Reporte

Conclusiones y recomendaciones
Las cifras oficiales de incidencia delictiva durante el penúltimo mes del año dieron cuenta de que
no hay mucho que festejar, pues es evidente que la crisis de seguridad no ha sido superada. Los
homicidios intencionales siguen siendo superiores a los del año pasado, en algunas entidades
federativas el fenómeno delictivo no ha logrado contenerse y en otras se distingue un franco ascenso
de la frecuencia de su ocurrencia. Por su parte, los secuestros, a pesar de haber una reducción
notable de aquellos que fueron denunciados ante una instancia local, cuando se contemplan
aquellos que están siendo atendidos por instancias federales las cifras no son tranquilizantes, más
bien las estadísticas nos develan que los avances son marginales. En materia de extorsión parece
que se han registrado mejoras, pues hay una reducción sensible frente a los dos últimos años, pero
antes de indicar que el problema está siendo resuelto no debemos olvidar que en las encuestas de
victimización es uno de los delitos que menos se denuncia.
Así pues, los datos duros nos dan algunas pistas de la dirección que deben tener las decisiones
gubernamentales. Como lo decíamos al inicio de este documento, fortalecer las instituciones de
seguridad y justicia es un paso que no se puede obviar para reducir los niveles de criminalidad
y violencia. Si las autoridades, en sus distintos niveles, logran desarrollar fuertes instituciones en
la materia es posible que la recuperación de las condiciones de convivencia y paz se deban a la
modificación de variables claramente identificadas y no a condiciones fortuitas.
El análisis de los datos del SESNSP a nivel nacional señala que en los 11 meses transcurridos de 2015
de los 9 delitos a los que el ONC da seguimiento 8 tuvieron disminuciones y sólo los homicidios
dolosos presentan una tendencia al alza comparando los registros con los de 2014, no obstante,
en términos, estatales y regionales los datos muestran problemas de violencia e inseguridad en
determinadas zonas del país que han ido evolucionando en meses recientes.
Por víctimas se sabe que las 32 entidades reportaron en noviembre un total de 1 606 personas que
perdieron la vida en eventos dolosos a partir de la apertura de 1 469 averiguaciones previas, por lo
que se presupone que el 8.53% de estas personas perdió la vida en multihomicidios. Las entidades
con más víctimas fueron Estado de México, Guerrero, Jalisco, Sinaloa y Oaxaca al acumular el
40.78% del total nacional, mientras que las entidades con mayor incidencia fueron Guerrero, Colima
y Sinaloa al obtener niveles 2.65, 1.71 y 1.50 veces mayores a la tasa nacional.
En los homicidios culposos se tuvo conocimiento de 1 412 víctimas a través de la apertura de 1
297 averiguaciones previas, resultando que 14.63% de las víctimas perdieron la vida en eventos de
carácter múltiple. Las entidades con más víctimas fueron Guanajuato, Michoacán, Puebla, Jalisco y
Estado de México al concentrar el 38.38% nacional. Por tasas de víctimas se supo que Guanajuato y
Michoacán tienen los mayores problemas al superar la tasa nacional en 180.52 y 100.18%.
En el caso de las extorsiones a nivel nacional se tuvo un registro de 375 averiguaciones previas en
noviembre, de las que se desprendieron 392 víctimas, es decir que 17 personas fueron extorsionadas
con al menos otra. Las entidades con más víctimas fueron Jalisco, Distrito Federal, Nuevo León,
Estado de México y Chiapas al aglomerar 59.95% del total, en tanto que por tasas las entidades
con mayores problemas de víctimas de extorsión fueron Nuevo León, Baja California Sur y Jalisco al
obtener niveles superiores al 100% la tasa nacional. Resulta preocupante el caso de Baja California
Sur pues obtuvo una tasa 263.27% mayor a la de su región la zona noroeste.
Para el caso de los secuestros, la suma de las víctimas del fuero común y federal muestra que en
noviembre se registraron 152 casos, correspondientes a 127 averiguaciones previas, lo cual sugiere
que 16.45% de las víctimas fueron privadas de su libertad con al menos otra persona. Las entidades
con más víctimas de secuestros federal y común fueron Tamaulipas, Estado de México, Veracruz y
Distrito Federal al sumar en conjunto 67.11% del total nacional. Mientras que la entidad con la mayor
incidencia de víctimas sigue siendo Tamaulipas al obtener una tasa 7.54 veces mayor a la nacional;
en segundo lugar, se ubicó Tabasco con un nivel 1.67 veces superior al nacional.
Para los diferentes tipos de robos se tiene que en los cometidos con violencia hubo un total de 13 849
averiguaciones previas en el penúltimo mes del 2015, de las cuales la mayor parte (98.48%) fueron
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