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nº 386 octubre 2012 servicio pastoral misionera año xc - Obras ...

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Nº <strong>386</strong>OCTUBRE <strong>2012</strong>SERVICIOPASTORALMISIONERAAÑO XC


Servicio de Pastoral MisioneraS UMARIO3P R E S E N T A C I Ó N D E L A C A M P A Ñ AMisioneros de la feAnastasio Gil, Director Nacional de OMP6M E N S A J E D E B E N E D I C T O X V IP A R A L A J O R N A D A D E L D O M U N D101417202224262832S E R V I C I O T E O L Ó G I C O - P A S T O R A LLa bella y liberadoraaventura de la misión ad gentesEduardo Martín ClemensDelegado Diocesano de Misionesy Director Diocesano de OMP de SevillaL I T U R G I AGuión litúrgico para la EucaristíaJuan Martínez Sáez, fmvdC O O P E R A C I Ó N E C O N Ó M I C AAportación económica de las diócesis españolasa la Obra Pontificia de la Propagación de la FeS E R V I C I O I N F O R M A T I V OLos misionerosAnastasio Gil, Director Nacional de OMPS E R V I C I O I N F O R M A T I V OEl Año de la FeAnastasio Gil, Director Nacional de OMPS E R V I C I O I N F O R M A T I V O50 aniversario del Concilio Vaticano IIJuan Martínez Sáez, fmvdS E R V I C I O I N F O R M A T I V OLa misión ad gentes y la Nueva EvangelizaciónJuan Martínez Sáez, fmvdV I G I L I A D E O R A C I Ó NT E S T I M O N I O SDIRECTOR Anastasio Gil GarcíaCOORDINACIÓN Anastasio GilDISEÑO Antonio Aunés - EDICIÓN Rafael SantosIMPRIME Rivadeneyra, S.A.Depósito Legal: M. 3790-1958Dirección y Administración:C/ Fray Juan Gil, 5 . 28002 MadridTfno: 91 590 27 80E-mail: dir.nal@omp.es . http://www.omp.eshttp://www.domund.orgLEMA: “Misioneros de la fe”. “Misioneros... Son las personas (obispos,sacerdotes, religiosos o religiosas, laicos) que dedican su vida, o unperíodo largo de ella, a la primera evangelización. “Aunque la tarea de propagar la fe incumbea todo discípulo de Cristo según su condición, Cristo Señor llama siempre de entre sus discípulosa los que quiere para que estén con él y para enviarlos a predicar a las gentes” (AG 23).. ... de la fe” La fe, don de Dios, es propuesta por los misioneros a aquellos queaún no conocen a Jesucristo. Este acto de comunicar la fe no es solo para que se tenga noticiade una persona o un mensaje, sino especialmente para llamar al asentimiento. La vocación<strong>misionera</strong> brota de la certeza de que la “la fe se fortalece dándola” (RM 2).CARTEL.El lema “Misioneros de la fe” se sitúa en el centro de la Cruz. En ella Jesucristo entregósu vida. De ella nace el don de la fe que como gracia reciben los bautizados. Mirar lacruz suscita la súplica de los apóstoles: “Auméntanos la fe” (Lc 17,5)..Al pie de la Cruz están unas manos abiertas mostrando el mundo. Es la humanidad,diseminada por los cinco continentes, que está llamada a acercarse a la Cruz. Se pretende hacermás visible gráficamente la intrínseca unidad de la humanidad con el Redentor..Son las manos de los misioneros, que presentan, con sus vidas, a la humanidad, paraque sea bendecida con el don de la fe que brota de la Cruz salvadora.OBJETIVOS.Iniciar a los fieles en la apertura al mundo, donde cada persona está llamada a conocery acoger el Evangelio..Presentar a los fieles el Año de la Fe desde la perspectiva y dimensión <strong>misionera</strong>..Reconocer que la razón de ser del misionero es la propuesta de la fe para que quienesaún no conocen a Jesucristo se dispongan a seguirle..Invitar a las comunidades cristianas a participar en las actividades organizadas conmotivo de la celebración del DOMUND..Colaborar con una generosa aportación económica para atender las necesidades materialesde los misioneros y de las misiones..Participar en la Campaña Mundial de Oración por la Evangelización propuesta por laCongregación para la Evangelización de los Pueblos, a través del rezo del Rosario Misionero.


Presentación de la CampañaPor Anastasio GilDirector de OMP en EspañaLa iniciativa de Benedicto XVI de convocar el Año de la Fe y su Mensajepara la Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND <strong>2012</strong>) ha inspirado alConsejo Nacional de OMP el lema “Misioneros de la fe”, que tiene saborevangélico y evoca el trabajo evangelizador de los misioneros y <strong>misionera</strong>s.Las situaciones dramáticas de pobreza, enfermedad, confrontaciones bélicas,etc., con las que los misioneros se tienen que enfrentar en cada momentohacen que estas atenciones humanitarias y evangélicas puedan empañar la verdaderay genuina razón de su presencia en los territorios de misión: comunicarla fe, en la certeza de que esta “se fortalece dándola” (RM 2). Por eso, el mejortítulo que puede otorgarse a un misionero es el de ser “misionero de lafe”. Muchos sacerdotes, religiosos y religiosas, matrimonios e incluso familiasenteras y laicos dejan sus países para trasladarse a otras Iglesias con vistas atestimoniar y anunciar la fe. A la vez, y sin separación posible, “el anuncio delEvangelio se convierte en una intervención de ayuda al prójimo, de justicia paralos más pobres, de posibilidad de instrucción en los pueblos más recónditos,de asistencia médica en lugares remotos, de superación de la miseria, de rehabilitaciónde los marginados, de apoyo al desarrollo de los pueblos, de superaciónde las divisiones étnicas, de respeto por la vida en cada una de sus etapas”(Benedicto XVI, Mensaje para el DOMUND, 11).El don de la feEl Evangelio hace continuas referencias a la fe como don que hay que pedir.A nadie se le puede imponer. Jesús mismo llama a esta fe respetando la decisiónde cada uno. Se llega a la fe cuando la persona se adentra en el conocimientoy en la aceptación de la Persona de Jesús y de su mensaje. Entonces elcreyente “se abre” a los nuevos planes de Dios mediante la primera conversióny la incorporación a la familia de los fieles por medio del Bautismo.Este proceso e itinerario es largo y laborioso. Tanto, que el Evangelio relataen algún momento las dificultades inherentes al acto de fe y la necesidad de3


Presentación de la Campañafortalecer la fe propia, a pesar de las posibles resistencias. Un padre suplica alSeñor la curación de su hijo, ante la ineficacia de otras “terapias”, con estaspalabras: “Si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos. Jesús replicó:«¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe». Entonces el padre del muchachose puso a gritar: «Creo, pero ayuda mi falta de fe»” (Mc 9,22-24). Losmismos discípulos, ante sus incertidumbres para aceptar lo que veían y oían, lesuplican: “«Auméntanos la fe». El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un granitode mostaza, diríais a esa morera: «Arráncate de raíz y plántate en el mar», yos obedecería” (Lc 17,5-6).Esta es la tarea de los misioneros, que, con sus palabras y, sobre todo, consu testimonio de su vida, comunican la fe a aquellos que libremente han mostradoel deseo de conocer y seguir al Maestro. Comunicar la fe no es solo dara conocer una persona o un mensaje, sino también y, a la vez, llamar al asentimiento.Esta llamada del misionero, que respeta la libertad de cada personay las etapas de la conversión, tiene siempre en cuenta que “la fe nace delmensaje que se escucha” (Rom 10,17), porque “es la Palabra oída la que invitaa creer” (EN 42).Tres propuestas concretasAsí inicia Benedicto XVI su Mensaje para este DOMUND: “La celebraciónde la Jornada Mundial de las Misiones de este año adquiere un significado especial.La celebración del 50 aniversario del comienzo del Concilio Vaticano II,la apertura del Año de la Fe y el Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelizacióncontribuyen a reafirmar la voluntad de la Iglesia de comprometersecon más valor y celo en la misión ad gentes, para que el Evangelio llegue hastalos confines de la tierra” (n. 1). No son simples referencias históricas, sinoel marco donde puede articularse una <strong>pastoral</strong> <strong>misionera</strong>, al menos durante elOctubre Misionero.1. Año de la Fe: Campaña Mundial de Oración por la Evangelización“El Año de la Fe nos interpela directamente y exige de nosotros, de laCongregación para la Evangelización de los Pueblos y de las <strong>Obras</strong> Pontificiasel máximo compromiso y una participación activa. Es una gracia y unaoportunidad que se nos ofrece para confirmar nuestro <strong>servicio</strong>, y atreverse decididamentea la proclamación del Evangelio, y ampliar en cantidad y calidadla cooperación <strong>misionera</strong>”. Así se expresaba el prefecto de la Congregación, elcardenal Filoni. Después de profundizar en las implicaciones <strong>misionera</strong>s deeste “año de gracia”, pedía a los directores nacionales de las OMP su máxi-4


Presentación de la Campañama colaboración para llevar a cabo en la Iglesia universal una CampañaMundial de Oración por la Evangelización. La oración es una de las dimensionesde la cooperación <strong>misionera</strong> y, por tanto, “un elemento que hay que tomarseen serio, si queremos que nuestro <strong>servicio</strong> a la evangelización sea eficaz”.La iniciativa fue ratificada por el Papa en la audiencia que concedió alConsejo Superior de las OMP.2. Sínodo de los Obispos sobre la Nueva EvangelizaciónEl Sínodo será una nueva oportunidad para clarificar y enriquecer la complementariedadentre la misión ad gentes y la Nueva Evangelización, a tenor delas palabras de Redemptoris missio: “La misión ad intra es signo creíble y estímulopara la misión ad extra, y viceversa” (RM 34). Prueba de ello son las palabrasque Benedicto XVI dijo a los directores nacionales de las OMP el 11 demayo: “La missio ad gentes constituye el paradigma de toda la acción apostólicade la Iglesia”. Ello será posible desde la convicción de que, entre las prioridades<strong>pastoral</strong>es de las comunidades cristianas, la cooperación a la misión universalno puede quedar al margen de la acción eclesial, y desde la certeza deque es absolutamente necesario mantener viva la solicitud por el anuncio y porla fundación de nuevas Iglesias en los pueblos y grupos humanos donde noexisten, tarea primordial de la Iglesia, a la que esta no debe renunciar.3. 50 aniversario de la apertura del ConcilioAl inicio de la segunda sesión del Concilio Vaticano II, Pablo VI se preguntaba:“Tú, Iglesia, ¿qué dices de ti misma?”. Evocando este interrogante,nos preguntamos: ¿cuál es hoy la tarea del misionero?; ¿dónde es más urgentedesplegar la actividad <strong>misionera</strong>? La respuesta se puede encontrar en el decretoAd gentes, en el que “la Iglesia, reconociéndose como esencialmente <strong>misionera</strong>,individualiza los contenidos esenciales del kerigma, la naturaleza dela actividad evangelizadora, la metodología, los destinatarios, las relacionescon las culturas y las demás religiones, y los sujetos de la misión” (Card. Filoni).La doctrina conciliar sigue siendo actual y novedosa. Para su aplicación,pueden ser buen instrumento las carpetas Formación de animadores misioneros,que <strong>Obras</strong> Misionales Pontificias pone a disposición de los gruposmisioneros que van surgiendo en las comunidades cristianas.Este nuevo número de la revista Illuminare, que tiene como objetivo ayudara los agentes de <strong>pastoral</strong> a programar y vivir el mes de <strong>octubre</strong> con espíritumisionero, ofrece muchas sugerencias e iniciativas para celebrar la JornadaMundial de las Misiones.5


Mensaje del PapaQueridos hermanos y hermanas:La celebración de la Jornada Mundial de las Misiones de este año adquiere un significadoespecial. La celebración del 50 aniversario del comienzo del Concilio Va-1ticano II, la apertura del Año de la Fe y el Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelizacióncontribuyen a reafirmar la voluntad de la Iglesia de comprometerse con más valory celo en la misión ad gentes, para que el Evangelio llegue hasta los confines de la tierra.2“Llamados a hacer resplandecer la Palabra de verdad”(Carta apostólica Porta fidei, n. 6)El Concilio Ecuménico Vaticano II, con la participación de tantos obispos de todoslos rincones de la tierra, fue un signo brillante de la universalidad de la Iglesia,reuniendo por primera vez a tantos Padres Conciliares procedentes de Asia, África,Latinoamérica y Oceanía. Obispos misioneros y obispos autóctonos, pastores de comunidadesdispersas entre poblaciones no cristianas, que llevaron a las sesionesdel Concilio la imagen de una Iglesia presente en todos los continentes, y queeran intérpretes de las complejas realidades del entonces llamado “Tercer Mundo”.Ricos de una experiencia que tenían por ser pastores de Iglesias jóvenes yen vías de formación, animados por la pasión de la difusión del Reino de Dios,ellos contribuyeron significativamente a reafirmar la necesidad y la urgencia dela evangelización ad gentes, y de esta manera llevar al centro de la eclesiologíala naturaleza <strong>misionera</strong> de la Iglesia.Eclesiología <strong>misionera</strong>Hoy esta visión no ha disminuido, sino que, por el3 contrario, ha experimentado una fructífera reflexiónteológica y <strong>pastoral</strong>, a la vez que vuelve con renovadaurgencia, ya que ha aumentado enormemente el número deaquellos que aún no conocen a Cristo: “Los hombres que esperana Cristo son todavía un número inmenso”, comentó elbeato Juan Pablo II en su encíclica Redemptoris missio sobrela validez del mandato misionero, y agregaba: “No podemospermanecer tranquilos, pensando en los millones dehermanos y hermanas, redimidos también por la Sangre deCristo, que viven sin conocer el amor de Dios” (n. 86). En laproclamación del Año de la Fe, también yo he dicho que Cristo,“hoy como ayer, nos envía por los caminos del mundo paraproclamar su Evangelio a todos los pueblos de la tierra” (cartaapostólica Porta fidei, 7); una proclamación que, como afirmótambién el siervo de Dios Pablo VI en su exhortación apostólicaEvangelii nuntiandi, “no constituye para la Iglesia algo de orden facultativo:está de por medio el deber que le incumbe, por mandato del


Mensaje del PapaSeñor, con vistas a que los hombres crean yse salven. Sí, este mensaje es necesario. Esúnico. De ningún modo podría ser reemplazado”(n. 5). Necesitamos, por tanto, retomarel mismo fervor apostólico de las primerascomunidades cristianas, que, pequeñase indefensas, fueron capaces de difundirel Evangelio en todo el mundo entonces conocidomediante su anuncio y testimonio.Así, no sorprende que el Concilio4 Vaticano II y el Magisterio posteriorde la Iglesia insistan de modoespecial en el mandamiento misionero queCristo ha confiado a sus discípulos y que debeser un compromiso de todo el Pueblo deDios, obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos,religiosas y laicos. El encargo de anunciarel Evangelio en todas las partes de la tierrapertenece principalmente a los obispos,primeros responsables de la evangelizacióndel mundo, ya sea como miembros del colegioepiscopal, o como pastores de las iglesiasparticulares. Ellos, efectivamente, “han sidoconsagrados no solo para una diócesis, sinopara la salvación de todo el mundo” (Juan PabloII, carta encíclica Redemptoris missio,63), “mensajeros de la fe, que llevan nuevosdiscípulos a Cristo” (Ad gentes, 20) y hacen“visible el espíritu y el celo misionero delPueblo de Dios, para que toda la diócesis sehaga <strong>misionera</strong>” (ibíd., 38).La prioridad de evangelizarPara un Pastor, pues, el mandato5 de predicar el Evangelio no seagota en la atención por la parte delPueblo de Dios que se le ha confiado a sucuidado <strong>pastoral</strong>, o en el envío de algúnsacerdote, laico o laica Fidei donum. Debeimplicar todas las actividades de la Iglesialocal, todos sus sectores y, en resumidascuentas, todo su ser y su trabajo. El ConcilioVaticano II lo ha indicado con claridady el Magisterio posterior lo ha reiteradocon vigor. Esto implica adecuar constantementeestilos de vida, planes <strong>pastoral</strong>es yorganizaciones diocesanas a esta dimensiónfundamental de ser Iglesia, especialmenteen nuestro mundo, que cambia de continuo.Y esto vale también tanto para los institutosde vida consagrada y las sociedades devida apostólica, como para los movimientoseclesiales: todos los componentes delgran mosaico de la Iglesia deben sentirsefuertemente interpelados por el mandamientodel Señor de predicar el Evangelio,de modo que Cristo sea anunciado por todaspartes. Nosotros los pastores, los religiosos,las religiosas y todos los fieles enCristo debemos seguir las huellas del apóstolPablo, quien, “prisionero de Cristo paralos gentiles” (Ef 3,1), ha trabajado, sufridoy luchado para llevar el Evangelio entrelos paganos (Col 1,24-29), sin ahorrarenergías, tiempo y medios para dar a conocerel mensaje de Cristo.También hoy, la misión ad gentes6debe ser el horizonte constantey el paradigma en todas las actividadeseclesiales, porque la misma identidadde la Iglesia está constituida por la fe en elmisterio de Dios, que se ha revelado en Cris-7


Mensaje del Papato para traernos la salvación, y por la misiónde testimoniarlo y anunciarlo al mundo, hastaque Él vuelva. Como Pablo, debemos dirigirnoshacia los que están lejos, aquellosque no conocen todavía a Cristo y no hanexperimentado aún la paternidad de Dios,con la conciencia de que “la cooperación<strong>misionera</strong> se debe ampliar hoy con nuevasformas para incluir no solo la ayuda económica,sino también la participación directaen la evangelización” (Juan Pablo II, cartaencíclica Redemptoris missio, 82). La celebracióndel Año de la Fe y el Sínodo de losObispos sobre la Nueva Evangelización seránocasiones propicias para un nuevo impulsode la cooperación <strong>misionera</strong>, sobre todoen esta segunda dimensión.La fe y el anuncioEl afán de predicar a Cristo nos7 lleva a leer la historia para escudriñarlos problemas, las aspiracionesy las esperanzas de la humanidad, queCristo debe curar, purificar y llenar de supresencia. En efecto, su mensaje es siempreactual, se introduce en el corazón de la historiay es capaz de dar una respuesta a lasinquietudes más profundas de cada ser humano.Por eso la Iglesia debe ser consciente,en todas sus partes, de que “el inmensohorizonte de la misión de la Iglesia, la complejidadde la situación actual, requieren hoynuevas formas para poder comunicar eficazmentela Palabra de Dios” (Benedicto XVI,exhort. apostólica postsinodal Verbum Domini,97). Esto exige, ante todo, una renovadaadhesión de fe personal y comunitariaen el Evangelio de Jesucristo, “en un momentode cambio profundo como el que lahumanidad está viviendo” (carta apostólicaPorta fidei, 8).En efecto, uno de los obstáculos8 para el impulso de la evangelizaciónes la crisis de fe, no solo en elmundo occidental, sino en la mayor parte dela humanidad, que, no obstante, tiene hambrey sed de Dios y debe ser invitada y conducidaal pan de vida y al agua viva, comola samaritana que llega al pozo de Jacob yconversa con Cristo. Como relata el evangelistaJuan, la historia de esta mujer es particularmentesignificativa (cf. Jn 4,1-30): encuentraa Jesús, que le pide de beber; luegole habla de un agua nueva, capaz de saciar lased para siempre. La mujer al principio noentiende, se queda en el nivel material, peroel Señor la guía lentamente a emprender uncamino de fe que la lleva a reconocerlo comoel Mesías. A este respecto, dice sanAgustín: “Después de haber acogido en elcorazón a Cristo Señor, ¿qué otra cosa hubierapodido hacer [esta mujer] sino dejar elcántaro y correr a anunciar la buena noticia?”(In Ioannis Ev., 15,30). El encuentro conCristo como Persona viva, que colma la seddel corazón, no puede dejar de llevar al deseode compartir con otros el gozo de estapresencia y de hacerla conocer, para que todosla puedan experimentar. Es necesario renovarel entusiasmo de comunicar la fe parapromover una nueva evangelización de las8


Mensaje del Papacomunidades y de los países de antigua tradicióncristiana, que están perdiendo la referenciade Dios, de forma que se pueda redescubrirla alegría de creer. La preocupaciónde evangelizar nunca debe quedar almargen de la actividad eclesial y de la vidapersonal del cristiano, sino que ha de caracterizarlade manera destacada, consciente deser destinatario y, al mismo tiempo, misionerodel Evangelio. El punto central delanuncio sigue siendo el mismo: el kerigmade Cristo muerto y resucitado para la salvacióndel mundo, el kerigma del amor deDios, absoluto y total para cada hombre y paracada mujer, que culmina en el envío delHijo eterno y unigénito, el Señor Jesús, quienno rehusó compartir la pobreza de nuestranaturaleza humana, amándola y rescatándoladel pecado y de la muerte mediante el ofrecimientode sí mismo en la cruz.En este designio de amor realizadoen Cristo, la fe en Dios es an-9te todo un don y un misterio que hemosde acoger en el corazón y en la vida, ydel cual debemos estar siempre agradecidosal Señor. Pero la fe es un don que se nos dapara ser compartido; es un talento recibidopara que dé fruto; es una luz que no debequedar escondida, sino iluminar toda la casa.Es el don más importante que se nos hadado en nuestra existencia y que no podemosguardarnos para nosotros mismos.El anuncio setransforma en caridadAy de mí si no evangelizase!, diceel apóstol Pablo (1 Cor 9,10 ¡16). Estas palabras resuenan confuerza para cada cristiano y para cada comunidadcristiana en todos los continentes.También en las Iglesias en los territorios demisión, Iglesias en su mayoría jóvenes, frecuentementede reciente creación, el caráctermisionero se ha hecho una dimensiónconnatural, incluso cuando ellas mismasaún necesitan misioneros. Muchos sacerdotes,religiosos y religiosas de todas partesdel mundo, numerosos laicos y hasta familiasenteras dejan sus países, sus comunidadeslocales, y se van a otras Iglesias paratestimoniar y anunciar el Nombre de Cristo,en el cual la humanidad encuentra la salvación.Se trata de una expresión de profundacomunión, de un compartir y de una caridadentre las Iglesias, para que cada hombrepueda escuchar o volver a escuchar el anuncioque cura y, así, acercarse a los sacramentos,fuente de la verdadera vida.Junto a este gran signo de fe que se11 transforma en caridad, recuerdo ydoy las gracias a las <strong>Obras</strong> MisionalesPontificias, instrumento de cooperación en lamisión universal de la Iglesia en el mundo.Por medio de sus actividades, el anuncio delEvangelio se convierte en una intervenciónde ayuda al prójimo, de justicia para los máspobres, de posibilidad de instrucción en lospueblos más recónditos, de asistencia médicaen lugares remotos, de superación de lamiseria, de rehabilitación de los marginados,de apoyo al desarrollo de los pueblos, de superaciónde las divisiones étnicas, de respetopor la vida en cada una de sus etapas.Queridos hermanos y hermanas,12 invoco la efusión del EspírituSanto sobre la obra de la evangelizaciónad gentes, y en particular sobre quienestrabajan en ella, para que la gracia deDios la haga caminar más decididamente enla historia del mundo. Con el beato JohnHenry Newman, quisiera implorar: “Acompaña,oh Señor, a tus misioneros en las tierraspor evangelizar; pon las palabras justasen sus labios, haz fructífero su trabajo”. Quela Virgen María, Madre de la Iglesia y Estrellade la Evangelización, acompañe a todoslos misioneros del Evangelio.Benedicto XVIVaticano, 6 de enero de <strong>2012</strong>,Solemnidad de la Epifanía del Señor9


Servicio Teológico-PastoralLa misión ad gentes es una maravillosa aventura, que es bella porque se hace desdela belleza del Amor con mayúsculas de Dios, y con y para el amor fraternal delos hombres. Y es liberadora porque está puesta enteramente al <strong>servicio</strong> del bienestarintegral de todos los hombres y mujeres de la Tierra.El carácter de la Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND) de este año queda sintetizadoen el lema “Misioneros de la fe”; un lema directo y provocativo, porque los sacerdotes,religiosos y laicos que llevan a todo el mundo el Evangelio son realmente misioneros dela fe en Dios, en nuestro Señor Jesucristo, pero también misioneros de la fe en los hombresy mujeres de buena voluntad, de la fe en un mundo mejor y más justo para todos. En definitiva,misioneros de la fe que ama, libera y lleva a la plenitud por obra de Jesucristo.“Llamados a hacerresplandecer la Palabra de verdad”Llamados...En nuestra vida creyente, la llamada es igual de importante que en nuestra vidapersonal o social. A esa llamada la denominamos “vocación”. La Iglesia nacede la llamada de su Señor. La tarea <strong>misionera</strong> de la Iglesia no es un caprichoautoimpuesto en la Iglesia. Surge de una vocación, de una llamadade su Señor, Jesucristo. Sus palabras recogidas al final del Evangeliode Mateo resuenan como un mandato imperativo suyo: “Id, pues, y haceddiscípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padrey del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo queos he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hastael final de los tiempos” (Mt 28,19-21).La missio ad gentes es la tarea a la que llama firme pero amorosamenteel Señor a su Iglesia. Porque Jesucristo ama a su Iglesia y amaa las gentes del mundo entero, llama a estas a integrarse en su comunidadde amor, a formar parte de la Iglesia, a compartir los valores del reinode Dios, del Dios Trinitario, que, por eso mismo, es comunidad en sí mismo,familia desbordante de amor. Jesús quiere que su comunidad, su Iglesia, sea tandesbordante de amor, de comunidad, de familia, como lo es la propia naturaleza divina.Si Dios, el Dios que llama a la Iglesia, es Amor Comunitario, también lo debe ser suIglesia. Si el amor de Dios es de una entrega total hasta la muerte, el de la Iglesia debe seguirsu ejemplo de entrega total. Todos los seres humanos de la Tierra son igualmente, sépanloo no, hijos de Dios y hermanos, y la Iglesia debe ser para todos ellos una Madre amorosay entregada. La misión ad gentes no es más, ni menos, que la expresión de esta entregaamorosa de la Iglesia a todos los seres humanos por orden de Jesucristo, quien primeramentese entregó a todos.10


Servicio Teológico-Pastoral... a hacer resplandecer...“Resplandecer”... Según el Diccionario de la Real Academia Española, el verbo “resplandecer”tiene tres acepciones. La primera es: “Dicho de una cosa: despedir rayos de luz”. Lasegunda: “Sobresalir, aventajarse a algo”. La tercera: “Dicho del rostro de una persona: reflejargran alegría o satisfacción”.De una manera o de otra, todas estas acepciones del verbo “resplandecer” pueden aplicarsea la misión ad gentes. En palabras de Benedicto XVI en su Mensaje para esta Jornada <strong>misionera</strong>:“El afán de predicar a Cristo nos lleva a leer la historia para escudriñar los problemas,las aspiraciones y las esperanzas de la humanidad, que Cristo debe curar, purificar y llenarde su presencia” (n. 7).La segunda acepción, “sobresalir”, evoca a los misioneros, los “misioneros de la fe”, quetransmiten el Evangelio porque están convencidos de que su mensaje, el mensaje de Jesucristo,es precisamente Buena Nueva que sobresale, destaca y aventaja a otros mensajes.Finalmente, “reflejar gran alegría o satisfacción”. ¿No es esto precisamente lo que hacenlos misioneros? ¡Encontrar la alegría en los rostros de las personas que, por vez primera, escuchanel Evangelio, y en el de aquellas que, habiéndolo recibido y después olvidado, renuevansu ilusión ante la Nueva Evangelización!... la Palabra de verdadLa Palabra es Jesucristo. Dirá el evangelista Juan: “En el principio existía el Verbo y elVerbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios” (Jn 1,1). Se trata, por tanto, de una Palabradivina, que no es pura letra, sino la persona misma de Jesús de Nazaret. Y es esa misma Palabrala que previamente ha llamado al misionero a ser su portavoz, a llevarla al lugar másrecóndito del mundo para que suene a Palabra salvadora y liberadora para todos los hombresy mujeres de la Tierra.“Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros...” (Jn 1,14). La Palabra, Dios hechohombre, Jesucristo, puso su morada entre los hombres. Esto significa que el mismo Dios fueel primero en inculturarse. Se hizo hombre en Jesús, inculturándose en el mundo judío del sigloI de nuestra era. Él es la Palabra. Él fue y es, podríamos decir, el “Primer Misionero”.“Así pues, todo lo bueno que se halla sembrado en el corazón y en la mente de los hombres,11


Servicio Teológico-Pastoralen los propios ritos y en las culturas de los pueblos, no solamente no perece, sino que es purificado,elevado y consumado para gloria de Dios, confusión del demonio y felicidad delhombre” (AG 9).La palabra que transmite y lleva el misionero es anuncio. Y ¿cuál es el punto central deese anuncio? En palabras del propio Papa Benedicto XVI: “El punto central del anuncio siguesiendo el mismo: el kerigma de Cristo muerto y resucitado para la salvación del mundo,el kerigma del amor de Dios, absoluto y total para cada hombre y para cada mujer, que culminaen el envío del Hijo eterno y unigénito, el Señor Jesús, quien no rehusó compartir la pobrezade nuestra naturaleza humana, amándola y rescatándola del pecado y de la muerte medianteel ofrecimiento de sí mismo en la cruz” (Mensaje, 8).La Nueva Evangelización y lamisión ad gentes, tarea de todos los cristianosLos Lineamenta para el próximo Sínodo dicen: “Nueva Evangelización quiere decir: unarespuesta adecuada a los signos de los tiempos, a las necesidades de los hombres y de los pueblosde hoy, a los nuevos escenarios que diseñan la cultura a través de la cual contamos nuestrasidentidades y buscamos el sentido de nuestras existencias. Nueva Evangelización significa,por lo tanto, promover una cultura más profundamente enraizada en el Evangelio; quieredecir descubrir al hombre nuevo que existe en nosotros gracias al Espíritu que nos han dadoJesucristo y el Padre” (n. 23).En muchas de las tradicionalmente llamadas “tierras de misión” se hace necesario hablartambién de Nueva Evangelización, dado que estamos ante comunidades cristianas que ya fueronevangelizadas hace mucho tiempo. Pensemos, por ejemplo, en nuestra querida Latinoamérica,donde se concentra el mayor número de católicos. La búsqueda de la profundizaciónde la fe de aquellas personas que ya creen y el intento de atraer nuevamente a quienes hanperdido su fe o cuya fe se ha estancado es una tarea compleja y difícil. El cardenal AveryR. Dulles, refiriéndose al concepto de Nueva Evangelización en el pensamiento de Juan PabloII, ofreció hace unos años una síntesis, en diez puntos, de aquello en lo que debería consistirla Nueva Evangelización:1.2.3.4.5.6.7.Está centrada en Cristo; el tema central es la persona y mensaje de Jesucristo.Es ecuménica, de modo que busque lo que una a los cristianos entre sí.Tiene que ver con nuestra relación con otras religiones, respetándolas y dialogandocon ellas, pero sin renunciar a la proclamación.Respeta la libertad religiosa, evitando todo tipo de coerción.Es un proceso continuo, lo que implica una profundización en la fe por medio de laoración y los sacramentos.Incluye la enseñanza social de la Iglesia, implicando el compromiso por la justicia yla búsqueda del bien común.Incluye las culturas, transformando el entorno en el que viven las personas y las sociedades.12


Servicio Teológico-Pastoral8.9.10.Utiliza los medios de comunicación social contemporáneos.Es tarea de todos los cristianos, y no algo reservado al clero y órdenes religiosas.Es la obra del Espíritu Santo, el agente principal de la evangelización.La misión ad gentes no puede ser ajena, por tanto, a los retosde la Nueva Evangelización. Millones de hombres y mujeresde todos los pueblos y culturas viven en un mundo, el delsiglo XXI, cada vez más globalizado. Globalizado para lo buenoy para lo malo. En algunos aspectos, el secularismo europeoestá llegando a muchas zonas tradicionalmente religiosas y católicas,por lo que los cristianos en general, y los misioneros enparticular, deben enfrentar nuevos retos y problemas.Pero podría decirse que la “globalización de la sociedad”,tan en boga en nuestros días, ya estaba presente en la obra deuna gran mujer como Paulina Jaricot (1799-1862), fundadorade lo que hoy conocemos como Obra Pontificia de la Propagaciónde la Fe. Una mujer nacida en una familia de ricos negociantesde seda, que decide dejar su vida cómoda y dedicarse alos más necesitados de su tiempo, desapegándose de todos susbienes materiales, apoyando inicialmente a las misiones de Asiaoriental y luego a las de todo el mundo. Colectividad frente aindividualismo, opción por los pobres y oración componen todauna serie de acciones que puso en marcha Paulina para sacaradelante su gran proyecto misionero. Ella fue ejemplo vivo de que la evangelización y lamisión ad gentes no son tarea e<strong>xc</strong>lusiva de los misioneros.Vivimos tiempos nuevos, en ocasiones difíciles, pero también es cierto que, globalmente,hay entre los seres humanos de buena voluntad una cada vez mayor conciencia de la dignidadhumana y de los derechos humanos; conciencia que puede ayudar a la labor <strong>misionera</strong>,porque los valores del Evangelio no solo no se oponen a dicha conciencia, sino que la reafirmany la llevan a su plenitud de sentido.Concluyo con estas palabras del gran misionero de los gentiles, Pablo: “El hecho de predicarno es para mí motivo de orgullo. No tengo más remedio y, ¡ay de mí si no anuncio elEvangelio! Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga. Pero, si lo hago apesar mío, es que me han encargado este oficio. Entonces, ¿cuál es la paga? Precisamente dara conocer el Evangelio, anunciándolo de balde, sin usar el derecho que me da la predicacióndel Evangelio” (1 Cor 9,16-18).Palabras que no deben sonar a reproche ni a queja, sino a exigencia amorosa y a la alegríade cumplir el deber encomendado por Jesucristo de servir a la humanidad entera anunciandoel Evangelio del amor y de la libertad plena. El misionero es feliz de entregar su vidaa un proyecto de humanización liberadora cuyo máximo garante es el Dios Amor de Jesucristo.La recompensa del misionero, de todos los “misioneros de la fe”, es la sonrisa agradecidade los hombres y mujeres a quienes sirven desde el Evangelio, y que se sienten salvadosy amados por Dios en Jesucristo.Eduardo Martín ClemensDelegado Diocesano de Misiones y Director Diocesano de OMP de Sevilla13


Liturgia21 de Octubre - XXIX Domingo del Tiempo OrdinarioLa misa de cada domingo nos convoca ala comunidad cristiana para celebrar la entregade Jesús por cada uno de los hijos deDios, ya que –como escuchamos en el Evangeliode la liturgia de hoy– “el hijo del hombreha venido para dar su vida en rescate portodos”. Por eso mismo, cada celebración esuna llamada que Jesús nos hace para que susalvación llegue a todos los hombres. Sercristiano es ser testigo y ser misionero, paraque la fe en Jesucristo se difunda y llegue a todos los hombres y pueblos.En este domingo en que celebramos la Jornada Mundial de las Misiones, la Obra Pontificiade la Propagación de la Fe nos invita a fijarnos en los misioneros que, en el mundoentero, son testigos privilegiados y mensajeros de la fuerza del Evangelio; ellos son “Misionerosde la fe”, como reza el lema de este día del DOMUND.En este Año de la Fe convocado por el papa Benedicto XVI y que acaba de comenzar,estamos invitados a ser nosotros mismos “misioneros de la fe”. Así se lo pedimos al Señor,para nosotros y para toda la Iglesia.Dios ha enviado a su Hijo Jesucristo a dar su vida en rescate de todos sus hijos de adopción;por eso invocamos su misericordia con confianza:Tú, que no has venido a ser servido sino a servir. Señor, ten piedad.·MONICIÓN DE ENTRADAACTO PENITENCIALTú, que das la vida por todos. Cristo, ten piedad.Tú, que nos envías a ser “misioneros de la fe”. Señor, ten piedad.MONICIÓN A LAS LECTURASLa lectura del profeta Isaías de hoy nos presenta la figura misteriosa del “Siervo de Dios”que ha sido llamado para dar su vida por los demás. Solamente en Jesucristo podemos comprenderla profundidad de este misterio: Él es el que da su vida voluntariamente para que,con su propio sacrificio, todos los hijos de Dios alcancen la salvación y la vida. De estamanera, se convierte en el único Sumo Sacerdote que nos da entrada en la casa de Dios. Élha realizado su misión en pobreza y <strong>servicio</strong>; por eso, invita a sus discípulos a servir tambiény a no aspirar a inútiles grandezas humanas. La escucha de su palabra en este día delDOMUND nos debe hacer abandonar nuestras aspiraciones de superioridad y dominio segúnlos valores de este mundo, para ser servidores y misioneros de la fe en Cristo.14


LiturgiaSUGERENCIAS PARA LA HOMILÍA·La lectura del profeta Isaías describe una figura llena de enigmas: la del “siervo” quevoluntariamente se ofrece a Dios para cumplir su plan de salvación y, por medio de su propiosufrimiento, manifestar a todos la gracia divina. El “siervo” se asocia a la culpa en quetodos han caído, pero, por su inocencia y su justicia ante Dios, la expía y la borra.·El alcance de este misterio sólo puede ser plenamente comprendido a la luz del NuevoTestamento. En el salmo pedimos: “Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, comolo esperamos de Ti”; es el grito que sale de la boca del hombre que gime bajo el pesode sus culpas y que sabe que únicamente Dios puede librarle de la situación de angustia enque vive por culpa de su pecado. Sin embargo, muchas veces nuestras mismas culpas nosimpiden descubrir la profundidad de la misericordia de Dios, e incluso algunos dejan deesperar en su gracia y perdón. Cristo se entrega “por todos” (Evangelio) y la universalidadde su salvación es fuente de vida y esperanza en cualquier situación, por desesperada queparezca a los ojos de los hombres.·Es más, Cristo es el gran sumo sacerdote “que ha atravesado el cielo” (2.ª lectura). Jesúsva a la pasión “voluntariamente aceptada” (Plegaria Eucarística II) para que el hombreconciba en su corazón la esperanza de que Él siempre se compadece de nosotros, porque“ha sido probado en todo, como nosotros”; así nos introduce ante “el trono de gracia” paraalcanzar siempre misericordia de parte de Dios.·El pasaje del Evangelio muestra claramente cuánto nos cuesta entrar en este misteriode la gracia misericordiosa y salvadora de Dios. Los discípulos no comprenden la misiónde Jesús y están demasiado preocupados por alcanzar grandeza y poder según los criteriosdel mundo. Jesús no se escandaliza ni se lo recrimina en modo alguno: les ofrece la cordialinvitación a “beber su cáliz” y a participar de “su bautismo”. Es la misma invitación quenos dirige a nosotros, sus discípulos de hoy en día, a que comprendamos que la grandezaestá en el <strong>servicio</strong> y que el poder es el del amor compasivo y misericordioso, porque ambosabaten las barreras que el mal uso del dinero o de cualquier clase de autoridad levantaentre los hombres, creando diferencias injustas.·Solo la fe puede captar este misterio, y la fuerza que nos da “mantenernos firmes” en ellatransforma nuestras vidas y nuestro mundo. Manteniéndose firme en la fe el cristiano participadel sacerdocio de Cristo, porque hace de su vida una entrega total, que es “sacerdotal”, alofrecerse a sí mismo a Dios y dar testimonio de Cristo con su vida, lo que también implicadar razón de su esperanza (cf. LG 10). Como dice el Papa en su Mensaje para esta Jornada:“La fe es un don que se nos da para ser compartido [...]. Es el don más importante que se nosha dado en nuestra existencia y que no podemos guardarnos para nosotros mismos” (n. 9).·La cambiante situación del mundo nos exige creatividad para proponer el Evangelio,como el Papa expresa en su Mensaje: “La cooperación <strong>misionera</strong> se debe ampliar hoy connuevas formas para incluir no solo la ayuda económica, sino también la participación directaen la evangelización [...]. La celebración del Año de la Fe y el Sínodo de los Obispossobre la Nueva Evangelización serán ocasiones propicias para un nuevo impulso de la cooperación<strong>misionera</strong>, sobre todo en esta segunda dimensión” (n. 6).15


LiturgiaCristo nos abre el acceso confiado a la presencia de Dios; por eso presentamos a nuestroPadre nuestra oración confiada:······ORACIÓN DE LOS FIELESPor el Papa y la Iglesia universal, para que manifiesten con su misión el valor de lavida de Cristo, entregada “por todos”, y fomenten la misión ad gentes.Roguemos al Señor.Por los obispos, sacerdotes y todos los agentes de <strong>pastoral</strong>, para que cuiden de la fedel pueblo de Dios y siembren en él la preocupación por la evangelización.Roguemos al Señor.Por la Asamblea del Sínodo de los Obispos, para que la Nueva Evangelización défrutos de renovación eclesial y fomente el impulso misionero. Roguemos al Señor.Por los misioneros y <strong>misionera</strong>s en todo el mundo, que con su vida y palabramanifiestan la caridad de Cristo por todos los hombres y pueblos, para que semantengan firmes en la fe. Roguemos al Señor.Por los que sufren en su cuerpo o en su espíritu, para que la fe en Cristo les llevea ofrecer sus sufrimientos por la salvación del mundo. Roguemos al Señor.Por todos nosotros, para que la escucha de la palabra de Dios y la celebración dela eucaristía nos hagan verdaderos “misioneros de la fe”. Roguemos al Señor.Acoge, Padre de bondad, las peticiones que te presentamos por medio de tu Hijo Jesucristo,que vive para siempre e intercede por nosotros. Por el mismo Cristo, nuestro Señor.MONICIÓN AL OFERTORIOLa Jornada Mundial de las Misiones nos ofrece la oportunidad de hacer la ofrenda de losdones que van a servir para la celebración eucarística –el pan y el vino–, con la concienciade que, al igual que Cristo se ofrece por nosotros, nosotros en estos dones nos ofrecemos aCristo y a los demás. Cristo sacerdote nos hace partícipes de su sacerdocio y su misión.Al mismo tiempo, llevamos ante el altar la colecta que se acaba de realizar con motivo delDOMUND, como plasmación de nuestro compromiso, en esta Jornada y siempre, para que lafe en Jesucristo se difunda, arraigue e irradie en todo el mundo por medio de los misioneros.ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Y BENDICIÓNDios de gracia y de misericordia, que en tu Hijo nos concedes la plena confianza en Ti:haz que todo tu pueblo, con la luz y la fuerza de tu Espíritu, haga resplandecer la feen tu Hijo Jesucristo. Te lo pedimos por el mismo Cristo, nuestro Señor.Juan Martínez Sáez, fmvd. Colaborador de las OMP16


La Dirección Nacional de las<strong>Obras</strong> Misionales Pontificias enEspaña ha recibido de los fieles,a través de las diócesis, la cantidadde 15.115.210,81 paraatender las necesidades <strong>misionera</strong>sde la Obra Pontificia de laCooperación económicaAportación económica de lasdiócesis españolas para laOBRA PONTIFICIA DE LA PROPAGACIÓN DE LA FEPropagación de la Fe. Estas aportacionesproceden de donativos yde las colectas con motivo de laJornada Mundial de las Misiones(DOMUND) celebrada el día 23 de<strong>octubre</strong> de 2011. A ellas se sumanlas ayudas procedentes deherencias, legados y testamentos,así como de las suscripciones periódicasdomiciliadas que a lolargo del año 2011 los fieles hanenviado para las misiones. El resultadode las aportaciones quedareflejado en esta tabla:Recaudaciones ejercicio 2011DIÓCESISANDALUCÍAAlmería .............................Cádiz-Ceuta ......................Córdoba ............................Granada ............................Guadix-Baza .....................Huelva ...............................Jaén ..................................Jerez .................................Málaga-Melilla ...................Sevilla ...............................134.031,64150.184,37535.821,44385.775,1620.996,0798.433,55156.458,4694.057,72306.139,50639.445,31ARAGÓNBarbastro-Monzón ............. 41.554,18Huesca ..................... ........ 54.918,48Jaca ................................... 23.765,16Tarazona ............................ 41.756,70Teruel-Albarracín ............... 71.321,59Zaragoza ........................... 429.965,30ASTURIASOviedo ............................... 375.949,55BALEARESIbiza ..................................... 16.546,04Mallorca .............................. 115.348,20Menorca ............................... 27.123.79CANARIASCanarias ............................ 147.635,01Tenerife .............................. 177.391,65CANTABRIASantander .......................... 240.801,09CASTILLA-LA MANCHAAlbacete ..............................Ciudad Real ........................Cuenca ...............................Sigüenza-Guadalajara.........Toledo .................................CASTILLA-LEÓNAstorga ..............................Ávila ..................................Burgos ...............................Ciudad Rodrigo .................León ..................................Osma-Soria .......................Palencia ............................Salamanca ........................Segovia .............................Valladolid ...........................Zamora .............................216.683,65202.173,26172.221,51105.496,58298.108,86125.041,95145.962,45224.781,9422.554,85173.603,6245.507,25165.716,00165.761,4586.461,70224.324,68191.180,13CATALUÑABarcelona .......................... 410.145,95Girona .............................. 157.644,78Lleida ................................ 30.528,35Sant Feliu de Llobregat .... 96.316,32Solsona ............................. 50.317,64Tarragona .......................... 115.773,61Terrassa ............................ 110.215,99Tortosa ............................... 68.557,45Urgell .................................. 49.694,36Vic ...................................... 72.495,30EUSKADIBilbao ...............................San Sebastián .................Vitoria ...............................EXTREMADURAMérida-Badajoz ................Coria-Cáceres ..................Plasencia .........................GALICIALugo ...................................Mondoñedo-Ferrol .............Ourense ..............................Santiago de Compostela ...Tui-Vigo ..............................RIOJACalahorra-Logroño .............VALENCIAOrihuela-Alicante ...............Segorbe-Castellón .............Valencia ..............................DIRECCIÓN NACIONAL.......TOTAL GENERALEuros292.926,87251.315,81155.434,86212.925,84125.992,86117.232,96106.578,4089.554,03256.237,08494.625,63133.296,00MADRIDAlcalá de Henares ........... 122.731,80Getafe .............................. 162.929,80Madrid ............................ 2.016.640,90Arzobispado Castrense ..... 37.881,32MURCIACartagena-Murcia .............. 348.553,18NAVARRAPamplona-Tudela ............... 778.376,78159.856,87289.914,2499.140,97729.115,08121.259,9415.115.210,81


Servicio InformativoLOS MISIONEROSEn los últimos años han suscitado gran interés los programas televisivos que muestranla vida de aquellos españoles que, por razones variadas, un día salieron de supatria chica y hoy se encuentran en rincones muy diversos del mundo. En esta mismalínea, la cadena televisiva 13TV viene ofreciendo el testimonio de misionerosque –estos por razones evangelizadoras y humanitarias– han salido de nuestra tierra y estánsirviendo a la humanidad, especialmente a los más pobres. Tal vez sea esta la mayor diferencia:mientras aquellos programas mostraban generalmente a españoles que “han hecho fortuna”por el mundo, el rostro saludable del misionero manifiesta su alegría por estar con lospredilectos del Señor.La certeza de que estos coetáneos nuestros están haciendo el bien a los más pobres, sinotra intención o finalidad que sembrar alegría y esperanza, suscita en muchas personas el interéspor conocerles y saber algo más de su vida y trabajo.1. ¿Quiénes son estos misioneros y <strong>misionera</strong>s?Con la palabra “misionero” nos referimos a las personas que se han consagrado a la misiónad vitam en el seno de una institución <strong>misionera</strong> o han sido enviados a la misión, paraun período largo de tiempo (no menos de tres años), por la diócesis o institución religiosa depertenencia.Son unos 14.000 los misioneros españoles que, repartidos por toda la Tierra, están entregandosu vida al <strong>servicio</strong> de los demás.2. ¿Dónde están ejerciendo su trabajo?Los misioneros españoles han sido enviados a los cinco continentes, como signo claro de launiversalidad de la vocación a la que han sido llamados. Por tanto, están repartidos por el mundoentero: en 43 países de África, en 25 países del continente americano, en 23 países de Asia,en 6 países de Oceanía y en la práctica totalidad de los países europeos.Cerca del 70% de nuestros compatriotas misioneros se encuentran en América Latina. Estadesproporción en la distribución, a favor del continente americano, se debe a razones eclesiales(el compromiso de España de seguir ayudando a aquellas Iglesias que nacieron gracias a laevangelización promovida por nuestro país) y culturales (la lengua y la afinidad cultural).Los misioneros localizados en Europa son aquellos que han sido enviados a países del Este,donde es necesaria la primera evangelización. No obstante, es de justicia seguir conside-20


Servicio Informativorando como misioneros en sentido estricto a aquellos que están prestando, por un tiempo limitado,algún <strong>servicio</strong> eclesial, fundamentalmente en España o en Italia, o que han tenido queregresar provisionalmente por razones familiares o de salud.3. ¿Qué hacen en la misión?El trabajo que habitualmente realizan los misioneros es muy difícil de detallar, porque supresencia se traduce en la donación total a las personas y a las comunidades en las cuales estánsirviendo, sin distinción de tareas específicas.La <strong>pastoral</strong> evangelizadora es su principal actividad, dentro de la cual cabe destacar laformación de los agentes de <strong>pastoral</strong>, especialmente las vocaciones nativas (seminaristas ynovicios y novicias) y los catequistas laicos, que son los principales animadores y formadoresde las comunidades cristianas. Este es el mayor empeño de cada misionero tan prontose inicia la implantación de la Iglesia local en un territorio de misión. El compromiso sociales la otra cara de la misma moneda, porque no es posible separar evangelización y promocióny desarrollo. De hecho, la mayoría de los proyectos de desarrollo impulsados porONG católicas, de inspiración cristiana o de identidad secular están gestionados por misionerosque gozan de una altísima credibilidad para la puesta en marcha de estas iniciativas ysu mantenimiento posterior.3. ¿Cómo podemos coloborar con ellos?La cooperación espiritual es, sin duda, la mejor ayuda que se puede entregar a los misioneros.Tiene dos dimensiones: la información y animación de los fieles para que tomenparte en esta tarea común, y la oración perseverante para que Dios siga bendiciendo y fecundandola labor <strong>misionera</strong>. Ambas se concretan a través de las iniciativas que se promuevenen la <strong>pastoral</strong> de las diócesis de España.En cuanto a la cooperación económica, la Iglesia en España siempre ha sido muy solícitapara ayudar de este modo a los misioneros. Sin duda, la colecta que más arraigo tieneentre el pueblo cristiano es la del día del DOMUND. A ella se suman las aportaciones dequienes han decidido domiciliar sus donativos con una cierta periodicidad, o colaboran enlas demás Jornadas <strong>misionera</strong>s promovidas por las <strong>Obras</strong> Misionales Pontificias, o lo hacena través de becas para seminarios, legados o herencias.21


Servicio InformativoEL AÑO DE LA FEEl Año de la Fe es una gracia que Dios ofrece a los cristianos para revitalizar elcompromiso misionero de los creyentes. Quien tiene el coraje de redescubrir la alegríade creer vuelve a encontrar el “entusiasmo de comunicar la fe”. Benedicto XVIasegura que en el ejercicio de este compromiso hay que sacar “fuerza y vigor deldescubrimiento cotidiano del amor de Dios, que nunca puede faltar” (Porta fidei, 7). A juiciodel prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, cardenal FernandoFiloni, el Año de la Fe es una nueva ocasión para confirmar nuestro <strong>servicio</strong>, paraatreverse decididamente a la proclamación del Evangelio, y para ampliar en cantidad y calidadnuestra cooperación con los que están llamados a la tarea <strong>misionera</strong>.a.b.c.Confirmar nuestro <strong>servicio</strong> a quienes han sido llamados por vocación a la misión.Por el bautismo todos somos misioneros, pero Dios ha llamado a algunos a “pasar ala otra orilla” y anunciar el Evangelio a quienes aún no lo conocen. Son nuestros misioneros,que con su donación hacen explícita la universalidad de la fe.Renovar el coraje y el atrevimiento de proclamar el Evangelio. Palabras fuertes, peroreales. La historia de la misión está enjoyada de testimonios de heroísmo, inclusomartirial. El Año de la Fe nos ha de llevar a comprender que la fe solo se fortalecedándola. “Así, la fe solo crece y se fortalece creyendo” (PF 7). Los misioneros sontestigos de que vale la pena dar la vida para que otros puedan creer.Provocar el incremento cualitativo y cuantitativo de la cooperación. Si la actividad<strong>misionera</strong> compete de manera explícita a quienes han sido llamados y enviados porDios y la Iglesia, la cooperación <strong>misionera</strong> es inherente a nuestra condición de bautizadosy, por tanto, a todo el Pueblo de Dios. “Por eso –dice Benedicto XVI–, tambiénhoy es necesario un compromiso eclesial más convencido en favor de una nuevaevangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmode comunicar la fe” (PF 7).El Año de la Fe es una oportunidad, en palabras del cardenal Filoni, para “ser instrumentosprivilegiados [...] en la inauguración de una nueva época de la actividad evangelizadora” yen el compromiso para “asumir de nuevo nuestra fe, a través de una profundización del misteriocristiano y un auténtico testimonio de vida. Esto se nos exige sobre todo a nosotros quetrabajamos para la propagación de la fe”.Propuestas de acción1. ORACIÓNAsí lo ha propuesto el cardenal Filoni: “Para que el Año de la Fe asuma de verdad unadimensión <strong>misionera</strong>, tras una atenta consideración y reflexión junto a mis más estrechos colaboradores,he creído oportuno lanzar una Campaña Mundial de Oración por la Evangelización”.Iniciativa respaldada por el Papa: “Estoy, por lo tanto, muy contento de poder alentar22


Servicio Informativoel proyecto de la Congregación para la Evangelizaciónde los Pueblos y de las OMP en apoyo al Año de laFe. Tal proyecto prevé una campaña mundial que, através de la oración del santo rosario, acompañe laobra de evangelización en el mundo y sea, para tantosbautizados, redescubrir y profundizar la fe”.PROPUESTARezo del Rosario Misionero, que facilita la contemplaciónde los misterios de la fe y la oración deintercesión por los misioneros y su actividad <strong>misionera</strong>en cada uno de los cinco continentes. Serecupera la intuición de Paulina Jaricot, fundadorade la Obra de la Propagación de Fe, quien confióal rezo del santo rosario la eficacia de la primeraObra Misional Pontificia.2. REFLEXIÓNEl comienzo del Año de la Fe coincide con dosgrandes eventos: Se cumplen 50 años de la apertura delConcilio Vaticano II y 20 de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica. Es unanueva oportunidad para redescubrir, cultivar y testimoniar el misterio de la fe. “Cada hombrey cada pueblo tienen derecho a recibir el Evangelio de la verdad. En esta perspectiva asumeun particular significado vuestro compromiso de celebrar el Año de la Fe [...] para reforzarel empeño de difusión del reino de Dios y del conocimiento de la fe cristiana” (BenedictoXVI, Discurso a los directores nacionales de las OMP, 11-5-<strong>2012</strong>).PROPUESTACelebración de encuentros que faciliten la reflexión sobre la misión ad gentes como “paradigmade toda la acción apostólica de la Iglesia”. Para ello se propone el estudio deldecreto Ad gentes y del Catecismo de la Iglesia Católica (nn. 39.257.689-690.702.727-738.830-863.2044-2046.2104-2109).3. ACCIÓN“«Caritas Christi urget nos» (2 Cor 5,14): es el amor de Cristo el que llena nuestros corazonesy nos impulsa a evangelizar. Hoy como ayer, él nos envía por los caminos del mundopara proclamar su Evangelio a todos los pueblos de la tierra (cf. Mt 28,19)” (PF 7).PROPUESTAFinanciar un proyecto <strong>pastoral</strong> (construcción o rehabilitación de un templo) para que lascomunidades cristianas nacientes puedan celebrar la fe.23


Servicio Informativo50 ANIVERSARIO DELCONCILIO VATICANO IIEl Mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Misiones se inicia conun recordatorio histórico del Concilio Vaticano II, de cuya inauguración celebramosel 50 aniversario. De él afirma el Papa que, “con la participación de tantosobispos de todos los rincones de la tierra, fue un signo brillante de la universalidadde la Iglesia [...]. Ricos de una experiencia que tenían por ser pastores de Iglesias jóvenesy en vías de formación, animados por la pasión de la difusión del Reino de Dios, elloscontribuyeron significativamente a reafirmar la necesidad y la urgencia de la evangelizaciónad gentes, y de esta manera llevar al centro de la eclesiología la naturaleza <strong>misionera</strong> de laIglesia”. Desde la atalaya de estos 50 años, se puede contemplar la universalidad de la Iglesiapor primera vez reflejada en un Concilio Ecuménico.Si la presencia de obispos de todos los continentes mostraba la catolicidad, la reflexiónteológica también era puesta en evidencia en sus principales documentos. La constituciónLumen gentium expresa la reflexión de los Padres Conciliares sobre la Iglesia como misterioy misión; misterio de amor y misión universal. No hay fronteras para el anuncio del Reino.A ello se añaden las grandes aportaciones de la constitución Gaudium et spes, en la cualla Iglesia anticipa proféticamente las transformaciones de la humanidad y, en la fuerza delEspíritu, discierne el tipo de presencia y de misión exigidas por los nuevos tiempos. Por fin,toda esta dimensión <strong>misionera</strong> se sistematiza en el decreto Ad gentes, “en el que la Iglesia,reconociéndose como esencialmente <strong>misionera</strong>, individualiza los contenidos esenciales del kerigma,la naturaleza de la actividad evangelizadora, la metodología, los destinatarios, las relacionescon las culturas y las demás religiones, y los sujetos de la misión” (Card. Filoni).<strong>Obras</strong> Misionales Pontificias desea contribuir al reencuentro con las enseñanzas conciliarespara descubrir su actualidad y la influencia que han tenido en los posteriores documentossobre la misión ad gentes. Entre otros puntos cabe destacar:1. El origen trinitario de la misión, su valor eclesial, una clara noción de “misión” y superenne necesidad, que reclama la cooperación de todos. De hecho, el primer capítulo se iniciacon el famoso texto: “La Iglesia peregrinante es, por su propia naturaleza, <strong>misionera</strong>, encuanto ella tiene origen en la misión del Hijo y en la misión del Espíritu Santo, según el designiode Dios Padre” (AG 2).2. Se reconducen las “misiones” a la “misión” (“repatriaciónde las misiones en la misión de la Iglesia”) y se reconocela prioridad de la misión respecto a la Iglesia: no es la Iglesia laque hace la misión, sino que es esta última la que constituye laesencia misma de la Iglesia.3. Las “misiones” no se determinan en base a un criterio jurídicoo territorial, sino socio-antropológico, y se da a la misiónun alcance mucho mayor que el geográfico, para abarcar toda situaciónhumana y social que debe ser iluminada por la luz delEvangelio y transformada por la gracia de Dios.24


Servicio InformativoOrientaciones prácticasCon el fin de ayudar a los grupos de reflexión a acercarse al decreto Ad gentes y al restode documentos del Vaticano II, <strong>Obras</strong> Misionales Pontificias coordinó un trabajo conjuntode todas las instituciones <strong>misionera</strong>s en la edición de las carpetas Formación de animadoresmisioneros.Carpeta 1: La misión de la IglesiaLa Trinidad es la fuente y la meta de la misión. Las circunstancias históricas van modulandola misión única y universal de la Iglesia. Como referencia, el primer capítulodel decreto Ad gentes, dedicado a los principios doctrinales.Carpeta 2: Historia de la misión de la IglesiaLa misión es un mandato que se realiza en la historia humana en todo momento. La misiónno es algo pasado, es una tarea de la Iglesia de perenne actualidad.Carpeta 3: La misión ad gentes en la vida de la IglesiaLos principales temas desarrollados por el decreto en el capítulo 5: desde la responsabilidadde la Iglesia local, hasta la de cada organismo de coordinación <strong>misionera</strong>.Carpeta 4: La misión vivida por las Iglesias de los distintos continentesAunque estos temas no fueron explícitamente desarrollados en Ad gentes, los posterioressínodos episcopales explicitaron las enseñanzas del Concilio.Carpeta 5: Los caminos de la misiónUna de las novedades del decreto Ad gentes son las enseñanzas sobre la predicación delEvangelio y la formación de las comunidades cristianas. Su aportación sobre el procesode la iniciación cristiana es de gran actualidad.Carpeta 6: Retos de la misión de hoyLos seis temas desarrollados en esta carpeta se inspiran en los grandes desafíos misionerosque formula la constitución Gaudium et spes: son los nuevos ámbitos y escenariosde la misión apuntados en otros documentos conciliares.Carpeta 7: Animación y cooperación <strong>misionera</strong>sAd gentes concluye con el capítulo dedicado a la cooperación. Esta carpeta logra descubrirque la cooperación es fruto de la animación.Estas carpetas pueden encontrarse en las Delegaciones Diocesanas de Misiones o enwww.domund.org o en www.omp.es25


Servicio InformativoLA MISIÓN ‘AD GENTES’ YLA NUEVA EVANGELIZACIÓNDel 7 al 28 de <strong>octubre</strong> se celebra en Roma la XIII Asamblea General Ordinaria delSínodo de los Obispos, sobre el tema “La Nueva Evangelización para la transmisiónde la fe cristiana”. Precisamente en el mes de <strong>octubre</strong> tiene lugar la JornadaMundial de las Misiones, el DOMUND. Esta coincidencia debe ser consideradacomo providencial para poner de manifiesto el vínculo estrecho que existe entre la necesidadde la misión ad gentes y la llamada a la Nueva Evangelización.En efecto, los Lineamenta de la Asamblea del Sínodo hacen una clara alusión a que elconcepto de Nueva Evangelización remite al “esfuerzo de renovación que la Iglesia está llamadaa hacer”, a la “revitalización”, la “renovación espiritual”, el “discernimiento”... (n. 5).Pues, siempre según el mismo documento (n. 24), “nueva evangelización significa «reavivaren nosotros el impulso de los orígenes, dejándonos impregnar por el ardor de la predicaciónapostólica después de Pentecostés. [...] Es necesario un nuevo impulso apostólico quesea vivido, como compromiso cotidiano de las comunidades y de los grupos cristianos»(NMI 93)”. Es evidente, por tanto, que la llamada a la Nueva Evangelización implica retomarla vitalidad que da a la Iglesia la vivencia profunda de la fe, que la lleva a e<strong>xc</strong>lamarcomo san Pablo: “Ay de mí si no anuncio el Evangelio!” (1 Cor 9,16), y a lanzarse a la actividad<strong>misionera</strong> en todas sus modalidades.Por eso, existe una estrecha relación entre el impulso misionero y la renovación que sepropone con la llamada a la Nueva Evangelización. Este es el objetivo principal que mueveal papa Benedicto XVI a crear el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.En Ubicumque et semper pide que la Iglesia “sepresente al mundo contemporáneo con un impulso misionerocapaz de promover una nueva evangelización”; y lo repitecon toda su fuerza: “No es difícil percatarse de que lo quenecesitan todas las Iglesias que viven en territorios tradicionalmentecristianos es un renovado impulso misionero”.Por estas razones, su Mensaje para la Jornada Mundialde las Misiones comienza tomando también en consideraciónesta coincidencia de fechas y más adelante afirma que“es necesario renovar el entusiasmo de comunicar la fe parapromover una nueva evangelización de las comunidadesy de los países de antigua tradición cristiana”; y es que “lapreocupación de evangelizar nunca debe quedar al margende la actividad eclesial y de la vida personal del cristiano,sino que ha de caracterizarla de manera destacada, conscientede ser destinatario y, al mismo tiempo, misionero delEvangelio”. En su Mensaje pide, a la vez, “un nuevo impulsode la cooperación <strong>misionera</strong>”, sobre todo, como “participacióndirecta en la evangelización”.26


Servicio InformativoPropuestas para la animación <strong>misionera</strong>El cardenal Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos,expresaba a los directores nacionales de las OMP la necesidad de que la misión ad gentes estépresente en el compromiso de la Nueva Evangelización: “Si no queremos que nuestra cooperacióna la misión universal se quede al margen de la acción eclesial, debemos insertarlaen la amplia misión de la Iglesia local [...]. «Es necesario mantener viva la solicitud por elanuncio y por la fundación de nuevas Iglesias en los pueblos y grupos humanos donde noexisten, porque esta es la tarea primordial de la Iglesia, que ha sido enviada a todos los pueblos,hasta los confines de la tierra» (RM 34). Al mismo tiempo es necesario preocuparsetambién de los no cristianos de nuestra propia casa: «La misión ad intra es signo creíble yestímulo para la misión ad extra, y viceversa» (RM 34)”.La Jornada Mundial de las Misiones se celebra dentro del llamado “Octubre Misionero” yofrece la oportunidad para hacer realidad el deseo del Papa: que la Nueva Evangelización senutra de la savia de la misión universal de la Iglesia. Las cuatro semanas del mes de <strong>octubre</strong>dan cobijo a las principales dimensiones de la cooperación <strong>misionera</strong>:Primera semana: ORACIÓNPromover la oración, especialmente el rezo del Rosario Misionero, para que la fe en Cristose difunda por todo el mundo, el más lejano y el más cercano.Celebrar la Misa por la Evangelización de los Pueblos, la Vigilia de la Luz (ver en estemismo número de Illuminare) y, sobre todo, la oración de intercesión por los misioneros,que realizan su trabajo con tantas dificultades.Segunda semana: SACRIFICIOUnirse a la entrega de los misioneros, porque “el sacrificio del misionero debe ser compartidoy sostenido por el de todos los fieles” (RM 78).Los enfermos y ancianos son los que más y mejor viven esta dimensión; para ayudarles,les ofrecemos nuestra compañía y la entrega del tríptico Enfermos Misioneros.Tercera semana: COOPERACIÓN ECONÓMICAAyudar económicamente a los misioneros: “La generosidad en el dar debe estar siempreiluminada e inspirada por la fe” (RM 81).Ofrecer la limosna evangélica que tanto necesitan las comunidades eclesiales que nacende la actividad <strong>misionera</strong>.Cuarta semana: FOMENTO DE LA VOCACIÓN MISIONERADios sigue llamando a la misión. Hay que tener el coraje de escuchar y la valentía deresponder, en el caso de los llamados.Colaborar para que estas vocaciones nacientes se fortalezcan y maduren en el seno de lacomunidad cristiana.27


Vigilia de la LuzLLAMADOS A HACER RESPLANDECER LA PALABRA DE VERDAD1INICIOSaludoSed todos bienvenidos a este encuentro de oración.En el comienzo del Año de la Fe, la Iglesia nos recuerda la exigencia de redescubrir el caminode la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovadodel encuentro con Cristo.Con estas ansias de extender el Reino por todos los pueblos, nos unimos en este tiempo deoración a un gran maestro y evangelizador, san Juan de Ávila, que predicó el amor deDios, manifestado en Jesucristo, y vivió desde esta Palabra de verdad.Nos ayudará la frase con la que el Papa titula su carta para el DOMUND <strong>2012</strong>: “Llamadosa hacer resplandecer la Palabra de verdad”, que nos guiará como hilo conductor a lo largode esta vigilia.Canto: «Hasta los confines de la tierra» (u otro canto)2“LLAMADOS”MoniciónJesús envía a sus discípulos a ir por todo el mundo y a hacer discípulos por toda la tierra(cf. Mt 28,19). Esa es la misión de la Iglesia y la razón de ser de la comunidad cristiana.Es una llamada continua a evangelizar, pues la Iglesia está en “estado permanente de misión”.Ya el beato Juan Pablo II decía:“No podemos permanecer tranquilos si pensamos en los millones de hermanos yhermanas nuestros, redimidos también por la sangre de Cristo, que viven sin conocerel amor de Dios” (RM 86).Y Benedicto XVI, en el Mensaje del DOMUND:“En la proclamación del Año de la Fe, también yo he dicho que Cristo, «hoy comoayer, nos envía por los caminos del mundo para proclamar su Evangelio a todos lospueblos de la tierra» (carta apostólica Porta fidei, 7) [...].Necesitamos, por tanto, retomar el mismo fervor apostólico de las primeras comunidadescristianas, que, pequeñas e indefensas, fueron capaces de difundir el Evangelioen todo el mundo entonces conocido mediante su anuncio y testimonio” (n. 3).28


Vigilia de la LuzPalabra de DiosJesús y la samaritana (Jn 4,1-30).Silencio e interiorización.Canto: «Dame a beber de tu amor» (u otro canto)3“A HACER RESPLANDECER”Mensaje del Papa para el DOMUND <strong>2012</strong>“El afán de predicar a Cristo nos lleva a leer la historia para escudriñar los problemas,las aspiraciones y las esperanzas de la humanidad, que Cristo debe curar, purificar y llenarde su presencia. En efecto, su mensaje es siempre actual, se introduce en el corazón dela historia y es capaz de dar una respuesta a las inquietudes más profundas de cada serhumano. Por eso la Iglesia debe ser consciente, en todas sus partes, de que «el inmensohorizonte de la misión de la Iglesia, la complejidad de la situación actual, requieren hoynuevas formas para poder comunicar, eficazmente, la Palabra de Dios” (exhortación apostólicapostsinodal Verbum Domini, 97). Esto exige, ante todo, una renovada adhesión de fepersonal y comunitaria en el Evangelio de Jesucristo, «en un momento de cambio profundocomo el que la humanidad está viviendo» (carta apostólica Porta fidei, 8)” (n. 7).Silencio e interiorización.San Juan de Ávila, Doctor de la IglesiaSan Juan de Ávila, proclamado Doctor de la Iglesia el 7 de <strong>octubre</strong> de este año <strong>2012</strong>, nacióen 1499 en Almodóvar del Campo (Ciudad Real). Fue ordenado sacerdote en 1526.Vendió todos los bienes que le habían dejado sus padres, los repartió a los pobres y se dedicóenteramente a la evangelización, empezando por su propio pueblo.Un año después, se ofreció como misionero para ir a América, a las Indias, como se decíaen aquella época. El arzobispo de Sevilla le ordenó que se quedara en las Indias delmediodía español. Así se convirtió en “Apóstol de Andalucía”.La predicación y los escritos del Maestro Ávila dejan entrever una gran capacidad deadaptación a las situaciones sociológicas y culturales. Esta capacidad, que hoy llamamos inculturación,proviene de saber observar la realidad, a la luz de los grandes contenidos de lafe y de toda la herencia cultural del pasado.Su modelo de predicación era san Pablo; el centro de su mensaje, Cristo. Predicó tantoen las iglesias, como en las calles.Nos recuerda el Maestro Ávila que la misión no puede limitarse al propio grupo o al propiopaís:“Quién pudiere tener mil millones de lenguas para pregonar por todas partes quiénes Jesucristo” (carta 207, 15ss)“Jesucristo es el deseado de todas las gentes (carta 42, 106s; sermón 2, 545; cf.AG 2, 8) porque Él quiere que todos se salven, vengan al conocimiento de esta verdad”(AF c.43, 4358ss; cf. 1 Tim 2,4).29


Vigilia de la LuzGesto y canto: «Cristo, maravilloso eres Tú» (u otro canto)Mientras se repite varias veces el canto, van saliendo algunas personas (puede ser con unadanza) que porten carteles con distintas situaciones (tristeza, soledad, abandono, desconfianza,miedo, odio, venganza...), con algunas noticias (del mundo, del pueblo o ciudad, familiares...).Todas esas situaciones se ponen ante el altar y se expone el Santísimo Sacramento, puesCristo da luz a toda la vida y sana todas las heridas.Exposición del Santísimo y adoraciónSi es posible con música de fondo, intercalar algunos textos de la carta Porta fidei. Sugerimosalgunos:4“La puerta de la fe” [...] está siempre abierta para nosotros [...] cuando la Palabrade Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma (n. 1).No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (n. 3).Los cristianos están llamados efectivamente a hacer resplandecer la Palabra deverdad que el Señor Jesús nos dejó (n. 6).El Año de la Fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor,único Salvador del mundo (n. 6).Es el amor de Cristo el que llena nuestros corazones y nos impulsa a evangelizar (n. 7).La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibey se comunica como experiencia de gracia y gozo. [...] Los creyentes “se fortalecencreyendo” (S. Agustín) (n. 7).La Eucaristía es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y también lafuente de donde mana toda su fuerza (n. 9).Profesar con la boca indica, a su vez, que la fe implica un testimonio y un compromisopúblico. [...] La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con Él. Yeste “estar con Él” nos lleva a comprender las razones por las que se cree (n. 10).Que este Año de la Fe haga cada vez más fuerte la relación con Cristo, el Señor,pues solo en Él tenemos la certeza para mirar al futuro y la garantía de un amorauténtico y duradero (n. 15).LA PALABRA DE VERDADMoniciónLa Palabra de verdad es Cristo. Él es la verdad, la verdad que ilumina nuestras vidas y quedebemos hacer resplandecer con nuestras obras, pues la fe se hace concreta en el amor. Nopuede haber fe sin amor.Hay un mundo entero a la espera de buenas noticias, de palabras de esperanza, de gestosde paz, de alegría en el corazón. Solo en Cristo encontraremos todo esto.30


Vigilia de la LuzDe la carta apostólica Porta fidei“La fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantementea merced de la duda. La fe y el amor se necesitan mutuamente, de modo que una permitea la otra seguir su camino. En efecto, muchos cristianos dedican sus vidas con amor aquien está solo, marginado o e<strong>xc</strong>luido, como el primero a quien hay que atender y el másimportante que socorrer, porque precisamente en él se refleja el rostro del Señor resucitado.«Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lohicisteis» (Mt 25,40): estas palabras suyas son una advertencia que no se ha de olvidar, yuna invitación perenne a devolver ese amor con el que Él cuida de nosotros. Es la fe laque nos permite reconocer a Cristo, y es su mismo amor el que impulsa a socorrerlo cadavez que se hace nuestro prójimo en al camino de la vida. Sostenidos por la fe, miramoscon esperanza a nuestro compromiso en el mundo, aguardando «unos cielos nuevos y unatierra nueva en los que habite la justicia» (2 Pe 3,13; cf. Ap 21,1)” (n. 14).Silencio e interiorización.Gesto y canto: «Enciende una luz» (u otro canto)Quienes portaban los carteles con realidades negativas reciben una vela apagada.El que preside la celebración enciende, de las velas del altar –o del cirio pascual, si lohubiese–, la vela del primero.Al recibir la vela encendida, este rompe o quema el cartel negativo y se queda con la velaencendida. El encuentro con Cristo cambia la realidad.El que ya ha recibido la luz enciende de su vela la vela del compañero que aún porta elcartel con la situación negativa, el cual repite el gesto de romper o quemar el cartel, y asísucesivamente, hasta que todos retiren sus carteles y los cambien por la luz de Cristo.5ENVÍO MISIONEROReserva del Santísimo SacramentoCanto: «Majestad, adora a su Majestad» (u otro canto)EnvíoSe muestra el cartel del DOMUND <strong>2012</strong>.Nosotros somos “Misioneros de la fe”.Se puede rezar la oración del DOMUND <strong>2012</strong> que aparece en la estampa.Que la Virgen María, Madre de la Iglesia y Estrella de la Evangelización, acompañe a todoslos misioneros del Evangelio, misioneros de la fe.Canto final: «Hasta los confines de la tierra» (u otro canto)Delegación Diocesana de Misiones de Jaén31


TestimoniosTestimonios de gratitudLos misioneros han sido enviadospor nuestras comunidades para compartirnuestro mayor tesoro, la fe, y elsigno que nos define, el amor; una fey un amor que, gracias a ellos, lleganhasta nuestros hermanos más necesitadosen todo el mundo. Nuestra ayudaen la distancia, a través de las distintasformas de cooperación <strong>misionera</strong>,es vital para que esta labor puedaseguir realizándose. Construir un templo,traducir la Biblia a la lengua deun determinado pueblo, ayudar a llevaradelante proyectos <strong>pastoral</strong>es y deevangelización, dar una respuesta desolidaridad cristiana a tantas situacionesde necesidad... son algunos de loslogros posibles con nuestra contribucióny con la labor impagable de los"misioneros de la fe".Con gran alegría hemos recibido su ayudagenerosa, que nos anima a continuar nuestrapresencia <strong>misionera</strong> junto a este puebloangoleño, que, gracias a Dios, desde haceunos años disfruta de la paz, lo que hace quevaya recuperándose poco a poco. En la misiónde N’tongui somos cuatro hermanas dediferentes países: Colombia, Perú, Congo yEspaña. Nos dedicamos al trabajo en distintas<strong>pastoral</strong>es: formación de catequistas y animadoresde las comunidades, promoción integralde jóvenes y madres, grupos de jóvenes y niños,visitas a las aldeas para apoyar a los animadoresy estar con las familias, reunirles yver sus mayores necesidades.En todas las aldeas encontramos, sobre todo,niños y jóvenes. Nos preocupa que no tenganuna buena educación, pues el nivel es muy bajo.En cuanto a la salud, los centros son muydistantes, y son numerosas las muertes tantopor falta de medios de comunicación para llegarhasta ellos, como por motivos económicos.Con todo y con eso, es un pueblo muy alegre,y, aunque les falte lo necesario para vivir, es-32


Testimoniostán contentos. En verdad, esto nos motiva paraseguir compartiendo nuestra vida con ellos.Gracias a todas las personas que se sacrificarondándonos su ayuda; que el Señor se lorecompense.HNAS. MISIONERAS DE N’TONGUI (Angola)Nuestro vicariato apostólico de Tucupita estáubicado en la parte oriental de Venezuela yabarca todo el delta del Orinoco, una extensiónde 40.200 km 2 , donde prácticamente lagran y única vía de comunicación es el río, ensus diversos “caños”, que forman la desembocadura.Hay una población criolla centradaprincipalmente en la capital del Estado, Tucupita,donde hay carreteras; pero al resto delas poblaciones solo se llega con embarcaciones.De aproximadamente 160.000 habitantes,unos 40.000 son indígenas guaraúnos,ubicados en las márgenes de los ríos.Para atender espiritualmente a toda la población,hay nueve sacerdotes religiosos yuno secular, incardinado en el vicariato; nuevereligiosos no sacerdotes; y catorce religiosas.Estamos trabajando con los seglares paraformar buenos catequistas y prepararloscon vistas a que asuman algunosministerios laicales. Ya tenemosalgunos ministros extraordinariosde la comunión y de la Palabra,para que atiendan algunas comunidades,cuando no pueden irlos sacerdotes. Los presbíteros, religiososy religiosas están trabajandocon mucho entusiasmo para fortalecerla fe en las comunidades, abase de una formación más intensa,ante la avalancha de las sectas evangélicas,que crean gran confusión.Hemos recibido su ayuda, que nos ha hechollegar la Obra Pontificia de la Propagaciónde la Fe. Quiero agradecerles su generosidady, a través de sus personas, dar las graciastambién a todos los que de una formaanónima han hecho esto posible. Lo que ustedesnos envían es sumamente importantepara seguir la tarea evangelizadora, ya queprácticamente no tenemos otros ingresos.MONS. FELIPE GONZÁLEZ,vicario apostólico de Tucupita (Venezuela)He recibido con gran alegría la noticia dePropagación de la Fe, en Roma, de que nuestranueva parroquia del Sagrado Corazón, enNarioa, ha recibido de ustedes una cantidadpara la construcción de su nueva iglesia.La nuestra es una diócesis pobre y rural.Somos abundantemente bendecidos con vocacionesal sacerdocio y a la vida religiosa,pero seguimos necesitando ayuda para construirel Cuerpo de Cristo; precisamente porser bendecidos con vocaciones, podemos crearnuevas parroquias, y de ahí la necesidadde construir nuevos templos.Nuestro más sincero agradecimiento por sudesinteresada ayuda y su solicitud por la misióndel Pacífico sur en las Islas Salomón.Hay que decir que fue el explorador españolÁlvaro de Mendaña, en 1568, el primero en«La conciencia <strong>misionera</strong> tiene que unirnos en la fe y el amor a nuestroshermanos de toda la Tierra, especialmente los pobres y marginados».Mons. George Cosmas Lungu, obispo de Chipata (Zambia)33


Testimoniospretender nuestras islas para Cristo. ¡Qué bonitoque España continúe plantando la semillade la fe por medio de la ayuda prestada!Sepan que su buen pueblo es fervientementerecordado en nuestras oraciones.MONS. CHRIS CARDONE,obispo de Auki (Islas Salomón)Nuestro sincero agradecimiento por el subsidioque nos han concedido para la Iglesialocal de Sylhet. La nuestra es una nueva diócesis,creada por el Santo Padre en 2011. Setrata de una diócesis de población indígena,y la mayoría de los católicos trabajan en laplantación de té como jornaleros. La Iglesiaes una gran esperanza para ellos. Son católicosmuy fieles, practicantes y activos en lavida eclesial. Este dinero es una gran ayudapara llevar adelante nuestra misión yacciones en favor de los pobres. Nosotrosnos encargamos de sus necesidades <strong>pastoral</strong>es,de la educación de muchos niños ennuestra escuela, y de albergues y de la atenciónmédica de muchas personas.Apreciamos enormemente su amabilidad ygenerosidad. Recordamos a nuestros benefactoresen nuestras oraciones diarias.MONS. BEJOY N. D’CRUZE,obispo de Sylhet (Bangladesh)Quiero darles las gracias y acusar recibo dela cantidad que nos han asignado como apoyofinanciero para los gastos de la diócesis;concretamente, para la publicación de la Bibliaen lengua txitxopi, al cuidado del Rev.P. Antonio Fonseca Maheme. Cuando el citadoproyecto se haya llevado a cabo, enviaremosel informe de cuentas, así como un artículosobre el lanzamiento de esta Biblia ennuestras comunidades.Una vez más, agradezco su generosidad yla de todos los que contribuyen a que las<strong>Obras</strong> Misionales Pontificias de Españapuedan ayudarnos a realizar nuestros proyectos<strong>pastoral</strong>es. Aprovecho esta ocasiónpara expresarles mis mejores deseos en elSeñor y asegurarles nuestras oraciones, paraque el Señor resucitado les alcance las másabundantes gracias del Cielo.MONS. LUCIO ANDRICE MUANDULA,obispo de Xai-Xai (Mozambique)Tengo el placer de informarle de que el subsidioaprobado en la Asamblea General deOMP en el mes de mayo de 2011, con fondosprovenientes de España y con destino aobras de la Iglesia en Haití, ha sido recibidoe inmediatamente enviado a las institucionesbeneficiadas. Gracias a toda la Iglesia enEspaña por su generosidad y solidaridadcon la Iglesia necesitada en Haití, a pesarde las dificultades económicas en su país.En otro orden de cosas, la Iglesia en Haitíagradece también a la Iglesia en España laprofunda experiencia <strong>pastoral</strong> de los más de300 jóvenes haitianos que participaron en laúltima Jornada Mundial de la Juventud enMadrid. Mis agradecimientos y mi saludofraternal en el Señor.MONS. BERNARDITO AUZA,nuncio apostólico en Haití«Vuestra ayuda generosa es un signo de amor recíproco, hace vivanuestra fe y propaga el reino de Dios en esta parte del mundo».P. Piyal Janaka Fernando, director catequético nacional (Sri Lanka)34

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