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TESIS: La Jerga Hamponil en el Español de la CaracasActual. Parte 2Gabriel Hernández/Belkis Lozano2. ANTECEDENTES Salillas, Rafael. 1896.El lenguaje es un libro en el que Rafael Salillas muestra un concepto sobre la jerga y establecesu formación como un fenómeno general en casi todas las sociedades y en casi todas laslenguas. Explica que sin individuos de determinadas condiciones no se concibe la formación dela misma, y sin la formación de la sociedad no se concibe la formación del lenguaje. Señala,además, que estas "sociedades" donde se maneja la jerga difieren en muchos aspectos de lasociedad común y corriente, particularmente en el manejo del lenguaje, el cual se acomoda alestilo de vida de la sociedad. Es por ello que existen distintos tipos de argot, ya que cada unode ellos pertenece a un estilo de vida diferente en el que cada uno se comunica de maneradistinta.El lenguaje nos va a permitir señalar el concepto de la jerga hamponil, de qué se nutre paraexistir a lo largo de los años, sus atributos y la relación que tiene con la sociedad, con la gentecomún.Salillas (1896:9) define a la jerga como un "fenómeno general en casi todas las sociedades yen casi todas las lenguas, de una sociedad que difiere de la común". Plantea que la jerga varíacompletamente el léxico de cada país, manteniendo solamente las asonancias generales y lasintaxis, es decir, se nutre del idioma, del lenguaje común de donde se origina, pues necesitade él para poder existir. Muchas de las palabras de la jerga pertenecen al lenguaje delcolectivo, diferenciándose por los significados entre ambos. Salillas, Rafael. 1898.Rafael Salillas en su libro El delincuente español. Hampa: antropología picaresca nos relata lahistoria acerca del origen de la palabra hampa.A través de este libro muestra que el término hampa se refiere a un género de vida queantiguamente tenían en España ciertos hombres pícaros unidos en una especie de sociedad,como la de los gitanos, algunos de los cuales realizaban robos, asesinatos y otros desafueros yempleaban un lenguaje en particular llamado jerigonza o germanía.Salillas hace mención a la jerga en particular que usaban los gitanos para poder comunicarseentre ellos mismos de forma secreta, sin que sus víctimas, ni la policía (los organismos deseguridad que existían en el siglo XV aproximadamente) entendieran.Dentro de este texto, Salillas (1898:2-12) establece las definiciones de germanía y jerigonza.Define la primera como una "jerga picaresca, nacida como todas las jergas del lenguajenacional", y la jerigonza como el "modo de hablar de los gitanos, ladrones y rufianes, para noser entendidos, adaptando las voces comunes a sus conceptos particulares, e introduciendomuchas voluntarias". Aclara, además, que germanía puede ser sinónimo de jerigonza, pero node caló, pues esta última es la jerga utilizada por los gitanos, y a lo largo del texto Salillasdiferencia a la sociedad de los gitanos de la hamponil, por tanto reprocha a los que catalogabana los gitanos como asesinos, señalando esto como falso, ya que, si bien esta sociedadrealizaba robos, no mataba a nadie para desprenderla de sus pertenencias, mientras que losrufianes sí asesinaban.El delincuente español. Hampa: antropología picaresca nos va a permitir comprender yestablecer un concepto de la palabra hampa, al señalar y explicar la historia que sufrió estetérmino desde sus orígenes en España con los gitanos hasta el concepto que hoy en díaconocemos. Canestri, Francisco. 1965.

llaman al compañero de grupo? ¿Cómo llaman a la persona que nunca ha consumido drogas?¿Cómo se llama al acto físico de eliminar a una persona?, entre otras. Rosenblat, Ángel. 1982.Buenas y malas palabras de Ángel Rosenblat trata sobre el castellano que se habla enVenezuela. En este libro, Rosenblat le dedica unas páginas al argot del delincuente, en las quenos muestra un poco la historia de la jerga hamponil en la ciudad de Caracas, es decir, cómose fue formando este lenguaje tan hermético y secreto empleado por los hampones paracomunicarse entre sí sin ser entendidos por personas ajenas al grupo. Además, da muestrasde un gran número de voces y de sus significados para que los lectores tengan una idea de lostérminos que empleaban los delincuentes en la ciudad de Caracas en los años 80. Son ejemplode estas voces las palabras "cuero" que significa cartera y "zona" que significa peligro.Estas páginas de Buenas y malas palabras nos ayudan a conocer no sólo el concepto de lapalabra jerga y argot, sino también la historia del lenguaje hamponil en la ciudad de Caracas,ya que Ángel Rosenblat nos muestra cómo y por qué se origina esa jerga secreta empleada porun grupo de personas dedicadas a actividades delictivas. Tejera, María Josefina. 1993.Un minuto con nuestro idioma, de María Josefina Tejera, nos muestra una pequeña referenciasobre la historia de la jerga hamponil y del argot delictivo en Venezuela. En él también seseñalan los distintos procedimientos de formación jergal entre las que se encuentran: laadaptación de palabras extranjeras, el truncamiento, la derivación, la inversión silábica, lametáfora y la metonimia, y las asociaciones fonéticas. Este libro ayudará en nuestrainvestigación a señalar los procedimientos que contribuyen a la constitución de este argot y almantenimiento de su carácter hermético y de confidencialidad. Sanmartín Sáez, Julia. 1998.Julia Sanmartín Sáez realiza una investigación sobre el argot de la delincuencia en una de lasprisiones de la ciudad de Valencia, España. Su trabajo denominado Lenguaje y culturamarginal. El argot de la delincuencia es un libro en el que podemos observar claramente elcontacto que tiene la jerga hamponil con la coloquial, su evolución por el uso y desuso de laspalabras, y finalmente cómo se van integrando términos de la lengua común a la delictiva, yviceversa.Julia Sanmartín Sáez ofrece ejemplos de esas voces que emplean los hampones. Nosmuestra, además, los diferentes campos léxico-semánticos que existen en la jerga hamponilespañola y las diferencias que hay entre cada uno de ellos. Entre los campos semánticos queSanmartín señala están: droga, prostitución, muerte, organismos de seguridad, entre otros.Otra de las cosas que explica Julia Sanmartín Sáez es el cambio semántico en la jergadelictiva. Señala, además, la influencia que tienen sobre el argot delictivo los préstamos deanglicismos, de galicismos y de otras jergas, indicando que no todas las voces de la jergahamponil española tienen su origen dentro de la misma lengua delictiva sino que tambiénprovienen de otras lenguas. Así mismo, nos indica las posibles diferencias que pueden existirentre la jerga hamponil según el género, la repercusión de la edad, la actitud lingüística y laubicación espacial. Sin embargo, de estas variables extralingüísticas estudiadas, el estudio deSanmartín refleja diferencias sólo en el parámetro de la edad. Por ejemplo, un hampón de unaedad bastante avanzada empleaba términos que actualmente están en desuso o son muypocas las veces que son usadas por los delincuentes más jóvenes y viceversa.Lenguaje y cultura marginal. El argot de la delincuencia es un trabajo que nos muestra lamanera de comunicarse entre los hampones y la cultura de la prisión en la ciudad de Valencia,España; delimita y muestra el funcionamiento del argot, los campos semánticos y los cambios alos cuales han sido expuestas las voces delictivas, y las relaciones y las conexiones queexisten entre la jerga hamponil y los demás lenguajes como el común, el juvenil, etc. JuliaSanmartín Sáez realiza una investigación bastante compleja del lenguaje y la cultura deldelincuente, un estudio sociolingüístico para entender mejor ese mundo hamponil y así conoceresa cultura marginal y el porqué se comunican de la manera en que lo hacen, es decir, secreta.Este trabajo sirve de modelo no sólo para conocer cuáles son los campos semánticos delmundo delictivo (droga, muerte, mercancía, etc.) y las diferencias existentes, sino también paraidentificar cuáles son las preguntas claves que se les debe realizar a los hampones para

obtener voces de su jerga. Igualmente, nos permite establecer las conexiones existentes entrela lengua común y la jerga hamponil. Moreno Fernández, Francisco. 1999.Francisco Moreno Fernández, en su artículo "Lenguas de especialidad y variación lingüística",nos señala un concepto bastante extenso de las lenguas especiales o jergas, y cómo éstassufren, al igual que la lengua común, variaciones ya sea por el uso o desuso de los términos opor los factores lingüísticos y extralingüísticos. A través de su artículo nos va mostrando que elhablante puede emplear formas distintas para decir lo mismo, y a la vez encontrar lasvariaciones en todos los niveles de la lengua, es decir, desde lo fonético-fonológico hasta eldiscurso, la gramática y el léxico. Además, establece que los lenguajes de especialidad ojergas son un conjunto de caracteres lingüísticos de un grupo determinado de hablantes,dedicados a un oficio específico y que se pueden clasificar como: lenguaje profesional,lenguajes de determinados grupos sociales, conjunto de palabras de muy diverso origen y ellenguaje del hampa. Este último es el que más variaciones sufre a lo largo del tiempo debido aque es una jerga considerada secreta y al ser difundida por los medios de comunicación, o alser usadas en la lengua común, pierde su hermetismo y su carácter de confidencialidad, ya quelas personas ajenas al grupo delictivo empiezan a conocer los significados, y es por ello quecomienzan a aparecer nuevas voces, para mantener su hermetismo y confidencialidad.Moreno Fernández además señala que las jergas o lenguajes de especialidad son una formade marcar la pertenencia a un grupo determinado de hablantes, pues cada una de ellas poseetérminos que no se emplean en las otras jergas, y si se emplean, poseen significadostotalmente distintos. Es por ello que existen diferentes tipos de jergas dependiendo del grupo alque se pertenezca, como por ejemplo: la jerga científica difiere de la hamponil, no sólo portratarse de dos grupos sociales disímiles, sino también porque la primera se trata de unlenguaje técnico por naturaleza que tiene como consecuencia el hermetismo, mientras que lasegunda busca un lenguaje técnico que permita la confidencialidad. Sin embargo, a pesar deexistir muchos tipos de jerga cuyas voces son empleadas sólo por miembros de un mismogrupo, todas poseen características similares tales como: las jergas son un instrumento decomunicación formal y funcional entre especialistas o miembros de un mismo grupo; laslenguas especiales usan la gramática de la lengua común; son usados en contextos formales;subordinan lo estético y lo expresivo a lo objetivo y a la eficacia comunicativa; y por últimoconceden un lugar al discurso escrito.Moreno Fernández señala que los criterios para saber si una voz es jergal o no, son lossiguientes:1. Aquéllas que pertenecen a la competencia de los especialistas en un ámbitoespecífico;2. Aquéllas que pertenecen a la competencia de los especialistas y a la competenciapasiva de los demás hablantes;3. Aquéllas que son utilizadas en la lengua general y en la de especialidad, pero conacepciones funcionalmente bien diferenciadas; y4. Aquéllas que forman parte de la competencia de los especialistas y de los noespecialistas, aunque su uso es más frecuente en el campo de los primeros."Lenguas de especialidad y variación lingüística" es un artículo que nos presenta un criteriopara poder diferenciar las palabras pertenecientes a la jerga hamponil de aquéllas que no loson.2.1 Conceptos relevantes para el estudio de la jerga hamponilEl género de vida que mantienen los hampones, signado por actos delictivos de diversa índole,como robos y asesinatos, los obliga a crear una jerga de carácter confidencial, que mantengadespistados a los organismos de seguridad y víctimas a la hora de comunicarse entre ellos.Rafael Salillas en su libro El delincuente español. Hampa: Antropología picaresca señala queen sus orígenes, el hampa era una sociedad picaresca, semejante a la de los gitanos yfomentada en Andalucía principalmente y organizada para la práctica del delito. Este grupo depersonas que pertenecían al hampa empleaban un lenguaje especial llamado jeringonza ogermanía.

Salillas señala que la germanía tiene su origen en el hampa, en esa sociedad picaresca, por lanecesidad que tenían de no ser entendidos por los organismos de seguridad para no seratrapados. Explica, además, que entre la sociedad y su lenguaje existe una relación deintimidad caracterizada por peculiaridades sociológicas, psicológicas y filológicas. "Por ser lasociedad en parte diferente a la sociedad común, tiene un lenguaje en parte distinto, y poracomodarse ese lenguaje al juego de una vida, contiene expresiones, modalidades y atributosde esa vida"[1].La jerga hamponil va íntimamente relacionada con el lenguaje común porque se nutre de él, esdecir, que las jergas sin importar que sean científicas, hamponiles, deportivas, etc., necesita dellenguaje empleado por la sociedad común para poder existir, debido a que la gran mayoría delas palabras que se emplean en las jergas pertenecen al lenguaje del colectivo, con ladiferencia de que los significados cambian. Salillas (1896:15) en su libro El Lenguaje señalaque el atributo más importante de las jergas es que éstas "se alimentan de un organismolingüístico determinado, para nutrir su propio organismo"Las jergas o lenguajes de especialidad son actualmente definidas como un conjunto decaracteres lingüísticos específicos de un grupo de hablantes dedicados a una actividaddeterminada. Existen diversos tipos de jerga tales como: la médica, la empresarial, la jurídica,la militar, entre otras. Sin embargo, la jerga hamponil es una de las que más hermetismo poseedebido a que es considerada una "lengua secreta" porque su función es la de impedir queorganismos de seguridad y víctimas entiendan lo que ese pequeño grupo de hablantes, quepertenecen al mundo delictivo, quiere decir. "Esta jerga se caracteriza por una gran capacidadde cambio ya que, a medida que sus términos se hacen más comprensibles, aparecen nuevasvoces que sustituyen a las que empiezan a ser develadas."[2]Esa aparición de nuevas voces que ocurre en la jerga hamponil como en otras jergas, noocurre por simple azar, sino por diversos procedimientos de formación jergal que MaríaJosefina Tejera explica con detenimiento en su libro Un minuto con nuestro idioma. Tejeraseñala que existen 7 procedimientos que son: 1) Adaptación de palabras extranjeras; 2)Truncamiento o eliminación de una sílaba en una palabra; 3) Derivación o añadidura de sufijos(en el caso de la jerga hamponil, la mayoría de las veces se agregan diminutivos); 4) Inversiónsilábica, donde se invierte el orden de las sílabas de una palabra; 5) Metáfora o lenguajefigurado; 6) Metonimia, tropo o figura retórica que alude, como su etimología lo indica, a latranslación de un nombre o translación de una denominación, es decir al sentido translaticio; ypor último, 7) Asociaciones fonéticas o elaboración de una relación de semejanza por lossonidos de las palabras. Todos estos procedimientos permiten identificar cada una de las voceshamponiles, tanto las ya existentes como las nuevas que vayan apareciendo.La identificación de estas voces y de las que van surgiendo, instituye el deseo de ver alrededorde ellas una red de asociaciones que las delimite. Eugenio Coseriu (1977:135) en su libroPrincipios de Semántica Estructural señala que un campo semántico es un conjunto delexemas unidos por un valor léxico común, que a su vez se subdividen en valores másdeterminados, oponiéndose entre sí por diferencias mínimas de contenido. Coseriu permiteconocer los caracteres generales de los campos semánticos, es decir, aquellas característicasque ayudan a reconocer y clasificar cada una de las palabras del argot delictivo según elcampo semántico al cual pertenezca. Entre los campos semánticos que pertenecen a la jergahamponil tenemos: droga, armas, organismos de seguridad, muerte, entre otros.La jerga hamponil es muy rica en palabras, y gran parte de estas voces posee un significadodistinto del lenguaje común. David Crystal en su Diccionario de Lingüística y Fonética (2000:502) señala que la semántica es una de las principales ramas de la lingüística, dedicada alestudio del significado del lenguaje. Este estudio se enmarca, entonces, en el nivel léxicosemántico,ya que uno de nuestros objetivos es el estudio del significado que posee cada unade las voces hamponiles, así como también la confirmación de aquellos aspectos delsignificado, que por factores situacionales y por el lenguaje figurado, rompe con los conceptosconvencionales. Además, se deben tener en cuenta los cambios semánticos que sufren lasvoces empleadas en la jerga hamponil, porque, como se mencionó con anterioridad, el argot dela delincuencia tiende a cambiar constantemente tanto los términos como los significados.La jerga, al ser un organismo que se nutre de la lengua, como ya lo mencionamosanteriormente, se caracteriza igualmente por ser variable y manifestarse de modo variable.Esta variación se debe a varios factores, entre los que tenemos los extralingüísticos, tales

como los geográficos, los históricos o contextuales. Julio Casares, en su libro Introducción a laLexicografía Moderna (1992) señala que la lexicología, a diferencia de la lexicografía, se ocupade estudiar el origen, la forma y el significado de las palabras desde un punto de vista general,científico y también puede abordarse desde el punto de vista de la variación léxica segúncriterios geográficos, históricos o sociales. Esto permite realizar un estudio sobre las voces dela jerga hamponil, es decir, estudiar los procedimientos que permitieron la formación de cadauna de ellas, como el tipo de palabra al cual pertenece, su significado, su clasificación porcampos semánticos y su relación con el lenguaje coloquial.La lexicología y la lexicografía son ramas de la lingüística interdependientes. Esta relación deinterdependencia la vemos reflejada en esta investigación, al recolectar las voces hamponiles yestudiar su significado para corroborar si son empleadas en el universo delictivo y en otrasjergas, y saber si los conceptos son los mismos tanto en el lenguaje común como en el de loshampones, y si es así, comprobar si se trata de la misma voz.[1] Cf. Salillas, Rafael. 1896:11.[2] Cf. Moreno Fernández. 1999:4.