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FIJO TESTIGO: EL MAR - Frente de Afirmación Hispanista

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<strong>FIJO</strong> <strong>TESTIGO</strong>: <strong>EL</strong> <strong>MAR</strong>POESÍA CÓSMICA-<strong>MAR</strong>INAD<strong>EL</strong>ALITA CURB<strong>EL</strong>O BARBERÁNESTUDIO Y PRÓLOGO DEFREDO ARIAS DE LA CANALFRENTE DE AFIRMACIÓN HISPANISTA, A. C.México 1999


<strong>FIJO</strong> <strong>TESTIGO</strong>: <strong>EL</strong> <strong>MAR</strong>


© FRENTE DE AFIRMACIÓN HISPANISTA, A. C.Castillo <strong>de</strong>l Morro # 114Lomas Reforma11930 México, D. F.Tel. 55-96-24-26E-mail: ivanfah@dfl.telmex.net.mxMÉXICOPORTADA: Sobrerrelieve anónimo , siglo XIX.Dibujos <strong>de</strong> Berenice Garmendia


PRÓLOGOEn Las fuentes profanas <strong>de</strong> "Primero sueño", dije:Uno <strong>de</strong> los arquetipos que representan en formasimbólica el inconsciente colectivo, es el mar. Todogran poeta lo ha metaforizado en las imágenesinconscientes que concibe sobre todo en sus sueños.Veamos el siguiente fragmento <strong>de</strong> 15 versos <strong>de</strong>Primero sueño <strong>de</strong> Juana Inés:Las velas, en efecto, recogidas,que fio inadvertidastraidor al mar, al viento ventilantebuscando <strong>de</strong>satentoal mar fi<strong>de</strong>lidad, constancia al viento,mal le hizo <strong>de</strong> su gradoen la mental orilladar fondo, <strong>de</strong>strozadoal timón roto, a la quebrada entena,besando arena a arena<strong>de</strong> la playa el bajel, astilla a astilla,don<strong>de</strong> ya recobrado,el lugar usurpó <strong>de</strong> la carena,cuerda refleja, reportado aviso<strong>de</strong> dictamen remisoVII


No tiene fondo,buques hundidos,almas, abrazadasa sus algas.Recién nacido,la cara <strong>de</strong> Dios,pálida,lo mira.Buques no lo escribieron.Hombres no lo <strong>de</strong>scifraron.Peces no lo pudrieron.Baja a buscarloel sol,precipitándose en llamasentre bosques violáceos,y al tocarle la frenteabre puertas <strong>de</strong> oroque calan túnelesespacios<strong>de</strong>sconocidos.Escalinatas lentas<strong>de</strong>scien<strong>de</strong>n al aguay llegan, <strong>de</strong>svanecidas,a mis pies.IX


Por ellasascen<strong>de</strong>réun díahasta internarmemás allá <strong>de</strong>l horizonte.Pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aguame harán cortejoen la tar<strong>de</strong>resplan<strong>de</strong>ciente.Des<strong>de</strong> el suicidio marino <strong>de</strong> Alfonsina, los poetas la hanllorado, entre otros:Gloria Vega <strong>de</strong> Alba (1916-99), uruguaya, en su poemaAlfonsina <strong>de</strong> su libro Cielo <strong>de</strong>rramado y otros motivos:Dame aquí el mar, tú más que hermana, amigaque <strong>de</strong>splegando estás la sombra ardientecon <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> neblina transparentey ojos <strong>de</strong> sal cargados <strong>de</strong> fatiga.Dame tu voz, tu sazonada espigael surco florecido <strong>de</strong> tu frente<strong>de</strong>l que fluye la i<strong>de</strong>a en la vertienteque su reino te da y es tu enemiga.X


Tú que llegaste al mar como a un amantepara olvidar en él, el duro oficio<strong>de</strong> amar y <strong>de</strong> vivir, el ejercicio<strong>de</strong>l beso y la sonrisa y la sangranteherida <strong>de</strong> poesía, cruel diamante,que hirió tu corazón con su cilicio.Guadalupe Trullén, uruguaya, en su poema Alfonsina<strong>de</strong>l mar:Las cambiantes mareas te regían la sangresedienta <strong>de</strong> su hechizo buscabas sus orillas,su abismo te atraía cual imán po<strong>de</strong>rosoque en extraño presagio inspiraba tus rimas.La soledad te hundía en su estación antárticacuando el dolor postrero te nevó las mejillas,el verbo sin futuro <strong>de</strong>l amor conjugabasy cual <strong>de</strong>monios negros tus sentidos te herían.Escuchaste el llamado <strong>de</strong> engañosas sirenascautivamente reclamo a su honda guarida,ciego pájaro fuiste, sin timón y sin brújulafatalmente cumpliendo con su última cita.Y al igual que en tus versos las mortajas <strong>de</strong> algasenvolvieron tu cuerpo en su blanda caricia,el edredón tejido <strong>de</strong> musgos escardadoson<strong>de</strong>aba entre corales con estrellas marinas.Un ballet silencioso <strong>de</strong> peces asombradoste besaban la boca y las ciegas pupilasXI


y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> transparencias arcanas <strong>de</strong> las aguastu alma <strong>de</strong> naufragio resurgió amanecida.Porque aún <strong>de</strong>tenido el reloj <strong>de</strong> tu pulsoun místico misterio te prolonga la vida,quedaste en el fulgor <strong>de</strong>l eterno relámpagoque nos donó en sus luces tu honda filosofia.Trazaron en el cielo purísimo <strong>de</strong> octubreAlfonsina, tu nombre inquietas golondrinas,in<strong>de</strong>leble y muy alto ha quedado tu acentoy tu canto glorioso <strong>de</strong> lírica argentina.Afinaron los vientos sus clarines sonorosdon<strong>de</strong> encalló tu barca solitaria y perdida.En líquidos cristales boga quebrado un sueño...¡Tal vez sonó el teléfono en tu casa vacía!Margarita Robles, cubana, en su poema Ay, ese mar...,tomado <strong>de</strong> Gaceta lírica v. XIII, enero 1996:¡Ay, ese mar que sabe <strong>de</strong> Alfonsina!Que allá en el horizonte besa el cielo,que fue cómplice azul <strong>de</strong> mi <strong>de</strong>svelo.¡Ay! ese mar <strong>de</strong> aurora clan<strong>de</strong>stina;me traduce la voz <strong>de</strong> la neblinaque habla un idioma como <strong>de</strong> pañuelodiciendo adiós y el terco <strong>de</strong>sconsuelosobre mi frágil corazón camina.XII


Ese mar que se crece si lo miroa través <strong>de</strong> la magia <strong>de</strong> un suspirocomo crece el recuerdo en la distancia.¡Ay, ese mar que hasta mis playas llegacomo un jazmín alado que navegay <strong>de</strong>ja en las riberas su fragancia!Daniuska González, cubana, en su poema Monólogo ytiempo <strong>de</strong> Alfonsina Storni, tomado <strong>de</strong> la revistaAteneo # 4:Mientras doblegan mis pasosla inmovilidad <strong>de</strong> la arena,una sola muerte espera por mi cuerpo: el mar.Qué vendrá <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l abismo <strong>de</strong> las olas,<strong>de</strong> ese velero que silenciosamenteescon<strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> en la aventura <strong>de</strong> su fuga.Siento esquiva la austeridad <strong>de</strong>l silencio,la canción <strong>de</strong> mis mojadas ropasen un aparente disfraz <strong>de</strong> algas.Sólo la inmortalidad me separa <strong>de</strong>l mar,forastero sobre mis brazos.Ante mí parecieran aclarar la lejanía,el color informe <strong>de</strong> los solsticios en los corales.Quizá seamos una alucinación <strong>de</strong> Dios,su único sueño en el horizonte.Pero mi huída se confun<strong>de</strong> en metáforas,en revelación ante la palabraque seduje algún día.XIII


Al final, caerá la muerte como rayo,lenta en su mutilación <strong>de</strong> diosa.Entonces no seré Alfonsinasino un nombre en la evocación <strong>de</strong>l mar.Aunque no termine mi verda<strong>de</strong>ra ida,porque, ¿qué somos los poetassino consagrados <strong>de</strong> la muerte?Este camino que apenas celebro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el agua,anunciará el firmamento,la luna que divaga en su espejismo <strong>de</strong> sal.A lo mejor no olvido solay alguien elevará mi cantoentre los caracoles y el silencio.Ahora que bajo estas olascomienza el poema <strong>de</strong>finitivo.Que <strong>de</strong>saparezco como la página en blancocuando escribía la ilusión que fui.Herminia D. Ibaceta, cubana. Su poema Réquiem porAlfonsina tomado <strong>de</strong> su libro En pos <strong>de</strong>l rumbo:Era una tar<strong>de</strong> amarilla...el mar, azulado espejo,apenas copió el reflejo<strong>de</strong>l sol en postrera silla.Te enlazaron en su quillasilencios y soleda<strong>de</strong>s,viste pasar las eda<strong>de</strong>srebel<strong>de</strong> al propio <strong>de</strong>stino;te fuiste por el camino<strong>de</strong> inhóspitas oqueda<strong>de</strong>s.XIV


El mar te abrió su regazoversificando la espuma,rítmicamente la brumate ciñó en místico abrazo.Tu espíritu rompió el lazoque enca<strong>de</strong>naba la vida,con la corola encendidatu piel besó los torrentesy reposaste en sus fuentescomo una ninfa dormida.Ató la noche sus istmos...al ritmo <strong>de</strong> la mareaentre corales te creasenda <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los abismos.Matinales espejismoste envolvieron en su manto,y entre conchas <strong>de</strong> amarantoguardó la arena celosa,en el perfil <strong>de</strong> una rosa,libres, tu cuerpo y tu canto.Lalita Curbelo Barberán también lloró a Alfonsina en supoema El mar, mar que no significó para Lalita unaatracción tanática como para Alfonsina, sino que tiñó <strong>de</strong>azul el alma <strong>de</strong> la poeta: el color <strong>de</strong>l abandono. Mas elazul también poseyó a Alfonsina.XV


En la tragedia <strong>de</strong> abandono <strong>de</strong> Lalita se repite la leyendamitológica <strong>de</strong> Ceix y Alcione, narrada por Ovidio en Lasmetamorfosis:Era ya la mañana; sale <strong>de</strong> su casa hacia la playa y,llena <strong>de</strong> inmensa tristeza, vuelve al lugar en don<strong>de</strong> lehabía visto cuando se alejaba. Y mientras se <strong>de</strong>tieneallí diciendo: "Aquí soltó las amarras, en esta playame besó al marcharse", y mientras recuerda todo loque ha hecho en este lugar y mira el mar, ve a lolejos no sé qué, como un cuerpo en el agua movediza.Primero no podía distinguirse qué era aquello,pero cuando la ola lo acercó un poco, a pesar <strong>de</strong>hallarse lejos, tuvo la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que era un cadáver.Aún ignorando quién sería, se perturbó, ya queera un náufrago y un augurio. Y le lloró como a un<strong>de</strong>sconocido, diciendo: "¡Ay, <strong>de</strong>sgraciado!, quienquieraque seas, y tu mujer también, si la tienes".Empujado por las olas, el cuerpo se acerca mástodavía, y cuando más lo mira, más se turba sucorazón y, cuando está más próximo a la orilla, lo velo bastante bien como para po<strong>de</strong>r reconocerlo: era suesposo. "¡Es él!", grita, y se <strong>de</strong>sgarra el rostro, semesa los cabellos, se <strong>de</strong>stroza el vestido y, tendiendohacia Ceix sus manos temblorosas, dice: "¿Así, ¡ohqueridísimo esposo!, así, ¡oh infortunado!, vienes ami?" Cerca <strong>de</strong> las aguas se encuentra un diqueconstruido por la mano <strong>de</strong>l hombre, don<strong>de</strong> rompenlas primeras olas <strong>de</strong>l mar, y, a lo lejos, fatiga suímpetu al recibirlas primero. Salta Alcione sobre él,XVI


<strong>EL</strong> <strong>MAR</strong>¿A dón<strong>de</strong> lleva el mar?Quizá su mínimo secretolo guarda una lagartija que caminapor un árbol alzado entre los arrecifes.Calla secretos <strong>de</strong> rostros que se alejaronpara volver un día<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> recorrer todas las playas<strong>de</strong>l mundo.¿Por qué grita el mar?Por su manera azul <strong>de</strong> atrapar cuerpospor su charla nocturna con las costaspor esa amistad salobre con los pájaros,por haber sido siempre ávida criaturaque retorna al inicio <strong>de</strong> los cauces secretos.Agua que baña las estructuras y se pier<strong>de</strong>en ese camino <strong>de</strong> rocas que ha hecho el hombre,agua que lava mi rostro<strong>de</strong>jando un sabor a peces milagrosos,a sal, a niebla.Quiero <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r hasta lo más profundo<strong>de</strong> su ver<strong>de</strong>encontrar castillos tejidospor criaturas milagrosas.XIX


Hablar con Alfonsina en el lenguaje<strong>de</strong> sus sirenas azules.Per<strong>de</strong>rme en su lenguaje sólo aprendidopor la muerte.Volverme historia en su misterioy amar, amar profundamente el maraunque me lleve al olvido,aunque me grite noches oscuras y perdidas.Lalitaxx


IFUEGO


<strong>EL</strong> OTRO ÁNG<strong>EL</strong>Allí está el otro ÁNG<strong>EL</strong>haciendo inventario <strong>de</strong> ternuras<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> espantar adversida<strong>de</strong>s.Ávido ÁNG<strong>EL</strong> que supo <strong>de</strong>l paso<strong>de</strong>l abismo.ÁNG<strong>EL</strong> sabedor <strong>de</strong> sal y oleaje<strong>de</strong>s<strong>de</strong> lejanas islas vienecon su rostro ENCENDIDOinsomne pasa por los huesos<strong>de</strong>l tiempoHAMBRIENTO toca a mi puertacomo un tripulante ENVENENADO porAZULES.Cruza el aterrado silencio <strong>de</strong>los MUERTOSy lanza GAVIOTAS a la distancia.Llega con lluvia finacomo un fantasma salido <strong>de</strong>l exiliocruza olas gigantescasconjurando a todos los que ya se fueronpara siempre.Se alza en un R<strong>EL</strong>ÁMPAGOy al fin cae, dulce, cercano,en la sombra <strong>de</strong> TIGRE DE MIS OJOS.3


Y <strong>EL</strong> OTRO ÁNG<strong>EL</strong>Dormido en el silencio quieto<strong>de</strong> BOCAS ENCENDIDAScantó su última olaapuró con tristeza el VINO <strong>de</strong>l otoñoy lanzó su corazón entre las olorosasramas <strong>de</strong> los eucaliptos.Yo estaba entre los rostros quietos <strong>de</strong> la esperasobre pilotes don<strong>de</strong> las GAVIOTAS reposaban,lo veía llegarsaliendo <strong>de</strong> una habitación ILUMINADAdon<strong>de</strong> las PAREDES <strong>de</strong> sal parecían fabulosasmontañas.Un PÁJARO EXTRAÑO Y NEGROPICABA con <strong>de</strong>sesperaciónun cangrejo MUERTO en la ARENA.La costa era un abrazo <strong>de</strong> alas ysargazosy el perfume <strong>de</strong>l <strong>MAR</strong> lo inundaba todo.Llegó DEVORANDO palabrasy atravesando noches<strong>de</strong>jó su A<strong>MAR</strong>GO testimonio.4


IIPIEDRA


BOT<strong>EL</strong>LA VERDEPor un estrecho mágico se une elAtlántico con el Mediterráneo.Yo tiro una botella ver<strong>de</strong>que guarda un verso antiguo<strong>de</strong> aquellos que escribíamosen nuestra infancia.De un exilio a otro exilioquiere ROMPER fronterasy llegar a tus playasen la memoria<strong>de</strong> un tiempo nunca MUERTO.Por eso va en todas direccionescon la furia <strong>de</strong>l oleajeen el VINO AZUL DE LAS AGUASen el presagio <strong>de</strong> las AVES marinasen las LUCES <strong>de</strong> llegadas y <strong>de</strong>spedidas.Terrestre PÁJARO DE CRISTALque surca la distanciacon<strong>de</strong>nado al olvidoo a la tibieza <strong>de</strong> tus manos.Siempre con la marea , cruzando <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el Atlántico hasta el Mediterráneo.Des<strong>de</strong> mi centro hasta tu centro.7


FUGAQuise huir <strong>de</strong> las calles iguales<strong>de</strong> los MUROS alzados por la costumbre<strong>de</strong> las <strong>de</strong>samparadas voces que llegabana mi puerta<strong>de</strong> las cruces que marcaban los días,quise <strong>de</strong>sembocar en otro sitiosaborear furias <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nadas y nuevasy vine al <strong>MAR</strong>, al sitio don<strong>de</strong> me conducentodos los gritos y todos los AZULES,al juego <strong>de</strong> las nubes en mi cuerpoal estremecido golpetear <strong>de</strong> las OLASen mis cabellos¡oh, esta pasión antigua ! Este abandono<strong>de</strong> sales y <strong>de</strong> arenasesta <strong>de</strong>snuda sensación <strong>de</strong> vidaeste reclamo <strong>de</strong> lejanía y SUEÑO.Al fin, mi rostro reencontrado en las AGUASlejos ciuda<strong>de</strong>s y caminoslejos lo que <strong>de</strong>struye y aniquila,el <strong>MAR</strong>, y los DESPOJOS <strong>de</strong> otros tiemposy mis pies hundiéndose en la ARENAy la canción marina renaciéndome.8


BRISA ANTIGUAPorque hay una brisa antigua y el <strong>MAR</strong>sigue guardando los secretosla hilera <strong>de</strong> PIEDRAS que lleva aningún sitiolas AGUAS hume<strong>de</strong>ciendo los <strong>de</strong>snudos piesla salvaje canción que se vuelve lloviznafinalas ocultas palabras que no dijimosaquel sabor <strong>de</strong> las familiasen la hora don<strong>de</strong> lo A<strong>MAR</strong>GO <strong>de</strong>saparece.Tantos PECES AHOGADOS por el tiempolas GAVIOTAS perdiéndose en el lejanocruceroaquella casa don<strong>de</strong> nos amamosNÁUFRAGOS <strong>de</strong> SUEÑOS poblados <strong>de</strong><strong>MAR</strong>EA profunda.Todo este momento y aquel y el otro.Porque hay una BRISA antigua y el <strong>MAR</strong>sigue guardando los secretosbajo el CRISTAL D<strong>EL</strong> AGUAy las costas escon<strong>de</strong>n rostros perdidosy se consagran las CARACOLAS a un juego<strong>de</strong> sargazos9


y vamos salvajes por el oleajeen círculos concéntricosmientras más allá, más allá <strong>de</strong>l <strong>MAR</strong>todo es inmutable.10


IIIFUEGO-PIEDRA


AQU<strong>EL</strong>LAS TARDESAquellas tar<strong>de</strong>s que establecieron latormentosa voz <strong>de</strong>l <strong>MAR</strong>don<strong>de</strong> nos reconocimos en la FIJEZADE UNA MIRADA.Entrégate a esas horas don<strong>de</strong> el amorera algo que buscábamos como criaturasque llevaban siglos esperándose.Cómo ahora te guardo en la memoriay tocas mis manos con tus manos <strong>de</strong> AGUAque tienen la melancolía <strong>de</strong> la MUERTE.Días que se hicieron para conocernosmás allá <strong>de</strong> tinieblas y PÁJAROS quegolpeaban con sus ALAS los mástiles<strong>de</strong> los barcos.Intento <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> <strong>de</strong>shacer eltejido <strong>de</strong> aquella lluvia marinaque mojaba nuestras caras.Las canciones aquellas que nos hicieronsus huéspe<strong>de</strong>spara empezar la fábula <strong>de</strong> un amor diferente.Aquellas tar<strong>de</strong>s, aquella casa que <strong>de</strong>spuésprofanaron DEMONIOS y silencios.Ahora sería fácil ENCENDER LA LÁMPARAy andar errante por las solitarias habitaciones13


olvidando , las <strong>de</strong>strucciones <strong>de</strong>l VIENTOdispuesto a borrar nuestros rostros.Ahora nos asomamos a las ruinas<strong>de</strong> todo aquel tiempoy todo se reconstruye por aquel puñado<strong>de</strong> ARENA que echaste sobre las cenizas<strong>de</strong>l olvido.Y nunca te vas presencia abandonadaporque saliendo <strong>de</strong> una LUZ diferenteterrestrevuelves con aquel juego <strong>de</strong> GAVIOTASfijas en tu MIRADA.SUEÑO <strong>de</strong> antiguos díasdulce como la nostalgia en la vozmás secreta, es el recuerdoinacabable<strong>de</strong> tu amor<strong>de</strong> aquellas tar<strong>de</strong>s que establecieronla tormentosa voz <strong>de</strong>l <strong>MAR</strong>.14


DE LAS HORAS DE A<strong>MAR</strong>GURAHay horas <strong>de</strong> A<strong>MAR</strong>GURA , <strong>de</strong> un tedio largo,pesaroso,cuando perdido el pensamiento en lejanosfantasmas vuelve el rostro <strong>de</strong> la infancia.Se quiere rescatar lo AZUL <strong>de</strong> la existencia,<strong>de</strong> una época ida, diferente a esta hora<strong>de</strong> estériles lluvias y torrenciales nochesdon<strong>de</strong> todo se vuelve <strong>de</strong> hojas SECASy A<strong>MAR</strong>GAS sentencias van cayendosobre el cuerpo.Y queremos recorrer otras sendas con pasosno conocidos por la cóleramientras un frío molesto se pega en nuestrapiel.¿Qué sueño sino el pino aquel que se alzabaen el patio o madre caminando por la casa?¿Qué busco sino al poeta que me amó y queconmigo echaba barcos <strong>de</strong> papel en el RÍO?Pero todo nos arrebata la incansable belleza.Guardamos la noticia <strong>de</strong> que MURIÓ en unpaís lejano y sólo encontramos el rostro<strong>de</strong> la madre en un retrato.15


Nada nos <strong>de</strong>vuelve la LUZ <strong>de</strong> aquellos días,porque todo se fue <strong>de</strong>struyendo más allá <strong>de</strong>lhorizonte.Seguimos buscando las horas sumergidasque tan sólo rescatan la esperanzacuando la neblina va poblando la casa.Por la ventana entran <strong>MAR</strong>IPOSAStransformadas en hilos <strong>de</strong> ternura que revivenla memoria.Y el amor es un AVE nocturna <strong>de</strong> sabor marinoque no se apaga.Los PÁJAROS <strong>de</strong> la A<strong>MAR</strong>GURApue<strong>de</strong>n más que todo.Nos acecha la noche en cada esquina.Nos resistimos a ser animales <strong>de</strong> costumbresqueremos salir <strong>de</strong>l fondo <strong>de</strong>l <strong>MAR</strong> con losbrazos jóvenesy la MUERTE es lo único que se asoma en elespejo <strong>de</strong>l AGUA.Vuelve, como VIDRIOS QUEMANTES, todo loque creíamos olvidado.Pero siguen las horas <strong>de</strong> A<strong>MAR</strong>GURA, <strong>de</strong> tediolargo, <strong>de</strong> paz inalcanzable.En el patio sólo quedan los <strong>de</strong>spojos <strong>de</strong> unPÁJARO MUERTO.16


POLVO DE PECESVienes a mi memoria en esta horaen que el <strong>MAR</strong> es mediodíay las olas golpean en la costa cercana.Dormido en la hora prisionerallegas en lo más tibio<strong>de</strong> <strong>MAR</strong>EAS tempestuosas , océanicas canciones,NAUFRAGIOSen el torbellino <strong>de</strong>l oleaje en los ARRECIFES.Llegas, y se empieza a SOÑAR todo ese tiempoque se quedó en el tiempo.Porque ya sólo eres polvo <strong>de</strong> PECES.Fantasma dulce que emerges <strong>de</strong> las AGUAS,furtivo aliento que calienta mis huesos.Vienes FULMINANDO todos mis silenciosy el paisaje se vuelve una concha <strong>de</strong> FUEGOpor don<strong>de</strong> crecen los perdidos instantes.Vienes a mi memoria en esta horaen que el <strong>MAR</strong> es mediodíay es mentira la MUERTE, la soledadla tristeza.17


IvCósmicos


SALIDA HACIA LA LLUVIANo es fácil MORIR,a<strong>de</strong>ntrarme en el olvido, sollozar,<strong>de</strong>cir la última palabra.Agoté gestos frenéticosDEVORÉ ternuras, me perdí en el <strong>de</strong>samparo<strong>de</strong> ROTOS testimonios.¡Oh criatura querida! apagué todas las LUCES<strong>de</strong> la tierra. Quise ser PEZ en el minuto últimopretendiendo una salida hacia la LLUVIA.Pero fue todo inútil. En un pedazo <strong>de</strong> <strong>MAR</strong>volví a encontrarme, lejos <strong>de</strong>l terror y laangustia,volví a encontrarte en el centro<strong>de</strong>l OCÉANO.Y todas las máscaras cayeron en un huecoprofundomientras todo lo que estaba <strong>de</strong>spidiéndomeme recibía como DESLUMBRAMIENTO.Fue la pasión <strong>de</strong>l abismo en el cálido instante<strong>de</strong> otro abismo.Fluyendo <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong>l MUNDOte volviste ARENA, ola, ARRECIFE y playa,y empezó la vigilia<strong>de</strong> lo dulce21


y quise hundirme en el <strong>MAR</strong>, y me hundí conel terror <strong>de</strong> la alegría.Y no fue fácil ni necesario MORIRpara encontrarte.(El <strong>MAR</strong> empezó a arrastrarnos con su furia AZULy nos <strong>de</strong>jó exhaustos y felices en las arenas<strong>de</strong> una playa <strong>de</strong>l MUNDO).22


<strong>EL</strong> ÁNG<strong>EL</strong>Hay un ÁNG<strong>EL</strong> en la puerta custodiandomi SUEÑOy cuando duermo vienen rostros queridosa acompañar mis OJOS.Enigma <strong>de</strong> las nochesdon<strong>de</strong> extrañas <strong>MAR</strong>IPOSAS caen sobre mialmohada.La medianoche suspen<strong>de</strong> algo fugitivopor don<strong>de</strong> andas como un fantasma querido.Y voy hundiéndome en el recuerdomientras FEROCES PALABRASVIENEN A MIS LABIOS.El ÁNG<strong>EL</strong> sigue custodiando la puerta.Un aire <strong>de</strong> <strong>MAR</strong> sigue nombrándotey las orillas <strong>de</strong>l tiempo se juntanpara un regreso posible porquela lluvia te repite.La LUNA va a MORIR sobre el almendro frío.Ante lo INDESCIFRABLE me lanzo por esacomarca AZUL por don<strong>de</strong> tu paso <strong>de</strong>jó huellas<strong>de</strong> una ternura fugitiva.Presencia que se alarga con la BRISA.El ÁNG<strong>EL</strong> sigue cuidando la puerta.23


MEDIODÍA DE SEPTIEMBREPor cálidas arenas <strong>de</strong>jé que el ver<strong>de</strong> oleajeme hume<strong>de</strong>ciera los pies,mientras un mediodía <strong>de</strong> septiembreiba AGUJEREANDO <strong>EL</strong> GRITO D<strong>EL</strong> SOL.Quería huir <strong>de</strong> la ciudad y refugiarmeen el R<strong>EL</strong>ÁMPAGO AZUL <strong>de</strong> aquella playa.Enloquecido el rostro se alzaba hasta las nubesmientras el AGUA golpeaba como extraña caricia,impreciso manotear <strong>de</strong> AGUAS en el giro <strong>de</strong> vocestransitadasternuras insondables <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la caricia <strong>de</strong> la olareclamaciones <strong>de</strong> cada juego <strong>de</strong> la ARENAque señala una hora,misterio <strong>de</strong> canciones mojadas<strong>de</strong> sitios marinos por don<strong>de</strong> se pier<strong>de</strong>nlas palabrasy 'la costumbre es un PEZ MUERTO en medio<strong>de</strong>l OCÉANO.Lejanía al fin alcanzadasin otro remo que la esperanzay extrañamente tu rostro buscándome los OJOS.Huir, huir <strong>de</strong> la ciudad, volver al <strong>MAR</strong> don<strong>de</strong>perdí mi nombrey encontrarme al fin en el<strong>de</strong>samparo <strong>de</strong> sus olas.24


LAS FLORES D<strong>EL</strong> JARDÍNVamos a cuidar las flores <strong>de</strong>l jardíncomo si iniciáramos una nueva liturgiacuando ya todo se ha borrado en el horizontey se cierran los OJOS para no ver losúltimos fantasmas.Cuando ya todo se ha vuelto una nieblavengadora don<strong>de</strong> himnos lejanosmodulan sus íntimos reclamos.Vendrá entonces un ÁNG<strong>EL</strong>VESTIDO DE <strong>MAR</strong>IPOSASy luego será fácil echarse a dormircon los húmedos cabellos <strong>de</strong> ROCÍOsin más enigma que la noche misma.Entonces, en el SUEÑO, iremos recogiendoel perfume en fuga <strong>de</strong> los recuerdosy volveremos a aquel puerto don<strong>de</strong> nuestrasvidas se encontraronlejanas a la crueldad <strong>de</strong>l mundoy al <strong>de</strong>samparo <strong>de</strong> los corazones vacíos.Tú levantas las madrugadas, el lejano BRILLODE LAS ESTR<strong>EL</strong>LASsitios don<strong>de</strong> todo es bellezacanciones <strong>de</strong> unos niños que se fueron a la25


guerra para sembrar las cruces en la nievecon sus frías manos alargadas al vacíodon<strong>de</strong> los rostros <strong>de</strong>l minuto últimose TRAGAN el espacio melancólico.Irás nombrándome en los oscuros laberintos<strong>de</strong> bosques gigantescosme irás llamando más allá <strong>de</strong> la medianochey nos volveremos fugitivas criaturas queaman la LUZ.Por eso, vamos a cuidar las FLORES <strong>de</strong>l jardínque las ramas <strong>de</strong> los árboles <strong>de</strong>n su sombranunca sojuzgaday hundiéndonos en el ver<strong>de</strong> camino por don<strong>de</strong>se alzan tulipanes y geraniosalcancemos la estación sin límite,el territorio <strong>de</strong> las feroces verda<strong>de</strong>sy en un juego <strong>de</strong> ARENA limpiacaigamos <strong>de</strong> golpe en esa orilla don<strong>de</strong> la<strong>de</strong>solación se <strong>de</strong>sconoce.Oh caminos ruinosos <strong>de</strong>l olvidola MUERTA GOLONDRINA, en el alero<strong>de</strong> la ventananos da una ternura dolorosa.Ven, olvi<strong>de</strong>mos todo , cui<strong>de</strong>mos las FLORES<strong>de</strong>l jardín. Será suficiente para no MORIRNOS.26


DE NUEVO LOS ÁNG<strong>EL</strong>ESBuscan los ÁNG<strong>EL</strong>ES su sitio en algunaparte <strong>de</strong> la tierray hay un terror pequeño y sordo bajo lashojas <strong>de</strong> la alta enreda<strong>de</strong>ra.Una BRISA <strong>de</strong> <strong>MAR</strong> lejana muestraalgo que sabe el secreto <strong>de</strong> las olasque van a MORIR en la ROCA duravolviéndose encaje nunca olvidado.El rostro queda húmedo y saladoy recordamos que aquellas lluvias quecayeron en las tar<strong>de</strong>s largastraen el perfume <strong>de</strong> cosas idas y siemprepresentes.Pero los ÁNG<strong>EL</strong>ES siguen buscando como sila muerte no fuera una cosa parecida a la vida.Entonces era la hora <strong>de</strong> sentarse a la mesay ben<strong>de</strong>cir el PAN. La íntima costumbre <strong>de</strong>sabernos en familia y empezar a esperarel atar<strong>de</strong>cer cargado <strong>de</strong> sombras y dulzuras.Claros y <strong>FIJO</strong>S TUS OJOS más allá <strong>de</strong>lblanco mantelcírculos que nos envolvían haciéndonossentir cómo nos arrastraba unapasión diferente.27


Las sombras allá afuera don<strong>de</strong> el <strong>MAR</strong>ROMPÍA LOS CRISTALES <strong>de</strong>l tiempo.Era el momento <strong>de</strong> los mejores SUEÑOS.Después la noche caía sobre nuestrossemblantes . Junto al viejo sillón <strong>de</strong>la habitación marina tu cuerpo <strong>de</strong>scansabamientras el VIENTO golpeaba las ventanas.Había como un <strong>de</strong>solado andar <strong>de</strong> fantasmasy criaturas extrañas.Por eso los ÁNG<strong>EL</strong>ES siguen queriendovencer el tiempo y buscan tus OJOS.Toda lucha es inútil. Tú vuelves a andarpor los mismos sitios. El <strong>MAR</strong> ROMPE enla costa. Mis huesos sienten tu caricia.Se multiplican los rostros y vuelve a serverano. Aquel mismo verano don<strong>de</strong> fuimospropietarios <strong>de</strong>l amor más profundo.Estación <strong>de</strong>l SOL y arena sin más testigoque el <strong>MAR</strong> con su fuerte AZUL. Aquel veranodon<strong>de</strong> quedamos in<strong>de</strong>fensos y <strong>de</strong>snudosdon<strong>de</strong> quisimos olvidar que toda llegadatiene su partida y transformándolo todoapretamos en las manos la brevedad <strong>de</strong>un SUEÑO.28


Ahora se <strong>de</strong>spiertan los ÁNG<strong>EL</strong>ES conun temblor <strong>de</strong> siglosy nosotros volvemos a ser los mismosque repetían sus sombras en la playa¿por qué si la BRISA nos hacía sentirSABOR SALADO nos invadía una dulzurapoblada <strong>de</strong> PECES dormidos y nieblas<strong>de</strong> lejanas tierras?Ahora la playa está <strong>de</strong>sierta . En tornosólo hay silencio y los ÁNG<strong>EL</strong>ES siguenbuscando su sitio en lo <strong>FIJO</strong> claroy profundo <strong>de</strong> nuestros OJOS.29


VOLVER AL <strong>MAR</strong>Volver al <strong>MAR</strong> para encontrar tus OJOStu figura dibujada en el viejo MUROla sombra <strong>de</strong> los ÁRBOLESy aquella forma <strong>de</strong> andar por los caminosA<strong>MAR</strong>ILLOS.SOL QUEMANDO LOS OJOSmientras los DEMONIOSAZULES ENCENDÍAN la pielpaisajes por don<strong>de</strong> nos hicimos sombraaquel perro negro que respondía anuestras vocesen aquel verano diferente.Sentir el azote <strong>de</strong> la BRISA marinarefugiamos en la casa a medio construir,amor, amor querido, las olas <strong>de</strong>l Atlánticonos señalan en la mejor hora.Una <strong>MAR</strong>EA cálida nos envuelvey todo es posible porque el tiempose <strong>de</strong>tieney nacemos en un gesto, en una palabra,en una MIRADA que se confun<strong>de</strong> con las AGUAS.Oh sí, volver al <strong>MAR</strong> para encontrar tus OJOSy ser entonces irreversible canciónque se TRAGA la tar<strong>de</strong>.30


NIÑO EN LA PLAYACamina hasta nosotros con sus OJOS negrosy alegrestrae en las manos una ESTR<strong>EL</strong>LA DE <strong>MAR</strong>encontrada en la ARENAy juega a ser alguien en el tiempo.Embriagado <strong>de</strong> AZUL parece no vernospero sus pasos lo acercan a nuestra sombray se empina al SOL para que lodibujemos en el paisaje.Mira con asombro el lejano cruceroy levanta sus manos queriendo asiruna GAVIOTA.Se pier<strong>de</strong> en el diálogo <strong>de</strong> las OLASy el olor a marisco lo embriagadulcemente.Se pier<strong>de</strong> vagabun<strong>de</strong>ando entre las ROCASy ya no es más que una pequeña LUZentre los ARENALES.31


DE ESOS ARENALESMás allá <strong>de</strong> esos ARENALES estás con tusOJOS <strong>de</strong> <strong>MAR</strong>como queriendo ROMPER la magia <strong>de</strong> losaguaceros.Es un grito <strong>de</strong> animal HERIDO el que llegacon la noche,pasarán las ciuda<strong>de</strong>s y en todas ellasencontraré tu nombretraído por aquel veranodon<strong>de</strong> el <strong>MAR</strong> fue nuestro secretomientras en el puerto ARDÍANLAS ÚLTIMAS LUCES.No puedo olvidar aquella playadon<strong>de</strong> iban a MORIR ma<strong>de</strong>ros tristesy aquellas GOLONDRINAS que venían alas ventanas <strong>de</strong> aquella casa nuestragolpeada por la lluvia en los amaneceres.Desafio <strong>de</strong>l tiempo que no trae el olvidoy aquellas ARENAS que todavía guardannuestras pisadas.Tierna, rabiosamente, con una tristezadiferente32


llegas y los MUROS guardan las palabras<strong>de</strong> entoncescuando la lejanía era palabra inútil.Tú sigues en algún lugar <strong>de</strong> aquel puertodon<strong>de</strong> llegaban barcos <strong>de</strong> países lejanosborrados por la niebla <strong>de</strong> un <strong>MAR</strong> fuertey distinto.Alguna palabra traída por el VIENTOy las GAVIOTAS cerca <strong>de</strong> los mástiles.Yo he tenido tus OJOS.Siguen conmigo pese a que las bestias<strong>de</strong>l tiempo lo han TRAGADO todo.Acaso sin quererlo te volviste algo eternoel fijo testigo <strong>de</strong> toda una época.El VIENTO seguía rompiendo los techos <strong>de</strong>las pequeñas casas <strong>de</strong> los pescadores.Guardada por los SUEÑOS aquella dulzuraque se volvía nostalgia cuando tus OJOSse perdían en el <strong>MAR</strong>.Nombrándome me volviste oleaje ver<strong>de</strong>y toda la B<strong>EL</strong>LEZA D<strong>EL</strong> MUNDO nos pertenecía.Por eso estás más allá <strong>de</strong> esos ARENALESy la crueldad <strong>de</strong> esta horano pue<strong>de</strong> borrarnos.33


VABANDONO


EN AQU<strong>EL</strong> VIEJO BARCOEs posible que hayas zarpado en aquelviejo barco. Recuerdo que no quisisteque fuera a <strong>de</strong>spedirte. Que me besasteen el claro comedor cerca <strong>de</strong> lasmadreselvas y las piscualas.Yo quedé estremecida por aquel ADIÓSy acaso no entendí que mis OJOS temiraban por última vez.Largas horas empezaron a pasar sobrelas tar<strong>de</strong>s. Tu rostro crecíamultiplicado en todos los rostros.Te buscaba en los espejos y en el AGUAmientras sabía que seguías recordándomeque en aquella hora que mirabas <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el muellealgo nacía en ti profundo y grave.Empezaste a recordarme en cada cosay a reconocerme en todas lascriaturas que pasaban por tu lado.Empezamos a andar por todos los caminosy <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> todos los árbolescreciéndonos en cada pedazo <strong>de</strong> <strong>MAR</strong> asomadoa la tar<strong>de</strong>.37


Pero qué triste todo en este otoñodon<strong>de</strong> la madrugada me alcanza escribiendotus OJOSmientras las HORMIGAS borraron yala huella <strong>de</strong> tus huesos amados.Sigues alejándote en aquel viejo barcoy sigues llegando en cada marejadaque golpea mis playas.38


DE NIEBLATe fuiste volviendo <strong>de</strong> niebla, creciendoen cada cántico <strong>MAR</strong>INOsaltando <strong>de</strong> pronto en alguna calle pordon<strong>de</strong> tus pasos te llevaban a mi casa.Llegabas cada tar<strong>de</strong>. A las cinco enpunto <strong>de</strong> la BRISA e iniciábamos el juego<strong>de</strong> las palabras mientras movíamos enla breve taza la cucharilla <strong>de</strong> té.Con frecuencia regresas. Te posesionascon tu niebla y en la niebla <strong>de</strong> todolo que me ro<strong>de</strong>a.Te acomodas en los rincones <strong>de</strong> la salay empieza una apacible manera <strong>de</strong> presenciasrecónditas como un <strong>de</strong>snudo andar don<strong>de</strong>todo comienza <strong>de</strong> nuevo su canciónefimera.¿Quién te menciona <strong>de</strong> pronto ycómo, <strong>de</strong>cir olvido cuando atraviesas todaslas PAREDES haciéndote sólo visiblepara mis OJOS?¿A qué país te fuiste, a qué ausenciadisuelta en la humedad <strong>de</strong> las submarinascanciones que <strong>de</strong>jaron sabores eternos?39


Las ventanas ROTAS, las MUERTAS vocesmultiplicándose en la hora, niebla siempre,niebla multiplicada don<strong>de</strong> tus gestosvuelven y tus OJOS tus OJOS que no olvidome ABANDONAN a lo más profundo <strong>de</strong>l <strong>MAR</strong>.Sigamos conversando como entonces , hagamoscomo que el tiempo no ha pasado, burlémonos<strong>de</strong> la MUERTE, déjame recuperar tus manosque sea posible aquella intimidad don<strong>de</strong>todo era <strong>de</strong> una dulzura nunca vulnerable.Sigue <strong>de</strong> niebla. Yo repetiré: amo la niebla.40


LLUVIA FINAUna LLOVIZNA fina está cayendoy la casa se llena <strong>de</strong> una música extrañatraída por manos que conocen los secretos<strong>de</strong>l tiempo.Hay un algo tan íntimo en las cosascomo si hasta los árboles quisieranconfundirse con los objetos cercanos.La BRISA leve enmu<strong>de</strong>ce las PALOMASlos pasillos don<strong>de</strong> tus pasos <strong>de</strong>jaron unahuella distinta y los sonidos <strong>de</strong>l surhicieron insondable todo momento eterno.Es que acaso , bajo los altos techos, esealguien que eres tú fue marcando los mesesen la arena <strong>de</strong> los patios.Y se <strong>de</strong>spiertan las AMAPOLAS borrando lotriste <strong>de</strong> cada día.Volvemos a encontrarnos bajo la fina LLUVIA.En la mesa, el blanco mantel habla <strong>de</strong>conversaciones familiares y hay un ABANDONO<strong>de</strong> ternura que <strong>de</strong>snuda todo pensamiento.Galopa el mismo sentimiento <strong>de</strong> entoncese iniciamos el ritual tan conocidopor los mayores, antiguos habitantes<strong>de</strong> las noches <strong>de</strong> LLUVIA fina.41


Aquí están mis OJOS . Buscándote en lasombra <strong>de</strong> la noche, queriendo empezar eldiálogo interrumpido por la distancia.Cuando no sabíamos que todo terminaba,que la MUERTE era un CUCHILLO sobre losdíasque la tierra se lo tragaba todoque era inútil el golpeteo vivo <strong>de</strong>l <strong>MAR</strong>.Nos buscaremos en el OCÉANO. Nosconfundiremoscon los PECESserá inútil toda fugaestaremos juntos, irremediablementedon<strong>de</strong> la canción <strong>de</strong> la eternidadnos vuelva a reunir en la mejor ternura.Afuera sigue cayendo fina LLUVIA.42


INDICEPRÓLOGOFredo Arias <strong>de</strong> la Canal VII<strong>EL</strong> <strong>MAR</strong> XIX1FUEGOEl otro ángel 3Y el otro ángel 4IIPIEDRA 5Botella ver<strong>de</strong> 7Fuga 8Brisa antigua 9IIIFUEGO-PIEDRA 11Aquellas tar<strong>de</strong>s 13De las horas <strong>de</strong> amargura 15Polvo <strong>de</strong> peces 1743


IVCÓSMICOS 19VSalida hacia la lluvia 21El ángel 23Mediodía <strong>de</strong> septiembre 24Las flores <strong>de</strong>l jardín 25De nuevo los ángeles 27Volver al mar 30Niño en la playa 31De esos arenales 32ABANDONO 35En aquel viejo barco 37De niebla 39Lluvia fina 4144


<strong>FIJO</strong> <strong>TESTIGO</strong>: <strong>EL</strong> <strong>MAR</strong><strong>de</strong>LALITA CURB<strong>EL</strong>O BARBERÁNse terminó <strong>de</strong> imprimiren Octubre <strong>de</strong> 1999como un homenajeal septuagésimoaniversario <strong>de</strong>l natalicio <strong>de</strong> la autora.


La edición <strong>de</strong> la presente obra estuvo a cargo <strong>de</strong>Berenice GarmendiaDiseño <strong>de</strong>Iván Garmendia R.Captura y corrección <strong>de</strong> textosJuan Ángel GutiérrezPara la formación <strong>de</strong> los textos se utilizó la tipografíaTimes New Roman <strong>de</strong> 13 puntos en el programa Word Perfect 7.

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