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corte suprema de justicia sala de casación civil - Camacol

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CORTE SUPREMA DE JUSTICIASALA DE CASACIÓN CIVILBogotá, D. C., cinco (5) <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> dos mil nueve (2009).Magistrado PonenteJAIME ALBERTO ARRUBLA PAUCARReferencia: Expediente C-0800131030061993-08770-01Se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> el recurso <strong>de</strong> <strong>casación</strong> que se interpuso, respecto <strong>de</strong> la sentencia <strong>de</strong> 9 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2004,proferida por el Tribunal Superior <strong>de</strong>l Distrito Judicial <strong>de</strong> Barranquilla, Sala Civil-Familia, en el procesoordinario <strong>de</strong> ROSA ANTONIA CORAL ERAZO y otros contra las socieda<strong>de</strong>s CONSORCIO TÉCNICO DECONSTRUCCIONES S. A., CONTECO, y CONSTRUCCIONES DEL CARIBE S. A.ANTECEDENTES1.- La citada <strong>de</strong>mandante, en conjunto con EDUARDO CRUMP LAFAURIE, CLAUDIA SCHNURBUSCHGALLARDO y el EDIFICIO BOULEVARD PLAZA, solicitaron que las <strong>de</strong>mandadas fueran <strong>de</strong>claradas<strong>civil</strong>mente responsables <strong>de</strong> los daños causados en los inmuebles <strong>de</strong> su propiedad y que como consecuenciase les con<strong>de</strong>nara a pagar las sumas que invirtieron o que tuvieren que sufragar para repararlos, el valor <strong>de</strong> su<strong>de</strong>preciación, el precio <strong>de</strong> los muebles afectados, el equivalente al lucro cesante y al daño moral, con losintereses e in<strong>de</strong>xación en lo que corresponda.2.- Las pretensiones se fundamentaron, en síntesis, en que el CONSORCIO TÉCNICO DECONSTRUCCIONES S. A., construyó el EDIFICIO BOULEVARD PLAZA, para la firma CONSTRUCCIONESDEL CARIBE S. A., quien a su vez enajenó a las personas naturales <strong>de</strong>mandantes unos apartamentos ygarajes, ocupados los cuales, inclusive en las áreas comunes, presentaron filtraciones <strong>de</strong> aguas a través <strong>de</strong>las cubiertas y terrazas, <strong>de</strong>bido a “errores” o “<strong>de</strong>fectos <strong>de</strong> construcción”, ocasionando daños, cuyos costos <strong>de</strong>reparación no han sido reembolsados por las socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>mandadas.Específicamente, en el apartamento <strong>de</strong> la recurrente en <strong>casación</strong>, señora ROSA ANTONIA CORAL ERAZO,“goteras permanentes, insuficiencia <strong>de</strong> instalaciones sanitarias y presión <strong>de</strong> agua, rompimiento <strong>de</strong> tuberías,daños en los pisos <strong>de</strong> la azotea”, “<strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> pare<strong>de</strong>s, techos, muebles y costosas alfombras”. A<strong>de</strong>más, haintentado ven<strong>de</strong>r su inmueble, pero las personas interesadas han <strong>de</strong>sistido <strong>de</strong> comprar por los “problemas <strong>de</strong>filtración <strong>de</strong> aguas que pa<strong>de</strong>ce el edificio”.3.- Las socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>mandadas negaron los hechos esenciales y se opusieron a las pretensiones, en lofundamental, por falta <strong>de</strong> legitimación en la causa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>mandantes, pues la hipótesis planteada no lagobernaba el artículo 2060 <strong>de</strong>l Código Civil, aplicable al contrato <strong>de</strong> construcción concertado entre elempresario y el dueño <strong>de</strong> la obra, calidad <strong>de</strong> la cual precisamente aquéllos carecían, así hubieren adquirido<strong>de</strong>spués algunos bienes sujetos al régimen <strong>de</strong> propiedad horizontal.4.- El Juzgado Sexto Civil <strong>de</strong>l Circuito <strong>de</strong> Barranquilla, mediante sentencia <strong>de</strong> 7 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2002, <strong>de</strong>clarófundada la excepción en comento y agregó que la acción que procedía era la redhibitoria o la <strong>de</strong> reducciónproporcional <strong>de</strong>l precio.LA SENTENCIA IMPUGNADA1.- En lo pertinente, el Tribunal, al resolver el recurso <strong>de</strong> apelación que interpusieron los <strong>de</strong>mandantes, <strong>de</strong>jósentada la existencia <strong>de</strong> dos relaciones diferentes, una <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong>l contrato <strong>de</strong> construcción entre elCONSORCIO TÉCNICO DE CONSTRUCCIONES S. A., CONTECO, y la sociedad CONSTRUCIONES DELCARIBE S. A., y la otra, surgida <strong>de</strong> los contratos <strong>de</strong> compraventa celebrados entre esta última, comoven<strong>de</strong>dor, y los <strong>de</strong>mandantes compradores.2.- Interpretando que en el caso se había ejercido una pretensión contractual, por la referencia expresa que sehizo <strong>de</strong>l artículo 2060 <strong>de</strong>l Código Civil, el sentenciador consi<strong>de</strong>ró que si bien era “más a<strong>de</strong>cuado ensanchar” lacobertura <strong>de</strong>l ordinal 3º <strong>de</strong> esa disposición, para conce<strong>de</strong>r la acción a los adquirentes posteriores afectadoscon los vicios <strong>de</strong> la construcción, <strong>de</strong>sechó tal posibilidad, porque a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> regular dicho precepto lasrelaciones entre “empresario constructor” y el “dueño” <strong>de</strong> la obra, bajo la modalidad <strong>de</strong> precio “único prefijado”,los jueces estaban sujetos al imperio <strong>de</strong> la ley, sin que pudiera servir para <strong>de</strong>sconocerla el criterio aceptado alrespecto por la doctrina.Agregó que con ese mismo propósito, tampoco se podía acoger el argumento <strong>de</strong> tener a los <strong>de</strong>mandantes


como dueños <strong>de</strong> la obra, en virtud <strong>de</strong> las adquisiciones que hicieron, por haber obtenido su <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> manos<strong>de</strong>l comitente <strong>de</strong> la edificación, para <strong>de</strong>mandar al “empresario constructor”, <strong>de</strong> conformidad con lo previsto enel artículo 928 <strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Comercio, porque esto alteraba o <strong>de</strong>squiciaba la “estructura fáctica y jurídica”sobre la cual se habían montado las pretensiones, en consi<strong>de</strong>ración a que los actores “entrarían actuando encalidad <strong>de</strong> subrogatorios <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las mismas personas <strong>de</strong> las cuales están reclamando la in<strong>de</strong>mnización”.3.- En esas circunstancias, el Tribunal confirmó la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> primer grado en la sentencia que recurrida en<strong>casación</strong> por todos los <strong>de</strong>mandantes, únicamente fue concedido el recurso en favor <strong>de</strong> ROSA ANTONIACORAL ERAZO.LA DEMANDA DE CASACIÓN1.- En el único cargo formulado <strong>de</strong>nuncia la violación directa <strong>de</strong> artículo 2060, ordinal 3º <strong>de</strong>l Código Civil.2.- En su <strong>de</strong>sarrollo, la recurrente sostiene que si bien no existe provi<strong>de</strong>ncia judicial colombiana que encuentreplausible la responsabilidad <strong>de</strong>l empresario constructor, en los casos en que el dueño <strong>de</strong> la obra contrata suejecución para ven<strong>de</strong>rla, frente a los terceros adquirentes que sufren la ruina durante el tiempo <strong>de</strong> la garantía<strong>de</strong>cenal, sí conoce normatividad, jurispru<strong>de</strong>ncia y doctrina foráneas que la admiten.Los Códigos Civiles <strong>de</strong> Francia (artículo 1792, con la modificación introducida en 1978), <strong>de</strong> Italia (artículo1669), <strong>de</strong> Bolivia (artículo 743), confieren la acción, en términos generales, al “adquirente” o al “comitente y asus causahabientes”. En el mismo sentido, el Tribunal Supremo <strong>de</strong> España, a la par con la jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>Francia y <strong>de</strong> Portugal, al <strong>de</strong>cir, con fundamento en el <strong>de</strong>rogado artículo 1591 <strong>de</strong>l Código Civil, que laresponsabilidad se <strong>de</strong>senvolvía al margen <strong>de</strong> todo vínculo contractual, y la jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Puerto Rico, enaplicación <strong>de</strong>l artículo 1483 <strong>de</strong>l Código Civil.Señala, por lo tanto, que la orientación mundial en el punto es ensanchar la responsabilidad contra elempresario constructor en favor <strong>de</strong> los terceros adquirentes o causahabientes <strong>de</strong> quien encargó la obra, comoasí lo reconoce la doctrina patria. De ahí que consi<strong>de</strong>ra propicia la ocasión para que la Corte acepte, <strong>de</strong> unavez por todas, la aplicación <strong>de</strong> la garantía en cuestión al margen <strong>de</strong> una relación contractual, para no <strong>de</strong>jar<strong>de</strong>samparados a quienes adquieren lo edificado, en los casos en que uno es el ven<strong>de</strong>dor y otro el constructor.3.- Solicita, en consecuencia, que se case la sentencia <strong>de</strong>l Tribunal y se acojan las pretensiones.CONSIDERACIONES1.- En consonancia con el Tribunal, ninguna duda cabe sobre que el artículo 2060, ordinal 3º <strong>de</strong>l Código Civil,frente al dueño <strong>de</strong> la obra, regula la responsabilidad directa <strong>de</strong>l constructor, <strong>de</strong>finido en el artículo 4º <strong>de</strong> la Ley400 <strong>de</strong> 1997, como el “profesional, ingeniero <strong>civil</strong> o arquitecto, bajo cuya responsabilidad se a<strong>de</strong>lanta laconstrucción <strong>de</strong> una edificación”, o al tenor <strong>de</strong>l artículo 1º <strong>de</strong> la Ley 1229 <strong>de</strong> 2008, como el “profesional,ingeniero <strong>civil</strong>, arquitecto o constructor en arquitectura o ingeniería, bajo cuya responsabilidad se a<strong>de</strong>lanta unaedificación”. La pregunta que surge es si el tercero adquirente <strong>de</strong> la misma, fundado en la garantía <strong>de</strong>cenal allímismo prevista, pue<strong>de</strong> reclamar <strong>de</strong>l empresario constructor los daños sufridos cuando el edificio “perece oamenaza ruina” como consecuencia <strong>de</strong> los vicios <strong>de</strong> la construcción, <strong>de</strong>l suelo o <strong>de</strong> los materiales.Sin mayores disquisiciones, la respuesta <strong>de</strong>be ser afirmativa, porque aparte <strong>de</strong> que la norma en cuestión,particularmente el ordinal tercero, no hace ninguna distinción, así se entronque, según su encabezado, con los“contratos para la construcción <strong>de</strong> edificios”, se entien<strong>de</strong> que como esa garantía se activa cuando el edificiopereciere o amenazare ruina, en todo o en parte, en los “diez años subsiguientes a su entrega”, causados porlos vicios referidos, la responsabilidad <strong>de</strong>l constructor durante ese lapso sigue siendo la misma, sinconsi<strong>de</strong>ración a las mutaciones <strong>de</strong>l dominio, puesto que, en últimas, por razones <strong>de</strong> seguridad se exige quelos edificios se construyan con la estabilidad, soli<strong>de</strong>z y la firmeza suficientes para evitar su ruina.Por esto, algunas legislaciones atribuyen a los adquirentes o causahabientes <strong>de</strong>l dueño <strong>de</strong> la obra, enprotección <strong>de</strong>l interés que precisamente tienen en la construcción, lo cual trascien<strong>de</strong> a la persona misma <strong>de</strong>lcontratante, una pretensión autónoma contra el empresario constructor, como se hizo ver en el cargopropuesto. Pero que otras no consagren expresamente esa responsabilidad, como la nuestra, no <strong>de</strong>beseguirse que no pueda reclamarse, siempre que se cumplan los requisitos establecidos en la ley para elefecto, mucho más frente a hechos sensibles en la actualidad causados por el auge que ha tenido la actividadconstructora y su comercialización.Así que con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> otras acciones que pueda ejercitar el actual propietario <strong>de</strong>l inmueble contra suven<strong>de</strong>dor, no cabe duda que tanto el dueño <strong>de</strong> la obra como aquél, según sea el caso, pue<strong>de</strong>n beneficiarse <strong>de</strong>la garantía prevista en el artículo 2060, ordinal 3º <strong>de</strong>l Código Civil, cuando el edificio perezca o amenace ruinaen el término <strong>de</strong> diez años siguientes a su entrega, por vicios <strong>de</strong> la construcción, <strong>de</strong>l suelo o <strong>de</strong> los materiales,porque se trata <strong>de</strong> una garantía indisoluble y temporalmente ligada al edificio que no <strong>de</strong>saparece por las


enajenaciones que <strong>de</strong>l mismo o parte <strong>de</strong> él se hagan.Por lo tanto, como la garantía en cuestión pervive, durante cierto tiempo, al edificio, resulta claro que en elcaso <strong>de</strong> ser vendido, esto igualmente involucra, mientras esté vigente, dicha garantía, pues en caso <strong>de</strong>activarse, el enajenante no podría hacerla valer por ausencia <strong>de</strong> interés. Des<strong>de</strong> luego que exteriorizados losvicios en mención, con inci<strong>de</strong>ncia en la estabilidad, soli<strong>de</strong>z y firmeza <strong>de</strong> la edificación, quien sufriría los dañoses el propietario final, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> absurdo sería no permitirle disfrutar <strong>de</strong> esa prerrogativa, pese a ser al únicoque beneficia.En consecuencia, por tratarse <strong>de</strong> una garantía legal, que cobija también los eventuales daños a terceros queno <strong>de</strong>riven ningún <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l dueño <strong>de</strong> la obra, causados por la “ruina <strong>de</strong> una edificación”, pero únicamentecuando provienen <strong>de</strong> un “vicio <strong>de</strong> construcción”, que no <strong>de</strong>l suelo ni <strong>de</strong> los materiales (artículo 2351 <strong>de</strong>lCódigo Civil), <strong>de</strong>be seguirse que siempre que se enajene un edificio o parte <strong>de</strong> él, la garantía en cuestión setransfiere automáticamente, para ser reclamada en el caso <strong>de</strong> que el edificio pereciere o amenazare ruina.No se trata, por supuesto, <strong>de</strong> la transmisión <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho, como el <strong>de</strong> resarcimiento, sujeto a las normas <strong>de</strong>la cesión, porque para hablar <strong>de</strong> tal se requiere que la garantía <strong>de</strong>cenal se haya activado, esto es, que eledificio se hubiere <strong>de</strong>rrumbado o concretado la amenaza <strong>de</strong> ruina, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> si esto no ha ocurrido en manos<strong>de</strong>l contratante o dueño <strong>de</strong> la obra, es <strong>de</strong>cir, antes <strong>de</strong> la enajenación, nada habría que ce<strong>de</strong>r. Tampoco <strong>de</strong> unasubrogación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> éste contra el empresario constructor, como en alguna parte se insinúa,porque en ese evento se necesita, entre otros requisitos, <strong>de</strong> la existencia cierta e indiscutida <strong>de</strong> una obligacióny <strong>de</strong> un tercero que la paga, y esto no es precisamente lo que se predica en el caso.2.- El Tribunal, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, en ninguna parte <strong>de</strong>sconoció la garantía <strong>de</strong>cenal <strong>de</strong>l constructor, establecida enel artículo 2060, ordinal 3º <strong>de</strong>l Código Civil, respecto <strong>de</strong>l edificio construido, contra los vicios, bien <strong>de</strong> laconstrucción, ya <strong>de</strong>l suelo que el empresario o sus <strong>de</strong>pendientes hayan <strong>de</strong>bido conocer en razón <strong>de</strong> su oficio,ora <strong>de</strong> los materiales, siempre que comprometan la estabilidad y la soli<strong>de</strong>z <strong>de</strong> la obra o la afecten poramenaza <strong>de</strong> ruina, en todo o en parte, a tal punto que la hagan impropia para su <strong>de</strong>stino conforme a sunaturaleza.Sin embargo, pese a que reconoció que lo más a<strong>de</strong>cuado era ensanchar el campo <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong>l preceptoen cuestión, restringió su alcance, primero al <strong>de</strong>cir que únicamente regulaba las relaciones entre el“empresario constructor” y el “dueño <strong>de</strong> la obra”, y no las <strong>de</strong> aquél con los terceros adquirentes. Luego, alsostener que <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar a los <strong>de</strong>mandantes como adquirentes <strong>de</strong> la garantía <strong>de</strong>cenal, estarían actuando,en contra <strong>de</strong> la estructura fáctica y jurídica <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda, como subrogatorios <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>scontra las cuales precisamente solicitaron la in<strong>de</strong>mnización.No obstante, las pretensiones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda, por otras razones, no saldrían avante, todo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la órbita<strong>de</strong>l artículo 2060, ordinal 3º <strong>de</strong>l Código Civil, sin <strong>de</strong>sconocer, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, la existencia <strong>de</strong> daños distintos alos regulados en la norma, pues aparte <strong>de</strong> que así lo encausó el Tribunal, el recurrente aceptó que esa era ladisposición que regía el caso, <strong>de</strong> una parte, al no reclamar en <strong>casación</strong> sobre el particular, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> almargen <strong>de</strong>l acierto, esa conclusión se mantiene incólume, y <strong>de</strong> otra, al centrar su atención, en el único cargopropuesto, al alcance <strong>de</strong>l mismo precepto.En efecto, para que tenga lugar la reclamación se requiere, ante todo, como presupuesto para indagar lacausa generadora <strong>de</strong>l daño, que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l término <strong>de</strong> vigencia <strong>de</strong> la garantía <strong>de</strong>cenal se haya producido el<strong>de</strong>splome <strong>de</strong>l edificio o presentado la amenaza <strong>de</strong> ruina total o parcial. De acuerdo con el precepto encomento, la garantía <strong>de</strong>cenal se activa únicamente cuando el “edificio perece o amenaza ruina”.La ruina <strong>de</strong>l edificio, se <strong>de</strong>scarta por completo, porque nada <strong>de</strong> ello refiere la <strong>de</strong>manda. Lo segundoigualmente, pues con relación al apartamento <strong>de</strong> la recurrente en <strong>casación</strong>, se trata <strong>de</strong> daños puntuales alinterior <strong>de</strong>l mismo, que no <strong>de</strong> la edificación, consistentes, en consonancia con el libelo, en “goteraspermanentes, insuficiencia <strong>de</strong> instalaciones sanitarias y presión <strong>de</strong> agua, rompimiento <strong>de</strong> tuberías, daños enlos pisos <strong>de</strong> la azotea”, “<strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> pare<strong>de</strong>s, techos, muebles y costosas alfombras”, los cuales fueronsuperados, como se indicó por GUILLERMO OTERO VIDAL y RICARDO MARTÍNEZ AYALA, entre otrostestigos, cuestión que por si elimina una actual o potencial amenaza <strong>de</strong> ruina.3.- En ese or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, la acusación no pue<strong>de</strong> abrirse paso, sin lugar a con<strong>de</strong>nar en costas, dada larectificación doctrinaria.DECISIÓNEn mérito <strong>de</strong> lo expuesto, la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia, Sala <strong>de</strong> Casación Civil, administrando <strong>justicia</strong> ennombre <strong>de</strong> la República y por autoridad <strong>de</strong> la ley, NO CASA la sentencia <strong>de</strong> 9 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2004,proferida por el Tribunal Superior <strong>de</strong>l Distrito Judicial <strong>de</strong> Barranquilla, Sala Civil-Familia, en el procesoordinario <strong>de</strong> ROSA ANTONIA CORAL ERAZO y otros contra las socieda<strong>de</strong>s CONSORCIO TÉCNICO DE


CONSTRUCCIONES S. A., CONTECO, y CONSTRUCCIONES DEL CARIBE S. A.Sin costas en <strong>casación</strong>, por lo dicho anteriormente.Cópiese, notifíquese y <strong>de</strong>vuélvase el expediente al Tribunal <strong>de</strong> origen para lo pertinente.WILLIAM NAMÉN VARGASJAIME ALBERTO ARRUBLA PAUCARRUTH MARINA DÍAZ RUEDAPEDRO OCTAVIO MUNAR CADENAARTURO SOLARTE RODRÍGUEZCÉSAR JULIO VALENCIA COPETE(Con excusa justificada)EDGARDO VILLAMIL PORTILLA

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