Los Pentecostales en Medellín - Prolades.com

7Según Berger 5 , una pregunta latente desde el ensayo de Max Weber sobre la éticaprotestante y el surgimiento del capitalismo ha sido la que se refiere al papel que losfactores culturales juegan en el desarrollo económico. Su tesis afirma que existiríanciertos patrones culturales o grupos culturales que harían más fácil el desempeño delcapitalismo y por consiguiente, el logro del progreso económico. Peter Berger y DavidMartin reaniman la pregunta de Weber. Martin se ocupa del pentecostalismo en sutercera oleada y se pregunta: ¿Es funcional al enraizamiento del capitalismo enLatinoamérica, el crecimiento experimentado por el pentecostalismo? ¿Qué impactotiene el evangelismo en la conducta económica de las personas? ¿Cabe esperar delos pentecostales una mayor movilidad social?La idea de Lalive D’Epinay (también citado en Fontaine), es que al desmoronarse elsistema social familista y paternalista, surge una comunidad pentecostal. Ésta llena ungran vacío, permitiendo al individuo integrarse a un grupo; pero al mismo tiempo seorganiza a imagen del antiguo modelo. En palabras de Lalive D’Epinay, si elpentecostalismo desenajena al individuo en un principio, puesto que le permite superarsu desarraigo y su soledad, ofreciéndole la entrada en un grupo organizado yprotector, la comunidad pentecostal se enajena a sí misma y en un segundo paso reenajenaa sus miembros, puesto que ella quiere ser ajena al mundo y hace así a susfieles realmente ajenos a la sociedad.El pentecostalismo “enseña la huelga sociopolítica pasiva, limitada por el mandamientode la sumisión a las autoridades [...] se comporta como el heredero de las estructurasdel pasado, más que como el precursor de la sociedad emergente. Es, pues, unafuerza del orden, conservadora, más que un elemento de progreso, de cambio”.El autor en cuestión, indica también que en materia económica la elección por elpentecostalismo no es el éxito material, sino el éxito en el anuncio del mensaje y de laregeneración moral 6 .Tampoco cree este autor que la abstención del consumo por parte de los evangélicosles permita ahorrar; declara que, en su opinión, no hay estudios que permitan apreciarun efecto de movilidad social. El evangelismo representa un amparo, un refugio quepermite la fuga del mundo, “una fuga ascética del mundo” citando a Weber, enoposición al ascetismo intramundano de la tradición calvinista. Para Marx, la religiónevangélica sería una forma de alienación, un “opio del pueblo”.Martin por su parte, cree que los templos evangélicos están moldeando individuos concierto sentido de su propia personalidad y con capacidad de elegir, que probablementeestán aptos para una reforma capitalista del desarrollo. Encuentra viva la éticaprotestante en los evangélicos. En su opinión, es evidente que el pentecostalismocomo otras formas del evangelismo, habilita a muchos de sus seguidores para lograr5 BERGER, Peter. The Capitalist Revolution. New York: Basic Books, 1986. Citado en: FONTAINE T, Op. cit.,p.5.6 Ibid, p. 9.