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ESPAÑOL - Uruguay Educa

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Anales del Instituto de Profesores “Artigas”, Año 2009. Segunda Época, Nº3, pp. 113-121ESPAÑOLMaría José González 1María Lilián Palermo 2Adriana Uribarrí 3Latinae Radices (II). La gramática histórica aplicada a la segmentación morfológica. Un posiblemodelo para el español.IntroducciónEl presente artículo se propone demostrar la aplicabilidad que tiene el Latinae Radices. Elrepertorio de raíces latinas está pensado para quienes se interesan por la lexicología, la semasiología y lamorfología.Este artículo está dirigido a los profesores y a los estudiantes de Español del Instituto deProfesores “Artigas” y de los Centros Regionales de Profesores, que educan o educarán en el nivelsecundario y que utilizan o utilizarán los estudios del léxico, la semántica y la morfología para acercar alos alumnos al conocimiento de la lengua, con el fin de ampliar su capacidad interpretativa. En las clases,los estudios sobre el léxico, la semántica y la segmentación morfológica resultan útiles y, al mismotiempo, dudosos. Son pocas las herramientas que permiten la transposición didáctica de fenómenoslingüísticos tan complejos y discutibles. Por lo tanto, la intención del presente escrito es mostrar lautilidad, la necesidad y, fundamentalmente, una aplicación del LAR focalizada en la enseñanzasecundaria.Ya que en los textos las relaciones entre las palabras pueden ser olvidadas pero recordables, seutiliza un texto en español.El hombre ha olvidado constantemente las palabras, pero en ellas perdura lo que para él hansignificado.Las palabras son cosasSe cita a continuación el texto sobre el cual se harán los comentarios, un soneto de Jorge LuisBorges:Las cosasEl bastón, las monedas, el llavero,La dócil cerradura, las tardíasNotas que no leerán los pocos díasQue me quedan, los naipes y el tablero,Un libro y en sus páginas la ajadaVioleta, monumento de una tardeSin duda inolvidable y ya olvidada,El rojo espejo occidental en que ardeUna ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,Limas, umbrales, atlas, copas, clavos,Nos sirven como tácitos esclavos,Ciegas y extrañamente sigilosas!Durarán más allá de nuestro olvido;No sabrán nunca que nos hemos ido.1 Profesora de Español (ANEP. CES). Profesora de Latín (ANEP. DFPD. Centro Regional de Profesores del Centro).2 Profesora de Español (ANEP. CES). Profesora de Historia de la Lengua Española (ANEP. DFPD. Instituto de Profesores“Artigas”. Profesorado Semipresencial).3 Profesora de Español (ANEP. CES). Profesora de Latín (ANEP . DFPD. Centro Regional de Profesores del Este).1


Anales del Instituto de Profesores “Artigas”, Año 2009. Segunda Época, Nº3, pp. 113-121El poema es una reflexión sobre la permanencia de lo material y la evanescencia de la vidahumana. Las cosas tienen perdurabilidad más allá del olvido y más allá de la existencia. El sonetocomienza con una enumeración de cosas inertes, como las monedas, o aquellas que han tenido vida peroque la han perdido, y se han transformado en objetos.Así, se entiende la alusión a la ajada violeta entre las páginas del libro, que hace recordar una tardevivida en el pasado, que en un momento fue inolvidable, pero es “ya” olvidada en el presente. Se crea,entonces, una idea de no-tiempo.Es interesante la aparente contradicción del segundo cuarteto porque se unen, en ella, pasado ypresente. El hecho de que monumento, inolvidable y olvidada pertenezcan al mismo campo semánticorefuerza esa unificación. Quizás pueda ser la extensión de la palabra, o quizás la aposición de monumento,luego del encabalgamiento, la que permite resaltar lo viviente de entre lo inerte: Un libro y entre suspáginas la ajada/ Violeta, monumento de una tarde/ sin duda inolvidable y ya olvidada.¿Cuál es la perspectiva que hay que adoptar para desentrañar el poema? ¿Qué significamonumento?“Escasas disciplinas habrá de mayor interés que la etimología; ello se debe a las imprevisiblestransformaciones del sentido primitivo de las palabras, a lo largo del tiempo. Dadas talestransformaciones, que pueden lindar con lo paradójico, de nada o de muy poco nos servirá para laaclaración de un concepto el origen de una palabra” (Sobre los clásicos. Otras inquisiciones.)Citadas las palabras de Borges, y obedeciéndolas estrictamente, no se recurrirá, en primerainstancia, al estudio etimológico. La primera aproximación, entonces, se realiza a través de la consulta enun diccionario de español.La definición de monumento que se registra en el DRAE está integrada por siete acepciones cuyossignificados se vinculan mayoritariamente con lo inerte y, por lo tanto, la palabra usada en el poemadesde el potencial semántico resulta opaca en la sincronía del español actual.monumentomonumento [monumento]m.1. Obra pública y patente, como una estatua, una inscripción o un sepulcro, puesta en memoria de una acciónheroica u otra cosa singular.2. Construcción que posee valor artístico, arqueológico, histórico, etc.3. Objeto o documento de utilidad para la historia, o para la averiguación de cualquier hecho.4. Obra científica, artística o literaria, que se hace memorable por su mérito excepcional.5. Obra en que se sepulta un cadáver.6. Túmulo, altar que el Jueves Santo se forma en las iglesias, colocando en él, en un arca pequeña a manera desepulcro, la segunda hostia que se consagra en la misa de aquel día, para reservarla hasta los oficios del ViernesSanto, en que se consume.7. coloq. Persona de gran belleza y bien proporcionada físicamente.~ nacional. m. Obra artística o edificio que toma bajo su protección el Estado.[Del lat. monumentum]Entonces, el diccionario de español no arroja demasiada luz para interpretar este uso demonumento que aparece en el poema, pues es una palabra compleja y opaca. Si se tratara de penetrar enlos morfemas que la componen, sin adoptar una perspectiva histórica, la tarea sería dificultosa. Es unapalabra fuertemente lexicalizada. El propio diccionario de español remite al latín.Para dilucidar el significado, se explicará la constitución de monumento.En los adverbios, los hablantes delimitan los morfemas (sin entender la composicionalidadsemántica, pues no pueden interpretarlos) base adjetiva + -mente o sus alomorfos. Algunos hablantes enla etapa de adquisición de la lengua escrita (niños y adolescentes) los separan al escribir, es decir,2


Anales del Instituto de Profesores “Artigas”, Año 2009. Segunda Época, Nº3, pp. 113-121reconocen la constitución formal de la palabra. Otra prueba de este reconocimiento es la elisión de -menteen el primer término de dos adverbios coordinados.En el LD (Latin Dictionary: 1968) se establece que monumentum tiene la forma “MONEO + -MENTVM”. Muchas son las palabras que se crearon en latín a través de esa derivación y se registran enlos diccionarios: ligamentum, fundamentum, testamentum, sacramentum, ornamentum. Las mismaspalabras se encuentran evolucionadas en el léxico del español.Según Lacuesta y Bustos (2000), -mento no es hoy un sufijo productivo del español, dado quecompite con -miento, y este resulta más productivo; la forma que aparece en monumentum proviene delcaso genitivo del sustantivo plural mĕns, mĕntis: mentum> mentu> -mento y es considerado sufijoproductivo en latín.En el estado actual de la lengua, el sufijo –mento se encuentra generalmente adherido a formasverbales, especialmente de la primera conjugación. Citamos la afirmación de Lacuesta y Bustos (2000:4575):“Aun cuando es teóricamente posible en ambos casos (-mento, -miento) la derivación a partir de verbos delas tres conjugaciones, en la práctica esto es observable sólo en las formaciones en -miento (…) En losderivados en -mento, además de predominar claramente la 1ª conjugación, resulta difícil documentarformaciones de verbos de la segunda”.La adherencia a una base verbal no es innovación del español, dado que así se formaron en latínfundamentum < fundāre, juramentum < jurāre, ligamentum < ligāre, sacramentum < sacrāre, etc. Pero,aunque actualmente son escasas las formas que se relacionan a una base verbal de la segunda o terceraconjugación, en latín aparecen algunos ejemplos, que el español incorporó directamente: nutrimentum


Anales del Instituto de Profesores “Artigas”, Año 2009. Segunda Época, Nº3, pp. 113-121Estos significados se contraponen con los expresados actualmente por el término monumento,palabra asociada a lo aparatoso y rígido. Si bien la finalidad es hacer recordar algo, el monumento seconvierte en algo indiferente.Cuando se habla de algo monumental, se está lejos de asociarlo con una flor. El significado demonumento vivifica la tarde y la palabra. Este aspecto debe tenerse en cuenta en el análisis del texto. Launión del significado histórico y del significado moderno destruye la aparente contradicción. Resulta unvalioso aporte al sentido global del poema y profundiza la reflexión sobre lo efímero y lo permanente.El significado puede hacerse evidente en el repertorio verbal cuya consideración proponemos aliniciar el análisis. Allí se despliega un campo léxico con sus significados históricos.Usando como instrumento el LAR, es decir, conociendo el significado a través de la morfologíahistórica de la palabra, ¿podríamos considerar con mayor capacidad interpretativa, en un orden inverso,las acepciones no coloquiales del DRAE, respecto a monumento?Recorrer la diacronía de los morfemas es indagar en la familia de mon-, proto-raíz de esta palabra,y reconocer el parentesco morfológico con la palabra moneda, presente en el poema. Sin embargo, lasegmentación no permite en este caso dilucidar el significado moderno. Moneta es el epíteto con que senombraba a la diosa Juno, dándole el significado de “diosa que advierte”, o “la que hace recordar”. Alrespecto, confirma Grimal:“Juno es la diosa romana asimilada a Hera. En su origen, y en la tradiciónromana, personifica el ciclo lunar y figura en la Tríada que fue honrada primeroen el Quirinal y luego en el Capitolio, y que comprendía a Júpiter, Juno yMinerva. Pero, además, tenía otros santuarios particularmente bajo el epíteto deMoneta, es decir, la “diosa que advierte”, o “la que hace recordar”, recibiendoun culto en la Ciudadela, el Arx (la cima nordeste del Capitolio). A Juno Monetase atribuye la salvación de Roma cuando la invasión gala de 390 antes deJesucristo. Los gansos que se criaban en el recinto de su santuario dieron la vozde alerta y permitieron a Manlio Capitolino salvar la colina y rechazar a tiempoal enemigo” (Grimal: 298)Otras palabras de la misma familia léxica son las latinas: admoneo, moneta, monitio, monitum,praemoneo, que tienen su correlato en español en: amonestar, amonestación, moneda, monición, monitor,premonición, entre otras. Todas aparecen en el LAR bajo la proto-raíz –mon.ConclusiónEn conclusión, se ha observado cómo el conocimiento de la segmentación morfológica, desde laperspectiva histórica, permite rastrear significados; a su vez, valorar los significados perimidos y,finalmente, comprobar cómo pueden actualizarse en la interpretación.El cúmulo de interrogantes que genera la posibilidad del uso de los conocimientos de la gramáticahistórica aplicados a la segmentación morfológica, y la repercusión en la semántica podría serinabarcable. Aquí solo planteamos algunas dudas, que surgen dentro del proceso de trabajo: ¿Cuánto de lasemántica latina tienen las palabras del español? ¿Rememoran otras lenguas romances los significados?¿Es posible determinar exactamente el límite entre el estudio diacrónico y sincrónico de la morfología?Bibliografía básicaHALL PASTTE, B. (1997): La semántica composicional y la creatividad lingüística inEstudios de Lingüística Formal. México: El Colegio de México.LACUESTA y BUSTOS, La derivación nominal en Bosque, I. y V. Demonte (dirs.).(2000): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe. RealAcademia Española. Colección Nebrija y Bello.4


Anales del Instituto de Profesores “Artigas”, Año 2009. Segunda Época, Nº3, pp. 113-121Diccionarios consultadosCOROMINAS, J. (1980): Diccionario crítico-etimológico castellano e hispánico.Madrid: Gredos.ERNOUT, A. y Meillet, A. (1951): Dictionnaire étymologique de la langue latine.Paris: Klincksieck.GRIMAL, P. (2005): Diccionario de mitología griega y romana. Buenos Aires: Paidós.R.A.E. (2001): Diccionario de la lengua española (Tomo I y II) Vigésima segundaedición. Buenos Aires: Espasa Calpe.Oxford University Press (1968): Latin Dictionary. London: Ely House.Textos citadosBORGES, J. L. (1994): Obras completas. Buenos Aires, Emecé.5

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