12.07.2015 Views

Estereotipos y mitos en las relaciones entre adolescentes

Estereotipos y mitos en las relaciones entre adolescentes

Estereotipos y mitos en las relaciones entre adolescentes

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ESTEREOTIPOS Y MITOS EN LAS RELACIONES ENTRE ADOLESCENTESVALENTINA MAYA FRADESLARA GUARDO VÁZQUEZUniversidad de Salamancavmaya@usal.esRESUMENEl desarrollo y el avance que <strong>en</strong>contramos <strong>en</strong> la evolución sobre la igualdad, no ha sidosufici<strong>en</strong>te, porque aún podemos observar nuevas t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>tre <strong>las</strong> formas emerg<strong>en</strong>tes demasculinidad y feminidad y los modelos tradicionales (los cuales se retroalim<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> lapersist<strong>en</strong>cia de desigualdades <strong>en</strong>tre chicos y chicas, conductas sexistas, reproducción deestereotipos y roles de género…). Es decir, aún se observan desigualdades y desequilibriosestructurales que se resist<strong>en</strong> a desaparecer. Todo ello, como un producto cultural que setransmite y se hereda desde los distintos ag<strong>en</strong>tes educativos: familia, amigos, medios decomunicación, escuela, trabajo… y queda arraigado conformando <strong>las</strong> cre<strong>en</strong>cias y opiniones,es decir, el imaginario de la población juv<strong>en</strong>il y adolesc<strong>en</strong>te.PALABRAS CLAVEGénero, <strong>Estereotipos</strong>, Mitos, Roles, Masculinidad.1


INTRODUCCIÓN“…nadie puede compr<strong>en</strong>der la construcciónsocial de la masculinidad o de la feminidadsin que la una haga refer<strong>en</strong>cia a la otra.”Michael S. KimmelCon la llegada de la democracia, <strong>en</strong> España se recuperaron libertades que habían estadopostergadas durante los oscuros años de la dictadura franquista. En <strong>las</strong> últimas décadas, se haterminado con la desigualdad ante la ley y se ha superado la exclusión y discriminación de <strong>las</strong>mujeres <strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes ámbitos de la vida pública y privada: pres<strong>en</strong>cia igualitaria de <strong>las</strong>mujeres <strong>en</strong> todos los niveles de educación, junto a sus éxitos académicos y su posteriorprofesionalización conlleva una incorporación masiva al trabajo asalariado. Consigui<strong>en</strong>do conestos avances la autonomía personal <strong>en</strong> términos de capacidades de toma de decisiones, de sercríticas con los modelos de id<strong>en</strong>tidad y socialización, <strong>en</strong> términos de <strong>relaciones</strong> sociales… Sinembargo, a pesar del tiempo transcurrido y el desarrollo y los avances que <strong>en</strong>contramos <strong>en</strong>esta evolución, podemos observar nuevas t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>tre <strong>las</strong> formas emerg<strong>en</strong>tes demasculinidad y feminidad y los modelos tradicionales (los cuales se retroalim<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> lapersist<strong>en</strong>cia de desigualdades <strong>en</strong>tre chicos y chicas, conductas sexistas, reproducción deestereotipos y roles de género…). Es decir, aún <strong>en</strong>contramos desigualdades y desequilibriosestructurales que se resist<strong>en</strong> a desaparecer.Int<strong>en</strong>taremos conocer <strong>las</strong> falsas cre<strong>en</strong>cias sobre el “verdadero” amor, es decir, los <strong>mitos</strong> deamor <strong>en</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> de pareja de adolesc<strong>en</strong>tes. Con relación a dicho tema, nos <strong>en</strong>contramoscon una g<strong>en</strong>eración que ha sido educada d<strong>en</strong>tro de un sistema democrático y disfrutan hoy <strong>en</strong>día de <strong>las</strong> conquistas de igualdad que se han ido consigui<strong>en</strong>do <strong>en</strong> los últimos años <strong>en</strong> nuestrasociedad. No obstante, a través de este estudio, nos gustaría conocer si se sigue observando <strong>en</strong>la g<strong>en</strong>eración más jov<strong>en</strong> una persist<strong>en</strong>cia de percepciones y actitudes estereotipadas acerca de<strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> <strong>en</strong>tre mujeres y hombres.ESTEREOTIPOS Y ROLES TRADICIONALES DE GÉNEROUna definición pertin<strong>en</strong>te al contexto del pres<strong>en</strong>te estudio del concepto de género, es elpropuesto por la Corporación para el desarrollo de la mujer, DOMOS, <strong>en</strong> el cual estableceque: “El género es la construcción sociocultural que sobre la base de los sexos determinaid<strong>en</strong>tidades, roles y espacios difer<strong>en</strong>ciados a mujeres y hombres. Nacemos con un sexo que2


nos difer<strong>en</strong>cia, pero nos desarrollamos como hombres y mujeres <strong>en</strong> la sociedad y el tiempoque nos tocó vivir. Nacemos con un sexo, hombre o mujer, pero lo que somos como hombre omujer, lo masculino o fem<strong>en</strong>ino, lo hemos apr<strong>en</strong>dido como resultado de la socialización y lacultura <strong>en</strong> la que <strong>las</strong> personas estamos inmersas.” (2001: 2).Estas <strong>relaciones</strong> de género se v<strong>en</strong> respaldadas por <strong>las</strong> sociedades patriarcales, <strong>en</strong> <strong>las</strong> cuales sepercibe un claro dominio y subordinación de hombres a mujeres. Es el d<strong>en</strong>ominado Modelode Masculinidad Tradicional Hegemónico el que presiona al hombre para difer<strong>en</strong>ciarse detodo lo fem<strong>en</strong>ino y huir de la homosexualidad como demostración de su “hombría” (PérezGrande, 2007). Se da por hecho que los estereotipos asociados al hombre ti<strong>en</strong><strong>en</strong> mayor valor,es decir que su estatus es superior al de <strong>las</strong> mujeres. Este patrón que desvaloriza a <strong>las</strong> mujeresy a los atributos y funciones considerados fem<strong>en</strong>inos, deriva el sexismo. Victoria Sau definesexismo como: “el conjunto de todos y cada uno de los métodos empleados <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o delpatriarcado para poder mant<strong>en</strong>er <strong>en</strong> situación de inferioridad, subordinación y explotaciónal sexo dominado: el fem<strong>en</strong>ino.” (2000: 257)Los estereotipos, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, pued<strong>en</strong> ser <strong>en</strong>t<strong>en</strong>didos como repres<strong>en</strong>taciones m<strong>en</strong>talesinterconectadas de cre<strong>en</strong>cias compartidas sobre grupos de personas o categorías sociales 1 .Esas repres<strong>en</strong>taciones Del Valle y otros (2002) <strong>las</strong> d<strong>en</strong>ominan repres<strong>en</strong>taciones culturales, ydice que son un conjunto de ideas, cre<strong>en</strong>cias y significados empleados por la sociedad paraestructurar y organizar la realidad; y se transmit<strong>en</strong> a todos sus miembros a través de diversosmecanismos socioculturales. En concreto, los estereotipos de género, han sido definidos comoun conjunto estructurado de cre<strong>en</strong>cias y expectativas, compartidas d<strong>en</strong>tro de una sociedad,acerca de <strong>las</strong> características que pose<strong>en</strong> –compon<strong>en</strong>te descriptivo- y deb<strong>en</strong> poseer –compon<strong>en</strong>te prescriptivo- los hombres y <strong>las</strong> mujeres (Fiske y Stev<strong>en</strong>s, 1993). Por eso losestereotipos de género constituy<strong>en</strong> la base de la construcción de la id<strong>en</strong>tidad de género.Amparo Tomé define los estereotipos como dispositivos discriminatorios que pot<strong>en</strong>cian lac<strong>las</strong>ificación de personas o grupos de personas <strong>en</strong> estancos fijos, que <strong>las</strong> defin<strong>en</strong> de formasimple y parcial y <strong>las</strong> g<strong>en</strong>eralizan sin matices (2007: 118). Esta misma autora afirma que losestereotipos pued<strong>en</strong> definirse como positivos o negativos pero que siempre song<strong>en</strong>eralizaciones de una parte del todo. A veces, comportan un conocimi<strong>en</strong>to previo a algúnaspecto de la realidad a la que se refier<strong>en</strong> (…) pero <strong>en</strong> todos los casos existe una falta deanálisis y comprobación de lo que aseveran o niegan (1998: 2).1 (Auster y Ohm, 2000; Hamilton, 1981; Tajfel, 1981)3


Según Blanca González, “Los estereotipos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una función muy importante para <strong>las</strong>ocialización del individuo: facilitan la id<strong>en</strong>tidad social, la conci<strong>en</strong>cia de pert<strong>en</strong>ecer a ungrupo social, ya que el aceptar e id<strong>en</strong>tificarse con los estereotipos dominantes <strong>en</strong> dicho grupoes una manera de permanecer integrado <strong>en</strong> él.” (1999: 81).Una visión que puede considerarse más negativa <strong>en</strong> cuanto a la función de los estereotipos degénero es la que dan otros autores, y es que según Burin y Meler, los estereotipos y roles degénero actúan como una especie de guiones socialm<strong>en</strong>te establecidos que indican lo que esapropiado o no según el sexo al que se pert<strong>en</strong>ece, marcando jerarquías <strong>en</strong>tre los sexos (2000).Al ser transmitidos de forma profunda y poco consci<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el proceso de socialización,parec<strong>en</strong> naturales, resultan más difíciles de analizar o criticar, y por lo tanto de modificar(Kimmel, 2001; Butler, 1999).De todas estas afirmaciones podemos concluir lo importante que es para cambiar algunas de<strong>las</strong> desigualdades, considerar dichos estereotipos de género como un constructo sociocultural,compuesto por <strong>las</strong> cre<strong>en</strong>cias sobre <strong>las</strong> características difer<strong>en</strong>tes que se asigna a hombres ymujeres por el mero hecho de serlo. Nos <strong>en</strong>cajonamos <strong>en</strong> esas etiquetas que determinannuestra id<strong>en</strong>tidad, nuestros s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos, actitudes y comportami<strong>en</strong>tos para toda la vida.¿CÓMO SE ADQUIEREN Y SE TRANSMITEN LOS ESTEREOTIPOS DEGÉNERO?Mujeres y hombres no son un reflejo de la realidad “natural”, sino que son resultado de unaproducción histórica y cultural basada <strong>en</strong> un proceso de simbolización; y como “productoresculturales” desarrollan un sistema de refer<strong>en</strong>cias comunes. De esta reflexión de Bourdieu(1997) podemos decir que los estereotipos tradicionales de género anteriorm<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>cionados, no son innatos al hombre o a la mujer, es decir, que <strong>las</strong> concepciones quet<strong>en</strong>emos de los hombres y <strong>las</strong> mujeres con sus distintas características no son biológicas, sinoque han sido adquiridas a lo largo de la historia y se han ido perpetuando a través de unproceso de socialización <strong>en</strong> el que <strong>las</strong> personas han ido construy<strong>en</strong>do sus id<strong>en</strong>tidades <strong>en</strong> basea dicho sistema de cre<strong>en</strong>cias y valores. Esto es a lo que diversos autores d<strong>en</strong>ominan“socialización del g<strong>en</strong>ero” 2 . El género da lugar a concepciones sociales y culturales sobre lamasculinidad y la feminidad, que como bi<strong>en</strong> se expuso anteriorm<strong>en</strong>te da lugar a lajustificación de la discriminación por sexo (sexismo), <strong>en</strong>tre otras discriminaciones. En sus2 La socialización del género consiste <strong>en</strong> un proceso de apr<strong>en</strong>dizaje mediante el cual <strong>las</strong> personas integran unmodelo de mujer y de hombre concreto, definido a partir de <strong>las</strong> normas, funciones, expectativas y espaciossociales que se les asignan como propios. Luego es un proceso de socialización difer<strong>en</strong>ciado mediante el que seasignan los papeles difer<strong>en</strong>ciales, unos roles que ya vi<strong>en</strong><strong>en</strong> predeterminados <strong>en</strong> función del sexo y estos g<strong>en</strong>eranestereotipos de género que facilitan la discriminación.4


diversas obras, Bourdieu argum<strong>en</strong>ta que <strong>las</strong> personas apreh<strong>en</strong>d<strong>en</strong> la división de lo masculinoy lo fem<strong>en</strong>ino mediante actividades cotidianas, donde surg<strong>en</strong> conceptos que estructuran lapercepción y la organización simbólica de ambos géneros. González, B. señala que losestereotipos de género se adquier<strong>en</strong> <strong>en</strong> un proceso de apr<strong>en</strong>dizaje <strong>en</strong> el que, además de losfactores culturales comunes a la sociedad, es importante el contexto social más inmediato,sobre todo la familia y la escuela. (1999: 87) Lagarde (1996) considera que estos procesos deapr<strong>en</strong>dizaje se apr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> desde la infancia y no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> carácter aleatorio, sino que constituy<strong>en</strong>categorías de la id<strong>en</strong>tidad de género.RELACIONES DE GÉNERO EN PAREJAS ADOLESCENTESEn <strong>las</strong> últimas décadas, ha emergido un gran interés <strong>en</strong> la Psicología Social, por la temáticadel amor. Esta incorporación de la temática a la disciplina según Sangrador puede deberse aque ha aum<strong>en</strong>tado la s<strong>en</strong>sibilidad por aspectos afectivos y emocionales, incluso ha podidodeberse a una paulatina incorporación de mujeres a la investigación psicosocial, unido a <strong>las</strong>tasas de rupturas y conflictos amorosos de <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> interpersonales (1993)Para Sternberg (1989), el amor es una de <strong>las</strong> más int<strong>en</strong>sas y deseables emociones humanas.Las personas pued<strong>en</strong> m<strong>en</strong>tir, <strong>en</strong>gañar y aún matar <strong>en</strong> su nombre y desear la muerte cuando lopierd<strong>en</strong>. Plantea su teoría del “triángulo del amor” la cual se forma por tres compon<strong>en</strong>tes: lapasión, el compromiso y la intimidad, interdep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>tre sí. Pasión referida a <strong>las</strong>exualidad, compromiso por mant<strong>en</strong>er ese amor hacia una persona e intimidad <strong>en</strong> cuanto a lacapacidad de compartir s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos, confianza… En cada relación será difer<strong>en</strong>te como cadamiembro percibe dichos compon<strong>en</strong>tes del amor de su pareja, es por eso por lo que pued<strong>en</strong>surgir discrepancias <strong>en</strong>tre lo que experim<strong>en</strong>ta un miembro y lo que experim<strong>en</strong>ta el otro.Con la combinación de estos tres elem<strong>en</strong>tos, se g<strong>en</strong>eran diversas c<strong>las</strong>es de amor: simpatía(existe intimidad, pero no amor ni compromiso, por ejemplo, los amigos y amigas quet<strong>en</strong>emos), <strong>en</strong>amorami<strong>en</strong>to (existe pasión, pero no intimidad ni compromiso, por ejemplo, <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> basadas <strong>en</strong> la atracción física), sólo compromiso (existe compromiso, pero nointimidad ni pasión, por ejemplo, aquel<strong>las</strong> parejas cuya relación se manti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> el tiempo pordiversas razones pero <strong>en</strong> <strong>las</strong> que se ha perdido la pasión y la intimidad), amor romántico(incluye intimidad y pasión pero donde no hay compromiso por lo que es difícil elmant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de la relación <strong>en</strong> el tiempo), amor de compañeros/as (incluye intimidad máscompromiso pero sin pasión), amor loco (incluye pasión más compromiso pero sin intimidado conocimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong>tre los miembros de la pareja), amor completo (incluye intimidad, pasión,compromiso y es el que constituiría la situación ideal, según este modelo.5


Las primeras ideas sobre el amor y lo que se pued<strong>en</strong> esperar de una pareja, van a formarse <strong>en</strong>la adolesc<strong>en</strong>cia, que es donde inician sus primeras <strong>relaciones</strong>. No ti<strong>en</strong><strong>en</strong> por qué iniciar unarelación amorosa, pero seguram<strong>en</strong>te ya t<strong>en</strong>drán una opinión sobre los modelos de amor querefleja esta sociedad (<strong>en</strong> su mayoría mitificados) y sobre lo que esperan de una persona queesté <strong>en</strong>amorada. A pesar de <strong>las</strong> difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> <strong>las</strong> parejas de adolesc<strong>en</strong>tes, todas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong>común considerarse como la repres<strong>en</strong>tación del amor y de la idea de felicidad. Ya sean orig<strong>en</strong>de problemas o disgustos pero la imag<strong>en</strong> ideal de la felicidad individual, <strong>en</strong> nuestra sociedadpasa por t<strong>en</strong>er una pareja. (Inés Alberdi, 2004)Luis Bonino <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de por micromachismos aquel<strong>las</strong> conductas sutiles y cotidianas queconstituy<strong>en</strong> estrategias de control y microviol<strong>en</strong>cias que at<strong>en</strong>tan contra la autonomíapersonal de <strong>las</strong> mujeres y que suel<strong>en</strong> ser invisibles o, incluso, estar perfectam<strong>en</strong>te legitimadaspor el <strong>en</strong>torno social. (2005a) Se refiere a <strong>las</strong> prácticas de dominación masculina <strong>en</strong> la vidacotidiana cuyo objetivo es mant<strong>en</strong>er el poder y su supuesta superioridad sobre la mujer oreafirmarlo y recuperarlo si alguna mujer se resiste a dicho dominio. Estos comportami<strong>en</strong>tosse d<strong>en</strong>ominan “micro-abusos” o “micro-viol<strong>en</strong>cias” y actualm<strong>en</strong>te sigu<strong>en</strong> legitimados por elord<strong>en</strong> social imperante, luego sigu<strong>en</strong> si<strong>en</strong>do efectivos.MITOS DE AMOR ROMÁNTICOUn mito es una cre<strong>en</strong>cia, aunque se halla formulada de manera que aparece como unaverdad y es expresada de forma absoluta y poco flexible. Partimos <strong>en</strong>tonces de que al hablarde <strong>mitos</strong> de amor, obviam<strong>en</strong>te estamos fr<strong>en</strong>te a un conjunto de ideas y cre<strong>en</strong>cias irracionales,y fr<strong>en</strong>te a un modelo de conducta imposible de seguir que por tanto, fácilm<strong>en</strong>te desembocará<strong>en</strong> des<strong>en</strong>gaños y frustraciones. Podemos definir <strong>mitos</strong> de amor como el conjunto de cre<strong>en</strong>ciassocialm<strong>en</strong>te compartidas sobre la “supuesta verdadera naturaleza del amor”, y, al igual quesucede <strong>en</strong> otros ámbitos, también suel<strong>en</strong> ser ficticios, absurdos, <strong>en</strong>gañosos irracionales eimposibles de cumplir. (Yela, 2003). Pérez Grande comparte que repres<strong>en</strong>tan cre<strong>en</strong>ciassociales y dice que esas cre<strong>en</strong>cias están distorsionadas, que influy<strong>en</strong> negativam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> de pareja, y pued<strong>en</strong>, de alguna forma, apoyar y sost<strong>en</strong>er la viol<strong>en</strong>cia de género(2007: 4). Así pues, todos aquellos <strong>mitos</strong> que reproduc<strong>en</strong> la idea del amor románticoaparec<strong>en</strong> con especial fuerza <strong>en</strong> la educación s<strong>en</strong>tim<strong>en</strong>tal de <strong>las</strong> mujeres. 33 Podemos observar que este concepto de amor es fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> el imaginario occid<strong>en</strong>tal (se sigue reforzando<strong>en</strong> la literatura, <strong>las</strong> pelícu<strong>las</strong>, series, canciones…y <strong>en</strong> prácticam<strong>en</strong>te todos los medios de socialización.), ademásde no haber cambiado desde que apareció <strong>en</strong> la edad media, lo cual nos lleva a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que se produce undesfase cultural del concepto de amor romántico, que no evoluciona a la par de los cambios sociales. Siguetransmiti<strong>en</strong>do ideales de una sociedad basada <strong>en</strong> la superioridad y dominación del varón fr<strong>en</strong>te a la mujer.6


JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓNCon esta investigación se trata de conocer la realidad de un grupo de adolesc<strong>en</strong>tes queestudian <strong>en</strong> dos institutos localizados <strong>en</strong> la provincia de Pal<strong>en</strong>cia. El objetivo g<strong>en</strong>eral esconocer <strong>las</strong> percepciones, cre<strong>en</strong>cias y actitudes acerca de los estereotipos de género, sobre elamor y sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> de pareja. En cuanto a la población de estudio, el interésprincipal es si <strong>las</strong> nuevas g<strong>en</strong>eraciones de adolesc<strong>en</strong>tes han avanzado, sigu<strong>en</strong> estancos o hanretrocedido <strong>en</strong> el aspecto del trato igualitario <strong>en</strong>tre hombres y mujeres <strong>en</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> degénero.En esa etapa de la vida, ya podemos detectar la manera <strong>en</strong> la que se sigu<strong>en</strong> reproduci<strong>en</strong>dotanto roles como estereotipos de género tradicionales, observando sus actitudes <strong>en</strong>interacciones con iguales de su otro sexo; sus percepciones sobre lo que esperan del amorcomo respuesta al bombardeo de estereotipos desde que nac<strong>en</strong>. Nos podemos plantear lamanera de eliminar, <strong>en</strong> la medida de lo posible, <strong>las</strong> falsas cre<strong>en</strong>cias y valores que nofavorezcan la igualdad <strong>en</strong>tre ambos sexos. Además de prev<strong>en</strong>ir, para no <strong>en</strong>contrarnos a estasedades <strong>las</strong> primeras manifestaciones de viol<strong>en</strong>cia de género. Y es que la viol<strong>en</strong>cia de géneronace de la construcción de <strong>las</strong> id<strong>en</strong>tidades de hombres y mujeres a partir de estas refer<strong>en</strong>cias(roles y estereotipos de género) basadas <strong>en</strong> la desigualdad, y del reconocimi<strong>en</strong>to o rechazosocial según se ajust<strong>en</strong> o no a los patrones establecidos.Investigaciones como la pres<strong>en</strong>te nos puede ayudar a conocer de qué manera concib<strong>en</strong> laigualdad y qué pasos serán necesarios para seguir avanzando <strong>en</strong> ella.OBJETIVOS E HIPÓTESIS DE LA INVESTIGACIÓNObjetivo g<strong>en</strong>eral:Conocer algunas de <strong>las</strong> “percepciones, cre<strong>en</strong>cias y actitudes acerca de los estereotipos degénero, sobre el amor y sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> de pareja”.Objetivos específicos:1. Conocer el grado de sexismo interiorizado referido a los roles, rasgos e ideasestereotipadas pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> dicha población adolesc<strong>en</strong>te.2. Compr<strong>en</strong>der el grado de interiorización de <strong>mitos</strong> y falacias respecto al amor <strong>en</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> de pareja.3. Averiguar el grado de información que pose<strong>en</strong> acerca del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o social de laviol<strong>en</strong>cia de género.4. Percibir su capacidad para id<strong>en</strong>tificar indicadores de abuso <strong>en</strong> <strong>las</strong> primeras fases de la<strong>relaciones</strong> de pareja.7


Hipótesis:1. Persist<strong>en</strong> <strong>mitos</strong> y cre<strong>en</strong>cias erróneas <strong>en</strong>tre el alumnado sobre <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> de parejaque les hac<strong>en</strong> vulnerables ante determinadas conductas de riesgo.2. Muchos de ellos no sab<strong>en</strong> id<strong>en</strong>tificar <strong>en</strong> sus <strong>relaciones</strong> de pareja indicios de abuso omicromachismos.3. Exist<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre ambos institutos <strong>en</strong> cuanto a la internalización de losestereotipos de género y <strong>mitos</strong> de amor.4. Exist<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre alumnos y alumnas <strong>en</strong> cuanto a la internalización de losestereotipos de género y <strong>mitos</strong> de amor.METODOLOGÍAA lo largo de la historia se han dado difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre el sexo masculino y el fem<strong>en</strong>ino sobrecualquier ámbito de la sociedad. Para compr<strong>en</strong>der y hallar dichas difer<strong>en</strong>cias de cómo ungrupo de adolesc<strong>en</strong>tes concib<strong>en</strong> los estereotipos de género y los <strong>mitos</strong> de amor <strong>en</strong> <strong>las</strong><strong>relaciones</strong> de pareja hemos llevado a cabo una investigación empírica. Se ha optado por larealización de una <strong>en</strong>cuesta, mediante la que se quiere hacer un análisis de la realidad socialde dos c<strong>en</strong>tros escolares. La muestra que se ha recogido consta de 195 casos, los cuales serepart<strong>en</strong> <strong>en</strong> dos institutos difer<strong>en</strong>tes de la provincia de Pal<strong>en</strong>cia. Uno de ellos está situado a 6kilómetros de la capital, <strong>en</strong> Villamuriel de Cerrato (Canal de Castilla) y el otro <strong>en</strong> Guardo, a100 km al norte de Pal<strong>en</strong>cia (Claudio Prieto).ANÁLISIS DE LOS RESULTADOSEn el instituto Canal de Castilla está bastante equilibrado el número de varones y de mujeres(únicam<strong>en</strong>te hay 3 chicos más que chicas), lo cual de algún modo va a permitir llevar a caboun exam<strong>en</strong> de la situación más s<strong>en</strong>cillo <strong>en</strong> tanto que la repres<strong>en</strong>tación de casos es másigualitaria. Sin embargo, no ocurre igual <strong>en</strong> el instituto Claudio Prieto, observamos un claropredominio del sexo fem<strong>en</strong>ino: hay 36 chicas y 26 chicos.En cuanto a la edad, <strong>en</strong> ambos c<strong>en</strong>tros predominan aquellos jóv<strong>en</strong>es con 15 años, si<strong>en</strong>doademás el grupo minoritario el de los 17 años, por lo que los datos van a estarsobrerrepres<strong>en</strong>tados por este grupo de edad y que pued<strong>en</strong> ser muy difer<strong>en</strong>tes <strong>las</strong> opiniones delos adolesc<strong>en</strong>tes con 13 años de lo que pi<strong>en</strong>s<strong>en</strong> los de 17. Estas dos variables son <strong>las</strong> básicassobre <strong>las</strong> que gira todo el análisis a fin de comparar <strong>las</strong> difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre los dos institutos.PERCEPCIONES SOBRE LOS ESTEREOTIPOS Y ROLES TRADICIONALES DEGÉNERO.Las rígidas concepciones están tan ext<strong>en</strong>didas que incluso los rasgos de personalidadmasculina y fem<strong>en</strong>ina están estereotipados, por lo que al hombre se le atribuy<strong>en</strong> unos rasgos y8


a <strong>las</strong> mujeres otros. Los rasgos de los hombres son los d<strong>en</strong>ominados instrum<strong>en</strong>tales, queguardan relación con la compet<strong>en</strong>cia, la asertividad y la racionalidad y a la mujer se leadjudican rasgos de tipo expresivos que <strong>en</strong>fatizan la calidez, cuidado y s<strong>en</strong>sibilidad, másrelacionados con la afectividad y la emocionalidad.ROLES TRADICIONALES DE GÉNERO¿Crees que los hombres deb<strong>en</strong> ser responsables de mant<strong>en</strong>er económicam<strong>en</strong>te a su familia?El hecho de asumir que los hombres deb<strong>en</strong> ser los principales proveedores de sost<strong>en</strong>er a lafamilia económicam<strong>en</strong>te, es un estereotipo muy tradicional que ti<strong>en</strong>e sus consecu<strong>en</strong>ciasnegativas, puesto que lleva a muchos hombres a refugiarse <strong>en</strong> el trabajo para poder obt<strong>en</strong>erlos ingresos que les permitan ser un bu<strong>en</strong> proveedor; descuidando de este modo áreasimportantes de la vida, como los vínculos afectivos.Las difer<strong>en</strong>cias por sexo (gráfica 1) para el I.E.S.O. Canal de Castilla, <strong>las</strong> chicas muestran unclaro cons<strong>en</strong>so <strong>en</strong> todas <strong>las</strong> edades <strong>en</strong> tanto que todas consideran que los hombres no han deser los responsables de mant<strong>en</strong>er a la familia económicam<strong>en</strong>te con unos porc<strong>en</strong>tajes altos; lomás significativo es que todas <strong>las</strong> chicas de 17 años opinan exactam<strong>en</strong>te igual. La m<strong>en</strong>talidadhacia dicho tema es similar <strong>en</strong> los chicos, a excepción de los de 13 años, qui<strong>en</strong>es sí consideranque son ellos los <strong>en</strong>cargados de mant<strong>en</strong>er a la familia.El alumnado del IES Claudio Prieto manifiesta difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> función de <strong>las</strong> edades. Laschicas de 13 años cre<strong>en</strong> que los hombres sí han de ser responsables económicam<strong>en</strong>te de sufamilia; todas <strong>las</strong> de 14 pi<strong>en</strong>san que no ha de ser así y <strong>las</strong> de 16 y 17 años se divid<strong>en</strong> porpartes iguales <strong>en</strong>tre ambas opciones. Los chicos cre<strong>en</strong> que los hombres sí deb<strong>en</strong> serresponsables de su familia con medios económicos. Los resultados <strong>en</strong>contrados supon<strong>en</strong> unavance respecto al pasado <strong>en</strong> tanto que at<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do a otros estudios semejantes al tema hancambiado <strong>las</strong> opiniones de los dos sexos, mostrando más igualdad.Gráfica 1: "Hombre responsable de la economía familiar"80706050403020100SI No SI NOChicoChicaI.E.S.O. Canal de CastillaI.E.S. Claudio Prieto9


¿Quién crees que cuida mejor a los/<strong>las</strong> hijos/hijas?El rol del cuidado de los otros le vi<strong>en</strong>e asociado tradicionalm<strong>en</strong>te a la mujer, pero esto noslleva a un debate por saber si la madre es capaz de cuidar mejor a los hijos e hijas que lospadres, debido a su función biológica de maternidad.Las respuestas de la mayoría de los <strong>en</strong>trevistados de ambos institutos cre<strong>en</strong> que el cuidado delos/<strong>las</strong> hijos/hijas es igual por hombres que por mujeres, pero hay gran difer<strong>en</strong>cia de unos 50adolesc<strong>en</strong>tes que dic<strong>en</strong> que lo hace mejor la madre sobre una minoría de los que dic<strong>en</strong> queson los hombres.En la tabla 1, podemos observar <strong>las</strong> coincid<strong>en</strong>cias que se dan <strong>en</strong>tre <strong>las</strong> chicas de ambosinstitutos. Ninguna cree que los padres cuid<strong>en</strong> mejor a los hijos, <strong>en</strong> todo caso cre<strong>en</strong> que lohac<strong>en</strong> por igual padre y madre. También hay coincid<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre los chicos puesto que esmínimo el número de ellos que cre<strong>en</strong> que es el padre el mejor cuidador. Para el institutoClaudio Prieto, los alumnos de 13 y 17 años <strong>en</strong> su totalidad cre<strong>en</strong> <strong>en</strong> la igualdad <strong>en</strong>trehombres y mujeres a la hora de <strong>las</strong> funciones de cuidado.Tabla 1. Cuidado de los hijosCLAUDIO PRIETO CANAL DE CASTILLAMadre Padre Ambos Madre Padre AmbosChicos 26,9 3,9 69,2 30,9 1,5 67,6Chicas 16,7 0 83,3 24,6 0 75,4¿Consideras que deb<strong>en</strong> repartirse <strong>las</strong> tareas del hogar por igual mujeres y hombres?Uno de los progresos más importantes de la sociedad hacia la igualdad de oportunidades hasido la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, pero este logro no ha ido acompañadode que el hombre también se incorpore al trabajo doméstico. Se acepta que la mujer trabajefuera del hogar y que t<strong>en</strong>ga otras actividades, siempre y cuando sus “responsabilidadesfamiliares” estén at<strong>en</strong>didas. Las tareas domésticas, por lo g<strong>en</strong>eral, sigu<strong>en</strong> recay<strong>en</strong>domayoritariam<strong>en</strong>te sobre <strong>las</strong> mujeres, aunque trabaj<strong>en</strong> también fuera de casa.Las chicas del Instituto Canal de Castilla como <strong>las</strong> del Claudio Prieto (gráfica 2) cre<strong>en</strong> que<strong>las</strong> tareas del hogar deb<strong>en</strong> ser repartidas <strong>en</strong>tre ambos sexos (98’5% y 92% respectivam<strong>en</strong>te),pero un grupo mínimo de el<strong>las</strong> (aunque más alto <strong>en</strong> el caso del instituto Claudio Prieto) cre<strong>en</strong>que sólo algunas de el<strong>las</strong> deberían ser repartidas (1’5% y 8%).10


Gráfica 2: “Reparto de tareas domésticas”IESO. Canal de CastillaIES. Claudio PrietoEl reparto de tareas nos ha llevado a hacer una pregunta abierta <strong>en</strong> la que se especificarancuáles de esas tareas serían <strong>las</strong> que se repartieran. Por parte de los chicos, <strong>en</strong>tre el 80% y el90% muestran una m<strong>en</strong>talidad más abierta respecto al pasado porque cre<strong>en</strong> que <strong>las</strong> tareas sedeberían dividir por igual. Aún así, hay un porc<strong>en</strong>taje, aunque bajo, que muestra lareproducción del rol tradicional suponi<strong>en</strong>do que la persona <strong>en</strong> la pareja relegada al ámbitodoméstico es la mujer. Por último, un 7’4% de los chicos de Canal de Castilla y un 15% delos de Claudio Prieto cre<strong>en</strong> que sólo una parte de <strong>las</strong> tareas deberían ser repartidas.¿Consideras que el hombre debe ser qui<strong>en</strong> proteja a la mujer?La cultura desde la antigüedad nos ha <strong>en</strong>señado que el hombre toma el rol protector d<strong>en</strong>tro dela familia, pareja, población, etc. El rol de protector de <strong>las</strong> demás personas y <strong>en</strong> especial con<strong>las</strong> mujeres, suele traducirse <strong>en</strong> control, procurando que sean dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes y les hagan s<strong>en</strong>tirque los necesitan. Si<strong>en</strong>do así característico del modelo de masculinidad hegemónicatradicional, que se caracteriza por el dominio, la falta de s<strong>en</strong>sibilidad e incluso viol<strong>en</strong>cia, laprotección, la posesión y la necesidad de proveer a la familia.En concreto, podemos situarlo <strong>en</strong> uno de los micromachismos de los que Bonino habla: el delpaternalismo protector, que <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de igualm<strong>en</strong>te a la mujer como débil e inferior,considerando por tanto que el hombre debe protegerla y cuidar de ella.En este caso, preguntamos si debe ser el varón qui<strong>en</strong> proteja a la chica <strong>en</strong> la relación depareja. Las respuestas de <strong>las</strong> alumnas del I.E.S.O. Canal de Castilla niegan la cre<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>dicho rol de género masculino (32%), aunque hay un porc<strong>en</strong>taje alto que afirman esta cre<strong>en</strong>cia(<strong>las</strong> chicas de 13 y de 17 años opinan el 50% que sí). Y por otro lado, los chicos opinan más om<strong>en</strong>os la mitad que sí deb<strong>en</strong> ser ellos qui<strong>en</strong>es protejan a su pareja. Al igual que <strong>en</strong> el I.E.S.Claudio Prieto, donde tanto un 56% de <strong>las</strong> chicas como un 65% de los chicos lo afirman, lo11


cual nos da la clave de interpretar que se sigue reproduci<strong>en</strong>do la cre<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la funciónmasculina de protección.ESTEREOTIPOS TRADICIONALMENTE MASCULINOSVeremos <strong>en</strong> este apartado <strong>las</strong> opiniones de los y <strong>las</strong> adolesc<strong>en</strong>tes sobre los atributos asociadosa los varones sólo por el hecho de serlo. Alguno de ellos para conocer si se duda de losfactores naturales o sociales y otros, para ver hasta qué punto sigue reproduciéndose elModelo de Masculinidad Hegemónica y hay un rechazo de <strong>las</strong> llamadas nuevasmasculinidades 4 .¿Crees que los chicos son agresivos por naturaleza?Mediante esta pregunta pret<strong>en</strong>demos conocer la opinión que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> los y <strong>las</strong> adolesc<strong>en</strong>tessobre los factores que determinan esta agresividad masculina. Es decir, si vi<strong>en</strong>e determinadopor un factor biológico o no (por consigui<strong>en</strong>te habrá otros factores sociales influy<strong>en</strong>tes).Los alumnos y alumnas del Canal de Castilla opinan claram<strong>en</strong>te que no es algo natural,mi<strong>en</strong>tras que los mismos varones se consideran a sí mismos agresivos un 15% (destaca el datode los chicos de 17 años con un 60% que relaciona la agresividad al sexo de los varones). Encuanto al Claudio Prieto, el porc<strong>en</strong>taje a favor es mayor, <strong>en</strong> ambos sexos del 30%, luego suopinión está más estereotipada que la de los alumnos del otro instituto.Me parece adecuado que los hombres llor<strong>en</strong> y expres<strong>en</strong> sus s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> público.Hay que hacer m<strong>en</strong>ción al hecho de que la variable ha sido recodificada; cierto es que estaacción supone una pérdida de datos pero facilita la compr<strong>en</strong>sión de los mismos. Así pues, <strong>las</strong>categorías “Totalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> desacuerdo” y “En desacuerdo” se un<strong>en</strong> y forman la nuevacategoría “En desacuerdo” que recoge la frecu<strong>en</strong>cia de <strong>las</strong> dos anteriores.De este modo, queda claro que los alumnos de ambos institutos coincid<strong>en</strong> más o m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> <strong>las</strong>respuestas, no están ni de acuerdo ni <strong>en</strong> desacuerdo con la idea de que sea adecuado que loshombres llor<strong>en</strong> y expres<strong>en</strong> sus s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos. Además, también hay un gran número dealumnos que opinan que los hombres si deb<strong>en</strong> expresar sus s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos. Lo que está claro esque es una pequeña parte de los <strong>en</strong>trevistados <strong>en</strong> ambos institutos los que no lo consideranadecuado (m<strong>en</strong>os de 10 casos para el primer c<strong>en</strong>tro y poco más de 5 <strong>en</strong>trevistados para elsegundo). Sí debemos destacar un 19% <strong>en</strong> el caso de los chicos del Claudio Prieto que están<strong>en</strong> desacuerdo. Pero como decíamos anteriorm<strong>en</strong>te no nos <strong>en</strong>contramos con claras difer<strong>en</strong>cias.4 También llamadas masculinidades alternativas, <strong>en</strong> <strong>las</strong> que los hombres exploran o desarrollan su parteemocional y se implican <strong>en</strong> la esfera reproductiva, especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la paternidad activa y responsable, ti<strong>en</strong><strong>en</strong>actitudes de respeto y no hac<strong>en</strong> uso de la viol<strong>en</strong>cia y la agresividad.12


A pesar de saber que los estereotipos emocionales relacionados con el hombre <strong>en</strong> ciertamedida sigu<strong>en</strong> persisti<strong>en</strong>do, <strong>en</strong> este caso podemos interpretar <strong>las</strong> respuestas del alumnadocomo un desc<strong>en</strong>so <strong>en</strong> <strong>las</strong> cre<strong>en</strong>cias de la dureza asociada al hombre. Esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia pareceevid<strong>en</strong>ciar que la dureza o agresividad innata del carácter de los hombres comi<strong>en</strong>za a sercuestionada, aunque sigue existi<strong>en</strong>do un porc<strong>en</strong>taje del alumnado que opina que no es muyadecuado que los hombres llor<strong>en</strong> o expres<strong>en</strong> sus s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> público.ESTEREOTIPOS TRADICIONALMENTE FEMENINOSEn cuanto a estos estereotipos, al igual que <strong>en</strong> el caso de los atribuidos a los hombres,pret<strong>en</strong>demos ver hasta qué punto <strong>las</strong> percepciones del alumnado contribuy<strong>en</strong> a que se sigareproduci<strong>en</strong>do la cre<strong>en</strong>cia de que <strong>las</strong> cualidades fem<strong>en</strong>inas han de guardar relación con <strong>las</strong><strong>en</strong>sibilidad, calidez, suavidad…¿Crees que <strong>las</strong> chicas son más tiernas y compr<strong>en</strong>sivas que los chicos?Los atributos de la mujer que se espera y se refuerza socialm<strong>en</strong>te son la s<strong>en</strong>sibilidad, lacompr<strong>en</strong>sión, ternura… siempre cuidando más <strong>en</strong> los hombres los aspectos afectivos yemocionales. En este caso, vemos que <strong>en</strong> la mayoría de los casos, tanto <strong>en</strong> un sexo como <strong>en</strong> elotro, se cumple lo que <strong>en</strong> un principio p<strong>en</strong>samos: se considera que <strong>las</strong> chicas son más tiernas ycompr<strong>en</strong>sivas que los chicos. Aún así, hay que hacer m<strong>en</strong>ción que <strong>en</strong> ambos institutos loschicos lo niegan. En el Instituto Canal de Castilla, los de 13 y 16 años dic<strong>en</strong> que no son mástiernas el<strong>las</strong>, incluso los de 13 años con un porc<strong>en</strong>taje elevado (90% aproximadam<strong>en</strong>te fr<strong>en</strong>teal 10 %).Esto acaba por considerarse una característica natural de <strong>las</strong> mujeres, no se observa eltrasfondo de la socialización del género. Como por ejemplo, <strong>en</strong> la familia, <strong>en</strong> los medios decomunicación, <strong>en</strong> la escuela… donde se refuerzan comportami<strong>en</strong>tos a <strong>las</strong> mujeres de ternura,compr<strong>en</strong>sión, complac<strong>en</strong>cia...¿Crees que <strong>las</strong> chicas cuidan el aspecto físico más que los chicos?Esta variable guarda relación con la reproducción del rol de la ética del cuidado del cuerpo. Elrol que la sociedad espera de la mujer, <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido, podemos afirmar que ha estado y estásometida a los cánones de belleza de manera más int<strong>en</strong>sa que el hombre. Estas exig<strong>en</strong>ciasvi<strong>en</strong><strong>en</strong> por parte de los hombres pero también por otras mujeres. La gran mayoría de los y <strong>las</strong>alumnas del Canal de Castilla no están de acuerdo (porc<strong>en</strong>tajes superiores al 80%) <strong>en</strong> que <strong>las</strong>chicas deban cuidar más de su aspecto físico que los chicos. Pero observamos dos datos quellaman la at<strong>en</strong>ción por ser más altos que el resto, y son tanto chicas como chicos de 17 añoslos que afirman que el cuidado de la apari<strong>en</strong>cia física está más ligado a <strong>las</strong> mujeres.13


Por otro lado, <strong>en</strong> el IES Claudio Prieto, los porc<strong>en</strong>tajes no son tan adecuados, pero <strong>las</strong> chicasse muestran desfavorables con un 77% mi<strong>en</strong>tras que los chicos están un poco más de acuerdo,con un porc<strong>en</strong>taje del total de 42%.ESTEREOTIPOS DE GÉNERO DENTRO DE LA PAREJALos estereotipos no solam<strong>en</strong>te son cre<strong>en</strong>cias o prejuicios de <strong>las</strong> personas, sino que tambiénpodemos considerar <strong>relaciones</strong> de pareja que han sido estereotipadas mediante diversosmecanismos sociales, <strong>en</strong>tre ellos, los medios de comunicación o simplem<strong>en</strong>te por elreforzami<strong>en</strong>to de ideas <strong>en</strong>tre el grupo de iguales.¿En qué te fijas principalm<strong>en</strong>te para que te guste un chico/a?En ambos institutos <strong>en</strong>contramos datos muy similares. Aquello <strong>en</strong> lo que principalm<strong>en</strong>te sefijan los jóv<strong>en</strong>es para su pareja es <strong>en</strong> el físico, con una difer<strong>en</strong>cia abrumadora respecto a <strong>las</strong>otras opciones. La gráfica 3 nos muestran los datos: tanto para Canal de Castilla como paraClaudio Prieto, poco más de la mitad de los <strong>en</strong>trevistados (53% y 52% respectivam<strong>en</strong>te)apuntan al físico como algo fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> la pareja. Seguido del físico, <strong>en</strong>contramos <strong>las</strong>inceridad, ya con un porc<strong>en</strong>taje bastante reducido respecto al anterior, pues son un 20% y un26% los que han elegido esta opción. La bondad y simpatía junto a que sea bu<strong>en</strong> estudianteson opciones muy poco elegidas (el porc<strong>en</strong>taje del Canal de Castilla no supera el 6%),mostrando una actitud propia de la adolesc<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la que principalm<strong>en</strong>te preocupa el aspectofísico y no cualidades de una persona más “maduras” como la bondad o que apueste por sufuturo.Gráfica 3: “En qué te fijas para que una persona te guste”¿Quién crees que debe tomar <strong>las</strong> decisiones importantes <strong>en</strong> una pareja?Se trata de conocer la percepción sobre quién debe t<strong>en</strong>er el dominio <strong>en</strong> una pareja para latoma de decisiones importantes. Según el rol de masculinidad hegemónica que se hamant<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> <strong>las</strong> sociedades patriarcales, sería el hombre el que pone la racionalidad paradecidir sobre la mujer, ejerci<strong>en</strong>do así un dominio sobre ella.14


Los resultados son muy difer<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>tre ambos institutos, sobre todo <strong>en</strong> los chicos. Tanto <strong>en</strong>Canal de Castilla como <strong>en</strong> Claudio Prieto, <strong>las</strong> chicas de todas <strong>las</strong> edades cre<strong>en</strong> que <strong>las</strong>decisiones que se toman <strong>en</strong> <strong>las</strong> parejas han de ser cosas de dos, a excepción de <strong>las</strong> másmayores del Canal de Castilla, un cuarto de <strong>las</strong> mismas apuntan a que deb<strong>en</strong> tomar el<strong>las</strong> lainiciativa.En cuanto a los chicos los de 14 y 15 años muestran difer<strong>en</strong>cias respecto al resto <strong>en</strong> tanto quealgunos de ellos no cre<strong>en</strong> que <strong>las</strong> decisiones importantes sean cosas de dos: por ejemplo, el3% de los chicos de Canal de Castilla cre<strong>en</strong> que no <strong>las</strong> deberían tomar ninguno, una respuestaun tanto extraña y un 1’5% cre<strong>en</strong> que <strong>las</strong> deberían tomar los hombres, una postura algo másconservadora y, quizá, machista. De los chicos del Claudio Prieto podemos decir que el 8%cre<strong>en</strong> que son cosas de hombres y un 4% que ni de uno ni del otro. A pesar de ello, la granmayoría cre<strong>en</strong> que <strong>las</strong> decisiones de pareja <strong>las</strong> deberían tomar <strong>en</strong> conjunto.Me parece adecuado que <strong>las</strong> mujeres t<strong>en</strong>gan mucho carácter y dotes de mando.D<strong>en</strong>tro y fuera de la relación de pareja al hombre le han legitimado históricam<strong>en</strong>te un poder yuna dominación sobre la mujer. La opinión de los y <strong>las</strong> adolesc<strong>en</strong>tes de ambos institutos sobresu acuerdo <strong>en</strong> cuanto a que sea la mujer qui<strong>en</strong> t<strong>en</strong>ga carácter y dotes de mando (roltradicionalm<strong>en</strong>te masculino) <strong>en</strong> una relación, <strong>en</strong> ambos institutos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> mayor número derespuestas <strong>en</strong> “acuerdo” que “<strong>en</strong> desacuerdo”. También hay un alto porc<strong>en</strong>taje a los que lesresulta indifer<strong>en</strong>te, es decir, que no están ni de acuerdo ni <strong>en</strong> desacuerdo. La aceptación porparte de <strong>las</strong> chicas de estos comportami<strong>en</strong>tos tradicionalm<strong>en</strong>te asociados a la masculinidad esmayor que la de los varones (aproximadam<strong>en</strong>te 35% de acuerdo y 12% totalm<strong>en</strong>te de acuerdoy ellos <strong>en</strong>tre el 15-20% de acuerdo y el 8-11% totalm<strong>en</strong>te de acuerdo).Podemos concluir que estos adolesc<strong>en</strong>tes ti<strong>en</strong><strong>en</strong> más capacidad para aceptar que una mujerasuma roles masculinos que un hombre asuma roles fem<strong>en</strong>inos. Aquí observamos la presiónsocial hacia los hombres por mant<strong>en</strong>er su masculinidad hegemónica, la dificultad para lograrcrear nuevas masculinidades <strong>en</strong> nuestros jóv<strong>en</strong>es.Me parece adecuado que <strong>las</strong> mujeres t<strong>en</strong>gan iniciativa <strong>en</strong> una pareja.Uno de los roles que se ha normalizado <strong>en</strong> la sociedad ti<strong>en</strong>e que ver con quién es la personaque da el primer paso <strong>en</strong> una relación s<strong>en</strong>tim<strong>en</strong>tal, <strong>en</strong> este caso, varios estudios afirman queson los hombres qui<strong>en</strong>es toman la iniciativa para ligar y los que han de conquistar a la mujer.Sin embargo, los alumnos <strong>en</strong>trevistados de ambos institutos manti<strong>en</strong><strong>en</strong> la duda acerca de quesí son <strong>las</strong> mujeres <strong>las</strong> que t<strong>en</strong>gan la iniciativa <strong>en</strong> una pareja. Los datos no son significativos, lamayoría expresa una indifer<strong>en</strong>cia hacia este comportami<strong>en</strong>to y otros muchos están de acuerdocon ello. No parece haber un rechazo hacia <strong>las</strong> mujeres que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la iniciativa con su pareja.15


¿Crees que <strong>en</strong> una relación de pareja la chica debe complacer al novio <strong>en</strong> lo que desee?El estereotipo fem<strong>en</strong>ino que reproducimos <strong>en</strong> este caso es el de mujer complaci<strong>en</strong>te, ti<strong>en</strong>e quever con la falacia de la <strong>en</strong>trega total, es decir, la idea de “fusión con el otro”, olvido de lapropia vida, dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de la otra persona y adaptación a ella, postergando y sacrificando lopropio sin esperar reciprocidad ni gratitud.El dato que más puede ac<strong>en</strong>tuarse <strong>en</strong> este caso ha sido el de <strong>las</strong> respuestas de los varones delI.E.S. Claudio Prieto, puesto que el resto de alumnos y alumnas <strong>en</strong>cuestadas manti<strong>en</strong><strong>en</strong> uncons<strong>en</strong>so <strong>en</strong> negar este rol tradicional fem<strong>en</strong>ino <strong>en</strong> una relación (lo niegan <strong>en</strong>tre el 94-97%).CREENCIAS Y ACTITUDES HACIA EL AMOR (MITOS)Con el fin de extraer información sobre <strong>las</strong> actitudes que toman los jóv<strong>en</strong>es ante una relaciónde pareja y la forma <strong>en</strong> que concib<strong>en</strong> el “amor verdadero”, se les hicieron una serie depreguntas acerca de la percepción que t<strong>en</strong>ían sobre una serie de microviol<strong>en</strong>cias y de <strong>mitos</strong> deamor.MICROVIOLENCIAS: CONTROL Y CELOSLos celos y el control de la pareja suel<strong>en</strong> estar muy normalizados <strong>en</strong>tre la juv<strong>en</strong>tud actual,veremos <strong>en</strong> el caso de nuestros alumnos y alumnas de Educación Secundaria Obligatoria <strong>en</strong>qué medida se percib<strong>en</strong> como algo usual.¿Es normal que <strong>en</strong> una pareja quieras saber lo que el otro hace <strong>en</strong> cada mom<strong>en</strong>to (conquién sale, con qui<strong>en</strong> se manda m<strong>en</strong>sajes…)?El deseo de control <strong>en</strong> una relación puede iniciarse de manera muy sutil, por ejemplo,pidi<strong>en</strong>do explicaciones <strong>en</strong> todo mom<strong>en</strong>to de con quién sale, con quién está o donde ha estado,a qué hora ha llegado a casa… Y este control es justificado como una forma de cariño por elagresor. La víctima acabará por s<strong>en</strong>tirse desori<strong>en</strong>tada con esta forma de microviol<strong>en</strong>cia.Las percepciones de <strong>las</strong> chicas como el de los chicos pres<strong>en</strong>tan índices superiores al 60% <strong>en</strong>su desacuerdo ante esta afirmación. No obstante, <strong>en</strong>contramos altos porc<strong>en</strong>tajes <strong>en</strong> los chicosdel Instituto Claudio Prieto (46%) qui<strong>en</strong>es v<strong>en</strong> normal que haya conductas controladoras <strong>en</strong>una pareja.¿Crees que es normal mirar algún día a tu pareja los m<strong>en</strong>sajes del móvil, tu<strong>en</strong>ti…?Esta pregunta está bastante relacionada con la anterior, puesto que como decíamos puede serun mecanismo sutil de ejercer control sobre la pareja. Igualm<strong>en</strong>te ti<strong>en</strong>e que ver con la cre<strong>en</strong>ciade que si realm<strong>en</strong>te amas a algui<strong>en</strong>, debes r<strong>en</strong>unciar a la propia intimidad, no pued<strong>en</strong> existirsecretos y la pareja debe saber todo sobre la otra parte. Confundi<strong>en</strong>do el derecho a laintimidad con la sinceridad completa.16


En ambos institutos los alumnos y alumnas no consideran tan normal que <strong>en</strong> la pareja seinvadan los espacios personales, como puede ser mirarte los m<strong>en</strong>sajes del móvil. Sinembargo, nos <strong>en</strong>contramos con una aprobación de esta conducta <strong>en</strong> el caso del Canal deCastilla, <strong>las</strong> chicas con un 21% y los chicos con un 23%. Si<strong>en</strong>do ligeram<strong>en</strong>te más altos <strong>en</strong> elClaudio Prieto y considerando porc<strong>en</strong>tajes <strong>en</strong> ambos institutos mayores por parte de loschicos. El dato más alto es <strong>en</strong> los alumnos de 14 años, de los cuales un 60% apuestan por lanormalización de esta conducta controladora (el total está <strong>en</strong> el 38,5%).Los celos <strong>en</strong> una pareja son señal de amor.Pret<strong>en</strong>demos conocer la aceptación del mito de los celos, o bi<strong>en</strong>, la cre<strong>en</strong>cia de que los celosson una muestra de amor, incluso el requisito indisp<strong>en</strong>sable de un verdadero amor. Esto se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra estrecham<strong>en</strong>te ligado a la concepción del amor como posesión y desequilibrio depoder <strong>en</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> de pareja.En el Instituto Canal de Castilla, la mayor frecu<strong>en</strong>cia de respuesta la <strong>en</strong>contramos <strong>en</strong> “Ni deacuerdo ni <strong>en</strong> desacuerdo” con que los celos <strong>en</strong> una pareja sean señal de amor; ésta se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra seguida de “Totalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> desacuerdo”, mi<strong>en</strong>tras que la frecu<strong>en</strong>cia más baja espara “Totalm<strong>en</strong>te de acuerdo”, optando por esta respuesta unos 10 <strong>en</strong>cuestados. En cambio,<strong>las</strong> respuestas de los alumnos de Claudio Prieto son difer<strong>en</strong>tes: la mayoría de ellos están “Deacuerdo” <strong>en</strong> que los celos son igual a amor, y sólo una minoría están totalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> contra deesta idea. Por lo tanto, <strong>las</strong> difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre institutos para esta variable es más que clara.¿Consideras normal que un ex novio se siga poni<strong>en</strong>do celoso de su ex pareja?Al igual, que <strong>en</strong> la cuestión anterior, con esta pregunta también trataremos de percibir si estetipo de mito sobre los celos como señal de amor, además de normalizarse con la pareja actual,se concibe con ex parejas, es decir, con personas con <strong>las</strong> que hayan mant<strong>en</strong>ido una relacións<strong>en</strong>tim<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> un pasado.En esta interpelación se añade la opción “Dep<strong>en</strong>de”, dejando abierta a la réplica delalumnado. Las chicas del Canal de Castilla y los varones del Claudio Prieto respond<strong>en</strong>repetidas veces a esta opción. No muchos, pero algunos sí añad<strong>en</strong> una razón por la que unexnovio se podría poner celoso de su expareja. Y llama la at<strong>en</strong>ción m<strong>en</strong>cionar que <strong>en</strong> latotalidad de los casos lo justifican dici<strong>en</strong>do que es normal si todavía la/le quieres, si todavíaestás <strong>en</strong>amorado de esa persona, si aún te gusta…También cabe destaca el alto porc<strong>en</strong>taje de respuestas afirmativas <strong>en</strong> el caso de <strong>las</strong> chicas delClaudio Prieto (27,8). Podemos hacer m<strong>en</strong>ción al mito de los celos como muestra de<strong>en</strong>amorami<strong>en</strong>to, <strong>en</strong> contraposición al claro desacuerdo que mostraban la mayoría delalumnado a la afirmación anterior “Los celos <strong>en</strong> una pareja son señal de amor”.17


MITOS RELACIONADOS CON EL “AMOR ROMÁNTICO”Las preguntas que se les ha hecho a los y <strong>las</strong> adolesc<strong>en</strong>tes sobre los <strong>mitos</strong> relacionados con elamor romántico, guardan relación <strong>en</strong>tre el<strong>las</strong>. Las cuatro primeras están relacionadas con lacre<strong>en</strong>cia del amor omnipot<strong>en</strong>te, es decir, que lo puede y lo perdona todo. Se pi<strong>en</strong>sa que tantoun grito, un insulto, daño, sufrimi<strong>en</strong>to…se cura con amor; y <strong>las</strong> dos sigui<strong>en</strong>tes tambiénrelacionadas <strong>en</strong>tre el<strong>las</strong> hac<strong>en</strong> m<strong>en</strong>ción al mito de la media naranja.Si un día tu pareja se <strong>en</strong>fada mucho y te grita o insulta, ¿le perdonarías?/ Por mucho dañoque te haga tu pareja, si la quieres ti<strong>en</strong>es que perdonarla.Este tipo de agresiones como gritos e insultos pued<strong>en</strong> ser atribuidos por <strong>las</strong> víctimas aarrebatos pasajeros que no se id<strong>en</strong>tifican como conductas viol<strong>en</strong>tas. Si además t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>ta el arrep<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to mostrado inicialm<strong>en</strong>te por los hombres viol<strong>en</strong>tos, se verá reforzadala perman<strong>en</strong>cia de la víctima <strong>en</strong> la relación. Muchas veces empieza por un perdón un día, peropuede acabar por normalizarse el conflicto, es decir, que se puede p<strong>en</strong>sar que todo lo quesucede <strong>en</strong> estas fases de noviazgo sea lo habitual que les sucede a todas <strong>las</strong> parejas hasta quese adaptan el uno al otro.Otra falacia es creer que <strong>las</strong> personas cambian por amor, lo cual puede llevar a aceptar ytolerar comportami<strong>en</strong>tos inadecuados, of<strong>en</strong>sivos, estando conv<strong>en</strong>cidos de que después delperdón y el arrep<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to no volverá a pasar, o que algún día cambiará porque te ama.Prácticam<strong>en</strong>te la totalidad de los chicos y un poco más de la mitad de <strong>las</strong> chicas del I.E.S.O.Canal de Castilla consideran que si un día se <strong>en</strong>fadaran con su pareja y ésta les gritara einsultara, le perdonarían. Sin embargo, la otra mitad de <strong>las</strong> chicas parec<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er claro queromperían la relación.En el caso del I.E.S. Claudio Prieto ocurre algo similar: los datos sobre la cuestión personal,vemos un número un tanto más elevado de chicas dispuestas a perdonar los gritos e insultosde su pareja. Sin embargo, esta idea si se relaciona con la cre<strong>en</strong>cia de perdonar a tú parejapor mucho daño que te haga, si de verdad la quieres. Las adolesc<strong>en</strong>tes muestran ciertodesacuerdo, pero niveles altos de acuerdo también (19%), y los varones 27%.El amor lo puede todo, y aunque dos personas sean muy difer<strong>en</strong>tes si se quier<strong>en</strong> de verdadtodo irá bi<strong>en</strong>. / ¿Crees que una persona puede quererte y al mismo tiempo hacerte sufrir otratarte mal?Con ambos interrogantes int<strong>en</strong>taremos percibir la interiorización de la cre<strong>en</strong>cia de que el amor“verdadero” lo aguanta y perdona todo. De lo que se deduce que una persona puede quererteaunque te trate mal. Vemos que guardan gran relación, aunque de el<strong>las</strong> podemos extraervarias ideas.18


Considerar que amar es compatible con dañar o hacer sufrir a partir de cre<strong>en</strong>cias del tipo:“cariño y afecto son fuerzas que <strong>en</strong> ocasiones se descontrolan”; e, incluso, “no hay amorverdadero sin sufrimi<strong>en</strong>to” conduce a justificar el maltrato. Desde este ideal de la fuerza delamor, los/<strong>las</strong> jóv<strong>en</strong>es harán todo lo posible por superar cualquier obstáculo o dificultad quepueda surgir <strong>en</strong> la relación. De tal modo que aún si<strong>en</strong>do unilateral, <strong>en</strong> situaciones incluso deagresión, am<strong>en</strong>aza, celos, etc., no son elem<strong>en</strong>tos sufici<strong>en</strong>tes para poder cuestionar o romper lapareja, ya que la superioridad del amor, hará que todo pueda ser superado, aún el dolor.Relacionado con esta normalización o minimización del conflicto se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la cre<strong>en</strong>ciapopular del mito que explica que los polos opuestos se atra<strong>en</strong> y <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> mejor. Aunque larealidad parece demostrar que cuantas más cosas se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong> común, mejor se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> <strong>las</strong>parejas.Observamos tanto <strong>en</strong> el instituto Canal de Castilla como <strong>en</strong> el Claudio Prieto el elevadonúmero de respuestas “Totalm<strong>en</strong>te de acuerdo” y “De acuerdo” tanto <strong>en</strong> chicas como <strong>en</strong>chicos. Deducimos con claridad su cre<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la omnipot<strong>en</strong>cia del amor, añadi<strong>en</strong>do laaceptación de la atracción de los polos opuestos. De <strong>en</strong>tre todo el alumnado, son <strong>las</strong>estudiantes del c<strong>en</strong>tro educativo Canal de Castilla, <strong>las</strong> que se opon<strong>en</strong> a esta afirmación,aunque con un bajo porc<strong>en</strong>taje.Respecto a la consideración sobre si una persona puede quererte y a la vez tratarte mal ohacerte sufrir, los y <strong>las</strong> alumnos/as del Canal de Castilla señalan su disconformidad, pese aque podemos advertir un porc<strong>en</strong>taje bastante alto <strong>en</strong> <strong>las</strong> afirmaciones (26 y 37%respectivam<strong>en</strong>te chicas y chicos). Aún más preocupante pued<strong>en</strong> resultar <strong>las</strong> respuestas delalumnado del Claudio Prieto, puesto que <strong>en</strong> el caso de <strong>las</strong> chicas sobrepasa la mitad derespuestas afirmativas, <strong>en</strong> el caso de los hombres permanec<strong>en</strong> <strong>en</strong> un 46%.Es necesario <strong>en</strong>contrar a tu “media naranja” para que la vida sea completa. / Sólo se puedeser feliz <strong>en</strong> la vida y t<strong>en</strong>er cariño si ti<strong>en</strong>es pareja.Poni<strong>en</strong>do <strong>en</strong> relación el <strong>en</strong>amorami<strong>en</strong>to, el emparejami<strong>en</strong>to y los roles de género, ambasafirmaciones están bastante aceptadas socialm<strong>en</strong>te. Ambas se basan <strong>en</strong> la necesidad de<strong>en</strong>contrar a algui<strong>en</strong> que complem<strong>en</strong>te tu vida. Ésta es otra de <strong>las</strong> ideas que alim<strong>en</strong>ta el mitodel amor romántico, la cual supone que uno <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra s<strong>en</strong>tido completo a la vida <strong>en</strong> el otro, esmás, solam<strong>en</strong>te cuando <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran a esa mitad que les falta, pued<strong>en</strong> decir que <strong>en</strong> su vida hanconseguido ser felices. Sigue ext<strong>en</strong>dido el juicio “No seré feliz hasta que no <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tre a mimedia naranja”. Esta visión distorsionada del amor hace que se sobrevalore.Los datos obt<strong>en</strong>idos (tabla 2) nos revelan la discrepancia del alumnado con ambos <strong>mitos</strong>, <strong>en</strong> elcaso de la media naranja están totalm<strong>en</strong>te de acuerdo un 22% del Canal de Castilla y un 42%19


del Claudio Prieto. Y <strong>en</strong> cuanto a <strong>en</strong>contrar cariño y felicidad, 15% y 19% respectivam<strong>en</strong>te.Es posible que esto se deba a que cada vez haya más modelos de refer<strong>en</strong>cia de mujeresindep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes, sin pareja, valoradas y no sancionadas socialm<strong>en</strong>te para nuestrasadolesc<strong>en</strong>tes. Este hecho puede ser muy eficaz para el<strong>las</strong>, puesto que aum<strong>en</strong>tará suindep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia afectiva.Tabla 2:“Frecu<strong>en</strong>ciasmito media naranja y Totalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> EnNi acuerdo nifelicidad <strong>en</strong> pareja.”desacuerdo desacuerdo desacuerdo De acuerdoMedia C.C. 42 39 30 25naranja C.P 14 12,5 18 17Feliz sólo C.C. 52 40 32 10<strong>en</strong> pareja C.P 23 22 15 5PREFERENCIAS EN LAS RELACIONES DE PAREJA¿Qué tipo de relación de <strong>las</strong> sigui<strong>en</strong>tes te gustaría vivir?En pelícu<strong>las</strong> y series de gran éxito internacional, como algunas de <strong>las</strong> que he seleccionado <strong>en</strong>el cuestionario, se mitifica lo inalcanzable de <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> de pareja. La imposibilidad deculminar una relación es uno de los motores de la atracción y la viol<strong>en</strong>cia está pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> lamayor parte de <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> que se pres<strong>en</strong>tan (a veces <strong>las</strong> peleas y agresiones avivan “elfuego” de la relación). Se fom<strong>en</strong>ta la idea de que la razón y el corazón van cada uno por sulado y que, <strong>en</strong> todo caso, hay que seguir los dictados de este último, dejándose llevar por unossupuestos instintos.La relación ficticia por la que muestran más <strong>en</strong>tusiasmo nuestros jóv<strong>en</strong>es es “3MSC” o bi<strong>en</strong>,“A tres metros sobre el cielo”. Sobre todo <strong>las</strong> chicas, que seleccionan dicha opción un 43%(C.C.) y 42% (C.P.) En cuanto a los varones, se advierte el porc<strong>en</strong>taje más alto <strong>en</strong> la opción“Otra”, para la cual podían responder a la pregunta “¿Cómo cuál?” y algunos de los quecontestaron coincid<strong>en</strong> <strong>en</strong> que les gustaría “una relación normal”. Mostrando que son <strong>las</strong>chicas qui<strong>en</strong>es se v<strong>en</strong> más mediatizadas por este tipo de romances. En este caso, ambosprotagonistas están cargados de estereotipos tradicionales atribuidos a su sexo. Incluso seasum<strong>en</strong> estereotipos masculinos viol<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> afectivo-sexuales, a los quedespués respond<strong>en</strong> con unos destellos de delicadeza y cariño y el<strong>las</strong> lo olvidan (gráfica 4).20


Gráfica 4: “Historias de película”La otra película que sigue <strong>en</strong> puntuación de ambos institutos es la saga “Crepúsculo”, historiade amor <strong>en</strong>tre un vampiro y una jov<strong>en</strong>cita humana que está dispuesta a morir para poder pasaruna eternidad con él. Aquí nos topamos con muchos ejemplos de historias “románticas” <strong>en</strong> <strong>las</strong>que amor-miedo y sufrimi<strong>en</strong>to van de la mano.El tercero más votado fue el ejemplo de <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> de <strong>las</strong> pelícu<strong>las</strong> de Disney que suel<strong>en</strong>ser siempre del romance al que d<strong>en</strong>ominamos del príncipe azul, y la princesa que espera sullegada para que éste la cuide y proteja.Y por último, pero cuyo porc<strong>en</strong>taje de elección no es del todo bajo, la serie “Sin tetas no hayparaíso”, donde la protagonista es una chica de 17 años que su mayor complejo está <strong>en</strong> sufalta de pecho. Y él, un hombre peligroso, narcotraficante que ejerce dominio sobre ella alsaber que ha caído r<strong>en</strong>dida a sus pies. Este personaje ficticio, con su papel de chulito ymalote, arrasó <strong>en</strong>tre <strong>las</strong> mujeres españo<strong>las</strong>. En este caso, el porc<strong>en</strong>taje de alumnado que lo haelegido es bajo, si<strong>en</strong>do más los chicos a los que les gustaría vivir una historia así.¿Crees que <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral a <strong>las</strong> chicas les gustan los chicos malotes y chulitos?Hemos querido incidir <strong>en</strong> <strong>las</strong> actitudes que pued<strong>en</strong> manifestar los chicos que son consideradosmás atray<strong>en</strong>tes para <strong>las</strong> adolesc<strong>en</strong>tes. El tipo de hombre del que hablamos, lleva implícitasuna serie de características que suel<strong>en</strong> ser: creerse superior a <strong>las</strong> chicas, incluso a los chicosque no cumpl<strong>en</strong> esa id<strong>en</strong>tidad masculina dominante, esconde los s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos ya queconsidera que están relacionados con lo fem<strong>en</strong>ino, quiere ganar <strong>en</strong> todo lo que compite parademostrar superioridad, además nunca puede huir del riesgo para demostrar su “hombría”. Deacuerdo con los resultados, puede resultar interesante señalar la opinión personal de <strong>las</strong> chicasde ambos institutos sobre dicha percepción:Los niveles de <strong>las</strong> chicas del Canal de Castilla parec<strong>en</strong> ser más altos para la negación, sinembargo <strong>las</strong> alumnas del I.E.S. Claudio Prieto no parec<strong>en</strong> t<strong>en</strong>erlo tan claro. La mitad21


consideran real la afirmación de que a <strong>las</strong> chicas les atra<strong>en</strong> ese tipo de hombres, cuyos rasgosse asocian al modelo tradicional de masculinidad.Cuando se sale <strong>en</strong> pareja es normal alejarse de los amigos/as.Son muchos los casos <strong>en</strong> los que cuando se empieza una relación, se pasa mucho más tiempocon esa persona, dejando <strong>en</strong> ocasiones de lado a los amigos y amigas. A veces, esto comi<strong>en</strong>zamostrándose como “lo normal” <strong>en</strong> <strong>las</strong> parejas pero puede acabar si<strong>en</strong>do una manera sutil deaislami<strong>en</strong>to. Y es que no sólo los celos van dirigidos a una tercera persona, sino que tambiénsignifican la posesión de t<strong>en</strong>er a algui<strong>en</strong> sólo y exclusivam<strong>en</strong>te para ti.En los dos institutos observamos un desacuerdo por parte del alumnado, los porc<strong>en</strong>tajesfavorables más altos los ti<strong>en</strong><strong>en</strong> los chicos. También debemos m<strong>en</strong>cionar que el porc<strong>en</strong>taje deadolesc<strong>en</strong>tes que no están ni de acuerdo ni <strong>en</strong> desacuerdo también es elevado.Es normal que un chico salga con muchas chicas/Es normal que una chica salga conmuchos chicos.Damos por hecho que los adolesc<strong>en</strong>tes cambian con facilidad de pareja (monogamiassucesivas) y que, al ser estas <strong>relaciones</strong> más efímeras, supon<strong>en</strong> m<strong>en</strong>os compromiso. Lasmujeres <strong>en</strong> ambos institutos son <strong>las</strong> que rechazan con un porc<strong>en</strong>taje mayor la conducta de unhombre que sale con muchas chicas. En el Canal de Castilla un 49% respondieron que estaban“Totalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> desacuerdo” y un 20% “En desacuerdo”, y <strong>en</strong> el Claudio Prieto porc<strong>en</strong>tajesm<strong>en</strong>ores, pero mayor que el de los varones 28% tanto para “Totalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> desacuerdo”como para “En desacuerdo” fr<strong>en</strong>te a un 8% y 19% respectivam<strong>en</strong>te de los chicos.Los alumnos y alumnas sigu<strong>en</strong> mant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do un alto porc<strong>en</strong>taje de oposición a que <strong>las</strong> chicassalgan con muchos chicos. El 48% de <strong>las</strong> chicas del Canal de Castilla, y el 25% del ClaudioPrieto se muestra completam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> desacuerdo. Mi<strong>en</strong>tras que los chicos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un nivel deaceptación <strong>en</strong> cierta medida mayor, puesto que respondieron con un “Totalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong>desacuerdo” un 21% y un 27% respectivam<strong>en</strong>te.Al comparar ambos institutos observamos que <strong>en</strong> los dos, los porc<strong>en</strong>tajes a favor sonmínimos, sobre todo <strong>en</strong> el caso del Canal de Castilla, aunque hay más casos a favor de unchico que sale con muchas chicas que del contrario. Sorpr<strong>en</strong>de el Claudio Prieto al ser mástolerante con este tipo de conductas, puesto que <strong>en</strong> la mayoría de respuestas está másarraigado a estereotipos tradicionales. Aún así, muestra un mayor desacuerdo <strong>en</strong> cuanto a quesea la chica qui<strong>en</strong> ti<strong>en</strong>e varias <strong>relaciones</strong>.22


CONCLUSIONESLas ideas estereotipadas sobre la masculinidad y la feminidad tradicional son un <strong>las</strong>tre paraconseguir una igualdad real <strong>en</strong>tre sexos. Lo mismo ocurre con la multitud de <strong>mitos</strong> socialesrespecto al amor, que conduc<strong>en</strong> a la distorsión de <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> de pareja e implicandep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia y desigualdad.Durante la adolesc<strong>en</strong>cia, los s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos son extremos e int<strong>en</strong>sos, se quiere apasionadam<strong>en</strong>te,se confía <strong>en</strong> el grupo de iguales. Los amigos y amigas sustituy<strong>en</strong> a la familia <strong>en</strong> su papel deapoyo y ti<strong>en</strong><strong>en</strong> conocimi<strong>en</strong>tos idealizados sobre el amor, influidos por la cultura del amorromántico que se transmite <strong>en</strong> los medios de comunicación: música, <strong>las</strong> revistas juv<strong>en</strong>iles o<strong>las</strong> series de televisión. Comi<strong>en</strong>zan a establecerse <strong>las</strong> primeras <strong>relaciones</strong> de pareja con ciertaestabilidad, <strong>las</strong> primeras experi<strong>en</strong>cias de amor.Son muchos los avances que se han conseguido <strong>en</strong> materia de valores y actitudes de igualdad.Aún así, los datos cuantitativos que hemos obt<strong>en</strong>ido nos muestran la persist<strong>en</strong>cia de sesgos degénero <strong>en</strong> <strong>las</strong> actitudes y <strong>en</strong> el imaginario colectivo. En nuestra investigación parece que los y<strong>las</strong> adolesc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>trevistados/as ti<strong>en</strong><strong>en</strong> cierto grado de consci<strong>en</strong>cia sobre <strong>las</strong> desigualdadesque persist<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre hombres y mujeres, puesto que el 60% opinan que no se ha conseguido laigualdad real <strong>en</strong>tre ambos sexos. Sin embargo, otras de sus afirmaciones pesan positivam<strong>en</strong>te<strong>en</strong> la reproducción de estereotipos de género y <strong>mitos</strong> de amor.Percibimos una evolución <strong>en</strong> los papeles que tradicionalm<strong>en</strong>te han de realizar la mujer y elhombre <strong>en</strong> la familia: la responsabilidad de sust<strong>en</strong>tar económicam<strong>en</strong>te a la familia, el cuidadode los hijos y la repartición de <strong>las</strong> tareas del hogar; han sido desligadas por nuestros alumnosy alumnas a uno u otro sexo, es tarea de ambos por igual. A pesar de esto, siempre<strong>en</strong>contramos datos que hac<strong>en</strong> ver el sesgo de desigualdad. Hay valores altos por los másjóv<strong>en</strong>es, <strong>en</strong> concreto por los chicos del instituto Claudio Prieto, para la responsabilidadeconómica masculina; <strong>las</strong> mujeres, se considera que cuidan mejor a los hijos que los hombres;se valora por un grupo reducido que sólo algunas tareas han de ser divididas; y se le atribuyeal hombre <strong>en</strong> cierta medida el papel de protector de la mujer.Las opiniones de los adolesc<strong>en</strong>tes sobre los atributos asociados a los varones hay un desc<strong>en</strong>so<strong>en</strong> <strong>las</strong> cre<strong>en</strong>cias de dureza asociadas al hombre. Por lo g<strong>en</strong>eral no cre<strong>en</strong> que la agresividad seaun atributo natural del hombre y están de acuerdo con que los hombres llor<strong>en</strong> y expres<strong>en</strong> suss<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> público, poni<strong>en</strong>do así <strong>en</strong> duda esa estereotipia de masculinidad hegemónicaacercándose a masculinidades alternativas. Sin embargo, <strong>en</strong> el caso de <strong>las</strong> mujeres, nuestrosjóv<strong>en</strong>es consideran que son más tiernas y compr<strong>en</strong>sivas que los hombres lo cual perpetúaestas características esperadas para la mujer, y son reforzadas socialm<strong>en</strong>te: s<strong>en</strong>sibilidad,23


compr<strong>en</strong>sividad, abnegación… En el caso del cuidado del aspecto físico, no consideran queel<strong>las</strong> deban cuidarlo más que los varones, a excepción de los alumnos del Instituto ClaudioPrieto.Los estereotipos de género también se reproduc<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> de pareja, <strong>en</strong> esperar de laotra persona que responda a los roles atribuidos a su sexo. Un dato a destacar y t<strong>en</strong>er <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>ta es la principal característica que debe poseer una persona para que les guste. Y laimportancia aún más marcada, por parte de ambos institutos y tanto de chicos como de chicas,del “atractivo físico” seguido de la “sinceridad”. Otorgando m<strong>en</strong>os valor a otras cualidadescomo ser bu<strong>en</strong> estudiante o la bondad y simpatía. Por otro lado, descartan el rol estereotipadodel hombre como persona más racional, que toma <strong>las</strong> decisiones importantes <strong>en</strong> la pareja yapuntan que es algo <strong>en</strong>tre ambos. Tampoco parece importar sí los papeles se cambian y son<strong>las</strong> mujeres <strong>las</strong> que usan su carácter y sus dotes de mando <strong>en</strong> la relación, incluso que seanel<strong>las</strong> <strong>las</strong> que llev<strong>en</strong> la iniciativa rompi<strong>en</strong>do así el estereotipo de “cortejo masculino”.Algunos mecanismos de control como puede ser el hecho de que tu pareja quiera saber dóndeestás o con quién <strong>en</strong> cada mom<strong>en</strong>to o incluso que algún día mire tus m<strong>en</strong>sajes del móvil noson interpretados como tal, aunque no se considera por lo g<strong>en</strong>eral algo normal. El mito de loscelos como muestra de amor está muy normalizado <strong>en</strong> la sociedad, <strong>en</strong> el caso que nos ocupase v<strong>en</strong> claras difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre los dos c<strong>en</strong>tros educativos, <strong>en</strong>tre los alumnos y alumnas delClaudio Prieto es donde percibimos dicha naturalización de los celos. No sólo los celos d<strong>en</strong>trode la pareja, sino que también consideran que es normal que ocurra <strong>en</strong>tre dos personas quemantuvieron una relación s<strong>en</strong>tim<strong>en</strong>tal anterior y hay un gran número de adolesc<strong>en</strong>tespal<strong>en</strong>tinos que asi<strong>en</strong>t<strong>en</strong> con rotundidad, otro número elevado opina que dep<strong>en</strong>de de sí siguehabi<strong>en</strong>do amor por parte de la otra persona. Es decir, que se justifican los celos con el amor.Respecto a los <strong>mitos</strong> relacionados con el “amor romántico” y “la media naranja”, el primeroparece ser el más aceptado por toda la muestra. En primer lugar, una mayoría ap<strong>las</strong>tante deambos institutos consideran que sí perdonarían a su pareja si un día se <strong>en</strong>fada y les grita oinsulta, sin embargo, no están del todo a favor de perdonar por mucho daño que te haga esapersona sólo por amor.Los y <strong>las</strong> <strong>en</strong>trevistados/as coincid<strong>en</strong>, la mayoría, <strong>en</strong> el tipo de relación que les gustaría vivir.La más votada es la de los personajes de la película “A tres metros sobre el cielo”, unarelación ficticia y estereotipada. En este caso <strong>las</strong> chicas son qui<strong>en</strong>es más apuestan por estetipo de idealización del amor mediatizado, los varones <strong>en</strong> cambio prefier<strong>en</strong> una relación a laque ellos mismos d<strong>en</strong>ominan “normal”. Los chicos que pres<strong>en</strong>tan este tipo de pelícu<strong>las</strong>desempeñan <strong>en</strong> su mayoría el papel de chicos malotes, chulitos e incluso peligrosos.24


A lo largo del análisis de estos datos hemos hallado difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> primer lugar <strong>en</strong>tre ambosinstitutos: los y <strong>las</strong> alumnos/as del Canal de Castilla parece t<strong>en</strong>er m<strong>en</strong>os interiorizados losestereotipos tradicionales masculinos y fem<strong>en</strong>inos, lo mismo ocurre con <strong>las</strong> ideas que ti<strong>en</strong><strong>en</strong>del amor <strong>en</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> de pareja. En el c<strong>en</strong>tro educativo Claudio Prieto, debemospuntualizar que además los alumnos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> más arraigadas dichas ideas. Y es que <strong>las</strong>difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre sexos también son destacables. En ambos casos son <strong>las</strong> chicas qui<strong>en</strong>es por log<strong>en</strong>eral respond<strong>en</strong> demostrando más avance <strong>en</strong> la superación de estereotipos. Aunque <strong>en</strong>algunas ocasiones, sobre todo <strong>en</strong> la idealización del amor y <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> de parejacontemplamos que su aceptación es mayor que la de los varones. Despuntan <strong>en</strong> muchascuestiones <strong>las</strong> respuestas de los adolesc<strong>en</strong>tes varones del instituto Claudio Prieto.Si conseguimos que los y <strong>las</strong> jóv<strong>en</strong>es además de deshacer <strong>mitos</strong> de amor, detect<strong>en</strong> losestereotipos de género y construyan nuevas cre<strong>en</strong>cias basadas <strong>en</strong> el respeto a la otra persona,podemos cambiar su forma de conducir sus <strong>relaciones</strong>, prev<strong>en</strong>ir la viol<strong>en</strong>cia sexista, y lograrque <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong> s<strong>en</strong>tim<strong>en</strong>tales de la juv<strong>en</strong>tud se construyan <strong>en</strong> términos de igualdad. Paraello una herrami<strong>en</strong>ta es<strong>en</strong>cial, por decirlo de algún modo es la EDUCACIÓN.REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICASAlberdi, Inés (2004) “Parejas y formas de conviv<strong>en</strong>cia de la juv<strong>en</strong>tud” <strong>en</strong> Revista de estudiosde juv<strong>en</strong>tud, nº67, pp. 13-23.Auster, C.J. y Ohm, S.C. (2000) Masculinity and femininity in contemporary americansociety: A reevaluation using the bem sex-role inv<strong>en</strong>tory. Sex roles. Volume 43, Numbers 7-8.Bonino, Luis (2005a) “Las microviol<strong>en</strong>cias y sus efectos: claves para su detección”. <strong>en</strong> Ruiz-Jarabo, C y Blanco P. (Coords.) La viol<strong>en</strong>cia contra <strong>las</strong> mujeres: prev<strong>en</strong>ción y detección,Madrid, Ediciones Díaz de Santos, pp. 83-102.Bourdieu, Pierre (1997) “Razones Prácticas. Sobre la teoría de la acción” Anagrama,Barcelona. En Lamas, M. (2000) “Difer<strong>en</strong>cias de sexo, género y difer<strong>en</strong>cia sexual.”Cuicuilco, vol.7, nº 018. ENAH, México.Burin, M. y Meler, I. (2000): Varones, género y subjetividad fem<strong>en</strong>ina. Barcelona: Paidós.Caro Blanco, Coral (2008) “Un amor a tu medida. <strong>Estereotipos</strong> y viol<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>las</strong> <strong>relaciones</strong>amorosas” <strong>en</strong> Revista de estudios de juv<strong>en</strong>tud, nº 83, pp.213- 229.Del Valle, T. (Coord.) (2002) Modelos emerg<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> los sistemas y <strong>relaciones</strong> de género.Madrid. Narcea.25


Fiske, S.T. & Stev<strong>en</strong>s, L.E. (1993) “What's so special about sex? G<strong>en</strong>der stereotyping anddiscrimination”.Fraile González, Eduardo y Maya Frades, Val<strong>en</strong>tina (2012) Técnicas de investigación social,Salamanca, Solo Soluciones.González Blanca (1999) “Los estereotipos como factor de socialización <strong>en</strong> el género”.Comunicar, núm.12, 79-88. Sevilla.Hamilton, D.L. (1981) Illusory correlation as a basis of stereotyping. En D. Hamilton (Ed.),Cognitive processes in stereotyping and intergroup behavior. Hillsdale, NJ: Erlbaum.Kimmel, M. (2001) “Masculinidades globales: restauración y resist<strong>en</strong>cia”, <strong>en</strong> C. SánchezPal<strong>en</strong>cia Y J.C. Hidalgo (eds.): Masculino Plural: Construcciones de la masculinidad. Lleida:Universitat de Lleida.Lagarde, Marcela (1997) “Id<strong>en</strong>tidad de géneros y derechos humanos. La construcción de <strong>las</strong>humanas” <strong>en</strong> Guzmán, L. Pacheco, G. (comps.) (1996) <strong>en</strong> Estudios básicos <strong>en</strong> derechoshumanos. Tomo II. Idh. Comisión de la Unión Europea, San José.Pérez Grande, Maria Dolores (2007) “La viol<strong>en</strong>cia de género. Prev<strong>en</strong>ción educativa”, <strong>en</strong>Papeles Salmantinos de Educación, nº 8, pp. 73-94.Plaza Sánchez, Juan F. (2009) “La globalización de <strong>las</strong> id<strong>en</strong>tidades de género”, <strong>en</strong> zer, nº 26,pp. 129-144.Sangrador, José Luis (1993) “Consideraciones psicosociales sobre el amor romántico” <strong>en</strong>psicothema, vol. 5, pp. 181-196.Sanpedro, Pilar (2005) “El mito del amor y sus consecu<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> los vínculos de pareja” <strong>en</strong>revista dis<strong>en</strong>so, nº 45.Sau, Victoria (2000) Diccionario ideológico feminista. Icaria, Barcelona.Sternberg, R. (1989). El triangulo del amor. Barcelona; Paidós.Tajfel, H. (1981). Human groups and social categories. New York: Cambridge UniversityPress.Tomé, A. (2007) “Las <strong>relaciones</strong> de género <strong>en</strong> la adolesc<strong>en</strong>cia.” .Mujer y Educación. Unaperspectiva de género. (117-136)Yela, Carlos (2003) “La otra cara del amor: <strong>mitos</strong>, paradojas y problemas” <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros <strong>en</strong>psicología social, nº 1( 2), pp. 263-267.26

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!