IntroducciónNadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la Trata de esclavos estánprohibidas en todas sus formas”.Artículo 4 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948).15La Trata de personas es un fenómeno delictivo queafecta indistintamente a países de los cinco continentesy a todas las economías. Su rentabilidad radica enla explotación de seres humanos, objetos del mercadoglobal, que pueden sustituirse arbitrariamente a lademanda y a las señas particulares de impunidad decada sociedad. Esto significa que las mismas fuerzasque impulsan la globalización de los mercados, estimulanla compra-venta de seres humanos. Es decir, oferta depersonas que viven situación de desempleo, pobreza,exclusión social, guerra, inestabilidad política, violenciaintrafamiliar y discriminación en sus lugares deorigen; y por otra, países que demandan mano de obrabarata para generar productos y servicios a bajo costo.Esto deja entrever que la pobreza se ha multiplicadoy agudizado en las últimas décadas, afectandodirectamente a las mujeres y niñas. También se puedeobservar que la discriminación de género ha invisibilizadoa las personas que están siendo explotadas. Eneste contexto, los patrones y normas culturales jueganun papel fundamental por ser uno de los factores depersistencia del crimen. Esto significa que para erradicarla Esclavitud del Siglo XXI se deben llevar a caboacciones integrales desde diferentes ámbitos.Consensuar, definir y tipificar qué es la Trata de personasha tomado más de ochenta años, desde la ConvenciónInternacional para la Represión de la Tratade Mujeres y Menores (1921) hasta el Protocolo paraPrevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas,especialmente Mujeres y Niños (2000).Este primer esfuerzo internacional se traduce enacciones de política pública por parte de los Estadosque lo han ratificado; sin embargo es precisohacer hincapié en la premura de desarrollar modelosde intervención con enfoque de género porque enla actualidad es una de las actividades delictivasde mayor crecimiento en el mundo, que vulneragravemente los derechos humanos y la dignidadde sus víctimas según Joy Ngozi Ezeilo, RelatoraEspecial de Naciones Unidas sobre la Trata dePersonas, especialmente Mujeres y Niños.Al día de hoy, el fenómeno de la Trata es un temade interés no sólo en las agendas institucionales nacionalese internacionales, sino en la academia, enlos medios de comunicación, el sector empresarial,así como las organizaciones de la sociedad civil. Eneste proceso, si bien hay avances, aún queda muchopor realizar. La Oficina de las Naciones Unidascontra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglasen inglés) considera que, a pesar del aumentode sentencias condenatorias, producto del repunteen lo que a legislación se refiere, pocos países sancionanel delito (UNODC, 2009:2). Respecto a losmedios de comunicación, el Secretario General deNaciones Unidas, Ban Ki-moon, dice que una partede los programas que se han implementado hasta el
2010 se centraron en la prevención de la explotaciónsexual y la prostitución; mientras que en otros paísesse han dirigido a los usuarios potenciales de los serviciosde víctimas y supervivientes de la Trata sexual y laboral.La publicación de artículos, carteles, anuncios yfolletos en medios electrónicos e impresos; la emisión deprogramas de radio y televisión, así como los vídeos yla creación de sitios web contra la Trata, así como larealización de foros y talleres son las principales actividadesque se han realizado en medios de comunicación.Algunas iniciativas interesantes emprendidas en variospaíses durante 2011 es el CNN Freedom Project,un espacio web dedicado en exclusiva a noticias sobreTrata, y que produjo el documental “Los niños robadosde Nepal”; la campaña MTV Exit en colaboracióncon UNICEF sobre explotación sexual y laboral demenores de edad (servicio doméstico, venta de drogaen situación de calle). Otras acciones llevadas a caboen España y, recientemente en Argentina sobre la eliminaciónde publicidades de servicios sexuales en prensa escritapor su estrecha relación con la prostitución forzada.Desde Naciones Unidas, la Campaña Corazón Azul esuna iniciativa de sensibilización que insta a movilizary apoyar las intervenciones de las organizaciones internacionales,los gobiernos, la sociedad civil, el sectorprivado y, en última instancia, cada persona en favor dela lucha contra la Trata de personas. Para ello se han diseñadouna serie de materiales –afiches, trípticos, videos,entre otros- que permiten conocer a fondo el problema.Paralelamente también se han realizado talleres amedios de comunicación y expertos en información,con la finalidad de actualizar sus conocimientos enTrata de personas. Las investigaciones realizadas porOrganization for Segurity and Co-operation in Europe(OSCE) en prensa e internet y manuales de buenasprácticas en periodismo.En la actualidad se han escrito numerosos manualesde capacitación sobre Trata de mujeres y niñas dirigidos afuncionarios públicos, policías y personal de juzgados,trabajadores sociales, de la salud, maestros,trabajadores de centros de empleo, inspectores detrabajo, personal de centros de detención y de modalidadesalternativas de cuidado, operadores delíneas telefónicas de asistencia. Sin embargo, en elinforme sobre Trata de mujeres y niñas (2010) realizadopor el Secretario General de Naciones Unidas,no se menciona un modelo de intervención encomunicación y difusión.El componente de comunicación y difusión del Modelode Intervención Estatal contra la Trata de Mujeresy Niñas está integrada por las siguientes etapas:1. Realizar un diagnóstico sobre la coberturaperiodística en relación a la Trata de personas.2. Identificación de lineamientos éticos para unejercicio periodístico especializado en Trata.3. Identificar una serie de conocimientos quepermitan fortalecer el ejercicio periodístico.El rol social de losmedios de comunicaciónDesde la década de los años treinta se ha difundidoy aceptado la idea de que los medios decomunicación social han sido responsables dela imagen pública en relación a un determinadohecho. No obstante han tenido que pasar cerca decuarenta años para que investigadores como JosephKlapper 3 (Estados Unidos) argumente que los mediosno son la primera ni la principal causa de unadeterminada opinión o actitud pública frentea un hecho, y que en ella intervienen factorescomo las creencias, la predisposición y las experienciaspersonales de las y los lectores así como elcontexto donde se inserta el mensaje.16