No. 45 · Lunes 06 de oct 2003 - Publicaciones - Universidad Juárez ...

6 • SEMANARIOPor lo regular, al hablar de comunicación se presenta unaconstante denigración respectoa la funcionalidad de estamultidisciplinaria carrera.Tal es el caso, que la mayoría delas personas ajenas al estudio de lacomunicación, bajo un prototipo enfocadoexclusivamente a los medios,han predispuesto una somera aparienciade lo que realmente significala carrera de comunicación, sin imaginarselos logros que puede alcanzar.Esta forma de pensar, que en unprincipio encuentra como principalresponsable el esquema cerrado ypoco analítico que produce la antiguaidea referente a la aportaciónsocial que tienen las ciencias sociales,ha provocado la insuficienteapertura, tan faltante para que lacomunicación como objeto de estudioencuentre un espacio dentro deeste mundo que la creó, la utiliza adiario, la necesita y la busca, perono ha sabido reconocerla.Y es que, aunque pareciera una tareafácil, la realidad radica en que sontodos los involucrados en la realidadde la comunicación como materia,los primeros interesados en desarrollarlos campos tan débiles que se hanmanejado hasta la actualidad; desdelos grandes eruditos en comunicacióncon sus investigaciones hasta losestudiantes en el aula.Sin embargo, en el panorama actual,¿cuántos de los estudiantes decomunicación sueñan con ser estrellasde televisión y cantantes?, ¿cuántasveces quienes estudian la carrerano pasan de criticar únicamente aOPINIONComunicología,UN RETO SOCIAL PARA EL DESARROLLOA LAS PUERTAS DE UN NUEVO SIGLO.Letzayde MedinaBig brother? o ¿cuántos doctores decomunicación existen en el país?Por desgracia, los datos revelanque inclusive los estudiantes que sueñancon ser artistas no logran el títuloo quienes lo consiguen persiguen,meramente, alcanzar una licenciaturasin pena ni gloria debidoa que se piensa que es la carrera cuyotrayecto académico es más fácil.Por tal razón, aunque parecieraexagerado, las cifras demuestran queMéxico tiene en su actualidad másde un cincuenta por ciento de poblaciónjoven universitaria, de loscuales una cantidad minoritaria se haocupado de las carreras relacionadascon las ciencias puras o la tecnología,en contraste obviamente con losinvolucrados en el estudio de lasciencias sociales; esto que bien podríaser preocupante desde un puntode vista incipiente del contextoeconómico, trae consigo otras preocupacionesde mayor relevancia; talcomo si quienes estudian humanidadeso sociales, están certeros de susaportaciones, si se ha logrado evolucionarestructuralmente y las característicasde su funcionalidad o sihan logrado dar un razón de existiren la sociedad, es decir lo preocupantees la calidad no la cantidad.De esta manera, la cuestión noradica preocupantemente en cuántosestudiantes se encuentran cursandola carrera, ni cuántos maestroso doctores en comunicación lograronllegar a esos grados de estudio,se trata de los logros que todos, ensu conjunto, conciben para avanzara la par de las nuevas tecnologías,metodologías y retos que implica laentrada al nuevo siglo.No es posible que la globalizacióntoque exclusivamente a la puerta delos campos laborales de la informática,la ingeniería o la medicina, comodejando a la comunicación en el letargo.De cierta forma la sociedad esquien ha propiciado ese pensamiento,¿qué acaso no ha sido la comunicaciónun fenómeno inherente alhombre desde antes de la invencióndel fuego?, ¿qué no fue un fenómenode comunicación lo que originóel desarrollo de las grandes civilizaciones?,¿qué no es el hecho de usarun lenguaje articulado lo que nos diferenciade los propios animales? Sihay razón de todo esto, entonces¿por qué aún no se le ha dado un lugara la comunicación como una cienciadigna de estudio y respetableaportación social?Por desgracia, es en estas preguntasdonde la lucha se prolonga,un conflicto de pensamientosexistenciales, un choque que comienzainclusive desde que un jovende preparatoria se propone qué carreraestudiar.Así aunque no parezca, la comunicaciónexiste; en la UniversidadVeracruzana doctores en comunicación,de la talla de Jesús Galindo, handenominado a su infante ciencia deestudio: comunicología, aún es muypequeña y los retos que debe enfrentarocupa años de investigacióny esfuerzo tanto para quienes se dicenllamar expertos en la materiacomo para los estudiantes que pretendemosser licenciados en comunicación.De esta manera, el trabajo estápresente, hay que comenzar desdehoy, no es posible que el desarrollode la comunicación esté únicamenteen manos de la incertidumbre, las diversasramas de las ciencias sociales,Psicología, Antropología, Historia) yel poco decoro hacia la carrera, puescomo dirían por allí: si todas las cosasfueran fáciles cualquiera las haría.La comunicación por lo tanto, sise enfrenta a los retos del presente,puede augurar un mejor futuro, sinembargo recae en quienes se interesenen estudiarla como carrera unaférrea responsabilidad comparable ala de un médico al operar un pacienteo a la de ingeniero al construir casas,ya que es la comunicación la clavedel desarrollo de las redes quemarcará a la amplia gama de panoramasdel siglo que se inicia.Lethzayde_1@yahoo.comDesde esta perspectiva, haypueblos y naciones del Islam,del África Negra y del SudesteAsiático, que aún yacen postradasen su largo y profundo letargo en ellecho empolvado de la Edad Antigua;de esas mismas regiones, varios otrosse hallan en el standby de alguna EdadMedia; la América Ibérica, la Cuencadel Caribe y el Mundo Indostaní, literalmentea penas intentan cruzarlos umbrales de la Edad Moderna; entanto que Europa, la América Nórdica,Australia, Nueva Zelanda y losIv Dragones del Lejano Oriente: Japón,Corea del Sur, Taiwán y Singapur,miran de frente al Sol en ese Ocaso serenoal que muy bien podría denominarsela Edad Postmoderna.Se antoja necesaria una revisión a estadivisión de la historia; aunque tal vez loúnico que realmente haría falta, seríadarle unas cuántas precisiones pertinentes.Correo electrónico: universitario@ujat.mxANTROPOLOGÍA CONTEMPORÁNEAHuellas en la rocaA través del espacioRafael Domínguez Hernández / certus@terra.comMas lo importante del asunto no esdeterminar en qué Era estamos viviendo;sino antes bien rescatar larealidad innegable de que todos loshombres somos beneficiarios de esarica herencia ancestral cuyos orígenesse pierden en la oscuridad de lanoche del tiempo, y que ha sobrevividoa todo tipo de vicisitudes, de esaherencia forjada a base de coraje yvalor para lanzarnos en pos de otroshorizontes, mundos, soles…, de esavaliosa herencia que es la historia delhombre…(Continuación)En el Verano de 1977, con días dediferencia, la NASA envió a la vastasoledad del espacio dos minúsculassondas que, en consideración deldestino que les aguardaba, curiosareminiscencia del sino eterno delhombre, fueron llamadas Viajeros(Voyager I y Ii).Éstas son al presente los objetoscreados por la mano del hombre quemás lejos han llegado de nuestro SolInvictus; llevando en su interior algunostestimonios y vestigios denuestra existencia: un disco de vinilocon sonidos de la tierra (la voz deunas ballenas, y el místico cantar deuna mujer indígena), imágenes fotográficasde maravillas propias denuestro paraíso terrenal, que ilustrancomo somos, e inventos construidospor la mano del hombre.Estas pequeñas naves hoy surcan elespacio a la busca de hallar algo, o aalguien en un más allá, donde fueronenviadas con el expreso fin de ser detectadospor otra civilización perdidaen un rincón del universo, y asíentablar alguna forma de contactocon ella.De concretarse esto, significaría unagran conquista del hombre como especie,y un nuevo triunfo más del espírituhumano; que ha desafiado altiempo y al espacio en su insaciablesed de hallar a quién gritar blandiendoen alto sus manos:“¡Oigan! ¡Aquí estamos…!”Página web: http://www.ujat.mx/publicaciones/universitario/