Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
El miedo (ubicado en el vértice superior del triángu<strong>lo</strong>), incluye sensaciones de temor, confusión,<br />
nerviosismo, anticipación, ansiedad y suspenso. Estas son emociones <strong>que</strong> por <strong>lo</strong> general evitamos. A la<br />
mayoría de nosotros, nos han enseñado <strong>que</strong> el miedo es una sensación negativa y cuando llega a<br />
nosotros pensamos <strong>que</strong> algo anda mal en nuestra vida. La verdad es mucho más simple; el miedo es<br />
nuestro motivador principal.<br />
El desafío en estos casos es controlar el miedo para evitar <strong>que</strong> entres en un estado de pánico. Este<br />
estado de pánico se presenta cuando el miedo te b<strong>lo</strong><strong>que</strong>a para <strong>que</strong> sigas adelante. El miedo produce<br />
descargas de adrenalina en la corriente sanguínea, y causa <strong>que</strong> te pongas en estado de alerta y te<br />
prepara a <strong>que</strong> te decidas a actuar de una u otra forma.<br />
Cuando el sentimiento de miedo te invade, tienes dos alternativas:<br />
1. Hacerle frente al miedo y actuar.<br />
2. No hacerle caso y permanecer inactivo.<br />
Cuando te decides por enfrentar al miedo, <strong>lo</strong> haces tomando un riesgo relativo al mismo miedo <strong>que</strong> estás<br />
sintiendo. Por ejemp<strong>lo</strong>, si hubiera una persona “prepotente” frente a ti y tienes <strong>que</strong> resolver un problema<br />
de trabajo con ella; de acuerdo a tu experiencia, es posible <strong>que</strong> puedas sentir temor. Esta actitud da como<br />
alternativa la posibilidad de <strong>que</strong> tomes un riesgo: Enfrentarte a esta persona y hablarle. O bien puedes<br />
elegir permanecer inactivo. Los resultados de esta decisión tienen un impacto determinante a <strong>lo</strong> largo de<br />
tu vida. Si decides arriesgarte, debes manifestarte con va<strong>lo</strong>r, <strong>que</strong> muchas veces podrías creer no tener.<br />
Aquí, tu crecimiento dependerá de <strong>que</strong> tomes acción y te arriesgues. Recuerda: ¿Si no hoy, cuándo; si no<br />
tu quién? Una forma de tener va<strong>lo</strong>r es la de convencerte a ti mismo, mediante afirmaciones<br />
positivas1[1], de <strong>que</strong> puedes vencer al miedo, <strong>que</strong> tienes seguridad, <strong>que</strong> eres fuerte, además entender<br />
<strong>que</strong> la magnitud del riesgo es siempre exagerada, muchas veces debido a tus patrones culturales<br />
(creencias).<br />
El riesgo aparece en la cara derecha del triángu<strong>lo</strong>, conectada con una flecha <strong>que</strong> conduce<br />
automáticamente al triunfo. Cuando decides correr un riesgo relativo a tu miedo, siempre tienes un<br />
triunfo. ¿Qué pasaría si decides no correr el riesgo, escondiéndote y permaneciendo inactivo? El miedo,<br />
se convierte en ansiedad y te jala dentro del triángu<strong>lo</strong> donde no hay acción y te paraliza. La parálisis<br />
aparece dentro del triángu<strong>lo</strong> y las flechas van en dirección contraria. En la vida, no podrás apartarte del<br />
miedo, simplemente no puede hacerse. Entendiendo esto, ahora podrás decidir si permites <strong>que</strong> el miedo<br />
te motive o te paralice. Decídete a correr el riesgo y hablarle a esa persona “prepotente”, y<br />
automáticamente te harás un ganador. ¿Aceptó esa persona entablar una conversación contigo?<br />
Probablemente no, pero no obstante, tu actitud significa <strong>que</strong> fuiste más allá de tu miedo y al hacer<strong>lo</strong>,<br />
obtuviste una victoria importante. Tienes ahora un nuevo concepto de ti mismo, más confianza y respeto