25 - Contexto de Durango

LUNES 25 DE FEBRERO DE 2013El Papa da su últimabendición dominicalEL UNIVERSALJorge Gutiérrez, corresponsalCIUDAD DEL VATICANO, ROMAAnte unos cien mil fieles provenientes detodo el mundo, que llenaron la plaza de SanPedro y parte de la a vía de la Conciliación, unBenedicto XVI sereno y contento celebró elúltimo Ángelus de su pontificado, durante elcual explicó que su inminente renuncia, el 28de febrero, no “significa abandonar la Iglesia”.Desde el balcón de sus habitaciones y aclamadopor una multitud emocionada, con vozfuerte el Papa inició el Ángelus citando elEvangelio de la transfiguración, sufrida porCristo mientras oraba, la cual, dijo, nos enseñael principio de la oración “sin la cual todo elempeño del apostolado y de la caridad sereduce a activismo”.Hablando tranquilamente, Benedicto XVIdijo que “la oración no es aislarse del mundo yde sus contradicciones, como en el monteTabor hubiera querido hacer Pedro, pues laoración reconduce al camino, a la acción (...) Lavida cristiana consiste en un continuo subir ala montaña para encontrarse con Dios, paradespués descender llevando el amor y lafuerza con el fin de servir a nuestros hermanosy hermanas con el mismo amor deDios”.“Esta palabra de Dios la siento particularmentedirigida a mí en este momento de mivida, en el que el Señor me llama a subir elmonte para dedicarme, con mayor intensidad,a la plegaria y a la meditación”, precisó elPontífice, para quien esta nueva manera dededicar su vida al creador “no significa abandonarla iglesia, porque si Dios me pide esto esjustamente para que pueda continuar sirviéndolacon la misma dedicación y el mismo amorcon el que lo he hecho hasta ahora, pero deuna manera más adecuada a mi edad y a misfuerzas”, expresó con énfasis al final de su últimoÁngelus aludiendo a los motivos de surenuncia.Antes de invocar la intercesión de la VirgenMaría, frase con la que el Papa cerró su alocución,los presentes en la plaza de San Pedro sevolcaron en un estruendoso y largo aplausoque no logró opacar los gritos de “Viva elPapa”, “Te queremos Benedicto”; “Nos harásmuchas falta”. Sabedores del momento quevivían, muchos grabaron las palabras del Papacon sus celulares.Jóvenes, familias con niños, ancianos, gruposparroquiales y movimientos eclesiásticosesperaron con paciencia durante dos o treshoras al Papa, cuyo mensaje no duró más de10 minutos, como marca la tradición. Elvocero vaticano, Federico Lombardi, estimó en100 mil personas los asistentes al rezo.Entre la gente que acudió al último Ángelusde Benedicto XVI estaba un grupo voluntariosde latinoamericanos miembros de laAsociación Nacional de los Carabineros deRoma, cuyo jefe, el ecuatoriano Enrique Lucas,dijo a EL UNIVERSAL que “participar en esteÁngelus de despedida del Papa tiene un significadoimportantísimo para nosotros por sercatólicos y venir de países católicos. Dimosnuestra disponibilidad para demostrar que laiglesia está sobre todas las cosas”. Para el tambiénecuatoriano Johnny Martillo, el significadode estar en San Pedro “es enorme porquequizá es la última vez que veamos al Papa”.Poco después del Ángelus, el Papa pidió a suscasi tres millones de seguidores en Twitter:“En este momento particular, os ruego querecéis por mí y por la Iglesia, confiando comosiempre en la Providencia de Dios”. Las cuentasligadas a @pontifex permanecerán suspendidastodo el periodo de la sede vacante.Es decir desde las 20:00 horas del 28 defebrero, cuando entre en vigor de la renunciadel líder católico.LOCALWWW.CONTEXTODEDURANGO.COM.MX11