugales, colectivos, igualitarios y solidarios /3.2/ De no <strong>se</strong>r así, el futuro puede deparar una amplia variedad de modelos sociales que hagan posible la superviv<strong>en</strong>ciade una parte, al m<strong>en</strong>os, de los <strong>se</strong>res humanos con costes sociales diversos: desde ecofascismos jerarquizadosy hormigueros ecocomunistas, unos y otros gobernados por minorías capaces de controlar la investigación yla fotosíntesis y alim<strong>en</strong>tar a las masas, hasta formas de disgregación social tipo “Blade runner”, con un combatediario g<strong>en</strong>eralizado por lograr alim<strong>en</strong>tos y <strong>en</strong>ergía <strong>en</strong> una lucha neofeudal de todos contra todos. (En varias contrautopíasreci<strong>en</strong>tes de escritores ecologistas, las salidas de este tipo presupon<strong>en</strong> procesos previos de mortandadmasiva provocados por la esca<strong>se</strong>z de <strong>en</strong>ergía, que reducirían las dim<strong>en</strong>siones de la humanidad a una fracción significativam<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>or de la población actual.)3/ La apertura de los abanicos de ingresos es saludada por las ag<strong>en</strong>cias económicas internacionales como unamedida positiva que favorece el crecimi<strong>en</strong>to económico. Un factor causal de este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o es la suma de “imitación+ distinción”. Los más pobres aspiran a aum<strong>en</strong>tar su consumo imitando a los más ricos, y los más ricos aspirana lo mismo para <strong>se</strong>guir distinguiéndo<strong>se</strong> de los de abajo y mant<strong>en</strong>er las distancias, o aum<strong>en</strong>tarlas. El resultadoes una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia adquisitiva g<strong>en</strong>eralizada que ti<strong>en</strong>de a mant<strong>en</strong>er jornadas laborales prolongadas y a promover elcrecimi<strong>en</strong>to del producto nacional.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 83


La her<strong>en</strong>cia institucional y cultural que van a recibir las g<strong>en</strong>eraciones que nos sigu<strong>en</strong><strong>se</strong>rá la peor her<strong>en</strong>cia posible para afrontar los retos m<strong>en</strong>cionados de la crisi<strong>se</strong>cológica y <strong>en</strong>ergética. Deberán recuperar, o recrear, instituciones políticas que permitanhacer políticas públicas adecuadas a una era de esca<strong>se</strong>z. Deberán desarrollaruna cultura de la frugalidad y de la sufici<strong>en</strong>cia, de la cooperación y el reparto, quehoy brilla por su au<strong>se</strong>ncia /4.Hacia nuevos sistemas de necesidades. Heredamos del productivismo capitalistadel último medio siglo unos sistemas de necesidades desmesurados que ti<strong>en</strong><strong>en</strong>graves impactos ambi<strong>en</strong>tales y sociales: agravan la degradación ecológica y g<strong>en</strong>eranuna carrera posicional competitiva que conduce a desigualdades extremas. El avancehacia una frugalidad sost<strong>en</strong>ible (y solidaria) requerirá esfuerzos consci<strong>en</strong>tes.En esta línea los cambios <strong>en</strong> la moralidad individual <strong>se</strong>rán importantes. Pero resultaráninsufici<strong>en</strong>tes si no van acompañados de actuaciones colectivas. La convicciónde que el uso del automóvil privado contamina no basta para dejar el coche <strong>en</strong>casa (o para dejar de po<strong>se</strong>erlo) si no hay medidas sociales de reducción de la necesidadde desplazami<strong>en</strong>to y/o de provisión de <strong>se</strong>rvicios de transporte público. Pormucho que yo de<strong>se</strong>e botellas de cerveza retornables, no las podré usar si el mercadono me las proporciona; y esto dep<strong>en</strong>de de reglam<strong>en</strong>taciones públicas que las impongancomo obligatorias. Un cambio rápido de hábitos de consumo no puedeesperar la toma de conci<strong>en</strong>cia individual y la libre iniciativa de los consumidores.Debe proceder <strong>se</strong>gún normas obligatorias, debidam<strong>en</strong>te con<strong>se</strong>nsuadas a través demecanismos participativos de información, deliberación y toma de decisiones.Deberíamos reivindicar la democratización, por ejemplo, de las políticas de la <strong>en</strong>ergía,del agua, de la organización territorial, con la máxima implicación de la ciudadanía<strong>en</strong> los debates públicos y <strong>en</strong> las tomas de decisiones. Se puede ejemplificar conlas políticas territoriales. El despilfarro <strong>en</strong>ergético actual ti<strong>en</strong>e que ver con una distribuciónespacial de las actividades humanas que las aleja unas de otras (<strong>se</strong> consume aci<strong>en</strong>tos o miles de kilómetros de donde <strong>se</strong> produce, <strong>se</strong> vive lejos de donde <strong>se</strong> trabaja,etc.). Una política ecológica debe reducir estos alejami<strong>en</strong>tos, promover la proximidad,lo cual implica políticas territoriales a contrapelo de las dominantes, ligadas apolíticas económicas también muy distintas. La proliferación de <strong>se</strong>gundas resid<strong>en</strong>ciaso de urbanizaciones dispersas, por ejemplo, o la expansión sistemática del comercio alarga distancia, aum<strong>en</strong>tan la necesidad de transporte. El socialismo del futuro deberápromover la proximidad, la autosufici<strong>en</strong>cia local y regional.Sólo transformando colectivam<strong>en</strong>te, a través de la acción política democrática, elcontexto <strong>en</strong> que <strong>se</strong> de<strong>se</strong>nvuelve la vida de las g<strong>en</strong>tes <strong>se</strong> podrán transformar los sistemasde necesidades. Una autorregulación consci<strong>en</strong>te y colectiva de las necesidades supone,pues, una combinación de reforma moral y de obligaciones con<strong>se</strong>nsuadas que desanim<strong>en</strong>a los gorrones y refuerc<strong>en</strong> las bu<strong>en</strong>as prácticas de los más conci<strong>en</strong>ciados.4/ Con algunas excepciones, como la preocupación por una dieta sana, la creci<strong>en</strong>te demanda de productos ecológicosdel campo, la afición al ejercicio físico o la alarma social fr<strong>en</strong>te a la mortandad <strong>en</strong> las carreteras o fr<strong>en</strong>te altabaquismo. Estas excepciones indican que algo está cambiando sobre las concepciones de lo que <strong>se</strong>a una vidasana y satisfactoria. Pero quedan lejos de lo que <strong>se</strong> requiere.84 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


Tareas ecologistas de hoy y mañana para los partidarios del socialismo.Como conclusión práctica de las reflexiones anteriores, creo que las tarea<strong>se</strong>cologistas para los partidarios del socialismo <strong>se</strong> pued<strong>en</strong> clasificar <strong>en</strong> dos grandesgrupos, las tareas técnico-productivas y las político-morales.Los socialistas deb<strong>en</strong> implicar<strong>se</strong> decididam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el fom<strong>en</strong>to de las nuevas técnicas“amigas de la Tierra”, de la ecoefici<strong>en</strong>cia, del ahorro y la efici<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> materia<strong>en</strong>ergética. Si la crisis ecológica y <strong>en</strong>ergética empieza a estallarnos <strong>en</strong>tre lasmanos antes de que hayamos desarrollado técnicas alternativas, todo resultará mástraumático y conflictivo. Así, por ejemplo, <strong>se</strong> aproxima el final de la era del petróleosin que <strong>se</strong> tom<strong>en</strong> medidas adecuadas para la transición a un nuevo modelo <strong>en</strong>ergéticode ba<strong>se</strong> solar. La izquierda debería estar librando la batalla <strong>en</strong> este terr<strong>en</strong>o.Deberíamos darnos cu<strong>en</strong>ta de que, <strong>en</strong> las actuales circunstancias, lo técnico es político.En esto hay un amplio campo para la colaboración con muchos <strong>se</strong>ctores qu<strong>en</strong>o ti<strong>en</strong><strong>en</strong> nada de socialista: el “capitalismo verde” puede <strong>se</strong>r un aliado circunstancial,aunque también hay que saber que más allá de ciertos objetivos comunes t<strong>en</strong>deráa convertir<strong>se</strong> <strong>en</strong> <strong>en</strong>emigo.El otro grupo de tareas consiste <strong>en</strong> una transformación moral, <strong>en</strong> asumir nuevasconcepciones sobre la vida bu<strong>en</strong>a, sobre el bi<strong>en</strong>estar, sobre la riqueza. Consiste <strong>en</strong>asumir nuevas dim<strong>en</strong>siones de la solidaridad, que incluya la transg<strong>en</strong>eracional. Ycomporta una apuesta decidida a favor de una democracia participativa.Enero de 2007Joaquim Sempere es profesor de Teoría Sociológica y Sociología Medioambi<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> la Universidadde Barcelona. Forma parte del Con<strong>se</strong>jo de Redacción de la revista Mi<strong>en</strong>tras Tanto.5. Debates sobre el socialismo del siglo XXI¿Qué socialismo para el siglo XXI?Andreu Coll i BlackwellEs muy oportuno el debate que ha lanzado Chávez <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela sobre el socialismodel siglo XXI <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el que las luchas altermundialistas conoc<strong>en</strong> un ciertoestancami<strong>en</strong>to y una creci<strong>en</strong>te necesidad de clarificación. Hoy, para evitar que laVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 85


prometedora consigna “otro mundo es posible” acabe reduciéndo<strong>se</strong> a un triste “otrogobierno es posible” es urg<strong>en</strong>te profundizar <strong>en</strong> las grandes preguntas: ¿Qué mundoqueremos? ¿Cómo ti<strong>en</strong>e que funcionar la sociedad por la que luchamos? ¿Qué criteriosy valores deb<strong>en</strong> presidir las relaciones sociales de una sociedad <strong>en</strong> ruptura con elcapitalismo? ¿Cómo fundam<strong>en</strong>tar ecológicam<strong>en</strong>te unas nuevas relaciones de producción?¿Cómo a<strong>se</strong>gurar que la abolición de la explotación capitalista garantice una auténticaemancipación individual y colectiva y acabe con opresiones específicas ydiscriminaciones <strong>se</strong>culares?El primer paso para <strong>en</strong>contrar respuestas satisfactorias a los problemas político<strong>se</strong>s saber plantear correctam<strong>en</strong>te las preguntas. Y son estas las preguntas que deb<strong>en</strong>ori<strong>en</strong>tar a la izquierda revolucionaria a la hora de discutir con todas las <strong>se</strong>nsibilidadesde los movimi<strong>en</strong>tos populares.Int<strong>en</strong>tar aportar respuestas coher<strong>en</strong>tes a partir de la experim<strong>en</strong>tación <strong>en</strong> las luchassociales y del trabajo intelectual crítico es lo que los clásicos llamaban “desarrollarel programa”.Si admitimos que es el programa el que define las tareas y el tipo de organizaciónpolítica a construir y no a la inversa, hoy la nueva g<strong>en</strong>eración militante del Estadoespañol necesita plantear<strong>se</strong> estas preguntas con la convicción de que no formanparte de un ritual <strong>se</strong>ctario o de una liturgia grandilocu<strong>en</strong>te, sino que constituy<strong>en</strong> larazón última que ori<strong>en</strong>ta la lucha por otro mundo y que, si bi<strong>en</strong> nunca <strong>se</strong> han respondido<strong>en</strong> un laboratorio o una biblioteca, tampoco <strong>se</strong> resuelv<strong>en</strong> espontáneam<strong>en</strong>te<strong>en</strong> las luchas sociales.Mirando hacia atrás con iraUna de las características de nuestro tiempo es que nuestros problemas individuales ycolectivos para definir proyectos y alternativas de futuro son directam<strong>en</strong>te proporcionalesa nuestra escasa compr<strong>en</strong>sión del pasado y a la disolución de nuestra experi<strong>en</strong>cia<strong>en</strong> la inmediatez de un pre<strong>se</strong>nte perpetuo sin horizontes. No podemos atisbar elfuturo sin sumergirnos <strong>en</strong> los dilemas y bifurcaciones del pasado. Ciertam<strong>en</strong>te, apropiar<strong>se</strong>del pasado y del abanico de posibilidades que albergó no es condición sufici<strong>en</strong>te,pero sin duda sí es condición necesaria para <strong>se</strong>r verdaderam<strong>en</strong>te contemporáneosde nuestro tiempo. Esta constatación es cierta <strong>en</strong> diversos planos: el estratégico,el programático y el que B<strong>en</strong>saïd llama mesiánico /1. Decía Marx que la revoluciónextrae su poesía del futuro, de las <strong>en</strong>ormes pot<strong>en</strong>cialidades de desarrollohumano que desataría una sociedad desarrollada que <strong>se</strong> liberara de las cad<strong>en</strong>as delcapital. A mi juicio, esta metáfora es fundam<strong>en</strong>tal: la capacidad de imaginar cómopodría <strong>se</strong>r el mundo actual -con las <strong>en</strong>ormes fuerzas productivas que ha liberado, consus avances tecnológicos y sus comunicaciones, con la gran productividad del trabajoque conocemos- si, <strong>en</strong> lugar de estar <strong>en</strong>cad<strong>en</strong>ado a la búsqueda del máximo b<strong>en</strong>eficioprivado -que comporta desigualdades, crisis, guerras y destrucción ambi<strong>en</strong>tal-, <strong>se</strong>ori<strong>en</strong>tara a la lucha contra las desigualdades, a la reducción radical de la jornada laboral,a una reconversión ecológica de la economía, a la transformación g<strong>en</strong>eral de86 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


las relaciones humanas <strong>en</strong> un mundo liberado del fetichismo de la mercancía… Enfin, t<strong>en</strong>er esa capacidad de imaginar un mundo socialista y de percibir su apremiantefactibilidad actual debe estar siempre pre<strong>se</strong>nte <strong>en</strong> toda y todo revolucionario comouna motivación militante c<strong>en</strong>tral.A su vez, sumergir<strong>se</strong> <strong>en</strong> el pasado, <strong>en</strong> e<strong>se</strong> campo de ruinas que es la Historia, es unejercicio fundam<strong>en</strong>tal para saber quiénes somos, quién es el <strong>en</strong>emigo, quiénes son losnuestros y cómo podemos redimirles. Como decía B<strong>en</strong>jamin /2, “el <strong>en</strong>emigo no hadejado de v<strong>en</strong>cer”… por eso hay que concebir la lucha por la revolución como undoble acto: una promesa de emancipación que mira al futuro y como un acto de justiciahistórica de red<strong>en</strong>ción y rehabilitación de nuestros derrotados del pasado.Finalm<strong>en</strong>te, la Historia también debe <strong>se</strong>r un gran campo de batalla contra el determinismoretrospectivo de los v<strong>en</strong>cedores y de sus intelectuales a sueldo. En elterr<strong>en</strong>o estratégico, pero también programático, hay que volver sobre los grandesacontecimi<strong>en</strong>tos del movimi<strong>en</strong>to socialista del siglo XX para retomar sus debates y<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que las opciones que triunfaron no fueron siempre las únicas posibles yque los de<strong>se</strong>nlaces que conocemos no fueron inevitables /3.¿Qué lecciones extraerde las experi<strong>en</strong>cias del siglo XX?No hay socialismo sin democracia, ni democracia sin socialismo. Quizás la lecciónfundam<strong>en</strong>tal que nos ha legado el drama del estalinismo es que, sin caer <strong>en</strong> el fetichismode sus formas parlam<strong>en</strong>tarias, la democracia a todos los niveles y el pluralismopolítico deb<strong>en</strong> <strong>se</strong>r a la vez medios y fines <strong>en</strong> la construcción de una sociedad sincla<strong>se</strong>s. La confiscación burocrática de la Revolución de Octubre y la conversión delmovimi<strong>en</strong>to comunista internacional <strong>en</strong> un instrum<strong>en</strong>to de la realpolitik de Moscú -y,posteriorm<strong>en</strong>te, de Pekín- ha sido quizás uno de las peores tragedias del siglo XX. Laruptura que supuso la consolidación del estalinismo dejó un vacío político terrible <strong>en</strong>la izquierda y destruyó l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te las esperanzas de millones de personas explotada<strong>se</strong>n todo el mundo. Sin embargo, estas primeras experi<strong>en</strong>cias de sociedades no capitalistashan sido un fértil campo de pruebas para el futuro. F<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os como la burocratización,la destrucción totalitaria de las libertades políticas, los límites de la<strong>se</strong>xperi<strong>en</strong>cias autogestionarias y los estragos socioambi<strong>en</strong>tales de la planificación burocráticaautoritaria deb<strong>en</strong> <strong>se</strong>r estudiados <strong>en</strong> profundidad para hacer un balance de loque no debe repetir<strong>se</strong> <strong>en</strong> las experi<strong>en</strong>cias socialistas del futuro /4. Todas las corri<strong>en</strong>tesprov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes del movimi<strong>en</strong>to comunista que han rehuido esa tarea han acabado<strong>en</strong>grosando, de un modo u otro, las filas del campo gestionario y abandonando elproyecto revolucionario. Sin un análisis marxista de estas experi<strong>en</strong>cias no <strong>se</strong> puedehacer un balance racional de sus errores y sus aciertos y <strong>se</strong> acaba lanzando al niñocon el agua sucia. De lo que no hay duda es que la falta de democracia política y depluralismo que <strong>se</strong> consolidó <strong>en</strong> la Unión Soviética a partir de 1927 favoreció el desarrollode la burocracia como casta parasitaria y usurpadora del poder político de los<strong>se</strong>ctores populares y como principal obstáculo a largo plazo para el desarrollo de lasfuerzas productivas y de la productividad del trabajo /5. La fragilidad que demostra-VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 87


on las experi<strong>en</strong>cias de democracia directa de tipo soviético también obliga a imaginarunas formas más complejas de democracia socialista que las que creó la Revoluciónrusa, capaces de constituir fr<strong>en</strong>os eficaces a la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia intrín<strong>se</strong>ca de lassociedades modernas hacia la burocratización (que, a fin de cu<strong>en</strong>tas, hunde sus raíce<strong>se</strong>n la esca<strong>se</strong>z -<strong>en</strong> particular <strong>en</strong> los paí<strong>se</strong>s más atrasados- y <strong>en</strong> la división del trabajobajo el capitalismo, que son heredadas, al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> una primera etapa, por las sociedadesde transición) /6. Una combinación de democracia directa pluripartidista <strong>en</strong> loslugares de trabajo y los territorios -barrios y localidades- con formas de democraciarepre<strong>se</strong>ntativa a nivel nacional podría <strong>se</strong>r un sistema capaz de limitar el peligro deburocratización mediante un sistema bicameral y una cierta división de poderes /7.De lo que no cabe duda es de que la democracia socialista es incompatible con elmant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de la propiedad privada de los medios de producción y del aparatocoercitivo que la sust<strong>en</strong>ta: el Estado capitalista /8.Ni socialismo <strong>en</strong> un solo país… ni autogestión <strong>en</strong> una sola fábrica. Evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te,la burocratización <strong>en</strong> la URSS de los años veinte hundía sus raíces <strong>en</strong> una realidadobjetiva muy difícil: los bolcheviques tomaron el poder político <strong>en</strong> un país atrasado,predominantem<strong>en</strong>te campesino, con pocas tradiciones democráticas y tras ladevastadora guerra civil que sucedió a la Primera Guerra Mundial. La incapacidadde la Internacional Comunista de ext<strong>en</strong>der la revolución a los principales paí<strong>se</strong>s europeos-y <strong>en</strong> particular a <strong>Alemania</strong>-, mantuvo <strong>en</strong> pie un cerco capitalista que cond<strong>en</strong>óa la URSS a un largo período de aislami<strong>en</strong>to político y económico. Este fue elesc<strong>en</strong>ario y la ba<strong>se</strong> objetiva que favoreció una salida reaccionaria a la situación. Sinembargo, la apuesta por la industrialización acelerada y la colectivización forzosa<strong>en</strong> la URSS y por abandonar la política revolucionaria <strong>en</strong> la ar<strong>en</strong>a internacionaltuvo que acabar con la resist<strong>en</strong>cia del ala más revolucionaria del Partido Bolcheviquey de la Internacional Comunista: la Oposición de Izquierdas. Esta fue la únicacorri<strong>en</strong>te que def<strong>en</strong>dió <strong>en</strong> e<strong>se</strong> contexto una ori<strong>en</strong>tación política alternativa factible.Consistía <strong>en</strong> combinar una política de industrialización progresiva desde el Estadofinanciada con un increm<strong>en</strong>to de la presión fiscal sobre los campesinos <strong>en</strong>riquecidospor la NEP, una colectivización progresiva <strong>en</strong> el campo, la restauración de unademocracia soviética pluralista y una política internacional de apoyo a los movimi<strong>en</strong>tosrevolucionarios como única salida a largo plazo al atolladero <strong>en</strong> el que <strong>se</strong><strong>en</strong>contraba sumida la URSS a mediados de los años veinte. La Oposición de Izquierdasfue derrotada por la incipi<strong>en</strong>te burocracia estalinista tras una batalla políticadespiadada. En parte, por la debilidad de la ba<strong>se</strong> social con la que aquellacontaba: los cuadros obreros más politizados del Partido que, <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a media, habíansido laminados durante la Guerra Civil. Este “gran debate” todavía es decisivopara <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la evolución posterior, el declive y la caída del primer Estado obrerode la Historia, proceso que ocupa un lugar privilegiado para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der las grandescontradicciones del siglo XX /9. Sin embargo, el de<strong>se</strong>nlace no estaba inscrito <strong>en</strong>una lógica irresistible de los hechos y, de haber<strong>se</strong> <strong>se</strong>guido la línea de la Oposiciónde Izquierdas, la Historia podría haber sido muy distinta /10.88 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


so político. Para muchos, el de<strong>se</strong>ngaño que subyacía a e<strong>se</strong> adiós al proletariado eradirectam<strong>en</strong>te proporcional a su idealización <strong>en</strong> sus mom<strong>en</strong>tos de apogeo militante.Las transformaciones <strong>en</strong> curso <strong>en</strong> el mundo del trabajo son, sin duda, profundas: laglobalización ha profundizado la división internacional del trabajo, ha transformado lossistemas de organización de la producción, ha fragm<strong>en</strong>tado dramáticam<strong>en</strong>te las condicionesde trabajo y de vida y ha buscado una estratificación creci<strong>en</strong>te de los asalariados.Su resultado es conocido: la correlación de fuerzas <strong>en</strong>tre capital y trabajo es hoymucho más desfavorable que hace tan solo veinte o treinta años, y el movimi<strong>en</strong>to obreroorganizado ya no es un refer<strong>en</strong>te político tan claro, ni una vanguardia social tan indiscutible,como fue <strong>en</strong> el pasado. Esto <strong>se</strong> traduce <strong>en</strong> el imaginario colectivo de lapoblación, para la cual “la condición obrera” no es algo tan visible y evid<strong>en</strong>te como antes.Otra cosa muy distinta es <strong>se</strong>nt<strong>en</strong>ciar que ya no existe la cla<strong>se</strong> obrera.Asistimos hoy a una situación paradójica: la proletarización del mundo nunca habíaavanzado tanto /15 y, a su vez, la conci<strong>en</strong>cia de cla<strong>se</strong> <strong>en</strong> muchos paí<strong>se</strong>s imperialistasnunca había retrocedido tanto <strong>en</strong> tan poco tiempo. Sin embargo, aunque no<strong>se</strong>a evid<strong>en</strong>te, estos f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os son recurr<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> los largos procesos históricos derecomposición del movimi<strong>en</strong>to obrero como el que estamos vivi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> la actualidad.No obstante, a pesar de que <strong>se</strong>a la principal víctima mom<strong>en</strong>tánea de la situaciónactual, nunca podemos perder de vista que la acción colectiva es el punto decontacto <strong>en</strong>tre el factor subjetivo y las condiciones objetivas que permite alterarlascon cambios bruscos y saltos cualitativos.Sigui<strong>en</strong>do a Gramsci, hay que concluir que, si la sociedad que queremos transformarno g<strong>en</strong>era los sujetos, las contradicciones, las formas de organización y las institucione<strong>se</strong>mbrionarias capaces de cambiarla, de invertir las relaciones sociales,todo esfuerzo <strong>en</strong> este <strong>se</strong>ntido <strong>se</strong>ría utópico. A este respecto, de lo que no cabe dudaes que el reverso de la globalización del capital es justam<strong>en</strong>te la globalización de lacondición salarial. Y, por consigui<strong>en</strong>te, el capitalismo sigue g<strong>en</strong>erando un colectivosocial facultado para <strong>en</strong>terrar al sistema que lo produce y reproduce. Si, como <strong>se</strong> havisto <strong>en</strong> el siglo XX, <strong>se</strong>ctores sociales tan atomizados como el campesinado, graciasa direcciones políticas decididas y audaces, han sido capaces de protagonizarrevoluciones socialistas triunfantes, ¿qué nos hace p<strong>en</strong>sar que el nuevo -y no tannuevo- proletariado precarizado /16 y creci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te mestizo /17 de la industria ylos <strong>se</strong>rvicios no pueda convertir<strong>se</strong>, <strong>en</strong> determinadas circunstancias, <strong>en</strong> un sujeto revolucionariocapaz de def<strong>en</strong>der sus intere<strong>se</strong>s inmediatos, de derrocar el sistema capitalistay de reorganizar la sociedad sobre ba<strong>se</strong>s socialistas?En fin, creo que volver a ori<strong>en</strong>tar<strong>se</strong> hacia el mundo del trabajo para reconstruir suautoorganización, def<strong>en</strong>der sus intere<strong>se</strong>s, elevar su nivel de conci<strong>en</strong>cia política y, finalm<strong>en</strong>te,volver a poner <strong>en</strong> marcha un trabajo sindical de izquierdas y un combatecontra las burocracias es una tarea ineludible de una organización revolucionaria.“El mundo no es una mercancía”… o sobre cómo satisfacer las necesidades básicasmás allá del mercado. El movimi<strong>en</strong>to altermundialista <strong>se</strong> funda <strong>en</strong> esta idea-VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 91


fuerza. Por otro lado, la mercantilización de cada vez más esferas de la vida socialha sido una constante del desarrollo del capitalismo. Ante ello, desde los tiemposde la I Internacional, el movimi<strong>en</strong>to obrero ha luchado por dos grandes objetivosc<strong>en</strong>trales: la subida de los salarios -tanto directos, <strong>en</strong> r<strong>en</strong>tas monetarias, como indirectos,<strong>en</strong> prestaciones sociales financiadas con una parte de “salario diferido” - yla reducción de la jornada de trabajo /18 -para con<strong>se</strong>guir las famosas ocho horas detrabajo, ocho de sueño y ocho de vida social. Estas dos grandes reivindicacioneshan ori<strong>en</strong>tado la lucha del movimi<strong>en</strong>to obrero por reducir la explotación del mundodel trabajo e imponer una redistribución de la riqueza <strong>en</strong>tre capital y trabajo. Hoy,con la g<strong>en</strong>eralización del paro y la precariedad, ciertos <strong>se</strong>ctores de la izquierda hanteorizado “el fin del trabajo” y han apostado por el objetivo c<strong>en</strong>tral de instituir unaR<strong>en</strong>ta Básica Universal. Estas concepciones consideran definitiva la exist<strong>en</strong>cia deun paro masivo y contribuy<strong>en</strong> a perpetuar la división <strong>en</strong>tre los que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un empleoy los que no lo ti<strong>en</strong><strong>en</strong> y <strong>en</strong>tre empleados y “asistidos” que no contarían másque con los medios de la pura subsist<strong>en</strong>cia. A mi juicio, esta visión es una capitulaciónpolítica e ideológica ante el neoliberalismo y un reflejo de la profunda crisisde ori<strong>en</strong>tación y de id<strong>en</strong>tidad <strong>en</strong> que está sumido el movimi<strong>en</strong>to obrero y la izquierdaactuales. Lo que es más preocupante es que la izquierda alternativa haya t<strong>en</strong>didoa incorporar esta demanda acríticam<strong>en</strong>te sin un debate <strong>se</strong>rio <strong>en</strong> sus filas. Un proyectoanticapitalista que merezca el nombre debe <strong>se</strong>r mucho más ambicioso y buscarla creación masiva de empleos socialm<strong>en</strong>te útiles y ecológicam<strong>en</strong>te sost<strong>en</strong>ibles-fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te los relacionados con la sanidad, la protección del medio ambi<strong>en</strong>te,la educación, la asist<strong>en</strong>cia social y los cuidados a las personas vulnerablesque<strong>se</strong> financi<strong>en</strong> con una redistribución real de la riqueza -basada <strong>en</strong> impuestos directosprogresivos que grav<strong>en</strong> las grandes fortunas y, <strong>en</strong> particular, las amasadasgracias a la especulación financiera e inmobiliaria /19. Es, justam<strong>en</strong>te, expandi<strong>en</strong>doel ámbito de la gratuidad <strong>en</strong> la satisfacción de necesidades básicas fuera del mercadocomo <strong>se</strong> avanza <strong>en</strong> la desmercantilización de las relaciones sociales, y no monetarizandola subsist<strong>en</strong>cia de los <strong>se</strong>ctores sociales más vulnerables.A este respecto, hay que recordar que el movimi<strong>en</strong>to altermundialista acostumbra adar prioridad a los debates sobre alternativas globales y sobre pequeñas iniciativas locales,relegando a m<strong>en</strong>udo a un <strong>se</strong>gundo plano la lucha por def<strong>en</strong>der conquistas fundam<strong>en</strong>talesde la izquierda <strong>en</strong> el marco del Estado-nación -que algunos, como Negri,asimilan al “reformismo” o a una regresión nacionalista y nostálgica de la izquierda.Sin embargo, a un capitalismo neoliberal que <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a medida basa su modelo deacumulación <strong>en</strong> la “despo<strong>se</strong>sión” /20 de los sistemas públicos de bi<strong>en</strong>estar y de la<strong>se</strong>mpresas estatales -lo cual, <strong>en</strong> gran parte, es un saqueo del salario social indirecto demillones de trabajadores- hay que oponerle una resist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>carnizada cada vez que<strong>se</strong> pret<strong>en</strong>de privatizar -de un modo abierto o <strong>en</strong>cubierto- alguna empresa o <strong>se</strong>rviciopúblico y la exig<strong>en</strong>cia de r<strong>en</strong>acionalizar y gestionar democráticam<strong>en</strong>te los <strong>se</strong>rvicios ybi<strong>en</strong>es públicos privatizados <strong>en</strong> el pasado. A mi juicio, es vital <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que si no so-92 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


mos capaces de def<strong>en</strong>der las conquistas del pasado, <strong>se</strong>rá imposible pasar a la of<strong>en</strong>siva<strong>en</strong> el futuro.Trabajar para vivir, no vivir para trabajar…cambiar los tiempos, transformar lasociedad. La pulsión capitalista por maximizar las ganancias aum<strong>en</strong>tando la explotaciónde los trabajadores siempre <strong>se</strong> ha traducido <strong>en</strong> una presión por alargar la jornadade trabajo. Como apuntaba más arriba, uno de los objetivos c<strong>en</strong>trales delmovimi<strong>en</strong>to obrero ha sido históricam<strong>en</strong>te reducir drásticam<strong>en</strong>te la jornada laboraly liberar tiempo para la vida y la acción colectiva. Hoy, la of<strong>en</strong>siva neoliberal nosolam<strong>en</strong>te ha pulverizado la reivindicación de las 35 horas, sino que está g<strong>en</strong>eralizandoel pluriempleo y jornadas de trabajo resultantes de 8, 10 e incluso 12 horas,no sólo <strong>en</strong> paí<strong>se</strong>s dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes, sino incluso <strong>en</strong> los paí<strong>se</strong>s capitalistas desarrollados.Pero el capitalismo no solam<strong>en</strong>te explota la fuerza de trabajo que emplea a cambiode un salario, sino que, indirectam<strong>en</strong>te, <strong>se</strong> apropia gratuitam<strong>en</strong>te del trabajo domésticonecesario para reproducir a esa fuerza de trabajo asalariada. Aquí es donde llegamosa un punto nodal: luchar por la socialización y el reparto del trabajodoméstico, por la incorporación con igualdad de derechos de las mujeres al mercadode trabajo y por la reducción de la jornada de trabajo asalariado debe formarparte de un único combate. De ahí <strong>se</strong> despr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> algunas conclusiones prácticas:no es posible fortalecer las posiciones del trabajo asalariado de<strong>se</strong>nt<strong>en</strong>diéndo<strong>se</strong> de ladiscriminación salarial (y no sólo salarial) de las mujeres <strong>en</strong> los c<strong>en</strong>tros de trabajo yde su reclusión <strong>en</strong> el hogar, no podemos luchar por reducir la jornada laboral sinasumir el reparto del trabajo doméstico y, a su vez, no es posible combatir eficazm<strong>en</strong>tela opresión específica de la mujeres si estas <strong>se</strong> retiran del movimi<strong>en</strong>to sindicaly de la lucha política.A pesar de todo, la reducción drástica de la jornada laboral sin disminución delsalario real es una condición ineludible para reducir substancialm<strong>en</strong>te el paro y laprecariedad, fom<strong>en</strong>tar la autoorganización de los <strong>se</strong>ctores populares, posibilitar formasde autogestión <strong>en</strong> las empresas y estimular su participación política. Y la participaciónes, a fin de cu<strong>en</strong>tas, el principal antídoto contra la burocratización de lasorganizaciones sociales y políticas. Por otro lado, luchar por expandir el tiempo deocio es uno de los pilares que deberán posibilitar un florecimi<strong>en</strong>to cultural sin preced<strong>en</strong>te<strong>se</strong>n una sociedad <strong>en</strong> transición hacia el socialismo. Así pues, de lo que <strong>se</strong>trata es de utilizar la creci<strong>en</strong>te productividad del trabajo para cambiar la vida ytransformar la sociedad… y no para increm<strong>en</strong>tar los obsc<strong>en</strong>os b<strong>en</strong>eficios de especuladoresy capitalistas.¿Por qué no proponer que los foros sociales mundiales y regionales asumancomo horizonte la reivindicación de la jornada laboral de… por ejemplo 30 horas<strong>se</strong>manales, al igual que lo hicieron las internacionales obreras <strong>en</strong> el pasado? Estareivindicación podría ori<strong>en</strong>tar muchas luchas a escala nacional hacia un objetivocomún. A fin de cu<strong>en</strong>tas, <strong>en</strong> muchos paí<strong>se</strong>s <strong>se</strong> tardó más de un siglo <strong>en</strong> crear la co-VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 93


elación de fuerzas necesaria para conquistar la jornada de 8 horas… que hoy elneoliberalismo nos ha vuelto a arrebatar…Bajo la explotación: las opresiones. Antes me he referido a la necesidad de recomponerel mundo del trabajo para actualizar el proyecto socialista. Sin embargo, hayque p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> el proletariado realm<strong>en</strong>te exist<strong>en</strong>te y evitar idealizaciones heroicas.La cla<strong>se</strong> obrera ti<strong>en</strong>e distintos <strong>se</strong>xos, edades, nacionalidades, etnias, ori<strong>en</strong>taciones<strong>se</strong>xuales… y está atravesada por una <strong>se</strong>rie de contradicciones y antagonismos internosque debe int<strong>en</strong>tar superar si pret<strong>en</strong>de erigir<strong>se</strong> <strong>en</strong> cla<strong>se</strong> dominante y dirigir losdestinos de la sociedad. Esta realidad añade una creci<strong>en</strong>te complejidad a la luchade cla<strong>se</strong>s, una complejidad que debe <strong>se</strong>r <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida y abordada por la izquierda.El obrerismo estrecho y las distintas variantes del reformismo acostumbran a negarla exist<strong>en</strong>cia de opresiones específicas o, <strong>en</strong> todo caso, las v<strong>en</strong> como algo aj<strong>en</strong>oa la lucha de cla<strong>se</strong>s que aparta a la izquierda de su camino…¿Cuántas veces hemosoído que el feminismo y la lucha de las mujeres es algo extraño al movimi<strong>en</strong>toobrero? ¿O que la lucha por la emancipación nacional divide a la cla<strong>se</strong> obrera?Hoy, como <strong>en</strong> otros contextos de crisis y reflujo del movimi<strong>en</strong>to obrero, estos prejuiciosreaccionarios afloran decididam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre los <strong>se</strong>ctores populares más despolitizadosy <strong>en</strong>tre las burocracias más con<strong>se</strong>rvadoras, prejuicios y fobias que laderecha siempre ha explotado hábilm<strong>en</strong>te para garantizar<strong>se</strong> una ba<strong>se</strong> de masas.Esquivar los problemas es la garantía de no resolverlos. Sin que la izquierda anticapitalistaasuma y luche activam<strong>en</strong>te contra las opresiones específicas, sin acabarcon las discriminaciones que refuerzan la explotación, que crean insolidaridad yg<strong>en</strong>eralizan prejuicios y desconfianzas <strong>en</strong>tre las personas explotadas… <strong>se</strong>rá incapazde construir un bloque social alternativo.Por otro lado, tampoco podemos caer <strong>en</strong> el error simétrico de las políticas de id<strong>en</strong>tidadposmodernas. La lucha de cla<strong>se</strong>s no puede disolver<strong>se</strong> <strong>en</strong> una agregación de afirmacionesid<strong>en</strong>titarias de colectivos oprimidos. Saber relacionar esas luchas contra lasopresiones y con<strong>se</strong>guir que <strong>en</strong>riquezcan y refuerc<strong>en</strong> nuestro combate común contrala explotación capitalista es la única garantía de no ceder ante repliegues comunitaristas,neurosis id<strong>en</strong>titarias y relativismos posmodernos. Permite luchar contra laopresión nacional sin deslizar<strong>se</strong> hacia el nacionalismo, impulsar la lucha de emancipaciónde las mujeres sin abandonar la lucha de cla<strong>se</strong>s, def<strong>en</strong>der los intere<strong>se</strong>s de lasminorías oprimidas sin crear ghettos-refugio... ya que la resist<strong>en</strong>cia a la explotacióncapitalista constituye el único hilo de inteligibilidad que relaciona a los distintos <strong>se</strong>ctorespopulares, constituy<strong>en</strong>do, por consigui<strong>en</strong>te, un punto de apoyo racional indisp<strong>en</strong>sablepara alcanzar una alternativa de sociedad con pret<strong>en</strong>siones de universalidad/21. A su vez, puesto que la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia económica es la precondición de la autonomíapersonal y colectiva, cualquier degradación de la correlación de fuerzas <strong>en</strong>trecapital y trabajo refuerza las opresiones específicas y fragiliza <strong>en</strong> primer lugar a los<strong>se</strong>ctores más vulnerables. Esa es la razón por la cual la globalización neoliberal haacelerado la feminización de la pobreza; ha aum<strong>en</strong>tado la opresión de ciertos pueblos94 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


y de las poblaciones de orig<strong>en</strong> inmigrante; ha agudizado la per<strong>se</strong>cución de las minorías<strong>se</strong>xuales y ha propiciado el resurgimi<strong>en</strong>to de fundam<strong>en</strong>talismos religiosos caracterizadospor su misoginia y su homofobia.No habrá humanidad que emancipar sin superviv<strong>en</strong>cia del planeta: atajar la crisi<strong>se</strong>cológica. A principios del siglo XX la disyuntiva que <strong>se</strong> perfilaba ante el desarrollodel capitalismo era, <strong>se</strong>gún la célebre fórmula de Rosa Luxemburgo, “socialismoo barbarie”. Hoy, la barbarie no es ya una temible posibilidad, sino el rasgo predominantede nuestro tiempo. Y la crisis socioambi<strong>en</strong>tal que vivimos es, con las hambrunas,la guerra y el militarismo, su manifestación más dramática. Esto significaque la lucha por el socialismo ecológicam<strong>en</strong>te fundam<strong>en</strong>tado no es un de<strong>se</strong>o piadoso,sino un imperativo de superviv<strong>en</strong>cia de la especie cada vez más urg<strong>en</strong>te. Sibi<strong>en</strong>, como decía Mandel /22, los aspectos progresivos del capitalismo predominaronglobalm<strong>en</strong>te sobre su verti<strong>en</strong>te destructiva hasta aproximadam<strong>en</strong>te la PrimeraGuerra Mundial, desde <strong>en</strong>tonces el precio que está pagando la humanidad por nohaber creado un ord<strong>en</strong> socialista mundial no deja de crecer.Hoy, problemas como el efecto invernadero y los trastornos climáticos que estamosvivi<strong>en</strong>do, la esca<strong>se</strong>z de agua y <strong>en</strong>ergía, la de<strong>se</strong>rtización, las hambrunas, la g<strong>en</strong>eralizaciónde la agricultura industrial y del uso de transgénicos, las catástrofestecnológicas… compromet<strong>en</strong> la superviv<strong>en</strong>cia de la especie a corto y medio plazo.De hecho, muchas de las guerras <strong>en</strong> curso <strong>en</strong> el mundo ya están directam<strong>en</strong>te relacionadascon estos problemas y lo estarán cada vez más <strong>en</strong> el futuro.La izquierda mayoritaria del siglo XX, tanto de inspiración socialdemócrata comoestalinista, ha compartido un optimismo histórico ciego consist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> asimilar elprogresismo burgués y su fe <strong>en</strong> el desarrollo indefinido de la técnica y de las fuerzasproductivas, así como <strong>en</strong> el crecimi<strong>en</strong>to económico indiscriminado, como medio pararesolver los problemas sociales /23. La izquierda del siglo XXI deberá t<strong>en</strong>er una concepciónmucho más dialéctica del problema. Deberá <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que la tecnología nuncaes socialm<strong>en</strong>te neutra y que el socialismo no sólo significa la socialización de losmedios de producción, sino también su profunda transformación; no <strong>se</strong> podrá reducira un simple modelo económico, sino que deberá <strong>se</strong>r una civilización regida por lógicassociales, ecológicas y antropológicas radicalm<strong>en</strong>te distintas /24.Hoy, junto a la erradicación de la pobreza <strong>en</strong> el mundo, la tarea más urg<strong>en</strong>te que t<strong>en</strong>emosplanteada es una reconversión ecológica radical de la sociedad industrial, capazde pot<strong>en</strong>ciar nuevas tecnologías m<strong>en</strong>os contaminantes, de desarrollar las <strong>en</strong>ergíasalternativas, de ext<strong>en</strong>der los sistemas públicos de movilidad, de alcanzar una relaciónmás racional <strong>en</strong>tre campo y ciudad, de desarrollar nuevos modelos urbanísticos m<strong>en</strong>osdep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes del coche privado... Nuestra idea-fuerza c<strong>en</strong>tral debe <strong>se</strong>r que paracombatir las desigualdades no <strong>se</strong> debe producir más, sino repartir mejor los recursosy la riqueza y crear nuevos sistemas de satisfacción de las necesidades humanas /25.También hay que def<strong>en</strong>der <strong>en</strong>érgicam<strong>en</strong>te la consigna de la soberanía alim<strong>en</strong>taria delos pueblos -<strong>en</strong> particular, los de la periferia- para luchar contra los problemas deVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 95


subsist<strong>en</strong>cia ocasionados por una división internacional del trabajo sometida a los intere<strong>se</strong>sde las principales pot<strong>en</strong>cias imperialistas. Aquí llegamos a un problema c<strong>en</strong>tral:hay que saber def<strong>en</strong>der los intere<strong>se</strong>s de los paí<strong>se</strong>s del <strong>Sur</strong> contra las imposicionesdel Norte desde la conci<strong>en</strong>cia de que los principales problemas ambi<strong>en</strong>talesdel planeta son responsabilidad de los paí<strong>se</strong>s imperialistas. Ahora bi<strong>en</strong>, hay que esforzar<strong>se</strong>a su vez <strong>en</strong> buscar modelos de desarrollo alternativos que no reproduzcan losmismos modelos insost<strong>en</strong>ibles <strong>en</strong> el <strong>Sur</strong>. Aquí también hay que apostar porque la leydel desarrollo desigual y combinado permita a los paí<strong>se</strong>s del <strong>Sur</strong> saltar<strong>se</strong> etapas decrecimi<strong>en</strong>to capitalista ecológicam<strong>en</strong>te insost<strong>en</strong>ible e int<strong>en</strong>tar resolver sus problemasde desarrollo socioeconómico desde paradigmas ecosocialistas (<strong>en</strong> particular <strong>en</strong> loque a modelos agrícolas, <strong>en</strong>ergéticos y de movilidad <strong>se</strong> refiere).En fin, el criterio del ahorro de recursos naturales y el principio de prud<strong>en</strong>cia tecnológicadeberán ori<strong>en</strong>tar las grandes decisiones macroeconómicas. El problema,de nuevo, es que las grandes opciones estratégicas escapan al control democráticode la ciudadanía. De ahí que <strong>se</strong>a absolutam<strong>en</strong>te ineludible in<strong>se</strong>rir la lucha por unareconversión ecológica radical <strong>en</strong> la perspectiva de la transición al socialismo, yaque los procesos de democratización económica gradual ti<strong>en</strong><strong>en</strong> límites bi<strong>en</strong> precisosbajo el capitalismo: la camisa de fuerza neoliberal que impon<strong>en</strong> las institucionesinternacionales de la globalización, la propiedad privada de los principalesrecursos y empresas y la naturaleza represiva última del Estado capitalista.Andreu Coll es militante de Revolta Global, revoltaglobal.cat. Forma parte de la redacción deVIENTO SUR.1/ Vid. B<strong>en</strong>said, D. (2006). Resist<strong>en</strong>cias. Ensayo de topología g<strong>en</strong>eral. Barcelona, El Viejo Topo.2/ B<strong>en</strong>jamin, W. “Tesis de filosofía de la Historia” (disponible <strong>en</strong> www.revoltaglobal.net/article526.html).3/ A este respecto es muy interesante el libro de Katz, C. (2004) El porv<strong>en</strong>ir del socialismo, Imago Mundi-Bu<strong>en</strong>osAires, Herrami<strong>en</strong>ta.4/ Uno de los mejores esfuerzos teóricos por sistematizar las lecciones de las experi<strong>en</strong>cias de los paí<strong>se</strong>s del Este ypor perfilar algunas opciones alternativas factibles es Mandel, E. (1994) El poder y el dinero. México, SigloXXI. También hay elem<strong>en</strong>tos interesantes de reflexión <strong>en</strong> Blackburn, R. (1993) ‘Fin de siècle’: el socialismodespués de la quiebra”, <strong>en</strong> Robin Blackburn (Ed.), Después de la caída. El fracaso del comunismo y el futurodel socialismo, Barcelona, Críticaa y <strong>en</strong> Tello, E. “El socialismo irreal. Bosquejo histórico de un sistema que <strong>se</strong>desmorona” <strong>en</strong> mi<strong>en</strong>tras tanto, n. 40, Barcelona, 1990.5/ Es justam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la escasa productividad del trabajo (cuyo reverso era un despilfarro faraónico de recursos porparte de la burocracia y las consigui<strong>en</strong>tes catástrofes ecológicas que provocaba) y <strong>en</strong> la esca<strong>se</strong>z g<strong>en</strong>eralizada deproductos de consumo básico que <strong>se</strong> daba <strong>en</strong> los paí<strong>se</strong>s del Este donde radicaba uno de los puntos más débiles deesas experi<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> relación con el campo imperialista y que, a la postre, junto a la carrera de armam<strong>en</strong>tos impuestapor Occid<strong>en</strong>te, precipitó su hundimi<strong>en</strong>to. A su vez, estos problemas de inefici<strong>en</strong>cia económica, unidos a lafalta de libertades políticas, explican que esos regím<strong>en</strong>es dejaran de <strong>se</strong>r un refer<strong>en</strong>te atractivo para amplias franjasdel proletariado occid<strong>en</strong>tal a partir de los años <strong>se</strong>t<strong>en</strong>ta y que, <strong>en</strong> los och<strong>en</strong>ta, aum<strong>en</strong>tara su aceptación pasiva delsistema capitalista. Todavía hoy, la supuesta inviabilidad económica del socialismo que <strong>se</strong> despr<strong>en</strong>de de la incompr<strong>en</strong>siónde lo sucedido <strong>en</strong> la URSS y los paí<strong>se</strong>s del Este constituye un arma ideológica fundam<strong>en</strong>tal de lasburguesías occid<strong>en</strong>tales para desacreditar cualquier alternativa global al capitalismo.6/ Me remito aquí a algunas reflexiones de Antoine Artous <strong>en</strong> su artículo “Democracia y emancipación social”(disponible <strong>en</strong> www.revoltaglobal.net/article499.html) y al texto de François Sabado “La democratie jusqu’aubout” <strong>en</strong> el número de Les cahiers de Critique Communiste titulado Marxisme et démocratie.7/ Para una bu<strong>en</strong>a reflexión sobre los problemas y dificultades de construir una democracia socialista <strong>en</strong> un Estadorevolucionario, véa<strong>se</strong> el artículo de Rafael Bernabé, “Notas sobre Cuba y la democracia socialista” (disponible<strong>en</strong> www.revoltaglobal.net/article503.html). Un texto programático fundam<strong>en</strong>tal de nuestra corri<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el que<strong>se</strong> abordan muchos de estos problemas es la resolución del XI Congreso Mundial de la IV Internacional, “Democraciasocialista y dictadura del proletariado”, 1979.96 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


8/ Esta constatación es un punto de difer<strong>en</strong>ciación clave ante teorizaciones de <strong>se</strong>ctores eurocomunistas de izquierdasque aparecieron <strong>en</strong> los años 70, como la de Ingrao, P. (1978) Las masas y el poder, Barcelona, Crítica.Para una crítica demoledora de los presupuestos de la corri<strong>en</strong>te de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to que pregona la fusión de liberalismoy socialismo y que, hasta cierto punto, constituyó la cobertura ideológica de la reconversión del PartidoComunista Italiano <strong>en</strong> un partido demócrata-burgués, véa<strong>se</strong> Anderson, P. (1998) “Las afinidades de NorbertoBobbio”, <strong>en</strong> Campos de batalla, Barcelona, Anagrama. Una reflexión intelig<strong>en</strong>te sobre la democracia <strong>en</strong> la transiciónal socialismo <strong>en</strong> Occid<strong>en</strong>te es Hodgson, G. (1980) Socialismo y democracia parlam<strong>en</strong>taria, Barcelona,Fontamara, uno de los pocos textos capaces de problematizar algunas ideas de Perry Anderson recogidas <strong>en</strong> suformidable obra Anderson, P. (1978) Las antinomias de Antonio Gramsci, Barcelona, Fontamara.9/ Sobre el lugar que ocupa la Unión Soviética <strong>en</strong> la historia del siglo XX, véa<strong>se</strong> Ro<strong>se</strong>nberg, J. (1996) “IsaacDeutscher. La historia perdida de las relaciones internacionales” <strong>en</strong> VIENTO SUR nº 30, Madrid.10/ Me remito aquí al capítulo “La alternativa socialista: elem<strong>en</strong>tos para un debate” de VV.AA. (2002) Elem<strong>en</strong>tosde análisis económico marxista. Los <strong>en</strong>granajes del capitalismo. Madrid, Los Libros de la Catarata-SerieVi<strong>en</strong>to <strong>Sur</strong>. Para una exposición más detallada de la ori<strong>en</strong>tación de la Oposición de Izquierdas <strong>en</strong> e<strong>se</strong> debate,véa<strong>se</strong> B<strong>en</strong>said, D. (2007) Los trotskismos, de próxima aparición <strong>en</strong> la editorial El Viejo Topo.11/ Indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de su evolución anticomunista posterior, algunas de las mejores reflexiones <strong>en</strong> este <strong>se</strong>ntidofueron las de Cornelius Castoriadis <strong>en</strong> la revista Socialismo o Barbarie durante los años 50 y 60 que aquí <strong>se</strong>recogieron <strong>en</strong> el libro Castoriadis, C. (1979) La experi<strong>en</strong>cia del movimi<strong>en</strong>to obrero, Barcelona, Tusquets (2vols.).12/ Para una bu<strong>en</strong>a crítica de las posiciones autogestionarias puras, véa<strong>se</strong> Mandel, E. (1978) Ali<strong>en</strong>ación yemancipación del proletariado, Barcelona, Fontamara. Por lo demás, un libro estip<strong>en</strong>do que resiste muy bi<strong>en</strong> elpaso del tiempo. Hay que recordar que, a mediados de los años <strong>se</strong>t<strong>en</strong>ta, ciertas organizaciones y personalidadessocialdemocratizantes y/o abiertam<strong>en</strong>te anticomunistas -desde el PSU de Michel Rocard <strong>en</strong> Francia hasta el PSIde Bettino Craxi <strong>en</strong> Italia- utilizaron demagógicam<strong>en</strong>te la consigna de la autogestión para <strong>en</strong>cauzar hacia el reformismoclásico a ciertos <strong>se</strong>ctores marxistas y libertarios. Hoy <strong>en</strong> día la consigna de la autogestión a m<strong>en</strong>udo vuelvea <strong>se</strong>r una panacea que <strong>se</strong> invoca con significados bi<strong>en</strong> distintos <strong>se</strong>gún el caso.13/ Vid. Samary, C. (1988) Le marché contre l’autogestion. L’experi<strong>en</strong>ce Yougoslave. París, La Brèche.14/ Un bu<strong>en</strong> punto de partida es el texto de Ernest Mandel “La economía <strong>en</strong> el periodo de transición” (disponible<strong>en</strong> www.revoltaglobal.net/article662.html).15/ “Mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> 1900, sumaban alrededor de 50 millones los trabajadores asalariados de una poblaciónglobal de 1000 millones, hoy <strong>en</strong> día son alrededor de 2000 sobre 6000 millones […]” Daniel B<strong>en</strong>saïd, “Teoremasde la resist<strong>en</strong>cia a los tiempos que corr<strong>en</strong>” (disponible <strong>en</strong> www.revoltaglobal.net/article502.html).16/ Curiosam<strong>en</strong>te, el término “proletariado”, tal como lo utilizaba Marx <strong>en</strong> el siglo XIX -persona obligada a trabajarpor un salario mi<strong>se</strong>rable para sobrevivir <strong>en</strong> condiciones precarias, forzada a cambiar a m<strong>en</strong>udo de trabajo yde lugar de resid<strong>en</strong>cia y cuyas experi<strong>en</strong>cias de acción colectiva eran muy incipi<strong>en</strong>tes-, es mucho más actual que elde “cla<strong>se</strong> obrera”, tal como <strong>se</strong> <strong>en</strong>t<strong>en</strong>día <strong>en</strong> la <strong>se</strong>gunda mitad del siglo XX: grandes conc<strong>en</strong>traciones de trabajadoresindustriales con un nivel muy elevado de organización y de conci<strong>en</strong>cia de cla<strong>se</strong>.17/ No olvidemos que una fracción creci<strong>en</strong>te del proletariado de las metrópolis provi<strong>en</strong>e de la inmigración (<strong>en</strong>muchos casos clandestina) y que uno de los retos c<strong>en</strong>trales de la izquierda alternativa es combatir el racismo y lax<strong>en</strong>ofobia <strong>en</strong>tre los <strong>se</strong>ctores populares y luchar por integrar a los trabajadores extranjeros con igualdad de derechosde ciudadanía <strong>en</strong> las organizaciones de cla<strong>se</strong> autóctonas.18/ Para una <strong>se</strong>rie de reflexiones muy útiles sobre la historia del movimi<strong>en</strong>to obrero <strong>en</strong> relación con el desarrollodel modo de producción capitalista, véa<strong>se</strong> Moscato, A. (1999) Il “capitalismo reale”. Origini e storia, Milán,Teti Editori, Milán.19/ A este respecto, véa<strong>se</strong> el interesante artículo de Michel Husson compr<strong>en</strong>dido <strong>en</strong> este Plural.20/ Véa<strong>se</strong> Harvey, D. (2003) El nuevo imperialismo. Madrid, Akal.21/ Sobre la compleja dialéctica <strong>en</strong>tre la lucha de cla<strong>se</strong>s y la lucha contra las opresiones específicas, véa<strong>se</strong> DanielB<strong>en</strong>saïd “Teoremas de la resist<strong>en</strong>cia a los tiempos que corr<strong>en</strong>” (op. cit.).22/ op. cit.23/ Sobre los paradigmas económicos conv<strong>en</strong>cionales y de la izquierda tradicional, hay reflexiones muy interesante<strong>se</strong>n Tello, E. (2005) La historia cu<strong>en</strong>ta. Del crecimi<strong>en</strong>to económico al desarrollo humano sost<strong>en</strong>ible, Barcelona,El Viejo Topo/Nous Horitzons.24/ Vid. Fernández Buey, F. y Riechmann, J. (1999) Ni tribunos. Ideas y materiales para una programa ecosocialista.Madrid, Siglo XXI y Tello, E. (1999) “El socialismo de cada día”, <strong>en</strong> Monereo, M. y Chaves, P. (Coords),Para que el socialismo t<strong>en</strong>ga futuro. Claves de un discurso emancipatorio, Barcelona, El ViejoTopo/FIM.25/ A este respecto véa<strong>se</strong> Sempere, J. (1992). L’explosió de les necessitats, Barcelona, Edicions 62.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 97


normas -de ediciónRogamos a colaboradoras(es) y traductores(as) que utilic<strong>en</strong>, <strong>en</strong> los textos que nos <strong>en</strong>ví<strong>en</strong>,las sigui<strong>en</strong>tes normas de edición.✔ Nunca <strong>se</strong> utilizan negritas, subrayados o palabras <strong>en</strong> mayúsculas <strong>en</strong> el cuerpo de unartículo (con la excepción del nombre de la revista: VIENTO SUR que <strong>se</strong> escribe siempre<strong>en</strong> caja alta y con la primera palabra <strong>en</strong> cursiva).✔ Nunca <strong>se</strong> utiliza d<strong>en</strong>tro de palabras, sustituy<strong>en</strong>do al masculino o fem<strong>en</strong>ino la arroba @ oel asterisco *.✔ No <strong>se</strong> utilizan puntos para <strong>se</strong>parar siglas: EE UU (y no EE.UU.). CC OO (y no CC.OO.).✔ Las “cursivas” con comillas <strong>se</strong> utilizan exclusivam<strong>en</strong>te para expresiones y fra<strong>se</strong>s literales.✔ Las cursivas sin comillas <strong>se</strong> utilizan para títulos de periódicos, libros, películas, etc.;apodos; palabras <strong>en</strong> idiomas distintos al castellano, que no <strong>se</strong>an de uso aceptado;... o paradestacar una palabra o expresión.✔ Las palabras “<strong>en</strong>tre comillas” <strong>en</strong> letra recta, <strong>se</strong>gún el uso <strong>en</strong> el l<strong>en</strong>guaje cotidiano (paraexpresar una distancia con el significado literal de la palabra).✔ Los corchetes [ ] sólo <strong>se</strong> utilizan para notas de la redacción.✔ El formato de fecha es 9/4/2005.✔ Las notas a pie de página deb<strong>en</strong> reducir<strong>se</strong> al mínimo imprescindible.✔ Para refer<strong>en</strong>cias bibliográficas, <strong>se</strong> recomi<strong>en</strong>da como norma g<strong>en</strong>eral no utilizar notas a piede página, sino una “bibliografía citada” al final y refer<strong>en</strong>cias de apellido del autor y fechade la publicación, <strong>en</strong>tre paréntesis <strong>en</strong> el texto. Por ejemplo: (Gallo, 2004).✔ Los títulos de libros o artículos citados <strong>en</strong> otras l<strong>en</strong>guas <strong>se</strong> escrib<strong>en</strong> siempre <strong>en</strong> el idiomaoriginal. Cuando exista edición <strong>en</strong> castellano, <strong>se</strong> procurará incluirla <strong>en</strong> la refer<strong>en</strong>cia.✔ Los formatos de refer<strong>en</strong>cias bibliográficas son los sigui<strong>en</strong>tes:Libros, informes, tesisApellido, Inicial. (fecha) Título <strong>en</strong> cursiva. Lugar de edición: editorial.Por ejemplo: Gallo, A. M. (2004) A<strong>se</strong>sinato de un trostskista. Oviedo: Madú Ediciones.Capítulos de librosApellido, Inicial (fecha) "Título del capítulo <strong>en</strong>trecomillado". En Inicial Apellido(editores o compiladores: ed. eds. comp. comps.) Título del libro <strong>en</strong> cursiva. Lugar deedición: editorial.Por ejemplo: Gowan, P. (2002) "The American Campaign for GlobalSovereignty". En L. Panitch y C. Leys (eds.) Fighting Id<strong>en</strong>tities: Race, Religionand Ethno-Nationalism. Londres: Merlin Press.Artículos <strong>en</strong> revistasApellido, Inicial (fecha) "Título del artículo <strong>en</strong>trecomillado". Revista <strong>en</strong> cursiva,número o volum<strong>en</strong>, páginas.Por ejemplo: Pastor, J. (2004) "Argum<strong>en</strong>tos para un 'no' al TratadoConstitucional Europeo". VIENTO SUR, 78, 51-58.Artículos de pr<strong>en</strong>saApellido, Inicial. "Título del artículo <strong>en</strong>trecomillado". Periódico <strong>en</strong> cursiva, día/ mes/año, página.Por ejemplo: Calvo, J.M. "El <strong>en</strong>emigo invisible". El País, 6/03/2005, págs. 23-24.98 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


4vocesmiradasBajo la lluvia equivocadaVanesa Pérez-Sauquillo (Madrid, 1978)Ha publicado los poemarios: Estrellas por la alfombra, premio “Antonio Carvajal”(Hiperión, Madrid, 2001), Vocación de rabia, accésit del premio “FedericoGarcía Lorca” (Universidad de Granada, 2002), Inv<strong>en</strong>ción de gato(Calambur, Madrid, 2006). Bajo la lluvia equivocada (Hiperión, Madrid,2006) obtuvo el IX Premio de Arte Jov<strong>en</strong> de la Comunidad de Madrid. Ha traducido,junto a Niall Binns, la antología de Dylan Thomas Muertes y <strong>en</strong>tradas(1934-1953).Su obra figura <strong>en</strong> varias antologías.Este libro <strong>se</strong> abre con un verso de Dylan Thomas: “Demasiado tarde bajo la lluviaequivocada” y, <strong>en</strong> torno a él, <strong>se</strong> nos va desplegando un int<strong>en</strong>so relato deamor; es decir una historia de dudas, riesgo, ferocidad, ternura, osadía, desilusión...Tres vueltas sucesivas para buscar, <strong>en</strong>contrar y salvar “aquel tiempo defuria extraordinaria, /de amor imperdonable, / bajo la lluvia equivocada”. Así,sin certezas, desnudando el cuerpo y la palabra, a la intemperie, como “pájarode torm<strong>en</strong>ta”, nos llega la voz de Vanesa Pérez-Sauquillo. Pues escribir (igualque amar) es arrojar<strong>se</strong> al abismo, asumir la despo<strong>se</strong>sión, iniciar un camino ayunode certezas para reconocer que siempre es “demasiado tarde”. Ali<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> estelibro, el calor, el rescoldo de lo vivido : “he <strong>se</strong>ntido una llama cal<strong>en</strong>tarme losdedos”. Y también la verdad de la poesía; una certeza que nos ayuda a <strong>se</strong>guircaminando aunque <strong>se</strong>a demasiado tarde e incluso la lluvia esté equivocada.Antonio Crespo MassieuVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 99


escucho los ladridos, distintam<strong>en</strong>te,pero nada sé de e<strong>se</strong> perro que ard<strong>en</strong>i del dibujo de su huella por la tierra abrasada.Reconozco a los que lo han miradofr<strong>en</strong>te a fr<strong>en</strong>te. Escucho sus historias.He pasado varias veces la manoante sus ojos blancos desde <strong>en</strong>toncesy he <strong>se</strong>ntido una llama cal<strong>en</strong>tarme los dedos.Pero yo sólo escucho los ladridos.Incluso cuando sal<strong>en</strong> de mi boca.Nada sé de poesía.Tú que también escupes <strong>se</strong>cretam<strong>en</strong>te<strong>en</strong> el abrigo que escogió tu corazóny desconoces el porqué de lo elegido <strong>en</strong> sangre.No busques el <strong>se</strong>ntido de este libro.Tú tampoco quisiste <strong>se</strong>r pastorni le has dado comida a lo lejano.No me pidas un arma.Mi dedo no <strong>se</strong>ñala. Tan sólonos dibuja <strong>en</strong> la saliva.100 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


No la emoción <strong>en</strong> sísino el cadáver de las emocionesNiall Binns, “Tratado sobre los buitres”cu<strong>en</strong>cos de leche.Calle Limón.Fue la primera noche.Deshiciste mis tr<strong>en</strong>zasmeticulosam<strong>en</strong>te.Cu<strong>en</strong>cos de lecheo quizá era la luna<strong>en</strong> los balcones.Calle Limón, ponía.Deshechas las palabrasasomé todo el cuerpo,bailé sobre las puntas de la reja.P<strong>en</strong>sé que escucharíael canto del buitre.atrévete conmigo.Soy jov<strong>en</strong>.T<strong>en</strong>go mucho de<strong>se</strong>o que perder.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 101


lo que l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te abolido aún palpita como un rubí<strong>en</strong> el melodioso pico de los pájarosJuan Carlos Mestr<strong>en</strong>o es caída.Aunque <strong>se</strong>a tiempo de caíday todo caiga a nuestro alrededor.No es sangre <strong>se</strong>caaunque <strong>en</strong> los dedos quedepolvo rojo.No te lo creas.Es fruto y b<strong>en</strong>dición de otoñoy d<strong>en</strong>tro <strong>se</strong> sosti<strong>en</strong>e. Es primavera,d<strong>en</strong>tro.T<strong>en</strong>emos todo el cuerpo por delantey cuatro manos para abrirnos paso.la maldición de predecirtey acertarcon el daño<strong>en</strong> mi cuerpo.duerme la casadonde ya no nos refugiamos.Pasó la fiebre del amor y la lluvia.La torm<strong>en</strong>ta pasó. Pasó la casa.¿Y si la piel, después de todo,me <strong>en</strong>gañaba?Si creí que era árbol,aunque tú me dijeras que de Judas,que era latido el gesto,aunque tú me dijeras que temblor.102 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


A <strong>en</strong>emigo que huye...... pu<strong>en</strong>te de plataAnónimono sé cómo no vique un río me nacía de los piesdesde hace tanto tiempo.Ni cómo te mojabas los tobillosy mirabas la tierra más allá.Ni cómo poco a pocohabías labrado el pu<strong>en</strong>te,noche a noche,<strong>en</strong> la monotonía de las nochesque pesanhasta que <strong>se</strong> le romp<strong>en</strong> las asas al <strong>se</strong>ntidopero que sólo <strong>en</strong>tonces, sólo mucho después,revelan su desgarro o su creación.No sé. No me di cu<strong>en</strong>ta.Sólo falta la plata.Es fácil. Me dijiste. Llora un poco.Tanto amor para acabar así,orfebre de desdichabrindándole un espejo a tu pisada.Le plus profond, c´est la peauPaul Valerylo amargo era la piel.No lo profundo.Y t<strong>en</strong>ías que morderla hasta su c<strong>en</strong>tro,hasta <strong>se</strong>ntir la muertebati<strong>en</strong>do <strong>en</strong> la pared de la garganta,para <strong>en</strong>contrar un poco de dulzor.No lo profundo.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 103


te esperodonde siemprecuando nuncaCaía fatalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la trampa del teléfonoque como un abismo atrae a los objetos que lo rodeanNicanor Parraéste es mi contestador automático.Para herir, simplem<strong>en</strong>te, marque 1.Para contar m<strong>en</strong>tiras que me crea, marque 2.Para las confesiones trasnochadas, marque 4.Para interpretaciones literariasproducto del alcohol, marque 6.Para poemas, marque almohadilla.Para cortar definitivam<strong>en</strong>te la comunicación,no marque nada, pero tampoco cuelgue,titubee <strong>en</strong> el teléfono(a <strong>se</strong>r posible durante varios me<strong>se</strong>s)hasta que note que voy abandonando el aparatoa intervalos de tiempo cada vez más largos.No de<strong>se</strong>spere. Aguante.Espere a que <strong>se</strong>a yo la que <strong>se</strong> rinda.Le evitará cualquier remordimi<strong>en</strong>to.Gracias.me equivoqué a tus pies.P<strong>en</strong>sé que eran raíceslo que siempre fue sombra.104 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


5aquíy ahoraLa situación social y los sindicatosPedro Montes y Diosdado ToledanoLa situación social y las condiciones laborales <strong>en</strong> el Estado español están muy degradadasy empeoran continuam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los últimos tiempos, tanto cuando gobernada laderecha del PP como ahora con el gobierno del PSOE. No hay una significativa resist<strong>en</strong>ciasocial y los sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, prestan una estimableayuda a la política neoliberal dura que <strong>se</strong> lleva a cabo.Las retribuciones de los trabajadores no alcanzan el 50% de la r<strong>en</strong>ta nacional.Los salarios cada año ap<strong>en</strong>as recuperan el poder adquisitivo perdido por las alzasde precios, mi<strong>en</strong>tras que los resultados de las empresas arrojan unos b<strong>en</strong>eficio<strong>se</strong>xultantes. La precariedad del empleo afecta al 33% de los trabajadores, tres vecesmás que la media de la Unión Europea de los 15 (<strong>en</strong> adelante, <strong>en</strong> las comparaciones,nos referimos siempre a esta Unión, previa a la Europa de los 25 surgida <strong>en</strong>2004 con la ampliación a los paí<strong>se</strong>s del Este). Esta extrema inestabilidad permiteuna sobre explotación de los trabajadores, por bajos salarios y unas descontroladasjornadas laborales, acarrea una alta siniestralidad laboral, cuya más dramática con<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>ciaes una cad<strong>en</strong>a interminable de muertes: <strong>en</strong> 2005, cada día, murieron poraccid<strong>en</strong>tes laborales cuatro trabajadores. Ci<strong>en</strong>tos de miles de inmigrantes, legalizadoso sin legalizar, constituy<strong>en</strong> un ejército de re<strong>se</strong>rva que es explotado hasta la ext<strong>en</strong>uación,<strong>en</strong> unas condiciones laborales y de vida que rozan muchas veces laesclavitud y la mi<strong>se</strong>ria absoluta.Los gastos <strong>en</strong> protección social <strong>en</strong> la Unión Europea repre<strong>se</strong>ntan como media el28% del PIB. En el Estado español no llegan al 20%. Esta abismal difer<strong>en</strong>cia <strong>se</strong> refleja<strong>en</strong> todas las facetas del Estado del Bi<strong>en</strong>estar y, si <strong>se</strong> ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta el retrasocomparativo de la economía española, resulta que el gasto por persona <strong>en</strong> protecciónsocial repre<strong>se</strong>nta, <strong>en</strong> términos absolutos, m<strong>en</strong>os del 50% de la media de laUnión Europea. Los gastos <strong>en</strong> p<strong>en</strong>siones son cuatro puntos m<strong>en</strong>os del PIB, los gasto<strong>se</strong>n sanidad y educación son casi los más bajos de la Unión Europea, con su<strong>se</strong>fectos inevitables <strong>en</strong> una sanidad muy degradada, con colas interminables de listasde espera, y una <strong>en</strong><strong>se</strong>ñanza muy defici<strong>en</strong>te, que determina un gran porc<strong>en</strong>taje dealumnos con fracaso escolar. El crecimi<strong>en</strong>to de la población, derivado principalm<strong>en</strong>tede la inmigración, no esta t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do su correspondi<strong>en</strong>te asignación presupuestaria,con la consigui<strong>en</strong>te pérdida de calidad de los <strong>se</strong>rvicios públicos. Losgastos de at<strong>en</strong>ción a la familia y otros muchos gastos necesarios para at<strong>en</strong>der a co-VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 105


lectivos <strong>en</strong> dificultades o marginados están a sus niveles mínimos, al punto que <strong>se</strong>estima que un 3% de la población vive <strong>en</strong> lo que <strong>se</strong> considera pobreza absoluta.El sistema fiscal es de los más injustos de la Unión Europea, aparte de insufici<strong>en</strong>te,por el peso desmesurado de los impuestos indirectos y por la baja proporción delos impuestos directos y las fu<strong>en</strong>tes de r<strong>en</strong>ta que gravan. El fraude fiscal, como <strong>se</strong>reconoce incluso oficialm<strong>en</strong>te, es muy elevado, no <strong>se</strong> combate con decisión y afectaprimordialm<strong>en</strong>te a los altos ingresos, las r<strong>en</strong>tas del capital y los b<strong>en</strong>eficios de laespeculación.Las privatizaciones de las empresas públicas han desolado el <strong>se</strong>ctor público productivoy <strong>se</strong> registra una creci<strong>en</strong>te privatización, abierta o <strong>en</strong>cubierta, de los <strong>se</strong>rviciospúblicos e<strong>se</strong>nciales, tales como la educación y la sanidad. La subcontratacióno “externalización” de actividades <strong>se</strong> ha g<strong>en</strong>eralizado y multiplicado <strong>en</strong> todos losámbitos de la economía, incluidas las instituciones públicas, traduciéndo<strong>se</strong> <strong>en</strong> unacreci<strong>en</strong>te desregulación laboral, mayor precariedad y m<strong>en</strong>or <strong>se</strong>guridad.La vivi<strong>en</strong>da, sometida a un grado de especulación desaforada y a una corrupcióngigantesca, <strong>se</strong> ha hecho inalcanzable para la inm<strong>en</strong>sa mayoría de los trabajadoresjóv<strong>en</strong>es, y está determinando que muchas capas sociales cuando logran acceder aun piso <strong>se</strong>a al coste <strong>en</strong>orme de <strong>en</strong>deudar<strong>se</strong> con hipotecas que absorb<strong>en</strong> como mediacasi el 50% de los ingresos familiares y con unos plazos de pago que llegan a los40 años, e incluso a los 50. A través de la especulación del suelo, decisivo <strong>en</strong> elprecio de la vivi<strong>en</strong>da, <strong>se</strong> ha creado un mecanismo de explotación sin preced<strong>en</strong>tes,por la cuantía y su garantizada duración.La economía <strong>en</strong> los últimos tiempos ha evolucionado favorablem<strong>en</strong>te si nos at<strong>en</strong>emosa las tasas de crecimi<strong>en</strong>to del PIB y al aum<strong>en</strong>to del empleo. Aún así, el parorepre<strong>se</strong>nta el 8.5% de la población activa y son muchos los de<strong>se</strong>quilibrios y problemasque arrastra la economía como para p<strong>en</strong>sar que <strong>se</strong> avecinan tiempos duros. Lainflación supera <strong>en</strong> casi 2 con dos la media de la Unión Europea; el déficit de la balanzade pagos por cu<strong>en</strong>ta corri<strong>en</strong>te alcanzará <strong>en</strong> 2006 el porc<strong>en</strong>taje insólito del8,3% del PIB, <strong>se</strong>gún previsiones del FMI; el <strong>en</strong>deudami<strong>en</strong>to de las familias y empresa<strong>se</strong>stá desorbitado <strong>se</strong>gún los niveles históricos y, <strong>en</strong> fin, el crecimi<strong>en</strong>to económicode los últimos años ha descansado <strong>en</strong> la construcción, particularm<strong>en</strong>te del<strong>se</strong>ctor de la vivi<strong>en</strong>da, que ha gozado de una prolongada expansión que no puedesost<strong>en</strong>er<strong>se</strong> y que parece tocar a su fin.Este estado de cosas y su t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a empeorar sugiere que la lucha de cla<strong>se</strong>s deberíahaber cobrado gran int<strong>en</strong>sidad <strong>en</strong> los últimos años, con el resultado de que el movimi<strong>en</strong>toobrero no habría sido capaz de modificar el curso de los acontecimi<strong>en</strong>tos,esto es, de impedir con sus luchas y oposición la regresión continua de los derechoslaborales y la degradación de las condiciones de vida de los trabajadores. Sin embargo,no hay que <strong>en</strong>gaña<strong>se</strong>. Todo lo ocurrido <strong>en</strong> los últimos tiempos no sólo ha sucedidosin resist<strong>en</strong>cia social destacable sino que, además, los sindicatos, o si <strong>se</strong> quiere,por <strong>se</strong>r mas preciso, las direcciones sindicales, han amparado la ori<strong>en</strong>tación de laspolíticas regresivas del PP y del PSOE y han apoyado abiertam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> algunos casos106 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


contrarreformas legales que implicaban retrocesos importantes <strong>en</strong> la situación social,como la reforma de las p<strong>en</strong>siones, las reformas del mercado de trabajo, o la reformadel sistema fiscal. Han existido conflictos laborales de empresas y <strong>se</strong>ctores importantesy localizados, como <strong>en</strong> el <strong>se</strong>ctor naval o la empresa automovilística Seat, pero almarg<strong>en</strong> de ello, <strong>se</strong> puede afirmar que los sindicatos mayoritarios forman parte de lasfuerzas institucionales que han contribuido a conformar una sociedad profundam<strong>en</strong>teinjusta, bastante desarticulada y con muy graves problemas sociales y económicos,unas veces mirando para otro lado, de<strong>se</strong>nt<strong>en</strong>diéndo<strong>se</strong> de sus responsabilidades, yotras, comprometi<strong>en</strong>do toda su influ<strong>en</strong>cia para alcanzar objetivos espurios a los intere<strong>se</strong>sde los trabajadores, y adoptando una respetabilidad y un afán de contribuir a lagobernabilidad y a la paz social que raya el ridículo y lo grotesco <strong>en</strong> una sociedad decla<strong>se</strong>s tan desgarrada. El desplome ideológico de los sindicatos mayoritarios y su desori<strong>en</strong>taciónpolítica quizás <strong>se</strong> expre<strong>se</strong> contund<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te resaltando que <strong>en</strong> el refer<strong>en</strong>dosobre la constitución europea celebrado <strong>en</strong> febrero de 2005, tanto CC OOcomo UGT espaldaron con <strong>en</strong>tusiasmo el voto favorable.La vida sindical <strong>en</strong> el país esta dominada por estos sindicatos, que estando equiparado<strong>se</strong>n pre<strong>se</strong>ncia <strong>en</strong> los comités de empresa y <strong>en</strong> delegados sindicales, suman <strong>en</strong>treellos más de 70% de estos <strong>en</strong> todo el estado. A la izquierda de UGT y CC OO exist<strong>en</strong>diversas organizaciones sindicales, a nivel confederal está CGT sindicato anarcosindicalistacon implantación desigual <strong>en</strong> el Estado y una pre<strong>se</strong>ncia significativa <strong>en</strong>algunas fábricas industriales, especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el <strong>se</strong>ctor del automóvil; a nivel <strong>se</strong>ctorialsanidad, <strong>en</strong><strong>se</strong>ñanza y administración pública exist<strong>en</strong> sindicatos con importanterepre<strong>se</strong>ntatividad, tales como CATAC, USTEC, STES, que <strong>en</strong> Catalunya <strong>se</strong> agrupan<strong>en</strong> la IAC; <strong>en</strong> el campo andaluz <strong>se</strong> manti<strong>en</strong>e con un alto grado de actividad y proyecciónel SOC; <strong>se</strong> manti<strong>en</strong><strong>en</strong> diversos sindicatos de larga trayectoria <strong>en</strong> la izquierdasindical, como la Corri<strong>en</strong>te Sindical de Izquierda <strong>en</strong> Asturias, la COS <strong>en</strong> Madrid, SU,etc.; por otra parte, como resultado de rupturas por la izquierda con CC OO han surgidomúltiples sindicatos: el Sindicato Ferroviario, COBAS de Telefónica, etc. Lossindicatos ella y LAB, nacionalistas, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> mayoría <strong>en</strong> la comunidad autonómicavasca. Todos ellos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> posiciones sindicales más clasistas que los sindicatos mayoritarios.En Galicia ti<strong>en</strong>e implantación el sindicato CIGA vinculado también a los<strong>se</strong>ctores nacionalistas de izquierda.Las organizaciones de la “izquierda sindical” han jugado un papel destacado <strong>en</strong> numerososconflictos fabriles y <strong>se</strong>ctoriales, han podido condicionar <strong>en</strong> ocasiones la actividadde los grandes sindicatos, o han jugado un papel de apoyo <strong>en</strong> numerosasiniciativas de índole social, <strong>en</strong> la “Red contra la precariedad, las deslocalizaciones ycierres de empresa <strong>en</strong> Catalunya”, <strong>en</strong> la solidaridad con la lucha inmigrante, <strong>en</strong> elmovimi<strong>en</strong>to altermundialista, como es el caso de IAC <strong>en</strong> el FSMED, etc., sin embargo,como con<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>cia de su fraccionami<strong>en</strong>to, desigual implantación y <strong>en</strong> ocasiones<strong>se</strong>ctarismos de algunas de sus compon<strong>en</strong>tes, no han t<strong>en</strong>ido la capacidad de articularun refer<strong>en</strong>te estatal con capacidad de convocar paros o huelgas g<strong>en</strong>erales con éxito.Hasta la fecha, las iniciativas para articular una coordinación de la izquierda sindical,VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 107


impulsadas por las organizaciones más unitarias como la IAC, etc., no han contadocon el apoyo de CGT, sindicato que <strong>en</strong> los últimos años ha t<strong>en</strong>ido una deriva <strong>se</strong>ctariaque ha provocado el abandono de sus filas de significados sindicalistas.Sería difícil destacar <strong>en</strong>tre UGT y CC OO cual de sus direcciones está más a la derecha.Si nos at<strong>en</strong>emos a la composición de sus ba<strong>se</strong>s, es indiscutible que Comisionesrecoge <strong>en</strong> su <strong>se</strong>no al <strong>se</strong>ctor de la cla<strong>se</strong> obrera con mayor tradición de lucha y ello <strong>se</strong>deja notar <strong>en</strong> la actividad sindical <strong>en</strong> las empresas. Cuando gobernaba el PP, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do<strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta los lazos históricos <strong>en</strong>tre el PSOE y UGT, este sindicato <strong>en</strong> líneas g<strong>en</strong>eralesmant<strong>en</strong>ía posiciones m<strong>en</strong>os <strong>en</strong>treguistas que CC OO, y así, por ejemplo, rechazó<strong>en</strong> su mom<strong>en</strong>to una nueva reforma de las p<strong>en</strong>siones. Posteriorm<strong>en</strong>te, tras la victoriadel PSOE <strong>en</strong> las elecciones g<strong>en</strong>erales de marzo de 2004, <strong>se</strong> han alternado las posicionesrelativas, d<strong>en</strong>tro, hay que insistir, de una derechización insólita de ambos sindicatos,que resulta mucho más sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te y grave <strong>en</strong> el caso de CC OO por su pasado.Ninguna agitación interna recorre a UGT y la cohesión y armonía d<strong>en</strong>tro del sindicatoes muy fuerte. No puede decir<strong>se</strong> lo mismo <strong>en</strong> cuanto a CC OO, justo por su pasadoy por el extraordinario giro que los dirig<strong>en</strong>tes mayoritarios han dado a la política sindical.Desde hace más de diez años existe <strong>en</strong> el <strong>se</strong>no de este sindicato el llamado“<strong>se</strong>ctor crítico” que ha logrado <strong>en</strong> los últimos tres congresos confederales <strong>en</strong> torno al30% de los votos (a pesar de los procedimi<strong>en</strong>tos turbios que son práctica común <strong>en</strong> elsindicato a la hora de elegir los delegados) y que ha mant<strong>en</strong>ido unas posiciones políticasde izquierda coher<strong>en</strong>tes con la izquierda y sindicales de cla<strong>se</strong>. En el referido refer<strong>en</strong>dosobre la constitución europea el <strong>se</strong>ctor crítico mantuvo <strong>en</strong> todo mom<strong>en</strong>to unrechazo firme a la Europa ultraliberal que <strong>se</strong> pret<strong>en</strong>día consagrar con el texto constitucional.Lam<strong>en</strong>tablem<strong>en</strong>te, la represión sindical <strong>se</strong> ha descargado muchas veces sobrelos miembros de dicho <strong>se</strong>ctor y, contra toda regla democrática, están alejados dela dirección del sindicato. En estas condiciones y dado el clima de apatía sindical dominante,la actividad de <strong>se</strong>ctor crítico es limitada y bastante agotadora para susmiembros, atrapados <strong>en</strong> la maquinaria de la mayoría y su abusivo comportami<strong>en</strong>to,ligado sin duda al propio giro de la política sindical, todo lo cual ha provocado fuertescontradicciones <strong>en</strong> su <strong>se</strong>no, <strong>en</strong>tre los <strong>se</strong>ctores que defi<strong>en</strong>d<strong>en</strong> la coher<strong>en</strong>cia de laizquierda sindical y qui<strong>en</strong>es <strong>se</strong> han adaptado al sindicalismo “oficial”. El caso má<strong>se</strong>mblemático <strong>se</strong> produjo <strong>en</strong> ocasión de la firma del Expedi<strong>en</strong>te de Regulación de Empleoa finales de 2005 <strong>en</strong> SEAT, donde por primera vez <strong>en</strong> una gran Empresa los dirig<strong>en</strong>tesde UGT y CCOO acordaron el despido forzoso de 660 trabajadores/as; esteacuerdo de despidos suscitó unas contund<strong>en</strong>tes declaraciones de reprobación del líderhistórico del <strong>se</strong>ctor crítico Agustín Mor<strong>en</strong>o, desautorizando <strong>en</strong> la práctica, la participación<strong>en</strong> la firma de dicho acuerdo de varios sindicalistas de SEAT que <strong>se</strong>“reclaman” del <strong>se</strong>ctor crítico.La última movilización significativa llevada a cabo llevada a cabo por los sindicatosfue una huelga g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> 2002 (la ante anterior fue <strong>en</strong> 1994) convocada contrael gobierno del PP al int<strong>en</strong>tar éste imponer unas reformas regresivas importantes(suprimir los salarios de tramitación <strong>en</strong> los despidos, redefinir el empleo adecuado108 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


para eliminar a los perceptores del <strong>se</strong>guro de paro que rechaza<strong>se</strong>n una oferta de empleoy “reord<strong>en</strong>ar”el subsidio agrario).Aquella huelga, más que la culminación de un proceso de resist<strong>en</strong>cia a las medidasantisociales que había adoptado el gobierno del PP desde su victoria <strong>en</strong> 1996, fue unareacción al desprecio con que dicho gobierno ya trataba a los sindicatos. En aquellaocasión, más que el fondo de la cuestión, lo que provocó las iras de las direccionessindicales fue temor de dejar de <strong>se</strong>r interlocutores válidos del gobierno para acomodaral país a un modelo neoliberal extremo y de perder poder institucional. Lo anteriorno es una interpretación maniquea de lo acontecido. En una <strong>en</strong>trevista al<strong>se</strong>cretario g<strong>en</strong>eral de CC OO, publicada por el periódico El País dos días antes de lahuelga, <strong>se</strong> le preguntó expresivam<strong>en</strong>te: “¿Cómo <strong>se</strong> explica que CC OO haya pasadodel abrazo con el Gobierno a esta confrontación tan radical?” La respuesta fue lasigui<strong>en</strong>te: “No hemos estado nunca abrazados con el Gobierno. Había un conv<strong>en</strong>cimi<strong>en</strong>to<strong>en</strong> CC OO, que sigue existi<strong>en</strong>do, de que el diálogo es un instrum<strong>en</strong>to importantísimopara producir reformas. Se ha pasado a la confrontación porque elGobierno ha ejercido la imposición por motivos que desconozco”.La huelga fue reconocida como un éxito y el único precio que pagó el gobiernofue retocar ligeram<strong>en</strong>te los cambios que pret<strong>en</strong>día. Fue sufici<strong>en</strong>te modificar lo delempleo adecuado para que los sindicatos detuvieran <strong>en</strong> <strong>se</strong>co las protestas y <strong>se</strong>abrie<strong>se</strong> un periodo de paz social sin preced<strong>en</strong>tes, aprovechado por la patronal y losgobiernos de turno par avanzar <strong>en</strong> sus objetivos. Por si fuera poco, cada año los sindicatoshan tomado la costumbre de alcanzar un acuerdo con la patronal para <strong>en</strong>cuadrarla negociación colectiva y eliminar <strong>en</strong> lo posible los conflictos <strong>en</strong> la<strong>se</strong>mpresas. En dichos acuerdos, los sindicatos ced<strong>en</strong> <strong>en</strong> sus salarios, determinándo<strong>se</strong>que el crecimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el mejor de los casos suponga la recuperación de poder adquisitivoperdido por la inflación, mi<strong>en</strong>tras que las pot<strong>en</strong>ciales mejoras <strong>se</strong> dejan alalbur de lo que <strong>se</strong> consigan <strong>en</strong> la negociación de los conv<strong>en</strong>ios que, como <strong>se</strong> compr<strong>en</strong>derá,<strong>en</strong> el actual estado de desmovilización y relación de fuerzas, han pasadoa convertir<strong>se</strong> <strong>en</strong> ámbitos donde <strong>se</strong> negocian las reivindicaciones empresariales.A lo largo del año <strong>en</strong> curso, aprovechándo<strong>se</strong> de la actitud de las direcciones sindicales,<strong>se</strong> han adoptado nuevas reformas muy graves <strong>en</strong> asuntos tan importantes comolas p<strong>en</strong>siones, del mercado laboral, la reforma fiscal, por citar solo cuestiones g<strong>en</strong>erales.Para t<strong>en</strong>er derecho a la p<strong>en</strong>sión de jubilación <strong>se</strong> ha ampliado el período de cotizacióna 15 años reales. El cambio adquiere todo su valor considerando el extremogrado de precariedad <strong>en</strong> la contratación y los altos niveles de paro. El pacto alcanzado<strong>en</strong>tre el gobierno, la patronal y CC OO y UGT sobre el mercado laboral para reducirla temporalidad ha t<strong>en</strong>ido como puntos mas sustanciales la reducción de lacuota patronal al <strong>se</strong>guro de paro y las subv<strong>en</strong>ciones a las empresas para sustituir loscontratos temporales por contratos fijos, que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una p<strong>en</strong>alización por despidoirrelevante. Las modificaciones fiscales han afectado al impuesto de la r<strong>en</strong>ta de laspersonas físicas, para reducir el tipo máximo del 45 al 43%, vi<strong>en</strong>e de un 56%, y paramejorar la imposición de las plusvalías desde un trato de favor escandaloso. Por otroVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 109


lado, <strong>se</strong> ha reducido también el tipo de gravam<strong>en</strong> de los b<strong>en</strong>eficios empresariales desdeel 35 al 30%. Así continuam<strong>en</strong>te. Desde hace años. Cada vez que los dirig<strong>en</strong>tessindicales <strong>se</strong> si<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> la mesa negociación y firman pactos es para hacer concesione<strong>se</strong>n nombre de los trabajadores y <strong>en</strong>tregar impunem<strong>en</strong>te sus derechos.Dándole una interpretación políticam<strong>en</strong>te correcta a las palabras, cabe afirmarque el más grave problema de los trabajadores españoles es la ori<strong>en</strong>tación claudicantey de conciliación con las políticas neoliberales que predomina <strong>en</strong> sus dosgrandes sindicatos, <strong>en</strong> particular <strong>en</strong> la mayoría de los cuadros de sus direcciones.La conclusión es obvia, para desbloquear esta situación es necesario desplegar todoslos esfuerzos para reconstruir sobre ba<strong>se</strong>s anticapitalistas, democráticas e internacionalistaslas organizaciones del movimi<strong>en</strong>to obrero. La tarea no es fácil, no hayun manual que indique como hacerlo, pero es un objetivo imprescindible.27/09/2006Pedro Montes es economista, autor de varios libros, destacado activista del <strong>se</strong>ctor crítico deCC OO, miembro de la Presid<strong>en</strong>cia de Izquierda Unida, militante de la IV Internacional.Diosdado Toledano, trabajador de SEAT, activista de la Asamblea de Despedidos de dichaempresa, sindicalista de amplia trayectoria primero <strong>en</strong> CC OO, CGT y <strong>en</strong> la actualidad sinadscripción sindical; activista <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to altermundialista; miembro de la Presid<strong>en</strong>ciade IU y de la Perman<strong>en</strong>te de EuiA, militante de la IV Internacional.La extrema derecha <strong>en</strong> el Estado españolMiguel UrbánEn los últimos me<strong>se</strong>s han empezado a aparecer <strong>en</strong> la pr<strong>en</strong>sa artículos sobre la actividadde los grupos de ultraderecha <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes puntos de la geografía del Estadoespañol, g<strong>en</strong>erando un cierto clima, pasajero, de preocupación social. La realidades que la extrema derecha, aunque llevara tiempo sin acaparar la at<strong>en</strong>ción mediática,ha <strong>se</strong>guido muy activa y pre<strong>se</strong>nte <strong>en</strong> gran parte de nuestros barrios y pueblosLos análisis aparecidos <strong>en</strong> la pr<strong>en</strong>sa sobre este tema ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un carácter sumam<strong>en</strong>tesimplista y, <strong>en</strong> gran parte de los casos <strong>se</strong>nsacionalista, c<strong>en</strong>trándo<strong>se</strong> fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te<strong>en</strong> la acciones de los grupos juv<strong>en</strong>iles neonazis, asimilados a hinchadasradicales de fútbol o al f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o, popularizado <strong>en</strong> los nov<strong>en</strong>ta, de las “tribus urbanas”.Este rep<strong>en</strong>tino interés de los medios de comunicación ha sido la con<strong>se</strong>cu<strong>en</strong>ciade las últimas actuaciones públicas de los grupos juv<strong>en</strong>iles, con las brutales ataquesa militantes de izquierdas <strong>en</strong> Castilla y León, las constantes am<strong>en</strong>azas a militantessociales <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia, el boicoteo a todo acto <strong>en</strong> el que participara Santiago Carrilloy los últimos ataques, <strong>en</strong> Madrid, a ca<strong>se</strong>tas políticas <strong>en</strong> fiestas populares.Este tratami<strong>en</strong>to mediático ha obviado sistemáticam<strong>en</strong>te, o ha analizado de soslayo,la cuestión de los partidos u organizaciones políticas de la ultraderecha y su situaciónactual, que constituye el verdadero nudo gordiano de la cuestión.La int<strong>en</strong>ción de este articulo es, por tanto, lanzar una <strong>se</strong>rie de preguntas y respuestassobre el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la extrema derecha <strong>en</strong> el Estado español, que nos per-110 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


mita hacer una radiografía sobre la cuestión, poder compr<strong>en</strong>der las difer<strong>en</strong>tes corri<strong>en</strong>tesque compon<strong>en</strong> este heterogéneo grupo, sus pot<strong>en</strong>cialidades y debilidades ylas posibilidades de que conform<strong>en</strong> una alternativa político/ electoral, a la derechadel Partido Popular, a medio plazo. [...]El giro de los 80. Desde principios de los och<strong>en</strong>ta hasta mediados de los nov<strong>en</strong>ta<strong>se</strong> desarrollaron diversos procesos paralelos de reconstrucción, que han determinadola situación actual de la extrema derecha española. Por un lado <strong>se</strong> desarrolló,<strong>en</strong>tre una gran parte de la ultraderecha, una autocrítica profunda de sus postulado<strong>se</strong>n clave de la nueva derecha nacida <strong>en</strong> Europa. Se animaron gran cantidad de revistasy c<strong>en</strong>tros de estudio teóricos, <strong>en</strong>tre los cuales destacó el grupo neonazi CirculoEspañol de Amigos de Europa, que int<strong>en</strong>to introducir los elem<strong>en</strong>tos teóricosque caracterizaron la r<strong>en</strong>ovación ideológica del “mayo blanco”.Este proceso significó, <strong>en</strong> un primer mom<strong>en</strong>to, una profunda crisis ideológica, yaque rompía con los postulados de la derecha católica ultramontana, clásicam<strong>en</strong>teespañola, y sólo calaron <strong>en</strong>tre ciertos <strong>se</strong>ctores juv<strong>en</strong>iles, que <strong>se</strong> definieron como antisistema,haci<strong>en</strong>do del activismo callejero uno de sus principales banderines de <strong>en</strong>ganche.El principal ejemplo de este proceso fueron las Ba<strong>se</strong>s Autónomas. Peroactualm<strong>en</strong>te gran parte de estos principios <strong>se</strong> están convirti<strong>en</strong>do <strong>en</strong> hegemónicos,relegando a un <strong>se</strong>gundo plano a la nostalgia franquista y <strong>en</strong>lazando con los postuladosde los grupos de ultraderecha europea, como la crítica al sistema de repre<strong>se</strong>ntación,al actual modelo de construcción europea y de globalización neoliberal,anteponi<strong>en</strong>do la unión de las patrias, la exaltación de la x<strong>en</strong>ofobia y el populismo yel abandono del ideal católico, igualitario y uniformador.Paralelam<strong>en</strong>te a esta reelaboración teórica, nacía un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o nuevo <strong>en</strong> la políticade nuestro Estado, el populismo contestatario, un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o difícil de clasificar, peroque, al igual que los pujadistas <strong>en</strong> la década de los ’50 <strong>en</strong> Francia, repre<strong>se</strong>ntaron unfascismo elem<strong>en</strong>tal que recogió un voto de protesta, pero que por sus grandes debilidades,fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te ideológicas y estratégicas no supieron consolidar. Los doscasos más paradigmáticos de este espectro político fueron la Agrupación de Electoresde José María Ruíz Mateos, empresario andaluz que com<strong>en</strong>zó su carrera política araíz de su protesta contra el gobierno socialista por la expropiación de su holding empresarial,Rumasa, obt<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do, <strong>en</strong> 1989, 608.560 votos y dos diputados, y el GrupoIndep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te Liberal, liderado por el también empresario Jesús Gil, que llegó a gobernardifer<strong>en</strong>tes municipios andaluces, <strong>en</strong>tre ellos Marbella.Aunque con motivaciones distintas, estas dos experi<strong>en</strong>cias demostraron la exist<strong>en</strong>ciade un nicho electoral, de carácter contestatario, a la derecha del propio PP yla importancia de los medios de comunicación como arma electoral, ya que los dosproyectos consiguieron gran parte de sus éxitos gracias a la relevancia mediática desus respectivos líderes. A pesar de sus posteriores fracasos y de la desaparición desus respectivos partidos, <strong>se</strong> puede decir que inauguraron un camino que está si<strong>en</strong>doactualm<strong>en</strong>te explorado, de forma más intelig<strong>en</strong>te, por la Nueva Derecha, explotan-VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 111


do y r<strong>en</strong>tabilizando políticam<strong>en</strong>te focos de conflictividad local <strong>en</strong> torno a temas deord<strong>en</strong> público o inmigración.Actualm<strong>en</strong>te, la extrema derecha <strong>se</strong> <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> un periodo de reagrupami<strong>en</strong>tot<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te a una posible eclosión electoral, para lo cual deberá de resolver todavíasu atomización, que cada vez empieza a estar mas claram<strong>en</strong>te polarizada <strong>en</strong>tre dos<strong>se</strong>ctores fundam<strong>en</strong>tales: el de la derecha nostálgica pero con ciertos elem<strong>en</strong>tos r<strong>en</strong>ovadores,como es el caso de Falange Española y el de la Nueva Derecha quecada día <strong>se</strong> afianza más, con ejemplos como la Plataforma por Cataluña, España2000 y Democracia Nacional.Los grupos juv<strong>en</strong>iles neonazis: la punta del iceberg. Como com<strong>en</strong>tabaal comi<strong>en</strong>zo de este artículo, la mayoría de los medios de comunicación suel<strong>en</strong> c<strong>en</strong>trar<strong>se</strong><strong>en</strong> la actividad de los grupos juv<strong>en</strong>iles de la extrema derecha. Esto respondea varios factores: <strong>en</strong> primer lugar, son estos grupos los que actualm<strong>en</strong>te <strong>se</strong> muestranmás activos; hay que recordar que la ultraderecha española siempre ha t<strong>en</strong>idoun carácter muy militante y activo <strong>en</strong> la calle; por ultimo, son los que más alarmasocial despiertan, por sus ataques físicos de corte racista, x<strong>en</strong>ófobo e ideológico, ylos que pued<strong>en</strong> <strong>se</strong>r mas fácilm<strong>en</strong>te criminalizables por los poderes públicos, ocultandola e<strong>se</strong>ncia y la verdadera cuestión del problema, evitando analizar las verdaderascausas de este f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o y su relación con el propio sistema, <strong>en</strong> el que <strong>se</strong>sust<strong>en</strong>tan las democracias formales capitalistas.Los últimos artículos periodísticos cifran el número de <strong>se</strong>guidores de estos grupo<strong>se</strong>n unos 10.000 jóv<strong>en</strong>es /1. Estos datos son estimaciones que pued<strong>en</strong> estar alzadas,pero lo que es indudable es que los grupos de extrema derecha han crecido<strong>se</strong>nsiblem<strong>en</strong>te tanto <strong>en</strong> militancia como <strong>en</strong> su pre<strong>se</strong>ncia <strong>en</strong> la calle. Además undato significativo es su composición social, pues <strong>en</strong> estos grupos ya no <strong>se</strong> da sólo elprototipo de jov<strong>en</strong> “pijo <strong>en</strong>gominado” de derechas, sino que de un tiempo a estaparte <strong>se</strong> nutr<strong>en</strong> fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te de chavales de barrios obreros, desclasados, quev<strong>en</strong> <strong>en</strong> este tipo de grupo una forma de canalizar su malestar social y una voluntadde pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia colectiva. Muchos de estos colectivos son autónomos y manti<strong>en</strong><strong>en</strong>relaciones de conniv<strong>en</strong>cia con los partidos de ultraderecha, a modo de cantera demilitantes. Estas relaciones no suel<strong>en</strong> formalizar<strong>se</strong>, ya que,desde hace tiempo, estospartidos int<strong>en</strong>tan alejar<strong>se</strong> de la asimilación con los grupos juv<strong>en</strong>iles más radicalesde este <strong>se</strong>ctor, de cara a poder pre<strong>se</strong>ntar una cara pública “respetable”.Estos colectivos <strong>se</strong> muestran activos <strong>en</strong> toda la geografía del Estado, pero fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>teson significativos <strong>en</strong> Valladolid, León, Zamora, Guadalajara, Madrid,Barcelona y Val<strong>en</strong>cia. En las cuatro primeras provincias, han realizado una campañade acoso a organizaciones y activistas de izquierdas, con am<strong>en</strong>azas y ataques adifer<strong>en</strong>tes locales, el ultimo de estos, realizado con cócteles molotov al local delPCE de Guadalajara, y agresiones físicas, que habitualm<strong>en</strong>te ha consistido <strong>en</strong> grabaruna esvástica <strong>en</strong> el cuerpo de las victimas con una navaja al rojo.1/ Duva, J. “10000 ultras unidos por la x<strong>en</strong>ofobia”. El País, 08/10/2006.112 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


En Madrid, el problema ha sido especialm<strong>en</strong>te preocupante <strong>en</strong> los últimos me<strong>se</strong>s,<strong>en</strong> los que <strong>se</strong> han int<strong>en</strong>sificado las acciones de la extrema derecha, c<strong>en</strong>trándo<strong>se</strong> <strong>en</strong>las fiestas de difer<strong>en</strong>tes barrios y pueblos de la comunidad, coordinando diez ataquesa ca<strong>se</strong>tas y otras tantas agresiones a militantes de izquierdas, sólo <strong>en</strong> el mes de<strong>se</strong>ptiembre, con un saldo de más de veinte personas heridas, varias de ellas graves.Incluso el 28 de octubre, después de una manifestación de la Falange Española, <strong>se</strong>realizo un concierto neonazi, bajo el nombre de “Iberian Fest”, <strong>en</strong> el que intervinouna de las bandas icono de qui<strong>en</strong>es defi<strong>en</strong>d<strong>en</strong> la superioridad racial blanca y elodio indiscriminado como argum<strong>en</strong>to sufici<strong>en</strong>te para llevar a cabo los viol<strong>en</strong>toscomportami<strong>en</strong>tos a los que desgraciadam<strong>en</strong>te nos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> acostumbrados. El grupo<strong>en</strong> cuestión <strong>se</strong> hace llamar Brutal Attack, banda inglesa con 25 años de trayectoria,vinculada a la organización Blood & Honour y que atrajo hasta algún punto de Madrida neonazis de toda Europa. Parece que el concierto <strong>se</strong> realizo cerca de Alcaláde H<strong>en</strong>ares, donde estos grupos juv<strong>en</strong>iles ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una fuerte implantación.En el ultimo año, también han realizado difer<strong>en</strong>tes actos de boicot a charlas públicasu hom<strong>en</strong>ajes al antiguo dirig<strong>en</strong>te del PCE, Santiago Carrillo; manifestaciones derepulsa ante la retirada de símbolos franquistas; manifestaciones anti-inmigración; yuna campaña muy activa de Democracia Nacional, cuyo lema era “los españoles,primero”, que pret<strong>en</strong>día recuperar los parques y las canchas deportivas, supuestam<strong>en</strong>te“usurpadas” por la inmigración latinoamericana. Uno de los datos mas preocupante<strong>se</strong>s la proced<strong>en</strong>cia, de gran parte, de los miembros de estos grupos juv<strong>en</strong>iles,que son de barrios obreros, tradicionalm<strong>en</strong>te de izquierdas y <strong>en</strong> los cuales IzquierdaUnida gobierna (caso de San Fernando, donde la alcaldesa ha sido reiteradam<strong>en</strong>team<strong>en</strong>azada), o ha gobernado (como Alcalá de H<strong>en</strong>ares, Torrejón y Coslada). El últimocaso ha sido a finales del mes de noviembre y ha consistido <strong>en</strong> un ataque con artefactosinc<strong>en</strong>diarios al c<strong>en</strong>tro social Estrella Roja <strong>en</strong> el barrio de Batán.El problema <strong>en</strong> Val<strong>en</strong>cia es uno de los más alarmantes de todo el Estado. En estaprovincia la pre<strong>se</strong>ncia y la actividad de los grupos juv<strong>en</strong>iles de ultraderecha es apabullante.En los últimos años han atacado difer<strong>en</strong>tes c<strong>en</strong>tros sociales okupados ylocales de izquierdas, <strong>se</strong> han realizado <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros estatales y europeos de estos grupos,e incluso <strong>se</strong> ha llegado a lanzar una campaña de am<strong>en</strong>azas y acorralami<strong>en</strong>to aactivistas de izquierdas de la ciudad. Parece que la gran mayoría de estos colectivos<strong>se</strong> <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> la órbita de la Plataforma España 2000 y que utilizan una empresade <strong>se</strong>guridad para formar para-militarm<strong>en</strong>te a sus militantes, actuando con una mayorimpunidad que <strong>en</strong> otras ciudades.Por último, <strong>se</strong> <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el caso de la provincia de Barcelona, <strong>en</strong> donde <strong>se</strong> articulandos tipos difer<strong>en</strong>ciados de grupos, uno de carácter españolista y neonazi masclásico, que manti<strong>en</strong>e sus c<strong>en</strong>tros mas activos <strong>en</strong> el cinturón obrero de Barcelona yel otro es un recién nacido movimi<strong>en</strong>to catalanista e indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tista de extremaderecha, cuyo grupo más paradigmático es el Colectivo 33 (Cataluña Catalana). Lamayoría de las acciones han t<strong>en</strong>ido como victimas a indig<strong>en</strong>tes e inmigrantes, yaque los grupos de izquierdas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una fuerza muy superior al de las otras provin-VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 113


cias del Estado anteriorm<strong>en</strong>te descritas y es más difícil plantear una campaña sistemáticade ataques o acoso. No obstante, hace un año fue a<strong>se</strong>sinado un jov<strong>en</strong> activista<strong>en</strong> el barrio de Gràcia (Barcelona) durante las fiestas populares.¿Es posible la creación de un partido de extrema derecha con expectativasde éxito electoral <strong>en</strong> el Estado español? En mi opinión, escuestión de tiempo que, a medio plazo, <strong>se</strong> cree un refer<strong>en</strong>te electoral de extremaderecha <strong>en</strong> nuestro Estado. El clima social g<strong>en</strong>erado ante problemas fundam<strong>en</strong>talescomo la inmigración, el paro o la cuestión de la unidad territorial del Estado por elpropio PP y sus medios de comunicación afines, y no contrarrestado ni por las políticasgubernam<strong>en</strong>tales, ni tampoco por la izquierda institucional <strong>en</strong> el plano de lasideas y <strong>en</strong> la calle, está conformando un caldo de cultivo extraordinario para el florecimi<strong>en</strong>tode una alternativa de extrema derecha, que conforme un nicho electoralestable, que hasta ahora ha permanecido <strong>en</strong> las filas del PP.Una <strong>en</strong>trevista realizada hace pocos me<strong>se</strong>s a Le P<strong>en</strong>, <strong>se</strong>ñalaba que <strong>en</strong> el Estadoespañol no surgía una alternativa de extrema derecha porque el PP aglutinaba todoel arco electoral, significativo, de la derecha. Pero la pregunta debería haber sidootra: ¿qué puede pasar ante un ev<strong>en</strong>tual cambio de rumbo, “hacia el c<strong>en</strong>tro”, <strong>en</strong> prode con<strong>se</strong>guir de nuevo el gobierno c<strong>en</strong>tral? ¿Es posible que una parte significativade su electorado pueda recalar <strong>en</strong> una alternativa ultraderechista? Unos años atrás,la respuesta hubiera sido categóricam<strong>en</strong>te negativa, pero ahora la realidad es otra,pues <strong>se</strong> están articulando difer<strong>en</strong>tes opciones políticas capaces de poder competirpor una parte de e<strong>se</strong> electorado mas disconforme con un ev<strong>en</strong>tual giro, del PP, alc<strong>en</strong>tro, incluso capaz de t<strong>en</strong>er repre<strong>se</strong>ntación municipal con un electorado propio.En este <strong>se</strong>ntido, los difer<strong>en</strong>tes investigadores de la ultraderecha <strong>en</strong> Europa, coincid<strong>en</strong><strong>en</strong> el nefasto papel de los partidos con<strong>se</strong>rvadores al introducir temáticas y problemáticasaj<strong>en</strong>as a la realidad social, que han permitido el asc<strong>en</strong>so a la esc<strong>en</strong>apolítica de formaciones de extrema derecha. En relación a esto, el profesor de políticacomparada de Bolonia, Piero Ignazi, argum<strong>en</strong>ta que “el elevado nivel de polarizaciónde los partidos con<strong>se</strong>rvadores clásicos respecto a los socialdemócratas hizoque los primeros <strong>en</strong>durecieran su discurso e incorpora<strong>se</strong>n <strong>en</strong> su ag<strong>en</strong>da demandasaún no formuladas por actores sociales y que después at<strong>en</strong>uaron por su vocacióngubernam<strong>en</strong>tal. Esta táctica de los partidos con<strong>se</strong>rvadores creó un espacio políticoque dejaron libre y que la ultraderecha postindustrial aprovechó con éxito” /2.Dos t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias, d<strong>en</strong>tro de la extrema derecha a nivel estatal, <strong>se</strong> perfilan como lasposibles candidatas a liderar este proceso. Por un lado una r<strong>en</strong>ovada Falange Española,que int<strong>en</strong>tó hegemonizar y consolidar la plataforma electoral Fr<strong>en</strong>te Español,y, por otro lado, una constelación de plataformas electorales y partidos repre<strong>se</strong>ntantesde la “nueva derecha” homologables <strong>en</strong> discurso y practica con la extrema derechapostindustrial europea de Le P<strong>en</strong>, <strong>en</strong>tre los que destaca Democracia Nacional.2/ Casals, X. (2003) “Ultrapatriotas”. Barcelona, Critica, p. 51114 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


La Plataforma Fr<strong>en</strong>te Español, que nace al calor de los bu<strong>en</strong>os resultados electoralesde Le P<strong>en</strong> <strong>en</strong> Francia, fue titulada como la “organización de las organizaciones”.Hegemonizada por una r<strong>en</strong>ovada Falange Española, agrupa a diversos colectivos ypartidos que podríamos titular como nostálgicos del franquismo o herederos de losviejos fascismos (Fuerza Nueva, Falange Española/ La Falange y España 2000). Sinembargo, el asc<strong>en</strong>so de jóv<strong>en</strong>es cuadros militantes a Falange Española/ La Falangehan aportado una impronta r<strong>en</strong>ovadora <strong>en</strong> discurso y estética, que conjuga el idearioclásico de la ultra derecha tradicional con ciertos aspectos de la Nueva Derecha. Estaplataforma <strong>se</strong> ha descompuesto <strong>en</strong> este ultimo año, a pesar de lo cual no <strong>se</strong>ría extrañoque <strong>se</strong> volviera ha recomponer <strong>en</strong> un corto periodo de tiempo.El punto fuerte de esta corri<strong>en</strong>te es la cuestión de la unidad de España, donde hansabido explotar la creci<strong>en</strong>te polémica y movilización de masas, articulada desde el PPy sus organizaciones sociales afines, ante el nuevo estatuto de Catalunya y el llamadoproceso de paz <strong>en</strong> Euskal Herria, donde han con<strong>se</strong>guido ganar visualización social,<strong>en</strong> el <strong>se</strong>no de las movilizaciones, y discurso político, pre<strong>se</strong>ntándo<strong>se</strong> como el núcleomás intransig<strong>en</strong>te del movimi<strong>en</strong>to contra la tregua y las negociaciones con la izquierdaabertxale. El otro gran aspecto que ha permitido una removilización militante desus ba<strong>se</strong>s, pero que a su vez le puede restar posibilidades electorales, es su oposiciónal proceso del Gobierno de retirada de símbolos fascistas y el proyecto de ley de recuperaciónde la memoria. Este tema les está permiti<strong>en</strong>do recuperar un cierto protagonismoperdido, con movilizaciones propias de hasta 6.000 personas por las callesde Madrid /3 y una cierta visualización mediática.Obstáculos a la recomposición. Los principales obstáculos para agrupacione<strong>se</strong>lectorales futuras de este arco político, sigu<strong>en</strong> si<strong>en</strong>do, por un lado, su excesivadep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de los aspectos nostálgicos del franquismo y los viejos fascismos,que a pesar de <strong>se</strong>r un tema recurr<strong>en</strong>te a la hora de con<strong>se</strong>guir removilizar a <strong>se</strong>ctorescercanos, puede suponer a medio plazo un lastre mas que una v<strong>en</strong>taja; y, por otro,la atomización de este espectro político, debido a la falta de una organización hegemónicay un líder común que permita una recomposición amplia y duradera.En el caso de los partidos de la “nueva extrema derecha”, aunque actualm<strong>en</strong>teson minoritarias d<strong>en</strong>tro del espectro de la ultraderecha de nuestro Estado, son lasque a medio plazo pued<strong>en</strong> con<strong>se</strong>guir mayores réditos electorales. Las formas, estéticay discurso romp<strong>en</strong> con la tradición nostálgica franquista y del nacional-catolicismoe int<strong>en</strong>tan <strong>en</strong>troncar con problemáticas actuales.En este <strong>se</strong>ntido, la mayoría de las formaciones que compon<strong>en</strong> esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia política<strong>en</strong> el Estado español han introducido <strong>en</strong> su discurso político, como punto clave,el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la inmigración desde la perspectiva de am<strong>en</strong>aza a la id<strong>en</strong>tidadnacional, a imag<strong>en</strong> del m<strong>en</strong>saje populista que los partidos del <strong>en</strong>torno europeo handesarrollado y que les ha otorgado un apoyo social significativo, todavía no alcanzado<strong>en</strong> el Estado español. El supuesto aum<strong>en</strong>to de los índices de delincu<strong>en</strong>cia vin-3/ Esta manifestación fue realizada el 23 de abril del 2006, es la mas grande organizada por un grupo de extremaderecha <strong>en</strong> los últimos 20 años.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 115


culada a la inmigración y la demanda de mayores medidas de <strong>se</strong>guridad y control<strong>se</strong> han convertido <strong>en</strong> argum<strong>en</strong>tos fáciles a la hora de buscar el respaldo social.La inmigración es actualm<strong>en</strong>te, <strong>se</strong>gún el barómetro del CIS, el problema que máspreocupa a los ciudadanos, con un 59,2%. Ante esto, el gobierno ha adoptado unapolítica nefasta, recurri<strong>en</strong>do a las Fuerzas Armadas ante el drama humanitario delas vallas de Ceuta y Melilla y comprando a gobiernos corruptos para externalizarnuestras fronteras. A esto <strong>se</strong> suma una política de criminalización del inmigrante yde alarma social, por parte del PP, catalogando los flujos migratorios como invasioneso desarrollando vídeos propagandísticos donde <strong>se</strong> mete <strong>en</strong> el mismo paquete ala delincu<strong>en</strong>cia común y a los inmigrantes. Este tratami<strong>en</strong>to, del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la inmigración,conforma una coyuntura social y mediática favorable para el asc<strong>en</strong>so delas opciones políticas de la extrema derecha populistas.La agrupación que más proyección política ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> este <strong>se</strong>ntido es DemocraciaNacional, partido que resume a la perfección las características de la Nueva Derechaeuropea y que lleva realizando, <strong>en</strong> los últimos años, una int<strong>en</strong>sa política propagandísticacontra los flujos migratorios. En el 2000 inauguraron la campaña “Altoa la invasión”, <strong>en</strong> la que <strong>se</strong> mostraba una patera cruzando el estrecho, y, a raíz dela muerte de un jov<strong>en</strong> <strong>en</strong> un parque del barrio madrileño de Villaverde <strong>en</strong> el 2004,empezaron la campaña “Los españoles primero”, que ha consistido <strong>en</strong> “recuperar”los parques y las canchas deportivas supuestam<strong>en</strong>te “usurpadas” por la inmigraciónlatinoamericana. Además, han realizado numerosas manifestaciones con esta mismatemática, int<strong>en</strong>tando lograr un cierto eco mediático. De esta forma realizaronuna manifestación <strong>en</strong> T<strong>en</strong>erife el 12 de octubre, día de la Hispanidad, <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a crispaciónsocial con la reiterada llega de cayucos a las costas canarias.La estrategia de DN <strong>se</strong> resume a la perfección <strong>en</strong> las declaraciones de su presid<strong>en</strong>te,<strong>en</strong> el que afirma que “En estos mom<strong>en</strong>tos el 80% de los españoles estaría dispuestoa votar a un partido actual que solv<strong>en</strong>ta<strong>se</strong> el problema de la inmigración” /4.Esta estrategia <strong>se</strong> concretiza <strong>en</strong> la opción posibilista: “de crear plataformas cívica<strong>se</strong>n aquellos barrios donde han aparecido los problemas de la inmigración ilegal evitandola id<strong>en</strong>tificación con la extrema derecha clásica. El objetivo último <strong>se</strong>ría lacreación de una liga de estas plataformas que concurra a las elecciones” /5.Un ejemplo particular, de esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, lo repre<strong>se</strong>nta la Plataforma per Catalunya,liderada por un notorio ex-militante de Fuerza Nueva, Jo<strong>se</strong>p Anglada6, que ha construidouna organización de nuevo tipo, de carácter populista y arraigada <strong>en</strong> su medio,con el uso del catalán, y basando su actividad política <strong>en</strong> la r<strong>en</strong>tabilización de focosde conflictividad local, con temas como el ord<strong>en</strong> público y la inmigración. En este4/ Entrevista de Manuel Canduela presid<strong>en</strong>te de DN <strong>en</strong> la pagina web: http://www.minutodigital.com/noticias2/3279.htm.5/ Casals, X. op.cit. p 259.6/ Casals, X. “Ultrapatriotas”. op. cit. Jo<strong>se</strong>p Anglada militó <strong>en</strong> las filas piñaristas (Piñar alude explícitam<strong>en</strong>te ael <strong>en</strong> sus memorias Por España <strong>en</strong>tera, p 23).116 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


<strong>se</strong>ntido, ha con<strong>se</strong>guido consolidar ciertos núcleos municipales que le han reportadoimportantes resultados electorales, como podemos ob<strong>se</strong>rvar <strong>en</strong> esta tabla /7:Elecciones Municipales Catalanas <strong>en</strong> el 2003Municipio Comarca Votos % ConcejalesBarcelona Barcelonès 334 0,04 0Cervera Segarra 394 9,2 1Manlleu Osona 492 5,6 1Premià de Mar /8 Maresme 862 6,8 1V<strong>en</strong>drell, el Baix P<strong>en</strong>edès 774 6,2 1Vic Osona 1.229 7,5 1Estos datos nos muestran las posibilidades de éxito de un partido de ultra derecha<strong>en</strong> el campo municipal, a pesar de lo cual, de mom<strong>en</strong>to no <strong>se</strong> ha concretado <strong>en</strong> ningúnparlam<strong>en</strong>to autonómico, si esto cristalizara, <strong>se</strong>ría la forma de consolidar unaopción estable con posibilidades a nivel estatal.El éxito que ha obt<strong>en</strong>ido un partido como Ciutadants/Partido de la Ciudadanía <strong>en</strong>las ultimas elecciones autonómicas catalanas, nos debe de hacer reflexionar <strong>en</strong> variosaspectos. Esto no quiere decir que lo clasifique como un partido de ultraderecha,o ni siquiera que lo asimilemos a este espectro político, pero algunas característicasy puntos fuertes de su éxito, son, cuanto m<strong>en</strong>os, parecidas a la de ciertospartidos políticos europeos de la extrema derecha populista.Es un partido sin una inscripción ideológica clara o por lo m<strong>en</strong>os confusa; su programapolítico es principalm<strong>en</strong>te reactivo, haci<strong>en</strong>do de su rechazo al supuesto nacionalismoexcluy<strong>en</strong>te su principal caballo de batalla; <strong>se</strong> pre<strong>se</strong>ntan ante el electoradocomo los repre<strong>se</strong>ntantes de los ciudadanos, con una crítica implícita y explícita al sistemade repre<strong>se</strong>ntación partidista actual, pero sin cuestionar los cimi<strong>en</strong>tos del modelode repre<strong>se</strong>ntación; <strong>se</strong> pre<strong>se</strong>ntan como victimas, ante los supuestos ataques de la partitocraciacatalana y los medios de comunicación que la apoyan, a pesar de que ha sidola cobertura mediática, <strong>en</strong> especial de la COPE, la que les ha dado la visualizaciónnecesaria para su éxito electoral.Por ultimo es significativo el sondeo postelectoral elaborado por el C<strong>en</strong>tro de Estudiosde Opinión (CEO) de la G<strong>en</strong>eralitat, <strong>en</strong>tre los votantes de Ciutadans, quemuestra un importante desconcierto de su electorado ante su adscripción política.El 49,3%, de estos lo sitúan a la derecha, 27,3%, lo situó <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro, y sólo el15,9% <strong>en</strong> la izquierda, esta disparidad, aunque <strong>se</strong> decanta hacia la derecha, muestracomo opciones políticas populistas poco definidas ideológicam<strong>en</strong>te, pero con unaidea fuerza (rechazo al nacionalismo) reactiva pued<strong>en</strong> obt<strong>en</strong>er bu<strong>en</strong>os resultado<strong>se</strong>lectorales. Incluso el 3,8% de sus electores <strong>se</strong> sitúan <strong>en</strong> la extrema derecha /9, <strong>en</strong>7/ Tabla realizada <strong>en</strong> ba<strong>se</strong> a los datos de la pagina web de Plataforma Per Catalunya (http://www.pxcatalunya.com).8/ Candidatura Veïns Indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>ts de Premia (VIP) Partido de carácter municipal creado por miembros de laplataforma antimezquita de Premiá de Mar.9/ Company, E. “El 49% de los votantes de Ciutadans cre<strong>en</strong> que el partido está <strong>en</strong> la derecha y el 27% que <strong>en</strong>el c<strong>en</strong>tro”.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 117


este <strong>se</strong>ntido, es significativo que Jo<strong>se</strong>p Anglada, presid<strong>en</strong>te de Plataforma per Catalunyahaya pedido su ingreso <strong>en</strong> Ciudadants.Todas estas características son comunes con el Fr<strong>en</strong>te Nacional de Le P<strong>en</strong> y lamayoría de ellas han sido claves <strong>en</strong> el éxito del populismo de extrema derecha quepropugna, a pesar de lo cual no <strong>se</strong> puede catalogar a Ciutadans/ Partido de la Ciudadaníacomo una opción partidista d<strong>en</strong>tro de este espectro político. Entre otras cosas,por su actual falta de posicionami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> aspectos claves de la extremaderecha, como la inmigración o la <strong>se</strong>guridad ciudadana y por la adscripción pluralde la gran parte de sus fundadores. Lo que sí es interesante para este artículo escómo opciones populistas, que <strong>en</strong> cierto <strong>se</strong>ntido, conectan <strong>en</strong> sus puntos fuertescon la nueva derecha europea y que pued<strong>en</strong> alcanzar éxitos electorales relativam<strong>en</strong>teimportantes <strong>en</strong> nuestro Estado.Es sintomático que un partido como Democracia Nacional, <strong>en</strong> su valoración delas elecciones catalanas, achacan sus pobres resultados (0,09% del total de Catalunya,donde es la primera vez que <strong>se</strong> pre<strong>se</strong>ntan) a la irrupción <strong>en</strong> la esc<strong>en</strong>a políticacatalana de Ciutadans/Partido de la Ciudadanía, que <strong>se</strong>gún ellos, ha catalizado granparte del voto de protesta que debía haber recaído <strong>en</strong> su formación. Sin apoyar estasafirmaciones, lo que es importante re<strong>se</strong>ñar es que Ciutadans/Partido de la Ciudadaníaha abierto un camino que puede <strong>se</strong>r emulado por formaciones de extremaderecha <strong>en</strong> un tiempo no muy lejano.La izquierda alternativa <strong>se</strong> debe tomar muy <strong>en</strong> <strong>se</strong>rio la posibilidad de que, mástemprano que tarde, aparezca una opción electoral de la extrema derecha con ciertoarraigo social. Si queremos asumir el reto de fr<strong>en</strong>ar al fascismo, t<strong>en</strong>emos que abordary aportar soluciones a las problemáticas que actualm<strong>en</strong>te son eje clave del discursoy práctica política de la ultraderecha. Para ello es fundam<strong>en</strong>tal quer<strong>en</strong>ovemos nuestro análisis teórico y nuestra practica política sobre la problemáticade la extrema derecha.Miguel Urbán es militante de Espacio Alternativo.Forma parte del Con<strong>se</strong>jo A<strong>se</strong>sor de VIENTO SUR.[Por motivos editoriales, que lam<strong>en</strong>tamos, nos hemos visto obligados a prescindir de un capítuloinicial que analiza la evolución de la extrema derecha europea, desde finales de la 2ª GuerraMundial hasta los años 80. La versión íntegra del artículo puede leer<strong>se</strong> <strong>en</strong> nuestra web].118 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


7subrayadossubrayadosTeoría feminista: de la Ilustración a la globalización. De losdebates sobre el género al multiculturalismo. Volum<strong>en</strong> 3.Celia Amorós y Ana de Miguel. Minerva Ediciones. Madrid 2005.Es éste el tercer volum<strong>en</strong> de la obra compiladapor las autoras <strong>se</strong>ñaladas, que lleva elmismo título g<strong>en</strong>érico y que, al decir deellas, cristaliza el esfuerzo colectivo delgrupo que desde el curso 1990-1991 <strong>se</strong> vi<strong>en</strong>eimparti<strong>en</strong>do bajo el título de “Historia dela Teoría Feminista” organizado por el Institutode Investigaciones Feministas de laUniversidad Complut<strong>en</strong><strong>se</strong> de Madrid.Se recog<strong>en</strong> ocho <strong>en</strong>sayos de las sigui<strong>en</strong>tesautoras: Celia Amorós, Asunción Oliva, Ramóndel Castillo, Alicia H. Puleo, MaríaLuisa Fem<strong>en</strong>ías, y Rosa Cobo.La parte más destacada <strong>en</strong> ext<strong>en</strong>sión, y probablem<strong>en</strong>tela más t<strong>en</strong>tadora por su novedad,corresponde a Celia Amorós que aportatres artículos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ver con lasmás reci<strong>en</strong>tes aportaciones y debates d<strong>en</strong>trodel feminismo, como son el tema del multiculturalismo,la globalización y el ord<strong>en</strong> fem<strong>en</strong>inoy los sujetos emerg<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el “paradigmainformacionalista”. En el último artículo,<strong>en</strong> el que analiza las alianzas política<strong>se</strong>n el paradigma informacionalista nosacerca, <strong>en</strong> el amplio <strong>se</strong>ntido del término, alas teorías de Donna Haraway, <strong>en</strong> especial asus teorizaciones sobre los cyborgs y lasmujeres. A partir de ahí, es sumam<strong>en</strong>te interesanteel análisis de las alianzas y las propuestasque <strong>se</strong> realizan basándo<strong>se</strong> <strong>en</strong> los espaciosalternativos <strong>en</strong> la era de los “monstruos”de aquella autora, donde <strong>se</strong> habla dearticulaciones, -versus vanguardias-, gruposde afinidad, alianzas funcionales...En el capítulo refer<strong>en</strong>te a la globalización yel ord<strong>en</strong> de género, <strong>se</strong> analiza, tomando anteced<strong>en</strong>tesde autores y autoras ya clásico<strong>se</strong>n este campo, los efectos del nuevo ord<strong>en</strong>global <strong>en</strong> la vida de las mujeres, específicam<strong>en</strong>te<strong>en</strong> el ámbito económico, estudiadosal amparo de las dicotomías trabajo doméstico/ trabajo asalariado y trabajo fuera /d<strong>en</strong>tro del hogar, para concluir cómo estosbinomios <strong>se</strong> combinan de forma que ya <strong>se</strong>pon<strong>en</strong> patas arriba conceptos tradicionalescomo el salario familiar.También <strong>se</strong> refiere a la globalización el artículode Rosa Cobo, a la que empareja conlas nuevas <strong>se</strong>rvidumbres de las mujeres.Analizados los conceptos más g<strong>en</strong>erales dela globalización, pasa a la perspectiva degénero, introduciéndonos <strong>en</strong> los suger<strong>en</strong>tesconceptos de impuesto reproductivo y plusvalíade dignidad g<strong>en</strong>érica. Finalm<strong>en</strong>te y amodo de conclusión sintetiza lo que está suponi<strong>en</strong>dopara las mujeres la globalizaciónde las políticas neoliberales, que “lejos dedejar un saldo positivo para las mujeres,significa mucho más trabajo gratuito y muchosmás trabajo mal pagado”.El capítulo de María Luisa Fem<strong>en</strong>ías sobreel feminismo post-colonial, es muy interesantepara la g<strong>en</strong>te que <strong>se</strong> quiera acercar aestas teorizaciones y debates que <strong>se</strong> estánproduci<strong>en</strong>do desde las mujeres del “tercermundo”, tanto las que sigu<strong>en</strong> vivi<strong>en</strong>do <strong>en</strong>sus paí<strong>se</strong>s de orig<strong>en</strong>, como las que <strong>se</strong> hantrasladado a los paí<strong>se</strong>s del imperio colonizador.Se da cu<strong>en</strong>ta del <strong>en</strong>carnizado debate<strong>en</strong>tre las posturas más universalizadoras occid<strong>en</strong>talistas,acusadas de repre<strong>se</strong>ntar únicam<strong>en</strong>tea las mujeres blancas, y las minoríasVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 119


tan frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te infra-repre<strong>se</strong>ntadas <strong>en</strong>los movimi<strong>en</strong>tos. Se da repaso a las p<strong>en</strong>sadorasmás significativas d<strong>en</strong>tro de estas corri<strong>en</strong>tesy especialm<strong>en</strong>te provocadoras <strong>en</strong>sus planteami<strong>en</strong>tos como son: Gayatri Ch.Spivak, Gloria Anzaldúa, María Lugones.Aunque más conocido <strong>en</strong>tre nosotras, no estáex<strong>en</strong>to de interés el artículo de Alicia H. Puleosobre ecofeminismo, <strong>en</strong> donde repasa lasteorías y prácticas más repre<strong>se</strong>ntativas deeste capítulo para terminar con una propuestapropia considerando al ecofeminismo comoun nuevo proyecto ético y político.Los dos primeros artículos del volum<strong>en</strong> <strong>se</strong>refier<strong>en</strong> a los debates sobre el género, deAsunción Oliva, y al feminismo de NancyFra<strong>se</strong>r, de Ramón del Castillo, temáticas yaintroducidas <strong>en</strong> las publicaciones de la últimadécada, por lo que si<strong>en</strong>do interesantes,no resultan, a mi modo de ver de tanta novedad.Quiero terminar animando a la lectura deeste libro y, especialm<strong>en</strong>te, a su debate y estudio<strong>en</strong> los grupos feministas pues me pareceque muchas de las cuestiones que están<strong>en</strong> la palestra <strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to feministaactual, están por lo m<strong>en</strong>os planteadas aquí.Y no cabe duda que las bu<strong>en</strong>as plumas yp<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos de las autoras, nos facilitanmucho la tarea de ir conoci<strong>en</strong>do estos debates,que de otro modo pued<strong>en</strong> resultar inaccesibles.Begoña ZabalaOrilla del tiempoAntonio Crespo Massieu.Germanía. Colección Hoja por Ojo. Número 26, Val<strong>en</strong>cia, 2005.Color, rigor y gritoEl ángel de la historia de Walter B<strong>en</strong>jamín,el angelus novus de Paul Klee, la criaturaceleste que mira con espanto hacia el pasadode la humanidad, es el símbolo primerode Orilla del tiempo, el último poemario deAntonio Crespo Massieu (Madrid, 1951)que <strong>se</strong> integra <strong>en</strong> el camino poético iniciado<strong>en</strong> 2004 con En este lugar, ganador del premioKutxa Ciudad de Irún. Un grito contrala desmesura y los excesos del género humano.Una crónica del desasosiego ante la«pl<strong>en</strong>itud imposible», ante la dialéctica perpetua<strong>en</strong>tre el mundo y la vida, <strong>en</strong>tre la búsquedade la armonía y la certeza de la desproporcióny la muerte.«No hay muertes grandes o pequeñas», escribeAntonio Crespo, «hay sólo muertes».Muertes que ac<strong>en</strong>túan el dolor y la extrañezapor el paso del tiempo. Muertes de perroque lame la mano del amo hasta el último<strong>se</strong>gundo de su exist<strong>en</strong>cia; muertes de niño<strong>se</strong>n el campo de conc<strong>en</strong>tración de Birk<strong>en</strong>au,como «pequeños pájaros efímeros <strong>en</strong>vuelto<strong>se</strong>n humo», o muertes <strong>en</strong> la flor más alta dela dignidad, como la que <strong>se</strong> consigna <strong>en</strong> elestremecedor poema dedicado a Lluís Companys,quitándo<strong>se</strong> los zapatos blancos antesde <strong>se</strong>r fusilado <strong>en</strong> el castillo de Montjuïchde Barcelona. Muertes que ilustran el destino,el implacable trabajo del tiempo que llamadesde otra orilla.Es Orilla del tiempo, sobre todo, un libro deherida abierta, de «herida blanca» que obligaa manifestar<strong>se</strong> al hombre que no puedepermanecer impasible ante el mundo que lerodea. A lo largo de sus cuatro capítuloshay, sobre todo, un espacio abierto al grito ya la rebeldía, como <strong>en</strong> la evocación de Ramala,donde «Dios es una blasfemia <strong>en</strong>trebasura, cem<strong>en</strong>to y sangre». Pero despuésdel grito, también hay un mom<strong>en</strong>to para eldolor sordo, para saborear el fracaso, pararecrear<strong>se</strong>, poéticam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> «el punzantedolor de los sueños rotos». Y un pequeñol<strong>en</strong>itivo <strong>en</strong> la fraternidad universal de losderrotados, <strong>en</strong> la capacidad del poeta de<strong>se</strong>ntir<strong>se</strong> él mismo «heredero de tantos llantos»;una cierta «rutina <strong>en</strong>tre las ruinas». Ypara terminar celebrando este dolor com-120 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


partido, que mejor que la compañía de lapalabra poética de Lezama Lima o de PrimoLevi, de Paul Celan, de Joao Medina o deEmmanuel Levinas, «palabra y un rostro /<strong>en</strong> el que mirar y ver / no vacío sino losojos / perdidos del <strong>se</strong>r humano». Caudal interminablede palabras de consuelo que todavía<strong>se</strong> refuerza, <strong>en</strong> un rincón del libro,con un poema de amor perdido <strong>en</strong>tre lasruinas de la historia, cuando la lluvia tomaforma de lo amado y lo amado <strong>se</strong> consagracomo misterio de todos los viajes...Entre la rabia y el consuelo, el barco de versosque constituye Orilla del tiempo navegadejando <strong>se</strong>ntir toda la int<strong>en</strong>sidad poética deun escritor que <strong>se</strong> instala consci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<strong>en</strong> el asombro. Eso sí, hasta no alcanzar elúltimo capítulo, el último puerto de este viaje,Antonio Crespo no nos revela el ‘<strong>se</strong>creto’de su poesía, el impulso vital que le llevahacia la escritura. Aferrados al mundo delcine, a e<strong>se</strong> universo visual que marca unaparte muy importante de la poesía contemporánea,los poemas de ‘Mirada’ constituy<strong>en</strong>,por sí mismos, una especie de poética,donde el autor confiesa su adicción a laimag<strong>en</strong>, a la emoción irresistible de la mirada,como motor poético por excel<strong>en</strong>cia. Así,<strong>en</strong> el largo poema donde ‘El ángel de lahistoria sonríe a Paul Klee’ que cierra, dealguna manera, el círculo donde <strong>se</strong> inició ellibro, y que termina de esta manera:Principio de poemaes el ángel de la historiatal vez poema o ángel o historiao tal vez cond<strong>en</strong>a o esperanza o ruinao luz que estalla <strong>en</strong> li<strong>en</strong>zo poema historiacomo geometría de la belleza y del espanto.Así el poema es color rigor y gritoAsí nos convocaCarlos AganzoAlim<strong>en</strong>tos globalizadosXavier Montagut y Fabrizio Dogliotti. Icaria editorial, Barcelona, 2006, 198 págs.En la actualidad, los paí<strong>se</strong>s del <strong>Sur</strong> produc<strong>en</strong>el 90% del cacao mundial pero sólo el 4%del chocolate. En cambio, la Unión Europea,que no cultiva ni una planta de café arábigo,<strong>se</strong> ha convertido <strong>en</strong> el mayor exportador decafé tostado del mundo. Con este ejemplotan claro, Xavier Montagut y Fabrizio Dogliottipon<strong>en</strong> sobre la mesa <strong>en</strong> su libro Alim<strong>en</strong>tosglobalizados las contradicciones delas políticas económicas, comerciales y agrariasactuales que han sido impuestas por empresasmultinacionales y organismos de cort<strong>en</strong>eoliberal como la OMC y el FMI.En estos mom<strong>en</strong>tos, la mayoría de la poblaciónpobre del planeta es campesina sin tierrao con acceso limitado a ella. El llamado librecomercio empobrece y deja sin voz cada díamás a pequeños agricultores que no sirv<strong>en</strong>para producir para la agroindustria y las exportaciones.Éste es el punto de partida deAlim<strong>en</strong>tos globalizados, un libro que <strong>se</strong> ad<strong>en</strong>tra<strong>en</strong> la complejidad de las relaciones del comerciojusto, muestra los falsos mitos del librecomercio agrícola y, sobre todo, apuesta por laestrategia de la soberanía alim<strong>en</strong>taria y resaltainiciativas que ya <strong>se</strong> llevan a cabo <strong>en</strong> el Nortey el <strong>Sur</strong>.Como explican Montagut y Dogliotti, el porc<strong>en</strong>tajede alim<strong>en</strong>tos que participan <strong>en</strong> el <strong>en</strong>tramadodel comercio internacional es realm<strong>en</strong>temuy pequeño pero, sin embargo, elmercado establece unos precios globalespara todos los productos agrícolas y, de estamanera, condiciona a todo el mundo. Esto esasí a causa de las políticas que dan un valoreconómico a productos que deberían estarfuera de las reglas comerciales -como los alim<strong>en</strong>tos-y que especulan con ellos; a causade las recetas del FMI y el Banco Mundial,que induc<strong>en</strong> a producir más para exportar,obt<strong>en</strong>er divisas, pagar la deuda externa y acabarimportando productos más baratos quedestruy<strong>en</strong> la economía local.También es debido a las subv<strong>en</strong>ciones pú-VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 121


licas estadounid<strong>en</strong><strong>se</strong>s y europeas que fom<strong>en</strong>tanla exportación y dejan de lado a lospequeños y medianos productores. Y a laspolíticas de las empresas multinacionales,que impon<strong>en</strong> a los agricultores sus precios,controlan los mercados locales y conviert<strong>en</strong>a los campesinos <strong>en</strong> obreros agrícolas. Todoello, apuntan Xavier Montagut y FabrizioDogliotti, cuando el mercado y las políticascomerciales y agrarias deberían estar al <strong>se</strong>rviciode los pueblos.Sin embargo, fr<strong>en</strong>te a este modelo de mercado<strong>se</strong> oy<strong>en</strong> cada vez más voces que ofrec<strong>en</strong>alternativas y ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un mismo objetivo: a<strong>se</strong>guraralim<strong>en</strong>tos para todos. Así, millones decampesinos <strong>en</strong> todo el mundo <strong>se</strong> movilizan ycoordinan a través de organizaciones comoVía Campesina y cada vez hay más conci<strong>en</strong>ciade la necesidad de fom<strong>en</strong>tar un comerciojusto que no sólo vaya de Norte a <strong>Sur</strong>, sinotambién de <strong>Sur</strong> a <strong>Sur</strong> y de Norte a Norte.En paí<strong>se</strong>s como Cuba, por ejemplo, la agroecología<strong>se</strong> practica con gran éxito y los huertosurbanos produc<strong>en</strong> <strong>en</strong> un año 3,5 millones detoneladas de hortalizas; <strong>en</strong> los paí<strong>se</strong>s del Norteaum<strong>en</strong>ta el número de cooperativas y el movimi<strong>en</strong>tode consumidores <strong>se</strong> fortalece. El reto,concluye el libro de Montagut y Dogliotti, esbuscar estrategias comunes <strong>en</strong>tre el comerciojusto y la soberanía alim<strong>en</strong>taria, presionar a lasadministraciones públicas para que <strong>se</strong> posicion<strong>en</strong>sobre cuestiones como los transgénicos, ypromover alianzas locales <strong>en</strong>tre agricultores,consumidores y movimi<strong>en</strong>tos sociales.Silvia TorralbaSelección No Oficial.(Personal, subjetiva e incompleta del Festival de San Sebastián 2006).Más allá del espejo, de Joaquim Jordà.(Sección Oficial). Fue su último proyecto antesde morir, terminado por sus colaboradoresy pre<strong>se</strong>ntado <strong>en</strong> San Sebastián de manerapóstuma. Igual que <strong>en</strong> Mones com la BeckyJordà partió de su experi<strong>en</strong>cia personal paraindagar y reflexionar de manera ci<strong>en</strong>tífica ypoética a la vez sobre las <strong>en</strong>fermedades m<strong>en</strong>tales.En este caso sobre la agnosia y la alexiaque el propio Jordà sufría desde su <strong>en</strong>fermedad.Además de inspeccionar<strong>se</strong> e introspeccionar<strong>se</strong>a sí mismo contactó con otraspersonas que sufr<strong>en</strong> afecciones parecidas.Entre ellas una chica, Esther, que es lo mejorde la película. Su carácter, su intelig<strong>en</strong>cia, su<strong>se</strong>ntido del humor y su fortaleza te emocionancomo el mejor de los personajes de ficción.Verla recibi<strong>en</strong>do los aplausos del público<strong>en</strong> el Kursaal de San Sebatián ponía lapiel de gallina. Una última vez más Jordá nosaca una película brillante ni redonda, pero síinteresante y sugestiva.Delirious, de Tom Di Cillo. (Sección Oficial).A través de un retrato mordaz del mundode los famosos, los que viv<strong>en</strong> de ellos ylos que aspiran a <strong>se</strong>rlo, Di Cillo da su visiónparticular de las oportunidades <strong>en</strong> la vida, lamanera de afrontarlas y lo que lleva a unos a<strong>se</strong>r ganadores y a otros perdedores.Si el vi<strong>en</strong>to sopla la ar<strong>en</strong>a, de MarionHän<strong>se</strong>l. (Sección Oficial). Una familia <strong>en</strong>un poblado africano <strong>se</strong> ve obligada a abandonarsu casa para escapar de la <strong>se</strong>quía. Ensu huída atraviesan las desgracias de África:los desiertos imparables, las guerras, los militarescorruptos, los ejércitos de niños, elhambre, la <strong>en</strong>fermedad. Se podría esperarun película algo pret<strong>en</strong>ciosa, contada desdeel Primer Mundo con la int<strong>en</strong>ción de exponerlos dramas del tercero, dura pero distante.Nada de eso. En una especie de Uvas dela Ira pero situada <strong>en</strong> el África actual, lahistoria que <strong>se</strong> cu<strong>en</strong>ta es sólo la de una familiay su éxodo desde la mi<strong>se</strong>ria hacia ladesgracia, pero a través de ésta <strong>se</strong> traspira eldrama de todo un contin<strong>en</strong>te. Al salir delcine puede necesitar<strong>se</strong> un coñac.122 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


Little miss Sunshine, de Jonathan Daytony Valerie Faris. (Zabaltegi). Ideal para sábadospor la tarde. Comedia ácida americanaacerca del periplo de una familia pocomodélica para asistir a un concurso infantil.Maravillosam<strong>en</strong>te escrita, dirigida e interpretada.Una hora y media sin parar de reír.Las vidas de Celia (crítica desde la trasti<strong>en</strong>da).El 27 de junio de 2005 empezó <strong>en</strong>El Prat de Llobregat el rodaje de una película.Yo iba a <strong>se</strong>r, por primera vez, ayudantede decoración.Aparte de mi nuevo cargo, el director AntonioChavarrías y su productora, Oberon Cinematográfica,me ilusionaban bastante. Suanterior película, Volverás (2002), es unaapuesta vali<strong>en</strong>te y coher<strong>en</strong>te y la productoraque él dirige ha impulsado o participado <strong>en</strong>proyectos como Nicotina (2003), Aro Tolbukhin,<strong>en</strong> la m<strong>en</strong>te del a<strong>se</strong>sino (2002) oPau i el <strong>se</strong>u germà (2001).El guión <strong>se</strong> titulaba Las Vidas de Celia y<strong>en</strong>tre los protagonistas había nombres prometedorescomo Najwa Nimri, Daniel GiménezCacho o Luis Tosar. En la puesta <strong>en</strong>esc<strong>en</strong>a Antonio Chavarrías quería <strong>se</strong>guirtrabajando con las herrami<strong>en</strong>tas usadas <strong>en</strong>el banco de <strong>en</strong>sayos que supuso Volverás.Experim<strong>en</strong>tar con una manera de hacer cineque es otra apuesta más por el cinema veritéaunque <strong>en</strong> este caso la verité esté <strong>en</strong> laforma y no <strong>en</strong> el cont<strong>en</strong>ido. Sus historias noson narraciones sociales, cercanas al docum<strong>en</strong>talismo,ni costumbristas, ni “pequeñosretales de realidad”, pero si realistas pues alfin y al cabo muchas historias lo son <strong>en</strong> el<strong>se</strong>ntido que es real que pued<strong>en</strong> ocurrir.El hilo narrativo de Las Vidas de Celia es lainvestigación del a<strong>se</strong>sinato de una chavala<strong>en</strong> un barrio de la periferia barcelonesa.Pero la subtrama, que <strong>en</strong> las bu<strong>en</strong>as historia<strong>se</strong>s más interesante que la trama, son lasrealidades y relaciones de aquellos que deuna manera u otra están relacionados con lainvestigación: amigos y educadores de lavíctima, vecinos y vecinas, policías.De las muchas maneras que <strong>se</strong> puede contaresta historia, Antonio Chavarrías eligió hacerlobuscando la máxima naturalidad. <strong>Algo</strong>poco común <strong>en</strong> el género policíaco y una delas apuestas del proyecto. El guión <strong>se</strong> tomócomo una refer<strong>en</strong>cia narrativa pero los diálogo<strong>se</strong>staban abiertos a la improvisación y aluso que los actores, una vez embuidos d<strong>en</strong>trode la historia, quisieran hacer de ellos. Paraayudar a este proceso el rodaje <strong>se</strong> hizo sigui<strong>en</strong>doel ord<strong>en</strong> cronológico de la narración;esto nos supuso transformar y destransformartres veces <strong>en</strong> tres días distintosun bar cool barcelonino <strong>en</strong> una cafetería casposade policías para rodar tres <strong>se</strong>cu<strong>en</strong>ciasque ocurrían <strong>en</strong> tres mom<strong>en</strong>tos distintos.Para dar mayor comodidad a los actores perotambién para con<strong>se</strong>guir una estética determinadala iluminación <strong>se</strong> planteó muy poco interv<strong>en</strong>cionista.Guillermo Granillo, el directorde fotografía, la mayoría de las veces ap<strong>en</strong>ascontaba con la luz natural y unos pocosfocos y reflectores. Él manejaba también lacámara, llevada casi siempre <strong>en</strong> mano, y porlo tanto sabía que <strong>se</strong> hacía un flaco favor sill<strong>en</strong>aba el <strong>se</strong>t de trípodes y aparatos pues nohabría podido mover<strong>se</strong> con la naturalidadque este estilo pedía y que <strong>se</strong> ve <strong>en</strong> la pantalla.La verdad es que a pesar de las car<strong>en</strong>cias,los sudores y los dolores de espalda hizo untrabajo fantástico y sus <strong>en</strong>cuadres pret<strong>en</strong>didam<strong>en</strong>tecasuales recuerdan un álbum de fotosca<strong>se</strong>ro y suman muchos puntos a la ideanaturalista que <strong>se</strong> pret<strong>en</strong>día.La película <strong>se</strong> rodó <strong>en</strong> HD, video digital dealta resolución, excepto los flash backs paralos que <strong>se</strong> usó negativo de 16mm. Habíados razones principales para ello: la económica,ya que el HD y el 16mm permit<strong>en</strong> rodarbastantes más tomas de cada esc<strong>en</strong>a quela película de 35mm, y la estética, que acercala imag<strong>en</strong> a la del vídeo o las antiguaspelículas ca<strong>se</strong>ras pero con una resoluciónapta para grandes pantallas.En cuanto a los decorados, o los “espacios”,como <strong>se</strong> les llama <strong>en</strong> este tipo de películas, supuestam<strong>en</strong>tet<strong>en</strong>ían que <strong>se</strong>r localizaciones naturalescon una interv<strong>en</strong>ción mínima, “comomucho cambiar la colcha” le a<strong>se</strong>guraron aMaite, la directora de arte.VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 123


La búsqueda del naturalismo <strong>se</strong> completabacon un cásting de <strong>se</strong>cundarios realizado <strong>en</strong>trelos aboríg<strong>en</strong>es de los sitios donde rodábamos.Esto tuvo aciertos y desaciertos. Elpersonaje de Pedro, interpretado por unchaval del Prat, está muy bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> el montajefinal y resulta auténtico y convinc<strong>en</strong>te. No<strong>se</strong> puede decir lo mismo <strong>en</strong> cambio de lostres viejecillos que al final com<strong>en</strong>tan curiosos:“Se <strong>se</strong>nt olor de gas, oi?” creando derep<strong>en</strong>te una esc<strong>en</strong>a de telefilm catalán.Después de un año de montaje y sonorizaciónla película <strong>se</strong> estr<strong>en</strong>ó el 27 de <strong>se</strong>ptiembre<strong>en</strong> la Sección Oficial de San Sebastian.T<strong>en</strong>ía gran curiosidad <strong>en</strong> ver como habíasalido la película de las salas de montajepues rodamos tanta cantidad de materialque <strong>se</strong>gún las decisiones tomadas allí d<strong>en</strong>troel resultado podía <strong>se</strong>r muy variado. El estilode narración es arriesgado e hiperfragm<strong>en</strong>tado,dejando al espectador la labor de atarmuchos cabos y <strong>se</strong>guir los sucesos con at<strong>en</strong>ciónsi quiere <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der algo al final. De hecho,mi duda es si <strong>se</strong> <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de algo.Incompr<strong>en</strong>sible del todo sí es el tratami<strong>en</strong>todel sonido. Los diálogos ap<strong>en</strong>as <strong>se</strong> <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong><strong>en</strong> muchos mom<strong>en</strong>tos y la película carecede cualquier <strong>en</strong>voltura de sonidos ambi<strong>en</strong>tesque la arrope, tras los diálogos sólo<strong>se</strong> oye la nada. <strong>Algo</strong> tan radical <strong>en</strong> una películasólo puede <strong>se</strong>r int<strong>en</strong>cionado. ¿Quizásiba <strong>en</strong>carado hacia el naturalismo que Antoniodef<strong>en</strong>dió a lo largo de todo el proyecto?Lo que consigue es romper la magia de locinematográfico, y casi expulsar de esa categoríaa la película.En resum<strong>en</strong>, Las Vidas de Celia plantea elreto de contar una historia de ficción d<strong>en</strong>trode la vida real. Para hacerlo <strong>se</strong> prescinde dealgunas de las herrami<strong>en</strong>tas clásicas del cinecomo los diálogos, la iluminación, los decoradoso el di<strong>se</strong>ño de sonido. Pero <strong>en</strong> variosmom<strong>en</strong>tos cae <strong>en</strong> su propia trampa. Se animaa los actores a trabajar la improvisaciónpero el tiempo para <strong>en</strong>sayar antes de empezara rodar fue escaso. De manera que losmom<strong>en</strong>tos brillantes son pocos y nunca surg<strong>en</strong><strong>en</strong> los puntos climáticos de la historia.Por otro lado el sonido es tan defici<strong>en</strong>te quelos diálogos a m<strong>en</strong>udo resultan inteligibles.Los decorados, tal y como los vemos <strong>en</strong> elmontaje final, siempre <strong>en</strong> planos muy cerrados,<strong>se</strong> confund<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre sí. De haber sabidodesde un principio que <strong>se</strong> optaría sobretodopor primeros planos hubie<strong>se</strong> sido mejorapostar por una mayor interv<strong>en</strong>ción <strong>en</strong> lo<strong>se</strong>spacios para difer<strong>en</strong>ciarlos por colores ytexturas. Por último, <strong>en</strong> el montaje <strong>se</strong> arriesga,con bu<strong>en</strong>os resultados de estilo, pero sinapoyar<strong>se</strong> <strong>en</strong> herrami<strong>en</strong>tas de compr<strong>en</strong>sióntan pot<strong>en</strong>tes como unos diálogos concretosy compr<strong>en</strong>sibles, un sonido que ubique y refuerceo la caracterización de los espaciospara ayudar al espectador a saber qué pasa,a quién y dónde <strong>en</strong> cada mom<strong>en</strong>to.Recuerdo que cuando preparábamos el rodajeAntonio Chavarrías nos citó como refer<strong>en</strong>teCódigo Desconocido, de MichaelHaneke. Pero si nos fijamos <strong>en</strong> los títulos decréditos veremos que la cantidad de nombresy departam<strong>en</strong>tos que aparec<strong>en</strong> es equival<strong>en</strong>teal de cualquier producción, que lamayoría de los <strong>se</strong>ts son decorados, que hayun equipo de efectos especiales, otro deefectos visuales y incluso una <strong>se</strong>gunda unidadde rodaje. Y al repasar at<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te lapelícula <strong>se</strong> descubre que la <strong>se</strong>nsación de veracidad,de realismo, de casualidad, es dehecho, una perfecta orquestación de elem<strong>en</strong>tosy que nada está dejado al azar. Endefinitiva, que la <strong>se</strong>nsación de hiperrealismo<strong>en</strong> la ficción <strong>se</strong> ha con<strong>se</strong>guido a travésdel artificio y que nada de lo que <strong>se</strong> ve escasual aunque lo parezca.En Las vidas de Celia, parti<strong>en</strong>do de unosobjetivos prometedores, no <strong>se</strong> llevaron acabo con los medios más adecuados, <strong>en</strong>ocasiones incompatibles <strong>en</strong>tre si, <strong>en</strong> otraspoco p<strong>en</strong>sados o trabajados, de manera queel fin es una <strong>se</strong>nsación decepcionante. (LasVidas de Celia <strong>se</strong> estr<strong>en</strong>ó <strong>en</strong> los cines el 19de <strong>en</strong>ero de 2007).Nina Caussa124 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


índice 2007índice 2007el desord<strong>en</strong>global<strong>Alemania</strong>Cay<strong>en</strong>do otro poco por la p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te deslizante de lademocracia parlam<strong>en</strong>taria... Frieder Otto Wolf 90<strong>Algo</strong> <strong>se</strong> <strong>mueve</strong> <strong>en</strong> <strong>Alemania</strong>. IzquierdaSocialista 90Alianzas y complicidadesLos vuelos de la CIA y el gobierno Zapatero.Roberto Montoya 86BoliviaEl gobierno Morales Hervé do Alto 85“La nacionalización de los hidrocarburos <strong>se</strong>ránuestra primera tarea” Inprecor <strong>en</strong>trevista a EvoMorales 85Transnacionales españolas: crónica de unsaqueo. Alberto Montero Soler 87La Asamblea Constituy<strong>en</strong>te: <strong>en</strong>tre la utopía y elde<strong>se</strong>ncanto. Hervé Do Alto y Palo Stefanoni 88BrasilLa reforma agraria y la lucha por la tierra.Txema Guijarro, Jon Landaluze, Mil<strong>en</strong>aBarreda, Raul Pau 87Elecciones 2006: una profunda ruptura política.Joao Machado y José Corrêa 89La reelección de Lula. 89“Choques y resist<strong>en</strong>cias”La Alianza de Civilizaciones: ¿una caricatura? JohnBrown 85Cooperación al desarrollo¿Por qué al Norte le gusta “ayudar”? ¿A qué<strong>se</strong> refier<strong>en</strong> los Estados ricos cuando hablan de“cooperación”. David Llistar i Bosch 90Ex-YugoslaviaLa descomposición de la ex-Yugoslavia, <strong>en</strong> eltablero internacional. Catherine Samary 88Foro Social EuropeoAt<strong>en</strong>as: avances y debilidades del movimi<strong>en</strong>toantiglobalización. Josu Egireun y Esther Vivas 87Foro Social MundialCaracas. Las políticas del Foro. Josu Egireun yMiguel Romero 85Bamako. El FSM <strong>se</strong> fortalece y exti<strong>en</strong>de EduardIbañez 85FranciaEl derrumbe del CPE. Entrevista a DanielB<strong>en</strong>said 86ItaliaIzquierda de gobierno o izquierdaanticapitalista. Salvatore Cannavò y FrancoTurigliatto 89LíbanoLos planes imperiales ante la prueba de larealidad. Entrevista con Gilbert Achcar 89MéxicoBajo el signo de la descomposición política.Arturo Anguiano 89Oaxaca a la hora de la APPO. SergioRodríguez Lascano 90Palestina/IsraelLa política israelí hacia el pueblo palestino: un“sociocidio”. Saleh Abdel Jawad 87Sobre los Objetivos del Mil<strong>en</strong>ioAgua y pobreza. Rui Valdivia 87SudáfricaResist<strong>en</strong>cia al neoliberalismo Jo<strong>se</strong>p MariaAnt<strong>en</strong>tas 85Unión EuropeaInterludio incierto G. Buster 85Tesis sobre la Universidad y el movimi<strong>en</strong>toestudiantil. Carlos Sevilla Alonso 87V<strong>en</strong>ezuelaDespués de las elecciones: hay que pisar elacelerador. Jo<strong>se</strong>p Maria Ant<strong>en</strong>tas 90miradasvocesJazz in blue Sergio Cabanillas 85Comunidades transnacionales David Bakon 86Paisajes humanos Araceli Gedack 87Imag<strong>en</strong>aria. “La REALIDAD” 88V<strong>en</strong>ezuela: imág<strong>en</strong>es de un proceso. Esther Vivas 89Souad G<strong>en</strong>nun 90pluralpluralAgustín, Laura María Atrever<strong>se</strong> a cruzarfronteras: migrantes como protagonistas 87Armadans, Jordi Balance del gobiernoZapatero <strong>en</strong> al ámbito de paz, def<strong>en</strong>sa y<strong>se</strong>guridad 88Barranco, Oriol ¿Todavía la cla<strong>se</strong> obrera y lacondición proletaria? 86Béroud, Sophie Francia: la frágil emerg<strong>en</strong>cia de unanueva forma del proletariado 86Castejón, Francisco La <strong>en</strong>ergía nuclear, otra vez <strong>en</strong>el candelero 89Civit, Mercè Por los derechos laborales ysociales de las trabajadoras y trabajadores del<strong>se</strong>xo 87Coll i Balckwell, Andreu ¿Qué socialismo para elsiglo XXI 90D<strong>en</strong>is, Roland (<strong>en</strong>trevista) Destruir yreconstruir. El nuevo estado <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela ylos movimi<strong>en</strong>tos sociales 85D<strong>en</strong>is, Roland El socialismo para cuando <strong>se</strong>a 90Elorrieta Aurrekoetxea, Jo<strong>se</strong> Liberaciónnacional, justicia social 86Fernández Durán, Ramón “Peak oil”: mercadoversus geopolítica y guerra 89Fernández Liria, Carlos; Alegre Zahonero,Luis El estado de derecho y sus <strong>en</strong>emigos. Elcaso V<strong>en</strong>ezuela 85Font, Tica Las guerras <strong>en</strong> África 88Garaizabal, Cristina Por los derechos de lastrabajadoras del <strong>se</strong>xo 87Giordani, Jorge Construir el propio destino. 85VIENTO SUR Número 90/Enero 2007 125


Husson, Michel Por una estrategia detransformación social 90Idoyaga, Petxo La izquierda abertzale sin ETA 86Jo<strong>se</strong>p Maria Ant<strong>en</strong>tas Sindicatos y resist<strong>en</strong>ciasglobales 86Juliano, Dolores Abolir la discriminación 87Katz, Claudio Estrategias de la izquierda <strong>en</strong>América Latina 90Kucharz, Tom América Latina: turbul<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>el pozo 89Lacoste, Yannick El barrio de La Vega, ejemplode autoorganización popular 85Landa, Karmelo Del acontecimi<strong>en</strong>to al proceso,o el aleteo de la mariposa <strong>en</strong> Euskal Herria 86Luce, Stephanie; Br<strong>en</strong>ner, Mark Coalicionessindicales y comunitarias <strong>en</strong> EE UU 86Martínez López, Ladislao La liberalización de losmercados <strong>en</strong>ergéticos 89Montero, Justa; Zabala, Begoña Algunos debatesfeministas <strong>en</strong> torno a la prostitución 87Prat, Enric El movimi<strong>en</strong>to por la paz fr<strong>en</strong>te ala economía militar 88Ríos, Paul (<strong>en</strong>trevista) Recuperar la confianza 86Rois, Cristina Energía y cambio climático 89Romero, Miguel V<strong>en</strong>ezuela con los ojosabiertos 85Sempere, Joaquin ¿Es viable un socialismo sinecologismo? 90Serfati, Claude Militarismo e imperialismo: suactualidad <strong>en</strong> el siglo XXI 88Silver, Beverly (<strong>en</strong>trevista) “Donde el capitalva, el conflicto capital-trabajo también irá” 86Vivas, Esther El movimi<strong>en</strong>to contra la guerra,antes y después del 15-F 88debatesdebatesBrown, John Una apología del terrorismo o,<strong>se</strong>ncillamanete, de la democracia... Reflexiones conocasión del alto el fuego de ETA 87Martínez, Ladislao Clima y capitalismo. Algunasprecisiones 85Rav<strong>en</strong>tós, Daniel Cinco años no es nada: glosas auna vieja y bu<strong>en</strong>a re<strong>se</strong>ña 85vocesmiradasHoy cumplo 16. Paolo Álvarez Correyero 85Fragm<strong>en</strong>tos de un diario desconocido. NoniB<strong>en</strong>egas 86Respirar y arder. Antonio Orihuela 87Una mujer <strong>en</strong> una isla. Concha Mateos Martín 88Un poema azul <strong>en</strong>orme. Enrique Falcón 89Bajo la lluvia equivocada. Vanesa Pérez-Sauquillo 90futuroanteriorBroué, Pierre 1936. El antimodelo de España 85Garí, Manuel 1986. El referéndum perdido...OTAN <strong>en</strong> tiempos de globalización 86Pereyra, Daniel Arg<strong>en</strong>tina. 30 aniversario 86aquíy ahoraCaussa, Martí Cambio de ciclo <strong>en</strong> Catalunya 88Cruelles, Jo<strong>se</strong>p Cuarto <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro bolivariano 87Fradera, Joan Catalunya <strong>en</strong>tre un estatutodescafeinado y un nuevo movimi<strong>en</strong>tosoberanista 86Fradera, Joan Catalunya ¿fin de ciclo? 88Guerrero, Diego La política fiscal que elcomunismo suprimirá 88Hernando, Ana Una crítica feminista a la Leyde Dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia 88Martí, Marc; González, Robert ¿Hacia unmovimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> def<strong>en</strong>sa del territorio deCatalunya? 87Montes, Pedro; Toledano, Diosdado Lasituación social y los sindicatos 90Pantoja García, Félix Reforma del derecho dem<strong>en</strong>ores: mal camino 86Pineda, Empar; Montero, Justa; Garaizabal,Cristina, feministas; María Sanahuja, ManuelaCarm<strong>en</strong>a, juezas; Paloma Uría, Reyes Montiel,Uxue Barco, diputadas, y más de dosci<strong>en</strong>tasmujeres Un feminismo que existe 86Pisarello, Gerardo; Aparicio, MarcoMultiplicar las fronteras, externalizar elcontrol 89Sevilla, Carlos, Puritani, Michela Perugia.550 jóv<strong>en</strong>es “intercambian experi<strong>en</strong>cias paraarticular luchas” 89Toledano, Diosdado Acuerdo de 660 despidos <strong>en</strong>SEAT: ¡Nunca más! 85Urbán, Miguel “Por una vivi<strong>en</strong>da digna”: naceun nuevo movimi<strong>en</strong>to 88Urbán, Miguel La Extrema Derecha <strong>en</strong> elEstado español 90Uribarri, Iñaki Otra reforma laboral que nocombatirá la precariedad 86V<strong>en</strong>egas , Enrique La llegada de inmigrantes aCanarias: P<strong>en</strong>última oportunidad para elnegocio del desarrollo 88Zubiaga, Mario Razones para el “+” del“18/98+” 85subrayadossubrayadosAganzo, Carlos Orilla del Tiempo. AntonioCrespo 90Caussa, Nina Selección No Oficial. (personal,subjetiva e incompleta del Festival de San Sebastián2006) 90Crespo Massieu, Antonio Una historia de amory oscuridad 85Crespo Massieu, Antonio Lo abierto. Elhombre y el animal 86Garí, Manuel Recurso H 2O: necesidad,esca<strong>se</strong>z, calidad y negocio 85Garí, Manuel De cayucos, pateras y fronteras 87Garí, Manuel Raíces económicas del deterioroecológico y social. Más allá de los dogmas 88126 VIENTO SUR Número 90/Enero 2007


Goñi, Mercedes “Una mina llamada infiermo”, deAlejandro Gallo 87Gutiérrez, Pepe Escaparate 87Gutiérrez, Pepe Salvador (Puig Antich) 88López Hernando, Alicia Trabajador@s del <strong>se</strong>xo.Derechos, migraciones y tráfico <strong>en</strong> el siglo XXI 89Pastor, Jaime Nuevos movimi<strong>en</strong>tos globales. Haciala radicalidad democrática 86Pastor, Jaime Anti-ori<strong>en</strong>talismo y “<strong>se</strong>gundadescolonización” 89Riechmann, Jorge La bioeconomía de Georgescu-Roeg<strong>en</strong>nti 89Romero, Miguel “La lucha por Barcelona. Cla<strong>se</strong>,cultura y conflicto 1898-1937”, de Chris Ealhan 87Romero, Miguel Uno de los nuestros 88Ruiz Sandoval, Luis Escritos de Ernest Mandel 85Torralba, Silvia Alim<strong>en</strong>tos Globalizados. XavierMontagut y Fabrizio Dogliotti 90V<strong>en</strong>ero, Pedro CibersubrayadosZabala, Begoña Delitos y fronteras. Mujere<strong>se</strong>xtranjeras <strong>en</strong> prisión 86Zabala, Begoña Teoría feminista: de laIlustración a la globalización. De los debatessobre el género al multiculturalismo. Volum<strong>en</strong>3. Celia Amorós y Ana de Miguel Zabala 90propuestasgráficasRosa Silva 85Acacio Puig 86Almud<strong>en</strong>a Rodríguez 87Jesús Hoyos Arribas (in memoriam) 88Fabrizio Dogliotti 89Mike Alewitz 90Artículos de actualidad,sumarios de la revista impresa,suscripciones y muchas <strong>se</strong>cciones más <strong>en</strong>:www.vi<strong>en</strong>tosur.infoSi quieres recibir nuestro boletín de novedades puedes hacerlo suscribiéndote a lalista de correo de nuestra web:http://listas.nodo50.org/cgi-bin/mailman/listinfo/listavi<strong>en</strong>tosurVIENTO SUR Número 90/Enero 2007 127


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